ARS NOVA
Si hacia 1350 había un estilo que pudiera
reclamar para sí el representar una tradición polifónica
central, ése era el del
ARS NOVA francés. Con un legado que se remontaba a los órgana
parisinos de Leonin y Perotin de finales de siglo XII, y con la infusión
tanto del motete como de los principios notacionales de Franco de Colonia en el
siglo XIII, la música francesa de mediados del XIV estuvo a la
vanguardia de los nuevos avances en el arte de la polifonía.
Estos avances ya se encontraban ahí. Con
philippe de Vitry y Guillaume de Machaut a la cabeza, los franceses continuaron
abriendo nuevos campos estilísticos y desarrollando nuevos
géneros polifónicos. Estaba, por ejemplo, el motete
isorrítmico, que destaca como
una especie de sello del Ars nova, o al menos del aspecto racionalista
de la forma francesa de abordar la estructura. Al otro lado del espectro
encontramos el cultivo extensivo de la polifonía profana. Los
compositores, empezando por Adam de la Halle y Jean de l’Escurel, y
siguiendo con Guillaume de Machaut, se vieron atraídos por el lirismo y
las efusiones del amor cortés expresados en las formas
músico-poéticas conocidas como “formes fixes: el rondeau,
el virelai y la ballade”. Estos tres esquemas estructurales iban a
dominar la poesía y la música francesas hasta el final del
siglo XV. Por lo que respecta ala música litúrgica, los
compositores franceses del siglo XIV se interesaron seriamente por escribir
composiciones sobre las secciones del ordinario de la misa – Kyrie,
Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei-, llegando incluso a Machaut a intentar un
ciclo unificado (idea que tardaría casi un siglo en cuajar).
Por último, había nuevos principios notacionales, desarrollados especialmente
en los tratados de Johannes de Muris (ARs nova musicae) y Philippe de Vitry
(Ars nova), que formaron la base de la notación de la música
polifónica durante unos 250 años. En conjunto, mientras inglatera e Italia constituían
tradiciones importantes secundarias, era Francia la que asumía el papel
protagonista.
Una de las características que impregnaron la música francesa durante buena parte del
siglo XIV fue la tendencia a la complejidad. Esto es particularmente evidente
en el motete isorrítmico, con sus taleas y colores a menudo no
sincronizados y su uso de la disminución
proporcional en las taleas sucesivas.
Durante el último cuarto de siglo, esta afición
a la complicación se convirtió en algo de obsesión.
Un grupo de compositores activo en centros culturales,
tales como las cortes del
antipapa cismatico Clemente VII en Avignon,
Gaston Fébus de Foix en el sudoeste de Francia, y Juan I de
Aragón nada mas cruzar los Pirineos, comenzó a deleitarse en
lacomplejidad. Llamado “manierista”, en otro tiempo
su estilo suele mencionarse ahora generalmente con el nombre de Ars subtilior
(arte sutil).
La música del
renacimiento por Allan W. Atlas
LOS TROVADORES
Hay muchas cosas que nunca llegaremos a saber acerca de la música
trovadoresca. La situación en que nos encontramos es aproximadamente la
siguiente: se pueden estudiar con gran detall los nombramientos y traslados de
los trovadoes, gracias a los numerosos libros de cuentos de le época que
se conservan. Conocemos cuales eran sus obligaciones en la corte
borgoñona; es facil consultar testimonios de autores
coetaneos, que se hicieron lenguas de su notable virtuosismo; disponemos
de algunos textos de sus canciones; es posible reconstruir los instrumentos que
utilizaban y distribuirlos en agrupamientos adecuados con sólo examinar
las pinturas del siglo XV, que reproducen escenas de corte, pero, en
contrapartida, no ha llegado hasta nosotros su música. Sabemos también que la mayoría de los trovadores no
se hallaban en condiciones de leer música medida; tocaban de
oído. Se conservan, sin embargo muchas tonadas
de baile sobre las que improvisaban sus brillantes “divisiones”.
No cabe duda que la música instrumental, que hace su aparición
hacia el final delperiodo, hunde algunas de sus raíces en las
tradiciones trovadorescas. Hubo dos tipos enteramente
distintos de trovadores; los de guerra y los de camara. Los
primeros, aparte de sus obligaciones especificas en el campo de batalla,
constituían el símbolo de la condición de un noble. En tiempo de guerra, emitían señales
con sus trompetas y atabalero que se pudieran oír desde lejos. También se les estimaba por el efecto psicológico que
producían sobre el enemigo. El cronista de Melum, Enrique V
hacía que los trovadores se reunieran todas las tardes ante su tienda de
campaña, y allí sonaban gran cantidad de trompetas y clarines tan
enfaticamente, que los prados y los bosques temblaban con su sonido y
parecía como si toda la tierra, por muy pequeña que fuese, les
perteneciese. En años de paz los trovadores de
guerra eran destinados a marchar procesionalmente delante de su señor
con el fin de anunciar su presencia.
También eran objeto de gran demanda los trovadores que
podíamos llamar funciones domesticas, sobre todo entre los príncipes.
Los instrumentos de viento mas ruidosos y la trompette
de menestrels, pertenecían a la primera familia. Los
trovadores, de cuando en cuando, tenían entera libertad para marcharse
adonde les apeteciera, formando entonces una cofraternidad internacional
bastante inestable. En 1469, llegaron a constituir
enInglaterra una especie de sindicato para regular el aprendizaje de su oficio
y tomar medidas para evitar que los impostores, haciéndose pasar por
sirvientes de algún noble señor, pudieran reclamar hospitalidad
de las ciudades que visitaban. Como
tenían prohibido el ejercicio de su profesión en la Cuaresma,
bajo pena de excomunión, era esa la
época en que se celebraban las grandes reuniones internacionales de los
trovadores, a las que acudían cantores de todas partes, para comparar
notas e intercambiarse las ultimas canciones. Desde luego pocos trovadores
sabían componer, una de las excepciones parece haber
sido Jean de Villeroye, alias Briquet, que sirvió en la Corte de Amor
fundada por Carlos VI. Villeroye nos ha dejado una
canción donde demuestra que sus conocimientos de música no eran
escasos.
Los cantores debían poseer una memoria considerable, repetían
verso tras verso sobre la misma tonada, o bien, como los instrumentistas, improvisaban sobre
todo uno de los bajos, que se hicieron populares mas tarde.
Los trovadores de corte eran los encargados de proveer la
música en todas las ocasiones. Tocaban en los cortejos y durante la cena; ponían fondo musical al juego de los
amores cortesanos; tocaban en las fiestas de Mayo, en la Navidad, año
nuevo, en las justas y torneos, procesiones civicas, mojigangas y bailes de
disfraces y de cort
e.