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Hipertensión - diagnóstico, tratamiento farmacológico



Hipertensión.
La Hipertensión Arterial Sistémica (HAS) es la elevación sostenida de la presión arterial, por alguna causa conocida (secundaria) o desconocida (primaria) igual o mayor a 140 milímetros (mm) de mercurio (Hg) (sistólica) o igual o mayor a 90 mm de Hg (diastólica).
 La presión arterial (PA), es la fuerza (hidrostatica) de la sangre sobre las paredes arteriales, que resulta de la función de bombeo del corazón, volumen sanguíneo, resistencia de las arterias al flujo, y diametro de la arterial.
 Ambos componentes de la presión arterial son:
• La presión sistólica que nos informa de la presión en la salida del corazón y
• La presión diastólica, que nos informa de la presión en los vasos sanguíneos localizados en la periferia corporal.
Es una de las causas mas importantes de problemas de salud en el mundo occidental.
Las urgencias hipertensivas mayores, son los casos que requieren reducción inmediata de la HAS debido a daño en órgano blanco, como corazón, cerebro y riñones.


 Mientras que las urgencias hipertensivas menores, son los casos de descontrol grave de la HAS, sin evidencia de daño en órgano blanco, pero que requieren reducción de la PA. en término de horas. Se considera como tal una presión diagnóstica igual o superior a 110 mm de Hg.
Causas:
En la mayoría de los casos es desconocida.
En, aproximadamente 5 % de los casos, es secundaria a:
1. Insuficiencia renal crónica
2. Enfermedades renales y suprarrenales
3. Desórdenes y tumores endocrinos
4. Arterioesclerosis
5. Enfermedades de las arterias (arteritis)
6. Coartación (colapso) de la aorta
 Factores de Riesgo:Los factores de riesgo asociados con una mayor posibilidad de desarrollar hipertensión incluyen:
Edad superior a 60 años
Obesidad
Tabaquismo
Estrés
Alcoholismo
Exceso de café o bebidas estimulantes (con cafeína)
Dietas grasas o muy saladas
Vida sedentaria
Historia familiar de infarto o hipertensión
Uso de ciertos medicamentos
Píldoras anticonceptivas
Esteroides
Supresores del apetito
Descongestionantes nasales
Niveles altos de colesterol o de lípidos
Manifestaciones clínicas (signos y síntomas):
 La tensión elevada no produce, por sí misma, malestares clínicos. Esta se sospecha habitualmente por sus complicaciones:
Mareos
Dolor de cabeza
Confusión o pérdida de sensibilidad en extremidades, por la afectación cerebral
Tos sanguinolenta o acortamiento de la respiración, por la afectación de los pulmones
Hemorragias nasales
Pérdidas bruscas de visión
Fallo de los riñones, por la afectación de la circulación a los respectivos órganos, etc.


Diagnóstico:
En personas de 18 años o mas, el diagnóstico se establece con una elevación sostenida de la presión arterial sistémica con cifras iguales o mayores de 140/90 mmHg. Se debe tomar la presión de manera sistematiza y con la técnica correta.
Al paciente con hipertensión se debe de identificar la presencia de malestares relacionadas a las causas de hipertensión secundaria
Ademas de la toma de la presión arterial, algunos examenes que se podran realizar en los pacientes con hipertensión incluyen:
Biometría hematica
Creatinina sérica
Glucosa sérica
Electrolitos como potasio (K) y calcio (Ca)
Colesterol total y triglicéridosAcido úrico
Rayos X de tórax
Electrocardiograma
Tratamiento:
En los pacientes diagnosticados con presión elevada se debera fomentar un cambio en el estilo de vida. Es conveniente realizar ejercicio aeróbico de 30 a 60 minutos, al menos de 3 a 5 días a la semana.
Los pacientes bebedores deben recibir consejo para reducir su consumo de alcohol. El objetivo es reducir al menos el 60% de la ingesta inicial habitual.
Se recomienda una dieta rica en frutas y verduras con un alto contenido de potasio, siempre y cuando el paciente no sufra de insuficiencia renal.
También se recomienda disminuir el consumo de café y la suspensión del habito de fumar.
Prevención:
El mejor tratamiento de la hipertensión es una buena prevención que evite su aparición. Para ello es fundamental seguir un estilo de vida cardiosaludable:
No fumes. El tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Ademas, las personas hipertensas fumadoras multiplican el efecto perjudicial del tabaco. Dejar de fumar tiene unos efectos positivos superiores a cualquier medicación para la hipertensión.
Cuidado con el alcohol. El consumo moderado de alcohol (un vaso de vino al día en las comidas) puede ser beneficioso, pero si es excesivo provoca el incremento de la presión arterial y otras alteraciones perjudiciales el corazón y otros órganos.
Controla tu peso. El sobrepeso es una causa de hipertensión. Rebajarlo reduce la presión arterial y disminuye el riesgo cardiovascular y de diabetes.
Ejercítate. La realización de ejercicio físico regular consigue bajar las cifras de presión arterial. Ademas, aumenta la masa muscular y lacapacidad de esfuerzo, ayuda a controlar el peso y logra disminuir el riesgo cardiovascular.
Practica una dieta cardiosaludable. Los hipertensos deben disminuir el consumo de sal y alimentos que la contengan. También es necesario consumir frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pan y otros cereales. Por último, usar aceite de oliva como grasa principal e incrementar la ingesta de aves y pescado en detrimento de las carnes rojas.
Tratamiento farmacológico. Si eres hipertenso no puedes conformarte con las recomendaciones anteriores, ya que es posible que debas seguir un tratamiento farmacológico. Los resultados no siempre reflejan una reducción inmediata de la presión arterial, así que es necesario esperar un poco antes de plantearle al médico un cambio de medicación. Los farmacos antihipertensivos estan agrupados en varios tipos:.
Los pacientes que siguen un tratamiento antihipertensivo deben tener en cuenta estos consejos:
Aunque la presión arterial se haya normalizado no hay que dejar de tomar la medicación nunca.
Cumplir estrictamente el tratamiento e intentar mantener siempre el horario de ingesta de las pastillas.
Consulta al doctor si el tratamiento no obtiene resultados, ya que a veces es necesario asociar varios farmacos para controlar la presión arterial. Revisa también la dieta por si algún alimento (por ejemplo, la sal) esta impidiendo el efecto antihipertensivo de la medicación.
El tratamiento debe compatibilizarse siempre con el estilo de vida cardiosaludable.
Vigila el resto de los factores de riesgo, ya que si no, tus buenas cifras de presión arterial no serviran de mucho. 


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