“Un espectro se cierne sobre Europa: el
espectro del
comunismo”. Así comenzaban Karl Marx y Friedrich Engels su “Manifiesto
comunista” de 1848, un poderoso movimiento
político que tomó auge a finales de del siglo XIX y comienzos del XX. En el
entorno de estos autores, el comunismo era un
movimiento marginal asociado a unas cuantas revueltas fracasadas y algunas
obras difíciles y crípticas de la filosofía alemana. Sin
embargo, un siglo después, dominaba medio
planeta. Los comunistas aseguraban que el capitalismo creaba
mucha riqueza, pero la clase media, llamada burguesía, quería
mantener su posición de poder en la sociedad en lugar de compartir dicha
riqueza con los trabajadores, llamados el proletariado.
¿Cual era la solución propuesta por Marx
y Engels? Su doctrina basica se sustentaba en la supresión
total de la propiedad privada de los medios de producción para llegar a
una sociedad sin clases. Para el comunismo, la auténtica democracia consiste en que el
pueblo gobierne realmente también sobre el control de esos medios de
producción. De allí que muchos países comunistas
(que no eran democraticos en el sentido contemporaneo del
término) se llamasen a sí mismos “democracias
populares”. Para Marx y Engels, como
la burguesía jamas cedería su poder de formavoluntaria,
era necesario realizar una revolución violenta, para instaurar lo que
denominaban “la dictadura del
proletariado.” Los comunistas no sólo mostraban su hostilidad
hacia el capitalismo, sino también hacia el imperialismo y la
religión, a la que Marx calificaba como “opio para el
pueblo”
Es importante adentrarse en las características de
esta doctrina, en sus argumentos falaces y en las causas de su total fracaso.
Así los venezolanos podemos comprender aún
mas el por qué de esta lucha, para no dejarnos imponer semejante
barbaridad ideológica. Hay una gran diferencia entre lo que el
comunismo predica y lo que hace cuando llega al poder. La diferencia es tan
enorme que uno puede pensar que nunca salvaran la brecha entre la
teoría y la practica. Cuando Marx y Engels trataron de impulsar
la revolución del proletariado, o cuando Lenin
posteriormente lideró una rebelión real, el ideal por el que
luchaban parecía noble a sus seguidores. El
proletariado eran los desposeídos de la historia. Habían hecho todo o casi todo el trabajo en la sociedad y
habían recibido muy poco de sus beneficios. El comunismo
partía de una afirmación perfectamente razonable: vosotros sois
la gran mayoría de la sociedad. A partir de ahora controlaréis el
poder económico del Estado y por tanto
recibiréis los beneficios económicos que genera. Durante un tiempoposeeréis incluso un poder absoluto, tiranico,
pero ese poder sera utilizado en realidad en beneficio de todos. Al final, esperamos, el Estado se marchitara y todos
gobernaréis, en una especie de utopía, en beneficio de todos.
Y este paraíso durara para siempre.
Sin embargo, ¿cómo funcionó en la
practica el comunismo? Stalin lo dejó
evidente en Rusia, el primer país comunista. Los kulaks,
campesinos independientes, querían continuar siendo propietarios de sus
tierras y vender lo que producían con su trabajo en un
mercado libre. “Esto no es comunismo –dijo
Stalin-. El proletariado, actuando como clase, debe ser propietario de
todos los medios de producción, vuestras tierras incluidas. Aun así, el cambio os beneficiara; por supuesto
¡no dejamos a nadie fuera del
paraíso de los trabajadores!” Durante un tiempo dejaron a
los kulaks con su trabajo independiente, pero al final, la
“mayoría” decidió que debían
“desaparecer como clase”. El exterminio
comenzó a finales de 1929. Al cabo de cinco años, la
mayoría de los kulaks, junto con millones de campesinos que
también se opusieron a la colectivización de las tierras de
cultivo, habían sido asesinados o deportados a regiones remotas como
Siberia. Nunca se supo cuantos en realidad murieron en este proceso, pero según las estimaciones mas
precisas, se calcula que perdieron la vida unos veintemillones de personas.
Ello sin incluir a los muchos millones mas que murieron de hambre durante los años siguientes, después que la
colectivización destrozara la agricultura rusa.
Ninguna mayoría, no importa lo grande que sea, tiene derecho a matar a
los que no estan de acuerdo con ella, no
importa los pocos que sean. Este es un principio
basico de la democracia. Si en verdad Lenin y Stalin hubieran contado
con la mayoría, le decisión de colectivizar la agricultura, si se
hubiera llevado a cabo de una forma mas humana, pudiera haber llegado a ser considerada aceptable, a pesar de
algunas injusticias para algunos ciudadanos. Pero la
mayoría nunca fue mayoría en la Unión Soviética.
La “mayoría” era en realidad una minoría muy pequeña,
en ocasiones formada sólo por el propio Stalin.
En teoría, el comunismo debía convertirse en la dictadura del
proletariado, que debía ser temporal y evolucionar inevitablemente hacia
un no gobierno –hacia una especie de anarquía utópica- de
todos y para todos. Pero en la practica el comunismo siempre ha sido, en
todos los países en los que ha existido (es decir, en todo país
que se ha definido a sí mismo como
comunista, o en donde pretenda implantarse, como
actualmente ocurre en Venezuela)
la tiranía brutal de una pequeña minoría sobre la enorme
mayoría de sus ciudadanos o súbditos. El pueblo
jamas ha reinado enningún Estado comunista. Ademas,
en la realidad, nunca ha existido razón alguna para que un gobierno comunista deba abandonar jamas su posición
de poder absoluto y tiranía, a menos que se produzca una
revolución en su contra. En las tiranías comunistas del
siglo XX, en principio, la revolución pareció siempre casi
imposible, pues la minoría dirigente ejercía el control total, no
sólo sobre la economía, sino también sobre la
policía y el ejército. La gente no podría jamas
levantarse y gobernar por sí mismos en esas circunstancias.
Pero el momento llegó y la gente lo logró, en
Alemania Oriental, en Hungría, en Checoslovaquia, en Rumania.
En China trataron de
rebelarse y aunque el comunismo subsiste como
partido, es evidente que se han revestido del capitalismo para potenciar su poder
económico. Sucedió también en varias
partes de la Unión Soviética cuando en 1989 empezó la
lucha por la independencia. Y nada pudo detener esa
reacción en todos esos países. La poderosa maquinaria del Estado, con todos sus policías y soldados, con
toda su represión, con todos sus censores y terroríficas leyes,
jueces e instituciones secuestradas, demostró tener los pies de barro.
Cuando el sol empezó a brillar en los ojos, en la mente y en el
corazón de los oprimidos, la nieve que rodeaba a los tiranos los hizo
aguas, y reveló que estaban desnudos y solos.Venezuela debe verse en
estos espejos. El comunismo no es una forma viable, porque la mayoría,
que sí somos tal, sabemos de estas atrocidades del comunismo, de la
pobreza con la cual su practica ha cubierto a países cercanos
como Cuba y porque en vez de la dictadura del proletariado, aquí ya
tenemos una dictadura de Estado, que sojuzga, reprime, masacra y niega todo
bienestar individual y colectivo.
No se puede dejar de hacer una pregunta: ¿Existe algún legado
positivo del
comunismo? Tal vez sí. Las tiranías
comunistas no funcionaron económicamente y por ello tarde o temprano han caído. La colectivización de la
agricultura, por ejemplo, simplemente no es una forma inteligente de organizar
el cultivo de la tierra. Los fundos zamoranos en Venezuela es un
claro ejemplo de su fracaso. Pero la idea de que los desposeídos del
mundo por fin debían empezar a recibir una parte justa de los beneficios
que generaba su trabajo es una idea justa. ¿Qué
hicieron las democracias? Aceptar esta idea. Han aprendido esto de los comunistas. Asimismo, la idea de
que los hombres y mujeres deben ser tratados igual, recibir y tener las mismas
oportunidades económicas, en la que Lenin insistió mucho,
también es justa. Y también las democracias lo
ha hecho su postulado, aunque lentamente.
Los gobiernos comunistas tuvieron su gran oportunidad,
primordialmente en elsiglo pasado. Llegaron al poder luego de que el
pueblo siempre había estado sometido a un
gobierno injusto, tiranico y corrupto. La excepción a esto se pudiera encontrar en la Europa Oriental, en donde
los soviéticos impusieron el comunismo entre gente poco dispuesta a
aceptarlo y que quería la democracia. Las mayoría de estos pueblos ansiaban ser libres. Y tomando estas esperanzas, el comunismo los engañó, los
estafó, los defraudó con sus tiranos, que sí sabían
lo que era la libertad e intencionalmente ocultaron este conocimiento a su
gente. Pero los venezolanos hemos vivido en libertad.
La saboreamos. Hemos sabido lo que significa. La hemos
perdido y la quieren sustituir por ese comunismo
tirano y ruin. Hemos aprendido, tal vez a trancas y mochas,
de la libertad es mejor que la esclavitud del comunismo. Y eso es lo
que precisamente esta renaciendo en la reacción popular de estos
meses de febrero y marzo.
La libertad, entonces, en los genes de los venezolanos, es como un río
que baja crecido de la montaña e inunda las llanuras. Al final, este río indetenible va a cubrir nuestra
geografía. Y esta pesadilla del comunismo, ese espectro con
sus falsas promesas, con su etéreo ideal y su maltrecho accionar,
habra muerto. Porque, como señaló Miguel de
Cervantes, “no hay en la tierra contento que se iguale a alcanzar la
libertad perdida.”