La alimentación es determinante en el desarrollo físico y mental, en la
reproducción, en el rendimiento físico y mental, en la frecuencia de aparición
de enfermedades e incluso en el número de muertes ocurridas en cada país:
1. En el desarrollo físico y mental
La alimentación en la vida fetal, niñez y adolescencia del individuo condiciona
que el crecimiento se desarrolle con todas las posibilidades genéticas.
Distintos estudios han demostrado que entre dos pueblos sometidos a las mismas
influencias ambientales (clima, temperatura, vivienda, etc.), los distintos
hábitos dietéticos determinan claras diferencias en cuanto al desarrollo
físico, carácter de la población y enfermedades (www.jornada.unam.com)
Así, aquellas civilizaciones con una alimentación,fundamentalmente, de base
animal, están más desarrollados física y psicológicamente y además muestran un
mejor estado de salud que las poblaciones de costumbres vegetarianas.
En España aún se constatan diferencias en cuanto a la talla y
al peso entre niños de familias de diferente nivel económico, lo que sugiere
claramente que estas diferencias se establecen basándose en la distinta
alimentación que reciben. Nutrientes como las proteínas,
de máxima importancia, están destinadas a la construcción de nuevos tejidos
para conseguir el crecimiento de músculos, piel y órganos. El calcio y el
fósforo son fundamentales para el crecimiento del esqueleto y las
vitaminas son indispensables para la absorción y asimilación de estos y otros
nutrientes por el organismo.
Parece claro que el período de la vida que comprende desde la vida fetal hasta
los 5 años es una etapa crítica en el crecimiento y desarrollo del individuo,
habiéndose demostrado que un retraso sufrido en este período por déficit de
aporte de nutrientes es de difícil superación, aun cuando posteriormente el
individuo reciba una alimentación adecuada.
Por tanto, la dieta en los niños constituye una de las causas primordiales de
la aparición de diferencias en cuanto al desarrollo físico y mental,
independientemente de las limitaciones individuales de la herencia genética, la
higiene o el deporte.