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La construcción cultural de la raza - raza social




Las razas son grupos étnicos de los que se asume, por parte de los miembros de una cultura particular, que tienen una base biológica; pero, en realidad, es algo constituido socialmente. Esto es, las razas son categorías culturales o sociales, más que biológicas. Así muchos norteamericanos asumen erróneamente, por ejemplo, que “negros” y “blancos” son distintos biológicamente y que estos términos se refieren a razas distintas.

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²1.1. Hipofiliación: raza en los Estados Unidos
En la cultura norteamericana uno adquiere su identidad social al nacer, como un status adscrito; pero la raza no se basa en la biología o sencillamente en los antepasados. En el caso de un matrimonio “racialmente mixto”, los genes del hijo serían la mitad de uno de los progenitores y la otra mitad del otro progenitor. Sin embargo, la cultura norteamericana clasificaría aeste niño arbitrariamente como negro. Según el genotipo, sería igual de lógico clasificar al niño como blanco. Es más: según las reglas norteamericanas, a cualquiera que se le conozca un antepasado negro, no importa cuan remoto sea, se le clasifica como miembro de la raza negra. Esta regla de filiación es denominada hipofiliación, porque sitúa automáticamente a estos individuos en el grupo minoritario. Millones de norteamericanos se han enfrentado a la discriminación debido a que uno de sus antepasados resultó pertenecer al grupo minoritario. Incluso los gobiernos manipulan a veces la etnicidad y fomentan las divisiones étnicas con fines políticos y económicos. En el estado de Luisiana, un individuo es considerado negro si tiene al menos un treintaidosavo de “sangre negra”, a pesar de que su físico sea como el de un blanco. Sin embargo, la regla de la hipofiliación afecta a negros, asiáticos, nativos norteamericanos e hispanos de forma muy diferente. Es más fácil negociar una identidad india o hispana que una negra. La regla de adscripción no está tan definida y la asunción de una base biológica no es tan fuerte. Algo parecido ocurre con la clasificación de los gays y las lesbianas, más que con los heterosexuales. Estas orientaciones sexuales son vistas por muchas personas como adscritas (sin elección) más que como adquiridos (posible preferencia sexual ambivalente o cambiante).



ï²1.2. No es de los nuestros: raza en Japón
A pesar de la imagen ofrecida por Japón, difícilmente puede considerarse a este país como compuesto por una entidad uniforme. Algunos dialectos del Japonés sonmutuamente ininteligi-bles, y los expertos estiman que el 10% de la población nacional son minorías de diversos tipos, entre los que se incluyen aborígenes ainu, los anexionados habitantes de Okinawa, los proscritos burakumin, los hijos de matrimonios mixtos, y las nacionalidades inmigrantes, especialmente coreanos. En Japón el grupo valorado más positivamente es el de mayoría japonesa (“pura”, de quienes se cree comparten “la misma sangre”). También aquí existe algo parecido a la hipofiliación, pero de forma menos precisa que en los Estados Unidos. Los japoneses (mayoría) se definen a sí mismos por oposición a otros: estos otros son “cualquiera que no es de los nuestros”, esto es, grupos minoritarios y foráneos. Los rasgos


físicos detectables (fenotipo) se consideran parte de ser racialmente diferente por oposición (e.g. “otras razas no huelen como nosotros”). Los japoneses también estigmatizan a sus minorías con rasgos psicológicos y conductuales (e.g. ven a los coreanos como fracasados, propensos a delinquir y de clase obrera, en oposición a los japoneses dominantes, positivamente estereotipados como armoniosos, trabajadores y de clase media). El que “no es de los nuestros” debe permanecer como tal; la asimilación no suele fomentarse, manteniendo la segregación residencial y los tabúes sobre el matrimonio “interrelacional”. En su construcción de la raza, la cultura japonesa considera que ciertos grupos étnicos tienen una base biológica, cuando no hay evidencia de que así sea. Así, los burakumin, un grupo estigmatizado de al menos cuatro millones de proscritos, son física ygenéticamente indistinguibles del resto de los japoneses, pero se les considera como situados fuera del linaje de la mayoría japonesa por filiación. Los japoneses de la mayoría tratan de mantener puro su linaje evitando mezclarse. Los burakumin están segregados residencialmente en barrios llamados buraku, por lo que son menos proclives a realizar estudios superiores por la discriminación que esto entraña: los profesores y compañeros se niegan a comer con ellos porque se les considera poco limpios. Igualmente, para solicitar un trabajo, todo japonés ha de facilitar la dirección de su domicilio; al vivir en un buraku, el burakumin es discriminado. Incluso se contratan investigadores para comprobar los familiares de los posibles cónyuges y evitar la mezcla “racial”. Hoy, la mayor parte de la discriminación contra los burakumin es de facto más que de iure, y algunos de estos pueden escapar temporalmente a su status estigmatizado gracias a su éxito financiero, alcanzando, incluso, puestos burocráticos en el gobierno. Mayor discriminación sufren los coreanos japoneses que, en tanto que extranjeros residentes en Japón, carecen de seguridad social y de acceso a empleos gubernamentales y a empresas. La mayor parte de los coreanos japoneses cumplen con los requisitos para obtener la ciudadanía japonesa, ya que muchos de ellos encajan física y lingüísticamente con la población japonesa y pertenecen a una tercera y cuarta generación de residentes en Japón; sin embargo, prefieren no solicitar la ciudadanía debido a la política japonesa de asimilación forzosa, lo que les llevaría de desvincularse de sus parientesy de su identidad étnica, sabiendo que nunca llegarían a ser plenamente “uno de los nuestros”.

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²1.3. Fenotipo y fluidez: raza en Brasil
Junto con el resto de América Latina, Brasil tiene categorías menos excluyentes que permiten a los individuos cambiar su clasificación racial, careciendo de la regla de la hipofiliación y de una aversión racial como la encontrada en Japón. Esto se debe, sobre todo, a los antecedentes africanos en la época del esclavismo brasileño del siglo XVI, cuando se trajeron nativos africanos para trabajar en la caña de azúcar. Los brasileños utilizan muchas más etiquetas raciales (hasta más de 500) que en Japón o Estados Unidos, para describir la variación física que existe entre su población. Además, en Brasil, la identidad racial es más flexible, tratándose más bien de un status adquirido. Hay miles de rasgos físicos evidentes (fenotipo), desde el color de la piel, la forma del cabello y los colores de los ojos, hasta el tipo de sangre, o la producción de enzimas. El fenotipo y la etiqueta racial de un brasileño pueden cambiar debido a factores medioambientales tales como los rayos bronceadores del sol. Así, el término racial utilizado para describir a cualquier persona varía de unos a otros describientes, de semana en semana, incluso de día en día. Sin embargo, es cierto que existe una cierta correlación entre pobreza y piel oscura, hasta el punto de que alguien que tenga la piel clara y sea pobre será percibido y clasificado como más oscuro que una persona de color que sea rica, dando lugar a la expresión “el dinero blanquea”. Aún así, debido a laausencia de hipofiliación, dos hermanos biológicos en Brasil pueden


pertenecer a razas diferentes si su fenotipo es diferente.
La clasificación racial brasileña es también una construcción cultural, pero los brasileños han desarrollado una forma de describir la diversidad biológica humana más detallada, fluida y flexible que los sistemas utilizados en otras culturas. Entre los términos raciales “blanco” y “negro” existen docenas de términos intermedios para clasificar a los individuos.

2. Raza biológica: un concepto desacreditado
Las razas son categorías culturalmente construidas que pueden tener poco que ver con diferencias biológicas reales. La validez de raza como término biológico ha sido desacreditada. El enfoque científico actual no es ya el de una clasificación racial, sino uno explicativo para la comprensión de las diferencias específicas. Los científicos tienen problemas en agrupar a pueblos específicos en unidades aisladas y distintas sobre la base de que una raza refleja un material genético compartido. Así, los primeros estudiosos utilizaron los rasgos fenotípicos, generalmente el color de la piel, para la clasificación racial, sin éxito. Muchos libros de texto aún proclaman la existencia de tres grandes razas: blancos, negros y amarillos. Una clasificación racial tan simplista era compatible con la utilización política de las razas como mecanismo de poder durante el período colonial de finales del siglo XIX y principios del XX. Tras la Segunda Guerra, los imperios coloniales comenzaron a desmoronarse y los científicos a cuestionarse las categorías raciales establecidas.Lo cierto es que el color no se ajusta a la raza (las personas “negras” son de diversas tonalidades del marrón, etc.), dando lugar a términos clasificatorios como caucasoides, negroides y mongoloides. Sin embargo, mucha gente no se ajusta a este esquema tripartito. Así, el color bronceado de los polinesios dio lugar a otra partición: la “raza” polinesia. El problema de los nativos americanos dio lugar a una quinta raza, la “roja” o amerindia. Los indios del sur de la India tienen la piel oscura, pero sus rasgos faciales son “caucasoides”, por lo que algunos han creado una raza separada para esta gente. Igual ocurre con los aborígenes australianos. A los bosquimanos del desierto de Kalahari, los san, por su tonalidad “amarilla”, se les ha situado a veces en la misma categoría que a los asiáticos, sin que haya evidencias de que los san y los asiáticos compartan antepasados comunes. Quizás la clasificación racial en base a una combinación de distintos rasgos físicos evitaría algunos de estos problemas; pero inevitablemente surgirían otros. Por ejemplo, las personas de piel oscura pueden ser altas o bajas, tener el pelo desde liso a muy ensortijado, pueden tener diferentes formas craneales, rasgos faciales, tamaños y formas corporales. Las similitudes y diferencias fenotípicas no tienen necesariamente una base genética: debido a cambios en el entorno que afectan a los individuos durante su crecimiento y desarrollo (e.g. la dieta), el abanico de fenotipos característicos de una población puede cambiar sin que se dé ningún cambio genético.


ï²Explicando
el color de la piel
Una similitudbiológica no indica necesariamente antecedentes comunes recientes: el color oscuro de la piel, por ejemplo, puede ser algo compartido por los africanos tropicales y por los nativos australianos por otras razones (en contra de la explicación de las clasificaciones raciales). La selección natural es el proceso por el que la naturaleza selecciona las formas más adecuadas para sobrevivir y reproducirse en un entorno dado. Durante años, los organismos menos adecuados van muriendo gradualmente; los tipos favorecidos sobreviven produciendo más descendientes. Así, la melanina es una sustancia química producida por células de la epidermis; en las personas de piel oscura, esta sustancia es más abundante a fin de actuar como pantalla frente a la radiación solar (ultravioleta), protegiéndolas de una serie de enfermedades, de las quemaduras solares y del cáncer de piel. De esta manera, la asociación entre un color oscuro de la piel y un hábitat tropical se daba en todo el Viejo Mundo. Al alejarse de los trópicos, el color de la piel se hace más claro. Una piel “blanca” en los trópicos tiene una desventaja selectiva en la supervivencia y en la reproducción: su capacidad de transpiración se verá deteriorada por las quemaduras solares, y será expuesta a las radiaciones ultravioletas con el consiguiente peligro de cáncer. Por otro lado, la producción de la vitamina D requiere la radiación ultravioleta como estimulante; la carencia de esta vitamina produce el raquitismo (reblandecimiento y deformación de los huesos). En este sentido, la piel clara resulta ventajosa en el norte nuboso, ya que maximiza laabsorción de la radiación ultravioleta, mientras que el color oscuro de la piel protege el cuerpo contra la superproducción de la vitamina D (hipervitaminosis D), con consecuencias fatales: aparición de depósitos de calcio en los tejidos blandos, esto es, cálculos, problemas en las articulaciones y problemas circulatorios. En resumen, la selección natural ha hecho una contribución fundamental en la diversidad humana.

3. Estratificación e “inteligencia”
A lo largo de los siglos, los grupos con poder han utilizado la ideología racial para justificar, explicar y preservar sus posiciones sociales privilegiadas. Los grupos dominantes han declarado que las minorías son innatamente (biológicamente) inferiores con objeto de defender la estratificación como inevitable, duradera y “natural”. De este modo los nazis defendieron la superioridad de la “raza aria” y los colonizadores europeos el apartheid. La creencia en la inferioridad con base biológica ha sido un argumento para el asesinato, confinamiento y abandono. Sin embargo, las capacidades para la evolución cultural son las mismas para todas las poblaciones humanas. Incluso teorías científicas, como el jensenismo (Arthur Jensen) defienden ideas como la de que ciertas “razas” obtienen peores resultados en las pruebas de inteligencia que los euro-norteamericanos. La explicación medioambiental niega que estas diferencias puedan ser generalizables a los grupos de una forma global. La mayoría de las pruebas están escritas por personas educadas en Europa y Norteamérica, y reflejan las experiencias de la gente que las diseña. No resulta, por tanto,que los niños de clase madia y alta lo hagan mejor porque son más propensos a compartir los antecedentes y patrones educativos de la gente que inventa las pruebas. Sin embargo, los resultados de este tipo de pruebas pueden mejorarse mediante una preparación adecuada para las mismas. Ninguna prueba o test está libre de prejuicios de clase, étnicos y culturales. Estas pruebas miden las historias particulares del aprendizaje, no el potencial para aprender. Los resultados mejoran cuando los antecedentes subculturales, socioeconómicos y lingüísticos del personal que controla la prueba son similares (pues, aún el


lenguaje puede presentar una dificultad). Antes de la Revolución Industrial, los antepasados de muchos europeos y norteamericanos blancos vivían en condiciones mucho más parecidas a las de los africanos precoloniales que a los actuales miembros de la clase media norteamericana. Sus resultados medios en pruebas de coeficiente intelectual del siglo XX habrían sido abominables.




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