MOVIMIENTOS
E INSTITUCIONES EDUCATIVAS EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX
1.- Contexto histórico del siglo XIX español.- Fue un siglo convulso: Guerra de
la Independencia, tres guerras civiles, cinco Constituciones, absolutismo/
liberalismo, el sexenio revolucionario,… Pese a todo, se produce una progresiva
transformación del
país y desde el punto de vista cultural e ideológico aparecen aportaciones en
los debates en torno a la enseñanza. 2.- La educación durante el liberalismo
español. Se produce un enfrentamiento entre los partidarios de una orientación
tradicional y los partidarios de impulsar las lenguas vernáculas, la ciencia y
la renovación de los métodos de enseñanza. Sobresalen tres autores: Manuel José
Quintana, liberal, que está convencido de los beneficios que deparará la
libredifusión del saber; Antonio Gil de
Zárate, defensor del
derecho del Estado a intervenir en la enseñanza y Pablo Montesino, importante
pedagogo. 2.1 Las ideas pedagógicas: Se produce una confrontación entre dos
grandes corrientes
pedagógicas: a) la de inspiración católica y b) la vinculada con la Institución
Libre de Enseñanza. Sobresalen: en 1) el padre Andrés Manjón (Escuelas del Ave
María); en 2) Francisco Giner de los Ríos (fundador de la Institución Libre de
Enseñanza) y 3) Mariano Carderera, precursor de la moderna pedagogía científica
española. 2.2 Política pedagógica 1814: Cortes de Cádiz. Título IX de la
Constitución y el Informe Quintana 1820: Trienio constitucional: Reglamento de
Instrucción Publica
1823-1833: Década ominosa. Fernando VII Plan para las Universidades del Reino
Reglamento para las escuelas 1833: Isabel II. Ley de Instrucción Primaria
(1838): Plan Pidal (1845) y Ley Moyano (1857) 1865: Primera cuestión
universitaria 1868: Sexenio revolucionario: derogación de la Ley Moyano y
libertad absoluta de enseñanza 1874: Segunda cuestión universitaria, de nuevo
la Ley Moyano, creación de la ILE SITUACIÓN GENERAL DE LOS TRES TRAMOS
EDUCATIVOS 1.- La primera enseñanza Se trató de extender la enseñanza elemental
a toda la población. Dificultades: falta de recursos económicos, la
desamortización, … Una lectura de las tasas de alfabetización ofrece finalmente
un panorama poco halagüeño. 2.- La segunda enseñanza Fue el mayor desafío que
tuvieron que afrontar los liberales. Problemas: a) alrededor de 1833 la
situación de la red eracatastrófica; b) no estaba definido el modelo de
enseñanza media que se deseaba implantar, si bien acabó adoptando un carácter
selectivo y elitista; tampoco quedó definida la selección de las materias que
debían integrar el currículo (letras o ciencias) hasta el plan de 1868. 3.- La
enseñanza superior Se pretendió conseguir tres grandes objetivos: a) reordenar
la red de universidades (Plan Caballero; el Plan Pidal (1845) reduce a 10 el
número de universidades; poco a poco se crean otras); b) reestructurar las
enseñanzas (acabar con el predominio de las disciplinas y carreras humanísticas
creando nuevas Facultades (Farmacia, Ciencias,…) y c) la instauración del
monopolio estatal, pues el gobierno central se reservaba la financiación de la
enseñanza superior. Este tema se abre planteando algunas de las coordenadas
históricas fundamentales, tanto en el ámbito político y socio-económico, como en el cultural. Una
vez establecido su contexto natural, se analizan las tres principales facetas del problema: las doctrinas del primigenio liberalismo, los pensadores
pedagógicos más relevantes y la evolución de la política y la legislación
educativas; finalmente, se aborda la situación de la enseñanza en sus diversos
niveles: primario, secundario y superior. En el primero de los aspectos se hace
hincapié en la inestabilidad política de la centuria. Un siglo que comienza con
un durísimo conflicto bélico –la Guerra de la Independencia (1808-1814)– y se
cierra con el desastre militar y colonial de 1898. En ese periodo el país sufre
las guerras civiles del carlismoa las que hay que añadir infinidad de
pronunciamientos, sublevaciones y las diversas campañas militares de carácter
colonial
Todo ello generó una época de polémica y de confrontación que se tradujo en dos
corrientes que se disputaron la influencia cultural y social: los
conservadores, partidarios del retorno a la tradición del Antiguo Régimen o de
la conservación de una parte importante de ella, en particular la vinculada al
catolicismo; y los liberales, defensores del nuevo orden político y del
proyecto cultural de la modernidad. En el marco de estas polémicas surgieron corrientes y tendencias pedagógicas que se corresponden
con las dos mitades del
siglo. En la primera mitad cabe decir que su carácter polémico y conflictivo
explica en gran medida que exista un debate pedagógico más bien escaso y poco
reflexivo. Los pensadores de esta época no se distinguieron por su originalidad
y que muchos de ellos fueron sobre todo ideólogos políticos, tal es el caso de
Manual José Quintana– y muy en especial– el de Antonio Gil de Zárate. Junto a
ellos se situó un autor de talante más bien “intelectual” que habría de marcar
buena parte de las doctrinas pedagógicas de la época: Pablo Montesino. En la
segunda mitad de siglo, especialmente en su último tercio, el pensamiento
pedagógico experimentó en España un notable florecimiento. Ello se debió en
parte a la relativa estabilidad del régimen
político y del
propio Estado, que ya no tenía que pugnar por el control de la enseñanza y
podía consagrarse a promover su mejora. Sin embargo, la razón fundamental
dedicho fenómeno fue la intensa polémica que sobre el futuro del
país se desencadenó a partir de 1868, cuando los miembros del llamado krausismo, los hombres de la
Institución Libre de Enseñanza y los “regeneracionistas” hicieron de la
educación una pieza de clave de sus proyectos. Finalmente, la penetración en
España del movimiento de la Escuela Nueva, animó aún más el debate pedagógico
en los últimos años de la centuria. La última parte del tema aborda los niveles de enseñanza. Se
hace hincapié en cómo los artífices de la educación tuvieron que enfrentarse a
un sistema escolar muy deficiente, no sólo en lo relativo al número de centros
docentes, sino también en lo referido a su adecuación. La red de escuelas de
primeras letras, tradicionalmente encargadas de proporcionar la enseñanza
básica, era claramente insuficiente –sobre todo en las regiones del sur– para acoger a
toda la población que se deseaba escolarizar. La red escolar era tal vez mejor
en el ámbito de la enseñanza secundaria. En este caso, el problema radicaba más
bien en que las instituciones escolares existentes –los colegios de gramática–
proporcionaban una formación inadecuada. Se imponía, por tanto, idear un nuevo
modelo de enseñanza media. En lo que respecta a la Universidad, tanto su
estructura como
sus enseñanzas estaban obsoletas, aunque el número de centros se ajustaba a la
demanda.