1.- Planteamiento Del problema
Abordar el tema de la infancia es un tema conflictivo y difícil en un mundo
regido por adultos que olvidan con frecuencia la importancia de defender el
bienestar de la misma; más aun, si ni siquiera esos adultos tienen garantizado
su propio bienestar. El Perú actual, donde la crisis económica y política afecta
a amplios sectores de nuestra población, esta no solo puede medirse, por
índices económicos, el nivel de accesos a los servicios básicos, la tasa de
mortalidad infantil, los índices de desnutrición o las tasas de escolaridad,
sino también por el grado de protección a su infancia.
Adentrarnos en la realidad de un territorio y de la población que lo habita,
requiere del
conocimiento previo de su estructura económica, política y social, es decir,que condiciones definen y sustentan su grado de bienestar.
En el informe de Desarrollo Humano 1996, publicado por el programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se define como un proceso
conducente a la ampliación de las opciones de que disponen las personas,
aplicándose por igual a los países en desarrollo y a los países
industrializados. Las tres opciones esenciales para las personas son: poder
tener una vida larga y saludable, poder adquirir conocimientos y poder tener
acceso a los recursos necesarios para disfrutar de un
mejor nivel de vida.
En 1996 Perú, contaba con un índice de Desarrollo
Humano medio bajo, ocupaba el puesto 91 entre 174 países. Dentro del grupo de
América Latina y el Caribe (21 países), se situó
dentro del
decimoquinto lugar. El departamento del
Cusco, decimoctavo de veinticuatro departamentos, roza el grupo de los
calificados como
de bajo desarrollo humano.
En el 2007, once años después, el Perú contaba con un índice desarrollo Humano
medio, y figura en el puesto 87 entre 177 países, con un IDH de 0.773, que
supone una mejora, leve pero sostenida, sobre sus indicadores previos. Con ese IDH, obviamente se halla bastante lejos de Islandia, el
país líder en desarrollo humano, cuyo índice es de 0.968. Más bien, nuestro
país se halla a la par de Jordania, Líbano y Ecuador.
En el año 2010 El Perú ocupa el puesto 63 en el Índice de Desarrollo Humano
(IDH) de las Naciones Unidas 2010, 15 puestos más que en el 2009, y 28 puestos
más que en el año 1996. El departamento del Cusco según el cuadro estadístico
del índice del desarrollo humano a escala departamental, distrital y
provincial, del 2005 señala que el cusco se encuentra enel vigésimo lugar de
veinte cinco departamentos, rozando al grupo calificado como medio del
Desarrollo Humano.
Este indicador por su generalidad y aceptación universal, en marca nuestro
estudio en un entorno de pobreza y bajo desarrollo
humano. Un entorno de pobreza que señala a su vez un
bajo índice de desarrollo infantil del APV. Así el departamento del cusco con
un indicador de 20 sobre una escala de 0 a 100 puntos se sitúa aun en un nivel
bajo dentro del Estado Peruano.
En el APV. Virgen del rosario
en el departamento del Cusco,
en la actualidad cuenta con una población total de 300 habitantes.
Los niños y las niñas del APV. Se ven afectados en su
desarrollo por las situaciones económicas y políticas, de salud y de educación,
que limitan y delimitan su existencia y la de sus familias. Conocer
la geografía, el nivel de la pobreza y exclusión social y cultural de esta APV.
En la actualidad nos permitirá comprender y mostrar cuales son las
características del
maltrato infantil en la que se encuentra esta APV.
1.1 Pregunta general
En este contexto ya explicado nos formulamos la
siguiente pregunta.
sCuáles son las características que condicionan el maltrato infantil en la
APV.Virgen del Rosario en el departamento del cusco?
1.2 Preguntas específicas
sCuáles son las características económicas que condicionan el maltrato infantil
en la APV. Virgen del Rosario en el departamento del cusco?
sCuáles son las características socioculturales que
condicionan el maltrato infantil en la APV. Virgen del
Rosario en el departamento del
cusco?
1.3 Objetivo General
Conocer, describir y explicar las características económicas y socioculturales
que condicionan elmaltrato infantil en la APV. Virgen del
Rosario en el departamento del
cusco, desde los propios integrantes de las familias: padres madres e hijos,
haciéndoles protagonistas de la investigación.
1.4 Objetivos Específicos
a) Conocer, describir y explicar las características económicas que condicionan
el maltrato infantil en la APV. Virgen del Rosario en
el departamento del Cusco.
b) Conocer, describir y explicar las características socioculturales que
condicionan el maltrato infantil en la APV. Virgen del
Rosario en el departamento del Cusco.
2.-
Justificación
La inquietud que nos mueve a realizar una investigación de este tipo, radica en
la frecuencia del maltrato infantil como pauta habitual de
conducta en las relaciones padres e hijos. El maltrato
representa continuidad generacional y el interés que cada sociedad tenga por su
infancia demuestra su valoración por la vida humana. Son los niños los
que más sufren los efectos de las condiciones adversas, son expuestos a
situaciones de extrema pobreza, vivienda inadecuada, deficiente atención
medica, escaza alimentación, además de crecer en un ambiente familiar
inadecuado, que no les permite su total desarrollo social, psicológico,
intelectual y emocional. A esto debemos unirle el hecho de que el maltrato a
los menores es una práctica común en la mayoría de los hogares, y constituye
uno de los correctivos más extendidos, frecuentes y naturales de crianza y
educación en el interior de las familias peruanas. Es de suma importancia
conocer cuáles son las características que condicionan el maltrato infantil,
para que de esta manera se pueda evitar el maltrato infantil, contribuyendo así
a la mejora de la sociedad; puesto que losniños no son el futuro de un país, si
no, el presente que debe ser atendido.
Hipótesis
3.1.- Hipótesis general
Las características que condicionan el maltrato infantil expresado en el
maltrato físico, psicológico y de negligencia, en la A.P.V. Virgen del Rosario
en el departamento del
cusco, son de carácter económico y sociocultural.
3.2 Hipótesis Específicas
a. Las características económicas que condicionan el maltrato infantil en la
APV. Virgen del Rosario en el departamento del Cusco, son el nivel de
pobreza en el que se encuentran las familias; así como las referidas al mundo
del trabajo expresado en la falta de trabajo, bajo ingreso familiar, entre
otras, teniendo encuentra también el nivel de salubridad que tienen estos
hogares.
b. Las características socioculturales que condicionan el maltrato infantil en
la APV. Virgen del Rosario en el departamento del Cusco son las referidas a los
miembros de la unidad familiar, a las características personales de las
víctimas, al grado de instrucción de los actores principales y a las
instituciones que protegen al menor. En las características culturales se
encuentran la actitud o valoración hacia los miembros del hogar y los
métodos de crianza de los padres.
MARCO TEÓRICO
4.1.- Marco Teórico Referencial
El presente trabajo se sustenta en una investigación sobre el maltrato infantil
realizado en el departamento de Ayacucho, presentado y editado en Madrid España
en el año 2009
Este trabajo de investigación se título:
“MALTRATO INFANTIL, UN PROBLEMA SIN RESOLVER” y fue desarrollada por los
investigadores: Sonia Jadraque Cabanillas, Maria Iglesias Martinez y Jaime
Pineda Salguero(2007).
Este trabajo tuvo como objetivo general
Saber cuáles son las causas del
maltrato infantil.
Sus conclusiones más importantes son
Hay que poner atención para cuidar de los niños para que en un futuro no
lleguen a ser malas personas a causa del
maltrato que se les da. Es un trastorno difícil de
sobrellevar, pero dándole al niño la atención que necesita va a poder superar
el problema. Debemos de estar informados sobre el problema
porque solo así vamos a saber cómo actuar en estos casos. Hay que cuidar
de los hijos; ellos son el futuro de la sociedad y si no sabemos criarlos,
entenderlos, amarlos, protegerlos, sQuién lo va a hacer?(Pág. 86)
Y que
Hay que tomar una decisión, criar a los hijos como se debe o dejarlos y
maltratarlos y esperar a que no se vuelvan malas personas, cosa que
difícilmente pasa.(Pág. 86)
4.2.- Base Teórica
1.- Derechos del Niño
1.1 La importancia de la Convención1
El 20 de noviembre de 2009, la comunidad mundial celebrará el vigésimo
aniversario de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño por
parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En este
documento excepcional se perfilan las normas universales relativas a la
atención, el tratamiento y la protección de todas las personas menores de 18
años. Es el tratado sobre derechos humanos más ampliamente
reconocido de la historia, ratificado actualmente por 193 Estados partes.
Durante las últimas dos décadas, la Convención ha
transformado el modo en que se considera y se trata a la infancia en todo el
mundo.
Ha ejercido una profunda y duradera influencia en las legislaciones, los
programas y las políticas nacionales e internacionales, las instituciones
públicas yprivadas, las familias, las comunidades y los individuos, y ha
servido de apoyo a importantes progresos en materia
De supervivencia, desarrollo y participación en todo el mundo.
Pese a los numerosos desafíos que persisten con respecto a la conquista de los
derechos de la infancia, la Convención plantea una visión de un mundo en el que
todos los niños y niñas sobreviven y progresan, y se les protege, se les
respeta y se les alienta a participar en las decisiones que les afectan. Esta
visión promueve un mundo de paz, de tolerancia, de
equidad, de respeto por los derechos humanos y de responsabilidad compartida.
En suma, un mundo apropiado para la infancia.
La Convención sobre los Derechos del Niño (en adelante “la Convención”) fue
aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de
1989 y entró en vigor el 2 de septiembre de 1990. Es el
tratado sobre derechos humanos y el instrumento para la promoción y la
protección de los derechos de la infancia más completo. Si bien en otros
instrumentos internacionales sobre derechos humanos figuran disposiciones que
protegen los derechos de la infancia, la Convención es el primero que articula
todos los derechos pertinentes a la infancia: económicos, sociales, culturales,
civiles y políticos. Ha sido asimismo el primer instrumento internacional que
reconoce de forma explícita a los niños y niñas como agentes sociales y como titulares activos de sus propios
derechos.
Conforme a las disposiciones del tratado, los Estados partes
están legalmente obligados a satisfacer los derechos de todos los niños y
niñas. La Convención comprende 54 artículos y se basa en cuatro principios
fundamentales: la nodiscriminación; el interés superior de la infancia; el
derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo; y el respeto por los
puntos de vista de la infancia. Su amplio alcance, y la
importancia que otorga a la participación de niños y niñas, confieren una
trascendencia intemporal a todas las acciones orientadas a promover, proteger y
satisfacer los derechos de la infancia.
La Convención ha reafirmado y enriquecido los derechos humanos de forma
notable. Los reafirma al aplicar directamente a la infancia muchos de los
principios básicos de instrumentos internacionales sobre derechos humanos
anteriores, tales como
la universalidad y la no discriminación. Y los enriquece al
consolidar y ampliar las disposiciones comprendidas en otros instrumentos sobre
derechos humanos, especificando las responsabilidades y obligaciones de los
Estados partes en relación a la infancia. Incorpora derechos de la
infancia que no estaban totalmente articulados –en particular el derecho a la
participación–, y declara que el interés superior de niños y niñas debería ser
la consideración primordial en todas las acciones dirigidas a la infancia. Hace
hincapié en que la obligación de rendir cuentas en relación a los derechos de
la infancia recae sobre aquellas personas o instituciones encargadas de velar
por los niños y niñas y a las que se encomienda la misión de garantizar que sus
derechos se respeten, en especial los Estados partes, las familias y los
tutores.
En efecto, la Convención ha fijado las condiciones de la infancia,
estableciendo las normas mínimas referidas al
tratamiento, la atención, la supervivencia, el desarrollo, la protección y la
participación a que tiene derecho toda persona menorde 18 años. En sus
artículos se consolida la opinión consensuada de las sociedades de que para
satisfacer los derechos de la infancia es imperativo proteger el periodo de la
niñez como distinto de la edad adulta, a fin de demarcar un tiempo en el que
niños y niñas puedan aprender, jugar y crecer.
En la Convención se contempla a los niños y niñas como titulares de derechos más que como beneficiarios de
caridad. La satisfacción de estos derechos ya no es una opción para los Estados
partes, sino una obligación que los gobiernos se han
comprometido a cumplir. Igualmente importantes son el optimismo, la claridad y
la determinación que la Convención manifiesta respecto al futuro: que un día
todos los niños y niñas disfrutarán de una infancia en la que se respeten
plenamente sus derechos, se satisfagan sus necesidades básicas, se les proteja
de las violaciones, el abuso, la explotación, el abandono y la discriminación,
y se les capacite para participar de forma eficaz en todas las decisiones que
afectan a sus vidas.
Tanto en su preámbulo como en sus artículos, la Convención destaca el papel
fundamental de la familia en el crecimiento y desarrollo de los niños y niñas,
reconociendo la importancia crucial de un entorno familiar de afecto, armonía y
comprensión para el desarrollo completo de la infancia. La Convención obliga a
los Estados partes a dotar a las familias de todos los medios necesarios para
que cumplan con sus responsabilidades.
1.2 Los principios fundamentales de la Convención2
Mientras que la Declaración de Ginebra de 1924 y la Declaración de los Derechos
del Niño de 1959 expresaban las
Aspiraciones de la comunidad internacional en lo tocante a losderechos de la
infancia, la Convención y sus Protocolos Facultativos son instrumentos
jurídicos, de manera que las naciones que los ratifican se comprometen a
cumplir sus estipulaciones.
Los Estados partes deben informar periódicamente al Comité de los Derechos del Niño, el organismo encargado de velar por que los
Estados partes apliquen la Convención y sus Protocolos Facultativos. Los 18
miembros del Comité ofrecen además orientación a los
Estados partes acerca de cómo interpretar y aplicar este tratado.
Pero la Convención es más que un tratado dotado de un
mecanismo de supervisión: se trata de un proyecto de gran alcance referido al
cuidado y la protección de los niños y niñas en términos prácticos y morales.
La Convención establece unas normas comunes, pero
también reconoce que para garantizar la apropiación y pertinencia, cada Estado
parte debe hallar su propia forma de poner en práctica el tratado. En los
Comentarios Generales y en las medidas generales de aplicación que establece el
Comité de los Derechos del Niño se ofrece orientación sobre la aplicación a
escala nacional y sobre los cuatro principios básicos de la Convención:
La no discriminación, o universalidad
La dedicación al interés superior del niño
El derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo
El respeto por los puntos de vista del niño
1.2.1 Abordar las disparidades en relaciona los derechos de la infancia3
El enfoque de la cooperación basado en los derechos humanos ofrece un marco
holístico e integrado para abordar las disparidades en la realización de los
derechos de la infancia. En los últimos años, se ha hecho cada vez más evidente
que las privaciones de los derechos de losniños a la supervivencia, el
desarrollo y determinados tipos de protección (como por ejemplo
contra el trabajo infantil) se concentran especialmente en determinados
continentes, regiones y países. Dentro de las naciones, las disparidades
también son notables en la realización de los derechos de la infancia sobre la
base de circunstancias como la pobreza en el hogar, la ubicación geográfica, el
origen étnico, el género y la discapacidad.
Aumentar el acceso y proporcionar servicios esenciales a la población
marginada y excluida es fundamental para realizar los derechos de la infancia a
la supervivencia y el desarrollo.
El enfoque basado en los derechos aborda las disparidades
identificando las zonas y los grupos más vulnerables y excluidos dentro de los
países, utilizando análisis de situación sobre las causas directas y
subyacentes y las causas básicas de las disparidades a las que hacen frente en
materia de supervivencia, desarrollo y protección. Este enfoque
contribuye también a articular las denuncias de las
poblaciones pobres y marginadas por medio de la promoción y la movilización
social. Exige una rendición de cuentas por parte de los titulares de
obligaciones a la hora de hacer realidad los derechos de las mujeres y los
niños, y garantizar que sus denuncias se codifiquen en la legislación y las
políticas nacionales y locales y reciban el apoyo de unos presupuestos
adecuados. También procura sacar el máximo rendimiento de los recursos
–financieros, humanos, de información o materiales– en apoyo a políticas para
reducir las disparidades en la mayor medida posible con respecto al nivel de
desarrollo de un país.
El Programa Buen comienzo en la vida del Perú es unejemplo de un programa
basado en los derechos humanos que borda las causas directas de las
disparidades, en este caso el acceso inadecuado a una atención de la salud de
calidad y a información sobre prácticas de nutrición e higiene mejoradas, que
contribuye a las altas tasas de emaciación y de carencia de micronutrientes
entre los niños menores de tres años de las poblaciones indígenas más pobres de
la cordillera de los Andes y de la selva del Amazonas en ese país. La
aplicación de un conjunto de intervenciones eficaces con respecto a sus costos
–que incluye el seguimiento del crecimiento, la orientación a las madres en
materia de nutrición y de salud, la administración de suplementos de
micronutrientes y la promoción de la higiene, junto a una firme participación
de la comunidad– contribuyó reducir las tasas de emaciación del 54% en 2000 al 34%
en 2004, y reducir la carencia de vitamina A del 30% a alrededor del 5% durante
el mismo período.
Los programas y las políticas tratan también de abordar las
causas subyacentes y básicas que menoscaban el cumplimiento de los derechos.
Por ejemplo, las disparidades en los ingresos se pueden abordar por medio de
estrategias de reducción de la pobreza, que incluyen medidas de protección
social como las transferencias de efectivo a los hogares pobres para apoyar el
gasto en bienes sociales como la atención de la salud y la educación de los
niños. En América Latina es posible encontrar con frecuencia este
tipo de programas, y los ejemplos más conocidos son la iniciativa Bolsa Escolla
del Brasil y el programa oportunidades de México. Pero otras regiones están logrando
también progresos en la prestación de programas de apoyo coningresos: por
ejemplo, en Malawi
se ha introducido un mecanismo de transferencia de
efectivo en seis distritos para proporcionar apoyo a los huérfanos y a los
niños y niñas vulnerables, y en particular a los hogares encabezados por niños.
También es posible abordar la desigualdad de género
aumentando la concienciación sobre las prácticas discriminatorias y promoviendo
reformas jurídicas y sociales. Las disparidades en la
prestación de servicios esenciales debido a la ubicación geográfica se pueden
reducir mediante la aplicación de servicios integrados y servicios móviles.
Por ejemplo, en el sur del Sudán, los programas de
inmunización de la infancia se han combinado eficazmente con la vacunación del ganado contra la
peste bovina. Ampliar las oportunidades educativas a las madres es fundamental
para mejorar la supervivencia y el desarrollo de los niños, ya que las
investigaciones han demostrado que las mujeres que han
recibido una educación tienen menos probabilidades de morir en el parto y más
probabilidades de enviar a sus hijos a la escuela.
Un desafío fundamental es supervisar y evaluar la eficacia de los programas
basados en los derechos humanos, no solamente a la hora de producir mejores resultados
para la supervivencia, el desarrollo, la protección y la participación de los
niños, sino también a la hora de transformar las actitudes, prácticas,
políticas, leyes y programas que apoyan el cumplimiento de los derechos de la
infancia.