1.
características generales
La llegada de los primeros elementos que caracterizan los comienzos del
Paleolítico Superior se produce en la Península Ibérica con posterioridad a su
aparición en territorio francés. Los datos semidentológicos hay que suponerlos
producidos dentro de condiciones frías, quizás a comienzos del máximo glaciar
Würm IIIa, en condiciones todavía no excesivamente frías.
El Chatelperronense no llegó a penetrar en profundidad en la
Península, su presencia es casi exclusiva de la región cantábrica, aunque se
citan algunos restos en la zona norte de Cataluña.
El yacimiento con el nivel más antiguo de Chatelperronense es Cueva Morín
(Santander), con una industria en avanzado estado de desarrollo, unida a restos
musterienses de raederas, escotaduras y denticulados, y entre estos aparece las
típicas hojas cuchillo de Chatelperrón, de borde curvado y rebajado, además de
hojas de borde rebajado, raspadores bajos, buriles diedros y algún perforador.
La escasa fauna era un conjunto banal de bóvidos,
ciervos y caballos, el polen evidenciaba unas condiciones esteparias con
gramíneas y un bosque de avellanos y alisos. En la cueva del
Pendo se han encontrado restos semejantes. También en Santander
se ha citado como
Chatelperronense la cueva del Cudón, y en Asturias la Cueva Oscura. En el País Vasco, en la cueva de Santimamiñe.
En Cataluña se ha señalado la presencia de puntas - cuchillo
de Chatelperrón en Abric Agut y en el Reclau Viver.
Lano progresión de esta etapa hacia el sur de la Península viene a demostrar la
presencia e importancia del
complejo musteriense en la misma, así como
la limitada fuerza expansiva de esta nueva cultura.
PALEOLÍTICO
SUPERIOR: El
Auriñaciense
1. características
Durante el desarrollo de esta etapa se aprecia una clara diferenciación entre
la “colonización” de la región cantábrica y la del área mediterránea. En la primera se han
localizado importantes yacimientos con restos de varios niveles auriñacienses
bien representados y en correcta posición estratigráfica, por su parte el área
mediterránea los yacimientos, que son relativamente abundantes, se encuentran
desperdigados por toda la zona costera, y con ocupaciones pobres.
En la región cantábrica se han registrado tres fases
sucesivas de Auriñaciense. La más antigua, denominada
Auriñaciense arcaico, se ha localizado en Cantabria, sus conjuntos son los de
la Cueva Morín y la de El Pendo. Entre ambas existen
dificultades estratigráficas, ya que en Morín el nivel de Auriñaciense arcaico
se superpone al de Chatelperrón, mientras que en El Pendo sucede al revés, lo
que señala ocupaciones sucesivas y alternas de ambas cuevas por dos grupos humanos
distintos. En su industria se encuentran abundantes hojas auriñacienses
y otras con retoques, numerosos raspadores, carenados y en hocico, y con
ausencia de hojitas Dufour en El Pendo, que están presente en Morín. Estos
niveles se desarrollaron dentro de condiciones templadas, que permitió un
aumento de las coníferas, al tiempo que se desarrollaron los tipos caducifolios
(abedul, avellano, etc.), asociado auna fauna de ciervos acompañados de grandes
bóvido, caballo, corzo, rebeco, cabra, jabalí y lobo.
Tras esta primera fase, no señalada apenas en el resto de la Península Ibérica,
se encuentra un Auriñaciense típico, tipificado por la presencia de azagayas de
base hendida, tipo óseo representado en Morín, El Pendo y Castillo en
Cantabria, en la cueva de Arnero en Asturias, y en Santimamiñe en el País
Vasco. En estas industrias dominan los tipos de raspador auriñaciense sobre
buril, con tipos arqueados o busqué, diedros y sobre truncadura, además de
hojas auriñacienses y estranguladas, todos ellos tallados en cuarcita que dan a
la industria un aspecto tosco. Esta fase se desarrolla en condiciones frías y
secas, que dificulta la expansión del bosque, y que hacia su etapa
media se recupera, para mas tarde dar paso al dominio de las herbáceas hacia el
final. La fauna es pobre (gran bóvido, ciervo, corzo, caballo, etc. Se ha
atribuido al momento frío del Würm III, de esta etapa poseemos dos dataciones
del C-14 32.500 y 29.500 BP.
Por último, la fase del Auriñaciense evolucionado, aparecido en los niveles
superiores de esta cultura en las cueva de Morín, El Pendo, El Otero y Hornos
de la Peña en Cantabria, con industrias con un elevado índice auriñaciense, en
las que el raspador, carenado y en hocico dominan, sobre los buriles, siendo
abundantes las hojas auriñacienses, junto con una interesante industria ósea,
especialmente en Morín, con azagayas de sección circular, plano - convexa, oval
y aplanada, con algún ejemplar de base hendida losángica.
Esta última fase se desarrolló en condiciones relativamentetempladas que
permitieron el aumento del
bosque, así como
también el de los animales, en especial los de tipo alpino (cabra y rebeco),
junto con grandes bóvidos y caballos, ciervos y algún carnicero.
Las distintas fases del Auriñaciense cantábrico, que
representan unos seis episodios sucesivos, muestran una fuerte implantación y
continuidad cultural del
mismo en la región durante unos cuatro milenios.
Por el contrario, en el área mediterránea no es posible
observar zonas de colonización tan intensa, y la mayoría de los yacimientos
auriñacienses conocidos carecen de continuidad, ya que solamente se encuentran
niveles dispersos y pobres en materiales.
En la región catalana existen unos cuantos yacimientos auriñacienses con una
secuencia, que se inicia con una Auriñaciense arcaico, al que siguen dos etapas
de Auriñaciense típico, seguidas de una fase evolucionada. Reclau Viver,
L’Arbreda y Romaní son los testimonios de dicha sucesión.
En la región Valenciana, la cueva de Les Mallaetes proporcionó en su último
nivel un pequeño lote de materiales líticos y óseos,
con algunos raspadores fuertemente carenados y varias hojas, en el utillaje
óseo se encontraron un punzón y una azagaya de sección plana. Esta fase ha sido fechada en el 29.100 BP (C-14).
En el sudeste se encuentran las cuevas de Las Pereneras (Murcia) y del
Tesoro (Almería). En la primera se recogieron restos auriñacienses de cierta
importancia, con hojas de retoque escamoso, algunas raederas y raspadores poco
típicos de esta etapa, que suponen la existencia de una industria auriñaciense,
posiblemente mezclada a la e otros conjuntosindustriales .
Ante estos datos es posible confirmar la diferencia existente entre la
colonización auriñaciense de la región cantábrica y de la mediterránea, lo que
repercutirá en las culturas posteriores, especialmente durante
la expansión de los gravetienses.
PALEOLÍTICO
SUPERIOR: El
Gravetense
1. Características generales
El Gravetense se caracteriza por la presencia de conjuntos instrumentales de
tipo laminar, tallado mediante la técnica del retoque abrupto, o de borde
rebajado recto, su elemento típico es la punta - cuchillo de La Gravette, cuyo
origen podría fijarse en Europa occidental.
La penetración del Gravetense debió de efectuarse
siguiendo los mismos derroteros del Auriñacense, a través de los pasos
occidentales y orientales de los Pirineos, únicos practicables durante los
tiempos glaciares del Würm III. Sus yacimientos no son muy abundantes,
observándose algunas diferencias entre los del área cantábrica y los de la mediterránea,
pues en la primera los elementos gravetenses aparecen en estrecha convivencia
con los auriñacenses, en tanto que en los mediterráneos, estos últimos, son
escasos y residuales, sugiriendo la presencia de verdaderas ocupaciones
gravetenses, mientras que en el área cantábrica se trata, posiblemente de
fenómenos de aculturación producidos dentro del mundo final del auriñacense.
2.
EL ÁREA CANTÁBRICA
En la región cantábrica, la mayoría de las industrias gravetenses estudiadas
pertenecen a momentos avanzados y evolucionados, distinguiéndose en todas ellas dos momentos o fases.
En la País Vasco, Bolinkoba (Vizcaya) ofrece un nivel
inferior en el que losraspadores son ligeramente menos numerosos que los
buriles, entre los que hay que anotar la presencia del tipo Noailles. Las
puntas y hojas de La Gravette son escasas, aparece una punta de Font Robert, lo
que supone una fase avanzada, encontrándose los índices tipológicos
auriñacienses y gravetenses equilibrados. El nivel superior presenta el
mismo equilibrio tipológico, con un ligero aumento de la puntas de La Gravette
y de las hojas con borde rebajado. Los raspadores siguen
siendo algo inferiores a los buriles; disminuyen los de Noailles y siguen
apareciendo los de tipo auriñaciense. Estas dos fases de Bolinkoba, con
ligeras variantes, son las que aparecen en el resto del área cantábrica
con importantes yacimientos (Morín, El Pendo y El Castillo).
En Morín, el nivel inferior presenta abundantes hojas de La Gravette y hojas de
borde rebajado, los raspadores, en gran parte de tipo auriñacenses, doblan a
los buriles, siendo también el índice tipológico gravetense doble que el
auriñacense. Entre los elementos óseos se encuentran azagayas
de sección circular y semicircular. en el nivel superior las puntas de
La Gravette y las hojas de borde rebajado son escasas, los raspadores más
abundantes que los buriles, siendo el índice gravetense mayor que el
auriñaciense. En la cueva del Castillo en el nivel
inferior los raspadores son más numerosos que los buriles, que también presenta
tipos de Noailles, con pocas puntas y hojas de La Gravette y un índice
auriñacense algo mayor que el gravetense. La cueva del Pendo, con fuertes
índices de tipo gravetense en sus dos niveles, carece de elementos de borde
rebajado,superando en ambos los buriles a los
raspadores.
En Asturias, en Cueto de la Mina existen dos niveles pobres en elementos
gravetenses típicos, abundan más los raspadores que los buriles, siendo más
importante el índice del grupo auriñaciense en el nivel superior, en el inferior
los índices están igualados.
Estas dos fases del Gravetense cantábrico transcurren
dentro de condiciones climáticas distintas. La fase inferior se desarrolló bajo
condiciones climáticas frías, con formaciones herbáceas en detrimento del
bosque; en la fase superior, el bosque adquiere un mayor desarrollo (pinos,
enebros, abedules, etc.) relacionado con un clima más templado. en la fauna se observa el dominio del ciervo; el corzo disminuye en la fase
superior y aparece el mamut (Morín y Cueto de la Mina), que señala la presencia
de amplios espacios deforestados de tipo tundra. La fase inferior se desarrolla
durante el final del Würm III y se ha fechado C-14 en
el 20.700 BP; la fase superior debió de producirse dentro del clima templado de la Oscilación de
Laugerie.
Este Gravetense cantábrico, de carácter tardío desaparece del área cantábrica y
en su lugar se encuentra una especie de renacimiento auriñacense, según se
observa en El Pendo, donde aparecen dos niveles de un Auriñacense final,
superpuestos al último momento gravetense, ofreciendo un fuerte índice
tipológico auriñacense y el predominio de los buriles sobre los raspadores,
carenados en su mayoría. Su presencia pone de relieve la fuerte implantación del Auriñacense en el área cantábrica y el caracter
intrusivo y aculturado del Gravetense. Este Auriñacense final pudo ocuparun
espacio temporal durante el cual en otras áreas
peninsulares y francesas, iniciaba su desarrollo la cultura solutrense.
3.
EL ÁREA MEDITERRÁNEA
En esta área tuvo el Gravetense una penetración tardía, esta puede
caracterizarse dentro de dos fases de ocupación.
En Cataluña, el Gravetense se encuentra en el Reclau Viver, con dos
ocupaciones, que testimonian el proceso de las dos fases con la presencia de
puntas y hojas de tipo La Gravette y un predominio del raspador sobre el buril.
La región valenciana ofrece un importante núcleo
gravetense en los yacimientos de Les Mallaetes, Parpalló y Barranc Blanc, que
se prolonga hacia Alicante,
con los de Cova del Sol (Aspe) y Ratlla del Musol (Crevillent). En una primera
fase aparecen las puntas de La Gravette de buen tamaño, junto con hojas de
borde rebajado, asociadas a abundantes raspadores
sobre hoja y una baja proporción de buriles simples o sobre truncadura. En la
segunda fase, bien representada en Mallaetes, Parpalló y Barranc Blanc, las
puntas de La Gravette disminuyen su tamaño, tendiendo a la microgravette,
disminuyen los raspadores y aumentan los buriles, aunque faltan los de tipo
Noailles.
En el Sudeste, la falta de claras diferencias hacen
problemática toda periodización de los yacimientos conocidos (Zájara II,
Serrón, Morote, etc.). Faltan en ellos las grandes puntas de La Gravette,
siendo escasas las de tipo pequeño o microlíticas, mayor número de raspadores
que de buriles; esto últimos con abundancia de los diedros sobre los de
truncadura.
En el área valenciana, en Les Mallaetes, es posible rastrear una última fase
entre los nivelesgravetense y solutrenses, y que podría ser considerada como
un Gravetense evolucionado. No obstante, los yacimientos de la zona alrededor
de Parpalló y Mallaetes, muestran una clara
continuidad de los elementos gravetenses con un índice solutrense muy bajo.
La fauna dominante durante el gravetense mediterráneo
estuvo integrada por cabras y toros, seguidos por conejos, caballos y ciervos,
lo que señala un paisaje de tipo mediterráneo con bosque no muy abundante y
grandes herbazales, revelando la presencia de la cabra unas condiciones
climáticas poco húmedas y templadas.
Este estado del
gravetense peninsular señala una diferencia esencial entre el área cantábrica y
la mediterránea, ya que en esta los establecimientos significan verdaderas
ocupaciones de elementos llegados al territorio, mientras que en el área
cantábrica se trata de un proceso de aculturación gravetense en un medio
auriñaciense.