Un año que
marca, sin duda alguna, la idea de crisis económica es 1929. A pesar de todo
lo favorable acontedido durante ese año, la catastrofe
económica sucedida en otoño, dio lugar a una imagen crítica
y depresiva de la sociedad. A comienzos de 1929, nada
hacía preveer que los 'felices años veinte' llegaban a
su tragico final.
Estados Unidos era el
único país en el que se estaba produciendo una expansión económica,
lo que propiciaba una mayor confianza por parte de la población. Parte
de la cual, se endeudó y realizó operaciones comerciales en Wall
Street. Había tanto optimismo respecto a la
situación económica que, muchos de los beneficios generados por
la industria, se destinaron a la bolsa con el fin de multiplicar las ganancias,
en lugar de reinvertirlos en la propia industria. El sistema bancario,
consistente en pequeños bancos independientes, prestaban dinero a los
brokers que, a su vez, fiaban a los inversores.
La situación en torno a la bolsa
cambió el 24 de octubre de 1929, también conocido como
el 'jueves negro de Wall
Street'. Ya se habían producido, a lo
largo de ese mismo año, varios avisos que
generaron cierto recelo entre los especuladores pero, ese día, los inversores
comenzaron a vender masivamente sus acciones. Las ventas provocaron un panico generalizado. La sensación de miedo
aceleró la caída de la bolsa pero, para evitar su desplome, los
grandes bancos se pusieron de acuerdo para hacer inversiones millonarias y dar
órdenesde compra.
Sin embargo, a pesar de todo el esfuerzo
realizado por dichos bancos, la caída de la boolsa volvió a
repetirse, con mayor intensidad, el 29 de octubre de 1929, popularmente llamado
'martes negro de Wall Street'. Las cotizaciones se desplomaron.
La incredulidad y el miedo se acentuaron con las noticias de suicidios, que ya
había traído la jornada del 'jueves negro'. Ya no sólo se vieron afectados los pequeños
inversores, sino también las grandes empresas y la banca.
El optimismo predominante en las economías de todo el
mundo se vio, de esa forma, bruscamente roto.
El crac del
29 se presentó como un crisis global del sistema, poniendo en
tela de juicio el modelo de desarrollo económico. Las
consecuencias fueron a nivel mundial y la mayoría de los sectores
económicos se vieron afectados.
El primero en sufrir esas consecuencias fue el sistema bancario, que vio como,
muchos de sus clientes, retiraron el dinero, lo que provocó la quiebra
de cientos de entidades bancarias.
El consumo se retrajo, por lo que los
emprearios decidieron invertir menos dinero en sus negocios, lo que
llevó al cierre de muchas empresas disparando, de este
modo, la tasa de desempleo. Todo lo anteriormente dicho provocó, ante
las dificultades de venta, un drastico descenso
de los precios. Esta situación llevó a grandes
pérdidas económicas, nuevas quiebras y despidos laborales.
El descenso de los precios desembocó en una grave
deflación, agudizada por la ausenciade préstamos y
créditos. El Presidente Hoover agravó la
situación con la nueva política de los presupuestos liberales,
pues apenas intervino para intentar resolver los problemas. Las autoridades estadounidenses recurrieron al proteccionismo, restringiendo
las importaciones y negandose a suministrar créditos a Europa.
De ese modo, el Gobierno estadounidense, exportó
la crisis. Para que los precios agrarios no disminuyeran se recurrió a
la destrucción de cosechas y stocks, lo que llevó a grandes
hambrunas en algunas zonas del país. La
situación estadounidense empeoró con la llegada de la crisis al
continente europeo, ya que, a su vez, se produjo la disminución de las
compras realizadas a Estados Unidos.
La disminución, por parte de Estados
Unidos, de su actividad comercial y sus préstamos a Europa,
provocó un efecto inmediato en los países mas dependientes
de créditos estadounidenses como, por ejemplo, Alemania que,
rapidamente, padeció las secuelas de la crisis.
Gran Bretaña también se vio
afectada por el estancamiento del
comercio del
que, en gran medida, dependía. Francia y España
tardaron mas tiempo en sufrir las consecuencias de la crisis. Sin embargo, les costó mucho mas reactivar su
economía. En toda Europa se vieron escenas de
quiebras, cierres, desempleo masivo y escaso crecimiento económico.
La mayoría de las naciones europeas
adoptaron medidas proteccionistas para defenderse. La Alemania nazi y la Italia
fascista sometieron la economía auna autoridad militar, lo que supuso
una completa paralización del comercio y una política
exterior muy agresiva. La caída de los precios en Estados Unidos, sobre todo
los de los alimentos y las materias primas, provocó un
descenso de los mismos en el resto del
mundo. Este procesó también afectó a las
colonias y países de ultramar. La única excepción
era la URRS, ya que estaba inmersa en presentar a Occidente un
modelo de sociedad y de desarrollo económico que contrastaba con el
capitalismo en crisis. Esto supuso una gran amenza para las
clases dirigentes europeas y estadounidenses.
En la década de los años treinta,
muchos gobiernos se concienciaron de la ineficacia del liberalismo
contra la crisis. Se empezaron a preparar nuevas políticas
económicas, basadas en medidas como un aumento de la demanda interior,
una mayor planificación de la producción, y un sistema de Seguridad
Social que aliviase los efectos del desempleo. El probebla de estas nuevas
políticas económicas era que implicaban un
mayor gasto público y fomentaban el intervencionismo estatal. Sin embargo,
entre los países que se alejaron del liberalismo se podían
encontrar grandes diferencias.
Se produjeron casos extremos, como
el del
fascismo o el comunismo, en los que, el Estado, controlaba la economía
de forma autoritaria. Un modelo mas moderado
fue el del
New Deal, llevado a cabo por el Presidente Roosevelt en Estados Unidos a partir
de 1933, en el cual, el Estado, solamenteindicaba el camino a seguir. Mas
tarde, apareció la primera teoría económica alternativa al
liberalismo del siglo
XIX formulada por Keynes, y un nuevo, aunque todavía borroso, horizonte social,
el 'estado del
bienestar'. Ambos proporcionaron a los líderes
políticos los instrumentos necesarios para afrontar el cambio de
paradigma.
La crisis tuvo consecuencias políticas,
ya que favoreció la intervención del
Estado, que adquirió mayor poder en perjuicio de las libertades
individuales; y porque generó una gran masa de personas desesperadas y
favorables a los cambios radicales. Las transformaciones que trajo la crisis del
29 anunciaban la democracia de masas, la abolición de las barreras
sociales y la emancipación de obreros y mujeres. Estos
fenómenos provocaron, ademas, incertidumbre y miedo a la
revolución y a los cambios sociales.
La sociedad del siglo XIX
estaba acostumbrada a unos modelos jerarquicos muy definidos, a una
economía en desarrollo, a un poder político que actuaba sin oposiciones
de ningún tipo, a un pueblo obediente y a una mujer mas sumisa y totalmente
ligada a la familia. El final de esta situación llegó
tras una gran guerra. Sin embargo, fue un gran
impacto para muchas personas, por lo que, algunos grupos sociales, apoyaron los
proyectos políticos autoritarios. La reacción que se presentaba ante
los cambios fue respaldada, principalmente, por la derecha, y provocó
una dura represión política en gran cantidad de países.