FEMINICIDIO
El feminicidio es el genocidio contra mujeres y sucede cuando las condiciones
históricas generan practicas sociales que permiten atentados
contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de las mujeres.
El Observatorio de la ONG Demus (Estudio para la defensa y
los derechos de la mujer) menciona las posibles causas por las cuales estos
actos de feminicidio ocurren. Siendo una de ellas
los símbolos afectivos patológicos, también los celos y
por último la venganza.
A su vez, la Directora de la Demus, Jeannette Llaja expresa que estos casos no
se originan por la celopatía masculina, sino por el control sexual que
desea obtener la sociedad machista. También, Patricia Sanabria,
coordinadora del
programa derecho a una vida sin violencia, declara que esto es un tema de poder
del hombre
frente a la mujer.
Así, el antropólogo y profesor de la Universidad Católica del Perú, Gabriel Calderón dice: “muchos
hombres ven a su pareja como
un objeto hacia el cual dirigir su afecto y su ira”.
Por otra parte, la psicóloga de la PUCP y especialista en violencia,
Tesania Velasquez enfoca la raíz del tema diciendo que la
violencia se ha normalizado, y que las víctimas del maltrato son cada
vez mas jóvenes, los cuales fueron testigos de violencia
doméstica y hoy en día ellos aceptan y reproducen estas
agresiones.
Se han visto casos, como
por ejemplo, el asesinato de Ruth Thalía Sayas, unajoven estudiante de
la UTP la cual se presentó en el programa de Beto Ortiz, “El Valor
de la Verdad”, con un joven, el cual se presentó como su enamorado. Para luego convertirse en su
asesino, por quitarle el dinero obtenido en el programa.
A este ejemplo se suman muchos mas, como la muerte de la cantante
Ayacuchana, Rina Chiara que fue calcinada, o el asesinato de la abogada
Elizabeth Vasquez, o de la joven Leyla Zegarra que fue quemada, o
también de Virnatissa Tafur asesinada luego de poner una denuncia contra
su expareja o la muerte de Maribel Mendoza causada por el inglés Owen
Godard.
Las estadísticas desde el 2009 informan que 149 mujeres fueron
víctimas de feminicidio efectuadas por sus parejas o familiares de un
total de 273 casos. En el 2010 fueron 123 de un total de 244 y en el 2011, 10
mujeres mueren al mes a manos de sus parejas. Así, el porcentaje mayor,
por territorio, se encuentran en el interior del país, informó Liz
Méndez López Coordinadora del
CLADEM PERU (Comité
de América Latina
y el Caribe).
La entidad dirigida por Beatriz Merino tomó una muestra de los casos del
Poder Judicial los cuales demostraron que el 13% de ella, acusados por
homicidio o parricidio, fueron absueltos y que solo el 66 %
fueron condenados; de ese porcentaje se dieron de 10 a 14 años a 12
personas, y 10 años a 11 inculpados, pero solo 15 años a 7 de
ellos. Esto demostró que existían errores y poca sensibilidadde
los magistrados, como
también los preocupantes vacíos del código penal respecto al feminicidio.
Ante los hechos, la Defensoría del Pueblo
pidió replantear penas por muerte de mujeres, logrando la
aprobación del
Congreso de la Republica. La propuesta tipifica el Art. 107 del Código
Penal. Este, daría 15 años como mínimo a casos de
feminicidio y no menos de 25 años al ser agravado y hasta cadena
perpetua si se produjera una muerte por violación a una menor de edad.
Los casos agravados se refieren a muerte a menores de edad, o en estado de
gestación, o estando bajo la responsabilidad del victimario, o al tener,
la víctima, una incapacidad.
Como apoyo, se realizó “Para la Mano”, y se ha creado una
línea de ayuda gratuita, solo marcando el 100 desde cualquier
teléfono y se a creado Centros de Emergencia Mujer (CEM – 24 h.) A
su vez, Senaju (Secretaria Nacional de la Juventud) recibió un informe favorable de la AMPE (Asociación de
Municipalidades del Perú para que se
pida prueba de salud mental como
requisito para bodas civiles.
Violencia contra la mujer no esta en las calles,
sino en las casas. El feminicidio muestra el real contexto de violencia y
discriminación hacia la mujer; de este modo se
convierte en uno de los principales problemas sociales que tenemos que
enfrentar, pues es evidente que las construcciones sociales de nuestra sociedad
toleran la violencia basada en la discriminación de género.