ANTECEDENTES DE LA MEDICINA EN MEXICO
En 1325 los aztecas fundan su capital Tenochtitlan,
en el lago salado de México en la que
llegarían a vivir 300 000 personas. Esta cultura americana
prehispanica desarrollo ampliamente la medicina. Se
responsabilizaban numerosas divinidades a la salud y la enfermedad de sus
fieles. Así esta Tzapotlatena, la diosa de la
farmacia, que al igual que la diosa de la tierra, Tonatzin, se encarga de las
plantas medicinales. Xipe (o Xipetotec) es el patrono
de los médicos y protege la piel.
Los aztecas poseen numerosas instalaciones para la salud
pública. Hay hospitales para veteranos de
guerra y probablemente también para la población pobre, en la que
trabajan cirujanos. Los que padecen malformaciones son mantenidos con
vida y se les cuida. El rey Moctezuma II (1467-1520) crea un
eficaz sistema preventivo de las epidemias, con cuarentenas y unidades de
aislamiento para los enfermos infecciosos. En los rituales se quema
principalmente resina de pino, que se utiliza también como
protección de ciertas enfermedades infecciosas. Hay
grandes jardines botanicos y zoológicos de los que obtienen los
productos para la fabricación de medicamentos.
Un acueducto suministra agua potable a Tenochtitlan. Las
conducciones se limpian periódicamente y por todos sitios hay letrinas
públicas. La higiene corporal tiene gran importancia para los aztecas.
Los baños de vapor(temascal) y la
utilización de jabón y perfumes son costumbres muy enraizadas.
Los que practican la medicina son el Chaman o hechicero (ticita), que utiliza
sobre todo practicas de magia, y el medico empírico (tepati), que
recurre a medicamentos y que trata a los enfermos en los campos de la
cirugía, medicina interna y psiquiatría.
México como país independiente y preocupado del saber
médico, nace en el siglo XIX, pero esto no quiere decir de manera alguna
que ignoremos la existencia de una cultura indígena milenaria que,
precediendo a la conquista, sirvió para curar enfermedades,
restañar heridas, corregir fracturas y remendar carnes rotas. Sin embargo existen mas datos sobre herbolaria y sus
aplicaciones que sobre procedimientos quirúrgicos. De los
médicos de entonces nos dice Fray Bernardino de
Sahagún:”que suelen curar y remediar enfermedades; el buen medico
es entendido, buen conocedor de las propiedades de las yerbas, piedras,
arboles y raíces; experimentando en las curas, el cual
también tiene por oficio saber concertar los huesos, purgar, sangrar y
sajar y dar puntos, y al fin librar de las puertas de la muerte. El mal
médico es burlador, y por ser inhabil, en lugar de sanar, empeora
a los enfermos con el brebaje que les da, y aun a las veces usa
hechicerías y supersticiones para dar a entender que hace buenas
curas”.
Durante la conquista la evolución de la medicina mexicana sigue
enproceso paralelo al de la ideología cultural que se desarrolla en el
país, y los hombres que habran de practicarla sentiran
sobre sí, en muchos casos de manera inconsciente, el peso de ambas tradiciones
condicionadotas de su conducta. Así nace el primer hospital el de la
Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora, conocido por el vulgo
como
el Hospital del Marquez ya que fue fundado en 1524 por Hernan
Cortés quien en ese entonces tenía el titulo de Marquez
del Valle. Un siglo después, el Hospital
recibió el nombre de Hospital de Jesús Nazareno, nombre con el
cual ha persistido hasta la fecha. En ese Hospital
ejercieron la medicina los primeros Facultativos en la Nueva España:
Pedro López y Diego de Pedraza.
A medida que avanzaba la conquista o que se afianzaba la colonización se
iban levantando hospitales en Veracruz, Puebla, Michoacan, Guanajuato,
Jalisco, Querétaro, Oaxaca y Mérida. La Universidad creada por
cédula real en 1551, aún no enseña medicina. Los
Médicos proceden de las universidades peninsulares; en su mayoría
son médicos y cirujanos judíos que huyen de la persecución
inquisitorial; cambian de domicilio con relativa frecuencia; pasan a Indias, vuelven
a España, se refugian en Portugal. Algunos de los que ejercen en Nueva
España son médicos eminentes, pero ninguno de ellos alcanza la
estatura que en Francia, Bélgica o Alemania tienen Ambrosio Paré,
Andrés Vesalio o Teophrastus VonHohenheim mejor conocido como Paracelso.
Entre los recién llegados destaca Alonso Pérez de Hinojosos,
ciencia medieval florecida en México quien tiene el enorme Mérito
de introducir en la Nueva España el dogma que hasta entonces
había regulado la practica de médicos, cirujanos, algebristas, el
arte de curar, por que lo aprendieron de sus maestros e importado de la otra
orilla. Residió algún tiempo en Puebla de los Angeles, donde hizo su
profesión, estuvo considerado entre los mas notables
profesionales médicos en el México de su época. Formado
según la costumbre, en la proximidad de un
maestro mas viejo y experimentado, muy posiblemente el Dr. Juan de la
Fuente a quien seguramente conoció en España antes de su venida a
México en 1562.
Su mayor interés estriba en haber sido el primero que escribe en
América un libro de cirugía titulado “SUMMA Y RECOPILACION
DE CHIRUGIA CON UN ARTE PARA SANGRAR MUY UTIL Y PROVECHOSA” editado en
México por Antonio Ricarte en 1578. Este libro segundo que sobre tema
médico se imprime en México, el primero fue la “OPERA
MEDICINALIA” escrito por Francisco Bravo contiene todo el saber
quirúrgico de la época en la Nueva España, escrito en
Castellano, para que sea aprovechado por los que no conocen el latín.
Con respecto a la enseñanza de la cirugía, fue un eminente
cirujano español Don Pedro Virgili quien solicito y obtuvo del monarca
español en los años de 1747la erección del primer Colegio
de Cirugía en Cadiz; trece años después en 1760 la
del colegio de Barcelona y en 1768 la de la Real Escuela de Cirugía en
México. Ya desde el año 1576 en el Virreinato se habían
realizado las primeras disecciones anatómicas en el anfiteatro del Hospital Real de Naturales por el Dr. Juan de la Fuente.
Desde ese momento empezó a se obligatoria la
asistencia a ella para los que querían seguir la carrera de
cirugía, no admitiéndose los certificados de los cirujanos al
lado de los cuales se había hasta entonces acostumbrado hacer la
practica.
Desde entonces el plantel llevo el nombre de Escuela Nacional de Cirugía
hasta el memorable año de 1833, en que don Valentina Gómez
Farías vicepresidente del a Republica, Médico, la clausura y
establece en su lugar el establecimiento de Ciencias Médicas por ley del
23 de octubre del mismo año, cuyo primer director fue el Dr. Casimiro
Liceaga y su primer edificio el antiguo conven
to de Betlemitas. A partir de
esta fecha quedan anexas al programa de estudios del establecimiento de
Ciencias Medicas de la Escuela de Cirugía, quedando unidas por primera
vez en México las catedras de Medicina y cirugía, cuya
separación había contribuido tanto a detener sus progresos. En el
año de 1842 por decreto del
12 de enero siendo gobernador del
D.F. el Gral. Luis J. Vieyra, cambiandose el nombre de
Ciencias Medicas por el de Escuela de Medicina.