La
guerra naval: combate entre el Constitution y el Guerriere
Según todas las apariencias, un enfrentamiento militar prometía todas las
ventajas para Gran Bretaña, una de las potencias más poderosas de la tierra,
con una población de unos once millones, comparada con los dos millones y medio
de colonos, un quinto de los cuales eran esclavos negros. La armada británica
era la mayor del
mundo y casi la mitad de sus buques participaron inicialmente en el conflicto
con Norteamérica. El ejército era una fuerza profesional bien entrenada;
en1778, llegó a tener cerca de cincuenta mil soldados estacionados solo en
Norteamérica, a los cuales se añadieron más de treinta mil mercenarios alemanes
durante la contienda.
Para enfrentarse a ese
poder militar, los estadounidenses tenían que empezar de la nada. El Ejército Continental que crearon tenía menos de cinco mil
efectivos permanentes, complementados por unidades de las milicias estatales de
diferentes tamaños. En la mayoría de casos, unos oficiales inexpertos,
no profesionales, servían como jefes militares. Washington, el comandante en jefe, por ejemplo, solo había sido coronel de
regimiento en la frontera virginiana y tenía poca experiencia en el combate.
No sabía nada de mover grandes masas de soldados y nunca había dirigido un asedio a una posición fortificada. Muchos de sus
oficiales habían salido de las capas medias de la
sociedad: había posaderos convertidos en capitanes y zapateros en coroneles, como exclamó, asombrado,
un oficial francés. Es más, «Sucede con frecuencia que los
estadounidenses preguntan a los oficiales franceses qué oficio tienen en
Francia». No es de extrañar, pues, que la mayoría de los oficiales
británicos pensara que el ejército estadounidenses no era «mas que una banda
despreciable de vagabundos, desertores y ladrones» incapaces de rivalizar con
los casacas rojas de Su Majestad. Un general británico
llegó a alardear que con mil granaderos podía « ir de un extremo al otro de
Norteamérica y castrar a todos los hombres, en parte por la fuerza y en parte
con un poco de persuasión».
Sin embargo, estoscontrastes eran engañosos, porque las desventajas británicas
eran inmensas desde el principio del conflicto. Gran Bretaña tenía
que conducir la guerra desde el otro lado del
Atlántico, a cinco mil kilómetros de distancia, con los consiguientes problemas
de comunicaciones y logística; incluso alimentar adecuadamente era un problema
casi insalvable. Al mismo tiempo, tenía que hacer una guerra
absolutamente diferente a la que cualquier país hubiera librado en el siglo
XVIII. La propia Norteamérica era inconquistable. La enorme extensión del
territorio hacía que las maniobras y operaciones convencionales fueran
difíciles y engorrosas. El carácter local y fragmentario de
la autoridad en Norteamérica inhibía cualquier acción decisiva por parte de los
británicos. No había ningún centro neurálgico con cuya captura se
pudiera lograr aplastar la rebelión. Los generales británicos acabaron por
decidir que su principal objetivo debía ser enfrentarse al ejército de
Washington en una batalla, pero, como
dijo el comandante en jefe británico no sabían como hacerlo, «ya que el enemigo se mueve con
mucha más celeridad de la que nosotros somos capaces ».
Una de las causas de los resultados negativos de los colonos
eran sus mosquetes, ya anticuados y que solo podían disparar a pocos metros
para obtener precisión. Haz click en el mapa para verlo mas grande
Por otra parte, los intereses de Alemania pasan por Francia, los Estados del Este emancipados de la Unión Soviética,
incluyendo las repúblicas Balticas, Ucrania y Bielorrusia. Alemania trataría según el autor de redimir su
pasado, mantener su poder y acceder a los recursos energéticos
asiaticos. Creo que la redención del pasado nazi no constituye un factor tan
decisivo como
el autor supone, aunque sí la recuperación de su poderío
económico tras la reunificación (el Bundesbank ha
desempeñado un papel fundamental en la integración
económica europea). Pudoser cierto ademas, el acercamiento
militar a EEUU por temor a Rusia, pero quizas
hoy Rusia no constituya una amenaza en estos términos. Por otro lado,
Alemania cooperó con Francia en la construcción y fortalecimiento
de la UE mas de lo que Brzezinski reconoce.
En cuanto a los posibles escenarios estratégicos futuros, el autor
señala que Francia podría o bien acercarse a Alemania, o bien
aumentar su influencia en la OTAN y en la Unión Europea, o acercarse a
Rusia y Reino Unido. Sin duda Francia debe renunciar a convertir a Alemania en subordinada ya que ésta es consciente
de la debilidad económica y militar francesa.
Un acercamiento a Reino Unido parece por el momento,
incluso después de la salida de Tony Blair del poder, improbable, ya que
Reino Unido y Estados Unidos siempre han mantenido esa relación especial
desde el siglo XIX. Tampoco Putin parece interesado en una amistad con Francia,
ya que la cruzada estadounidense contra el terror resulta útil a los
rusos en acciones como
las que llevan a cabo en Chechenia.
Por lo que respecta a Alemania, podría apoyarse
en EEUU al que a su vez le interesa la ampliación de la UE hacia el Este
para reforzar su poder en Europa. Debería ademas, según
Brzezinski, evitar la enemistad con Francia y Reino Unido. El autor apunta como
posibilidad, una alianza Francia/Alemania/Polonia, aunque en esta
situación Alemania perdería poder frente a Francia.
Aunque comparto la idea de que el acercamiento aleman a los Estados
Unidos puede reforzar aAlemania, quizas sería posible, en contra
de las afirmaciones del autor, una alianza entre Francia, Alemania, Rusia y
China, para equilibrar la balanza internacional.
Federación Rusa
Brzezinski llama a la desmembración de la Unión Soviética
el agujero negro porque después de la Guerra Fría, Rusia se
convierte en un Estado problematico sin accesos al exterior, susceptible
de entrar en confictos con sus vecinos y con gran atraso democratico y
político.
Lo que subyace en El Gran Tablero Mundial es la idea de que Rusia nunca ha sido
ocupada y reeducada, como Alemania o Japón (que ahora estan en
posiciones cercanas a Estados Unidos), y por lo tanto Washington debe coquetear
con la Rusia oficial y esperar a que ésta haya perdido la ilusión
o nostalgia de ser una superpotencia que aspira a la subordinación de
las antiguas repúblicas soviéticas. Por eso Rusia debe cambiar,
debe redefinir su identidad y debe redefinir sus relaciones con Estados Unidos.
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Parece que en la cuestión de las relaciones entre las cabezas de los
viejos bloques de la Guerra Fría se han ido
produciendo avances gracias a los acontecimientos del 11-S, que han llevado a EEUU y Rusia a
cooperar en materia de terrorismo internacional por el problema checheno.
Según Brzezinski, la única opción que tiene Rusia para no
quedar aislada políticamente es la de una Unión
Euroasiatica, es decir, la integración en la Europa de la UE y de
la OTAN, vinculadas a EEUU por supuesto. AdemasBrzezinski insiste en que
se debe evitar que Rusia tome otra dirección que no sea la
integración en Europa, y para ello ésta y EEUU le deberían
ofrecer un tratado especial con la OTAN con el fin de explorar conjuntamente la
configuración de un nuevo sistema de seguridad Esto llevó a que se creara un
nuevo tipo de arma más eficaz, que fue el fusil modelo Pennsylvania, de gran precisión desde más de
80 metros. Los colonos en estos primeros combates lucharon en
forma de guerrillas.