1 El Milagro Mexicano (1940-1950)
Durante la década de 1940 México experimentó un
crecimiento económico considerable, el cual se vio reflejado un
mejoramiento de la calidad de vida de la mayoría de los habitantes del
país. Sin embargo la estabilidad se vio trastocada con la crisis de
1976, el desempleo, el encarecimiento de los productos de la canasta
basica, los bajos salarios, etc., provocaron que muchas personas se
dedicaran a otras actividades para cubrir sus necesidades, así pues, se
observa que el comercio informal, jornadas dobles de trabajo y actividades
delictivas, se vuelven una opción para remediar la difícil
situación económica. La etapa denominada como el milagro mexicano
o de desarrollo estabilizador, comenzó desde la década de los
40´s hasta la década de los 70´s, cuando el modelo
económico de sustitución de importaciones, no se adecuaba a las
nuevas necesidades del país.
Es con el presidente Manuel Avila Camacho (1940-1946), que México
centra su interés en el desarrollo de la industria, la cual en esos
años se encontraba enfocada a la producción de textiles,
alimentos procesados y materiales para la construcción. La
atención que recibió la industria, propició que el campo
mexicano dejara de percibir los apoyos presupuestales que había recibido
en la primera mitad del siglo XX. En 1958, el sector
agrícola creció a un sorprendente 7.6%,
una tasa de crecimiento que reflejaba inversión previa por parte del sector
público y un uso mas extendido de la tierra que resultó de
la reforma agraria de la segunda mitad de 1930. Sin embargo, para finales de
1950 la tasa de producción agrícola comenzó a
disminuirdebido a que la inversión en este sector se redujo.
Esta situación del
gobierno federal propició que los campesinos emigraran a los centros
urbanos, generandose una elevación en el número de
subempleados así como
de desempleados. Cabe señalar que 'entre 1965 y 1970 el sector
industrial remplazó al agrícola para convertirse en el principal
receptor de fondos estatales, recibía el 40% de la inversión
pública'. En este periodo México comenzó a recurrir a
los créditos externos para financiar los proyectos estatales, en 1960 se
tomó la decisión de liquidar la deuda exterior antigua de 452
millones de pesos, lo cual generó confianza en los mercados
internacionales de capitales. Sin embargo, el país experimentaba
estabilidad política pues sus relaciones con los distintos sectores
sociales estaban en su mejor momento. En el caso de los sindicatos el gobierno
pudo mantenerlos en calma gracias a los pactos entablados con los
líderes: aumento en los salarios, estabilidad laboral, servicios
sociales, etc., a cambio la clase trabajadora manifestaba su lealtad al
gobierno y al PRI. Entre los múltiples beneficios que obtuvieron los
trabajadores estuvo el Instituto Mexicano del Seguro
Social construido durante el periodo de Avila Camacho, ademas del reparto de
utilidades. Otro beneficio que tuvieron los trabajadores fue
la Ley Federal del Trabajo promulgada en mayo de 1940.
Crecimiento hacia afuera
La segunda guerra mundial dio un gran estímulo
al crecimiento de la economía mexicana. De 1940 a 1956 se da en
México un período de crecimiento hacia
afuera, basado en el dinamismo del
sector primario. Esta política puede definirse comocrecimiento sin
desarrollo, ya que el número de industrias del país
aumentó, pero sin la base sólida que es la libre competencia, que
le permitiera desarrollarse económicamente. Durante el mandato de
Avila Camacho (1940-1946) se observó una notable estabilidad
política y un crecimiento económico.
Entre 1940 y 1945, el PIB creció a un ritmo de
7.3 por ciento, índice nunca antes alcanzado en la etapa
postrevolucionaria.
Los regímenes presidenciales de Manuel Avila Camacho y Miguel
Aleman Valdés proporcionaron los medios para alentar el
crecimiento económico, la consolidación del mercado interno
y la inserción de México en la economía mundial. La
actividad industrial registró un vigoroso
crecimiento. La tasa de crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto)
alcanzó entre 1947 y 1952 un promedio anual del 5.7%, con un gran
crecimiento en la producción de la energía eléctrica y el
petróleo y también de la industria manufacturera y de
construcción.
Crecimiento hacia adentro
De 1956 a 1970 la economía mexicana gira ciento ochenta grados,
creciendo hacia adentro, vía la sustitución de importaciones; es
decir, México debía producir lo que consumía. La
economía mexicana estuvo basada en el dinamismo del sector
industrial, contrayendo la estabilidad de precios y ajustandose a los
problemas productivos y financieros por los que pasó el país.
El crecimiento industrial en el período 1940 -1970 mantuvo un ritmo de
crecimiento sostenido, aunque basado en un mercado cautivo que le proporcionaba
la política proteccionista diseñada por el Estado,
situación que trajo como consecuencia el desarrollo de empresas sin
competitividad con el exterior, queles impidió consolidarse a
través de la exportación hacia mercados extranjeros; condición
que impediría la creación de una verdadera
industrialización moderna e independiente que contribuyera el desarrollo
social del México posrevolucionario. En 1942 se firma el Programa
Bracero entre México y Estados Unidos, el cual establecía la
entrada de trabajadores mexicanos a la Unión Norteamericana y la
disminución de la deuda que México tenía con los Estados
Unidos; la firma de este programa fue paralela a la declaración de
guerra de México a las potencias del Eje, Alemania, Italia y Japón.
Finalizada la guerra, en México los cambios ya se notaban, industrias,
empleo y dinero, cosas que México no había logrado obtener durante la Revolución Mexicana, que, sin embargo,
significó un cambio político en México. En 1946, es electo
Miguel Aleman Valdés, que sería el presidente que
llevaría el Milagro hasta la categoría del paraíso.
En conclusión, fue un modelo que trató de modernizar e
industrializar a México a cambio de generar la terrible cultura del
paternalismo, el programa de sustitución de importaciones
pretendió hacer que muchas cosas que siempre se conseguían en el
extranjero se fabricaran directamente en el país, muchos empresarios
hicieron fortunas a cuenta del gobierno quien facilitaba el mercado con
préstamos y cosas por el estilo. En efecto, el país creció
gracias a la demanda de productos y manufacturas que la segunda guerra mundial
demandó, pero los empresarios, lejos de reinvertir en sus negocios,
mejorar su tecnología e incrementar el valor agregado a sus productos se
estabilizaron en una economía garantizada por elgobierno paternalista y
no solo los empresarios de la ciudad, también los campesinos se colgaron
de este modelo, una vez echada a andar la economía de otros
países las manufacturas mexicanas resultaron malas y caras y desde
ahí venimos cargando el gran problema de la competitividad a cuestas. El
milagro mexicano fue superficial, un espejismo que
muchos añoran sin darse cuenta que ese es el origen de la mediocridad
mexicana.
Proceso de Industrialización por Sustitución de Importaciones
(ISI), la unidad nacional y el civilismo (1940-1970)
Se puede afirmar que el proceso de industrialización de México ha
sido orientado por las medidas de política económica, adoptadas
en su momento por el gobierno federal. Durante el gobierno del general
Lazaro Cardenas, el panorama empezó a cambiar para la
economía de México, aunque la real transformación
comenzó a partir de 1940, generandose un proceso que llevó
al país de una economía predominantemente agrícola a una
industrial, lanzandolo así a una nueva etapa.
En el caso de la política de sustitución de importaciones, debe
señalarse que ésta surgió como consecuencia de la segunda guerra
mundial y, en menor medida, de la gran depresión, y también surge
por los problemas de la balanza de pagos de los países subdesarrollados
y su deseo de industrializarse. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial y
particularmente al finalizar ésta, el gobierno reorientó el
proyecto de desarrollo nacional dando lugar a una estrategia de
industrialización que se le conoce como: El modelo de sustitución
de importaciones, que trata de sustituir los artículos manufacturados de
procedencia extranjera que hastaese momento habían satisfecho el consumo
local, por artículos de la misma naturaleza fabricados por la industria
nacional. El objetivo, consistió en convertir la actividad industrial en
eje del desarrollo
económico y de la acumulación del capital. Así se podía
pasar de una economía basada sobre todo en la agricultura y la
minería de exportación a otra en la que la industria de
manufacturas pudiera proveer al mercado interno, ademas de que las
exportaciones constituyeran una variedad relativamente diversificada de
productos agropecuarios e incluso manufacturados o de consumo intermedio. Dicho
modelo también, aceleró la inversión industrial,
principalmente para el mercado doméstico, con control estatal de los
precios del
mercado y con barreras a la entrada y al acceso al financiamiento y las
importaciones.
Basicamente durante este periodo se echaron las bases de las siguientes
funciones:
Productor y proveedor de bienes basicos: sobre todo de petróleo y
electricidad, gracias a la expropiación y nacionalización de las
industrias respectivas en diferentes momentos: la industria petrolera el 18 de
marzo de 1938 y la industria eléctrica el 27 de septiembre de 1960. Las
empresas estatales que se conformaron (Petróleos Mexicanos,
Comisión Federal de Electricidad y Compañía de Luz y
Fuerza del Centro) asumirían una
política de precios y tarifas subsidiadas a fin de impulsar la
producción industrial en detrimento de sus propias finanzas.
Banca de desarrollo: ante la falta de mercados financieros desarrollados, el
gobierno se vio en la necesidad de asumir el papel de intermediario financiero
a fin de solventar proyectos deinversión de larga maduración,
proyectos de riesgo o proyectos prioritarios pero no rentables. Por esa
razón, durante el Maximato y el cardenismo se crearon el Banco Nacional
de Crédito Ejidal, la Nacional Financiera, el Banco Nacional de Comercio
Exterior y el Banco Nacional Obrero de Fomento Industrial, y mas tarde
se crearían los Fideicomisos Instituidos en Relación con la
Agricultura (FIRA), el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos
(Banobras), entre otras instituciones de banca estatal de fomento.
Estado de bienestar: el Estado mexicano decide proporcionar una base de apoyo
social al proceso de industrialización a través de la
prestación de servicios de seguridad social tales como
educación, salud y vivienda. En dicho contexto, en 1921 se crea la
Secretaría de Educación Pública (SEP), en 1929 la
universidad logra su autonomía y en 1950 comienza la construcción
de la ciudad universitaria (CU), en 1937 nace el Instituto Politécnico
Nacional (IPN) y el 12 de agosto de 1925 se funda la Dirección General
de Pensiones Civiles y de Retiro que en 1960 se transforma en el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y
mas tarde surgen las siguientes instituciones: el 19 de enero de 1943 se
crea el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 1972 nace el Instituto
del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (INFONAVIT) y en 1974
se funda la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), entre otras
importantes instituciones encargadas de la seguridad social en México.
Control social: en México el Estado jugó el papel de mediador y
arbitro entre trabajadores y empresarios a fin dehacer posible la
acumulación de capital. La política de “unidad
nacional” de Avila Camacho y el relevo de Lombardo Toledano por
Fidel Velasquez al frente de la CTM, significó la sumisión
de todo partidarismo o sectarismo a los intereses superiores de la
nación (la industrialización y el crecimiento económico) y
el cambio ideológico de la CTM que abandonaba su lema de “lucha de
clases” para sustituirlo por otro de colaboración con el capitalismo
nacionalista. La CTM, con Fidel Velasquez al frente, fue la vía
para establecer la nueva relación entre sindicatos y gobierno. Una vez iniciado el control de los trabajadores, se creó la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) que
representó a los sectores medios, por encima de las demandas de obreros
y de campesinos. Con el Partido Revolucionario Institucional (PRI),
surgido el 18 de enero de 1946, los proyectos de reformas sociales y
políticas de la Revolución fueron sustituidos por otro: la
industrialización y el crecimiento económico. Con la
transformación del partido oficial, el
país se abrió al capital extranjero, se reglamentaron los
derechos laborales y, al crearse la Oficina de la Pequeña Propiedad, se
favoreció el latifundismo. Los nuevos sectores
incorporados y subordinados al PRI fueron el obrero (CTM), el campesino (CNC) y
el popular (CNOP), que redujeron sus inquietudes reivindicativas a su
mínima expresión.
Regulador de mercados: el gobierno regula los mercados estableciendo la
legislación y las instituciones encargadas de vigilar y de sancionar, y
en ocasiones crea organismos que participan de manera directa en el mercado a
fin de contener aumentosen el costo de la vida que pudieran desembocar en
espirales inflacionarias. De esa manera, el 12 de agosto de 1938 se crea el
Comité Regulador del Mercado de Subsistencias con la finalidad de
enfrentar la especulación y las alzas de precios derivadas de las malas
cosechas y de la devaluación de la moneda; en 1949, y ante una
carestía que parecía no tener fin, el gobierno de Miguel
Aleman decide crear la Compañía Exportadora e Importadora
Mexicana (CEIMSA), como una sociedad anónima encargada de regular el
comercio interior y exterior de productos basicos y de combatir la especulación.
Organismos que serían predecesores de la Compañía Nacional
de Subsistencias Populares (CONASUPO), encargada de proveer a
obreros y a campesinos de productos basicos (maíz, leche,
fríjol, arroz, etc.) a precios subsidiados y de fijar precios de garantía.
Proveedor de infraestructura basica: desde fechas muy tempranas el
gobierno mexicano se avocó a la tarea de construir las grandes obras de
infraestructura que requería el país para iniciar su crecimiento
y desarrollo económico: en 1925, con la creación de la
Comisión Nacional de Irrigación y de la Comisión Nacional
de Caminos, el gobierno de Plutarco Elías Calles inauguraba la
construcción de grandes obras de riego y de caminos que tanto
requería el país en esos momentos, esta política la
seguiría aplicando el Estado de la Sustitución de Importaciones a
fin de impulsar la industrialización del país como medida para
lograr un desarrollo autónomo y sostenido, evitando las limitaciones
externas a su crecimiento debido al deterioro de los términos de intercambio.
Obras de infraestructura(carreteras, puertos,
aeropuertos, presas, represas, hidroeléctricas, etc.) que por sus altos
costos y por sus largos plazos de recuperación quedaban fuera del alcance y del
interés de la iniciativa privada. En opinión de
Anima Puentes y Guerrero Flores, algunas de
estas obras se guiaron mas por criterios de caracter
político que por criterios de rentabilidad económica.
Demandante de bienes y servicios: en la medida en que el gobierno se hizo cargo
de la construcción de las grandes obras de infraestructura, se
convirtió en un importante mercado para
numerosas empresas que se convirtieron en proveedoras y contratistas de las
grandes obras públicas. Algunas o muchas de estas empresas eran
propiedad de funcionarios del gobierno (el presidente Miguel
Aleman, por ejemplo, era propietario de un próspero negocio de
urbanización) o de personas que mantenían una relación
cercana con el grupo gobernante. Muchos políticos incursionaron en los
negocios aprovechando sus influencias, sus relaciones y sustrayendo recursos de
las arcas públicas, es decir, ejerciendo la corrupción; sin
embargo, en el fondo este tipo de practicas se
llegaron a considerar como partes del proceso de
acumulación primitiva de capital que ayudó a conformar una clase
empresarial propia.
Por último, la función mas importante del Estado de la
Sustitución de Importaciones, la de protector, encontraría su
precedente mas inmediato en 1941 cuando el presidente Avila
Camacho emitió una Ley de Industria de la Transformación orientada
a proteger a la industria nacional de la competencia de las importaciones
extranjeras y de hacerla competitiva.
El Estado mexicano asumiría todasestas funciones con la finalidad de
impulsar y de hacer posible la conformación de una clase empresarial
nativa que dependería mas del
gobierno que del mercado como primera instancia de acumulación
de capital. Obviamente, todas y cada una de estas funciones
significarían erogaciones o gastos para el gobierno que, ante la
ausencia de una reforma fiscal profunda, lo llevarían a faltantes
permanentes que lo conduciría el endeudamiento interno y externo como
mecanismo de financiamiento, situación que desembocaría en la
crisis de la deuda de 1982.
Así, el largo proceso de industrialización por sustitución
de importaciones (ISI) seguido por México, comprende las siguientes
etapas:
Primera etapa, que va de 1940 a 1956, se sustituyen principalmente bienes de
consumo no duradero y se importan bienes intermedios de origen industrial y
bienes de capital. Las divisas para financiar tales importaciones se obtuvieron
mediante las exportaciones agrícolas gracias a la modernización del
sector y a las políticas agropecuarias implementadas durante el
cardenismo.
Segunda etapa, que va de 1956 a 1970, se profundiza la
producción de bienes intermedios y de consumo duradero, las divisas para
importar los bienes de capital que el proceso demandaba se obtuvieron mediante
préstamos del
exterior y de la inversión extranjera directa.
Tercera etapa, que va de 1970 a 1982, se tratan de producir
internamente algunos bienes de capital, sobre todo aquellos ligados a las
industrias petrolera y eléctrica. Las divisas necesarias provinieron de
las exportaciones petroleras y de los créditos del exterior.
2.2 El Desarrollo Estabilizador
El desarrolloestabilizador fue un modelo económico utilizado en
México entre los años de 1952 y 1970, aunque algunos autores de
historia económica lo consideran de 1954 a 1970. Las bases de este
modelo radican en buscar la estabilidad económica para lograr un desarrollo
económico continuo, la estabilidad económica refiere a mantener
la economía libre de topes como inflación, déficits en la
balanza de pagos, devaluaciones y demas variables que logran estabilidad
macroeconómica. El periodo en el que se manejó
el modelo en la economía nacional abarca los sexenios de Adolfo Ruiz
Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz.
Consistió en una estrategia de desarrollo adoptada como parte de la
política económica de Adolfo Tomas Ruiz Cortines,
orientada a mantener un buen ritmo de crecimiento, por lo que se decidió
hacer intentos para lograr la estabilización de la economía
nacional. Mientras que en el sexenio de Adolfo López Mateos la
economía adquirió dos características: lograr el mayor
desarrollo a partir de la estabilidad monetaria. Las medidas monetarias por
establecidas por instituciones como el Banco Internacional de
Reconstrucción y fomento y el fondo Monetario Internacional
habían fructificado. Así el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz
retomó con mayor firmeza la política económica de su
antecesor.
En los comienzos del periodo del desarrollo estabilizador, México era el
reflejo de un país afortunado y privilegiado, debido a su crecimiento
económico sostenido, la estabilidad de precios, y una tasa media de
crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) de 6.56%; el PIB por
habitante creció año con año en 3.74% y la
Inversión FijaBruta por habitante lo hizo en poco mas de 6%. Sin
embargo México empezó a vivir envuelto en un proceso
inflacionario; en los años 1970 el país reveló
déficit social, la producción industrial llegó a su
límite con la política de sustitución de importaciones. El
campo se hizo dependiente de los subsidios oficiales y no alcanzó a
industrializarse (hubo un déficit social). El
Estado rompió los equilibrios fiscales con aumentos en el gasto y el
estancamiento de los ingresos. Y finalmente la inflación tronó la
economía (situación aprovechada por los grupos empresariales para
increpar al gobierno y fortalecer su poder): provocando así la crisis de
1976 y dejando que la inflación alcanzara el 18%.
Política monetaria, comercial y tributaria
Política económica de Adolfo Ruiz Cortines
En busca de una política que contrastara con el régimen de Miguel
Aleman, Ruiz Cortines buscó dar solución a la problematica
social y dio inicio a una nueva era de austeridad y moralización.
Se modificó la ley referente a la responsabilidad de servidores
públicos, que apuntaban de forma indirecta a ser corruptos, al proponer
Ruiz Cortines que dichos funcionarios declararan sus bienes antes de iniciar
sus labores y que se pudiera investigar el origen de la fortuna de
quiénes poseyeran propiedades superiores a sus ingresos
económicos. El gobierno Ruíz Cortinista decidió reducir el
gasto público ajustandose a los ingresos corrientes, con el
propósito de logar el saneamiento de las finanzas públicas y
combatir la inflación. En ese momento, los
empresarios estaban desconcertados por el nuevo estilo de gobierno, temiendo
que sus posibilidades de ganancia sevieran afectadas en el momento en que la
economía mexicana atravesaba por una crisis. Esto
propició la incertidumbre en la industria privada y la fuga de
capitales. En 1953 se redujo la inversión
privada, Ruiz Cortines reorientó su política hacia el impulso de
la producción.
Política económica de Adolfo López
Mateos
El país tenía problemas económicos; entre ellos el
déficit en la balanza comercial, es decir, las compras en el exterior
superaban a las ventas. El 27 de septiembre 1960 se
nacionalizó la industria eléctrica. Así, la
generación de electricidad, hasta entonces controlada por empresas
extranjeras, pasó a manos del gobierno. Ademas, se
decretó el derecho del trabajador sobre una parte de
las ganancias. También se estableció que los trabajadores
recibieran un aguinaldo a finales de cada año.
Éste se recibiría con base en los días trabajados. Durante su mandato la economía estuvo en auge gracias al
secretario de hacienda Antonio Ortiz Mena.
Política económica de José López Portillo
En materia económica su administración se caracterizó,
sobre todo después de la primera mitad, por tomar decisiones arbitrarias
y financieramente ineptas que detonaron la crisis mas severa en la
historia de México desde la época revolucionaria, no sólo
repitiendo, sino exponenciando los errores del periodo echeverrista. El
gobierno, obnubilado por las ganancias del “oro negro” y la euforia
de los mercados, guardó los propósitos de inicio en un
cajón y tramitó con la banca extranjera una pléyade de préstamos
irreflexivamente para sufragar la exploración e infraestructura de
explotación de los depósitos petroleros; puso en marcha
proyectosde desarrollo condenados al fracaso por su pomposidad y mala
preparación (la Alianza para la Producción, el Plan Nacional de
Zonas Deprimidas y Grupos Marginados, el Sistema Alimentario Mexicano o el Plan
Global de Desarrollo, el mas elocuente de todos); y fomentó una
obesa burocracia al crear nuevas secretarías de Estado y multitud de
organismos, adquiriendo y participando igualmente en mas de medio millar
de empresas, lo que junto a una corrupción galopante terminó no
sólo por reducir a cero los excedentes del petróleo (calculados
en cien mil millones de dólares entre 1978 y 1981), sino por multiplicar
la deuda externa ante el aumento de las tasas de interés,
añadiéndose intrigas palaciegas desde la Secretaría de
Programación y Presupuesto rumbo a la determinación de la
candidatura presidencial del PRI, traducidas en diagnósticos
desprendidos de cuentas manipuladas que truncaron medidas elementales como el
recorte al gasto corriente y la baja de precio del barril de crudo para
afrontar la sobreoferta y la austeridad energética auto impuesta por el
mercado mundial, siendo los chivos expiatorios el secretario de Hacienda, David
Ibarra, y Jorge Díaz Serrano, director de Petróleos Mexicanos
(PEMEX) y un amigo mas de los años mozos del mandatario en el
primer nivel del servicio público, ambos serios aspirantes al Ejecutivo.
Con respecto a la moneda, el peso fue tardíamente devaluado en alrededor
de un 400% como producto de otro episodio de la frivolidad de López
Portillo ('Presidente que devalúa, se devalúa',
pontificaba). En el marco de la VI Reunión de la República, el 4
y 5 de febrero de 1982, juró defenderlo 'como perro'frente a
la embestida que sufría de los 'enemigos' de la patria, pero
para el 18 de febrero de 1982 la Secretaría de Hacienda se vio forzada a
declarar la moratoria de pagos y a devaluar el circulante de 28.50 a 46 pesos
por dólar, frenandose en 70 pesos sólo después de imponerse
el cierre del mercado cambiario para atajar la escalada, la que inclusive
sobrepasaría los cien pesos por cada billete verde.
La política adoptada en términos monetarios y fiscales fue
ortodoxa. Si bien el gobierno continuó con una política de gasto
expansiva, ella no generó grandes
déficits fiscales. Durante la década de los 50,
dicho déficit fue de 0.03% anual. Ademas de bajos niveles
de deuda, es fundamental recalcar el destino del gasto; es
decir, no sólo hay que tomar en cuenta la cantidad, sino también
la calidad de éste.
El componente mas importante del gasto gubernamental fue la
inversión en infraestructura basica, principalmente en el apoyo a
la actividad petrolera, la construcción de carreteras y el mejoramiento
de servicios de salud y educación. Si únicamente
consideraramos estas políticas, observaríamos un incremento de la demanda agregada de la economía,
impulsada principalmente por un aumento en el mercado de bienes. Así,
habría crecimiento del producto, pero también
se darían presiones inflacionarias. Sin embargo, ésta última
no es característica del Desarrollo Estabilizador. Nuestro analisis estaría incompleto si no
consideramos las fluctuaciones que presentó la oferta agregada.
La política de gasto gubernamental generó externalidades
positivas en diversas actividades económicas. Se estima que alrededor del 23% del crecimiento dela producción se
debió al aprovechamiento de estas externalidades. De igual manera, la Secretaría de Hacienda utilizó
estímulos fiscales para motivar la reinversión de las ganancias
de las empresas; asimismo, la política fiscal buscó la
creación de nuevas empresas. En su conjunto estas
políticas tenían como objetivo aumentar la demanda
laboral, con sus consecuentes aumentos en el nivel de empleo y en los salarios.
Industria y campo
Otro factor trascendental en la estructura del desarrollo
estabilizador fue la protección de la industria nacional a la
competencia externa. Bajo este esquema, el precio que
pagan los consumidores por los bienes sera mayor que si se abriera el
mercado. Ademas, las empresas carecen de incentivos
para ser eficientes y para proveer servicios de calidad.
El Desarrollo Estabilizador fue sumamente exitoso en el
sentido de alentar el maximo nivel de producción bajo estabilidad
de precios. El crecimiento se había logrado, pero no así
la erradicación de la pobreza ni la
desigualdad. Mientras la industria vivió su apogeo, la
agricultura disminuyó su crecimiento. Se dio un
proceso de desarrollo con un sesgo urbano y desinterés hacia la
disparidad en el ingreso.
En contraste con la política agraria promovida por el régimen de
Lazaro Cardenas, para dotar de tierras y los elementos necesarios
para su explotación integral por parte del grueso del campesinado mexicano, sus inmediatos
sucesores se vieron presionados por poderosas circunstancias para frenar la
parte medular de la Reforma Agraria. Esto se hizo plenamente visible desde los
primeros años de la administración del general Manuel
Avila Camacho, cuandoel número de dotaciones ejidales
empezó a disminuir aceleradamente.
La política agrícola se transformó, para hacer
corresponder el desarrollo sectorial con los objetivos del crecimiento nacional, sobre todo en lo
referente a la estabilidad del
nivel general de precios. El freno al crecimiento de los precios
agrícolas, ademas de resultar indispensable para la estabilidad del
nivel general de precios, se estimaba conveniente para apoyar el consumo
interno y favorecer una mayor productividad a través de la
utilización de los recursos naturales en cultivos mas intensivos.
La protección relativa a la industria implicó una
desprotección a la agricultura que incidía fuertemente en la
estructura de los precios relativos. Por un lado,
afectaba los precios agrícolas internos en relación con los
precios agrícolas internacionales; por otro, deterioraba los precios
agrícolas en relación con los precios de los otros sectores. Las exportaciones agropecuarias se hacían menos rentables;
en cambio, las importaciones se veían estimuladas. Mas que
reflejar un abandono del
campo, como
algunas veces ha sido señalado, esta evolución confirma la
incapacidad de la política sectorial para compensar el desestimulo a la
inversión privada provocado por el sesgo anti agrícola de las
políticas económica. En contrapartida, la gran mayoría de
los pequeños productores, que no se beneficiaban de las grandes obras de
infraestructura, ni utilizaban bienes de capital ni maquinarias o insumos
modernos, y no tenían acceso al crédito institucional, solamente
enfrentaron el freno a la rentabilidad originado por la baja en los precios
relativos, sin beneficiarsede los estímulos de la política
compensatoria.
El principal factor que explica directamente el lento crecimiento del
producto agropecuario después de 1958 radica en el comportamiento de la
inversión privada. Ésta, en general, seguía el
comportamiento de los precios relativos y tuvo por tanto un largo
estancamiento, provocando la descapitalización del sector
agrícola, a pesar del acelerado crecimiento de la inversión
pública y de los subsidios. Al comparar el crecimiento de la inversión
y los subsidios con el ritmo de progreso del producto sectorial se
evidencia la ineficacia de estos mecanismos. Mientras los
recursos públicos canalizados al sector crecían a 12.5% anual, el
producto sectorial apenas lo hacía a 2.2%. El crecimiento
acumulativo de los apoyos fiscales a la agricultura alcanzó niveles
maximos en 1980 y 1981 como consecuencia del auge petrolero y la
política estatal expansionista. Esto provocaba un
peso relativo cada vez mayor de los apoyos estatales en el desarrollo agropecuario.
Al mismo tiempo, la magnitud de los subsidios llegó a incidir
significativamente en las finanzas públicas del país.
Desde mucho tiempo antes de la crisis de la deuda externa, la política
agrícola era claramente ineficaz, injusta, ineficiente e insostenible. Ademas de los costos muy significativos en la
economía nacional, los resultados productivos eran mediocres y se
incrementaba la inequidad.
Manufacturas
El desarrollo estabilizador controlaba mucho las importaciones de bienes,
sobretodo de bienes terminados, por lo cual la industria manufacturera se vio
obligada a fortalecerse y crecer, al inicio ayudada por el gobierno
yfinalizando con inversiones tanto nacionales como extranjeras.
Durante este periodo en México la rama
manufacturera empieza un periodo de industrialización propiciado gracias
a la participación del
sector público hacia el privado, con una política proteccionista,
con tarifas y aranceles que afectaban de sobremanera a la misma rama
extranjera.
El gobierno, después de dejar una sólida base manufacturera, dejo
de invertir en esta rama, únicamente otorgando
y manteniendo la infraestructura necesaria, propiciando la entrada de capitales
privados para desarrollar aún mas las manufactureras nacionales.
Para el gobierno de Miguel Aleman era imperante que la industria
creciera y se modernizara por lo cual otorgo facilidades para que este objetivo
primario se cumpliera; tales facilidades eran extensiones fiscales, bajos
impuestos, creación de obras de infraestructura, aumento del crédito,
una política de precios que permitiera la adquisición de materias
primas, energéticos y servicios públicos, impulso a la
investigación industrial y genero un control efectivo de salarios. De
igual manera Aleman implemento el proteccionismo a la industria prohibiendo
la importación de bienes manufactureros e instauro como principales
acciones de NAFINSA desarrollar la infraestructura y promover la
situación de importaciones, crear o fortalecer los sectores industriales
que utilizaran recursos naturales todavía no explotados o aquellos que
no se habían explotado suficientemente, a fin de fomentar el aumento de
productos industriales que ayudaran a mejorar la balanza comercial.
El resto de los presidentes durante el desarrollo
estabilizador se dedicaron acontinuar lo comenzado por Miguel Aleman,
algunos añadiendo fortalezas a las manufactureras nacionales y otros
restandole poder a la industria extranjera. Gracias a esto la industria
manufacturera tuvo un crecimiento impresionante, pasando de ser el 19% de la producción
en 1940 a tener una participación del 23% en 1970; por lo que se
considera como una rama estratégica en, durante y después del
desarrollo estabilizador para la economía mexicana.
Agricultura: exportación e importación.
El sector agrícola sufre un efecto positivo muy
importante desde el modelo de sustitución de importaciones, por lo cual
ante la llegada del
desarrollo estabilizador esta rama de la economía comienza a sufrir
cambios muy importantes y favorables para su crecimiento y el de la
economía mexicana.
Durante el modelo de sustitución de importaciones los principales
cambios que favorecen a la agricultura es la reforma al artículo 27
constitucional al cual se le introdujeron el amparo en cuestión agraria
para los predios agrícolas o ganaderos a los que se hubiera expedido, o
se fueran a expedir en el futuro y ademas establecía
ademas el límite de la pequeña propiedad; ademas de
esta reforma la agricultura nacional se vio beneficiada por un aumento en el
presupuesto federal destinado a esta rama, el cual aumento de un 12% a un 20%
entre 1946 y 1950; todo esto dotó de mucha fuerza y regularidad al
sector agropecuario.
Con la llegada al poder de Adolfo Ruiz Cortines y el desarrollo estabilizador
con él se dotó a la agricultura con la característica de
rama estratégica de la economía, únicamente por debajo de
la electricidad, por lo cual este sector sevio muy favorecido, desde la
repartición de inmensas cantidades de tierras para plantaciones hasta
acuerdos de exportación de bienes agropecuarios; a pesar de esto a
finales de este sexenio la producción agrícola era casi nula,
debido al creciente desarrollo de otros sectores, se dejó de lado esta
sector. Ya entrado el desarrollo estabilizador se planteó la
industrialización del país lo cual produjo problemas para la
agricultura nacional, arrancando con una tasa de crecimiento anual del 4.5% en
1950 para 1969 era de únicamente el 3.6%.
Aun así México mantenía un nivel
de producción lo suficientemente necesario para generar la cantidad
necesaria de bienes agropecuarios para satisfacer las necesidades tanto
nacionales como
las de importación. Los principales productos generados por este sector
eran el maíz, los frijoles, el aguacate, el limón, el chile, la
manzana y la azúcar; de los cuales el aguacate, el maíz, el chile
y el azúcar eran los principales productos importados a mercados
mundiales.
2.3 Las consecuencias de la 2ª Guerra Mundial en la economía
mexicana.
La Segunda Guerra fue de gran importancia para los países de
Latinoamérica. Por lo que los cónsules de los países
americanos propusieron reuniones de consulta y establecer que “todo acto
dirigido por los países en guerra a dañar la integridad e
inviolabilidad territorial, la soberanía e independencia de un Estado americano, sería considerado como un acto de
agresión a los Estados que firmaron la declaración”.
De esta manera el ataque que sufrieron los Estados Unidos a la base naval de
Pearl Harbor en diciembre de 1941 orillaron a México a entrar a la
guerracontra los países del eje y a favor de los aliados, en particular
los Estados Unidos a los que debido a su vecindad la guerra les sirvió
de pretexto para reanudar sus relaciones diplomaticas con
México.
Así el gobierno norteamericano recibió un
apoyo económico y militar de parte de México con materias primas
estratégicas para la elaboración de armas, -trabajadores para
recoger los cultivos agrícolas y la cooperación incondicional en
la defensa del
hemisferio.
Otro arreglo importante fue determinar el pago de las indemnizaciones por
daños a propiedades de ciudadanos norteamericanos, que se fijó en
40 millones de dólares a cubrir en anualidades de 2.5 millones, con una
entrega previa por parte de México de 3 millones. Se acordó la
adquisición anual de plata mexicana por 25 millones de dólares,
un crédito de 40 millones para estabilizar el peso y la apertura de
crédito del Eximbank por 30 millones de dólares para la
construcción de carreteras.
Después de la reunión fronteriza entre Roosevelt y Avila
Camacho en julio de 1943, se creó la Comisión Económica
México-Estados Unidos con objeto de tratar sobre las perturbaciones de
la balanza de pagos mexicana, la situación económica conexa y la
formación de un plan de cooperación que permitiera el desarrollo
de México y para que no peligrara la producción de materiales
estratégicos que se enviaban a E.U. (minerales, metales, fibras duras y
blandas, guayule, aceites vegetales, petróleo, melaza, maderas y otros,
etc.)
Aunado a los créditos anteriores, México convino acuerdos
paralelos de comercio con los Estados Unidos, donde se redujeron las tarifas
arancelarias, del 30 al 50 % amas de 200 artículos,
beneficiandose la industria petrolera, ganadera, minera, cervecera, la
explotación de plata labrada y de algunos productos agrícolas. Todos estos elementos de compromisos internacionales fueron
aprovechados por el gobierno de Avila Camacho para cambiar los patrones
productivos basados en una economía agrícola y dar el salto hacia
una economía industrial.
Otro aspecto importante de las relaciones exteriores fue la migración
temporal de mexicanos a los Estados Unidos, como una forma de colaboración del gobierno mexicano al
conflicto bélico, llamados “braceros”. Con la guerra la
producción industrial y agrícola de los Estados Unidos
demandó mano de obra mexicana, por lo que se establecieron acuerdos de
programas de emigración en los años de 1942-1943, donde a los
braceros se les garantizaba mediante un “convenio” un salario y
condiciones laborales razonables. Quedó estipulado que los trabajadores
regresarían a México al término de la pizca y que el
patrón pagaría el viaje tanto de ida como de vuelta. Al ser
conocido el programa de migración se presentaron gran cantidad de
solicitudes por parte de mexicanos pobres, artesanos, obreros y campesinos,
necesitados de empleo, que por elevar su nivel económico estuvieron
deseosos de emprender la aventura de cruzar la frontera.
Un nuevo orden económico mundial, acuerdos de
Bretton Woods, Banco Mundial y FMI.
El Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) o también
llamado Nuevo Orden Económico Mundial (NOEM) fue una
expresión acuñada en la asamblea especial de las ONU, en el
año 1974, que hace referencia de modo genérico a las peticiones
que presentaban lospaíses subdesarrollados a los desarrollados,
relativas a las reglas de funcionamientos de la economía internacional.
Este término vino a sustituir al de 'ayuda al
desarrollo' e implica la existencia de una determinada estructura u orden
económico que ha perpetuado la posición de pobreza de los
países subdesarrollados. Donde los países subdesarrollados
hacían las siguientes sugerencias hacia los desarrollados:
Establecer acuerdos sobre los productos de exportación de los
países subdesarrollados que permitieran obtener precios remuneradores y
justos.
Aumentar la ayuda oficial de los países industrializados hasta un 0,7% de su PIB.
Aliviar la carga de la deuda exterior, e incluso condonarla a
los países de menor desarrollo.
Reducir o eliminar los derechos arancelarios de los
países centrales.
Aumentar la transferencia de tecnología al tercer mundo y
creación de un tipo de tecnología
autóctona para los países en desarrollo.
Afirmar el derecho superior de los Estados sobre la propiedad
enclavada en sus límites territoriales.
Aumentar el peso de los países subdesarrollados en el
FMI.
Reglamentación y supervisión de las actividades
de las empresas multinacionales.
Este nuevo orden mundial surge como resultado de los acuerdos Bretton Woods;
los cuales son una serie de resoluciones sobre la conferencia financiera y
monetaria de la ONU, realizada en el complejo hotelero de Bretton Woods en
Nueva Hampshire, Estados Unidos entre el 1 y el 22 de Julio de 1944.
El acuerdo Bretton Woods que entró en
vigencia en el año de 1994, marcó las nuevas pautas para las
relaciones comerciales y financieras entre los países
masindustrializados del
mundo. Entre los hallazgos mas importantes del acuerdo, fue la creación del Banco Mundial, del Fondo
Monetario Internacional y el uso del
dólar como
moneda internacional.
El desarrollo de los sectores económicos en el periodo
de la industrialización.
La política de industrialización instrumentada a lo largo de la
década de los sesenta y los primeros años de la siguiente en el
caso de la economía mexicana, durante ese período, se
continuó con la política de Intervención del Estado en la
economía, así, el llamado Estado del bienestar se planteó
de tal forma que, durante los primeros quince años, de esta etapa no
existió una variación importante en términos de la
política industrial.
Tal vez la diferencia sustancial fue el énfasis que se
le dio a los aranceles y a las cuotas o permisos previos de importación.
En el primer periodo perdió peso el arancel, intensificandose el uso de los controles cuantitativos de importación.
Ademas de estos mecanismos de protección se instrumentaron otros
estímulos a la producción que, conjugados con medidas de
política económica y monetaria, en su conjunto ejercieron una
función que permitió el desarrollo industrial. Dichos mecanismos
fueron Programas de promoción industrial destinados a estimular el
desarrollo de sectores estratégicos a través de subsidios de
caracter fiscal y crediticio a las empresas: a) Regulación de la
inversión extranjera; b) Participación estatal en la
producción manufacturera; c) Política de compras del gobierno que
favorecían a los sectores industriales “prioritarios”,
practica que, con el paso del tiempo, tendió a distorsionarse; d)
Política deprecios de las empresas públicas y de precios de
garantía que favorecieron al sector industrial en detrimento de los productores
del sector agropecuario; e) Política macroeconómica que se
reorientó hacia la consecución de la estabilidad de precios y de
un rapido crecimiento económico.
Otros mecanismos que se dieron para impactar de una manera positiva el
desarrollo industrial fueron: Una elevada tasa de rentabilidad para la
inversión privada a través de la política de precios de
los bienes suministrados por el sector público; inversiones
públicas en infraestructura; estructura fiscal no progresiva, en la que
se otorgó un tratamiento preferencial a las utilidades, rentas e
intereses; la aceleración de la productividad; y la sustancial
recuperación de los salarios reales. Tales factores permitieron la
rapida ampliación y diversificación del mercado interno
de bienes industriales.
Lamentablemente esa política proteccionista, a la larga provocó
serias distorsiones tales como la conformación de mercados altamente
protegidos que condujo a la instauración de industrias
monopólicas, con sus efectos adversos en términos de la
obtención de utilidades de monopolio y de fijación de precios,
reguladas por un puñado de empresas.
Dicho proceso impidió el desarrollo de nuevas
tecnologías, lo que se tradujo en una estructura productiva altamente
dependiente de la importación de paquetes tecnológicos completos.
Sin embargo, dicha importación estuvo muy restringida y lo que se
logró importar fueron paquetes tecnológicos incompletos,
abortando toda posibilidad de la obtención de conocimiento y habilidades
tecnológicas; hecho que tendió aagravarse por el rezago en
términos educativos, la poca visión del Estado y los
inversionistas privados para privilegiar esta tarea que, a la larga, hubiera
permitido un desarrollo sano y sin dependencia de la estructura productiva del
país respecto al exterior.
Crecimiento económico con Inflación.
La Segunda Guerra Mundial impulsó la economía, debido a la
demanda Estadounidense de productos mexicanos, pero ese
beneficio recayó mas en los grupos empresariales que entre los
trabajadores. Sin embargo el Gobierno se preocupó por mantener el
control sobre los recursos basicos, petróleo y minerales
industriales, a cambio admitió la participación de capital
extranjero para desarrollar la infraestructura industrial y agrícola.
También la Guerra obligó a los obreros a trabajar a toda su
capacidad; los empresarios hicieron suya la bandera de la
industrialización, obteniendo a cambio: una legislación
progresista del
trabajo, un pacto obrero-patronal, la limitación de la inversión
extranjera en la industria y un proteccionismo arancelario. Todo ello se
tradujo en la creación de un fondo de Fomento a
la Industria y de garantía de valores Inmobiliarios, que se
transformó en la Comisión Federal de Fomento Industrial. Otras
disposiciones que beneficiaron al ramo industrial fueron las reformas que se
hicieron a la Ley Organica del Banco de México; en la
cual se obligaba a los bancos a integrar su cartera con un 60% de los
créditos a la producción. A la Nacional Financiera también
se le obligó a otorgar financiamientos a las industrias nacionales como
las de petróleo, cemento, hierro, acero, productos metalicos,
maquinaria y productosalimenticios. Tanto empresarios nacionales como
líderes obreros, asumieron el fenómeno de la guerra como una
situación necesaria para fortalecer la economía nacional y la
“unidad nacional” se convirtió en el sello político -
ideológico del régimen.
Los obreros, por ser el motor de la industrialización, no podían
quedar fuera de las negociaciones entre los empresarios nacionales y
extranjeros, por lo que tomaron medidas para que siguieran trabajando con la
misma eficiencia y a bajo precio. De esta manera Avila Camacho, por
primera vez en la política mexicana, concreta un
arreglo de cooperación sindicato-gobierno, en el cual a sus afiliados se
les concederían privilegios.
A pesar de que el Estado implementó una política de compromisos,
de conciliación y alianzas con las organizaciones sindicales, los
trabajadores sufrieron en su nivel de vida un
deterioro económico. Ante los procesos inflacionarios, los industriales,
obtuvieron beneficios económicos, pues especularon con los
artículos de primera necesidad que ocultaban para provocar el aumento de
su precio, o bien lo destinaban a la exportación.
2.4 Segunda etapa de sustitución de importaciones 1950-1970 La respuesta
del movimiento obrero frente a la acumulación industrial, movimiento
ferrocarrilero, magisterial y campesino.
La monopolización financiera y crecimiento con estabilidad 1959-1970.
Las medidas anti-inflacionarias aplicadas por el régimen de Adolfo Ruiz
Cortines mostraron sus efectos favorables; a partir de 1956 se logró
detener el crecimiento de los precios y el peso mantuvo fija la paridad de 12. 50 frente al dólar, desde los primeros meses de 1954.
Estascondiciones, ademas de la política austera y racional de
gasto público fueron la base del período de crecimiento
sostenido vivido por la economía nacional en la década de los
sesentas.
El crecimiento con estabilidad, en el contexto de la sustitución de
importaciones, corresponde al intento de la industria nacional por avanzar en
el proceso de diversificación, pasando de la producción de bienes
de consumo masivo a la producción de bienes intermedios y de capital; es
la etapa en que se pierden los rasgos nacionalistas con que nació el
proyecto industrial, apareciendo cada vez mas claramente las industrias
transnacionales, dominando sectores claves de la economía nacional; es
la etapa de progresos notables en el sistema político nacional, a
través de reformas como la creación de los diputados de partido en
1963, que brindó a la oposición la oportunidad de formar parte de
la Camara de Diputados y participar en la toma de decisiones de
índole política y económica, es en suma la etapa del
desarrollo estabilizador, en que, tras la aparente prosperidad se incuban los
gérmenes del movimiento de 1968.
Los gobiernos que cubren el período son:
Adolfo López Mateos. 1658 – 1964.
Gustavo Díaz Ordaz. 1964 – 1970.
Etapa de crecimiento sostenido que se inicia en 1940, prolongada hasta 1968 en
la cual se dan niveles de crecimiento del 6% anual en promedio, crecimiento
superior al aumento de la población, que para dicho período fue
del 2.5%
Entre los factores que hicieron posible el Milagro Mexicano deben considerarse:
una estructura bancaria nacional, el crecimiento del mercado interno estimulado
por las acciones del Estado, lascondiciones externas favorables creadas por la
segunda guerra y finalmente el costo social que implicó el apoyo al
sector privado por parte del Estado a través del gasto público.
No todas las acciones se tradujeron en buenos resultados, pues aunque la
producción creció y se diversificó, también hay que
considerar que el apoyo del Estado al nuevo modelo de crecimiento trajo efectos
negativos a largo plazo para la economía nacional; por una parte el
incremento del proceso inflacionario y por otra el constante déficit
presupuestal, en constante crecimiento, nos dejarían devaluaciones como
las de 1948 y 1954 que pondrían en tela de juicio el crecimiento
económico logrado.
Como ya se señaló el crecimiento económico logrado, estuvo
acompañado desde sus inicios por un constante proceso inflacionario,
hasta que en 1956, el entonces Presidente de la República, el licenciado
Adolfo Ruiz Cortines aplicó una serie de medidas orientadas a reducir y
controlar la inflación que menguaba los frutos del crecimiento
económico anteriormente descritos. A partir de ese
momento se iniciaba un período de estabilidad caracterizado por la
paridad cambiaria sin modificaciones, (12.50 desde febrero de 1954 hasta agosto
de 1976) entre el peso y el dólar estadounidense y la casi inmovilidad
de precios.
El entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Antonio
Ortiz Mena, en su ensayo titulado El Desarrollo Estabilizador, Una
Década de Estrategia Económica en México, publicado en
septiembre de 1969, refiriéndose a lo anterior expresó:
“el crecimiento medio anual del producto interno bruto real ha sido
superior al registrado en el periodoprecedente y ha tenido la tendencia a
acelerarse; el crecimiento medio de los precios ha sido sensiblemente inferior
al del volumen de bienes y servicios; se ha mantenido la paridad del tipo de
cambio en condiciones de libre convertibilidad y ha mejorado paulatinamente la
participación de los sueldos y salarios en el ingreso nacional”.
El período denominado Milagro Mexicano, significa ademas el
cambio del México rural, agrario, al
México moderno e industrial. Sin embargo se debe señalar que el
crecimiento logrado no fue armónico ni
equilibrado y representó un cambio en la composición y distribución
de mano de obra, pues disminuyó la población ocupada en la
agricultura, al desplazarse hacia la industria, servicios, transportes y
burocracia. Esta situación aunada a las políticas agrarias
favorables al reparto agrario, que creaba inseguridad en la tenencia de la
tierra, provocaron que al finalizar la década de los sesentas,
México tuviera que importar alimentos, ademas el apoyo del Estado
al sector empresarial, comercial y financiero provocaría una
polarización de la riqueza generada en los años de estabilidad,
preparando el ambiente social y político para el estallido de diversos
conflictos ocurridos al final de la década de los sesentas.
Después de la segunda Guerra Mundial, México implementó un
modelo de desarrollo conocido como 'desarrollo estabilizador', donde
la industrialización ocurrió en un mercado interno protegido
tanto por barreras arancelarias como no arancelarias. Este periodo se
caracterizó por una gran estabilidad macroeconómica y financiera;
el producto interno bruto (PIB) per capita creció del 3 a 4%
anual conuna tasa de inflación promedio de casi 3 % anual; en 1954, el
gobierno fijó el tipo de cambio en 12,5 pesos
por dólar (paridad que duró 22 años); la proporción
de las importaciones que requerían permisos previos aumentó de 28
% en 1956 a cerca de 70% en los años setenta.
A inicios de la década de los setentas fueron esfumandose los
éxitos del
desarrollo estabilizador. Se incrementaron las predicciones
inflacionarias, el déficit fiscal y el desequilibrio externo; la
producción perdió dinamismo, aumentó la capacidad ociosa
de las empresas, y con ello la tasa de desempleo. Estas tendencias se
presentaron principalmente entre 1970 y 1976, con la implementación de
una política de freno y arranque en el crecimiento económico a
través de la expansión en el gasto público, el alto
déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos y el desnivel de
los precios internos respecto a los externos provocó la
especulación contra el peso y la fuga de capitales, que aunado a la
disminución de las exportaciones generó una reducción en
la disponibilidad de divisas, por lo que el Estado acrecentó su
endeudamiento externo tanto para mantener la paridad cambiaria como para
cumplir con sus compromisos de pagos internacionales.
La crisis hizo evidente la imposibilidad de mantener el crecimiento
económico con el aumento del déficit público
y una creciente deuda exterior. Ante esta situación se aplicaron medidas
de ajuste como:
contracción del gasto público,
disminución de la circulación monetaria, liberalización del comercio exterior, aumento de las tasas de
interés, devaluación del
peso, contracción salarial, reducción de subsidios
yreestructuración de empresas públicas, entre otras.
El papel del Estado mexicano en las políticas de crecimiento y desarrollo
en el México posrevolucionario es relevante: bajo la Política de
Masas aplicada por Cardenas, el Estado organiza en una estructura
corporativa a las fuerzas productivas y rescata la riqueza petrolera creando
condiciones favorables para lograr el crecimiento económico interno; a
partir de 1940, el Estado amplía su función de promotor del
crecimiento económico y el desarrollo social, sólo que ahora bajo
un proyecto político distinto al aplicado por su antecesor, buscando
conciliar a grupos sociales enfrentados en el período anterior: patrones
y trabajadores; dicho propósito se logra a través del proyecto
político conocido como La Unidad Nacional, anunciado por Manuel
Avila Camacho en su toma de posesión el 1 de diciembre de 1940.
La implementación de un proyecto semejante sólo sería
posible fomentando la representación tripartita entre patrones, obreros
y gobierno, teniendo a este último como arbitro de los conflictos
entre los factores de la producción, asegurando soluciones sin graves
conflictos.
El contexto en que se anunciaba el proyecto anterior era favorable; la segunda
guerra creaba una atmósfera que reclamaba la unidad de todos los
mexicanos en torno a las políticas del Estado; como respuesta a este
llamado, una semana después de que el gobierno mexicano declaró
la guerra al Eje en junio de 1942, se firmó un pacto de unidad obrera,
en él los trabajadores renuncian al recurso de la huelga, como medio
para buscar la solución a los problemas laborales, aceptando el arbitraje
del Estado. Sometidoel movimiento obrero sólo faltaba
el concurso de empresarios nacionales y extranjeros para iniciar el modelo de
crecimiento basado en la sustitución de importaciones.
Las medidas de fomento implementadas por el gobierno de Avila Camacho
para arrancar la sustitución de importaciones fueron de índole
económica y política, entre las primeras encontramos: La
construcción de infraestructura económica adecuada que
proporcionara algunos insumos como energéticos ( petróleo y
electricidad ), transporte adecuado, materias primas, alimentos y diversos
servicios a precios baratos, tarifas arancelarias que protegieran los productos
manufacturados nacionalmente, un sistema de crédito amplio y flexible,
exenciones fiscales para las empresas de reciente creación, etc..
Ademas de realizar inversiones directas en empresas manufactureras, en
1942 el gobierno adquirió a través de la Nacional Financiera, una
participación minoritaria de Altos Hornos de México, S. A.
practica que, con los años habría de repetirse como una
forma de tranquilizar a los inversionistas, quienes lo veían como un
seguro contra riesgos. En lo político se llevaron a cabo una serie de
reformas tendientes a crear una atmósfera de tranquilidad para el sector
privado, receloso de las políticas aplicadas por el Estado, que
incluyeron al Partido de la Revolución así como a la
legislación laboral. El primero de los cambios en el partido se dio en
diciembre de 1940 al anunciar el Ejecutivo de la República la
desaparición del sector militar, como una muestra de la estabilidad
alcanzada por el sistema político mexicano; al iniciar el año de
1943, en la Convención Nacional delPRM en Guadalajara se
constituyó el sector popular del partido, a través de la CNOP
(Confederación Nacional de Organizaciones Populares ) dicha medida
tenía un doble propósito: por un lado se buscaba abrir un gran
campo que aglutinara a las capas medias de la sociedad cada vez mas
heterogénea, esencialmente urbana formada por comerciantes, industriales
pequeños y medianos, cooperativistas, maestros, propietarios
agrícolas, empleados, burócratas, profesionistas, etc.. que
obviamente no quedaban encuadrados en el sector obrero o campesino y por otro
lado, esa amplia base popular sería a partir de entonces la base social
del partido, desplazando al sector obrero; medida que resultaba mas
acorde con los proyectos de industrialización en el contexto
capitalista, eliminando del partido la imagen radical que lo acompañaba
desde sus orígenes.
En el sexenio siguiente Miguel Aleman Valdez, continuó su
política de incentivos a la industria y el comercio por medio de un
programa nacionalista conocido como la Doctrina de la Mexicanidad, a
través del cual se invitaba a los mexicanos a consumir los productos
fabricados nacionalmente, a la vez que se afinaban las medidas proteccionistas
a través de un sistema de licencias para controlar la importación
de productos extranjeros. Hubo otras acciones encaminadas a promover la
inversión en el campo, la primera fue la reforma al artículo 27
constitucional, introduciendo dos elementos que dieran tranquilidad a los
propietarios agrícolas: el derecho de amparo en litigios agrarios y un
criterio distinto al aplicado hasta entonces para considerar a un predio como
pequeña propiedad; la idea deestablecer límites variables de
acuerdo a las características de su explotación, ademas de
las crecientes inversiones del gobierno en obras de irrigación que
aumentaran la superficie cultivable dotada con agua para riego. Junto a esta serie de medidas se continuó con la
política agraria iniciada en el sexenio anterior de restringir el
reparto agrario.
En el sexenio 1946- 1952, se afianza la sustitución de importaciones
basado en la producción de bienes de consumo no duradero, debido a tres
factores: el proteccionismo económico establecido por el Estado,
perfeccionado por medio de un sistema de licencias, que para 1947,
protegía a 5000 productos de la competencia exterior, el crecimiento del
mercado interno y la llegada de empresas extranjeras, sobretodo norteamericanas
de ensamblado y producción de artículos diversos, que
implicó la expansión y modernización de la industria
nacional. Este crecimiento sostenido de la economía nacional estuvo
acompañado desde sus orígenes por una tasa igualmente creciente
de inflación alimentada por el gasto público y los
depósitos extranjeros en bancos nacionales, provocando una constante
alza en los precios de los artículos de primera necesidad, resultado del
crecimiento inflacionario, que junto a las devaluaciones ponía en tela
de duda al milagro económico iniciado diez años antes. En estas
condiciones iniciaba su gobierno Adolfo Ruiz Cortines, el 1° de diciembre
de 1952, las primeras acciones estuvieron dirigidas a controlar el proceso
inflacionario; entre las mas notables citaremos: la aplicación de
una política económica austera, importación de alimentos
para evitar que los preciossiguieran incrementandose debido a su
escasez, se estableció el control de precios a los artículos
basicos, se prohibieron los monopolios y se implementó un
programa agrícola que produjera alimentos suficientes, ademas
devaluó el peso estableciendo una paridad de 12.50 centavos por un
dólar, medida que aunque dolorosa, incrementó las exportaciones y
desalentó la importación.
Mientras se aplicaban estas medidas Ruiz Cortines
fortaleció al sistema político mexicano al reconocer derechos
políticos a la mujer en 1953, ademas de emprender una
campaña de moralización en el sector público que acabara
con la corrupción que desacreditaba al gobierno. Los frutos de
las medidas económicas y políticas contenidas en el programa de
Austeridad y Moralización dieron resultado en el año de 1956,
cuando se logró reducir los niveles inflacionarios manteniendo el ritmo
de crecimiento sostenido, condición que sentaba las bases para el
desarrollo con estabilidad que caracterizaría el crecimiento
económico hasta 1968.
Adolfo López Mateos y Díaz Ordaz, 1958 1970 representan los
sexenios del Desarrollo Estabilizador período que registró un
incremento anual del producto interno bruto alcanzando el 6.5% mientras que la
inflación creció a sólo el 3 % anual en promedio,
mas bajo que el índice inflacionario en los Estados Unidos[1]
Para lograr estos niveles de crecimiento el Estado continuó cumpliendo
su papel central como promotor del crecimiento a través de la inversión
pública que llegó a representar el 45% de la inversión
total, ademas siguió construyendo infraestructura y
proporcionando al sector privado bienes y servicios producidos en
empresasparaestatales a precios subsidiados, con un importante incremento de la
deuda pública. En esta etapa la sustitución de
importaciones pasa de producir bienes de consumo masivo a la producción
de bienes intermedios, situación que muestra nuevos progresos en la
sustitución de importaciones. Sin embargo el crecimiento
alcanzado en el llamado Milagro Mexicano, aunque sostenido no fue equilibrado,
pues mientras la industria manufacturera y el sector servicios crecieron de
manera notable, la agricultura, silvicultura y pesca quedaron rezagadas; lo
mismo se observa si comparamos el desarrollo entre regiones, entre campo y
ciudad; o entre sectores sociales beneficiados con el crecimiento
económico.
Las clases medias y la lucha social (movimiento estudiantil de 1968)
El movimiento estudiantil mexicano de 1968 guarda algunas semejanzas con las
movilizaciones universitarias que ocurrieron ese mismo año en otros
países, en particular en cuanto a orígenes inmediatos y
protagonistas. Al igual que en otros casos, la
explosión demografica de las instituciones de educación
superior de los años sesenta había generado serios problemas de
recursos humanos y materiales. En México también los
actores centrales de la crisis eran hijos de las clases medias, que mucho se
habían beneficiado del crecimiento económico
de la posguerra. Asimismo, el movimiento estudiantil mexicano fue en un sentido amplio una protesta contra la autoridad y la
disciplina tradicionales, y, dentro de una perspectiva mas estrecha, ha
podido interpretarse como
un conflicto generacional.
Sin embargo, las semejanzas entre las diferentes movilizaciones estudiantiles
de lasegunda mitad de los años sesenta sólo pueden establecerse
en un plano
muy general. El alcance de la crisis mexicana fue mucho
mas profundo que en otros casos, en términos de la estructura
política y de su evolución ulterior. La magnitud de su
impacto se explica por las formas específicas de organización del
poder, antes que por el nivel de desarrollo económico o por la
fisonomía particular de la estructura social. En un régimen
democratico, un desafío a la autoridad analogo al que
lanzaron los universitarios mexicanos en 1968 quiza pusiera en tela de
juicio ciertas practicas políticas, pero no los fundamentos
mismos del régimen, como ocurrió aquí.
En 1968 los estudiantes mexicanos desnudaron con tanta eficacia y casi
naturalidad el autoritarismo, hasta entonces revestido de crecimiento
económico y de conformismo, que su movilización fue un primer
paso hacia el desmantelamiento de uno de los aspectos centrales de este
régimen: la no participación. Cuando la apatía y la
despolitización sustentan la autoridad, como había sido el caso
en México en las tres décadas anteriores, las demandas de
participación efectiva ponen en juego el equilibrio político, el
cual se vera profundamente alterado en caso de que tales demandas sean
satisfechas. Esto es, desde los años cuarenta y como efecto de las
luchas del periodo anterior, la participación política
había sido considerada fuente de inestabilidad, y la necesidad de
superar tal inestabilidad fue una de las justificaciones centrales de las
políticas de desmovilización –la educación y el
control sindical y partidista, por ejemplo–; en cambio, a partir de 1968
fue abriéndose paso la ideade que la no participación era tanto o
mas desestabilizadora que su opuesto. En la década de los sesenta,
el sistema político mexicano todavía era considerado un éxito. Desde 1940 había logrado mantener
una tasa media anual de crecimiento económico de 6 por ciento, en un marco de estabilidad que combinaba formas
democraticas y practicas autoritarias, con el apoyo de un
consenso modernizador que hacía las veces de opinión
pública. La constitución vigente establecía un régimen democratico, pluralista y
representativo en el marco de una república federal. No obstante, estas
definiciones formales resultaban extrañas a una realidad dominada por la
centralización del poder y el corporativismo.
Tanto así, que pese a los ordenamientos constitucionales, el
régimen político mexicano se ajustaba mas al modelo
autoritario de pluralismo limitado y no participación propuesto por Juan
J. Linz para el analisis de la España franquista, que al de las
democracias occidentales que habían sido la referencia inicial del
régimen.
Frente a otros regímenes autoritarios, el
mexicano tenía la ventaja de contar con orígenes revolucionarios
que le permitían reclamar una legitimidad democratica sustentada
en la representatividad popular del Estado, antes que en elecciones libres.
Pese a que desde el fin de la etapa armada de la Revolución, esto es,
principio de los años veinte, la renovación de poderes en todos
los niveles transcurría periódica y regularmente, el sentido de
la participación electoral era, en primer lugar, el de un refrendo a
decisiones tomadas de antemano. Aunque la elite política nunca
adoptó la doctrina de partido único, el númerode grupos
que competía por el poder era limitado, pues se concentraba en un partido oficial que era también instrumento del
Estado.
Este desequilibrio real no era resultado de un pacto
oligarquico, sino que estaba fundado en la alianza histórica
entre líderes de clase media y grupos de campesinos y obreros que
habían sido el corazón de la Revolución de 1910.
Posteriormente, este acuerdo se convirtió en
una de las piedras angulares del
autoritarismo, pues el compromiso con los intereses populares justificó
la construcción de una estructura política centralizada como condición
necesaria para lograr la modernización económica y la democracia.
Los pilares de esa estructura eran corporaciones de diferente tipo: las
estatales que organizaban fundamentalmente a obreros y
campesinos, y las que habían sido creadas con independencia del Estado,
o habían logrado mantener cierto grado de autonomía para defender
intereses particulares, como
la Iglesia católica o la Universidad Nacional.
Aquí lo que interesa destacar es que, al igual que el autoritarismo
plebiscitario que se desarrolló en Europa occidental, durante la
industrialización de la segunda mitad del siglo XIX el autoritarismo
mexicano del periodo de crecimiento económico de la posguerra se
justificaba como etapa transitoria de una evolución ascendente hacia la
modernidad, que hubiera podido verse obstaculizada por una participación
política libre y plural. Los riesgos de inestabilidad derivados de
posibles conflictos y fragmentaciones producto de la competencia por el poder
eran excusa suficiente para que la despolitización se instalara como
rasgo característico de lasociedad mexicana en esa época.
Así, la función de las elecciones no era expresar la complejidad
política de la sociedad, ni siquiera sus
preferencias ideológicas, sino renovar simbólicamente el
compromiso de largo plazo del
sistema con la democracia.
Normalmente, los procesos electorales se desarrollaban en medio de una relativa
indiferencia y los candidatos del partido oficial podían
contar con margenes desahogados de triunfo. Mas todavía, a
pesar de que las cifras históricas de participación arrojaban
tasas de abstencionismo que oscilaban entre 35 y 25 por ciento, los sucesos
electorales de los años ochenta apoyaron la hipótesis de que la
participación era menor de lo que registraban las cifras oficiales, pero
que tendió a aumentar, aunque en la elección presidencial de 1988
se abstuvo de votar alrededor del 50 por ciento de la población
empadronada. Según un agudo observador, Rafael
Segovia, la diferencia se explicaría por una mejora en el cómputo
y vigilancia de los votos, es decir, por la disminución relativa del fraude. El
abstencionismo mas o menos generalizado reflejaba las limitaciones de
una sociedad con bajos niveles de escolaridad, pero era también la
respuesta natural a la imposibilidad real de que triunfara algún partido
o grupo no gubernamental, a la debilidad de un sistema de partidos en
desequilibrio permanente entre el poderoso partido oficial y una oposición
enclenque, y a la no representatividad e ineficacia de las camaras
legislativas.
Contrariamente a lo que hubieran podido imaginar las autoridades
políticas en 1968, el movimiento estudiantil y la represión de
que fue víctima, en lugar de fortalecerla apatía y actitudes
negativas hacia la participación, familiarizaron a amplios sectores de
la población, en particular en el seno de las clases medias, con el
lenguaje democratico –como ocurrió en España antes
de la transición–, y también los alertaron con respecto a
los costos posibles de la arbitrariedad gubernamental. Es probable que la
violencia que ejerció el gobierno del presidente Díaz Ordaz
contra los estudiantes haya sido repugnante a otros grupos sociales que, aun
cuando hubieran aceptado la gravedad del conflicto y la urgencia de la
solución como efecto colateral, también hayan reconocido la
necesidad de poner límites a la autoridad. Así, los
acontecimientos de 1968 habrían relegitimado la practica de la
participación política independiente no sólo porque
confrontaron a la autoridad con su propio discurso democratico, sino
porque revelaron la vulnerabilidad de todos los grupos sociales frente al
poder.
Aunque este fenómeno no condujo de inmediato a
un aumento de la participación electoral, modificó valores y
comportamientos sociales, y este cambio no se resolvió en una mera
rebelión cultural, sino que a mediano plazo propició un
reordenamiento de las alianzas del Estado y de ahí la alteración del sistema
político. En la medida en que la participación y la organización
independientes fueron reconocidos como valores compatibles con la estabilidad,
e incluso necesarios para su mantenimiento o superiores a ella, las clases
medias –los grupos que históricamente han mostrado mayor capacidad
para defender su participación, ya sea en la política o en la
economía– se desplazaron de la posición esencialmente
pasiva degrupos de referencia social que ocupaban desde los años
cuarenta hacia la de auténticos interlocutores del poder.
Desde una perspectiva histórica de largo plazo, el movimiento
estudiantil acarreó la rebelión postergada de clases medias que
habían sido marginadas del pacto político autoritario de los
años veinte y treinta, pero que entonces pudieron volver por sus fueros,
gracias al fortalecimiento que habían derivado de la expansión
económica. La crisis de 1968 no precipitó ningún cambio
institucional de fondo, pero este corrimiento político de los diferentes
grupos sociales, consagrado por algunas de las políticas reformistas del
presidente Luis Echeverría, repercutió sobre el equilibrio
original porque se produjo a expensas de la influencia y los intereses de
obreros y campesinos. Cuando la elite política relegó
éstos a la satisfacción de las demandas de las clases medias, provocó un desprendimiento de las clases sociales
que hasta entonces habían sido, por tradición, sustento central
de autoritarismo. Al hacerlo, el grupo en el poder buscó la imposible
sustitución de unos grupos por otros, ya que por esta vía las
clases medias accedieron al poder político y lo conquistaron, pero no se
comprometieron con sus formas establecidas de organización.
No obstante la relación entre este cambio y la crisis de 1968,
también puede pensarse que el predominio político de las clases
medias, característico de los años setenta y ochenta, fue el
resultado de procesos sociales mas profundos, asociados con el notable
crecimiento de los años anteriores que había acarreado
también una mayor complejidad social y la formación de grupos
deopinión dispuestos a defender la autonomía de la sociedad a
través de la participación.
Tradicionalmente, el Estado había sido la referencia central para la
articulación de una sociedad atravesada por diversidades y
desigualdades, de manera que el éxito de cualquier movimiento
político dependía de su vínculo con el Estado, que era la
única comunidad política valida. El caracter
excepcional de la movilización de 1968 residió en su capacidad
para definir una identidad propia en oposición al Estado, y hacer de
ello la base de una coherencia interna breve, pero mayor que la de grupos que
se ostentaban como
partidos independientes. Desde ahí, el movimiento estudiantil fue la
proyección del cambio esencial que se había producido con el
desarrollo de los años anteriores, y que consistía en la
reversión de los términos de la relación entre el poder y
la sociedad, pues a partir de entonces el régimen político que
antes había dictado los perfiles de la sociedad pasaría a ser un
reflejo de esa sociedad que había construido, y estaría expuesto
a sus desequilibrios.
La mayor autonomía de la sociedad, fruto del desarrollo
económico, fue fijando límites a la soberanía interna del
Estado. Este fenómeno se profundizó con el reformismo del periodo
siguiente, pero sus consecuencias fueron contradictorias en cuanto al objetivo
general de la democracia, porque si en el plano político este cambio
significó la ampliación paulatina de vías de
participación alternativas a las oficiales, en el social la consecuencia
fue, paradójicamente, el agravamiento de la desigualdad inscrita en el
modelo de desarrollo.