El
Pleistoceno antiguo significa una larga etapa temporal que abarca desde las
primera glaciaciones, hasta los tiempos medios del interglaciar
Günz - Mindel (aprox. 1.300.000 años). Durante ese tiempo se asiste a la
aparición de los dos complejos culturales más antiguos
La cultura de los cantos tallados.
El
Achelense
Lapresencia de los primeros guijarros o cantos tallados intencionalmente, la
llamada 'Pebble - tool culture', en la cual el hombre construye sus
primeros instrumentos, que posiblemente llegó a la P. Ibérica hacia el 900.000
b.p. de acuerdo con los datos de la investigación actual.
El Achelense es la segunda gran etapa cultural, de posible procedencia africana
y caracterizada por los instrumentos de talla bifacial y apuntados, que penetró
en la Península durante los tiempos de la glaciación
de Mindel.
Las distintas etapas o fases del Achelense, se
encuentran casi siempre en las terrazas de los ríos y a distintas alturas, y
también en las antiguas playas levantadas o emergidas, lo que ha hecho posible
que se establezca una secuencia de su desarrollo cultural (antiguo, medio,
superior y final) en razón de su posición dentro de las distintas terrazas.
1. EL ACHELENSE: características, fases
y yacimientos
El Achelense supone una superación de las industrias de los cantos tallados, ya
que aparecen una serie de innovaciones técnicas e instrumentales, como
el percutor blando y el tallado 'levallois'.
El conjunto instrumental achelense está integrado por el bifaz, el hendidor y
la raedera, a los que se une como perduración el canto tallado y
se añade en ocasiones el pico triédrico.
El desarrollo del Achelense transcurre durante el
interglaciar Mindel / Riss, continua durante la glaciación de Riss y el
interglaciar Riss / Würm. Dividiéndose este periodo cultural en cuatro
apartados: inferior, medio, superior y final
Sus yacimientos son más numerosos que los de la cultura de los cantos tallados,
lo que implicauna mayor demografía, posibilitada por las nuevas condiciones de
vida creada por el Homo erectus, del que por el momento no se han
encontrado restos antropológicos. Sin embargo, sus asentamientos aparecen
repartidos por todo el territorio peninsular y se sitúan principalmente en las
terrazas de los ríos y, excepcionalmente, en cuevas, siendo las áreas que
ofrecen un menor número de hallazgos la cantábrica y la mediterránea, como
consecuencia de las características de sus ríos, de cauces encajados, cuyos
depósitos fluviales parecen haber sido destruidos en su mayoría a causa del
carácter torrencial de los mismos.
1.1. ACHELENSE INFERIOR
Son muy escasos sus yacimientos, situados en el valle del Tajo. En
el área de Madrid,
en los areneros del Manzanares, se conocen unos
cuantos depósitos fluviales, en cuyos niveles inferiores se encontraron
instrumentos atribuibles a esta fase.
El yacimiento más importante de esta etapa del
Achelense inferior es el de Pinedo, situado sobre el Tajo, en las cercanías de Toledo. Sus instrumentos
fueron tallados preferentemente en cuarcita (67%) en menor cantidad sobre silex
(30%) y los de cuarzo (3%), agrupándose la industria dentro de cinco tipos:
cantos tallados, bifaces, hendidores, triedros y lascas.
Los cantos tallados presentan un cierto equilibrio
entre los distintos tipos, aunque predominan los unifaciales con filo convexo.
Los bifaces son relativamente escasos en relación con los cantos tallados y
entre sus tipos dominan los amigdaloides y los tipo ficrón, siendo mayor el
número de los de tipo abbevillenses de aristas irregulares y muy sinuosas, que
conservangran parte de la corteza nodular.
Los triedros ofrecen el tipo clásico un tanto
apiramidado, aunque también existen otros más toscos, llamados 'cantos
triédricos'.
Los hendidores en su mayoría están tallados sobre lasca,
siendo muy escasos los retoques laterales.
La raedera es relativamente abundante y con muchas variedades (simples, dobles,
convergentes desviadas, transversales, de cara plana,
de dorso adelgazado y bifaciales), los buriles y los raspadores son atípicos,
la mayoría de los cuchillos son de dorso natural y aparecen escotaduras y
denticulados. Los núcleos son relativamente numerosos,
dominando los obtenidos de cantos rodados.
En conjunto, la industria de Pinedo parece representar varios momentos del
Achelense inferior, relacionados por una parte con el Achelense atlántico -
marroquí y por otra con el yacimiento ligur de Terra - Amata, aunque quizás
sean los elementos atlánticos los dominantes, ya que la expansión del Achelense
peninsular parece proceder del norte de África y haberse extendido remontando
los valles de los ríos atlánticos.
1.2. ACHELENSE MEDIO
De esta fase se conoce un número mayor de yacimientos.
La cuenca del Guadiana contiene
formaciones de origen fluvial dispuestas en terrazas de escasa altura, en las
que se han localizado algunos yacimientos achelenses de tipo medio. La mayoría
de ellas se encuentran en la Comarca del Campo de Calatrava (C. Real).
Cerca de Pozuelos, se ha recogido, en el yacimiento de El Martinete, un pequeño instrumental, entre los que destacan bifaces,
generalmente espesos, de tipo amigdaloide y abbevillense. También
se recogieron unoscuantos triedros muy típicos. en
cuanto a las lascas, sólo tres de ellas son de tipo levalloise, siendo
frecuentes las raederas y menos los cuchillos de dorso, escotaduras,
denticulados y raspadores atípicos, estando presentes todavía los cantos
tallados. La posición cronológica de este yacimiento podría situarse en el
Achelense inferior, pero la presencia, aunque mínima de la talla levalloise, de
un bifaz de cara plana y, sobre todo, la tendencia a la regularidad y simetría
de hendidores y bifaces y al acabado del retoque, inducen a situar a El
Martinete dentro de un Achelense medio inicial.
Dentro de la misma zona, cerca del Cortijo de Albalá, en la
terraza de + 6m. del Guadiana, proporcionó una serie
de instrumental en la que los bifaces y hendidores andan parejos en número, con
algunos triedros y núcleos. Entre los bifaces aparecen tipos planos,
lanceolados, ficrons, amigdaloides, alguno con talón y con tendencia a las
formas espesas. Las lascas, en muy pequeña proporción fueron
obtenidas mediante la talla levalloise.
Semejante al conjunto de El Martinete, el yacimiento de Albalá significa un momento algo avanzado del Achelense medio, no
excesivamente evolucionado, como
señala la escasa presencia de elementos levalloise.
En el valle del Tajo destaca el yacimiento de Arganda
I. Sus materiales líticos se hallaban integrados en un nivel de arcillas, limos
y arenas, que se encontraba en la base de un triple depósito fluvial. Se excavaron dos áreas distintas. La primera proporcionó
varios restos óseos de elefante antiguo, despedazado por el hombre, y unos
escasos restos de industria lítica; mientras queen el superior, además de los
restos industriales se obtuvieron importantes series faunísticas de más de 54
especies.
Los materiales recogidos en el suelo de ocupación superior de Arganda I señalan
una clara tendencia a la talla levalloise y el
conjunto instrumental estaba formado por una cuarta parte de bifaces y, en
menor proporción de hendidores de tipo primitivo. Los cantos
tallados continúan presentes, aunque en escasa proporción. entre las lascas aparecen abundantes raederas, algunos
triédricos, cuchillos de dorso natural, algún denticulado y un buril diedro. La
presencia de la talla levalloise, la escasez de cantos tallados, así como
los tipos primitivos de los hendidores y bifaces, colocan a esta industria dentro
del Achelense medio. La fauna de este nivel estaba integrada por mamíferos de
gran tamaño (elefantes, cérvidos, bóvidos y carnívoros), una variada microfauna
(ratones, ratas, conejos , numerosas aves (perdiz,
palomas, patos..) y algunas especies de peces (anguila, barbo, lucio..). La
semejanza de esta fauna con el complejo faunístico actual de la P. Ibérica,
revela la presencia de unas condiciones climáticas para el Achelense medio muy
semejante a las actuales, quizá con un mayor grado de humedad.
En el mismo valle del Jarama, el yacimiento de Las Acacias, presenta un
instrumental lítico con bifaces, con tipos espesos de tendencia protolimande y amigdaloides . el grupo de los
cantos tallados supera a los bifaces. entre las lascas
dominan las raederas, y entre las convexas aparece el retoque tipo Quina y semi
Quina.
En Cáceres, se encuentra El Sartalejo, donde se recogieronabundantes lascas y
una serie de bifaces que constituyen el instrumento lítico mayoritario,
habiéndolos de cara plana, lanceolados, amigdaloides,
abbevillenses, protolimandes, ovales y de doble filo recto. Los cantos tallados
continúan ocupando un lugar entre el instrumental,
aunque no son abundantes. entre las lascas abundan las
raederas de formas variadas, los cuchillos de dorso y un buril.
Pero sin duda, los yacimientos mas importantes de esta etapa se encuentran
situados en el valle del Jalón, en la cuenca
del Ebro, en
la zona de Torralba- Ambrona (Soria) situados a más de 1.000 m. de altitud, en
terrazas de + 40m.
La mayoría de los instrumentos se tallaron en silex, también se utilizó el
hueso y la madera.
Para el tallado de la piedra no se empleó la técnica levalloise.
Los bifaces son menos de la 4S parte del instrumental obtenido, la
mayoría de filo recto y en gran parte sobre lasca, estando presentes los
lanceolados y los amigdaloides. Los hendidores presentan
formas equilibradas y suponen una cierta evolución respecto de los de Pinedo.
Entre las raederas son abundantes los tipos simples y los
transversales. Escasos son los cuchillos de dorso y
más abundantes los denticulados.
Los instrumentos de hueso presentan tipos apuntados y fragmentos alargados con
filo transversal, inclinado y un tanto cortante. Los
fragmentos de madera
recogidos presentaban en su mayoría huellas de haber sido sometidos a la acción
del fuego, quizás para endurecer su extremidad
y ser usados como
venablos. Las maderas empleadas fueron de abedul y de pino
albar.
Los últimos trabajos han puesto al descubierto la
existenciade áreas de despedazamiento de los animales cazados. Una de ellas proporcionó huesos dispersos de medio elefante; en
otra se recogieron huesos de elefante, caballo y bóvido. En esta áreas de
preparación 'gastronómica' se encontraron bifaces, hendidores,
raederas y raspadores, que inducen a pensar en su uso
para estos menesteres.
De Ambrona sólo conocemos un resumen de sus materiales
con una restringida serie de bifaces, algunos hendidores y núcleos, siendo
importantes las lascas.
La situación cronológica de ambos yacimientos se supone dentro del Achelense medio evolucionado, de acuerdo con las
características de sus bifaces y hendidores y de los instrumentos tallados
sobre lasca no levalloise.
En la región cantábrica se han señalado escasos
yacimientos del Achelense, que no parecen anteriores a la etapa media. en Asturias,
el yacimiento de superficie de Cabo de Peñas. En Santander, los niveles inferiores de la Cueva
del Castillo.
El área atlántico - portuguesa contiene en las cuencas de sus ríos,
especialmente Guadiana y Tajo, numerosos yacimientos achelenses, como en Casal
do Monte, y uno de los mas interesantes sea el del Monte do Fanaco, en la
terraza de + 32 m. sobre el Tajo, que ha proporcionados una interesante
estructura de habitación con restos de posibles hogares con un conjunto
industrial de bifaces, hendidores, cantos tallados, núcleos y numerosas lascas
y que pueden se incluidos dentro del Achelense medio.
1.3. ACHELENSE SUPERIOR
Son bastantes los yacimientos atribuidos a esta etapa.
En la cuenca del Guadiana, entre ésta y los montes de Toledo
y al norte del
Campo de Calatrava, seencuentra un yacimiento de superficie situado en Porzuna,
con importantes series de instrumentos en el que los bifaces abundan en tipo
lanceolados y micoquienses. Los hendidores son más numerosos que los bifaces,
hay algún triedro típico y cantos tallados con núcleos, lascas y esferoides.
Las lascas forman un amplio conjunto en que se destaca
la variedad de las raederas.
A los momentos finales del Achelense superior puede
atribuirse el yacimiento del Chiquero (C. Real), cuya industria contiene
bifaces lanceolados, cordiformes y subtriangulares de pequeño tamaño y
hendidores algo mayores.
En la cuenca del
Guadalquivir se encuentra el yacimiento de la Solana de Zamborino, que ha sido
interpretado como
un cazadero achelense, a causa de una especie de foso o trampa, en la que junto
a restos óseos se encontraron cantos y algún instrumento. Contiene
tres niveles arqueológicos, de los que el central ha proporcionado gran número
de restos faunísticos y de industria. Esta se caracteriza por su talla
no levallois con abundantes raederas, denticulados, puntas de Tayac, cantos uni
y bifaciales, un hendidor y bifaces. La fauna está
representada por caballos, urotoros, ciervos, elefantes, rinocerontes, etc.
En los areneros del Manzanares, dentro de la cuenca del Tajo se encuentra el yacimiento de San Isidro, con bifaces de
buena factura y hendidores.
En el valle del Tormes se encuentra el área de La
Maya. En el del Yeltes, afluente del Tormes, en el
yacimiento de El Basalito se ha recogido una industria en la que los bifaces
destacan por la perfección de su talla.
En el área cantábrica contamos con importantesyacimientos en la playa antigua de Bañugues, en el que hay abundantes bifaces y
hendidores y escasos picos triédricos.
En el valle del Nalón y de sus afluentes son numerosos
los hallazgos de instrumentos, la mayoría sin posición estratigráfica, que han
sido atribuidos a esta etapa final.
La región catalana, en la zona de Montgrí, nuevos trabajos han
recuperado una industria de abundantes cantos tallados unifaciales, dos
bifaces, un protobifaz y lascas con un elevado índice levallois.
Resumiendo, los pueblos del Achelense, teniendo en cuenta su instrumental,
tendrían una economia basada fundamentalmente en la recolección, a la que se
une la caza, practicada mediante trampas, como sugieren los cazaderos de
Torralba y de Solana de Zamborino. La mezcla de huesos de distintos animales en
las zonas gastronómicas de Torralba sugieren que en los mismos cazaderos
existían áreas de protección de los alimentos sobrantes. Los
grupos humanos debieron de estar formados de pocos seres. Estos pequeños grupos pudieron unirse temporalmente en bandas cuyo
objeto seria la caza. Respecto de sus costumbres religiosas sólo se
puede deducir el reciente descubrimiento de restos óseos humanos, de más de dos
individuos, encontrados en la cueva de Atapuerca (Burgos), asociados a
numerosos restos óseos de oso, de unos pocos felinos y de pequeños carnívoros y
de aves, lo que puede implicar la existencia de un ritual funerario, en el que
la rotura y fragmentación de los huesos humanos y su mezcla con los de los
animales era fundamental.
Respecto a la procedencia de la poblaciones del
Achelense peninsular puede suponerse quefueron colonos procedentes del norte de África. A tal supuesto invita que la mayoría de los yacimientos se
encuentran al sur del Duero y también el que al norte de dicho río no se
encuentren yacimientos del Achelense inferior, además de ser poco abundantes en
las áreas vasca y navarra y ausentes en el valle del Ebro y región levantina.
Hasta el Achelense superior no debieron de existir relaciones entre el
Achelense peninsular y el del Mediodía francés, siendo
la región catalana quizás la que establecieron relaciones más tempranamente. La
penetración de los distintos grupos achelenses debió de llevarse a cabo por las
costas atlánticas y remontando los valles de los ríos, ya que es en las playas
fósiles o en las terrazas de los ríos donde se encuentran los yacimientos más
importantes.