NO
SON EMPLEADOS, SON PERSONAS
En sólo los Estados Unidos hay unas 7 000 firmas que suministran empleados
temporales. Entre todas ubican a unos 2,5 millones de trabajadores cada día.
Hoy suministra empleados para todos los oficios, hasta de director ejecutivo.
Hay unafirma, por ejemplo, que provee gerentes de manufactura para que se
encarguen de una nueva planta, desde su iniciación en la mesa de dibujo hasta que entre en plena
producción. Esas firmas manejan a los empleados y las relaciones laborales de
sus clientes.
La OEP (Organizaciones de Empleos Profesionales), lo mismo que las agencias de
empleos, ha ampliado grandemente su campo de acción en los últimos años.
Originalmente se limitaban a servir a firmas pequeñas; pero Exult (de Irvine,
California) probablemente la más conocida, se diseñó desde el principio en 1997
como coempleadora de las empresas más grandes del país. Entre sus clientes se
cuentan BP Amoco (en todo el mundo), Unisys y Tenneco Autornotive. Sus acciones
ya se negocian entre el público y en NASDAQ.
Tanto la industria de los temporales como
la de las OEP están creciendo rápidamente. Adecco crece 15% al año; la
industria en su conjunto, más aún: 30% al año; es decir, se duplica cada dos
años y medio y espera dar empleo a 10 millones de norteamericanos para el año
2005.
Asfixiados en el papeleo
La explicación más común que se da de la popularidad de los empleados
temporales es que dan a los empleadores mayor flexibilidad.
Lo que impulsa el continuo aumento de los temporales y de las OEP es la
creciente carga de reglas y reglamentos que deben cumplir las empresas que dan
empleo. El costo de esas reglas y reglamentos amenaza estrangular los negocios
pequeños. Se calcula que el costo del
papeleo relacionado con el empleo ha subido un 10 %.
Muchos de estos costos se pueden evitarvaliéndose de trabajadores temporales en
lugar de empleados. Otra manera de reducir los costos burocráticos es contratar
por fuera las relaciones con empleados: en otros términos, dejar que los
especialistas se encarguen del
papeleo.
Aun más onerosos que los costos son el tiempo y la atención que los reglamentos
exigen a la administración. Con razón quienes dan empleo en su inmensa mayoría
se quejan de que no les queda tiempo para atender la distribución del producto y su
servicio, los clientes y los mercados, ni la calidad; es decir, no tienen
tiempo para trabajar en los resultados.
La organización fraccionada
Además del deseo de evitar los costos e inconvenientes de los reglamentos, hay
otra razón que explica el auge de empleos temporales y la aparición de las OEP:
la naturaleza del trabajo del conocimiento y la especialización de los
trabajadores.
En los contratos de servicio total con una OEP (y muchas no aceptan otra cosa)
se estipula explícitamente que ésta tiene el deber y el debe de ubicar a las
personas en los empleos y compañías donde mejor encajen y se acomoden. Cómo
balancear estas responsabilidades para con el cliente empleador y para con el
empleado es probablemente el deber más importante de una OEP.
Las compañías no lo entienden
Las políticas de relaciones humanas siguen dando por sabido que todos los que
trabajan para la compañía, o la mayor parte, son sus empleados. Pero como lo hemos visto, eso
no es verdad. Algunos son temporales y otros son empleados de un contratista de
fuera que maneja, digamos, elsistema de computadores o los centros de llamadas
de la compañía.
Las agencias de empleos temporales afirman que ellas venden productividad; es
decir, que le hacen a la compañía el trabajo de supervisión, pero es difícil
ver cómo pueden cumplir. La productividad de las personas que le suministran al
cliente depende de ubicarlas, manejarlas y motivarlas. La agencia de empleos
temporales no tiene el control de ninguna de estas áreas, como tampoco lo tiene la OEP.
Esta falta de supervisión es un verdadero problema. Toda organización necesita
un manejo de empleados que considere como
deber suyo supervisar a todas las personas de cuyo rendimiento y productividad
depende la empresa, ya sean trabajadores de medio tiempo o empleados de la
compañía o de sus proveedores, contratistas y distribuidores.
La clave de la ventaja competitiva
Lo que hizo productiva a la clase trabajadora tradicional fue el sistema, ya
fuera “la única y mejor manera” de Frederick Winslow Taylor, la línea de montaje de Henry Ford o la
gestión de calidad total de Edward Deming. En el sistema se incorpora el
conocimiento.
En el equipo de trabajadores tradicional el individuo sirve al sistema; en un
equipo de trabajadores del
conocimiento el sistema tiene que servir al trabajador.
Sería difícil exagerar la importancia de concentrarse en la productividad de
los trabajadores del
conocimiento, pues la característica típica de un personal bien calificado es
que no es “trabajo” sino “capital”.
Los negocios basados en el conocimiento tienen que concentrarse de la misma
maneraen la productividad de su capital, es decir, del conocimiento.
Libertad para manejar a la gente
Las agencias de empleos temporales, y sobre todo las OEP, dejan en libertad a
los gerentes para que atiendan el negocio, en lugar de ocuparse con reglas,
leyes y papeleo.
Dedicar uno la cuarta parte de su tiempo a ese papeleo es sin duda un
desperdicio de un recurso valioso, caro y escaso.
Las compañías tienen, pues, buenas razones para querer terminar con las tareas
de rutina de las relaciones con los empleados, ya sea sistematizando
internamente el manejo de éstos, o contratando temporales por fuera o con una
OEP. Pero deben cuidar de no destruir al mismo tiempo las relaciones con la
gente. En efecto, el principal beneficio de disminuir el papeleo puede ser
ganar un poco de tiempo para ocuparse de tales relaciones. Los ejecutivos
tendrán que aprender lo que un eficiente director de un departamento universitario
o de una orquesta sabe desde hace largo tiempo: que la clave de la grandeza
está en buscar el potencial de las personas y dedicar tiempo a desarrollarlo.
La única manera de alcanzar liderazgo en un negocio basado en el conocimiento
es dedicar el tiempo necesario a los profesionales.
Las relaciones con los empleados se pueden y se deben sistematizar; esto quiere
decir que pueden y quizás deben hacerse impersonales.