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Arte barroco en España - la arquitectura del siglo XVII



Barroco español o Barroco en España es un concepto de la historiografía del arte, de la literatura y de la música, y genéricamente de la historia de la cultura, que se utiliza para clasificar y definir las manifestaciones culturales de la época del Barroco localizadas en España.


Arquitectura barroco España
La arquitectura del siglo XVII
Juan Gómez de Mora. Plaza Mayor de Madrid. Siglo XVII.
En la Corte, durante el siglo XVII, se cultivó un barroco autóctono con raíces herrerianas, basado en la construcción tradicional con ladrillo y granito, y el uso de empinados chapiteles o cubiertas de pizarra, que se rastrea en el llamado Madrid de los Austrias. El principal representante de esta línea fue Juan Gómez de Mora. También destacaron los religiosos Fray Alberto de la Madre de Dios, Pedro Sanchez, autor de la iglesia de San Antonio de los Alemanes, el hermano Francisco Bautista, inventor de un quinto orden arquitectónico, compuesto de dórico y corintio e introductor de las cúpulas encamonadas teorizadas por Fray Lorenzo de San Nicolas, a quien se debe, entre otras, la iglesia de las Calatravas. Buenos ejemplos del momento son la Plaza Mayor y el Palacio del Buen Retiro. Este último, obra de Alonso Carbonel, fue casi totalmente destruido durante la Guerra de la Independencia Española, aunque sus jardines aún se conservan parcialmente en el Parque del Buen Retiro y algunas de las partes supervivientes se convirtieron en el Casón del Buen Retiro y el Museo del Ejército. Otras muestras deeste sobrio estilo barroco del siglo XVII son la (Casa de la Villa, el Palacio de Santa Cruz, el Palacio de los Consejos, las iglesias de San Martín, de San Andrés, de San Ildefonso de Toledo, de Montserrat, de San Isidro y los Estudios jesuíticos anejos, el Monasterio de la Encarnación, las Descalzas Reales, el convento de las Calatravas, de las Comendadoras de Santiago, etc.


Alonso Cano (traza). Fachada de la catedral de Granada, último tercio siglo XVII.


En Castilla y la Corte sobresalió una familia especializada en el diseño de retablos, los Churriguera, de la que José Benito es su mas destacado exponente. Entre 1680 y 1720, los Churriguera popularizaron la combinación de Guarini conocida como 'orden supremo', que aunaba columnas salomónicas y orden compuesto. Una obra emblematica es el monumental retablo mayor del convento de San Esteban de Salamanca. En Salamanca, Alberto Churriguera proyectó la Plaza Mayor, que fue acabada por Andrés García de Quiñones. Los Churriguera, con su estilo abigarrado y monumental, suponen un contrapunto a la sobriedad del clasicismo herreriano y abrieron definitivamente las puertas al barroco decorativo, hasta el punto de que genéricamente pasaron a designar una fase del estilo, el churrigueresco, término acuñado por los académicos en el siglo XVIII con claras connotaciones peyorativas.


En la arquitectura andaluza del siglo XVII destacan las fachadas de la Catedral de Jaén, obra de Eufrasio López de Rojas que se inspira en la fachada de Carlo Maderno para San Pedro del Vaticano,y de la Catedral de Granada, diseñada en sus últimos días por Alonso Cano. Su modernidad, basada en su personal uso de las placas y elementos de claro acento geometrizante, así como el empleo de un orden abstracto, la sitúan a la vanguardia del barroco español.
En Galicia, el patrocinio e influencia del Canónigo de la catedral compostelana, José de Vega y Verdugo, impulsó la introducción de los formas del barroco pleno en las obras catedralicias2 lo que propició que el nuevo estilo se extendiera por toda la región. Supuso el transito del clasicismo de arquitectos como Melchor de Velasco Agüero a un barroco caracterizado por una gran riqueza ornamental cuyos primeros y destacados representantes fueron Peña de Toro y Domingo de Andrade.


La arquitectura del siglo XVIII
Plaza Mayor de Salamanca, de Alberto de Churriguera y Andrés García de Quiñones, 1724-1755.
En el siglo XVIII se dió una dualidad de estilos, aunque las cesuras no siempre estan claras. Por un lado estuvo la línea del barroco tradicional, castizo o mudéjar (según el autor) cultivada por los arquitectos autóctonos y, por otro, un barroco mucho mas europeo, traído por arquitectos foraneos a inicitiva de la monarquía, que implanta un gusto francés e italiano en la Corte. A la primera tendencia pertenecen arquitectos y retablistas tan destacados como Pedro de Ribera, Narciso Tomé, Fernando de Casas Novoa, Francisco Hurtado Izquierdo, Jerónimo de Balbas, Leonardo de Figueroa, Conrado Rudolf.
Buen exponente de la pervivencia del barroco tradicional en laCorte durante el siglo XVIII fue Pedro de Ribera, cuya obra mas destacada es el Real Hospicio de San Fernando en Madrid. De los Tomé (Narciso y Diego) destaca el famoso Transparente de la catedral de Toledo y, como obra estrictamente arquitectónica, la Universidad de Valladolid. El foco gallego estuvo magistralmente representado por Fernando de Casas y Novoa, cuya obra cumbre es la fachada del Obradoiro de la catedral compostelana. En Andalucía destacaron dos focos: Granada y Sevilla. En el primero sobresalió el arquitecto lucentino Francisco Hurtado Izquierdo, autor de los sagrarios de las cartujas de Granada y de El Paular (Rascafría), y asimismo relacionado con una de las obras mas deslumbrantes del barroco español, la sacristía de la cartuja granadina. En Sevilla destacaron el zamorano Jerónimo Balbas, que propagó el uso del estípite en Andalucía y la Nueva España, y Leonardo de Figueroa, autor de la remodelación del Colegio de San Telmo y de un conjunto tan sobresaliente como el noviciado jesuítico de San Luis de los Franceses. Otro de los focos que gozó de gran vitalidad durante el barroco fue el valenciano. Un destacado arquitecto fue Conrado Rudolf y una fachada paradigmatica es la del Palacio del Marqués de Dos Aguas (1740-1744), diseñada por el pintor Hipólito Rovira. En Murcia, el gran renovador de la arquitectura fue Jaime Bort con el potente imafronte o fachada de la catedral (1737-1754).
A partir de 1730, el impacto del rococó francés se percibe en el barroco español. Retablistas y arquitectosincorporan la rocalla como motivo decorativo, aunque la emplean en estructuras de marcado caracter barroco. Por eso, salvo en contados ejemplos, resulta arriesgado hablar de la existencia de un auténtico rococó en España, pese a que a menudo se han asociado los derroches decorativos dieciochescos a dicho estilo.

A la segunda línea, la del barroco mas europeizante fomentada por los Borbones, pertenece el Palacio Real de Madrid, construido durante el reinado de Felipe V. Este palacio, que se construyó en la línea de los grandes palacios clasicistas como Versalles, vino a sustituir al Alcazar, destruido en el incendio de 1734. Su construcción fue confiado a arquitectos italianos: Filippo Juvara, Juan Bautista Sachetti y Francesco Sabatini. Otros ejemplos palatinos son los palacios reales de La Granja de San Ildefonso (en la ladera segoviana de la Sierra de Guadarrama), y el de Aranjuez (en la ribera del Tajo mas accesible desde Madrid, existente desde el siglo XVI, pero reformado sustancialmente a mediados del XVIII bajo Fernando VI y Carlos III). Ambos son buenas representaciones de la integración de arquitectura y jardines barrocos en entornos alejados de la ciudad, que manifiestan una notable influencia francesa (se conoce a La Granja como el Versalles español). En el siglo XVIII, algunas iglesias levantadas en la Corte por arquitectos italianos, como Santiago Bonavía, que trazó la iglesia de San Antonio en Aranjuez o la iglesia de San Miguel en Madrid, trasladan a España propuestas del barroco italiano en suscomplicadas plantas alabeadas. También destaca el convento de las Salesas Reales, fundado en 1748 por Barbara de Braganza, y algunas obras de Ventura Rodríguez, fiel seguidor del barroco romano en iglesias como la de San Marcos, en la que funde las aportaciones de Bernini (San Andrés del Quirinal) y Borromini (San Carlo alle Quattro Fontane).
El ascenso al trono de Carlos III en 1759 traería consigo la liquidación del barroco. En la Corte, el rey llevó a cabo una serie de reformas urbanísticas destinadas a higienizar y ennoblecer el insalubre Madrid de los Austrias. Muchas de estas obras fueron acometidas por su arquitecto predilecto, el italiano Francesco Sabatini, en un lenguaje clasicista bastante depurado y sobrio. Este clasicismo académico, cultivado por él y otros arquitectos académicos, esta preprando las bases del incipiente neoclasicismo español. Los ilustrados abominaron de las formas barrocas precedentes, por apelar a los sentidos y ser afectas al pueblo; en su lugar, propugnaban la recuperación del clasicismo, por identificarlo con el estilo de la razón. Las presiones que, desde la Real Academia de San Fernando, su secretario, Antonio Ponz, trasladó al rey, desembocaron en una serie de Reales Decretos a partir de 1777, que prohibieron la realización de retablos en madera y supeditaron todos los diseños arquitectónicos de iglesias y retablos al dictamen de la Academia. En la practica, estas medidas suponían el acta de defunción del barroco y la liquidación de sus variantes regionales, para imponer unclasicismo académico desde la capital del reino.






Escultura Barroca en España

La tematica tratada es casi exclusivamente religiosa, para iglesias, conventos y para las procesiones de Semana Santa.
Sólo en el ambito de la Corte se realiza la escultura monumental. Los temas mitológicos y profanos estan ausentes. También se realizan retablos, donde aparecen figuras exentas y en bajorrelieve. Destaca con mucho la imaginería, siendo el material mas utilizado la madera, siguiendo la tradición hispana. En estas obras se utiliza la técnica del estofado y la policromía. Se procura una gran verosimilitud, calificada habitualmente de 'realismo' o 'naturalismo'; las imagenes aparecen con todo tipo de postizos, cabello natural, ojos y lagrimas de cristal y ricas vestiduras de tela real. La finalidad de estas esculturas es provocar una profunda emoción religiosa en el espectador.
En la escultura barroca española se distinguen dos escuelas principales, la escuela andaluza y la escuela castellana.
En la escuela castellana, centrada en Valladolid y Madrid, se presenta una escultura tremendamente realista, cuyas señas de identidad son la talla completa, el dolor y la crueldad con abundancia de sangre, profundo dinamismo, caricaturización de los personajes malvados, intenso modelado y unos rostros con fuerte expresividad. Escultores de esta escuela son Francisco del Rincón, el gallego Gregorio Fernandez (1576-1636), Juan de Avila, su hijo Pedro de Avila, Luis Salvador Carmona (todos ellos pertenecientes al ambitovallisoletano) y Juan Sanchez Barba (que trabajó en Madrid).
En cambio, en la escuela andaluza, con focos en Sevilla (escuela sevillana), Granada (escuela granadina) y Malaga (escuela malagueña), se huye de la exageración, la idealización, predomina la serenidad y las imagenes bellas y equilibradas con un modelado suave. Los grandes escultores de esta escuela son Juan Martínez Montañés, Alonso Cano, Pedro de Mena, Fernando Ortiz, José de Mora, Pedro Roldan, su hija Luisa Roldan (la Roldana), Juan de Mesa, José Risueño, Bernardo de Mora, Andrés de Carvajal y Pedro Duque y Cornejo.
El napolitano Nicolas Salzillo y su hijo Francisco Salzillo desarrollaron su actividad en Murcia, en donde elaboraron un estilo en transición hacia el rococó y el neoclasicismo al no profundizar en los aspectos dramaticos de las escenas, ahondando en conceptos naturalistas y de idealizada belleza, iniciando la denominada escuela murciana que continuaría en autores posteriores como Roque López o Juan Porcel.
Pintura Barroco en España


La pintura barroca española es aquella realizada a lo largo del siglo XVII y primera mitad del siglo XVIII en España. La reacción frente a la belleza en exceso idealizada y las distorsiones manieristas, presente en la pintura de comienzos de siglo, perseguira, ante todo, la verosimilitud para hacer facil la comprensión de lo narrado, sin pérdida del «decoro» de acuerdo con las demandas de la iglesia contrarreformista. La introducción, poco después de 1610, de los modelos naturalistas propios del caravaggismoitaliano, con la iluminación tenebrista, determinara el estilo dominante en la pintura española de la primera mitad del siglo. Mas adelante llegaran las influencias del barroco flamenco debido al mandato que se ejerce en la zona, pero no tanto a consecuencia de la llegada de Rubens a España, donde se encuentra en 1603 y 1628, como por la afluencia masiva de sus obras, junto con las de sus discípulos, que tiene lugar a partir de 1638. Su influencia, sin embargo, se vera matizada por la del viejo Tiziano y su técnica de pincelada suelta y factura deshecha sin la que no podría explicarse la obra de Velazquez. El pleno barroco de la segunda mitad del siglo, con su vitalidad e inventiva, sera el resultado de conjugar las influencias flamencas con las nuevas corrientes que vienen de Italia con la llegada de los decoradores al fresco Mitelli y Colonna en 1658 y la de Luca Giordano en 1692. A pesar de la crisis general que afectó de forma especialmente grave a España, esta época es conocida como el Siglo de Oro de la pintura española, por la gran cantidad, calidad y originalidad de figuras de primera fila que produjo.
Música barroca en España
La música española siguió un camino singular en el Barroco respecto al resto de Europa. En un contexto de decadencia intelectual y económica pero de altos logros artísticos en otros campos, el conservadurismo y el rechazo de las influencias extranjeras dieron lugar durante todo el siglo XVII a la persistencia de formas y rasgos de estilo del siglo anterior y, en cambio, al influjo dela música popular en la culta, con sus peculiaridades rítmicas, armónicas e instrumentales. La música española del seiscientos es por ello muy singular y reconocible en estilo, formas musicales, rítmica y armonía.
El paso al siglo XVIII y la llegada con él de la dinastía borbónica a la corte de Madrid introdujo abruptamente en España el estilo italiano, entonces en plena difusión por toda Europa, que inundó la música religiosa y escénica.


















Arte barroco en Francia
La arquitectura barroca en Francia
La arquitectura barroca francesa es sobre todo palaciega, y en cuanto a su exterior, de composición en general muy clasica. Asimismo, las tres claves de la arquitectura barroca francesa seran la sobriedad, la armonía y la claridad.

Es una arquitectura principalmente al servicio de la monarquía absoluta, especialmente a la persona de Luis XIV, el “Rey Sol”, quien tomó el palacio de Versalles como expresión de su poder y de su propia persona, convirtiéndose así en el prototipo de residencia aulica del príncipe absoluto. El monarca es el astro rey, de quien emana toda la sabiduría, toda la luz, y con su gloria ilumina a toda Francia. Este mensaje esta claramente presente en la disposición de salones (el dormitorio de Luis XIV ocupa el centro del palacio y esta dispuesto exactamente sobre el eje este-oeste, los salones de estado estan dedicados cada uno a una divinidad romana, o lo que es lo mismo a un planeta, etc), así como en la fuente de Apolo; cuyo carro tira del sol, el cual,al estar la fuente mirando hacia el este, parece que va a emerger del agua. Muy pronto, el palacio y la ciudad que surgiran en Versalles se convertiran en un suntuoso signo de propaganda política y escenario de un sinfín de extravagancias y derroches.
Inicialmente, Versalles había sido un pequeño pabellón de caza construido por Philibert Le Roy por mandato deLuis XIII, quien quedó prendado de la belleza de aquel paisaje. Su transformación barroca va a seguir un proceso escalonado que coincide con el año 1661 en que empezaron los nuevos trabajos de ampliación acometidos por el arquitecto Louis le Vau, quien había maravillado al monarca demostrando su maestría en la construcción del Chateau de Vaux Le Vicomte. Hasta el momento Luis XIV convirtió Versalles en escenario de sus fastuosas fiestas, las cuales conllevaban también grandes inconvenientes, dado que se habían de desplazar miles de personas y ademas no había espacio suficiente para alojar a toda la corte. Sin embargo 1668 versalles es aún una mansión en el campo a la que Luis XIV se retira frecuentemente en compañías femeninas y con sus mas allegados. Este año Le Vau inicia una segunda ampliación en la que el palacio es literalmente envuelto por un edificio de influencia barroca italiana, orientado hacia los jardines. Inicialmente este 'envoltorio' que rodea el palacio primitivo se encuentra en su punto central unido por una gran terraza. Sin embargo, el incierto clima delÎle-de-France hace ver lo poco practico que resulta este gran espacio abierto, por lo queen su lugar se construye la suntuosa Galería de los Espejos. En 1682 Luis XIV expresa su deseo a su superintendente de finanzas Jean Baptiste Colbert, de trasladar la corte a Versalles, es decir, unas 4000 personas entre príncipes, sirvientes, ministros y demas cortesanos. Ello requerira una obra colosal.
La tercera y última gran ampliación se alarga hasta el año 1692 y es llevada a cabo por el nuevo arquitecto realJules Hardouin Mansart, quien quintuplicara la superficie de la residencia, añadiendo dos gigantescas alas laterales al núcleo central que se desarrolla alrededor del patio de marmol. Versalles se transforma así en capital de una gran nación; una ciudad con mansiones para los cortesanos, imponentes jardines llenos de esculturas y fuentes, ministerios para la administración, cuarteles para la guardia y las viviendas de los criados. Todo ello simétricamente articulado en torno al palacio que a su vez tiene como eje central la camara del rey. Después, Mansart añadió dos alas en escuadra y nuevas dependencias: L’Orangerie, un invernadero de plantas exóticas, le Grand Trianon, un pequeño palacete emboscado en los jardines destinado a la intimidad del rey; y las Grandes y Petites Écuries, las caballerizas.
Por su parte, André Le Nôtre diseñó las 3 avenidas de jardines que confluyen en el palacio y los espacios alrededor del gran canal, disponiendo glorietas, fuentes, etc. Estas tres avenidas constituyen todavía hoy las tres principales vías de la ciudad de Versalles.

En la decoración interior delpalacio intervino Charles Le Brun, quien se encargó también de la del Chateau de Vaux le Vicomte. De hecho, se dice que este último es el precursor del futuro palacio de Versalles, dado que tomaron parte en su construcción los mismos artistas (Le nôtre, Le Vau, Le brun). Es por ello por lo que Vaux le Vicomte posee un valor artístico-arquitectónico incalculable.
A partir de Versalles, tanto el palacio como el modelo de jardín francés se extendieron por las cortes europeas. Entre otras obras a destacar de la arquitectura francesa de esta época encontramos el palacio del Louvre, el ahora inexistente Chateau de Marly, ciertas alas del inmenso chateau de Fontainebleau e innumerables creaciones mas. Sin embargo, no se puede atribuir el desarrollo de la arquitectura barroca únicamente a las propiedades de la corona, ya que fue en esta época cuando proliferaron también muchas obras de dominio noble y burgués como los chateaux en las zonas rurales y los 'hoteles' en las zonas urbanas; por ejemplo el Hotel de Toulouse, actual sede del Banque de France, o el Hotel de Soubise, el cual fue posteriormente remodelado para convertirse en claro ejemplo del estilo rococó.
Entre los chateaux mas destacables, ademas de los ya mencionados, se encuentran otras obras de François Mansart y su ya mencionado hijo Jules Hardouin, varios de los arquitectos barrocos mas profílicos de la época. Entre sus creaciones destacan el chateau de Dampier construido para el duque de Chevreuse, el ala barroca delCastillo de Blois, el Chateau de MaisonsLaffitte (cuya realización marcara un antes y un después en la arquitectura de Francia) y la Iglesia parisina de Los Invalidos (que alberga actualmente los restos de Napoleón Bonaparte) junto con el conjunto adyacente del Hotel des Invalides. Por lo general, Francia fue uno de los países con mayor número de arquitectos de esta época, no sólo por coincidir con un periodo de bonanza económica, sino por contar con una amplia nobleza y burguesía pudiente, capaz de permitirse los excesos y las costosas representaciones arquitectónicas barrocas de estilo teatral.

Escultura barroca en Francia

El Barroco francés se reconoce por su caracter cortesano, mitológico y decorativo.
Predominan los bustos, las estatuas ecuestres, las alegóricas y la escultura funeraria. Tiene cierta tendencia al clasicismo.
Durante el reinado de Luis XIII destacan los retratos, casi siempre de caracter funerario, con escultores como Simon Guillain y Jacques Sarrazin.
Durante el reinado de Luis XIV la escultura entra a formar parte del arte oficial que exalta a la monarquía absoluta, con centro en el Palacio de Versalles. Allí trabajaron escultores como François Girardon, de gusto clasico (Apolo y las Ninfas, la fuente de las piramides o el sepulcro del cardenal Richelieu, donde prescinde de toda integración con la arquitectura a favor del efecto teatral). Pierre Puget es el mas típicamente barroco, por su dramatismo, tensión y la violencia formal de sus obras, claramente influido por Bernini (Milón de Cortona, Alejandro y Diógenes, Andrómedaliberada por Perseo). Antoine Coysevox realizó numerosas estatuas para el conjunto de Versalles y los mausoleos de Mazarino y Colbert.
Ya en el siglo XVIII destacan escultores, de gusto rococó, como François Dumont, Edme Bouchardon o Jean-Baptiste Lemoyne.
Pintura Barroca en Francia
El estilo Luis XIII[

A principios del siglo XVII coincidieron el final del manierismo y el principio del barroco en la corte de María de Médici y Luis XIII. El arte de este periodo mostró influencias del norte de Europa tanto de la escuela holandesa como de la flamenca y de los pintores romanos de laContrarreforma. Entre los artistas se suscitó un debate entre los partidarios de Rubens (color, libertad, espontaneidad, el barroco) y los partidarios de Nicolas Poussin (dibujo, control racional, proporción, el clasicismo romano). A principios de siglo, ademas, destaca elcaravagismo, tendencia pictórica influida por Caravaggio y que tuvo en Francia su maximo exponente con Georges de La Tour con sus cuadros iluminados con velas.
Así como el tenebrismo tuvo éxito en la Francia de provincias, el clasicismo arraigó en la corte y en París, entre un público de aristócratas y la alta burguesía. El clasicismo francés de la época de Luis XIII estuvo dominado por las figuras de dos artistas que trabajaban en Roma:Nicolas Poussin y Claudio Lorena y se vieron a su vez influidos notablemente por el clasicismo de Annibale Carracci y sus seguidores. De este último se destacan sobre todo los paisajes, que influyó en elromanticismo. Tanto Poussincomo Lorena satisfacían ante todos los gustos de los coleccionistas franceses, especialmente de Richelieu y Mazarino, que adquirían sus obras.
Otro pintor que también desarrolló su carrera en Roma, pero cuyas obras se adquirían en Francia, fue Gaspard Dughet. En París trabajaron Laurent de La Hyre y Jacques Stella.
En la corte francesa se cultivó igualmente el retrato, destacando sobre todo en este punto la obra de Philippe de Champaigne, que cultivo tanto el retrato sencillo, íntimo, de gran penetración psicológica, como el cortesano, en que que se presentan a los reyes y las grandes figuras con todo su esplendor. El retrato de corte suele ser de pie, con accesorios como columnas o cortinajes. En las pinturas de Ph. de Champaigne destacan dos retratos deLuis XIII, el triple retrato del cardenal Richelieu y los retratos de miembros de los jansenistas, grupo al que perteneció desde 1645.
Aticismo

A mediados de siglo la corriente dominante fue el aticismo, estilo caracterizado por sus peculiares refinamientos.
Representan esta tendencia Eustache Le Sueur, Sébastien Bourdon, Nicolas Chaperon yNicolas Loir.
Se trata de una corriente que se produjo sobre todo en París. Solían pintar por encargo de mecenas, tanto de la iglesia como laicos.
Los aticistas prefirieron representar temas de la Antigüedad clasica, tratandolos de manera preciosista. Las composiciones son sencillas, pero dentro de ellas incluían sofisticados códigos y símbolos que los refinados comitentes sabían descifrar.
Los personajes aparecen enactitudes tranquilas, reposadas, estaticas. Estaban vestidos de forma elegante, con ropas que se doblaban y ondulaban a la manera clasica. Los gestos eran delicados, las expresiones frías.
Predomina el dibujo sobre el color, siendo este de las tonalidades suaves, como el gris o el rosa. El único color con cierta intensidad es el azul.
Pintaban sobre telas encoladas directamente en el entablado a la francesa.

La corte de Luis XIV

Aunque con algún predecesor, Nicolas Poussin se convirtió en pintor de la corte. La mayor parte de su vida transcurrió en Roma. El Cardenal Richelieu le ordenó regresar a Francia para ostentar este cargo aproximadamente un año, muriendo en 1665. Poussin es autor de un tratado, La expresión de las pasiones.
Durante el reinado de Luis XIV, el clasicismo se identificó con el 'gran gusto', siendo la figura mas influyente fue Charles Le Brun, aticista en su juventud, que marcó el estilo oficial de la época. Aunque el iniciador es considerado Simon Vouet, antiguo tenebrista, es sin duda Le Brun la figura académica por excelencia, y quien mejor supo defender el ideal artístico del Rey Sol. Fue nombrado Primer Pintor del Rey en 1664, y dirigió los trabajos de Versalles.
Fue determinante la creación, en 1648, de la Academia Real de Bellas Artes, bajo los auspicios del cardenal Mazarino, con lo que se creaban unas líneas artísticas oficiales al servicio de la monarquía.
Gracias a la Academia y a los encargos del rey Luis XIV para la decoración de Palacio de Versalles, el clasicismo hara deesta tendencia el movimiento oficial de Francia e influira ampliamente sobre toda una generación de pintores franceses y del resto de Europa.
Pierre Mignard, sucesor de Le Brun, siguió la misma tendencia, pero con mayor fastuosidad.
La academia estableció la jerarquía de géneros en pintura, ocupando el último lugar el paisaje y siendo el mas noble de los géneros la pintura de historia. Esta empleaba una retórica pictórica muy marcada y un sentido estricto de lo que se consideraba decoroso.
En 1672, Le Brun se muestra partidario de la línea (Poussin) en detrimento del color (Rubens). Así, da el caracter y normativiza el estilo clasico, la obra de Poussin simboliza las virtudes de la claridad, la lógica y el orden, principios del academicismo.
En el retrato de corte destacaron Hyacinthe Rigaud y Nicolas de Largillière. Éste, y Jean Jouvenet personifican los últimos momentos de esta corriente.
Estilo
Como en otras disciplinas, el clasicismo en pintura tiende hacia un ideal de perfección y de belleza, inspirado de lo que se cree entonces que eran las virtudes de la Antigüedad.
Se hacen composiciones al fresco, sobre todo para la decoración de cúpulas, y óleos sobre lienzo de tamaño mas pequeño que el usual de la pintura barroca.
La pintura escoge los temas nobles y preferentemente inspirados de la antigüedad o de la mitología grecorromana. No obstante, eran también frecuentes los cuadros religiosos. También se cultiva el retrato, comenzando por los del rey, en fastuosas disposiciones, y siguiendo por los denobles y burgueses que deseaban hacerse retratar.
Finalmente, cobra gran importancia el paisaje, tratado 'a la italiana', esto es, vistas con edificios en perspectiva y concediendo gran importancia a la luz. Los pintores tomaban apuntes del natural pero luego recreaban esos paisajes en sus estudios, usandolos como decorado para las escenas mitológicas.
La composición y el dibujo deben primar sobre el color y el concepto sobre la seducción de los sentidos. Las composiciones son cerradas, tendiendo a un esquema piramidal, con figuras centradas; no se representa con realismo, sino que los personajes se idealizan. Estan posando, con tranquilidad, evitandose las posturas forzadas o exageradas tan propias del barroco.

Música Barroca en Francia
El estilo se consolida con Jean-Baptiste Lully (1632-87), un italiano de nacimiento que introduce la ópera en Francia, siendo el verdadero dictador musical del siglo XVII en ese país gracias a su talento y a su posición de influencia sobre Luis XIV. También sobresale en el mismo siglo Marc Antoine Charpentier (1640-1703), maximo rival de Lully.
En torno al cambio de siglo François Couperin (1668-1733) es el mas importante autor. Louis Marchand (1669-1732) es hoy especialmente conocido por su duelo musical con Bach de 1717. Jean-Philippe Rameau (1683-1764) es, junto con Couperin, la cumbre barroca nacional y el cénit de la ópera barroca francesa en la primera mitad del siglo XVIII, siendo en los últimos años testigo del cambio del Barroco al Clasicismo en su país


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