ANALISIS DE OBRAS DE ARTE
“La balsa de la Medusa” – Theodore Gericault (1819)
ANALISIS FORMAL
Nos encontramos ante una pintura de gran formato, realizada al óleo
sobre un gran lienzo, lo que nos indica que representa un asunto de gran
relevancia.
Grandiosa escena de un mar embravecido, gestos
desesperados y tragedia.
Una masa humana con cuerpos enredados sobre una balsa destartalada e indefensa
ante la fuerza de la naturaleza. Cadaveres desnudos, miradas anhelantes,
brazos teatralmente levantados hacia el horizonte
tratando de llamar la atención de un navío lejano.
Es, por tanto, una obra figurativa que roza el realismo
mas acusado. Los cuerpos son pintados con rigor
escultórico y amplios conocimientos de anatomía, aunque utiliza un dibujo sugerente y abierto.
La paleta de colores es reducida a ocres y marrones,
enmarcados por tonos algo mas fríos para el mar. Sólo
algunos puntos rojos, en el paño que cubre la cabeza del anciano o el
trapo agitado en el aire, rompen ese cromatismo.
La iluminación es concreta y dirigida con fuerza para destacar los
músculos y pliegues. Es determinada e
implícita, y su contraste busca resaltar el dramatismo de la tragedia
humana.
Esa iluminación resalta el modelado de los volúmenes generales,
destacando los magistrales escorzos de los personajes muertos en la parte
inferior del
cuadro.
El espacio de la obra es la infinitud de la naturaleza, ya que los cuerpos
desbordan loslímites de la balsa y transcienden mas alla del marco en una composición abierta.
Los ritmos del cuadro
estan marcados por los movimientos contrarios que agitan la obra: La
fuerza del
viento hinchando las velas hacia la izquierda y la tensión de los gestos
desesperados hacia la derecha.
Es una composición inestable, de aparente
desequilibrio, que esconde en su interior una estructura compositiva en M,
cuyos vértices son la vela y el paño de auxilio.
ANALISIS HISTÓRICO
En Julio de 1816, la fragata Medusa naufragó en las costas de
Africa, comenzando una auténtica odisea para sus tripulantes.
150 hombres subidos en una balsa, navegaron a la deriva durante
12 días, dando lugar a escenas de locura, muerte y canibalismo.
Finalmente 15 supervivientes fueron rescatados por el
navío Argos.
Este hecho conmocionó Francia, ya que tuvo repercusiones
políticas en un régimen Borbónico
al que acusaron de negligencia por nombrar capitan a un incompetente.
El autor, Gericault, decidió usar su pincel a
favor de la causa revolucionaria, iniciando un proceso de investigación
pormenorizado de las condiciones del
naufragio.
Realizó numerosos estudios preparatorios de muertos y agonizantes en
hospitales y depósitos de cadaveres, y mandó construir una
maqueta de la balsa, que lanzó al mar para observar la acción del
oleaje sobre ella.
Si se trataba de denunciar un hecho
contemporaneo, el cuadro debía ser lo mas verosímil
posible.ANALISIS ESTÉTICO
Gericault ejecuta en esta obra una síntesis de todas las influencias
pictóricas de su época y las une a las de los grandes genios del pasado.
El rigor escultórico y el dibujo minucioso del
Neoclasicismo junto con el dramatismo sublime del Romanticismo, se fusionan con
todas las influencias de épocas anteriores.
Durante su estancia en Italia, Gericault fue seducido por la perfección
de la escultura clasica y los grandes genios del
Renacimiento; Rafael y Miguel Angel, a los que se una el naturalismo y
los contrastes lumínicos de Caravaggio.
Su significado profundo no es el hecho histórico, sino
el giro de la historia de la epopeya napoleónica a la revolución.
Ya no hay heroísmo ni gloria, sino
desesperación y muerte.
Otros han querido ver la deriva de Francia tras el
destierro de Napoleón o la manifestación de la pasión
romantica ante la naturaleza, donde el hombre resulta insignificante y
efímero.
Esta obra fue admirada por liberales y artistas jóvenes, y rechazada por
los partidarios del Neoclasicismo y la
monarquía absoluta.
CONCLUSIÓN
Es por tanto un icono del siglo XIX, obra en la que confluyen los
estilos de la época. Neoclasicismo, Romanticismo e incluso Realismo, se
funden con un trasfondo político abierto a
libres interpretaciones. La Francia post-napoleónica se agita entre la
monarquía absoluta y la revolución, siendo este
cuadro un reflejo de la realidad social y política del país.