La época de Alfonso X El Sabio y la
transición del
español medieval al clasico
(siglos XIII al XV)
Apuntes históricos
Durante el siglo XIII queda practicamente terminada Ia Reconquista:
sólo Granada quedara como
último reducto musulman, pero su rey sera vasallo de
Castilla. Los acontecimientos mas importantes de ese
siglo son: la derrota musulmana en las Navas de Tolosa (1212); la conquista de
Sevilla en 1248; la conquista de las Baleares y del
reino de Valencia
por la Corona de Aragón; el impulso cultural de Alfonso X El Sabio.
El siglo XIV supone una gran crisis en todos los terrenos: comienza por la
aparición de la peste bubónica, que diezmó la
población de Occidente en un 50%. Mas
tarde, la crisis económica, y junto a ella la
crisis de autoridad, tanto espiritual como
temporal. Castilla había detenido la Reconquista en los límites del reino de Granada. La Corona de Aragón se
extendía por el Mediterraneo, logrando la vinculación de
Sicilia, Córcega y Cerdeña.
El siglo XV representa el final de la Edad Media y el
transito a la Edad Moderna, que surge con el reinado de los Reyes
Católicos. Es la época del reinado de Juan
II en Castilla y de la entronización de la casa de Trastamara en
Aragón, con Fernando I de Antequera. La crisis iniciada en el siglo
anterior tiene sus repercusiones mas hondas en
el XV: la autoridad real eranula; el poder de los nobles aumentó.
Castilla sigue con la Reconquista detenida. Aragón aumenta su
poderío en el Mediterraneo: ademas de la incorporación
de Sicilia, que permanecera unida a Aragón hasta 1713, en
Cerdeña y Córcega se reconoce la autoridad del rey
aragonés y Alfonso V ocupa el reino de Napoles y ejerce cierta
protección sobre el ducado de Milan.
Evolución lingüística
En el aspecto cultural, desde los primeros años del siglo, surge la
admiración por el pasado de Roma, cuya cultura estudian
simultaneamente los reyes de Castilla (Juan II) y de Aragón
(Alfonso V). En esta época son conocidas e imitadas las obras de Dante y
de Boccaccio, cuyo lenguaje aristocratico, con su vocabulario y sintaxis
latinizante, deslumbra a los escritores castellanos.
A medida que la Reconquista baja hacia el Sur, los dialectos
romanicos que se van perfilando en la Península aumentan
progresivamente. El gallego y el portugués ocupan todo el Oeste
peninsular; el leonés se detiene al Sur del
Tajo; el catalan alcanza sus limites actuales, mas el reino de Murcia, a causa
de la conquista de Jaime I y su repoblación catalana. El
aragonés se filtra hasta el Sur entre el castellano y el catalan.
Y lo que es importante observar es cómo el castellano
penetra como una cuña en la hasta entonces relativa unidad
lingüística de la Península. La
ReconquistaIlevó hacia el Sur, fundamentalmente, cinco tipos
lingüísticos: el gallegoportugués, el leonés, el
castellano, el navarro-aragonés y el catalan. Por
ello, puede decirse que la fragmentación lingüística actual
de la Península es basicamente el resultado de la Reconquista.
Durante estos siglos, el castellano escrito se siguió perfeccionando
para hacerse capaz de ser instrumento de la mas alta
expresión artística, a la par que comprensible y utilizable por
toda la sociedad. La lengua liquidó en estos siglos alguna de sus
mas importantes vacilaciones, caminando hacia su regularización.
En la fijación del
castellano es fundamental la labor de Alfonso X, mas brillante como científico que como gobernante. El conocido como Rey Sabio congregó a su alrededor a
todos los sabios del
país: judíos, mahometanos, cristianos, en verdaderas academias
constituidas en sus palacios. La labor de todos estos eruditos era dirigida por
el rey, y él intervenía en ella en dos
momentos: en el primero, para dirigir su composición, y en el
último en la misión delicada de su corrección. Entre estas
dos intervenciones directas del rey actuaban los traductores
de las obras. Era ya tradicional en Toledo la versión al latín de
las obras científicas arabes. Esta versión se
realizaba por medio de dos personas impuestas en la materia: una conocía
la lengua original; otra eraentendida en la lengua en la que se hacía la
versión; la primera, por ejemplo, realizaba la traducción del arabe al castellano,
y la segunda del
castellano al latín. Pero Alfonso X introdujo una novedad: hizo que un escriba copiase la variante castellana, haciendo que
desapareciesen poco a poco las traducciones al latín.
A partir de 1296 el rey empezó a intervenir
mas intensamente en la actividad cultural: no se limitaba a dirigir y a
corregir lo hecho, sino que personalmente acopiaba y seleccionaba los
materiales para la obra. En esta época nacieron las obras mas
personales y también mas originales: las Cantigas, las
Crónicas, etcétera.
Es importante señalar que, ya en el siglo XIII, en el
reinado de Fernando III, fue declarado el castellano lengua oficial de la
cancillería. Con Alfonso X, los documentos ya se redactaban en
castellano, no en latín, proclamando, por otra parte, la lengua de Toledo como norma en los casos de dudosa
interpretación de palabras. El mismo rey Sabio aunó el
leonés y el castellano al ordenar que fuesen redactados en esta lengua
los edictos de las ciudades del Reino de León.
Según Américo Castro, 'La súbita aparición en
la corte de Alfonso X el Sabio de magnas obras históricas,
jurídicas y astronómicas, escritas en castellano y no en
latín, es un fenómeno insuficientemente
explicado, si nos limitamos a decir queun monarca docto quiso expresar en
lengua accesible a todos grandes conjuntos de sabiduría
enciclopédica. Tal aserto equivale a una abstracción, pues no
tiene en cuenta el horizonte vital de Alfonso X, ni
las circunstancias dentro de las cuales existía.
En ninguna corte de la Europa del siglo XIII podía ocurrírsele a
nadie redactar en idioma vulgar obras como la Grande e General Estoria,
los Libros del saber de astronomía o las Siete Partidas. Tampoco se dio el caso de que el texto bíblico se tradujera
íntegramente fuera de España en aquel siglo. Tal hecho es solidario de la escasez en España de obras de
caracter teológico, filosófico, científico o
jurídico dotadas de alguna significación y redactadas en
latín' (España en su historia, Buenos Aires, 1948,
pag. 478). Y un poco mas
adelante: 'Mas la cultura viva de Castilla era a la vez cristiana,
islamica y judía, y su común denominador tenía que
ser el idioma entendido por quienes integraban tan extraño conglomerado.
Era patente el fracaso de las fuerzas africanas interesadas en reanimar la
lenta agonía del Imperio islamico en
España, ya incapaz de reaccionar. Castilla se afirmaba como potencia
dominante e indiscutida, y sobre el trono de Alfonso X lucía la estrella
de un imperio peninsular y quiza europeo. Como todo imperio necesita una
lengua de cultura, los judíos, siempre despiertosproponían una
`era alfonsí' y allegaban materias con que henchir la lengua hablada,
compatibles con la especialísima forma del vivir castellano'
(pag. 485). Cabe añadir, según el
parecer de muchos autores, que los judíos, ademas, eran poco
amigos de la lengua litúrgica de los cristianos, el latín.
De este modo, Alfonso X tuvo la necesidad de
acuñar una nueva lengua que cubriese las necesidades de la prosa que con
él comenzaba a tomar cuerpo duradero, y en la que se iban a verter todos
los conocimientos científicos de la época.
Pretendía el rey Sabio plasmar en sus libros la
realidad de su país, que hasta entonces hablaba en castellano pero
escribía en latín. Él pone todo su entusiasmo en
hacer del
castellano también una lengua escrita y con ello fijarlo para la
posteridad. En esta empresa, rehuye el latín,
castellanizando cuantos términos científicos puede. El
Padre Mariana dijo de él: 'Él fue el primero de los reyes de España que mandó que las cartas de
ventas y contratos e instrumentos todos se celebrasen en lengua española
con deseo que aquella lengua que era grosera se puliese y enriqueciese. Con el
mismo intento hizo que los sagrados libros de la Biblia se tradujeran en lengua
castellana. Así, desde aquel tiempo, se dejó de
usar la lengua latina
en las provisiones y privilegios reales y en los públicos
instrumentos'.
El lenguajeconstituye una preocupación constante para
el rey Sabio; su trabajo consiste en eliminar lo superfluo y conservar lo
esencial, dando el justo significado a cada término y a cada
expresión. Como
dice Antonio G. Solalinde: 'El lenguaje constituía, en efecto, una
noble preocupación de Alfonso; gracias a este
interés la prosa castellana, reducida antes a traducciones infelices y a
documentos notariales, da un gigantesco paso. Las obras del rey Sabio, por
la variedad de sus asuntos, por la multiplicidad de sus fuentes, obligaban a la
creación de un vocabulario abundante. Así, los científicos
que forman los libros astronómicos o el Lapidario adaptan y traducen una
buena cantidad de palabras arabes y latinas: en el Libro de Ajedrez se
introducen multitud de neologismos. Y nada digamos de la enciclopedia medieval
de las Partidas, donde se tocan todos los puntos esenciales de la vida, sin que
en su expresión se eche de menos la palabra precisa, o de las obras
históricas, en que por la misma calidad del asunto, y por los modelos
que habían de imitarse o traducirse hubo que forjar todo un nuevo
léxico literario' (Antología de Alfonso X el Sabio, Madrid,
3.a ed., Espasa-Calpe, Col. Austral, 1946, pags. 20-21).
La evolución del castellano en el siglo XIV
Con la muerte de Alfonso X, se redujo la actividad de sus escuelas. Sancho IV
(1284-1295)concentró su interés,
mas que en la continuación de la obra de su padre, en la
formación de su heredero mediante enseñanzas practicas
sobre conducta y gobernación para lo cual fomentó la
constitución de un vademécum que condensara los saberes
reconocidos sobre Dios y el mundo; también se aplicó a corregir
los textos y materiales alfonsíes sobre el pasado de España.
Faltan la grandeza de miras y la potencia impulsora del Rey Sabio, pero
se prepara el camino a los grandes moralistas don Juan Manuel, don Sem Tob y
Ayala. El 'castellano drecho' propugnado por Alfonso X como
norma de la lengua escrita se impone definitivamente.
A lo largo del
siglo XIV el castellano invade el terreno de la lírica, hasta entonces
reservado al gallego. En el Cancionero de Baena sólo
los poetas mas antiguos siguen prefiriendo el gallego en sus obras de
amores, pero la mayoría de la producción lírica recogida
esta en castellano. Ademas el gallego usado es muy impuro,
casi una lengua híbrida con un ligero barniz
gallego. De todos modos, el influjo de la lírica
gallego-portuguesa dejó huellas lingüísticas en castellano.
El dialecto leonés se mezcla con el castellano en cierto número
de producciones literarias. La independencia política de Aragón
respecto de Castilla, y su unión con Cataluña, explican la mayor resistencia del
dialecto aragonés, así como
el fuerteinflujo catalan que en él se percibe. En este siglo el aragonés tiene un considerable
florecimiento autónomo, sobre todo en obras históricas.
Por su parte, el castellano liquida alguna de sus mas importantes
vacilaciones, desecha anteriores prejuicios con respecto a fenómenos
típicos de la fonética castellana y camina hacia su
regularización. Durante todo este siglo continúa sin interrupción
la entrada de cultismos, impulsada por la actividad de las nacientes
universidades, la formación de juristas en el Colegio español de
Bolonia y las traducciones de las obras doctrinales e históricas.
La convivencia de gentes 'de las tres religiones' en la España
medieval hizo que el romance no se escribiera sólo en caracteres latinos, sino también en los del
alfabeto hebreo y en los del
califato arabe. Es lo que se conoce como literatura aljamiada (del arabe al –
‘agamïya, ‘lengua extranjera’). Después de 1492
siguieron haciéndolo en España los moriscos
hasta su expulsión en tiempos de Felipe III, y aún mas
tarde en el norte de Africa. Los judíos sefardíes en la
diaspora publicaron en caracteres hebreos Biblias y otros textos
romances. El rasgo lingüístico mas destacado de los
manuscritos aljamiados es su notable arcaísmo, que les hace conservar
usos que en el siglo XVI habían desaparecido en la norma
de la sociedad cristiana.