ACV
hemorrágicos
Algunas de las características que lo diferencian de los isquémicos son: - En
general, los signos y síntomas no se limitan a un
único territorio vascular. - Suelen evolucionar en el transcurso de varios
minutos (no instauración súbita). - Se acompañan de cefalea, náuseas y vómitos.
- Prueba diagnóstica de elección: TAC.
Hemorragia intraparenquimatosa
La hemorragia intraparenquimatosa es el tipo más frecuente de hemorragia
intracraneal no traumática. La causa más frecuente es la hipertensión,
aunque en las hemorragias lobares son más frecuentes la rotura de pequeñas
malformaciones, la angiopatía amiloide y los tumores. Hemorragia
intracerebral hipertensiva (la más frecuente). Etiología Rotura de
microaneurismas de Charcot-Bouchard localizados en las pequeñas arterias
penetrantes, es decir, los vasos afectados con lipohialinosis segmentaria como
consecuencia de la HTA (son los mismos que en los ictus lacunares isquémicos).
Localización
LOCALIZACIÓN CLÍNICA (LOS SIGNOS OCULARES SON IMPORTANTES PARA LA LOCALIZACIÓN)
- Hemiparesia y hemihipoestesia contralaterales - Desviación conjugada de los
ojos allado lesión (pupilas normales, a no ser que sea masiva: compresión ipsilateral
del III par) - Disminución nivel de conciencia -
Síndrome talámico + hemiplejía contralaterales - Desviación ojos: hacia abajo y
hacia adentro (a la punta de la nariz). Pupilas de tamaño medio - Disminución
del nivel de conciencia - Coma con cuadriplejía y déficit sensitivo bilateral
(ver Coma y Muerte Encefálica) - Pupilas mióticas reactivas, los ojos se alejan
de la lesión - Cefalea occipital, inestabilidad, vértigo, vómitos (de manera
brusca). Ataxia de los miembros ipsilaterales.
Nistagmo… - Al principio conciencia preservada pero en su evolución se
deteriora llegando hasta el coma
Malformación arteriovenosa Hay que sospecharla en pacientes jóvenes no
hipertensos. Se incluye dentro de este grupo a
cavernomas, teleangiectasias capilares y angiomas venosos. Estos últimos se
asocian frecuentemente a cavernomas pero, a diferencia de estos, suelen ser
asintomáticos y conllevan un riesgo muy bajo de
sangrado (MIR 08, 64). Clínica Se manifiestan con cefalea, crisis epilépticas y
hemorragias (por rotura), generalmente
intraparenquimatosas. Diagnóstico Angiografía (de elección). Tratamiento
Cirugía (escisión), terapia endovascular (obliteración por embolización),
radioterapia (obliteración por trombosis).
Angiopatía amiloide Causa más frecuente de hemorragia
intracerebral espontánea y no hipertensiva en el anciano y suele ser de
localización lobar subcortical (MIR 04, 241). Clínica
Hematomas espontáneos recurrentes ± enfermedad de Alzheimer. Diagnóstico
de certeza Necropsia (material rojo congo
positivo en arterias cerebrales) Otras causas de hemorragia intracraneal
-Traumatismo craneoencefálico (TCE). - Terapia anticoagulante y trombolíticos.
- Trastornos hematológicos. - Tumores: los tumores metastásicos que con mayor
frecuencia sangran son: melanoma, coriocarcinoma, cáncer de pulmón, carcinoma de células renales y de tiroides. De los
primarios: glioblastoma multiforme en adultos y meduloblastoma en niños. -
Drogas simpaticomiméticas (cocaína, anfetaminas…). - Transformación hemorrágica
de un infarto.
Pruebas complementarias - La TAC detecta de modo inmediato todas las
hemorragias de >1 cm (la sangre es hiperdensa, rodeada de zona hipodensa:
edema). - La RM no es necesaria en la mayoría de los casos. Sirve de modo
diferido para detectar lesiones subyacentes que hubieran sangrado (tumor,
malformación arteriovenosa). Tratamiento - Preventivo: de la HTA. - En la
fase aguda: mortalidad del 75%. • La evacuación
quirúrgica del
hematoma sólo está indicada en los hematomas cerebelosos con signos de
compresión de tronco y en hematomas de tamaño medio de curso progresivo,
localización accesible y paciente no comatoso. • Si hay signos de hipertensión
endocraneal se utilizan medidas antiedema, como el manitol. •
No son útiles los corticoides en el edema asociado a la enfermedad
cerebrovascular, tanto isquémica como hemorrágica.
Hemorragia subaracnoidea (HSA
Presencia de sangre en el espacio subaracnoideo Etiología - Causa más frecuente
de HSA: traumatismos. - Causa más frecuente de HSA espontánea: rotura de
aneurismas saculares (MIR 99F, 80). - Otras causas: • Rotura de una MAV o por
extensión subaracnoidea de una hemorragia intraparenquimatosa. • Aneurismas
micóticos: émbolos sépticos secundarios a endocarditis
(MIR). Generalmente en la arteria cerebral media.
•Aneurismas fusiformes: a nivel de la arteria basilar, especialmente. Clínica:
por compresión. Raramente se rompen. Patogenia -
Existe una correlación positiva de sufrir una HSA con: HTA, tabaquismo y
consumo excesivo de alcohol.
- Incrementan el riesgo de padecer aneurismas cerebrales: Poliquistosis renal
(autosómica dominante), displasia fibromuscular y coartación de aorta. - En el
20% existen aneurismas múltiples. Localización de aneurismas Bifurcación de
grandes arterias del
polígono de Willis, por orden de frecuencia: 1. Unión de comunicante anterior
con la arteria cerebral anterior (MIR). 2. Unión de comunicante posterior con
carótida interna. 3. Bifurcación de la arteria cerebral media. 4. Porción más
distal de la arteria basilar (top de la basilar).
aneurisma (MIR 00F, 70). Si es negativa (15-20%) (MIR 99F, 81) hay que repetir la angiografía en 2-3 semanas.
- El ecodoppler transcraneal es muy útil para diagnosticar el vasoespasmo.
Complicaciones (MIR 97, 72) - SIADH. - Trastornos del ritmo cardíaco. -
Hidrocefalia: en las primeras 24 horas, por bloqueo del drenaje de LCR
por la sangre. También puede ocurrir al cabo de varias semanas, por
organización de la sangre y bloqueo del drenaje (hidrocefalia
comunicante (MIR 01F, 71)). - Resangrado: principal causa de muerte. Riesgo máximo en primeras 24-48 horas y luego a la semana.
La mortalidad es alta (60%). Para
evitarlo: embolización o cirugía precoz. - Vasoespasmo con riesgo de infartos
cerebrales: principal causa de morbilidad (secuelas). Entre
el 4 y 14 días. Se intenta evitar con nimodipino y la terapia “triple H”
(hemodilución-hipervolemia-hipertensión). Pronóstico La mortalidad de la HSA
sigue siendo muy alta a pesar de losprogresos en la
técnica quirúrgica (global: 40-50% con un 10% el primer día y hasta un 40% el
primer mes (MIR)). De los pacientes que sobreviven, más de la
mitad presentan déficits neurológicos por la hemorragia o sus complicaciones.
Los factores predictivos de mal pronóstico son: mal estado neurológico al
ingreso (valorado por la escala de Hunt y Hess), resangrado, cantidad de sangre
en TAC y localización del aneurisma en la arteria
cerebral media. Tratamiento - Del aneurisma:
cirugía tan precoz como
sea posible para evitar el resangrado. Recientemente: embolización con “coils”
por terapia endovascular. • De urgencia en pacientes alerta y sin focalidad
neurológica (la cirugía precoz elimina el riesgo de resangrado) (MIR). •
Diferido (1 o 2
semanas) en pacientes en coma o con focalidad o vasoespasmo
asociado. - Analgesia. - Evitar el vasoespasmo: calcioantagonistas (nimodipino)
(MIR 99F, 81), aumento de la perfusión cerebral mediante el aumento de la
tensión arterial (suero fisiológico, expansores del plasma, triple
H). Una vez que el vasoespasmo se ha producido se puede intentar la dilatación
con angioplastia.
Clínica
- A veces antes de romperse los aneurismas dan clínica por compresión de
estructuras vecinas (síntomas premonitorios): • Cefalea centinela con la
expansión del
aneurisma. • Parálisis progresiva del III par:
aneurisma de comunicante posterior (MIR 99, 61) o VI par: aneurisma de la
carótida interna. • Defectos campo visual: aneurisma de la carótida interna. -
Tras la ruptura se produce la tríada (MIR): • Cefalea súbita intensísima
generalmente tras esfuerzo (“el peor dolor de cabeza de mi vida”). • Rigidez de
nuca. • Náuseas /vómitos. - Otras manifestaciones: • Hasta en el 50% pérdida
transitoria de la conciencia. • Déficits neurológicos focales (porque a veces
parte del
sangrado es intraparenquimatoso). • Fondo de ojo: hemorragias subhialoideas y
edema de papila. • Alteraciones en el ECG. Pruebas diagnósticas - TAC (de elección
y la primera prueba a realizar): vemos inmediatamente casi todas las HSA (hasta
en un 95%). - Si la sospecha clínica es alta y la TAC es normal debe hacerse una punción lumbar que
demuestre la presencia de sangre en el LCR (MIR 97, 74): más sensible pero de
segunda elección. Hay que hacer diagnóstico diferencial con una punción
traumática: “prueba de los tres tubos” (en la HSA no se aclara el tercer tubo)
y aparece líquido xantocrómico. En ocasiones es necesario que
transcurran unas horas para que el líquido cefalorraquídeo sea xantocrómico.