Atención Primaria de la Salud (APS)
Estrategia para la organización y la gestión del sistema de salud que tiene
como objetivo garantizar el acceso universal a unos servicios sanitarios
mínimos mediante una distribución equitativa de los recursos, la participación
comunitaria y la implicación de las políticas de otros sectores.
En la Asamblea de la oms[Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados,ver ACNUR, Departamento para la Ayuda Humanitaria de la Comunidad
Europea, ver ECHO, Comercio justo, Comida o dinero por
trabajo,Proyectos/Programas de, ECHO (Departamento para la Ayuda Humanitaria de
la Comunidad Europea), INSTRAW (Instituto Internacionalde Investigaciones y
Capacitaciónde las Naciones Unidas parala Promoción de la Mujer), Medios de
comunicación, OMC (Organización Mundial de Comercio), OMS (Organización Mundialde
la Salud), Comité de Ayuda al Desarrollo,ver CAD, Educación sanitaria y
promociónde la salud, Emergencia compleja, Economía moral , ACNUR (Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), CAD (Comité de Ayuda
al Desarrollo)] (Organización Mundial de la Salud) de 1977 se definió una nueva
política sanitaria: la “Salud para todos en el año 2000”. Con esta política,
que tenía como propósito hacer que “todos los pueblos del mundo alcancen en el
año 2000 un nivel de salud que les permita llevar una vida social y
económicamente productiva” (OMS/UNICEF, 1978), se manifestó la creciente
preocupación de los gobiernos por hacer frente a las desigualdades en
lascondiciones sanitarias y el acceso a los servicios de salud entre los
diferentes países y grupos de población. La Salud para todos promovió un mayor interés internacional en la salud pública, en
especial en el desigual impacto de los factores económicos y sociales sobre la
salud de las diferentes poblaciones.
Al año siguiente, en la Conferencia de Alma-Ata (Kazajstán) auspiciada por la OMS y
UNICEF, quedó establecido que para llevar a cabo la política “Salud para todos
en el año 2000” era necesario definir una estrategia específica, distinta a las
utilizadas hasta entonces. Este marco
conceptual, que tenía como pilares la equidad,
la prevención, la participación comunitaria, la colaboración intersectorial y
la aplicación de tecnologías adecuadas (ver el recuadro adjunto), se definió como “Atención Primaria
de la Salud”. Aunque los principios de esta estrategia ya se estaban aplicando
en los sistemas sanitarios de algunos países, en especial en los países
socialistas del bloque soviético (Venediktov, 1998:82), en esta ocasión se
recogieron las lecciones de las acciones médicas anteriores y se formuló una
estrategia global para el futuro suficientemente ambiciosa para ser
movilizadora y suficientemente consistente para servir de guía a la acción y a
la movilización.
El concepto de la APS incorpora algunos principios
fundamentales comunes al proceso de desarrollo socioeconómico en general, pero
con énfasis en su aplicación en el campo de la salud. Según este
enfoque, la salud está sujeta a la disponibilidad y a la distribución de
losrecursos, no sólo los sanitarios como la oferta de médicos, enfermeros, estructuras
de salud, etc., sino también otros recursos socioeconómicos como la educación,
la disponibilidad de agua potable, la existencia de saneamiento mínimo y la
provisión de alimento. Por tanto, la APS propone una
distribución más justa y equitativa de los recursos, teniendo especial
consideración hacia aquellos que mayores necesidades tienen en materia de
salud.
Principios y bases de la APS según la Declaración de Alma-Ata (OMS/UNICEF,
1978)
Los principios básicos de la Atención Primaria de la Salud:
Distribución equitativa de los recursos: todos los grupos de la sociedad tiene
los mismos derechos a la salud, lo que incluye el acceso económico y geográfico
a los servicios.
Participación comunitaria: alentar y dar oportunidad a las personas de involucrarse
de manera activa en las decisiones sobre su propia salud y sobre los servicios
de salud para su comunidad.
Tecnología apropiada: los cuidados primarios de la salud deben estar basados en
métodos asequibles, ética y culturalmente aceptables para los individuos y la
comunidad, y ser apropiados para las condiciones en las que van a ser
aplicados.
Cooperación entre los diferentes sectores: colaborar y seguir estrategias
comunes con otros sectores cuyas políticas están relacionadas con la salud, como
la agricultura, la educación y la vivienda.
Énfasis en la prevención sin excluir los cuidados curativos: incorporar la
promoción y la educación sanitaria sobre cómo controlar y prevenir los
problemas de saludmás habituales.
Los componentes mínimos de la APS tal como
fueron enumerados en la declaración de Alma-Ata:
ï‚· Educación sanitaria y promoción de la salud.
ï‚· Adecuado abastecimiento de alimento y promoción de una
buena alimentación.
ï‚· Abastecimiento de agua potable y de saneamiento básico.
ï‚· Cuidados sanitarios materno-infantiles, incluyendo la
salud reproductiva.
ï‚· Inmunización contra las principales enfermedades
infecciosas.
ï‚· Prevención y control de enfermedades endémicas.
ï‚· Tratamiento apropiado de las enfermedades más habituales
y de los traumatismos comunes.
ï‚· Provisión de medicamentos esenciales.
Esta lista no es exhaustiva: algunos países han
añadido otros componentes, como
la salud mental, la rehabilitación y la atención de la discapacidad y los
cuidados de las personas mayores y los enfermos crónicos.
Siendo la mejora en las condiciones de salud una parte integrante del proceso de desarrollo,
también se ve afectada por factores sociales, culturales y económicos así como biológicos y
medioambientales. Por lo tanto, la interacción con otros
sectores contribuye al progreso en materia sanitaria.
Asimismo, según la APS, la mejora de las condiciones de salud requiere una
mayor participación de la población –individuos, familias y comunidades– en las
acciones a favor de su propia salud, adoptando conductas y hábitos más
saludables y asegurando un ambiente favorable para la salud.
La APS preconiza un sistema de atención sanitaria
basado en las necesidades de una determinada población. Al mismotiempo,
pretende lograr un sistema sanitario que mantenga un
equilibrio entre el tratamiento curativo y la prevención, entre la atención
hospitalaria y los cuidados comunitarios, y los servicios de salud
profesionalizados y ambientes favorables a la salud.
Tal como se recomendó en la Declaración de Alma-Ata (OMS/UNICEF, 1978), los
planes nacionales de desarrollo deberían incorporar la APS en sus programas de
salud, urbanos y rurales, llevando a cabo una reorganización de la atención
sanitaria: transfiriendo recursos humanos y materiales desde los grandes
hospitales hacia los centros de salud comunitarios, desde las tecnologías
avanzadas hacia las intervenciones simples, y desde la práctica médica
altamente profesionalizada hacia los agentes comunitarios de la salud.
El término “primaria” no significa “reducida”, “elemental” ni “de calidad
inferior”, sino primera, primordial, de primer recurso; es decir, la clase de
atención que se proporciona en el primer punto de contacto con el sistema
asistencial. El papel de los servicios de salud secundarios (ver sistemas de
salud), como
los hospitales de distrito, es vital para la referencia de los pacientes que no
pueden ser tratados en el nivel primario. No obstante, la educación sanitaria,
los cuidados sanitarios preventivos y el diagnóstico y el tratamiento eficientes,
pueden minimizar el número de transferencias. Los servicios del nivel
secundario también pueden proporcionar supervisión y soporte, facilitar la
distribución de medicamentos y colaborar en la formación de los trabajadores
dela salud.
A lo largo de los últimos veinte años, los países, los organismos
internacionales y las organizaciones no gubernamentales han ido aceptando la
“Salud para todos” como meta en sus esfuerzos para mejorar la salud, y la mayor
parte de los gobiernos ha aceptado los principios de la APS de la manera en que
fueron definidos en Alma Ata y los ha adoptado en sus políticas sanitarias en
función de sus condiciones económicas, sociales, culturales y políticas. El acceso a las prestaciones elementales contempladas en la APS
(ver el recuadro adjunto) ha ido creciendo, aunque con enorme variación entre
diferentes países y diferentes poblaciones. La APS, junto con los
avances económicos, tecnológicos y educativos, ha contribuido
significativamente al descenso en la mortalidad y la morbilidad infantil y de
niños menores de cinco años (ver indicadores de salud) y al aumento en la esperanza de vida al nacer (WHO, 1999:2).
No obstante, el progreso en la implementación de los principios de la APS ha
sido obstaculizado por diversos factores y el cumplimiento de los objetivos
hacia la meta “Salud para todos en el año 2000” no ha
sido uniforme. En la actualidad, la desigualdad en las
condiciones sanitarias y en el acceso a los servicios de salud (incluyendo los
de la APS) entre los países y los diferentes grupos de población dentro de los
mismos son aún mayores que hace dos décadas. En 1999, aproximadamente la
quinta parte de la población mundial carece de acceso a los servicios de
atención sanitaria y un tercio de la misma no tiene
acceso alos medicamentos esenciales (Hamand, 1999).
Durante las últimas dos décadas, muchos gobiernos de los países pobres han sido incapaces de mantener en funcionamiento unos
sistemas sanitarios que brinden unos servicios de salud mínimos de calidad, lo
cual ha obstaculizado la implementación de los principios de la APS y el avance
de la salud para todos. Esta situación se ha debido a una falta de financiación
para la salud y para otros servicios sociales, debida a la crisis de los años
80, a la incapacidad para obtener fondos locales e internacionales para ellos,
así como también a las fuertes restricciones que los programas de ajuste
estructural de la economía han impuesto a los presupuestos nacionales en esos
sectores.
El rápido crecimiento de los servicios privados de atención sanitaria ha tenido
un impacto diferente sobre el sector sanitario en
función del grado de desarrollo socioeconómico
del país. En los países en desarrollo ha contribuido en general al incremento
de los costes, al aumento de las prácticas deficientes y a las desigualdades en
el acceso a la prestaciones de atención sanitaria. A su vez, en los
países industrializados avanzados, se han incrementado
las opciones frente al aumento en la demanda de nuevas tecnologías cada vez más
costosas por una población cada vez más envejecida. No obstante, en la mayoría
de los países, los sectores públicos y privados no han
establecido una buena colaboración, lo que ha añadido un obstáculo más al
desarrollo sanitario (Antezana, 1998).
Además de la crisis económica de los 80 yde los programas de ajuste estructural
ejecutados desde entonces, el apoyo gubernamental a los servicios sanitarios y
sociales se ha deteriorado aún más en muchos países durante
los 90 a consecuencia del
aumento de la intestabilidad política y de los conflictos civiles acaecido al
finalizar la Guerra Fría. Además, la salud de las personas se ha visto más
dañada en aquellos contextos en los que las economías no han
sido capaces de asegurarle un ingreso adecuado a la población, en donde los
sistemas civiles estaban colapsados y en donde los recursos naturales han sido
gestionados de manera deficiente.
En muchos países del
tercer mundo aún se siguen canalizando partes importantes de los recursos hacia
hospitales urbanos y hacia la formación clínica, siguiendo el modelo de los
países industrializados y desarrollados, para satisfacer así las demandas de
las clases urbanas medias y altas. En estos países en desarrollo, los
hospitales absorben entre el 40% y el 80% del gasto público en salud (Banco
Mundial, 1993:140). Asimismo, existe un fuerte sesgo
urbano en la distribución de los recursos que hace que el volumen de las
estructuras sanitarias en las zonas rurales sea insuficiente. Las distancias
que tienen que recorrer los pobres de las zonas rurales hasta un centro de salud limita la capacidad del mismo para procurar atención médica, en
especial cuando los medios de transporte son insuficientes o poco asequibles.
La concentración de los profesionales en las grandes ciudades y la tendencia
hacia la especialización también constituyenun obstáculo en el acceso de toda
la población a los servicios de salud.
Desde la adopción de las políticas de la APS por numerosos países, muchas ONG han contribuido a su implementación. En muchos de los países
del
Tercer Mundo, las organizaciones religiosas y otras ONG han estado llenando los
vacíos dejados por los gobiernos en la provisión de servicios de atención
sanitaria. En la actualidad las ONG, tanto locales como
internacionales, brindan una proporción significativa de la asistencia
sanitaria en tales países y prestan servicios clínicos esenciales a las
unidades familiares de bajos ingresos en los más pobres de ellos. Según el
informe del Banco Mundial (BM, 1993:131), éstas proporcionan un tercio o más de
la atención clínica en Camerún, Ghana, Malawi, Uganda y Zambia; poseen una
cuarta parte de los establecimientos de salud de las tres ciudades más grandes
de Bolivia, y prestan más del 10% de los servicios clínicos en la India e
Indonesia. No obstante, muchas ONG y donantes frecuentemente se enfrentan al
dilema de seguir apoyando un sistema de salud colapsado, ineficaz y debilitado
por una burocracia excesiva o trabajar con otras ONG de manera independiente y
por tanto creando un sistema que, si bien puede ser más efectivo y responder a
las necesidades de la población, constituye un sistema paralelo que contribuye
a perpetuar la decadencia del sistema gubernamental (Eade y Williams,
1995:634).
Pese a que veinte años después de Alma-Ata aún son muchas las personas que no
tienen acceso a la atención sanitaria básica, lasestrategias basadas en el
concepto de la APS continúan siendo reconocidas universalmente como el mejor
camino hacia la meta de “Salud para todos”. En este
sentido, desde 1995, la OMS, en colaboración con otros organismos
internacionales y ONG, ha estado elaborando una nueva política llamada “Salud
para todos en el siglo XXI”. Esta nueva política, aprobada por la Asamblea de
la OMS en 1998, implica una renovación de las metas de “Salud para todos” y se
fundamenta en los siguientes valores (OPS, 1999): el reconocimiento de que
disfrutar del grado máximo de salud constituye un derecho humano fundamental;
el reconocimiento de la salud como componente central del desarrollo humano
sostenible; la utilización de las nuevas tecnologías disponibles en materia de
salud; la aplicación continua de la ética a las políticas de salud, a la
investigación y a la provisión de servicios; la implementación de políticas
orientadas hacia la equidad y de estrategias que hagan hincapié en la
solidaridad y la incorporación de una clara perspectiva de género en las
políticas y las estrategias de salud.
Esta nueva política mundial de salud ha fijado metas específicas y plazos
concretos de 5, 10 y 20 años a partir del año 2000 para alcanzar los siguientes
objetivos generales: incrementar la expectativa y la calidad de la vida para
todos; lograr una mayor equidad en salud entre los países y dentro de cada uno
de ellos, y, por último, asegurar el acceso de todas las personas a sistemas y
servicios de salud sostenibles. J. R.
Experiencia MédicaImplementación de un sistema de atención primaria de salud en
una población indígena de Colombia
José Luis Valenciaga Rodríguez1
Resumen
Se aborda la experiencia de implementar un sistema de atención primaria de
salud en condiciones neoliberales en una población indígena del departamento de
La Guajira, Colombia, en el período 1997-1999. Se exponen las alternativas
propuestas a la dirección departamental de salud con un
enfoque de medicina familiar aplicado a esa población indígena con las
condiciones políticas locales, y se realizan consideraciones en tal sentido. La
atención permanente por personal capacitado en áreas dispersas es un baluarte para el éxito de la experiencia.
DeCS: ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD; MEDICINA FAMILIAR; VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA;
CAPACITACION; INDIOS SUDAMERICANOS; EDUCACION EN SALUD; COLOMBIA.
La República de Colombia, con una extensión territorial 10 veces mayor que la
de Cuba,
cuenta con aproximadamente la mitad de los médicos de nuestro país. En ella existe una tendencia al incremento de la privatización
y de las políticas neoliberales.
La población de uno de sus departamentos, el de La Guajira, en 1999 fue de 449
542 habitantes, presenta una pirámide de población de tipo expansiva (base
ancha), donde el 49,25 % tiene menos de 15 años y es la región colombiana de
mayor influencia indígena, representada por la etnia Wuayúu (31,66 % del total)
y otras etnias minoritarias (Arzarios, Koguis y Arhuacos).1 La atención en
salud es precaria para las clases sociales pobres, que es la mayoría de la
población y losantecedentes de atención primaria en salud (APS) son casi
inexistentes.2
En 1993 por ley gubernamental (artículo 176, Ley 100) comienza la
reorganización del sector salud con énfasis en la APS, constituyéndose el Plan
de Atención Básica (PAB), marco donde se inscribe la atención primaria en
Colombia. Este se dirige a la promoción, prevención y vigilancia en salud
pública, y con esta intención fue necesario considerar
nuevos enfoques para organizar la prestación de servicios. Motivado por estos
elementos teóricos, y por mi estancia durante 2 años como asesor del PAB en
dicho departamento, con el objetivo de mostrar las alternativas propuestas para
el desarrollo de la APS en condiciones neoliberales con población indígena de
Colombia (departamento de La Guajira) expongo el presente trabajo.
Presentación de la experiencia
Alternativas propuestas para el desarrollo de la APS en condiciones
neoliberales con la población indígena de Colombia, del departamento de La
Guajira
I- Proyecto de medicina familiar
II- Proyecto de medicina familiar con médico entrenado en medicina familiar
ubicado en el equipo PAB municipal.
III- Proyecto de capacitación y reorganiza ción para el fortalecimiento del PAB.
IV- Proyecto de desarrollo en zona rural de promotoras capacitadas con atención
permanente.
Comentarios
Alternativa I: Proyecto de medicina familiar liderado por una red de médicos y
enfermeras. Consiste en la creación de una red de atención primaria con la
presencia de un médico y enfermera o auxiliar como núcleo central, en tanto
lacobertura de atención depende de las posibilidades que existan para
desarrollar este programa, aprovechándose la capacidad instalada de centros y
puestos de salud para fortalecer los vínculos de trabajo con la atención
secundaria y también con la comunidad. se realizó y
ofreció un programa de desarrollo de la alternativa, pero no se desarrolló por
dificultades financieras.
Alternativa II: Proyecto de medicina familiar en el departamento de La Guajira,
con médico entrenado en medicina familiar ubicado en el equipo PAB municipal.
Esto ha sido también una alternativa escogida por otros países cuyas
características geográficas, socioeconómicas y de infraestructura sanitaria,
son comparables a las que identificamos en este departamento; por ejemplo,
Guatemala, donde se le nombra sistema Integral de Atención Comunitaria (SIAC),
aunque esta forma tiene como debilidad la limitada cobertura que puede ofrecer
este médico a un nivel municipal.3
Los coordinadores del PAB según la resolución 04288 del estado, pueden ser
profesionales de la salud (médicos, odontólogos, nutricionistas, trabajadores
sociales, etc.). En el caso de los médicos se logró en 6 de los 13 municipios del departamento (46 %), donde fue nombrado un trabajador de este tipo que
confeccionó su red con trabajadores básicos de salud, auxiliares de enfermería
y enfermeras generales. Esta alternativa ofrece mejores resultados que los
observados cuando el equipo era coordinado por otro profesional; en ausencia de
médico impresiona el perfil de la enfermera general como el másadecuado
para la tarea.
Alternativa III: Proyecto de capacitación y reorganización para el
fortalecimiento del PAB.
El proyecto de capacitación y reorganización para el fortalecimiento del Plan
de Atención Básica se desarrolló en el 100 % del departamento, dadas sus
condiciones políticas y tendencias al neoliberalismo, este contempla, con la
misma capacidad instalada, la obtención de mayor eficacia y eficiencia diseñando
estrategias para la organización del trabajo, enfocado a través de la
capacitación del personal institucional y comunitario que realiza actividades
del primer nivel de atención,4 y para ello se elaboraron una serie de
documentos necesarios para la organización del trabajo.
- Protocolo para la operativización de la alternativa.
- Funciones de agentes educativos.
- Funciones de los coordinadores del PAB.
- Historia clínica familiar para el trabajo del PAB.
- Guía de evaluación de agentes educativos.
- Guía de evaluación de coordinadores PAB.
- Cartilla del agente educativo para la vigilancia epidemiológica.
- Guía metodológica para realizar proyectos.
- Ficha técnica para la revisión de proyectos.
- Guía de supervisión del PAB en su fase de monitoreo y
operativización.
- Ficha epidemiológica de enfermedades.
- Guías de supervisión de los programas.
Alternativa IV: Proyecto de desarrollo en zona rural de promotoras capacitadas
con atención permanente.
Esta propuesta busca una solución al panorama actual de la limitación de
servicios permanentes de salud en la zona rural del departamento lo que sesustenta en experiencias similares en las
Américas.1 Dicha estrategia se realizó cumpliendo la resolución 1013 de 1979
del estado colombiano, que se compromete a adecuar la prestación de servicios a
la cultura autóctona de la comunidad.
Para su operativización se capacitaron promotores de salud (utilizando nuevos
programas curriculares), dirigidos sobre todo a la promoción, prevención,
vigilancia epidemiológica, información de los derechos de los afiliados con
respecto a la atención sanitaria, y la atención de urgencias en estas zonas.
Se logró el desarrollo en la zona rural del
100 % de los municipios la capacitación y operativización del trabajo con promotoras de salud que
brindan atención permanente, y la priorización en la capacitación el perfil
epidemiológico de cada región. se implementó una y la 'Red Juvenil
Wuayúu”, la cual consistió en la capacitación de 450 adolescentes indígenas de
esta etnia, y se fomentó la creación de Unidades de Atención de Infecciones
Respiratorias Agudas y Unidades de Rehidratación Oral Comunitaria (atendidas
por mujeres que viven en zona rural y urbana marginal) con lo cual se logró en
estas una cobertura del 80 % del área geográfica departamental.
Conclusiones
1. Las alternativas no son excluyentes y funcionan de acuerdo con la
variabilidad geográfica, socioeconómica y la voluntad política en los
diferentes sitios de este territorio.
2. En condiciones neoliberales y de población indígena es indispensable el
desarrollo en zona rurales de personal capacitado con atención permanente.