Un nuevo e importante
factor de conflicto en las relaciones Oriente-Occidente fue el final del mandato britanico en Palestina y la
fundación del
Estado de Israel en parte de ese territorio, donde se había refugiado
una gran cantidad de judíos con motivo de la persecución nazi.
Desde hacía varios años, Inglaterra se había mostrado
favorable al sionismo (doctrina que postulaba la unión de los judíos
en una sola nación) y había prometido a los judíos les
sería otorgado un territorio para que establecieran su nación en
tierras palestinas, las que, de acuerdo con la particular tradición histórica
judía, les pertenecían como herencia de sus antepasados que las
habían habitado en tiempos remotos.
En diciembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó un plan que
establecía la partición de Palestina en dos Estados
independientes, uno arabe y otro judío, y de una zona
internacional en la ciudad de Jerusalén bajo control de las Naciones
Unidas, con una unión económica entre las tres entidades. El plan fue inmediata-mente aprobado por los judíos y
rechazado por los arabes, situación que generó serios
enfrentamientos entre ambas comunidades. La creación del Estado judío en tierras palestinas, al causar la
expulsión de los pueblos arabes radicados en ellas, creó
uno de los mas graves conflictos en la política mundial del siglo XX.
El 14 de mayo de 1948, cuando los britanicos pusieron fin a su mandato y
abandonaron Palestina, fue proclamada la fundación del Estado de
Israel. En seguida, estalló la guerra entre el nuevoejército de
israelí y los arabes de Egipto, Líbano, Siria, Irak y
Transjordania, que atacaron el territorio del nuevo Estado
sionista. Esta guerra, que sería la primera de una serie de
enfrentamientos armados en la región, se prolongó hasta enero de
1949 y finalizó con la victoria de Israel que consolidó su
posición y obtuvo mas territorio que el previsto en el plan de
partición propuesto por la ONU.
La derrota de Palestina ante Israel
dio motivo para que los arabes se sintieran defraudados y traicionados
no sólo por los países occidentales aliados de Israel, sino
también por los dirigentes arabes incapaces de enfrentarse a su
enemigo y sospechosos de connivencia con el imperialismo occidental. Todo ello
fue el “caldo de cultivo” donde se gestaron los movimientos
populares y revolucionarios arabes a partir de esa fecha, dando origen al panarabismo (unión de todos los pueblos
arabes), movimiento de lucha para la liberación de los
territorios palestinos.
Por otra parte, la riqueza petrolera de los Estados arabes habría
de constituir un elemento mas de discordia en
aquel conflictivo territorio, en donde el panarabismo se fue perfilando como contrario al bloque
occidental. La segunda guerra arabe-israelí ocurrió entre
octubre y noviembre de 1956, conocida como la Guerra de Suez, originada por las
acciones emprendidas por el presidente egipcio Gammal Abdel Nasser, cuya
orientación nacionalista y revolucionaria lo llevó a
enfrentarse a la Gran Bretaña.
Nació en 1918, según unas fuentes en un
pueblo de laprovincia de Asiut (Alto Egipto) y según otras, en la ciudad
deltaica de Alejandría. Primogénito de un
funcionario de correos, estudió en la Academia Militar entre 1938 y
1939. En 1948 participó en la guerra contra Israel con el grado de comandante.
En julio de ese año, en relación con las
necesidades económicas para la construcción de la presa de
Assuan, Nasser decretó la nacionalización del Canal de Suez e indemnizó a los propietarios ingleses y
franceses para proceder después a prohibir el paso de los barcos israelíes por el
Canal. Esas acciones preocuparon seriamente a los gobiernos de Inglaterra y
Francia, ante el temor de que Nasser suspendiera los embarques de
petróleo que sus países importaban utilizando como vía el Canal de Suez.
Este hecho provocó que Gran Bretaña, Francia e Israel atacaran
militarmente a Egipto el 29 de octubre de 1956; con la
respuesta armada de este país, dio comienzo la segunda guerra
arabe-israelí. Ante la gravedad de la situación en Medio
Oriente, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió en una
sesión de emergencia en la cual se acordó exigir a los
países invasores su retiro de Egipto.
Bajo la presión de la ONU y sin haber logrado
el apoyo de Estados Unidos en este conflicto, ingleses y franceses se retiraron
en diciembre de 1956, de manera que la zona del Canal quedaba bajo vigilancia
de las Naciones Unidas. Este fracaso de las potencias occidentales en el Medio
Oriente resultó en beneficio de la Unión Soviética, que
aprovechó la situación para intervenir en la política de
estaconflictiva región brindando a Egipto ayuda económica y
militar para la construcción de la presa de Assuan, con lo cual
se fortaleció la posición de Nasser.
Como era de esperarse, pronto intervino el gobierno de Estados Unidos
para contrarrestar el dominio soviético. A principios de 1957 fue
promulgada la Doctrina Eisenhower, que implicaba un
programa de asistencia económica y militar ofrecido por el gobierno
estadounidense a los países del
Medio Oriente.
Ese mismo año, este programa fue adoptado por Líbano, Libia,
Turquía, Irak, Israel, Túnez y Sudan, y eso
permitió a Estados Unidos participar en los conflictos que ocurrieran en
la región. De esta manera, el conflicto arabe-israelí
constituyó un factor mas de discordia
entre los dos bloques, poniéndose en peligro la paz
mundial cada vez que la animosidad volvía a cobrar fuerza ante los
renovados intentos de los pueblos palestinos por recuperar los territorios
cedidos a Israel
en 1948.
Con el apogeo del nasserismo, la difícil situación entre los
Estados Arabes e Israel, estabilizada en 1957, se deterioró de
nuevo a partir de 1962 hasta desembocar, en junio de 1967 en la tercera guerra
arabe-israelí, llamada la Guerra de los Seis Días, que
terminó con una espectacular victoria de los israelíes, quienes
ocupan los territorios arabes del Sinaí, Gaza, Golan y
Cisjordania, arrebatados a Egipto, Siria y Jordania.
Tras la tercera guerra, los israelíes se afirman en
los territorios ocupados y las actividades bélicas quedan limitadas a
las acciones de los palestinoscontra Israel desde los países
arabes vecinos. En Egipto, el presidente Anwar al-Sadat, sucesor
de Nasser tras la muerte de éste en
1970, replantea un nacionalismo mas conservador
y a favor de Occidente, en tanto que en la región se intensifican las
presiones derivadas de la pugna Oriente—Occidente. En
octubre de 1973, la situación de conflicto lleva a la cuarta guerra
arabe-israelí —la Guerra del Yom Kippur— en Suez y el
Golan, que tendría repercusiones muy negativas para el destino
económico de los países industrializados importadores de
petróleo. Por otra parte, esta crisis representa el retroceso de
la URSS en la región y el aumento de la influencia de Estados Unidos,
bajo cuyo patrocinio no sólo se reorienta la política de Sadat,
sino se inician las negociaciones que llevan a resultados reales y a acuerdos
entre Egipto e Israel, enmarcados en el giro que toma el Próximo Oriente
a mediados de los años setenta.
GUERRA DE YOM KIPPUR
La Guerra de Yom Kippur (o Iom Kippur), también conocida como Guerra del Ramadan o
Guerra de Octubre, fue un enfrentamiento armado a gran escala entre Israel y los países arabes de
Egipto y Siria dentro del
denominado conflicto arabe-israelí. Supuso la última
guerra total, en múltiples frentes, entre Israel y sus vecinos arabes,
y un punto de inflexión en la historia de dicho
conflicto. Egipto y Siria lanzaron una ofensiva militar por sorpresa contra Israel coincidiendo con la festividad hebrea del Yom Kippur (6 de octubre de
1973), traspasando la línea de armisticio
del Sinaí y delos Altos del Golan, que habían sido
conquistados por Israel
durante la Guerra de los Seis Días en 1967.
El conflicto durante muchos años entre los judíos
israelíes y los arabes sobre el control de la región de la
Palestina histórica había dado lugar a guerras en 1948 (Guerra
arabe-israelí de 1948), 1956 (Guerra de Suez) y 1967 (Guerra de
los Seis Días).
En la Guerra de los Seis Días, Israel había conseguido conquistar la
península del Sinaí y la Franja de Gaza de manos egipcias, los Altos del Golan a Siria, y
Cisjordania y Jerusalén oriental a Jordania. En 1968, la ONU
adoptó la resolución 242 en la que conminaba al Estado de Israel
al regreso a las fronteras anteriores de la guerra y a los países
arabes al reconocimiento de dicho Estado. Sin embargo, ninguno de los
dos bandos acató la resolución, y los enfrentamientos
fronterizos, con mayor o menor virulencia, se mantuvieron en el tiempo.
El sucesor del
presidente egipcio Nasser, Anwar el-Sadat, realizó una ofensiva
diplomatica para la retirada de Israel, a la vez que rearmaba y
preparaba su ejército. A pesar de diversas resoluciones de las Naciones Unidas, Israel se negaba a retirarse sin
garantías de paz, con el apoyo explícito
de Estados Unidos, creyendo ambos en la incapacidad de los ejércitos
arabes para lanzar una ofensiva.
No obstante, la Unión Soviética, que apoyó a las naciones
arabes durante las guerras anteriores,
había aprovisionado a Egipto con nuevo y mas moderno material
militar. Egipto y Siria, a través de su presidente Hafez al-Asad,mantenían el objetivo común del
ataque a Israel,
pero los sirios no deseaban, en caso de victoria, iniciar proceso
diplomatico alguno de apaciguamiento, ni reconocer al Estado de Israel.
En 1972, Sadat había nombrado a Ahmad Ismail
Ali, ministro de defensa. A finales del
mismo año Leonid Brézhnev había pedido a Sadat que apoyase
una política de distensión a pesar del fracaso de los anteriores intentos. Sin embargo, Egipto hizo oídos sordos y se
desentendió de las posiciones soviéticas. Tras ascender
Ismail al cargo de comandante en jefe de los ejércitos de Egipto, Siria
y Libia en virtud de la unión bajo el nombre de Federación de
Repúblicas Arabes, Egipto abrigó la esperanza
de que Siria se implicaría en una ofensiva a gran escala desde dos
frentes, que permitiera el triunfo contra Israel. El interés por Siria
no era sólo fruto del panarabismo, sino que éste país
seguía recibiendo suministros soviéticos de armas en gran
cantidad, como los misiles Sam y aviones MiG-21, mientras que Egipto, tras
desoír a Brézhnev, tenía una limitada capacidad de renovar
su material militar. El 12 de junio de 1973, Sadat visitó Siria y
acordó con Assad el ataque definitivo. La operación se
denominaría Operación Badr (Operación Luna Llena).
El 13 de septiembre, en el curso de unas maniobras aéreas según
los sirios, o de un hostigamiento según los israelíes, trece
aviones de combate soviéticos de aquel país fueron derribados por
el ejército de Israel sobre el Mediterraneo, lo que
provocó que Asad instara a su homólogo egipcio a iniciarel ataque
cuanto antes.
El 6 de octubre de 1973, día del
Yom Kippur, fiesta judía, Egipto y Siria lanzaron su ataque contra Israel. La
fecha había sido escogida con cuidado desde el punto de vista
tactico, ya que la mayoría de la población civil
israelí estaba ayunando y se encontraría en las sinagogas, las
defensas estarían descuidadas y muchos soldados estarían de
vacaciones (sin embargo los permisos del
Yom Kippur habían sido cancelados por el jefe del estado mayor Israelí David
Eleazar). La fecha tiene ademas una connotación simbólica
para los musulmanes, pues según el calendario musulman un 6 de
octubre Mahoma decidió entablar la Batalla de Badr que le dio la primera
victoria musulmana contra la tribu de Quraish.
La profundidad territorial defensiva conseguida por Israel gracias a los nuevos
territorios conquistados en 1967 (una barrera natural de 250 kilómetros
de desierto del lado Egipcio, y el desierto de Judea y los Altos del
Golan en los frentes jordano y sirio), proporcionaba a Israel la
posibilidad de renunciar a un ataque preventivo como en el caso de la Guerra de
los Seis Días y dejar que los arabes hiciesen el primer movimiento,
con el coste político internacional que debería suponerles una
acción semejante. Esa baza estratégica, junto a la euforia por la
fulgurante victoria en la Guerra de los Seis Días y su superioridad
aérea, hicieron que Israel dudase de que los arabes se atreviesen
realmente a realizar un ataque a gran escala, por lo que los israelíes
se vieron sorprendidos y abocados a unadesesperada defensa tanto por tierra
como por aire.
Tras los acuerdos que confirmaron el alto el fuego, Egipto e Israel
iniciaron conversaciones reservadas bajo el patrocinio de Estados Unidos
destinadas, en un futuro lejano, a fomentar un acuerdo
de paz estable entre los dos países. La situación se vio
favorecida, por un lado, el impacto que en la sociedad
israelí había supuesto la guerra de 1973; por otro, las
posiciones de Sadat que, alejandose de las tesis soviéticas,
buscaba estabilizar su política internacional con Israel.
Así, el 10 de octubre de 1975, delegaciones de ambos países
firmaron un Convenio en Ginebra cuyo contenido era:
Israel
abandonaba los campos petrolíferos de Abu Rodeis de los que
recibía la mayor parte de su suministro. Al mismo tiempo, Estados Unidos
e Israel
firmaban un acuerdo secreto por el que aquél
suministraría a éste el petróleo que necesitase en el
futuro.
Israel
dejaba varios pasos que pasaban a ser controlados por la ONU, mientras que
ésta desplazaba mas al interior del
Sinaí su zona, dejando que las tropas egipcias ocupasen la misma.
Israel y Egipto podrían mantener o incrementar los sistemas de control
electrónico en el suelo fuera del espacio asignado a la ONU.
Egipto se comprometió a levantar los bloqueos en el Mar Rojo y permitir
que a través del Canal de Suez
circulasen en ambos sentidos buques que suministrasen material no militar a Israel.
Igualmente, Egipto renunció a la guerra unilateral y a efectuar amenazas
contra Israel
salvo que éste atacase a un país
arabe.