Si
examinamos la evolución de la población mundial en el muy largo plazo, puede
apreciarse en torno a 1800 un cambio de tendencia en el largo movimiento de
lento y accidentando ascenso en el número de hombres (y mujeres): el
crecimiento demográfico se acelera y sobre todo se torna sostenido. En adelante
no volverán a producirse desplomes brutales de la población, como
el del siglo
XIV. Al menos, no hasta ahora. Si desglosamos las cifras por continentes, se
observa que ese movimiento arranca de Gran Bretaña, y se irá difundiendo por el
continente a lo largo del siglo XIX, y después
a otras zonas del mundo, especialmente a
partir de mediados del
siglo XX. Si añadimos otro indicador del peso
de la humanidad en el planeta, como
son las series de emisiones de CO2 y otros gases a la atmósfera, encontramos el
mismo salto, en torno a las mismas fechas. Otros indicadores -volumen de
producción de acero, cemento o cereales, consumo de energía- vendrían a
decirnos lo mismo.
Como ya vimos,
el primer gran salto económico de la humanidad fue la revolución agraria del
Neolítico, hacia el 10000 adE. Las consecuencias del segundo gran salto -la
Revolución Industrial, en torno a 1760-1830 dE- fueron mucho mayores en sus
dimensiones y en la aceleración que introdujeron en el crecimiento económico.
Pero además transformaron para siempre la estructura de la economía. En apenas
doscientos años se multiplicó la capacidad de producción -y también de
destrucción- de las sociedades humanas, el número de hombres y mujeres, el
mundo 'encogió” graciasal avance de los transportes y comunicaciones; con
la ciencia y la técnica al servicio de la producción, pudo costearse el lujo de
humanidad más numerosa, más longeva, más próspera, mejor alimentada y educada
y, muy a menudo, más libre políticamente. Claro que también creó un mundo más
desigual, más rapaz con los recursos naturales, más interdependiente y más
frágil.
Una definición clásica de Revolución Industrial
'En el siglo XVIII, una serie de invenciones transformaron la industria
algodonera británica y alumbraron un nuevo modo de producción, el sistema
fabril. Al propio tiempo, otros sectores industriales registraban progresos
similares y a menudo relacionados. Este proceso conjunto, que se alimentaba
mutuamente, generó nuevas ganancias en un terreno cada vez más amplio. La
abundancia y variedad de estas innovaciones hacen interminable su enumeración,
pero se acomodan a tres principios:
1) la sustitución de la pericia y el esfuerzo humanos por las máquinas
-rápidas, regulares, precisas, incansables;
2) la sustitución de fuentes animadas por fuentes inanimadas de energía, y en
particular, la invención de motores capaces de transformar el calor en trabajo,
propiciando así un suministro prácticamente ilimitado de energía; y
3) el uso de materias primas nuevas y mucho más abundantes, y en concreto la
sustitución de las sustancias vegetales o animales por minerales y, a la larga,
por materiales artificiales.
Estas sustituciones crearon la Revolución Industrial. Generaron un rápido
aumento de la productividad y, simultáneamente, de la renta per cápita. Este
crecimiento,además, se autoalimentaba. En épocas pretéritas, la mejora de la
calidad de vida siempre había provocado un aumento de la población que, con el
tiempo, neutralizaba las posibles ganancias. Ahora, por vez primera en la
historia, la economía y el saber crecían a un ritmo suficiente para generar una
corriente continua de progresos. Se olvidaron los controles positivos
maltusianos del crecimiento demográfico e ignoraron las predicciones de
estancamiento de la ‘ciencia lúgubre’; se abría una nueva era, llena de
promesas y expectativas. La Revolución Industrial trastocó también el
equilibrio del
poder político; en el interior de las naciones, entre ellas y entre
civilizaciones; revolucionó el orden social y transformó en la misma medida las
formas de pensar y obrar.”
Es precisamente la dimensión de las transformaciones la que justifica el
término de 'revolución” aplicado a este proceso; el adjetivo
'industrial” procede del papel que las manufacturas, y especialmente un
nuevo estilo de industrias mecanizadas, organizadas en fábricas y que recurrían
a la energía fósil del carbón mineral, desempeñarán en el proceso. A muchos
historiadores no les agrada el término Revolución Industrial, básicamente por
dos razones:
a– los cambios arrancan en varios sectores y afectan al conjunto de la
economía, y no exclusivamente a la industria.
a– el término revolución sugiere un cambio brusco, súbito, que casa mal con
un proceso prolongado, que arranca en el siglo XVIII y concluye en el XIX, pero
con antecedentes a veces muy lejanos y consecuencias de muy largo alcance.
De hecho, son precisamente laprofundidad y alcance de los cambios económicos, y
su influencia, realmente revolucionaria, sobre la economía mundial los que
justifican el empleo del
término Revolución Industrial; que por otra parte está tan arraigado que no
tiene mucho sentido buscar otro. Con todo, conviene precisar la definición
estableciendo el qué, dónde, cuándo y cómo.
[Qué: una definición] El proceso de transformaciones económicas pioneras que
tuvo lugar en algunas regiones de Gran Bretaña y del continente europeo entre
mediados del siglo XVIII y mediados del XIX, ligadas a la introducción de
nuevas técnicas y formas de organización en la manufactura, especialmente
basadas en el empleo masivo de carbón mineral como fuente de energía, que
tendrán como resultado cambios profundos de la estructura económica y la
organización social y política.
Conviene distinguir entre Revolución Industrial e industrialización. Con ésta
nos referimos los procesos de difusión de estas innovaciones a otras regiones o
países, a través de la imitación o la importación directa de las técnicas y
formas de organización, que produzcan cambios estructurales del mismo tipo que en Gran Bretaña. En este
sentido, podríamos hablar de industrialización en España en el siglo XIX,
aunque no de Revolución Industrial.
[Dónde: spaíses o regiones?] Algunas regiones de Gran Bretaña y del continente europeo:
aunque es habitual que los estudios de industrialización se realicen a escala
nacional (la única para la que solemos tener información estadística), lo
cierto es que el proceso tuvo lugar a una escala más pequeña, regional, y que
perdemosdetalles importantes si lo olvidamos. En el caso de España, la
perspectiva nacional -con una industrialización tardía y accidentada- hace que
perdamos de vista que en el caso de Cataluña, y en particular en el área de
Barcelona, se produjo una industrialización temprana, basada en la mecanización
del textil del algodón por empresarios autóctonos con resultados equiparables a
las regiones británicas pioneras.
Son varios los factores que justifican la perspectiva regional (en sentido
económico) de la Revolución Industrial y la posterior industrialización. En
primer lugar la existencia de tradiciones técnicas (con intercambio de ideas y
personas) propias de cada región. También una demanda de manufacturas
diferenciada regionalmente. Así como
instituciones económicas propias (desde sistemas de herencia a normas sobre
pago de salarios), las peculiaridades de los mercados de capitales, la
fiscalidad, etc.
[Cuándo: cronología] Entre mediados del
siglo XVIII y mediados del XIX: la cuestión de la cronología de la Revolución
Industrial es debatida, y en parte depende de qué factor consideremos más
importante.
o el cambio tecnológico: entonces arranca más bien de 1780, ya que es a partir
de entonces cuando se producen las innovaciones fundamentales en la hilatura del algodón, la máquina
de vapor y la siderurgia.
o el crecimiento económico (PIB per cápita), en realidad éste es muy lento en
el siglo XVIII (probablemente inferior al de Francia), y sólo se consolida
después de 1850 (ver tabla 6.2).
o el cambio estructural: no hay criterio fijo; si la Revolución Industrial
comienza cuando éste sesitúa por debajo del
50%, habría que ir mucho más atrás. Pero si consideramos que comienza cuando el
crecimiento de empleo industrial se sitúa por encima del 30% de la población activa, sólo se
produce tras las guerras napoleónicas (1815).
En todo caso, convencionalmente se acepta el período 1760-1830 como aquel en el que
comenzó la Revolución Industrial; aunque también se señala que hubo una serie
de transformaciones anteriores en el marco económico (especialmente en la
agricultura) e institucional que arrancan de hasta dos o tres siglos antes.
[Cómo: las transformaciones de la Revolución Industrial]
a– Transformaciones económicas:_una amplia gama de cambios que afectan al
conjunto de la economía, y cuyo resultado será una transformación profunda de
la estructura económica. En este sentido, suele decirse que, en realidad, la
Revolución Industrial comenzó en la agricultura, pues sólo fue posible gracias
a aumentos sustanciales de productividad agraria. Pero también se producen
cambios demográficos, que afectarán a la oferta de fuerza de trabajo y a la
demanda de bienes, transformaciones en el comercio y los transportes, en el
sector financiero. El resultado final sería la pérdida de peso del sector primario a favor del secundario y terciario, que suele
equipararse al desarrollo económico.
a– Cambios en la organización social y política: Históricamente la
Revolución Industrial va unida al triunfo del capitalismo. Asimismo, la Revolución
Industrial aparece vinculada a las formas del Estado liberal (constitucional y
parlamentario). Aunque el capitalismo acabaría imponiéndose en elmundo entre
los siglos XIX y XX, existieron procesos de industrialización en sociedades no
capitalistas (como
la Unión Soviética desde la década de 1920) y otros que no fueron acompañados
de transformaciones políticas de tipo liberal o democrático.
a– Nuevas técnicas y formas de organización en la manufactura:
Tradicionalmente se ha venido explicando la Revolución Industrial como un fenómeno desencadenado por diversas innovaciones
tecnológicas (hiladoras y telares mecánicos, bombas y finalmente máquinas de
vapor, técnicas de purificación del
carbón y el hierro), en varios sectores clave (textil algodonero, siderurgia,
minería y finalmente ferrocarril). Estos cambios van a incrementar enormemente
la productividad industrial, pero para su aplicación exigirán cambios en la
organización del
trabajo: la fábrica centralizada en torno a las máquinas y sus motores
(hidráulicos o de vapor), dirigida por un empresario- patrón que emplea a un
número creciente de obreros cada vez menos cualificados.
a– Especialmente basadas en el empleo de carbón mineral: En nuestras
definiciones de Revolución Industrial e industrialización se hacía mucho
hincapié en el papel de las fuentes de energía fósil: primero el carbón mineral
y posteriormente, a partir de finales del
siglo XIX, del
petróleo. Según se expuso en el tema Uno, será el empleo de los combustibles
fósiles y el desarrollo de máquinas adecuadas (convertidores) que lo
transforman en trabajo (la máquina de vapor, la turbina, el motor de explosión
y después los motores eléctricos) Jo que marque la diferencia entre las
sociedades agrarias-orgánicasy las industriales-inorgánicas, donde la energía
disponible es mucho mayor.