Convulsión febril
M. Nieto Barrera, M. Nieto Jiménez*, E. Nieto Jiménez**
Neuropediatra. *Pediatra. Centro de Salud Parque Alcosa.
**MIR Neurofisiología Clínica. Hospital Universitario Virgen
Macarena, Sevilla
Resumen
Palabras clave
La convulsión febril (CF) es la mas frecuente de las crisis
epilépticas provocadas, observandose en el 3-5% de los
niños menores de 5 años. La etiología va
unida a una predisposición genética con, en algunas, discretos
factores ambientales. Se han identificado en
diferentes familias, con varios miembros afectos de CF, 5 loci mapeados en los
cromosomas 2, 5, 6, 8 y 19. En la fisiopatología
intervienen la edad, la fiebre y la predisposición. Las CF se dividen en simples y complejas en relación con la
semiología clínica y la duración. Habitualmente, es
la única patología convulsiva, pero, en ocasiones, es la primera
manifestación de síndromes epilépticos: epilepsia
generalizada, crisis febriles plus y síndrome de Dravet. El tratamiento inmediato consiste en controlar la crisis,
identificar y tratar la causa de la fiebre y asesorar a los padres.
Excepcionalmente, hay que realizar examenes complementarios:
punción lumbar (PL), electroencefalograma (EEG) o neuroimagen (NI). El pronóstico de la CF es habitualmente bueno. El
riesgo de recurrencia de la CF es del 40-50%, en función de
la edad, antecedentes familiares de CF y escasa entidad de la fiebre. El riesgo
de cursar con epilepsia posterior es del
3-5% en relación con antecedentes familiares de epilepsia, CF complejas
y anomalías del
neurodesarrollo. El tratamientoprofilactico, indicado en circunstancias
muy concretas, esta orientado a impedir las
recurrencias, pero no disminuye el riesgo de epilepsia posterior. Convulsión febril; Crisis epiléptica provocada;
Epilepsia generalizada CF+; Genética CF; Síndrome de Dravet.
Abstract
Key words
FEBRILE SEIZURE The febrile seizure is the most commun of the provoked
epileptic seizures. They are observed in the 3-5% of the children younger than
5 years. The aetiology is linked with genetic predisposition with, in some
cases, lights environmental factors. It is identified, in the different
families, with several affected members, five loci mapped on chromosomes 2, 5,
6, 8 y 19. Age, fever and predisposition are involved in the physiopathology.
FS are divided in simple and complex, in relation to the clinical
manifestations and duration. Usually constitue all pathology but, some time, is
the first manifestation of the concretes epileptics
syndromes: Epilepsy generalized with CF plus and Dravet’s syndrome. The
acute treatment consist in to check the seizure,
identify cause of infection and inform to parents. Exceptionally is need any investigation: LP, EEG or NI. The prognosis is
usually excellent. The risk of recurrence is 40-50% in relation to age, family
history and degree of fever. The risk for epilepsy is 3-5% in relation to
family history of epilepsy, CF complex and neurodevelopmental anomalies. The
prophylactic therapy is recommended in very concrete circunstances for prevent
the recurrence FS but is ineffective in the prevention of epilepsy. Febrile
seizure; Epilepsy generalizedFS+; Genetic FS; Dravet’s syndrome; Provoked
epileptic seizure.
INTRODUCCIÓN
La convulsión febril es la mas frecuente de todas las crisis
epilépticas provocadas o inducidas por agentes exógenos, y el
tipo de convulsión mas frecuente en el hombre.
Las convulsiones febriles (CF) constituyen un grupo heterogéneo de
pacien-
tes que tienen en común presentar una (o varias) crisis
epiléptica (s) provocada(s) por fiebre en el curso de un proceso
infeccioso extracraneal, en edades concretas del niño, y difieren por el
agente causal de la infección, aspectos genéticos,
semiología clínica, eventual recurrencia, pronóstico,
actitud terapéutica
actitudes familiares y significado de la convulsión en función
del contexto. En los últimos años, y auspiciado por la
International League Against Epilepsy (ILAE), se intenta sustituir la
denominación, amplia conceptualmente, de convulsión febril por
crisis febriles para designar exclusivamente las crisis epilépti-
cas provocadas por fiebre y excluir otras manifestaciones críticas no
epilépticas asociadas a la fiebre. La CF se ubica en el eje 3 del esquema
diagnóstico propuesto por la ILAE, en el 2001, que corresponde a los
síndromes epilépticos, en el grupo de “Condiciones con
crisis epilépticas que no requieren un diagnóstico de
epilepsia”, junto con: crisis neonatales benignas, crisis reflejas, crisis
por supresión de alcohol, crisis inducidas por drogas, crisis
posttraumaticas inmediatas, crisis aisladas o crisis que recurren muy
raramente. Muchas de ellas estabanencuadradas con
anterioridad como
crisis epilépticas ocasionales. Es decir, la CF, por su mecanismo de
producción, es una crisis epiléptica –un
síntoma mas, peculiar e inesperado, que aparece en algunos
procesos infecciosos extracraneales–, pero no es una epilepsia. Ahora
bien, como
CF –con peculiaridades en la edad de comienzo, clínicas y
evolutivas, que habra que tener presentes para sospecharlos– se
inician síndromes epilépticos bien definidos. Estan
presentes siempre en la epilepsia generalizada con crisis febriles plus
(EGCF+), casi siempre en el síndrome de Dravet, y entre el 25-50% en
otros síndromes epilépticos. A pesar de ser,
habitualmente, un “síntoma”
frecuente y benigno, ha sido objeto de numerosísimos trabajos que se
estiman en mas de 2.000 en los últimos 40 años. Esto quiere decir que, las CF presentan todavía algunos
aspectos controvertidos. DEFINICIÓN
fección o causa intracraneal definida. Se excluyen las crisis con
fiebre en niños que han sufrido una crisis
afebril previa”. La ILAE define la CF como: “una crisis que ocurre en el niño desde
el primer mes de edad, asociada a enfermedad febril no causada por una
infección del
SNC, sin crisis neonatales previas o crisis epiléptica previa no
provocada, y no reuniendo criterios para otra crisis aguda
sintomatica”. Ambas definiciones, aunque
similares en aspectos esenciales, presentan diferencias notables. La de
la ILAE, al bajar el límite inferior de edad y no precisar el
límite superior, abre el abanico de posibilidades para las CF. Ninguna
de las definiciones excluye a los niños con daño
neurológicoprevio, pero en la del NIH la coletilla: “sin
evidencia de infección o causa definida intracraneal”, puede
inducir a error. Ninguna definición incluye criterios específicos
relativos a la temperatura, como
elevación o tiempo de evolución, que han sido manejados por
algunos autores como
factores de riesgo. ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS
a 2:1; sin embargo, si se consideran los diferentes tipos de CF, se observa que
en las CF complejas la incidencia no esta relacionada con el sexo.
Edad La mayoría de las CF se inician entre los 6 meses y 3 años, con un pico a los 18 meses. Entre el 20-25% de
los niños con CF presentan la primera en el primer año y
sólo en el 6-15% tiene lugar después de los 4 años, siendo
excepcional el inicio después de los 6 años. ETIOLOGÍA
La predisposición genética es el agente determinante mas
importante de las CF. En algunos casos, se ha invocado la participación
de alteraciones cerebrales.
Los estudios epidemiológicos han contribuido sensiblemente al
conocimiento de la frecuencia, fisiopatología, historia natural y
pronóstico de las CF
Cualquier definición de CF debe incluir los dos parametros que la
determinan: las características del
proceso febril y la edad en la que acaece.
En los últimos 25 años, dos definiciones operacionales han sido
propuestas, una la del National Institutes of Health (NIH) Consensus
Conference, en 1980, la mas conocida y citada, y la segunda la de la
International League Against Epilepsy (ILAE), en 1993, restringida en su
difusión al ambito de los epileptólogos. El NIH define la
CF como: “episodio que apareceen la lactancia o primera infancia, que se
presenta habitualmente entre los 3 meses y 5 años de edad, asociado con
fiebre pero sin evidencia de in-
Prevalencia Se estima que del 2 al 5% de los niños menores de 5
años sufren al menos una CF. La prevalencia media es de aproximadamente
el 3% en los países europeos y Estados Unidos, y mas alta en
países como Japón (7%) e Isla Guan (14%), probablemente en
relación con factores genéticos y ambientales. La incidencia
anual se establece en 460 por 100.000 niños entre 0 y 4 años. Se
puede observar en cualquier época del año, con dos picos en
la incidencia: de noviembre a enero, coincidiendo con las infecciones
víricas de vías respiratorias altas, y un pico menor, de junio a
agosto, en relación con gastroenteritis agudas. Sexo La CF es mas
frecuente en niños que en niñas en una relación que
varía de 1
Aspectos genéticos Los estudios realizados con gemelos y familias con
afectos de CF señalan un importante componente genético en la
etiología de éstas. El niño con un
hermano o padre con CF tiene un riesgo de 4 ó 5 veces mas alto
que la población general, así como
la tasa de concordancia en gemelos monocigotos y dicigotos es del 70 y 20%, respectivamente. Se ha
sugerido una herencia autosómica dominante con penetrancia incompleta en
familias con CF recurrentes y una herencia poligénica en pacientes
aislados. Los estudios de ligamiento en familias grandes, con herencia
autosómica dominante incompleta, en las que se asocia también,
con relativa frecuencia, las CF con crisis epilépticas afebriles, han
permitidoidentificar 5 diferentes loci, mapeados en los cromosomas: 2, 5, 6, 8
y 19. Tres -FEB1 en el cromosoma 8q13-21, FEB2 en el cromosoma 19p13,3 y FEB3
en el cromosoma 2q23-24- se identificaron en una única gran familia. Otro locus, FEB4, se encontró en el cromosoma 5q14-15 de 47
pequeñas familias, y el quinto, FEB5, en el cromosoma 6q22-24 se
halló en dos familias. Ello indica la heterogeneidad
genética de las CF. Si se confrontan los genotipos con los fenotipos
clínicos de CF simples y complejas, se observa que los pacientes con
genotipo FEB2 cursan preferentemente con CF complejas y no cri-
Síndrome epiléptico
Convulsiones febriles, familia 1 Convulsiones febriles, familia 2 Convulsiones
febriles, familia 3 Convulsiones febriles, familia 4 Convulsiones febriles,
familia 5 Epilepsia generalizada con crisis febriles plus, tipo 1 Epilepsia
generalizada con crisis febriles plus, tipo 2 Epilepsia generalizada con crisis
febriles plus, tipo 3 Epilepsia mioclónica severa del niño
Convulsiones febriles y epilepsia lóbulo temporal
Locus
8q13-q21 19p13.3 2q23-q24 5q14-q15 6q22-q24 19q13.1 2q21-q33 5q31.1-q33.1 2q
Crom. 1 y 8
Gen
Proteína
TABLA I.
Fenotipos clínicos que cursan como CF iniciales. Aspectos genéticos
SCN1B SCN2A GABRG2 SCN1A
Subunidad beta 1 del canal del Na+ dependiente del voltaje (SCN1B) Subunidad
alfa 2 del canal del Na+ dependiente del voltaje Receptor gamma-2 del
acido gamma-amino butírico Subunidad alfa 1 del canal del Na+
dependiente del voltaje
sis epilépticas posteriores; mientras que, muchos pacientes con genotipo
FEB1, FEB2 yFEB4 presentan posteriormente crisis epilépticas afebriles,
y los pacientes con genotipo FEB5 sólo presentan CF aisladas. En las CF
aisladas, sin antecedentes familiares, no se ha encontrado ningún gen
subyacente. Los estudios realizados con familias con CF previas a una epilepsia
del lóbulo temporal sugieren que puede existir una base genética
común, con independencia de que haya o no alteraciones del hipocampo.
Las mismas consideraciones se pueden deducir para
otras epilepsias con CF previas. En la tabla I, se exponen los hallazgos
encontrados en biología molecular en las CF y síndromes
epilépticos relacionados que se inician con CF. Factores adquiridos No
son frecuentes, pero pueden estar presentes. El tipo de CF, su duración
y posible lateralización se han puesto en
relación con disfunciones acaecidas durante la gestación
–toma de farmacos, metrorragia en el 2º y 3er trimestres,
enfermedad crónica– y período neonatal, como: bajo peso para la edad gestacional,
parto por cesarea, presentación distócica, etc. Se ha
señalado también que, antes de la primera crisis, existen con
relativa frecuencia desviaciones o defectos menores del desarrollo psicomotor
en mayor proporción que en los hermanos de los niños afectos de
CF. Se han descrito como factores
que predisponen a una primera CF: 1) hospitalización prolongada en el
período neonatal; 2) desarrollo psicomotor lento; 3) CF en un padre o un
miembro cercano de la familia, hermano o tío; y 4) asistencia a
guardería. Se estima que cada uno de estos factores tiene un riesgo de un 6-10%. Cuando existen dos o
masfactores asociados el riesgo aumenta a un
28%. FISIOPATOLOGÍA
La fisiopatología de las CF no esta aún completamente
establecida, aunque se estima que intervienen tres factores que estan
íntimamente relacionados: la fiebre, la edad y la predisposición.
La fiebre y la edad son siempre necesarias. La predisposición no
esta claro que esté presente en todos los casos.
Fiebre Con frecuencia, el niño con CF responde
con temperaturas mas altas que sus pares al mismo proceso infectivo. No
obstante, la elevación térmica necesaria para desencadenar una
crisis varía de niño a niño. Para
uno puede ser necesario alcanzar hasta 40 °;
mientras que, para otro es suficiente sobrepasar 38,5°. El mecanismo de
acción de la hipertermia para desencadenar una CF no es bien conocido,
aunque es probable que las perturbaciones hemodinamicas –aumento
de la frecuencia cardiaca, hipotensión por vasodilatación
periférica y vasoconstricción de las arteriolas pulmonares, entre
otras– y las alteraciones metabólicas condicionadas por la
hipertermia –mayor consumo
de O2 y de glucosa y discreta acidosis– actuando sobre un cerebro
inmaduro, pueden provocar la convulsión por exacerbación brusca
de una predisposición convulsiva, genética o, con menos
frecuencia, secundaria a factores facilitantes diversos adquiridos prenatal o
perinatalmente (Fig. 1). La causa de la fiebre es muy diversa, aunque determinados
gérmenes, como: el herpevirus 6 y 7, el herpes simple 1 y 2 y el
citomegalovirus, se han implicado como agentes causales preferentes, al
producir temperaturas altas en los niños y, con mayorfrecuencia que
otras causas, CF. Conocido el neurotropismo de estos agentes infecciosos, se
plantea la discusión de considerar, o no, como CF las crisis que las
acompañan. La mayoría de los procesos infecciosos son:
faringoamigdalitis, catarros de vías respiratorias altas,
otitis media, neumonías, infecciones del tracto urinario, gastroenteritis, etc.
Se ha observado que las CF que se asocian a
infecciones víricas son mas prolongadas y/o con signos focales
que las CF desencadenadas por infecciones bacterianas. La CF se presenta
habitualmente coincidiendo con la elevación brusca de fiebre en el
primer día de la enfermedad; un 25% en la primera hora, un 50% durante
el resto del primer día, y un 20% y un 5%, en el segundo o tercer
día febril; a veces, hay variaciones en esta secuencia, presentandose
la CF tras varias horas de fiebre, o precediendo unos minutos a la
instauración de ésta. El 55% de las CF ocurren
con temperatura rectal entre 38-39° C; el resto con temperaturas
superiores.
FIGURA 1. Fisiopatología de la CF
(convulsión febril
Hipertermia
Perturbaciones hemodinamicas
Alteraciones metabólicas
es siempre menor de 15 minutos, habitualmente de 2 a 5 minutos, y no recurren
en las primeras 24 horas del
proceso febril. Representan el 75%, aproximadamente, del total de la CF
y se observan en niños con buen desarrollo psicomotor. CF complejas o
atípicas Son crisis con signos de focalidad, desde desviación
óculo-facial a mayor participación de un
hemicuerpo, y/o duración superior a 15 minutos, y/o recidiva en las
primeras 24 horas. Seconsideran también como CF complejas
las que se presentan en niños con anomalías neurológicas
preexistentes. Las CF complejas representan el 20%, aproximadamente, de las CF.
Estado de mal febril (EMF) Convulsión, o una serie de convulsiones sin
recuperar conciencia entre ellas, durante un período de tiempo superior
a 30 minutos, que se presenta, generalmente, entre los 6 y 18 meses, con
temperatura variable y con frecuencia en “terreno predispuesto”. Se
puede incluir también dentro de las CF complejas pero, por su
importancia clínica y la necesidad de instaurar precozmente un tratamiento anticonvulsivo eficaz, le hemos otorgado
trato diferenciado. El EMF puede ser generalizado o
hemigeneralizado. El EMF hemigeneralizado puede dejar una hemiparesia
transitoria o paralisis de Todd; si la duración del EMF excede
los 120 minutos se acompaña de hemiplejía persistente,
constituyendo el síndrome hemiconvulsión-hemiplejía (SHH)
que, en el 30-50% de los casos, va a presentar en la evolución una
epilepsia sintomatica o síndrome hemiconvulsión-hemiplejía-epilepsia
(SHHE). El 20-30% de los EMF hemiconvulsivos tienen
antecedentes previos de agresión cerebral. Los
tres subtipos descritos conllevan diferentes factores de riesgo para futuras
crisis y evolución hacia una epilepsia posterior. FENOTIPOS CLÍNICOS
Taquicardia Hipotensión
Aumento consumo O2 y glucosa Discreta acidosis
Cerebro infantil (inmadurez)
Factores genéticos
Factores adquiridos
Crisis epiléptica ocasional (CF)
Recurrencias
Edad La edad es uno de los factores mas importantes que determinanel
umbral convulsivo. Entre los 3 meses y los 3 años de edad, la
excitabilidad de la corteza cerebral es alta,
mostrando predisposición a convulsionar. Esta mayor
excitabilidad cerebral depende de factores morfo-funcionales –inmadurez
de la corteza cerebral y de la organización
córtico-subcortical– y de factores bioquímicos o inmadurez
de los neurotransmisores. Se ha estudiado el estado de la
neurotransmisión en las CF con resultados, en ocasiones,
contradictorios, al no haber uniformidad en la metodología aplicada y en
el sustrato estudiado; no obstante, estos trabajos sugieren que existen
alteraciones en la transmisión gabaérgica, dopaminérgica y
serotoninérgica que no estan presentes en los niños
controles con fiebre y sin convulsiones, aunque sea difícil dilucidar si
son responsables de las CF o secundarias a ella. Se ha implicado también
el sistema histaminérgico central que participa en la inhibición
crítica; los niños en los que la histamina no se incrementa en
LCR durante el proceso febril son mas
susceptibles para convulsionar. Por último, se ha sugerido, en
relación con la edad, una inmadurez de los mecanismos de la termo-
rregulación y una limitada capacidad para incrementar el metabolismo
energético celular ante temperaturas elevadas. Predisposición
La evidencia de factores genéticos, en la mayoría de las CF, es
conocida desde antiguo. Mas reciente, es el conocimiento de que,
en algunas de ellas, existen trastornos cerebrales
concomitantes que contribuyen al riesgo para CF, por disminución no
específica del
umbral convulsivo. Ambos aspectos han sidoexpuestos en
el apartado anterior. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las CF se dividen en simples y complejas teniendo en cuenta la
semiología clínica, la duración y la eventual
aparición de déficit neurológico.
CF simples o típicas Son crisis generalizadas, habitualmente
clónicas o tónico-clónicas (80%), con menor frecuencia
tónicas (15%), y en ocasiones atónicas con revulsión
ocular y, a veces, trismo oral; si no existe componente oral y sobre todo
ocular, es muy probable que se trate de una crisis sincopal. No presenta nunca
focalidad clínica, su duración
La CF es habitualmente la única patología convulsiva del
niño, autolimitada a los primeros años pero, en ocasiones, es la
primera manifestación de síndromes epilépticos concretos.
Los avances en biología molecular y la identificación de
síndromes epilépticos relacionados con las CF han permitido
establecer varios fenotipos clínicos que configuran un continuum
neurobiológico con un extremo en la CF única y el otro en las CF,
que constituyen los síntomas iniciales del síndrome de Dravet
(Tabla II). Convulsión febril (CF) Es, con frecuencia, una crisis
generalizada que se presenta en niños entre 1 y 3 años de edad
con o sin predisposición genética. Habitualmente, única,
en ocasiones, recurre 1 ó 2 veces antes de los 3 años. Crisis
febriles plus (CF+) Las CF+ tienen una gran tendencia a la agregación
familiar, encontrandose siempre varios miembros afectos. Se transmite como
herencia autosómica dominante. El rasgo clínico
mas característico es la persistencia de las CF por encima de los
6 años.
curren los 2primeros años, cada 4-6 semanas. A
partir de los 18-24 meses, se presentan crisis epilépticas afebriles,
tónico-clónicas inicialmente, con posterioridad crisis
mioclónicas y crisis parciales; en algunos pacientes, coexisten
mas de un tipo de crisis. Son
frecuentes los antecedentes familiares de CF y/o epilepsia. La
constatación de que algunos de los criterios de definición del
SD, sobre todo los antecedentes familiares de crisis epilépticas
febriles y/o afebriles y la recurrencia de las CF eran comunes con los de la
CF+, ha contribuido a relacionar el SD con la EGCF+, y a sugerir que ambos
síndromes estan en el mismo espectro patológico y tienen
una base genética similar (Tabla I). Síndrome HH (SHH) Se ha
mencionado anteriormente como
variedad del
EMF. Se caracteriza por una crisis convulsiva unilateral o
hemigeneralizada de mas de 30 minutos de duración, seguida de una
paralisis de Todd o de una hemiplejía permanente. Su
frecuencia es baja, habiendo disminuido aún mas tras la
introducción del diazepam por vía rectal
o endovenosa en el tratamiento de las convulsiones agudas. Esclerosis mesial
temporal (EMT) Su inclusión en este continuum
neurobiológico se debe al hecho de que un alto porcentaje de EMT tienen
antecedentes de CF, complejas, a menudo EMF, preferentemente del tipo de EM unilateral. Los estudios de
casos familiares de epilepsia de lóbulo temporal sugieren que puede
existir una base genética para la asociación de EMT y CF, con
independencia de los cambios estructurales del hipocampo;
mientras que, los estudios de casos esporadicos no han
mostradoningún tipo de relación. Los cuatro primeros fenotipos se
pueden considerar como
fenotipos genéticos, los dos últimos como fenotipos adquiridos, aunque no se
excluyen factores ambientales en los primeros y factores genéticos en
los segundos. Los cuatro últimos fenotipos son epileptógenos, es
decir, cursan con epilepsia posterior, benignas, habitualmente en la EGCF+, y
con mucha frecuencia refractarias en el SD y en el SHH que evoluciona hacia una
EMT (Fig. 2).
Para la 1ª CF – Antecedentes
familiares de CF – Fiebre muy alta –
¿Alta hospitalaria neonatal ≥ 28 días? –
¿Retraso madurativo? –
¿Hiponatremia? – ¿Asistencia
temprana a guardería? Para la recurrencia – Edad temprana (≤
18 meses) – Antecedentes familiares de CF – CF complicada –
Breve duración de la fiebre en la 1ª CF – Temperatura baja de
la fiebre en la 1ª CF – Fenotipos clínicos: CF+, SD, SHH Para
epilepsia posterior – Antecedentes familiares de epilepsia – Fiebre
corta duración – 1ª CF compleja – Maduración
anormal antes 1ª CF – Fenotipos clínicos: SD, CF+, SHH
TABLA II. Factores de riesgo de convulsión febril (CF
SD: síndrome de Dravet. CF+: crisis febriles plus. SHH: síndrome
hemiconvulsión-hemiplejía.
Epilepsia generalizada y crisis febriles plus (EGCF+) Un porcentaje importante
de CF+ se asocian a crisis afebriles, habitualmente a partir de los 6
años, dando lugar a EGCF+. La crisis afebriles pueden también
aparecer tras un período libre de crisis, o en
pacientes sin CF previas, en una fratría que reúne las
características de CF+. Las crisis afebriles observadas son del tipo de ausencias,crisis mioclónicas, crisis atónicas y crisis
mioclono-astaticas. Estas crisis desaparecen hacia los
10-12 años, aunque en algunos pacientes persisten y presentan
dificultades al tratamiento. La EGCF+ reconoce una herencia
autosómica dominante con penetrancia incompleta, habiéndose
encontrado en diferentes familias distintas mutaciones en las subunidades alfa
1, alfa 2 y B1 del canal del Na dependiente del voltaje, y la subunidad gamma 2
del receptor GABAA, lo que habla de la heterogeneidad y complejidad
genética de este síndrome (Tabla I).
Epilepsia mioclónica severa del niño (EMS) o síndrome de
Dravet (SD) Se inicia entre los 4 y 10 meses de edad, generalmente con CF,
frecuentemente unilaterales y/o de larga duración, provocadas por fiebre
moderada que re-
EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA CLÍNICA Y COMPLEMENTARIA
Tres son los objetivos de la evaluación del niño con una CF: 1)
determinar que la crisis sufrida es epiléptica; 2) encontrar el agente
causal de la infección y órgano(s) afecto(s); y 3) evaluar la
necesidad de recomendar examenes complementarios.
Determinar el origen epiléptico de la crisis febril Rara vez el
médico, del Servicio de Urgencias o de la Urgencia hospitalaria,
presencia las crisis teniéndose que contentar para hacer su
diagnóstico con los datos facilitados por el familiar o persona que se
encontraba con el niño. Cuando el médico
observa la crisis, el diagnóstico es facil si aquélla
tiene componente convulsivo, tónico, clónico o
tónico-clónico, existe pérdida de conciencia y se asocia a
fiebre elevada. Si la crisis ha remitido, el diagnóstico sebasa
en la anamnesis cuidadosa de las características clínicas,
generalizada o con signos focales, afectación de la conciencia,
duración y estado post-crítico, y de las circunstancias de
aparición en relación con la fiebre, en el inicio, en el
acné, en el descenso, tras varias horas de fiebre o tras la
FIGURA 2. Evolución de la CF en relación con la importancia de
los factores genéticos y adquiridos implicados
Convulsiones febriles Factores genéticos Factores adquiridos
CF
CFC
Única o escasas recurrencias autolimitadas
CF+
SD
EMF
EMT
Autolimitadas
SHH EGCF+ SHHE
Epilepsia focal no temporal Epilepsia generalizada
También hay que tener presente la coexistencia con la fiebre de otras
causas que, por uno u otro mecanismo, pueden alterar el funcionalismo cerebral
y contribuir a provocar la convulsión, como los trastornos del
metabolismo hidroelectrolítico, traumatismo craneoencefalico,
ingestión de farmacos anticolinérgicos, etc. Se consideran
también CF concomitantes o acompañantes o “convulsiones con
fiebre” y no son CF en sentido estricto. Por último, hay que
contemplar la posibilidad de que la fiebre haya provocado una convulsión
en una persona predispuesta a sufrir una crisis epiléptica por su
patología de base, como en la esclerosis tuberosa y encefalopatía
post-anóxico-isquémica, en las que la fiebre actúa como
desencadenante o detonante de las crisis epilépticas que pueden, con
frecuencia, recurrir afebrilmente. Examenes
complementarios La CF no necesita ningún tipo de investigación si
el diagnóstico es seguro. Noobstante, se han invocado para
justificar el uso de procedimientos diagnósticos en las CF los
siguientes motivos: 1) la incertidumbre diagnóstica en niños
menores de 18 meses; 2) presión y ansiedad familiar; 3) desconocimiento
del caracter benigno de la gran mayoría de las CF; 4) la eventual
aparición de complicaciones; y 5) la falta de acuerdo en las
recomendaciones oficiales. En realidad, las pruebas
complementarias, punción lumbar, electroencefalograma y estudios de
neuroimagen, sólo se recomiendan en casos muy concretos.
CF: convulsión febril. CF+: crisis febril plus. SD: síndrome de
Dravet. EGCF+: epilepsia generalizada y crisis febriles plus. CFC: crisis
febril compleja. EMF: estado de mal febril. EMT: esclerosis mesial temporal.
SHH: síndrome hemiconvulsión-hemiplejía. SHHE:
síndrome hemiconvulsión-hemiplejía-epilepsia.
administración de un antitérmico,
temperatura alcanzada, y en relación con la enfermedad, el día de
presentación, con frecuencia el primero, aunque a veces no se tiene
constancia de ella hasta que el niño presenta la crisis. Se tiene en
cuenta también la probable existencia de antecedentes familiares de CF
y/o epilepsia, los antecedentes personales de posible riesgo neurológico
y la evolución del desarrollo psicomotor. Investigar agente causal La causa de la fiebre, la mayoría
de las veces, se detecta en la primera exploración clínica.
En estos casos, la analítica a realizar sera la necesaria para
evaluar el proceso febril y esta en relación con los signos o
síntomas específicos: hemograma completo, ionograma si hay signos
dedeshidratación o CF recurrentes o en racimos en el mismo proceso
febril, glucemia cuando existe obnubilación postcrítica
prolongada con o sin vómitos y cetosis o se va a realizar punción
lumbar, cultivo de orina en infección del tracto urinario (ITU), cultivo
de heces en gastroenteritis aguda (GEA), etc. Un
diagnóstico de otitis media o sinusitis no excluye que haya una
infección intracraneal por contigüidad por lo que hay que estar
atento a esta eventualidad. En otras ocasiones, las menos, no
se puede determinar el punto de partida de la fiebre. En estos casos,
hay que descartar, ante todo, una infección cerebral, meningitis o
encefalitis (CF concomitante o acompañante a la infección intracraneal),
diagnóstico que se hace muy difícil en el niño menor de
12-18 meses de edad en el que los signos clasicos de irritación
meníngea no se ponen de manifiesto; en las meningitis bacterianas, es
obligatorio realizar el diagnóstico con premura para evitar secuelas. En
el 15% de los niños con meningitis, sobre todo en los menores de 18
meses, la crisis es el síntoma de presentación de la enfermedad.
Tanto en las meningitis como en las encefalitis, la CF es
habitualmente compleja. En estos casos, esta indicado el estudio del
líquido cefalorraquídeo.
Punción lumbar La decisión de realizar una PL
en el servicio de urgencias se basa en los hallazgos clínicos.
Estara siempre indicada cuando existen signos o síntomas
meníngeos o, cuando en ausencia de éstos, en niños menores
de 18 meses se observa adormecimiento o irritabilidad excesiva, vómitos,
estrabismo de instauraciónbrusca, o en niños menores de 12 meses
cuando a los trastornos de la reactividad se une una fontanela abombada con
ausencia del pulso, tendencia a irse los ojos hacia abajo al llorar; es decir,
cuando se observan signos, aunque sean discretos, de hipertensión
intracraneal (HIC).
La Asociación Britanica de Pediatría (ABP) y la Academia
Americana de Pediatría (AAP) son mas permisibles a la hora de
aconsejar la practica de la PL, tras una primera CF. Ambas la aconsejan
en las siguientes circunstancias: 1) en presencia de signos y síntomas
de meningitis; 2) CF complejas, recomendación que se presta a
discusión cuando el foco séptico esta presente y no hay
signos de afectación meningo-encefalica; y 3) debe considerarse
con certeza (ABP) o fuertemente (AAP) en menores de 12 meses, con probabilidad
(ABP) o considerarse (AAP) en menores de 18 meses, y no se indica por encima de
18 meses a no ser que haya signos y/o síntomas meníngeos. Incluso en los grupos de edad que se recomienda (menores 18 meses)
no debe realizarse de forma sistematica, sin una sospecha lógica;
ya que, se ha demostrado que sólo una de cada 200 PL es positiva.
Por el contrario, si se sospecha una infección meníngea, aunque
la primera PL sea negativa, hay que recomendar una segunda. La ABP recomienda
también, y es una recomendación lógica, la practica
de la PL cuando el niño esta excesivamente somnoliento o
irritable, y la AAP, cuando el post-crítico es excesivamente prolongado.
También, se ha recomendado considerarla seriamente en niños que han recibido tratamiento antibiótico previo.
Insistimos en lanecesidad de tener presente: signos y/o síntomas
meníngeos, trastornos de la reactividad, movilidad ocular, pares
craneales, el estado de la fontanela y trastornos de las funciones vitales
(ritmo cardiaco, respiración, TA), antes de recomendar una PL. En los
casos dudosos, se reconsidera la decisión tomada a las 12 horas de la
primera evaluación. En las CF recurrentes, los
criterios de recomendación de PL son aún mas estrictos.
en: 1) CF complejas de muy larga duración, preferentemente unilateral
con hemiparesia post-crítica transitoria (paralisis de Todd) o
permanente; 2) CF con signos de HIC, o alteración mental; 3) cuando
existen signos objetivos en la exploración de lesión cerebral
estructural (espasticidad, retraso psicomotor); 4) CF asociadas a
anomalías paroxísticas persistentes en el EEG, sobre todo si
tienen caracter focal; y 5) cuando la historia o la exploración
física indica que ha habido probable o seguro traumatismo craneal. Hay
que ser prudente a la hora de enjuiciar este dato, ya
que los familiares, con frecuencia, relacionan la caída como causa de convulsión, y no piensan
que la convulsión puede producir la caída. Si
ninguno de estos requisitos esta presente no es necesario realizar
estudio de NI.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico de las CF no plantea habitualmente dificultades
diagnósticas pero, en ocasiones, se observan episodios de
aparición brusca, precediendo, acompañando o siguiendo a la
fiebre que pueden crear dudas.
Crisis febriles concomitantes o en procesos infecciosos del SNC Crisis que aparecen en niños
febriles, a vecescomo el primer síntoma, otras en el curso de la
enfermedad de una afección cerebral subyacente y presente como una meningitis,
encefalitis o absceso. Esta eventualidad hay que tenerla siempre presente,
sobre todo en niños menores de 18 meses sin foco séptico claro.
Cuando la crisis aparece en la evolución de la enfermedad suele haber ya otros signos o síntomas evocadores de
afección cerebral. Crisis anoxo-isquémica o síncope febril
Se observa preferentemente tras un descenso brusco de
temperatura originado por reflejos vasovagales o cardioinhibitorios producidos
por la fiebre. Se caracteriza por leve afectación del nivel de
conciencia, pulso débil bradicardico, palidez y flaccidez
generalizada de breve duración que pueden confundirse con crisis
generalizadas hipotónicas. A veces, si la isquemia se
prolonga, se acompaña de algunas sacudidas clónicas o
contracción tónica o síncope convulsivo que se confunden
con crisis generalizadas convulsivas. Tiritona o escalofríos Se
observa en algunos niños con fiebre alta. Se caracteriza por temblores de fina oscilación, con plena
conciencia y, a veces, castañeteo de dientes. Se confunden con
mioclonías por personas no expertas. Estado de mal epiléptico
Cuando el estado de mal epiléptico es de muy larga duración
provoca una elevación de la temperatura corporal, en ausencia de agente
infeccioso, que puede confundirse con un estado de mal
febril. La no persistencia de la fiebre y la ausencia de foco séptico
aclara el diagnóstico.
Neuroimagen (NI) Los estudios de NI, tomografía axial computarizada (TC)
o resonancia magnéticanuclear (RM), no son necesarios en las CF simples,
ni tampoco en la sistematica de estudio de la mayoría de CF
complejas. La AAP aconseja su practica
Electroencefalograma La Academia Americana de Pediatría recomienda la no
realización de EEG en la evaluación de rutina de un niño con una primera CF. El EEG realizado durante
la primera semana que sigue a una convulsión recoge una
lentificación basal que desaparece con posterioridad. En la
evolución se observan anomalías paroxísticas en el 15-20%
de las CF, habitualmente del tipo de “descargas paroxísticas
hipnagógicas”, caracterizadas por salvas breves, de 1-2 segundos
de duración, de esbozos de complejo punta-onda que se presentan al
adormecerse el niño. Estas anomalías no tienen valor predictivo
de riesgo de recurrencia de CF o de riesgo de desarrollar posteriormente una
epilepsia, ni siquiera en niños con CF
complejas o con evidencia de daño neurológico previo. Sin
embargo, en una revisión de mas de 1.000 CF, se observó
que el encontrar un EEG con anomalías
paroxísticas después de la primera CF es un factor de riesgo de
epilepsia posterior. Esta constatación no ha sido
ratificada por otros trabajos. A pesar de todo, si se considera que el
EEG es el registro de la actividad funcional cerebral en una convulsión,
que es la expresión mayor de una disfunción cerebral transitoria,
que se repite con frecuencia variable, debe realizarse al menos en una
ocasión un EEG.
Crisis epilépticas afebriles en GEA por rotavirus Se observan en
niños entre los 6 meses y 3 años de edad, en el curso de una GEA
porrotavirus, habitualmente entre el primero y sexto día del
comienzo de los síntomas abdominales e incluso, a veces, antes que
éstos. Las crisis son habitualmente generalizadas –tónicas,
clónicas o tónico-clónicas–, con menos frecuencia
otros tipos de crisis, de breve duración, de 1 a 5 minutos, y recurren
en series de 2 a 11 durante 24 horas. El EEG
intercrítico y los estudios de NI son normales. La presencia de
las crisis durante una GEA hace pensar en CF, pero la
ausencia de fiebre caracteriza esta entidad. El
pronóstico es bueno sin recurrencia posterior de crisis y desarrollo
psicomotor satisfactorio. TRATAMIENTO
El tratamiento inmediato de un niño que ha
presentado una CF debe cumplir un triple objetivo: 1) controlar las crisis; 2)
tratar el agente causal del
proceso febril; y 3) informar a los padres.
Control crítico Se antepone a cualquier otro tipo de medida. El
tratamiento de elección habitual en el medio hospitalario es diazepam
(DZP) intravenoso a una dosis de 0,250,5 mg/kg o, si hay dificultades
inmediatas para coger una vía, en solución por vía rectal
a la misma dosis. Esta segunda forma de administración
es la recomendada en el medio extrahospitalario. La absorción
rectal es muy rapida, 5 minutos aproximadamente, alcanzando unos niveles
de la mitad o dos tercios de los alcanzados por vía intravenosa con la
misma dosis; los supositorios de DZP para yugular la convulsión no se
aconsejan por su lenta o irregular absorción. La mayoría de las CF
remiten con esta pauta, si no lo han hecho antes de
introducir la canuleta, en cuyo caso nos abstendremosde hacerlo dado el escaso
número de CF que recidivan en el mismo proceso febril. Por el contrario,
si la crisis persiste a pesar del microenema de DZP, se repite
la dosis de éste a los 10 minutos de la primera. Se han
usado también, con menos frecuencia que el DZP, clo-
nazepam (CNZ) y lorazepam (LZP). Recientemente, se ha propuesto el empleo de
midazolam (MDZ), una benzodiazepina hidrosoluble, por vía nasal a 0 mg/kg, por su facilidad de aplicación, eficacia y
seguridad, al no haberse registrado complicaciones cardiológicas o
respiratorias. Los antipiréticos –paracetamol e ibuprofeno–
producen una mejoría evidente en el estado general del niño,
sobre todo en el lactante, pero no son efectivos para prevenir la
convulsión. Por otra parte, hay ocasiones en las que la CF
“sorprende” a la familia al ser el primer síntoma
objetivable de enfermedad. El baño o las aplicaciones de paños
empapados en agua tibia, nunca con agua fría por el riesgo de que
produzca una bajada brusca de temperatura y dé lugar a una crisis
sincopal, muy rara vez evitan la CF. Desde que comenzamos a actuar, el
niño se coloca preferentemente sobre un costado, o sobre el abdomen, sin
restricciones ni ataduras, con la cara lateralizada y mas baja que el
resto del cuerpo para evitar una aspiración, introduciendo algo blando
entre las arcadas dentarias y asegurandose de que la lengua esté
asentada sobre el suelo de la boca. Tratamiento del agente
causal Controlada la convulsión y realizada la evaluación
clínico-complementaria pertinente para determinar la enfermedad
subyacente, se instaura eltratamiento que requiere ésta,
absteniéndonos de administrar antibióticos hasta no encontrar el
foco séptico para evitar enmascarar una infección
cerebro-meníngea. Una vez controlada la convulsión y
determinado el origen de la fiebre, se mantiene al
niño en observación en Urgencias al menos dos horas para valorar
la evolución seguida a las primeras medidas terapéuticas
adoptadas antes de ser enviado a casa. A veces, ante condiciones sociales
desfavorables o ante una gran ansiedad de los padres, se mantiene la
observación entre 12 y 24 horas. Si no se ha detectado
el foco de infección se aconseja hospitalización.
Hospitalización A pesar de no existir unanimidad total sobre los
pacientes con CF que deben
ser ingresados, hay, sin embargo, una serie de hechos clínicos admitidos
por todos que aconsejan la hospitalización: 1) cuando se sospecha
meningitis y esta indicada la punción lumbar; 2) niños
menores de 12 meses, sin foco séptico claro, para observar la
evolución y ante la posibilidad eventual de tener que realizar una PL;
3) la crisis ha sido superior a 30 minutos, con claro caracter focal o
ha recidivado en las primeras 24 horas; y 4) el niño presenta mal estado
general y requiere cuidados especiales. Asesoramiento a los padres La
información a los padres se debe facilitar después de haber resuelto la crisis, haber establecido el
diagnóstico etiológico y una vez que los padres han superado la
angustia y el temor iniciales, que seran siempre menores si tienen
experiencia previa personal o familiar. Se les tranquilizara
informandole de las características de lasCF: 1) la mayoría
de las CF, a pesar de su espectacularidad, son episodios banales que no causan
daño cerebral ni deterioro cognitivo, es decir, no implican retraso
mental; 2) tras la primera CF existe, no obstante, el riesgo de que se
produzcan nuevas CF en el mismo proceso febril o en procesos infecciosos
posteriores; 3) si se produce otra convulsión, explicarle cómo
colocar al niño y cómo administrar el DZP rectal, sin pasar de
0,50 mg/kg para evitar el riesgo de una depresión respiratoria; si la
convulsión no cesa antes de los 10 minutos el niño debe ser
llevado al Hospital mas próximo; 4) la “edad de
riesgo” de padecer una(s) nueva(s) CF se extiende durante 18-24 meses de
la CF o de la última convulsión, aproximadamente hasta los 4
años; y 5) el pediatra a la hora de informar tendra presente los
factores de riesgo, de recurrencia y epilepsia posterior, expuestos en la tabla
II, y los fenotipos clínicos, expuestos en la tabla III, para evitar
decepciones posteriores. TRATAMIENTO PROFILACTICO
Indicado en circunstancias muy concretas, esta orientado a impedir las recurrencias, aunque no impide el riesgo de
aparición de una epilepsia posterior.
La ansiedad de los padres, ante la sensación de “muerte
inminente” que produce, con frecuencia, una convulsión, a pesar
del asesoramiento, les hace insistir en la necesidad de recomendar algo,
“déle cualquier cosa antes de verlo de nuevo así”. El tratamiento profilactico ha sido muy controvertido y, en
la actualidad, al delimitarse mejor los riesgos de recurrencia y los fenotipos
clínicos, se ha limitado también suempleo. Existe consenso
general de que en la primera CF no se recomiende tratamiento
profilactico y, en el caso de recurrencia, se aconseje tratar la
convulsión con DZP rectal. Pero si hay nueva recurrencia ¿se
siguen tratando las convulsiones próximas o se instaura tratamiento con
DZP desde los primeros signos o síntomas de enfermedad
en este último caso estaríamos en un tratamiento
profilactico intermitente. De todas formas, como mínimo
un 50%, las CF no recurrentes se libran de cualquier tratamiento. El Consensus
Development Panel, en 1980, recomendaba “el tratamiento
profilactico en la CF compleja, en presencia de un
trastorno del desarrollo neurológico,
historia familiar de epilepsia generalizada en los padres o hermanos y
ocasionalmente cuando existe ansiedad familiar o la primera crisis ha tenido
lugar antes del
año, sobre todo si es niña”. De estos supuestos, mantenemos
como de tratamiento obligatorio, la convulsión de larga duración,
el claro caracter focal (con o sin paralisis transitoria o definitiva)
y la ansiedad familiar, a la que unimos las CF que se inician antes del
año y recurren con frecuencia y las condiciones sociogeograficas
desfavorables; es decir, la posibilidad de que el niño no esté
siempre bien atendido y, por consiguiente, no se pueda observar en un momento
dado que esta enfermo y puede tener una CF, o la posibilidad de no tener
un centro médico cercano. Los farmacos que han
demostrado ser efectivos para prevenir la recurrencia de la crisis son: el
fenobarbital y el valproato, en tratamiento continuo, y el DZP en
profilaxisintermitente. No son eficaces como tratamiento preventivo la
fenitoína, la carbamazepina y el DZP por vía oral.
Profilaxis discontinua Se administra durante los
procesos febriles. Es la deseada y la mas indicada cuando hay que
recomendar profilaxis. Se realiza con DZP por vía rectal, a la dosis de
0 -0,50 mg/kg/12 horas desde el inicio del proceso febril hasta
el tercer día o antes si la fiebre desaparece. Como efectos adversos se puede observar adormecimiento, letargia,
discreta ataxia, que se palía disminuyendo la dosis. Algunos
autores recomiendan DZP por vía oral durante
los procesos febriles pero su uso no ha tenido gran difusión al mostrar
menor eficacia que el DZP por vía rectal. El DZP rectal se recomienda en
los niños con CF complejas, de familias con
buen nivel de comprensión y bajo nivel de ansiedad. La tasa de fracasos
terapéuticos es baja. Se aplica durante 18-24
meses a partir de la última CF. Profilaxis continua Se limita cada vez
mas su recomendación por los efectos adversos que puede originar.
Esta indicado en niños con varios factores de riesgo,
pertenecientes a familias con gran nivel de ansiedad, que no admitan la terapia
discontinua a pesar de la información, o que moran en condiciones
socio-geograficas muy desfavorables, o cuando la profilaxis discontinua
no se ha podido instaurar como ocurre con las crisis que “preceden a la
fiebre”; es decir, cuando tiene lugar la convulsión antes de que
se observe la fiebre. Se aconseja en las CF+, en el síndrome HH y en la
fase febril de un presunto SD. Se recomienda preferentemente valproato
sódico (VPA), porvía oral, a la dosis de 20-40 mg/kg/día
repartida en dos tomas hasta alcanzar un nivel sérico basal entre 60 y
80 mcg/mL. Con la excepción de las CF+ o SD, en las otras indicaciones,
se mantiene el tratamiento durante 18-24 meses a contar desde la última
CF. Cuando la tolerancia a VPA no es buena por molestias digestivas
–nauseas, vómitos, anorexia–, cambios importantes en
el peso o, excepcionalmente, hepatotoxicidad, lo que afortunadamente suele
ocurrir con muy poca frecuencia, se sustituye por fenobarbital, farmaco
practicamente retirado de la primera línea de tratamiento, por
vía oral, a la dosis de 3,5-5 mg/kg/día repartida inicialmente en
dos dosis y a par-
Convulsión febril única o poco frecuente –
Convulsión febril única o poco frecuente – Crisis
convulsiva generalizada – Breve duración – Fiebre elevada
– Con o sin antecedentes familiares Convulsiones febriles plus –
Crisis convulsivas generalizadas – Breve duración –
Recurrencias frecuentes – Persistencia hasta los 6-7 años –
Antecedentes familiares constantes CF+ epilepsia generalizada (EGCF+) –
CF recurren hasta mas alla del 6º año –
Aparición al 6º año EG – AF frecuentes (HAD) Epilepsia
mioclónica severa – Inicio CF 4-8 meses – Recurrencia, cada
4-6 semanas – Escasa entidad de la fiebre – Frecuente
caracter focal – Frecuente larga duración – AF de CF
y/o epilepsia frecuentes Síndrome HH – Estado de mal unilateral
– Hemiplejía posterior transitoria o permanente – Frecuente
epilepsia posterior
TABLA III. Fenotipos clínicos de las CF (convulsión febril
tir de los 15 días en una sola toma, con lacena. Los efectos adversos
mas frecuentes de este farmaco son
hiperactividad, trastornos de conducta, sedación, etc. Se exponen los
algoritmos con las pautas a seguir en el estudio de una CF, y de las
estrategias terapéuticas en la CF de inicio en el primer año y
con posterioridad a éste. Se ha individualizado
el algoritmo del
niño menor de un año para llamar la atención de que
algunos niños que presentan a esta edad CF pueden desarrollar un SD; la
presencia de otro(s) criterio(s) de definición obligan a instaurar un
tratamiento con altas dosis de VPA. EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO
Tres son los aspectos a considerar: 1) la repetición o recurrencia de la
convulsión; 2) cronificación o aparición de una epilepsia
posterior; y 3) repercusión sobre el estado neuropsíquico del
niño.
TABLA IV. Síndromes epilépticos con
antecedentes personales de CF (convulsión febril)
Síndromes epilépticos generalizados – Convulsiones febriles
plus epilepsia generalizada (100%) – Epilepsia
mioclónico-astatica (15-30%) – Epilepsia gran mal del
despertar (15-20%) – Epilepsia-ausencia infantil (15-20%) –
Epilepsia mioclónica juvenil (5-10%) – Síndrome de
Lennox-Gastaut (8%) Síndromes epilépticos focales –
Epilepsia paroxismos rolandicos (8-15%) – Epilepsia paroxismos
occipitales (15-17%) – Esclerosis mesial (25-30%) Síndromes
epilépticos indeterminados – Síndrome de Dravet (95%)
Riesgo de recurrencia La mitad, aproximadamente, de los niños que han
tenido una CF presentan al menos una nueva CF: un 30%, una segunda, un 15-20%,
una tercera y un 510%, mas de tres CF. Laprimera recurrencia tiene lugar
en los seis meses, dos tercios en el año y el 90% de las recurrencias en
los 2 años que siguen a la CF inicial. Se han
sugerido numerosos factores de riesgo de recurrencia, en relación con el
niño, la fiebre y las características de la crisis, siendo los
señalados con mas constancia: 1. Edad y sexo. Cuando la primera
CF ocurre por debajo del primer año, el riesgo de recurrencia es del 30%
en los varones y del 50% en las niñas; por encima de los 18 meses, el
riesgo decae. 2. Historia familiar de CF. En parientes de primer grado, el
riesgo de recurrencia es del 50%. 3. Primera CF compleja,
conlleva un alto riesgo de recurrencia. 4. Primera CF
desencadenada por una fiebre discreta y de breve duración. 5. Fenotipo
clínico. Las CF+ y las CF de la fase febril del SD recurren
siempre; las CF de un SHH recurren en el 50% de los casos. Es
difícil precisar qué factor de riesgo tiene mayor sensibilidad
pronóstica. Se ha sugerido por algunos que la edad menor de un año, pero para otros es la presencia de
antecedentes familiares o el número de recurrencias, o la escasa en-
tidad de la fiebre. Creemos que son los fenotipos
clínicos los que condicionan el valor de cada factor de riesgo.
Lo que sí es evidente es que cuantos mas factores de riesgo
presente un niño, mayor riesgo de recurrencia tiene; sin ningún
factor de riesgo, la recurrencia se presenta en el 10%, con un factor de riesgo
en el 2530%, con dos factores de riesgo en mas del 40-50% y con tres o
mas factores de riesgo entre el 65-80%. En la segunda
recurrencia, la edad de la primera esun factor de riesgo importante. El
riesgo de una segunda recurrencia es del
3% para los que no tienen factores de riesgo y del 8, 19 y 50% para los que tienen uno, dos
o tres factores de riesgo. El riesgo de una tercera o mas recurrencias
es del 0% para los
que no tienen ningún factor de riesgo y del 3, 9 y 15% para los que tienen uno, dos
o tres factores de riesgo. Riesgo de epilepsia La
controversia sobre la relación entre las CF y epilepsia posterior
permanece permanentemente abierta. Los estudios prospectivos de grandes
casuísticas de niños con CF concluyen que del 2 al 7% de ellos
sufren con posterioridad crisis epilépticas afebriles, una prevalencia
que es de 4 a 10 veces superior a la de la población general. El riesgo
es mayor en las CF complejas, hasta un 12%, que en las
CF simples, un 2% aproximadamente. Es muy difícil predecir con certeza
qué niño va a desarrollar una epilepsia.
Se han buscado predictores potenciales de esta
evolución, tanto en un tipo como en el
otro de CF, habiéndose establecido como
factores de riesgo mas consistentes, algunos de ellos con componente
genético, los siguientes: 1. Antecedentes familiares de epilepsia. 2. CF
de larga duración. 3. CF unilateral o con claro caracter focal.
4. CF recurrentes. 5. Fiebre de breve duración antes de la CF. 6. Anomalías en el neurodesarrollo, o afectación,
neurológica previa a la primera CF. 7. Fenotipo clínico,
las CF del SD se acompañan siempre de epilepsia, las CF+ en un alto porcentaje y en el SHH en un 30% (SHHE).
Se han sugerido otros factores de riesgo, a los que se les concede unvalor
predictivo relativo, como: dos o mas crisis en las primeras 24 horas,
anomalías neurológicas post-críticas transitorias o
permanentes y anomalías paroxísticas en el EEG tras la primera
CF. Por otra parte, los estudios retrospectivos de pacientes epilépticos
muestran que del 10 al 15% habían tenido previamente CF. La
asociación de CF y crisis epilépticas afebriles difiere
según el tipo de epilepsia/síndrome epiléptico (Tabla IV).
Los antecedentes de CF estan presentes, aproximadamente, entre el 5 y el
20% de las epilepsias idiopaticas, tanto generalizadas como parciales,
entre el 8 y 30% de las epilepsias criptogénicas, entre el 25 y 30% de
las epilepsias del lóbulo temporal, y en un porcentaje mucho menor,
entre el 5 y 6%, de las epilepsias focales neocorticales. Se sugiere que el
rasgo epileptogénico, es decir, la tendencia a tener crisis, se
determina por un gen mayor, mientras que las crisis y el síndrome
expresado, en pacientes concretos, estaría determinado por otros genes o
factores ambientales. Evolución neuropsicológica En la
actualidad, la gran mayoría de los niños con CF no ven afectado
su desarrollo psicomotor por aquéllas. Los niños que eran
normales antes de la CF seguiran su desarrollo cognitivo, social y
conductual con normalidad. Ello es debido a la corta duración de la
mayoría de las CF, a la no recurrencia de un
porcentaje alto y al eficaz tratamiento con diazepam rectal. El riesgo de
probables secuelas neuropsicológicas esta en relación con
la edad y la duración de la convulsión o con la existencia de
daño cerebral previo a la primera CF. UnaCF de mas de 2 horas en
un niño de menos de 18 meses puede inducir si se generaliza un retraso
en la evolución ulterior, y si es unilateral a una hemiplejía
postcrítica (síndrome HH). BIBLIOGRAFÍA
Los asteriscos reflejan el interés del artículo a juicio del autor. * American Academy of Pediatrics. Practice
parameter: the neurodiagnostic evaluation of the child with a first simple
febrile seizure. Pediatrics 1996; 97: 769-72.
Se exponen las recomendaciones, dadas por el Subcomité sobre CF del Comité sobre mejoría de calidad de la AAP,
para la evaluación neurodiagnóstica del niño con una primera CF simple.
Concluyen: analítica, realizar la necesaria para el diagnóstico
causal; PL, debe ser fuertemente considerada en menores de 12 meses y
considerada por debajo de 18 meses; EEG, no debe formar parte de la
evaluación de un niño neurológicamente sano; NI, no debe
recomendarse en la evaluación de rutina. **
Baram TZ, Shinnar S. Febrile seizures. San
Diego: Academic Press; 2002. Monografía en la
que se hace un estudio exhaustivo de todos los aspectos de las convulsiones
febriles estructurados en 22 capítulos agrupados en 7 partes que abarcan
desde la epidemiología a los aspectos genéticos y la
evaluación y tratamiento de las CF. En las decisiones a tomar, se
implica especialmente a los padres. 3.*** Baulac S, Gourfinkel-An I, Nabbout R,
Huberfeld G, Serratosa J, Leguern E, et al. Fever, genes, and epilepsy. Lancet
Neurol 2004; 3: 421-30. Excelente trabajo que, partiendo de la prevalencia de
las CF y epilepsias, establece los lazos epidemiológicos que
existenentre ambas para detenerse, basandose en la biología
molecular, en los cinco genotipos de CF encontrados, sus características
clínicas y relaciones con crisis epilépticas afebriles. Se describe
también la biología molecular de los síndromes
epilépticos, convulsiones febriles plus epilepsia generalizadas y
epilepsia mioclónica severa del
niño, que comienzan como CF, y los lazos
existentes entre la CF y la epilepsia del
lóbulo temporal. * Camfield P, Camfield C,
Kurlemann G. Les convulsiones febriles. En: Roger I, Bureau M, Dravet CH,
Genton P, Tassinari CA, Wolf P, eds. Les syndromes epileptiques de
l’enfant et l’adolescent. 3ª edición.
París: John Libbey; 2002. p. 145-52. Capítulo
que dedica especial atención a los factores de riesgo,
deteniéndose en los factores ambientales, aun reconociendo la
importancia mayor de la predisposición. Señala el escaso
valor de los estudios analíticos, punción lumbar, neuroimagen y
EEG en la evaluación del niño con CF. Aboga por el uso de DZP
rectal durante la crisis y durante la enfermedad febril para reducir la
recurrencia y destaca que estudios psicológicos han mostrado que los
niños con CF presentan el mismo comportamiento y rendimiento escolar e
intelectual que sus pares. Dimario FJ. Los niños que
presentan convulsiones febriles complejas no requieren la realización
sistematica de una TC en el servicio de urgencias. Pediatrics (Ed. esp.) 2006; 61: 73-5. El autor comenta el
trabajo de Teng y cols. y lo compara con los trabajos publicados sobre la
utilidad de la NI en niños con CF complejas. La tasa de
utilización (la TC hasido empleada mas que la RM) es variable
entre el 28 y el 100%. *
En algunas casuísticas, la NI no ha detectado ningún tipo de
anomalías, en otras ha puesto de manifiesto anomalías, entre el 5
y el 21% de los casos explorados que nunca han requerido una
intervención quirúrgica o médica posterior. Concluye que
no es necesario realizar TC de rutina en niños con CF complejas. Sólo en casos muy concretos sería aconsejable la RM.
García Peñas JJ. Convulsiones febriles.
En: Mateos-Marco V, Salas Puig J, eds. Epilepsia caso a caso. Madrid: Egraf; 2006. p. 53-86.
Revisión practica y concisa de los aspectos generales,
semiología clínica y tratamiento de las convulsiones febriles y
descripción minuciosa de un caso de convulsión febril simple, un
segundo caso de crisis epilépticas coincidentes con fiebre en el
contexto de una encefalopatía fija o estatica, un tercer caso de
convulsión febril compleja por semiología focal crítica y
déficit neurológico post-crítico, y un cuarto caso de
epilepsia generalizada, convulsiones febriles plus. **
Nieto-Barrera M. Convulsiones febriles. Monografías
Sociedad Pediatría Andalucía Occidental y Extremadura; 1993.
Se exponen los diferentes aspectos de las CF –epidemiológicos,
clínicos, electroencefalograficos, evolutivos y
diagnóstico diferencial– dedicando especial atención al
tratamiento de la convulsión y al tratamiento profilactico,
señalando la estrategia terapéutica a seguir según el tipo
de CF. 8.*** Nieto Barrera M. Crisis epilépticas ocasionales. En: Nieto
Barrera M, Pita Calandre E. Epilepsias y síndromes epilépticos en
elniño. Granada:
Ed. Universidad de Granada; 1993. p. 47994.
Capítulo que se ocupa de las crisis epilépticas ocasionales o
provocadas, mas frecuentes en el niño con especial
dedicación a las convulsiones febriles, de las que se expone la
sinonimia, definición, fisiopatogenia, aspectos clínicos,
aspectos electroencefalograficos, clasificación
–proponiéndose una clasificación patogénica con
valor evolutivo–, evolución y pronóstico –con
detallada exposición de los factores de riesgo de recurrencia y factores
de riesgo de epilepsia descritos–, las causas de ingreso hospitalario,
las estrategias terapéuticas a seguir teniendo en cuenta el tipo de CF y
los factores socio-familiares, y una extensa bibliografía. ** Nieto Barrera M. Seguimiento y manejo que ha tenido
una convulsión febril. Pediatr Integral 2003; VII (9): 637-46.
Artículo que parte señalando que la CF constituye un grupo heterogéneo de crisis epilépticas que
tienen en común el estar provocadas por fiebre y difieren en diversos
aspectos clínicos. La mayoría de las veces es la única
patología pero en ocasiones es el inicio de síndromes
epilépticos, con fenotipo clínico bien definido. Se destaca la
heterogeneidad genética de estos fenotipos clínicos y se señala
el seguimiento y la conducta terapéutica a seguir 6 *
según el tipo de CF, y según el fenotipo clínico. 10 * Nieto-Barrera M, Candau R, Nieto-Jiménez M.
Epilepsia mioclónica grave de la Infancia (síndrome de Dravet). Ubicación nosológica y aspectos terapéuticos.
Rev Neurol 2003; 37: 64-8. Los autores señalan la identificación
de este síndrome en1978 por Dravet, las diferentes propuestas
semanticas realizadas y su reconocimiento como síndrome
epiléptico por la Comisión de Clasificación y
Terminología de la ILAE con inclusión en las ICE de 1985, 1989 y
2001. Insisten en el inicio habitualmente como convulsiones febriles que, al ser
diagnosticadas como
tal, inducen favorables expectativas que no se cumplen. Se
señalan los factores de riesgo que facilitan el diagnóstico de
SD, hasta los 18-24 meses y los criterios de definición admitidos a
partir de los 2 años. Se resalta el caracter
farmacorresistente del
SD y los FAEs con los que se han obtenido mejoría en un porcentaje de
casos variables. 11.** Ochoa-Sangrador C, Gonzalez de Dios J.
Adecuación de la practica clínica a la evidencia
científica en el tratamiento de las convulsiones febriles. Rev Neurol
2006; 43: 67-73. Los autores realizan una búsqueda bibliografica
en las bases de datos Medline, Embase e Índice Médico Español,
para evaluar la idoneidad de la practica clínica en
relación a las CF en la infancia. De los trabajos
revisados, seleccionan 8, de los que 2 consideran a priori criterios de
idoneidad basados en guías de practica clínica o
recomendaciones institucionales. Concluyen que se dispone de evidencia
suficiente sobre la eficacia y seguridad de los tratamientos anticonvulsivos
para evitar las recurrencias, y que se deben revisar los criterios en que se
sustentan la practica de punción lumbar, EEG o estudios de
neuroimagen. 12 ** Panayotopoulos CP. The epilepsies. Seizures, syndromes and
management. Oxford:
Blandon Medical Publishing; 2005. p.117-26. Capítulo claro, sencillo,
conciso y completo, al tratar todos los aspectos de las CF, que se ajusta, como
todo el libro, a los criterios de la ILAE, en la ubicación y
definición de las CF dentro de los síndromes epilépticos,
y a los criterios de la AAP en las recomendaciones de examenes
complementarios y tratamiento. 13.*** Teng D, Dayan P, Tyler S, Hauser WA, Chan
S, Leary L, et al. Risk of intracranial pathologic conditions requering
emergency intervention after a first complex febrile seizure episode among
children. Pediatrics 2006; 117: 304-8. Artículo bien estructurado, con
metodología correcta, importante para valorar los examenes
complementarios, y preferentemente de neuroimagen en las convulsiones febriles.
Los autores, con la finalidad de detectar probable patología cerebral,
estudian a 71 niños, con edades comprendidas entre los 6 meses y 5
años, que han sufrido una primera
convulsión febril compleja. Al 14% se le practican punción lumbar
que es negativa en todos; al 65%, a la semana de la convulsión febril,
TC o RM, sin encontrar hallazgos de patología intracraneal en
niño alguno. Los autores concluyen que la
practica sistematica urgente de NI en niños en la primera
CF compleja es probablemente innecesaria. El
tamaño relativamente pequeño de la muestra justifica el
“probablemente” y le quite categorización a la
conclusión.
14.** Varela López R, Nieto-Barrera M, Cruz Guerrero G, Estefanía
Gallardo C, Gonzalez Hachero J. Estudio epidemiológico de las
convulsiones febriles en la provincia de Sevilla. An Esp
Pediatr 1994; 40: 273-5.Los autores estudian a 1.130 pacientes afectos de CF
con tiempo medio de seguimiento de 2 años. Se realiza en primer
lugar un estudio descriptivo de 30 variables
estimadas, calcu-
landose la distribución de frecuencias y los intervalos de
confianza de los porcentajes de ocurrencia para cada variable. A
continuación realizan un estudio
analítico para determinar las variables cuyos valores son distintos en
los grupos de niños con o sin evolución a epilepsia. Por último, estudian las posibles correlaciones entre las
diferentes variables. Junto a resultados ya conocidos,
se obtienen otros no observados en la literatura.
Caso clínico
Motivo de consulta: niño de 2 años y 7 meses de edad cuyos padres
consultan por haber presentado desde los 10 meses de edad y en 8 ocasiones,
episodios críticos caracterizados por pérdida de conciencia con
revulsión ocular, trismo y espuma oral y clonias generalizadas, de
duración variable, habitualmente breves, siempre provocadas por fiebre,
generalmente elevada, en el ascenso febril, en el curso de procesos
respiratorios o faringo-amigdalitis. Antecedentes obstétricos: la madre
presenta durante la gestación hiperemesis, que
motiva varios ingresos, e hipertensión a las 37 semanas, que aconseja
terminar el parto mediante ope-
ración cesarea. Peso al nacimiento 2.750 g. Índice de
APGAR: 9-10. Período de recién nacido, normal.
Desarrollo psicomotor, satisfactorio: 3 meses: control de cabeza,
persecución ocular, sonrisa afectiva, gorgeos; 6 meses:
sedestación adquirida, prensión voluntaria; 9 meses: reacciones
posturalesdefinitivas adquiridas, manipulación y buen contacto con el
medio; 12 meses: inicia deambulación y emite los primeros bisilabos
propositivos. Lactancia materna exclusiva hasta los 4 meses.
Esta correctamente vacunado. Antecedentes
personales: catarros vías altas y laringitis
estridulosa. Sueño intranquilo con despertares frecuentes hasta los 2
años. Antecedentes familiares: padres no consanguíneos. Abuelo
paterno, 2 tíos
paternos y padre convulsiones febriles con recurrencias hasta los 6-7
años; un tío segundo paterno,
convulsiones febriles y posteriormente epilepsia no tipificada que cede en la
adolescencia. Exploración física: normal. Peso 12 kg. Talla 96 cm. Perímetro craneal 51 cm. EEG:
actividad fundamental dentro de los valores evolutivos normales para su edad.
Comentarios: esta es la historia habitual de un niño con CF plus, que
cursara o no con posterioridad como EGCF+: Número elevado de
familiares en 3 generaciones seguidas que han presentado CF convencionales, lo
que indica una probable herencia autosómica dominante, un familiar con
epilepsia, y la persistencia de las recurrencias hasta una edad inhabitual en
las CF, pero habitual en la CF+. No se ha podido realizar el estudio
genético.