Antonio Santa Ana
nació en 1963 en Buenos Aires,
donde vive actualmente con sus dos hijos. Trabaja desde hace diez años con el Grupo
Editorial Norma en Argentina,
donde se ocupa de la edición y circulación de las colecciones
infantiles y juveniles. Antes de vincularse a Norma trabajó durante diez años en la organización de la
Feria del Libro de Buenos Aires
y en la editorial Libros del Quirquincho. Miembro de la comisión
directiva de la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la
Argentina (ALIJA) y del comité editorial de la Revista latinoamericana
de literatura infantil y juvenil que publica Fundalectura (seccional de IBBY),
Santa Ana ha sido jurado de importantes concursos literarios y es parte activa
de actividades varias en torno a laliteratura.
Santa Ana no es sólo editor sino también autor. Es conocido
principalmente por sus dos novelas Los ojos del perro siberiano
(1998) y Nunca seré un superhéroe (2000). El primer libro se le
ocurrió cuando le preguntó a su abuela como cocinaba.
Ahí pensó en la historia desde el punto de vista de una persona
con talento de cocinero. Quiso hablar con el libro, pero no le
respondió. Demostró también que los
finales no siempre son felices. El libro muestra, desde una perspectiva
muy personal, como el saber que la muerte es próxima puede cambiar
totalmente la forma de vida reflexionando acerca de la tolerancia, la
indiferencia y la compasión.
Gracias a la literatura viajó por Colombia, México, Guatemala,
Chile, Costa Rica, Perú, Venezuela.