COMPOSICIÓN HISTÓRICA SOBRE EL
PROCESO DE DESAMORTIZACIÓN.
El primer documento es un fragmento del preambulo y tres
artículos del Real Decreto de Desamortización de los bienes del
clero regular, redactado por Mendizabal, financiero y uno de los
políticos mas representativos del liberalismo progresista, y
firmado por la reina Mª Cristina. Se trata de un
documento de caracter jurídico. Se trata de la Exposición del
Decreto de Desamortización, por el que se ponen a pública subasta
los 'bienes nacionales' que han sido desvinculados y expropiados por
el Estado a las órdenes religiosas y conventos disueltos el año
anterior.
Fue firmado el 19 de febrero de 1836 durante la
Regencia de Mª Cristina. La situación en España era muy
preocupante, ya que había estallado la 1ª Guerra Carlista. Los
carlistas, partidarios del
mantenimiento del Antiguo Régimen,
defendían los derechos al trono del
infante D. Carlos Mª Isidro, tío de Isabel II. Mª
Cristina se vio forzada a gobernar con los liberales en busca de apoyo para su
hija; primero con los moderados y tras las revueltas populares en el verano de
1835, con los progresistas desde septiembre. Una vez
aprobado, fue publicado en La Gaceta de Madrid.
El autor del
texto es Juan Alvarez Mendizabal (1790-1853), político
liberal progresista que en 1835 fue nombrado Presidente del Gobierno. Su cese
dio lugar al pronunciamiento de los sargentos de La Granja (agosto de 1836),
que obligó a la Regente a devolver el poder a los
progresistasMendizabal fue nombrado ministro de Hacienda e hizo una
serie de leyes desamortizadoras, a las que hace alusión el texto.
La desamortización consistía en que las tierras amortizadas
pasaran a manos de particulares, mediante dos procesos. El primero era que el
Estado se hacía con esas tierras (como aparece en el texto “que
han venido a ser propiedad de la nación”); y el segundo ponerlas
en el mercado mediante subasta pública.
Con esto pretendían conseguir el fomento de la mediana propiedad y la
repartición de las tierras. “y de
entregar al interés… raíces” “a fin de que la
agricultura…riqueza nacional”. En estas líneas
también se expone que querían atraerse una masa de propietarios
al bando de los liberales(los liberales podrían comprar tierras y
prestarle ayuda a Isabel II en la Guerra Carlista)
Otra gran aspiración de las desamortizaciones era solucionar los
problemas de la hacienda y de la deuda pública, como afirma en la
primera línea “atendiendo a la… deuda pública
consolidada”
A continuación Mª Cristina se da a conocer como madre de Isabel II
y en su nombre da unos decretos aprobados el 16 de enero.
En el artículo 1º “queden declarados en
venta…corporaciones religiosas…titulo o motivo” da a conocer
la característica principal de esta desamortización y que le da
nombre de “gran Desamortización Eclesiastica”,
vendiendo únicamente bienes eclesiasticos y no los de al
enseñanza o la beneficencia. Se redujo el
número de conventos y monasterios.
La Desamortización fue un hechofundamental de
la España del siglo XIX. Se enmarca dentro de la llamada
revolución liberal burguesa, proceso que pretendía desmantelar
las estructuras del Antiguo Régimen y
reemplazarlas por un nuevo modelo de sociedad liberal.
Aunque en el Antiguo Régimen la agricultura era la
fuente principal de riqueza, estaba atrasada, estancada en sus técnicas
y era poco productiva; también la estructura de la propiedad de la
tierra era mala, ya que estaba en manos de la nobleza y la Iglesia, y
ademas la mayoría de las tierras estaban amortizadas. Esto
afectaba a los bienes eclesiasticos -llamados 'de manos
muertas', porque estaban fuera de la circulación comercial-, a los
bienes de la nobleza -vinculados al mayorazgo, es decir que no podían
venderse en beneficio del hijo mayor de la familia- y a las tierras municipales
-tanto los bienes de propios, que se arrendaban a particulares como los
comunes, que usaban los vecinos de forma gratuita-. Se
hacía urgente desvincular los bienes de la nobleza y desamortizar los
eclesiasticos y los municipales; es decir, sacarlos al mercado libre.
Esta es la tarea que van a llevar a cabo los gobiernos progresistas.
El segundo documento es una grafica que muestra las
desamortizaciones eclesiasticas y civiles.
El proceso desamortizador hay que enmarcarlo dentro del
programa de reformas del
liberalismo progresista llevado a cabo durante la monarquía de Isabel II
y las regencias previas, pero tiene antecedentes históricos
En el siglo XVIII se pusoa la venta algunos bienes de los jesuitas expulsados
por Carlos III en 1767.
Las leyes desamortizadoras de Godoy de 1798. Estas afectaron a los bienes de las instituciones benéficas
de la Iglesia.
Las leyes de las Cortes de Cadiz (1811-1813) que
afectaron a los bienes de la Inquisición, de las órdenes
militares, y a la mitad de las tierras de realengo.
Durante el Trienio Liberal (1820-1823) se restablecieron las leyes
desamortizadoras de las Cortes de Cadiz
La de Mendizabal, ministro de la regente María Cristina de
Borbón, en 1836, tuvo unas consecuencias muy importantes para la
historia social de España, aunque sus resultados (ya no gestionados por
Mendizabal, que cesó como ministro en mayo de 1836, sino por sus
sucesores) fueron relativamente pobres.
Como la división de los lotes se encomendó a comisiones
municipales, estas se aprovecharon de su poder para hacer manipulaciones y
configurar grandes lotes inasequibles a los pequeños propietarios, pero
pagables en cambio por las oligarquías muy adineradas, que podían
comprar tanto grandes lotes como pequeños.
Los pequeños labradores no pudieron entrar en las
pujas y las tierras fueron compradas por nobles y burgueses adinerados, de
forma que no pudo crearse una verdadera burguesía o clase media en
España que sacase al país de su marasmo.
Los terrenos desamortizados por el gobierno fueron
únicamente eclesiasticos, principalmente aquellos que
habían caído en desuso. A pesar de que
expropiaron gran parte de laspropiedades de la Iglesia, ésta no
recibió ninguna compensación a cambio. Por esto la Iglesia
tomó la decisión de excomulgar tanto a los expropiadores como
a los compradores de las tierras, lo que hizo que muchos no se decidieran a
comprar directamente las tierras y lo hicieron a través de
intermediarios o testaferros.
Madoz
Durante el bienio progresista (al frente del que estuvo nuevamente Baldomero
Espartero junto a O'Donnell) el ministro de Hacienda Pascual Madoz realiza una
nueva desamortización (1855) que fue ejecutada con mayor control que la
de Mendizabal. El jueves 3 de mayo de 1855 se publicaba en La Gaceta de
Madrid y el 31 la Instrucción para realizarla.
Se declaraban en venta todas las propiedades del Estado, del clero, de las
Órdenes Militares (Santiago, Alcantara, Calatrava, Montesa y San
Juan de Jerusalén), cofradías, obras pías, santuarios, del
ex infante Don Carlos, de los propios y los comunes de los pueblos, de la
beneficencia y de la instrucción pública, con las excepciones de
las Escuelas Pias y los hospitalarios de San Juan de Dios, dedicados a la
enseñanza y atención médica respectivamente puesto que
reducían el gasto del Estado en estos ambitos. Igualmente se
permitía la desamortización de los censos pertenecientes a las mismas organizaciones.
Fue la que alcanzó un mayor volumen de ventas y
tuvo una importancia superior a todas las anteriores, sin embargo los
historiadores se han ocupado tradicionalmente mucho mas de la de
Mendizabal. Su importanciareside en su
duración, el gran volumen de bienes movilizados y las grandes
repercusiones que tuvo en la sociedad española.
Después de haber sido motivo de enfrentamiento
entre conservadores y liberales, ahora todos los partidos políticos
reconocen la necesidad de acabar con las manos muertas para alcanzar un mayor
desarrollo económico del
país. Se suspendió la aplicación de la ley el 14 de
octubre de 1856, reanudandose de nuevo dos años después,
el 2 de octubre de 1858, siendo presidente del Consejo de Ministros O'Donnell,
no cesando las ventas hasta fin de siglo, continuando a pesar de los diferentes
cambios de gobierno.
En 1867 se habían vendido en total 198.523 fincas
rústicas y 27.442 urbanas. El estado ingresó 7.856.000.000
reales entre 1855 y 1895, casi el doble de lo obtenido con la
desamortización de Mendizabal. Este dinero se dedicó
fundamentalmente a cubrir el déficit del presupuesto del Estado,
amortización de Deuda pública y obras públicas,
reservandose 30 millones de reales anuales para la reedificación
y reparación de las iglesias de España.
Tradicionalmente se le ha llamado al periodo de que tratamos
desamortización civil, nombre inexacto, pues si bien es cierto que se
subastaron gran número de fincas que habían sido propiedad
comunal de los pueblos, lo cual constituía una novedad, también
se vendieron muchos bienes hasta entonces pertenecientes a la iglesia, sobre todo
las que estaban en posesión del clero secular.
En conjunto, se calcula que de todo lodesamortizado, el 30% pertenecía a
la iglesia, el 20% a beneficencia y un 50 % a las propiedades municipales,
fundamentalmente de los pueblos. El Estatuto Municipal de José Calvo
Sotelo de 1924 derogó definitivamente las leyes sobre
desamortización de los bienes de los pueblos y con ello la
desamortización de Madoz.
Consecuencias Sociales
Si generalizaramos y dividiéramos España en una zona sur
con predominio del latifundismo y una franja norte en la cual existe una
mayoría de explotaciones rurales medias y pequeñas,
podríamos concluir de acuerdo con los trabajos de Richard Herr que el
resultado de la desamortización sera concentrar la propiedad en
cada región en proporción al grado existente previamente, por lo
tanto no se produjo un cambio radical en la estructura de la propiedad.[4]
Las parcelas pequeñas que se subastaron fueron compradas por los
habitantes de localidades próximas, mientras que las de mayor
tamaño, las adquirieron personas mas ricas que vivían
generalmente en ciudades a mayor distancia de la propiedad.
En la zona meridional de predominio latifundista, no existían
pequeños agricultores que tuvieran recursos económicos
suficientes para pujar en las subastas de grandes propiedades, con lo cual se
reforzó el latifundismo. Sin embargo esto no ocurrió en
términos generales en la franja norte del país.
Otra cuestión diferente es la privatización de
los bienes comunales que pertenecían a los municipios. Muchos campesinos
se vieron afectados al verse privados deunos recursos que contribuían a
su subsistencia (leña, pastos etc.), por lo cual se acentuó la
tendencia emigratoria de la población rural que se dirige a zonas
industrializadas del
país o a América. Este fenómeno migratorio alcanza niveles
muy altos a finales del siglo XIX y principios del XX.
Las consecuencias generales de las desamortizaciones fueron
- Crecimiento en altura y edificios de las ciudades, así como un nuevo plan
urbanístico.
- Aumento de la concentración de la propiedad en nobleza y
burguesía.
- La Iglesia, Ayuntamientos y campesinos salieron perjudicados.
- Se consiguió una masa de propietarios adictos al régimen
liberal.
- Se separó la Iglesia del Estado (aunque se vuelve a unir en 1851
- El liberalismo adquirió un tono anticlerical.
- Se le dio protagonismo a la burguesía.
- Aparecen los jornaleros (fuente de problemas).
- La destrucción y deterioro de edificios históricos y de
patrimonio.
- La hacienda aumenta sus ingresos
- Las desamortizaciones consolidaron el régimen liberal pero no
aumentaron la producción. Se concentró la
propiedad y esto sumado a la gran masa de jornaleros sin poder adquisitivo,
frenó la Revolución Industrial. Se
recaudó menos de lo previsto y la relación entre Iglesia y Estado
se hizo crítica. Ademas las
sublevaciones en el campo fueron continuas.
En conclusión: la desamortización no cumplió las grandes esperanzas de realizar una profunda reforma agraria, ni
tampoco condujo a la industrialización (para mal del país).