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Guías de diagnóstico y tratamiento en gastroenterología




Guía de diagnóstico y tratamiento del esófago de Barrett.

Tratamiento médico, quirúrgico y endoscópico

Coordinador general: Luis Uscanga Domínguez
Coordinador: Francisco Huerta-Iga
Participantes: Octavio Alonso Lárraga
Adolfo Montes López

1. Manejo del reflujo en el esófago de Barrett: tratamiento médico o quirúrgico. sCuándo, cómo y resultados?

Los enfermos pueden elegir la opción quirúrgica para controlar los síntomas y disminuir la inflamación, sin dejar de insistir en que la fundoplicatura no cura el esófago de Barrett. Los resultados con el tratamiento quirúrgico han sido variables y se informa un porcentaje nada despreciable (20%) de falla terapéutica.


Nivel de evidencia II, grado de recomendación B.

El principal objetivo del tratamiento farmacológico es el control de los síntomas.1 Estudios realizados in vitro en cultivo de células con metaplasia muestran que, tras normalizar la exposición esofágica al ácido, se reducen la inflamación del tejido y laprogresión a displasia y adenocarcinoma.2 Esta hipótesis aún no se demuestra in vivo. La mejor opción farmacológica son los inhibidores de la bomba de protones (IBP). Algunos estudios sugieren que la utilización de IBP disminuye la proliferación celular mientras que otros estudios retrospectivos demuestran disminución en el desarrollo de displasia.4 En general, se acepta que el empleo de IBP a largo plazo es efectivo en los pacientes con esófago de Barrett.5-9 En los enfermos con Barrett de segmento largo (metaplasia >3 cm de longitud), se ha demostrado reflujo ácido más intenso, tanto diurno como nocturno; éstos requierendosis dobles de IBP.


Algunos pacientes de este subgrupo pueden continuar con síntomas a pesar de dosis altas de IBP


No hay evidencia convincente demostrativa de que la normalización de la exposición esofágica al ácido reduce el riesgo de cáncer en personas con esófago de Barrett, aunque algunas observaciones, como la regresión parcial de la metaplasia por la supresión del reflujo ácido mediante IBP o fundoplicatura, sugerirían un efecto proï¬láctico de los IBP o la cirugía.7-9,13,14
Nivel de evidencia III, grado de recomendación D.

Por otro lado, la incidencia de cáncer en pacientes con esófago de Barrett después de una operación antirreflujo se informa con frecuencia variable.13 -20 Un gran estudio epidemiológico no demostró disminución de la frecuencia de adenocarcinoma esofágico en pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) después de fundoplicatura.21 En otras series, algunos enfermos desarrollaron displasia de alto grado o cáncer invasor cinco años después de la intervención quirúrgica.


La evidencia actual no apoya que la fundoplicatura prevenga el cáncer o condicione la regresión del esófago de Barrett.2,23,24
Nivel de evidencia III, grado de recomendación A.

2. sQué hay de la quimioprevención?
Está demostrado que la ciclooxigenasa 2 (COX-2) se expresa de manera excesiva en el tejido metaplásico.25 La COX-2 se relaciona con la adaptación de la mucosa inflamada o lesionada y su expresión aumenta de manera progresiva a lo largo de la secuencia metaplasia-displasia-cáncer.26-28 Esta expresión está ligeramente elevada en la displasia

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debajo grado, pero se incrementa varias veces en
la de alto grado.26
La mejor evidencia de quimioprevención se tiene con el ácido acetilsalicílico y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que han demostrado una disminución del riesgo de 0.57 (0.47-0.71),
ya sea en forma intermitente (0.82) o frecuente
(0.54).29 Los inhibidores de la COX-2 no selectivos
(ácido acetilsalicílico) se vinculan con disminución de la incidencia de cáncer de esófago,30 incluso cuando se usan de manera infrecuente.
Nivel de evidencia II, grado de recomendación A.

El éxito de la erradicación histológica del esófago
de Barrett a corto plazo es de 55% a 100% con
una recaída de hasta 68% en el seguimiento a largo plazo. Incluso se demuestran glándulas intestinales sepultadas bajo el epitelio escamoso regenerado en 0 a 44% de quienes se suponía haberlas
eliminado.32 Las complicaciones son hemorragia
estenosis y perforación en 10%.
Coagulación multipolar: se basa en la aplicación directa de calor generado por medios eléctricos a través de una sonda diseñada para este
efecto. Se usa sobre todo en esófago de Barrett no
displásico. En combinación con IBP a dosis altas,
se logró la regresión de la metaplasia en 78% de
los casos; sin embargo, esta técnica carece de estudios de seguimiento mayores de seis meses.32 Las
complicaciones descritas son dolor y ï¬
ebre leve autolimitada, estenosis en menos de 1% de los casos,
así como áreas residuales de epitelio de Barrett en
alrededor de 8% de los pacientes.33
Radiofrecuencia: este método utiliza un generador de energía de radiofrecuencia y un balón de forma tubular que facilita la aplicación de la corriente eléctrica y el calor enforma directa en el tejido
metaplásico. En los pacientes con NIE, la ablación
con radiofrecuencia ha demostrado erradicación de
90.5% del tejido en la presentación de grado bajo
y 90.2% en la de grado alto en seguimientos de hasta un año.34,35 Se requieren estudios con más pacientes y seguimientos más prolongados para estimar el
verdadero valor de este método.

3. sCuál es el manejo de
la neoplasia intraepitelial (NIE)?
Depende de la experiencia local, tanto endoscópica como quirúrgica, de la edad del paciente, de
la comorbilidad asociada y de la preferencia del
paciente. En términos generales, se acepta que
la NIE puede tratarse por métodos endoscópicos
o quirúrgicos.
La esofagectomía no siempre es el
único tratamiento para la displasia de grado alto.
En sitios con poca experiencia y recursos tecnológicos limitados, la conducta más apropiada es
la referencia a un centro especializado.
Niveles de evidencia II y III, grado de recomendación B.

4. sQué métodos endoscópicos
se recomiendan en la actualidad?
Indicaciones, técnicas y resultados.

Fototérmico
El tratamiento endoscópico se limita a los casos con
NIE de grado alto y carcinoma incipiente. Se requiere una evaluación cuidadosa a ï¬
n de descartar invasión de la submucosa y los ganglios linfáticos.
Los métodos endoscópicos para la resección
mucosa del esófago pueden agruparse de la siguiente manera

Láser: se han estudiado tres tipos de láser en el
intento de erradicar tejido metaplásico en el esófago: diodo, KTP y NdYAG. La diferencia principal
entre ellos es la penetración y la capacidad para
generar temperaturas que permitan la coagulación
del tejido metaplásico sin ocasionartemperaturas
extremas en la superï¬
cie externa del esófago. De
todos, el KTP parece ser el más seguro; actúa con
una fuerza de 15 a 20 W por segundo en pulsos
de 1 segundo de duración y produce temperaturas
hasta de 65°C en el epitelio y de 21°C en la superï¬
cie externa del esófago.33

Térmicos
Dependen de la aplicación directa de calor al tejido
a través de diferentes métodos.
Plasma de argón: es el método más utilizado
para la ablación de esófago de Barrett no displásico. Consiste en un catéter monopolar de alta frecuencia que utiliza plasma ionizado de gas argón
que, sin entrar en contacto con el epitelio metaplásico, favorece la coagulación de la superï¬
cie del tejido con una profundidad máxima de hasta 3 mm.

Endoscópico
Resección endoscópica de mucosa (REM), también
llamada mucosectomía, implica la extirpación del
tejido metaplásico con o sin inyección de sustancias. Resulta ideal para pacientes con lesiones

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conï¬
nadas a la mucosa o submucosa superï¬cial
que están bien o moderadamente diferenciadas y
sin evidencia de permeación vascular y linfática.36
Debe realizarla un endoscopista experimentado.
Estudios de REM para NIE de grado alto y adenocarcinoma incipiente de bajo riesgo han demostrado una supervivencia a 5 años de 84% a 98%.37
Las complicaciones son hemorragia (7%) y estenosis (0%-30%). La perforación se reporta en entre
1% y 5%. Por desgracia, la enfermedad puede recurrir en los bordes laterales y los márgenes profundos en más de 50% de los casos.39
Nivel de evidencia I, grado de recomendación A.

para instituir el tratamientooportuno antes del
desarrollo de metástasis.46 Puesto que en fecha reciente el análisis histológico de esófagos resecados
por displasia de alto grado mostró cáncer incipiente
sólo en 17% de los casos,47 se cree que las primeras cifras fueron sobrevaloradas. Un meta-análisis
de hallazgos histológicos post-esofagectomía por
displasia de alto grado reveló cáncer invasivo en
apenas 13% de los casos y la mayoría de ellos tenía lesiones visibles.48 De igual manera, estudios recientes identiï¬
caron que el riesgo de metástasis en
casos de cáncer intramucoso es de 4%, en especial
si no hay evidencia macroscópica de lesión en la
mucosa.49
Los resultados de la esofagectomía (toracoabdominal, transhiatal y de Ivor-Lewis) en pacientes
con displasia de alto grado o cáncer in situ son
favorables, con una mortalidad reportada a 30 días
de cero. Un total de 77% de los pacientes estuvo
vivo a 4 años de seguimiento con morbilidad mínima y 5% murió por cáncer. Esto es mucho mejor
que la mortalidad general para cáncer de esófago,
en que la supervivencia a 5 años es de apenas
30%.50 Un reporte reciente encontró una supervivencia a 5 años de 93% en individuos tratados por
displasia de alto grado o cáncer in situ.51
La esofagectomía también puede realizarse mediante laparoscopia o toracoscopia.52 Sin embargo,
en una serie de 206 pacientes se informó una tasa
de complicaciones mayores de 32%, un promedio
de estancia intrahospitalaria de siete días y una
duración promedio del procedimiento de 4 h, datos bastante similares a los reportados para la esofagectomía abierta.53 Los pacientes que requieren
esofagectomía deben referirse a instituciones en las
que se practica un granvolumen de este tipo de procedimientos. Un análisis de la bibliografía sugirió
que son necesarias al menos 20 operaciones al año
para disminuir la mortalidad a 5% o menos.54 No
hay estudios clínicos controlados que comparen el
método laparoscópico y el abierto.
Niveles de evidencia II y III, grado de recomendación B.

Fotodinámico
Aplicación endoscópica de una luz láser asociada
con la administración previa de un fotosensibilizador, el cual se acumula de manera selectiva
en áreas neoplásicas y produce radicales libres
citotóxicos que dañan las células y la microvasculatura al causar necrosis. Los agentes más utilizados son el ácido 5-aminolevulínico y el porfímero de sodio. El resultado es una necrosis hasta
de 3 o 4 cm de profundidad, ligeramente más
profunda que el epitelio escamoso normal (0.5
mm).40 Este agente se relaciona con una alta incidencia de estenosis (30%-40%); 41 la incidencia
de glándulas enterradas después del tratamiento
alcanza hasta 51%.42 Aunque el éxito en la ablación de la displasia de alto grado es de 81%, en
18% esta displasia recurre con el tiempo; 43 es
más efectiva que el omeprazol solo (77% vs. 39%
a 5 años). El desarrollo de cáncer se retrasa de
modo signiï¬
cativo (15% vs. 29% a 5 años).44,45
Nivel de evidencia II, grado de recomendación B.

5. sCuáles son los resultados de la
esofagectomía en la displasia de alto
grado o carcinoma incipiente?
Esta opción terapéutica sólo debe practicarse en
centros de alta especialidad que cumplan con la
recomendación de por lo menos 20 esofagectomías anuales. En México no existen publicaciones al respecto.
La esofagectomía se considera el tratamiento
estándar para la displasiade alto grado en pacientes con esófago de Barrett con base en el hecho de
que los programas de seguimiento no son capaces
de detectar cáncer incipiente hasta en 43% de los
pacientes y es posible que se pierda la oportunidad

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