Esta batalla resultó un
claro triunfo para la Revolución de Mayo. Fue luego de esta victoria que
Artigas pronunció su famosa frase «Clemencia para los vencidos,
curad a los heridos, respetad a los prisioneros», en referencia a las
fuerzas del ejército español. Después de
la batalla murió Manuel Artigas, primo de José Artigas,
homenajeado en Buenos Aires
por ser el primer oficial muerto en combate por la causa revolucionaria.
El parte afirmaba: «Las ocupaciones que me han ofrecido el honroso cargo
que usted tuvo a bien confiarme, no me han permitido, desde mi salida de esa
capital, dar a usted una relación detallada de los movimientos practicados
y el feliz suceso de las armas de la patria; pero he cuidado de avisarlos
respectivamente al señor Belgrano y al coronel don José Rondeau,
desde que fue nombrado jefe de este ejército, quienes creo lo
harían a usted en iguales términos.»
«Aprovecho sin embargo estos momentos para elevar a su conocimiento todas
las operaciones de la división de mi cargo.»
«Con ella llegué el 12 del corriente a Canelones, donde acampamos
destacando partidas de observación cerca de los insurgentes que ocupaban
las Piedras; punto el mas interesante, así por su
situación como por algunasfortificaciones que empezaban a formar y por
la numerosa artillería con que lo defendían.»
«En la misma noche se experimentó una copiosa lluvia, que
continuó hasta las diez de la mañana del 16, en cuyo día
destacaron los enemigos una gruesa columna a la estancia de mi padre, situada
en el Sauce, a cuatro leguas de distancia de las Piedras, con objeto de batir
la División de Voluntarios del mando de mi hermano don Manuel Francisco
Artigas, que regresaba por orden mía de Maldonado, a incorporarse con mi
División. Se hallaba acampado en Pando y luego que sus avanzadas
avistaron al enemigo, me dio el correspondiente aviso pidiéndome 300
hombres de auxilio: en cuya consecuencia y de acuerdo con los señores
capitanes determiné marchar a cortar a los enemigos.»
La Batalla de las Piedras, por Diógenes Hequet.
Alberto Zum Felde consideró a la batalla de Las Piedras como
decisiva para el futuro de la revolución. Ante la derrota de Manuel Belgrano
en el Paraguay y el Parana, sin la batalla de Las Piedras «la
Revolución de Mayo hubiera sido ahogada a los pocos meses de [su]
pronunciamiento.»2
Los iberos
No se sabe cuando llegaron los iberos a la Península Ibérica,
pero sí sabemos que desarrollaron una sociedad muy avanzada entre los
años 600 a.C. y 200 a.C.
Este pueblo había llegado del norte de Africa y desarrollaron con
mucho talento la escultura, la arquitectura, la ceramica y la
orfebrería.
La obra darte mas importante de la cultura ibera es la Dama de Elche, que
una escultra de busto de mujer, hallada en la ciudad de Elche, y fechada hacia
la primera mitad del siglo V a.C.
Aunque generalmente se habla de los iberos como de un pueblo único,
debido a los rasgos comunes que presenta su cultura, la verdad es que ellos
constituyeron una serie de tribus, con lenguas diferentes y grados de
civilizaciónmuy distintos. Entre estas tribus eran muy
frecuentes las guerras y nunca lograron la unificación política.
Los celtas
El otro pueblo importante que originalmente ocupó la Península
Ibérica fue el de los celtas. Éstos llegaron a España del norte de Europa, a través del Pirineo Occidental, como 600 años antes de Cristo.
Los celtas conformaban un pueblo gurrero, con cultura
menos desarrollada que la de los iberos. Sin embargo,
después de enfrentarse con éstos, fueron capaces de expandirse
por toda la Península, excepto Levante y Andalucía.
Un poco mas tarde son expulsados de la zona
central de la Península por los iberos, y se refugian en Galicia y
Portugal. Es en estas zonas donde los celtas dejaron su
influencia mayor.
Es muy poca la información que se tiene sobre los
celtas. Uno de los pocos recuerdos de su presencia en
la Península, es el buen número de ciudades y pueblos, cuyos
nombres terminan en -briga (lugar fortificado).
A su llegada a Portugal, los
romanos llamaron al pueblo celta, lusitanos, nombre
que todavía sobrevive como
identificador de los modernos portugueses.
Hispania: la Península Ibérica bajo los romanos.
(218 a.C.-409 d.C.)
La llegada de los romanos a la Península
Ibérica se da en el año 218 a.C., cuando desembarca un
ejército del Imperio desembarca en Ampurias. El comandante del
ejército invasor se llamaba Cneo Escipión.
Una de las característicasprincipales de la conquista romana es la
lentitud con que se realiza: sólo 200 años de su llegada, podemos
hablar de un control total de Roma sobre el territorio
de la Península.
El símbolo principal de la resistencia a la conquista romana es la
ciudad de Numancia; ciudad pequeña en el norte de Castilla, cuyos habitantes
resistieron un sitio de 8 meses, por un ejército de 60.000 soldados,
comandados por Escipión Emiliano, considerado el mejor general de Roma
en aquel año (133 a.C.). Después de sufrir hambre y la
pestilencia de sus propios muerto, los numantinos prefirieron suicidarse antes
que rendirse ante las fuerzas invasoras.
Es con la invasión de los romanos que los
españoles inventaron la tactica de la guerra de guerrillas.
Es a los romanos que se les debe la unificación
política de la Península Ibérica. Antes de su llegada, la
Península era un simple concepto
geografico, habitado por un conjunto grande tribus de naturaleza muy
heterogénea.
A través de los romanos, se introduce a
Hispania el cristianismo, que resultara mas tarde en la
religión católica, definidora de buena parte del
caracter del
pueblo español. Ya en el siglo II se encuentran en la Península
numerosas comunidades cristianas, de las que
saldra un buen número de martires y
Sin embargo, la victoria de Las Piedras sera contrarrestada por la
invasión portuguesa de la Banda Oriental, promovida por las fuerzas de
Elío.