LA ACTUALIDAD
posición de poder que le sirvió para personificar a la autoridad.
Su dote militar leotorgo la estrategia que adoptaría toda su vida, la de
dividir para vencer. Para sus
contemporaneos, el único error y descuido fue envejecer.
Al parecer la
singularidad de habilidades de este personaje no fue suficiente para hacer
frente alos cambios venideros que estaban por azotar terriblemente a los
sectores de la
población rural económicamente desfavorecida, una crisis a nivel
internacional,
comandada por los países europeos y los Estados Unidos, -que ya
desdeentonces afectaban a nuestro país- adicionada a una sequia
suficientemente
prolongada y la cual tiranizo el campo y de este, principalmente las plantaciones
del maíz, como producto de mayor consumo nacional, situación que
mermo losingresos del gobierno, favoreciendo la ya de por si sofocante
situación. Porfirio
Díaz, disfrazo en su autoridad una ambivalencia, una dualidad
caótica, visible alcomienzo y término del poder,
atributos relacionados también con su realidad, conla cultura mexicana.
El final de la obra de Díaz, fue sin duda su inflexibilidad
einadaptabilidad a las nuevas exigencias y su ceguera crónica, elementos
queaprovecharon sus adversarios con lujo de analisis, pues las
descripcionesposteriores de su salida del poder son un conjunto de narraciones
heroicas y
antagónicas, que arremeten y retroceden, en las luchas por demostrar
quién
puede instalar su propuesta sin diferenciar si esta degenere mas o sea
deinspiración transitoria. El patrón de la dualidad sigue
cumpliéndose, como ya lahistoria ha profetizado.La singularidad de este
individuo, su obra anterior, durante o posterior al
poder, consiguió el nacimiento de uno de los eventos mas importantes de
laidentidad mexicana, ya que una vez fuera del poder y del país,
Porfirio Díaz
dejaría de aplicar su visión y modelo autoritario gubernamental,
-representación
con la cual se le asociaba-, quiza, el cuestionamiento que surge ahora
es sobre lapersistencia de la revolución y su futuro, pues la
solución a la problematica estaba
ya puesta en marcha y la revolución ya no tendría sentido alguno,
empero esto no
era cierto, el suceso revolucionario apenas entraba en maduración, el
conflictosurge cuando quedando acéfalo el cuerpo del gobierno, la lucha
por conseguir la
silla presidencial fue eminente. Los aspirantes incuestionablemente
tambiénseguían el modelo de la imposición de posturas que
a su propia experiencia eran
los mejores, los mas fuertes, los mas
apropiados fuera mal o bueno o por un
simple concepto personal de orgullo, egoísmo, o de reconocimiento de sus
capacidades. Es así, que el siguiente en ocupar el puesto fue por su
labor sufriday obsesivo cuestionamiento del poder, -mas bien a la figura
presidencial de
Porfirio Díaz y sus seguidores- fue el buen Madero, pues aparece como un
jovende convicción democratica y liberal, empeñoso de
espíritu legalista, pacifista, de
una figura tal como un inocente incapaz de cometer atrocidades desmesuradas,
hombre cegado por su idealismo, bueno, al parecer ingenuo por no conocer
losvoragines que originan las pasiones e impulsividadeshumanas o
conociéndolasles olvido, desencadenando en una confianza a la vez
retadora y a la vez
carismatica, convencido de la verdad de su causa. Su personaje de
caracterredentor refortalecera el sentido de quienes aun luchan porque
sus causas se
reconozcan y en su personaje se ve la luz de ello, su
salida y el fin mismo. Este
noble andar, le concedió construir su propia lucha distinguible entre
tantas,
llamada por los historiadores como la revolución maderista, recogiendo
elpensamiento plasmado en el plan de San Luis, no obstante con su
caracter
pacífico y diplomatico, tuvo diferencias aun con líderes
revolucionarios, incluso con
Emiliano Zapata y Pascual Orozco. Ha de precisarse, que Emiliano Zapata,
unpersonaje humilde, un desconfiado que se apega a la tierra, de extrema
pureza,
buena fe y honradez, un charro independiente, enamoradizo, místico y
taciturno,
renuente a la traición y al poder, quiza porque conoce hasta
dónde puede llegar
esa enfermedad llamada “poder”, degeneradora de mentes, como le ha
sucedido a
Porfirio Díaz, su casa, en la capital moral de la revolución,
Tlaltizapan, en donde
ejerce su autoridad, siguió una postura paralela, muy propia, con
elementostomados y surgidos del trabajo del campesino, de la valoración
de la tierra, como
única forma indiscutible de avanzar a un progreso sostenible y duradero.
Para él
Madero es un terrateniente y apoderado, con un pobre conocimiento del sentir dela gente y
de sus necesidades, su genuino arte se encontraba en su idealismo, porello para
Madero, su estancia en el poder fue fugaz, determinada a resolver
lasinconformidades surgidas por los simpatizantes del Porfiriato que se
resistían alcambio y los nuevos líderes. Existe
cierto paralelismo a una tragedia griega, ya
que al final de su vida
–
encontrada en el poder en la tensión de la Decena
Tragica- únicamente consiguió convertirse en
martir, su obra fue truncada. Susideales impunemente quedaron
suspendidos, -un destino no muy glorificado como
lo es el de los héroes-. Le sigue, Victoriano Huerta, el militar traidor
y perverso,ebrio consuetudinario, malvado y siniestro.
Astucia es el adjetivo que lo define y lo
califica, es por así decirlo, la contrapartida y némesis, del
buen Madero. Gustoso
de entablar una relación beligerante opositora con ayuda del sobrino de Porfirio
Feliz Díaz y Bernardo Reyes, antiguo militar de la vieja dictadura,
sustituyo aMadero, gracias a su golpe de estado. Huerta
conoció también el desprecio y el
destino que otorgaba la vivencia cíclica revolucionaria.
Reconocido comousurpador de la causa, así visto por Venustiano Carranza
y Francisco Villa, este
último, aparece como
un ser primitivo, insubordinado y anarquico e igualmente
desconfiado, pero bastante astuto e intuitivo, para José Vasconcelos fue
un león,por la naturaleza violenta, ruda e
impulsiva. Al parecer, un dolor de cabeza.
Ambos, Venustiano Carranza y Francisco Villa, constituyeron un
frente opositor a
las causa huertistas, cada cual a su modo. Huerta, increíblemente
también gozoen el poder lo que el exanime Madero, pero
adistinción de este, vivió la toma de
los Estadounidenses del puerto de Veracruz, situación que crespo sus
animos y le
origino un descontento que le incentivo dejar el poder, renunciando y
huyendo,como solo sabe hacerlo un villano. Dio inicio con ello a la segunda
revolución: la
revolución Constitucionalista. Sucedió del
mismo modo, lo único que cambia es el
personaje y la forma de su propia lucha, la traducción y
dirección de esta, encontraposición con las existentes; se
aprecia, cambios graduales que transforman
el objetivo de la lucha. Francisco Villa fue alguna vez la contraparte
de VenustianoCarranza, luchando y siendo los opositores del gobierno de
Victoriano Huerta,Ahora él, -Venustiano Carranza- , frente a su propio
ejército, librando viejas
rencillas con Villa, asume el poder en el año de 1917, caracterizado por
su
avejentada apariencia, por su prudencia desesperante, una solemnidad
otorgadapor su condición, conocedor y estudioso de la historia nacional,
con inflexiblecaracter y paciente formulismo, formulismo que determino
en gran parte llevar al
6
punto mas alto las demandas sociales y económicas,
sustentandolas con undocumento de valor fundacional y constituyente,
aunado a que también era un
defensor de la dignidad y soberanía nacional, sin embargo, como todo
buen
defensor, también es astuto, enérgico y celoso de su autoridad,
su aparienciadenota lentitud, con certeza esto se transfirió a su voz,
que no dejo de ser
pausada, la gran sabiduría lo caracterizo pero siempre cuidando las
formas,se
transformo entonces, en un ser articulado, su obstinación -casi estoica-
lo obligo aelaborar tretas inteligentes para situaciones que exigían
flexibilidad. Para Madero
él era un receloso, vengativo y lento. No es así con
Alvaro Obregón, quien siendo
un caudillo popular, habilidoso y gran estratega,
quien aprovechando los dones asíconcedidos, tales como el ingenio, la simpatía, una gran
memoria y el talento, no
duda en usarlos para sus fines. Bueno para todo, trabajador desde muy joven, su
sensibilidad por las causas revolucionarias es sacrificada por una practis
virtuosa,y esto lo definió mas que nada, directo en el ataque,
con un indiscutible sentido del
humor, pero también de la venganza, se convierte por esto mismo en el
masradical de los personajes, en el centro mismo de la atención
pública.Hasta este momento estos personajes que por sí solos
encaran valores, conpersonalidades estilizadas o a veces muy generales, muy al
caracter descriptivo
mexicano, no muy lejanos a los que se asocian con las deidades griegas, si es
el
caso de que surja una comparación, los primeros no roban nada a los
hechos yhabilidades de los últimos. Por si y cada cual cumple un papel
importante en la
obra denominada revolución mexicana y tan semejante a una obra teatral
helénica, también tienen un destino y relevancia en el melodrama
histórico, cadauno en tiempo y forma, cada uno con sus actos bien
definidos, algunos con
tragedias, otros con habilidades virtuosas y en apariencia, los menos
favorecidos
villanos y antihéroes, denotan cualidades humanas detestablespero
admirablespor la definición y el caracter con que llevan su
tarea. En general, cada
participante de la obra revolucionario tiene una contraparte, en la estructura
de la
historia revolucionaria, por ejemplo, Porfirio Díaz aparece como un símbolo
deautoritarismo, malo y despótico, con un listado de cuestiones
negativas. Pero
también fue un héroe, un guerrero en la
batalla de puebla,
referencia histórica queMadero pasó por alto, éste siempre
lo cuestionaba. A la posteridad por aras de
eventos conocidos y lóbregos, este último se eleva como una víctima
inocente, en
el que su obra quedo trunca y pausada. Villa representa el antihéroe y
Zapata el
personaje puro, con los pies en la tierra. Huerta es el
malévolo, el villano de lahistoria. Carranza y Obregón,
son personajes realistas, con defectos y virtudes
logran obtener y restaurar el orden perdido. La dualidad de estos héroes
yamíticos o no, su caracter simétrico e inverso, la
propensión a la transgresión de
uno y el apego de la realidad del otro, dan en consecuencia a lo
mucho a un
arquetipo cultural universal que conforman una y exclusivamente la
realidadhistórica del México revolucionario. Expresa seguramente,
las tendenciascontradictorias de la Historia de México, entre la
herencia india y la mestiza, entre
los derechos del individuo y los colectivos, entre la libertad y el progreso,
perotambién figura la contradicción inherente del ser humano
entre materia y espíritu,
entre practica y teoría entre ideal y realidad. Los héroes
culturales, delegaron al
morir su don a la revolución y cadauno de los héroes se vincula
con una
7
institución, que después de morir y no ver cerca un poco de
aquello por lo quelucharon, elevaron también a la conciencia social sus meritos
y hechos, he aquí la
transformación al mito y del mito en héroes, de héroes a
instituciones y de
instituciones a modelos morales de aceptación. Modelos de
aceptación quelograron lo que muchos en años no alcanzaron, crear
una población unida, una
colectividad con un conciencia sustentada ya no en las
viejas raíces europeas, o
coloniales, ya son producto de una nación naciente, con propios
héroes, una
historia que es “
nuestra historia
”.
Un papel importante, también ocupo la mujer.
Los textos históricos también
hablan de ellas, describen sus hazañas, quiza no a la par de los
“Héroes yVillanos” de la revolución, ha de
entenderse, pero no justificarse, que las
circunstancias aun mas cerradas de las que se goza hoy sobre equidad e
igualdad
de género lo provoco, el desempeño y función de la mujer
en aquella época fue
distinta, mas semejanza guardo su naturaleza a un vasallo, semi
esclavitud,servidumbre o cualquier termino que refiera que ésta solo
cumplía funciones de suseñor. A la par, la religión matizo
dicho estatus, resultado de un arduo proceso que
de antaño se gesto, primero en la Europa y posteriormente, en la
Américaconquistada, los postulados eclesiasticos y religiosos se
impusieron, a los hijos de
la nueva tierra descubierta, y estos como padres de la raza naciente mestiza,
también tuvieron obligación deofrecer, como único camino.
Estas concepcionesnaturalmente llegaron a los días pre y post
revolucionarios, siguiendo este
proceso, no con la misma intensidad, mas bien con una solemnidad renovada
e
incuestionable, la mujer no tomo directamente los modelos ofrecidos por la
religiónúnicamente, también los adopto de la praxis de sus
padres. Igualmente, el hijo
varón, con toda la calma, de saberse un
género favorecido, se fortaleció y
consecuentemente hizo conciencia de su autoridad en cualquier
exteriorización desu caracter, esto es una posible
explicación del nacimiento del macho mexicano y
la mujer que sirve y sufre. -Aunque es obvio que existen otras causas- como
lo ha
explicado magistralmente Octavio Paz. La aceptación de éstos
modelosarquetípicos de comportamiento humano se vieron conjugados en la
revolución
mas que en otro proceso histórico, aquí el macho es el
héroe, la mujer la sombra,la cuidadora y la encargada de la familia, del
bienestar aun cuando el hombre no
contribuya en dicha causa. La mujer también necesito de esa gloria
heroica, ella
se sabía inteligente y capaz, y no dudo en adoptar cualidades de
éstos y
perfeccionar los propios, transformo su identidad femenina en una
identidadportentosa, decidida, llena también de autoridad. El
revolucionario vio en ellas un
instrumento estratégico, que definía la victoria o la derrota en
eventos bélicos. Lashabilidades eran varias, desde las ya conocidas
surgidas del
hogar, hasta
conocimientos especializados de enfermería, espionaje, el manejo de
diversas
armas y hasta lideres debatallones. Ellas concibieron la revolución como un meroinstrumento del descubrimiento de su
valor, y vieron en él un motivo para exaltarsu fuerza, mostraron por
tanto la primera lucha sobre equidad e igualdad de
género no reconocida oficialmente. Un indicio nada despreciable, a
sabiendas queya había ocurrido una lucha independecista en la que
también habían participado
mujeres, su papel fue solo un icono, una muestra, un ejemplo, la única
diferencia
radica en que en la lucha revolucionaria, fue mucho mas amplia y rica,
hubo una
posición de poder que le sirvió para personificar a la autoridad.
Su dote militar leotorgo la estrategia que adoptaría toda su vida, la de
dividir para vencer. Para sus
contemporaneos, el único error y descuido fue envejecer.
Al parecer la
singularidad de habilidades de este personaje no fue suficiente para hacer
frente alos cambios venideros que estaban por azotar terriblemente a los
sectores de la
población rural económicamente desfavorecida, una crisis a nivel
internacional,
comandada por los países europeos y los Estados Unidos, -que ya
desdeentonces afectaban a nuestro país- adicionada a una sequia
suficientemente
prolongada y la cual tiranizo el campo y de este, principalmente las
plantaciones
del maíz, como producto de mayor consumo nacional, situación que
mermo losingresos del gobierno, favoreciendo la ya de por si sofocante
situación. Porfirio
Díaz, disfrazo en su autoridad una ambivalencia, una dualidad
caótica, visible alcomienzo y término del poder,
atributos relacionados también con su realidad, conla culturamexicana.
El final de la obra de Díaz, fue sin duda su inflexibilidad
einadaptabilidad a las nuevas exigencias y su ceguera crónica, elementos
queaprovecharon sus adversarios con lujo de analisis, pues las
descripcionesposteriores de su salida del poder son un conjunto de narraciones
heroicas y
antagónicas, que arremeten y retroceden, en las luchas por demostrar
quién
puede instalar su propuesta sin diferenciar si esta degenere mas o sea
deinspiración transitoria. El patrón de la dualidad sigue
cumpliéndose, como ya la
historia ha profetizado.La singularidad de este individuo, su obra anterior,
durante o posterior al
poder, consiguió el nacimiento de uno de los eventos mas importantes de
laidentidad mexicana, ya que una vez fuera del poder y del país,
Porfirio Díaz
dejaría de aplicar su visión y modelo autoritario gubernamental,
-representación
con la cual se le asociaba-, quiza, el cuestionamiento que surge ahora
es sobre lapersistencia de la revolución y su futuro, pues la
solución a la problematica estaba
ya puesta en marcha y la revolución ya no tendría sentido alguno,
empero esto no
era cierto, el suceso revolucionario apenas entraba en maduración, el
conflictosurge cuando quedando acéfalo el cuerpo del gobierno, la lucha
por conseguir la
silla presidencial fue eminente. Los aspirantes incuestionablemente
tambiénseguían el modelo de la imposición de posturas que
a su propia experiencia eran
los mejores, los mas fuertes, los mas
apropiados fuera mal o bueno o por un
simple concepto personal de orgullo, egoísmo, o de reconocimiento de
suscapacidades. Es así, que el siguiente en ocupar el puesto fue por su
labor sufriday obsesivo cuestionamiento del poder, -mas bien a la figura
presidencial de
Porfirio Díaz y sus seguidores- fue el buen Madero, pues aparece como un
jovende convicción democratica y liberal, empeñoso de
espíritu legalista, pacifista, de
una figura tal como un inocente incapaz de cometer atrocidades desmesuradas,
hombre cegado por su idealismo, bueno, al parecer ingenuo por no conocer
losvoragines que originan las pasiones e impulsividades humanas o
conociéndolasles olvido, desencadenando en una confianza a la vez
retadora y a la vez
carismatica, convencido de la verdad de su causa. Su personaje de
caracterredentor refortalecera el sentido de quienes aun luchan porque
sus causas se
reconozcan y en su personaje se ve la luz de ello, su
salida y el fin mismo. Este
noble andar, le concedió construir su propia lucha distinguible entre
tantas,
llamada por los historiadores como la revolución maderista, recogiendo
elpensamiento plasmado en el plan de San Luis, no obstante con su
caracter
pacífico y diplomatico, tuvo diferencias aun con líderes
revolucionarios, incluso con
Emiliano Zapata y Pascual Orozco. Ha de precisarse, que Emiliano Zapata,
unpersonaje humilde, un desconfiado que se apega a la tierra, de extrema
pureza,
buena fe y honradez, un charro independiente, enamoradizo, místico y
taciturno,
renuente a la traición y al poder, quiza porque conoce hasta
dónde puede llegar
esa enfermedad llamada “poder”, degeneradorade mentes, como le ha
sucedido a
Porfirio Díaz, su casa, en la capital moral de la revolución,
Tlaltizapan, en donde
ejerce su autoridad, siguió una postura paralela, muy propia, con
elementostomados y surgidos del trabajo del campesino, de la valoración
de la tierra, como
única forma indiscutible de avanzar a un progreso sostenible y duradero.
Para él
Madero es un terrateniente y apoderado, con un pobre conocimiento del sentir dela gente y
de sus necesidades, su genuino arte se encontraba en su idealismo, por
ello para Madero, su estancia en el poder fue fugaz, determinada a resolver
lasinconformidades surgidas por los simpatizantes del Porfiriato que se
resistían alcambio y los nuevos líderes. Existe
cierto paralelismo a una tragedia griega, ya
que al final de su vida
–
encontrada en el poder en la tensión de la Decena
Tragica- únicamente consiguió convertirse en
martir, su obra fue truncada. Susideales impunemente quedaron
suspendidos, -un destino no muy glorificado como
lo es el de los héroes-. Le sigue, Victoriano Huerta, el militar traidor
y perverso,ebrio consuetudinario, malvado y siniestro.
Astucia es el adjetivo que lo define y lo
califica, es por así decirlo, la contrapartida y némesis, del
buen Madero. Gustoso
de entablar una relación beligerante opositora con ayuda del sobrino de Porfirio
Feliz Díaz y Bernardo Reyes, antiguo militar de la vieja dictadura,
sustituyo aMadero, gracias a su golpe de estado. Huerta
conoció también el desprecio y el
destino que otorgaba la vivencia cíclica revolucionaria.
Reconocido comousurpador de lacausa, así visto por Venustiano Carranza y
Francisco Villa, este
último, aparece como
un ser primitivo, insubordinado y anarquico e igualmente
desconfiado, pero bastante astuto e intuitivo, para José Vasconcelos fue
un león,por la naturaleza violenta, ruda e
impulsiva. Al parecer, un dolor de cabeza.
Ambos, Venustiano Carranza y Francisco Villa, constituyeron un
frente opositor a
las causa huertistas, cada cual a su modo. Huerta, increíblemente
también gozoen el poder lo que el exanime Madero, pero a
distinción de este, vivió la toma de
los Estadounidenses del puerto de Veracruz, situación que crespo sus
animos y le
origino un descontento que le incentivo dejar el poder, renunciando y
huyendo,como solo sabe hacerlo un villano. Dio inicio con ello a la segunda
revolución: la
revolución Constitucionalista. Sucedió del
mismo modo, lo único que cambia es el
personaje y la forma de su propia lucha, la traducción y
dirección de esta, encontraposición con las existentes; se
aprecia, cambios graduales que transforman
el objetivo de la lucha. Francisco Villa fue alguna vez la contraparte
de VenustianoCarranza, luchando y siendo los opositores del gobierno de
Victoriano Huerta,Ahora él, -Venustiano Carranza- , frente a su propio
ejército, librando viejas
rencillas con Villa, asume el poder en el año de 1917, caracterizado por
su
avejentada apariencia, por su prudencia desesperante, una solemnidad
otorgadapor su condición, conocedor y estudioso de la historia nacional,
con inflexiblecaracter y paciente formulismo, formulismo que determino
en gran partellevar al
6
punto mas alto las demandas sociales y económicas,
sustentandolas con undocumento de valor fundacional y constituyente,
aunado a que también era un
defensor de la dignidad y soberanía nacional, sin embargo, como todo
buen
defensor, también es astuto, enérgico y celoso de su autoridad,
su aparienciadenota lentitud, con certeza esto se transfirió a su voz,
que no dejo de ser
pausada, la gran sabiduría lo caracterizo pero siempre cuidando las
formas, se
transformo entonces, en un ser articulado, su obstinación -casi estoica-
lo obligo aelaborar tretas inteligentes para situaciones que exigían
flexibilidad. Para Madero
él era un receloso, vengativo y lento. No es así con
Alvaro Obregón, quien siendo
un caudillo popular, habilidoso y gran estratega,
quien aprovechando los dones asíconcedidos, tales como el ingenio, la simpatía, una gran
memoria y el talento, no
duda en usarlos para sus fines. Bueno para todo, trabajador desde muy joven, su
sensibilidad por las causas revolucionarias es sacrificada por una practis
virtuosa,y esto lo definió mas que nada, directo en el ataque,
con un indiscutible sentido del
humor, pero también de la venganza, se convierte por esto mismo en el
masradical de los personajes, en el centro mismo de la atención
pública.Hasta este momento estos personajes que por sí solos
encaran valores, conpersonalidades estilizadas o a veces muy generales, muy al
caracter descriptivo
mexicano, no muy lejanos a los que se asocian con las deidades griegas, si es
el
caso deque surja una comparación, los primeros no roban nada a los
hechos yhabilidades de los últimos. Por si y cada cual cumple un papel
importante en la
obra denominada revolución mexicana y tan semejante a una obra teatral
helénica, también tienen un destino y relevancia en el melodrama
histórico, cadauno en tiempo y forma, cada uno con sus actos bien
definidos, algunos con
tragedias, otros con habilidades virtuosas y en apariencia, los menos
favorecidos
villanos y antihéroes, denotan cualidades humanas detestables pero
admirablespor la definición y el caracter con que llevan su
tarea. En general, cada
participante de la obra revolucionario tiene una contraparte, en la estructura
de la
historia revolucionaria, por ejemplo, Porfirio Díaz aparece como un
símbolo deautoritarismo, malo y despótico, con un listado de
cuestiones negativas. Pero
también fue un héroe, un guerrero en la
batalla de puebla,
referencia histórica queMadero pasó por alto, éste siempre
lo cuestionaba. A la posteridad por aras de
eventos conocidos y lóbregos, este último se eleva como una víctima
inocente, en
el que su obra quedo trunca y pausada. Villa representa el antihéroe y
Zapata el
personaje puro, con los pies en la tierra. Huerta es el
malévolo, el villano de lahistoria. Carranza y Obregón,
son personajes realistas, con defectos y virtudes
logran obtener y restaurar el orden perdido. La dualidad de estos héroes
yamíticos o no, su caracter simétrico e inverso, la
propensión a la transgresión de
uno y el apego de la realidad del otro, dan en consecuencia a lo
mucho a unarquetipo cultural universal que conforman una y exclusivamente la
realidadhistórica del México revolucionario. Expresa seguramente,
las tendenciascontradictorias de la Historia de México, entre la
herencia india y la mestiza, entre
los derechos del individuo y los colectivos, entre la libertad y el progreso,
perotambién figura la contradicción inherente del ser humano
entre materia y espíritu,
entre practica y teoría entre ideal y realidad. Los héroes
culturales, delegaron al
morir su don a la revolución y cada uno de los héroes se vincula
con una
7
institución, que después de morir y no ver cerca un poco de
aquello por lo quelucharon, elevaron también a la conciencia social sus
meritos y hechos, he aquí la
transformación al mito y del mito en héroes, de héroes a
instituciones y de
instituciones a modelos morales de aceptación. Modelos de
aceptación quelograron lo que muchos en años no alcanzaron, crear
una población unida, una
colectividad con un conciencia sustentada ya no en las
viejas raíces europeas, o
coloniales, ya son producto de una nación naciente, con propios
héroes, una
historia que es “
nuestra historia
”.
Un papel importante, también ocupo la mujer.
Los textos históricos también
hablan de ellas, describen sus hazañas, quiza no a la par de los
“Héroes yVillanos” de la revolución, ha de
entenderse, pero no justificarse, que las
circunstancias aun mas cerradas de las que se goza hoy sobre equidad e
igualdad
de género lo provoco, el desempeño y función de la mujer
en aquellaépoca fue
distinta, mas semejanza guardo su naturaleza a un vasallo, semi
esclavitud,servidumbre o cualquier termino que refiera que ésta solo
cumplía funciones de suseñor. A la par, la religión matizo
dicho estatus, resultado de un arduo proceso que
de antaño se gesto, primero en la Europa y posteriormente, en la
Américaconquistada, los postulados eclesiasticos y religiosos se
impusieron, a los hijos de
la nueva tierra descubierta, y estos como padres de la raza naciente mestiza,
también tuvieron obligación de ofrecer, como único camino.
Estas concepcionesnaturalmente llegaron a los días pre y post
revolucionarios, siguiendo este
proceso, no con la misma intensidad, mas bien con una solemnidad
renovada e
incuestionable, la mujer no tomo directamente los modelos ofrecidos por la
religiónúnicamente, también los adopto de la praxis de sus
padres. Igualmente, el hijo
varón, con toda la calma, de saberse un
género favorecido, se fortaleció y
consecuentemente hizo conciencia de su autoridad en cualquier
exteriorización desu caracter, esto es una posible
explicación del nacimiento del macho mexicano y
la mujer que sirve y sufre. -Aunque es obvio que existen otras causas- como
lo ha
explicado magistralmente Octavio Paz. La aceptación de éstos
modelosarquetípicos de comportamiento humano se vieron conjugados en la
revolución
mas que en otro proceso histórico, aquí el macho es el
héroe, la mujer la sombra,la cuidadora y la encargada de la familia, del
bienestar aun cuando el hombre no
contribuya en dicha causa. La mujer también necesito de esa
gloriaheroica, ella
se sabía inteligente y capaz, y no dudo en adoptar cualidades de
éstos y
perfeccionar los propios, transformo su identidad femenina en una
identidadportentosa, decidida, llena también de autoridad. El
revolucionario vio en ellas un
instrumento estratégico, que definía la victoria o la derrota en
eventos bélicos. Lashabilidades eran varias, desde las ya conocidas
surgidas del
hogar, hasta
conocimientos especializados de enfermería, espionaje, el manejo de
diversas
armas y hasta lideres de batallones. Ellas concibieron la revolución como un meroinstrumento del descubrimiento de su
valor, y vieron en él un motivo para exaltarsu fuerza, mostraron por
tanto la primera lucha sobre equidad e igualdad de
género no reconocida oficialmente. Un indicio nada despreciable, a
sabiendas queya había ocurrido una lucha independecista en la que
también habían participado
mujeres, su papel fue solo un icono, una muestra, un ejemplo, la única
diferencia
radica en que en la lucha revolucionaria, fue mucho mas amplia y rica,
hubo una
posición de poder que le sirvió para personificar a la autoridad.
Su dote militar leotorgo la estrategia que adoptaría toda su vida, la de
dividir para vencer. Para sus
contemporaneos, el único error y descuido fue envejecer.
Al parecer la
singularidad de habilidades de este personaje no fue suficiente para hacer
frente alos cambios venideros que estaban por azotar terriblemente a los
sectores de la
población rural económicamente desfavorecida, una crisis a nivel
internacional,
comandada por los países europeos ylos Estados Unidos, -que ya
desdeentonces afectaban a nuestro país- adicionada a una sequia
suficientemente
prolongada y la cual tiranizo el campo y de este, principalmente las
plantaciones
del maíz, como producto de mayor consumo nacional, situación que
mermo losingresos del gobierno, favoreciendo la ya de por si sofocante
situación. Porfirio
Díaz, disfrazo en su autoridad una ambivalencia, una dualidad
caótica, visible alcomienzo y término del poder,
atributos relacionados también con su realidad, conla cultura mexicana.
El final de la obra de Díaz, fue sin duda su inflexibilidad
einadaptabilidad a las nuevas exigencias y su ceguera crónica, elementos
queaprovecharon sus adversarios con lujo de analisis, pues las
descripcionesposteriores de su salida del poder son un conjunto de narraciones
heroicas y
antagónicas, que arremeten y retroceden, en las luchas por demostrar
quién
puede instalar su propuesta sin diferenciar si esta degenere mas o sea
deinspiración transitoria. El patrón de la dualidad sigue
cumpliéndose, como ya la
historia ha profetizado.La singularidad de este individuo, su obra anterior,
durante o posterior al
poder, consiguió el nacimiento de uno de los eventos mas importantes de
laidentidad mexicana, ya que una vez fuera del poder y del país,
Porfirio Díaz
dejaría de aplicar su visión y modelo autoritario gubernamental,
-representación
con la cual se le asociaba-, quiza, el cuestionamiento que surge ahora
es sobre lapersistencia de la revolución y su futuro, pues la
solución a la problematica estaba
ya puesta en marcha y la revoluciónya no tendría sentido alguno,
empero esto no
era cierto, el suceso revolucionario apenas entraba en maduración, el
conflictosurge cuando quedando acéfalo el cuerpo del gobierno, la lucha
por conseguir la
silla presidencial fue eminente. Los aspirantes incuestionablemente
tambiénseguían el modelo de la imposición de posturas que
a su propia experiencia eran
los mejores, los mas fuertes, los mas
apropiados fuera mal o bueno o por un
simple concepto personal de orgullo, egoísmo, o de reconocimiento de sus
capacidades. Es así, que el siguiente en ocupar el puesto fue por su
labor sufriday obsesivo cuestionamiento del poder, -mas bien a la figura
presidencial de
Porfirio Díaz y sus seguidores- fue el buen Madero, pues aparece como un
jovende convicción democratica y liberal, empeñoso de
espíritu legalista, pacifista, de
una figura tal como un inocente incapaz de cometer atrocidades desmesuradas,
hombre cegado por su idealismo, bueno, al parecer ingenuo por no conocer
losvoragines que originan las pasiones e impulsividades humanas o
conociéndolasles olvido, desencadenando en una confianza a la vez
retadora y a la vez
carismatica, convencido de la verdad de su causa. Su personaje de
caracterredentor refortalecera el sentido de quienes aun luchan porque sus
causas se
reconozcan y en su personaje se ve la luz de ello, su
salida y el fin mismo. Este
noble andar, le concedió construir su propia lucha distinguible entre
tantas,
llamada por los historiadores como la revolución maderista,
recogiendoelpensamiento plasmado en el plan de San Luis, no obstante con su
caracter
pacífico y diplomatico, tuvo diferencias aun con líderes
revolucionarios, incluso con
Emiliano Zapata y Pascual Orozco. Ha de precisarse, que Emiliano Zapata, unpersonaje
humilde, un desconfiado que se apega a la tierra, de extrema pureza,
buena fe y honradez, un charro independiente, enamoradizo, místico y
taciturno,
renuente a la traición y al poder, quiza porque conoce hasta
dónde puede llegar
esa enfermedad llamada “poder”, degeneradora de mentes, como le ha
sucedido a
Porfirio Díaz, su casa, en la capital moral de la revolución,
Tlaltizapan, en donde
ejerce su autoridad, siguió una postura paralela, muy propia, con
elementostomados y surgidos del trabajo del campesino, de la valoración
de la tierra, como
única forma indiscutible de avanzar a un progreso sostenible y duradero.
Para él
Madero es un terrateniente y apoderado, con un pobre conocimiento del sentir dela gente y
de sus necesidades, su genuino arte se encontraba en su idealismo, por
ello para Madero, su estancia en el poder fue fugaz, determinada a resolver
lasinconformidades surgidas por los simpatizantes del Porfiriato que se
resistían alcambio y los nuevos líderes. Existe
cierto paralelismo a una tragedia griega, ya
que al final de su vida
–
encontrada en el poder en la tensión de la Decena
Tragica- únicamente consiguió convertirse en
martir, su obra fue truncada. Susideales impunemente quedaron
suspendidos, -un destino no muy glorificado como
lo es el de los héroes-. Le sigue, Victoriano Huerta, elmilitar traidor
y perverso,ebrio consuetudinario, malvado y siniestro.
Astucia es el adjetivo que lo define y lo
califica, es por así decirlo, la contrapartida y némesis, del
buen Madero. Gustoso
de entablar una relación beligerante opositora con ayuda del sobrino de Porfirio
Feliz Díaz y Bernardo Reyes, antiguo militar de la vieja dictadura,
sustituyo aMadero, gracias a su golpe de estado. Huerta
conoció también el desprecio y el
destino que otorgaba la vivencia cíclica revolucionaria.
Reconocido comousurpador de la causa, así visto por Venustiano Carranza
y Francisco Villa, este
último, aparece como
un ser primitivo, insubordinado y anarquico e igualmente
desconfiado, pero bastante astuto e intuitivo, para José Vasconcelos fue
un león,por la naturaleza violenta, ruda e
impulsiva. Al parecer, un dolor de cabeza.
Ambos, Venustiano Carranza y Francisco Villa, constituyeron un
frente opositor a
las causa huertistas, cada cual a su modo. Huerta, increíblemente
también gozoen el poder lo que el exanime Madero, pero a
distinción de este, vivió la toma de
los Estadounidenses del puerto de Veracruz, situación que crespo sus
animos y le
origino un descontento que le incentivo dejar el poder, renunciando y
huyendo,como solo sabe hacerlo un villano. Dio inicio con ello a la segunda
revolución: la
revolución Constitucionalista. Sucedió del
mismo modo, lo único que cambia es el
personaje y la forma de su propia lucha, la traducción y
dirección de esta, encontraposición con las existentes; se
aprecia, cambios graduales que transforman
el objetivo de lalucha. Francisco Villa fue alguna vez la contraparte de
VenustianoCarranza, luchando y siendo los opositores del gobierno de Victoriano
Huerta,Ahora él, -Venustiano Carranza- , frente a su propio
ejército, librando viejas
rencillas con Villa, asume el poder en el año de 1917, caracterizado por
su
avejentada apariencia, por su prudencia desesperante, una solemnidad
otorgadapor su condición, conocedor y estudioso de la historia nacional,
con inflexiblecaracter y paciente formulismo, formulismo que determino
en gran parte llevar al
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punto mas alto las demandas sociales y económicas,
sustentandolas con undocumento de valor fundacional y constituyente,
aunado a que también era un
defensor de la dignidad y soberanía nacional, sin embargo, como todo
buen
defensor, también es astuto, enérgico y celoso de su autoridad,
su aparienciadenota lentitud, con certeza esto se transfirió a su voz,
que no dejo de ser
pausada, la gran sabiduría lo caracterizo pero siempre cuidando las
formas, se
transformo entonces, en un ser articulado, su obstinación -casi estoica-
lo obligo aelaborar tretas inteligentes para situaciones que exigían
flexibilidad. Para Madero
él era un receloso, vengativo y lento. No es así con
Alvaro Obregón, quien siendo
un caudillo popular, habilidoso y gran estratega,
quien aprovechando los dones asíconcedidos, tales como el ingenio, la simpatía, una gran
memoria y el talento, no
duda en usarlos para sus fines. Bueno para todo, trabajador desde muy joven, su
sensibilidad por las causasrevolucionarias es sacrificada por una practis
virtuosa,y esto lo definió mas que nada, directo en el ataque,
con un indiscutible sentido del
humor, pero también de la venganza, se convierte por esto mismo en el
masradical de los personajes, en el centro mismo de la atención
pública.Hasta este momento estos personajes que por sí solos
encaran valores, conpersonalidades estilizadas o a veces muy generales, muy al
caracter descriptivo
mexicano, no muy lejanos a los que se asocian con las deidades griegas, si es
el
caso de que surja una comparación, los primeros no roban nada a los
hechos yhabilidades de los últimos. Por si y cada cual cumple un papel
importante en la
obra denominada revolución mexicana y tan semejante a una obra teatral
helénica, también tienen un destino y relevancia en el melodrama
histórico, cadauno en tiempo y forma, cada uno con sus actos bien
definidos, algunos con
tragedias, otros con habilidades virtuosas y en apariencia, los menos
favorecidos
villanos y antihéroes, denotan cualidades humanas detestables pero
admirablespor la definición y el caracter con que llevan su
tarea. En general, cada
participante de la obra revolucionario tiene una contraparte, en la estructura
de la
historia revolucionaria, por ejemplo, Porfirio Díaz aparece como un
símbolo deautoritarismo, malo y despótico, con un listado de
cuestiones negativas. Pero
también fue un héroe, un guerrero en la
batalla de puebla,
referencia histórica queMadero pasó por alto, éste siempre
lo cuestionaba. A la posteridad por aras de
eventos conocidos y lóbregos, este último seeleva como una víctima
inocente, en
el que su obra quedo trunca y pausada. Villa representa el antihéroe y
Zapata el
personaje puro, con los pies en la tierra. Huerta es el
malévolo, el villano de lahistoria. Carranza y Obregón,
son personajes realistas, con defectos y virtudes
logran obtener y restaurar el orden perdido. La dualidad de estos héroes
yamíticos o no, su caracter simétrico e inverso, la
propensión a la transgresión de
uno y el apego de la realidad del otro, dan en consecuencia a lo
mucho a un
arquetipo cultural universal que conforman una y exclusivamente la realidadhistórica
del México revolucionario. Expresa seguramente, las
tendenciascontradictorias de la Historia de México, entre la herencia
india y la mestiza, entre
los derechos del individuo y los colectivos, entre la libertad y el progreso,
perotambién figura la contradicción inherente del ser humano
entre materia y espíritu,
entre practica y teoría entre ideal y realidad. Los héroes
culturales, delegaron al
morir su don a la revolución y cada uno de los héroes se vincula
con una
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institución, que después de morir y no ver cerca un poco de
aquello por lo quelucharon, elevaron también a la conciencia social sus
meritos y hechos, he aquí la
transformación al mito y del mito en héroes, de héroes a
instituciones y de
instituciones a modelos morales de aceptación. Modelos de
aceptación quelograron lo que muchos en años no alcanzaron, crear
una población unida, una
colectividad con un conciencia sustentada ya no enlas
viejas raíces europeas, o
coloniales, ya son producto de una nación naciente, con propios
héroes, una
historia que es “
nuestra historia
”.
Un papel importante, también ocupo la mujer.
Los textos históricos también
hablan de ellas, describen sus hazañas, quiza no a la par de los
“Héroes yVillanos” de la revolución, ha de
entenderse, pero no justificarse, que las
circunstancias aun mas cerradas de las que se goza hoy sobre equidad e
igualdad
de género lo provoco, el desempeño y función de la mujer
en aquella época fue
distinta, mas semejanza guardo su naturaleza a un vasallo, semi
esclavitud,servidumbre o cualquier termino que refiera que ésta solo
cumplía funciones de suseñor. A la par, la religión matizo
dicho estatus, resultado de un arduo proceso que
de antaño se gesto, primero en la Europa y posteriormente, en la Américaconquistada,
los postulados eclesiasticos y religiosos se impusieron, a los hijos de
la nueva tierra descubierta, y estos como padres de la raza naciente mestiza,
también tuvieron obligación de ofrecer, como único camino.
Estas concepcionesnaturalmente llegaron a los días pre y post
revolucionarios, siguiendo este
proceso, no con la misma intensidad, mas bien con una solemnidad
renovada e
incuestionable, la mujer no tomo directamente los modelos ofrecidos por la
religiónúnicamente, también los adopto de la praxis de sus
padres. Igualmente, el hijo
varón, con toda la calma, de saberse un
género favorecido, se fortaleció y
consecuentemente hizo conciencia de su autoridad en cualquier
exteriorización desu caracter, esto esuna posible
explicación del nacimiento del macho mexicano y
la mujer que sirve y sufre. -Aunque es obvio que existen otras causas- como
lo ha
explicado magistralmente Octavio Paz. La aceptación de éstos
modelosarquetípicos de comportamiento humano se vieron conjugados en la
revolución
mas que en otro proceso histórico, aquí el macho es el
héroe, la mujer la sombra,la cuidadora y la encargada de la familia, del
bienestar aun cuando el hombre no
contribuya en dicha causa. La mujer también necesito de esa gloria
heroica, ella
se sabía inteligente y capaz, y no dudo en adoptar cualidades de
éstos y
perfeccionar los propios, transformo su identidad femenina en una
identidadportentosa, decidida, llena también de autoridad. El
revolucionario vio en ellas un
instrumento estratégico, que definía la victoria o la derrota en
eventos bélicos. Lashabilidades eran varias, desde las ya conocidas
surgidas del
hogar, hasta
conocimientos especializados de enfermería, espionaje, el manejo de
diversas
armas y hasta lideres de batallones. Ellas concibieron la revolución como un meroinstrumento del descubrimiento de su
valor, y vieron en él un motivo para exaltarsu fuerza, mostraron por
tanto la primera lucha sobre equidad e igualdad de
género no reconocida oficialmente. Un indicio nada despreciable, a
sabiendas queya había ocurrido una lucha independecista en la que
también habían participado
mujeres, su papel fue solo un icono, una muestra, un ejemplo, la única
diferencia
radica en que en la lucha revolucionaria, fue mucho mas amplia y rica,
hubo una