Muy buenas tardes
Mi investigación sobre las costumbres gastronómicas:
Cataluña en diferentes épocas.
En la época medieval estaba muy presente en la cocina, las frutas como
la manzana, pera, membrillo, uva, naranja, cidra y limón, melón,
ciruela, cereza, albaricoque, melocotón, fresas y frutas del bosque. Lo
mismo podemos decir de la fruta seca: avellanas, nueces,
almendras, piñones, pistachos, pasas, castañas,
datiles…
La carne para los mas ricos eran las aves (polla, pollo, capón,
pato, oca, pichón, pavo). La de referencia era
el carnero o cordero hecho, ademas del cabrito. La
ternera o ternero era de consumo escaso; en cambio, el cerdo estaba presente
tanto en la cocina popular (tocino) como en la de los ricos
(lechón). Se conocía el arte de hacer
embutidos, jamones –y también quesos–. La caza estaba
representada por el ciervo, el jabalí, la grulla, la codorniz, la paloma
torcaz, la perdiz, el conejo de bosque y la liebre.
Con respecto al pescado y al marisco, la cocina catalana es, seguramente, la
que utiliza un repertorio mas amplio, incluso mas que la actual,
ya que incluye desde la sardina, el boquerón y la caballa, pasando por
el salmonete, hasta el pagel, raya, pez espada, atún, dorada,
dentón, lubina, lisa; sepia, pulpo, calamares; langosta,
cangrejos… También la anguila, el salmón
y la lamprea e incluso la ballena y el delfín (ambosmamíferos).
Se cocinaba con aceite de oliva o manteca de cerdo, y a veces con
mantequilla, queso, con leche de almendras, agraz (zumos agrios de naranja o
uva verde), vino y caldo. Se empleaban profusamente los
picadillos, los agridulces y los sabores ‘fortets’ [intensos] o
sazonados.
La base de la alimentación popular eran los cereales (cebada, trigo,
etc.); los ricos, aparte de estos ingredientes y verduras, frutas, etc.,
comían arroz, fideos, carnes (sobre todo aves de corral) y pescado
fresco o secado (atún, arenques, merluza). El vino era fundamental,
junto a otras bebidas reconfortantes o refrescantes
S XVI AL
SXVIII
El cambio mas revolucionario es propiciado por los nuevos productos de
América, que se iran introduciendo en la alimentación
tomate, pimiento, judías, maíz, cacao, pavo,
vainilla… primeramente se introduce en la clase social alta y mas
tarde, la clase baja. Hay, al mismo tiempo, se produce un
inicio de cambio de gusto (distinción entre dulce y salado). Con todo,
continúa hasta el siglo XVIII el uso del azúcar y las
almendras, de la leche de almendra y de toda clase de especias. Se observa, eso
sí, un nuevo gusto por las bebidas
frías. El renacimiento y la etapa siguiente es también
época de ensaladas y, como
bebida, del
chocolate a la taza. También del arroz y la pasta y
los helados, aconsejados por los médicos.
mediados y finalesdel siglo XVIII– cuando se
empiezan a formar las bases de lo que después entenderemos por cocina
tradicional catalana. se ponen las bases de la cocina
catalana rural, mas refinada y completa que en otros países del viejo continente.
SXIX
Entre la burguesía triunfaba la alta cocina
francesa, mientras que las clases mas humildes se alimentaban, sobre
todo, de pescado salado, legumbre y verdura.
Tanto las clase popular como aristocratica, muestra
una cocina con fuerte presencia de platos dulces y agridulces y un uso
considerable de las hierbas y especias.
El siglo XIX también es el siglo de la
restauración pública. Sera el siglo de oro de los
grandes restaurantes, donde se hara célebre la expresión
‘sopar de duro’, que hace referencia al coste de la comida. En Barcelona y en otras
ciudades importantes de los Países Catalanes se consolidaba la presencia
de restaurantes y fondas. Muchos de
estos establecimientos estaban regentados por extranjeros. Sobre todo
por italianos y franceses que ejercieron su influencia en la gastronomía
del
país. En el siglo XIX, durante la
‘Renaixença’, la alta cocina francesa se convertira
en la cocina de parte de la burguesía catalana.
En el resto del
territorio catalan, las fondas estaban ligadas a los viajeros y al
comercio. Se localizaban estratégicamente en el
territorio, en función de la distancia que se podía recorreren
una jornada a caballo. Los clientes mas comunes
eran viajeros, feriantes y transportistas. Se pusieron
de moda las ‘fondes de sisos’, establecimientos donde por seis
cuartos ofrecían buena comida.
La restauración pública, con la necesidad de servir
simultaneamente a mas de una mesa, hara cambiar la
concepción del trabajo en la cocina basado en un sistema lineal,
mas propio de las casas ricas. El servicio a la carta obligara a
trabajar con mas rapidez y a tener los alimentos medio cocinados para
que entre el momento del
encargo y el del
servicio el tiempo de espera sea mínimo.
Nace la cocina del
encaje, en la que se realizan procesos intermedios antes de confeccionar los
platos para ser servidos. Aparecen, pues, los fondos de
cocina, las salsas base y las guarniciones estandarizadas.
Con respecto a la alimentación de las clases mas humildes,
comían poca carne, principalmente tocino de cerdo. De pescado, bacalao,
arenque y sardina salada; también comían mucha legumbre y
verdura, sobre todo patata y col. La dificultad para poder conservar los
alimentos hacía que la alimentación no fuera muy variada y que
muchos alimentos no pudieran entrar en la dieta
Beber leche era una practica poco habitual, dado que se consideraba un producto de riesgo por su rapido deterioro. La
mejora del
sistema agroalimentario de producción y comercialización
permitiradiversificar la dieta de la mayor parte de la población.
A finales del
siglo XIX, crece el consumo de carne, pescado, huevos y leche.
La literatura gastronómica fue una de las primeras manifestaciones
escritas que contribuyeron a la recuperación de la cultura catalana durante la ‘Renaixença’
SXX
los habitos alimenticios se mantuvo mas o menos hasta la Guerra
Civil, y la larga posguerra y la dictadura posterior prolongaron esta
situación de ricos y pobres en la restauración pública. Las décadas
de los 40 y 50, marcadas por las terribles consecuencias del conflicto,
hicieron de la cocina para la mayoría de la población una
cuestión de supervivencia, racionamiento o un ir tirando con la
excepción ocasional de algún producto especial los domingos o un
dulce los días de fiesta. a partir de los
sesenta se produjo una progresiva entrada en los hogares de
electrodomésticos, primero, y de productos congelados, por ejemplo,
mas tarde, que variaron mucho los habitos de consumo alimenticio.
A partir de entonces tenía sentido planificar lo que se comería
durante la semana (y no había que ir a comprar cada día),y poder cocinar mas en menos tiempo (cosa que
implica rechazar unos platos o recurrir mas a menudo a otros)…
con la democracia, la libertad creativa llegó a los fogones..
Mientras tanto, en las casas mayoritariamente se continúan perdiendo platos de lacocina tradicional y se mantiene, por necesidad
o por placer, la tendencia a comer cada vez mas fuera de casa o
alimentos preparados y a dedicar menos tiempo a la elaboración de platos.
Y sin embargo, la cocina disfruta de una atención y de un prestigio social impensable hace pocas décadas. Los grandes cocineros son hoy personajes públicos de primera
línea y hablar de gastronomía y de vinos se ha convertido en una
auténtica moda. Este fenómeno, aparte de disparar las
vocaciones culinarias, ha generado en primera instancia un
entusiasmo por la alta cocina y por la gastronomía de vanguardia, pero
también ha llevado a una parte de la sociedad a interesarse por la
cocina de las generaciones inmediatamente anteriores. Eso se ha traducido, por un lado, en la voluntad de perpetuar,
reproduciéndolos ni que sea en ocasiones festivas, unos platos heredados
de los padres o de los abuelos, y por otro en una preocupación por los
sabores de antes y de rebote por la calidad de los productos. De esta forma se va extendiendo, aunque continúa siendo muy
minoritario, el cultivo y el consumo de productos ecológicos y la
recuperación de variedades autóctonas que estaban a punto de
desaparecer. Esta tendencia muy reciente coincide con la preocupación de
los grandes restaurantes por el producto y se empieza a hablar de cocina
ecológica o de restaurantes de kilómetro cero, queapuestan por
los productos de su entorno mas inmediato.
SXII A SXV
La cocción de los alimentos se hacía según una serie de
sistemas. La chimenea, con una gran campana, era para cocer la carne y
los pescados grandes al ast o a la parrilla. La chimenea también permite
la cocción lateral, muy lenta, con un puchero
de barro y tostar pan. Había una cremallera de hierro
para los pucheros y algunas frituras. Para cocciones delicadas y
salsas se utilizaba el ‘bresquet’, especie de fogón a la
altura de la cintura. En tercer lugar había el
horno. No sólo servía para la cocción del
pan y las hogazas o cocas, sino también para la confección de
diversos platos: de arroz, de carne, de pescado, empanadas, leche cocida
(especie de crema catalana o flan)… Los recipientes de cocción de
la cocina medieval, que duraron hasta hace poco, se emparentan naturalmente con
las técnicas utilizadas, la mayoría similares a las actuales.
Las técnicas y recipientes usuales eran el hervido.
Se utilizaba la olla o el puchero, de barro o metalico, de cobre, con
las correspondientes tapaderas, la fritura, con sartenes de cobre o hierro de
largo mango.
Guiso, estofado, sofrito, rehogado, destilado: se utilizaba todo tipo de
cazuelas y ollas.
Había todo tipo de brocas, punzones o tenedores de hierro, para
manipular las carnes y trincharlas y para comer en la mesa; cucharas y cucharonesde
madera; barreños y cuencos, para lavar los alimentos, amasar, etc.;
coladores, cedazos y trapos de estameña; espumaderas o escurridoras,
así como cazos agujereados para las olivas, ralladores, molinillos. También maderas para cortar, navajas, cuchillas y cuchillos.
También había ralladores y molinillos.
El mortero, en las casas importantes, estaba incluso montado en un pie, a la altura de la persona, y tenía una gran
importancia.
Los convites reales o de nobles y burgueses comían en el comedor…
La comida seguía un orden jerarquico:
entrantes, primeros (sopas, caldos, cremas, guisados segundos platos (asados,
platos a la parrilla, empanadas) y las postres (postres, cremas,
buñuelos, cocas, o pastelitos rellenos). Los entrantes se comían
en una escudilla o cuenco y los segundos platos en un
plato plano. Todo eso acompañado de servidoras, tazas o copas, salseras,
saleros…
El pueblo comía en la cocina. Los asientos eran
banquetas o taburetes. En las comidas esta
presente la mujer, lo que no sucede en otras culturas.
SXVI AL XVIII
Con respecto al orden de los manjares servidos en la mesa, en general se
servían –como en la edad media– primero las frutas o
ensaladas; después los platos con salsa o cremas, o el puchero,
cazuelas; después los asados, platos a la parrilla, empanadas, hervidos;
y como fin de mesa, la fruta, pasteles, buñuelos y confites.