Falacias
formales y premisas incongruentes
96. Falacias formales
Hemos estudiado en los capítulos anteriores las formas de inferencia, o sea,
los pasos y procesos del
razonamiento válido. Lo hemos hecho en forma rigurosa, estableciendo reglas que
nos permiten ciertas transformaciones. Para
completar el cuadro debemos ahora decir que en lógica, contrariamente a lo que
rige en el campo de los derechos individuales, lo que no está permitido está
prohibido. Solo podemos realizar aquellas transformaciones expresamente
autorizadas por las reglas, ninguna otra. Todo movimiento que contravenga las
reglas, al igual que en cualquier juego, como
ajedrez, damas o fútbol, será una movida inválida; la llamaremos falacia
formal. Analizamos al principio de este texto las falacias informales, que
dependen totalmente de aspectos no estructuralesdel lenguaje. Ahora nos toca
analizar este otro tipo de falacia, que depende de la existencia de reglas,
aunque obtiene también su poder persuasivo de los aspectos no lógicos del lenguaje. El número
de las falacias formales es indefinido, pues se pueden quebrantar las reglas de
muy distintas maneras. Vamos a indicar a continuación algunas de las más
frecuentes y peligrosas, para que los lectores aprendan a precaverse contra
ellas.
97. Afirmación del antecedente
Una de las tácticas de inferencia estudiadas, la de separación, nos permite
razonar a partir de una proposición condicional y de otra proposición idéntica
al antecedente del condicional para obtener la
afirmación por separado del
consecuente. Así:
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|Si esta medicina es eficaz, me curo pronto
|Es así que esta medicina es eficaz
|luego
|Me curo pronto
|
|
Este es un razonamiento perfectamente correcto, como lo hemos visto
anteriormente y lo podríamos comprobar de nuevo abriendo la conclusión,
introduciendo la segunda premisa y aplicando la regla de promoción sobre el
consecuente. Peroexiste un 'razonamiento' parecido a éste que no es
válido y sin embargo nos sentimos inclinados a aceptar como tal simplemente por
su parecido superficial con el anterior:
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|Si esta medicina es eficaz, me curo pronto
|Me curo pronto
|luego
|Es así que esta medicina es eficaz
|
|
La primera premisa es idéntica a la anterior y tenemos tanta razón para
aceptarla como antes; la segunda premisa resultó verdadera puesto que me curé.
Pretenderíamos separar el antecedente, pero no hay ninguna posibilidad de
hacerlo de acuerdo con nuestras reglas. Si me he curado, es perfectamente
posible que haya sido por cualquier otra razón que no tenga nada que ver en
absoluto con que la medicina sea o no eficaz. Sin embargo, la fuerza
psicológica del
parecido de esta falacia con el argumento válido anterior puede confundirnos y
llevarnos a afirmar el consecuente con una pretendida fuerza lógica.
98. Negación de lo no afirmado Otra forma de razonamiento válido es ésta:
||O la sociedad o el delincuente son culpables
|Es así que no lo es la sociedad
|luego
|El delincuente es culpable
|
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Por táctica de separación podemos demostrar que es válida. Tendría aplicación
si nos constara que la sociedad está tan bien organizada que no fomenta o
instiga al crimen en ninguna forma. Pero muy frecuentemente tendemos a
'razonar' en la siguiente forma:
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|O la sociedad o el delincuente son culpables
|Es así que el delincuente es culpable
|luego
|La sociedad no es culpable
|
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lo que es inválido, por las mismas consideraciones que hacen inválida la
falacia anterior.
99.Generalización ilegítima
La falacia de generalización ilegítima se comete con harta frecuencia. Consiste
en observar algunos pocos casos en que dos atributos se dan juntos en los
mismos individuos, y concluir de ahí que siempre se dan juntos, en todos los
individuos. Esta falacia la usan como argumento
personas con prejuicios raciales, políticos, o religiosos, como un intento, malogrado ante la mente
analítica pero exitoso ante la mente desprevenida, de dar fuerza lógica a su
posición. Ejemplo:
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|Algunos birlandios (1) explotan a sus clientes
|luego
|Todos los birlandios explotan a sus clientes
|
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Todos los intentos que se hagan para probar esta conclusión a partir de esta
premisa están condenados al fracaso: puedo quitar el cuantificador universal de
la conclusión y abrir la premisa en un tablero doble, pero ello no producirá
en el tablero fuerte. La estrategia de prueba indirecta tampoco resulta, como el lector puede
fácilmente comprobar por sí mismo.
100. Ejemplificación ilegítima
No solo lacuantificación universal mal entendida puede llevarnos a falacias;
también la cuantificación existencial cuando se maneja sin cuidado. Así, la
siguiente 'forma de razonamiento' suele aceptarse sin que tenga
fundamento en las reglas:
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|Algunas organizaciones laicas son sociedades secretas
|Algunas comunidades cristianas son organizaciones laicas
|luego
|Algunas comunidades cristianas son sociedades secretas
|
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Este esquema no es válido porque si bien es cierto que puedo abrir una de las
disyunciones, digamos la segunda premisa, la restricción de la regla de
disyunción me impide abrir la otra cuantificación mientras no haya cerrado la
primera (2). La lógica tradicional decía en este caso que 'de dos premisas
particulares no se sigue nada'. La fuerza de esta falacia sería nula sin
la colaboración pasional de prejuicios y dogmatismos de diversa índole.
101.Ausencia de enlace
Otro caso de falacia formal ocurre por la ausencia de enlace dentro de
silogismos. Por ejemplo, cuando ambas premisas son negativas:
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|Ningún amigo devuelve los libros
|Algunos vecinos no son amigos
|luego
|Algunos vecinos devuelven los libros
|
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Como se ve, el término común que debería servir
de enlace entre las dos premisas está negado en ambas, y no pueden actuar como 'gemelas en el
espejo' para aplicar la regla de separación. La lógica tradicional decía
aquí que 'de dos premisas negativas no se sigue nada'.
Muchos otros casos de la falacia de ausencia de enlace eran tratados por la
lógica clásica bajo diversos nombres y normas, pero para nosotros pueden todos
considerarse como
casos de esta anomalía. He aquí dos ejemplos más:
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|Todo es
|Ningún es
|luego
|Ningún es
|
|
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|Todo es
|Todo es
|luego
|Todo es
|
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102. Persuasión y falacias
Es interesante preguntarse de dónde les viene a las falacias su fuerza
persuasiva; es decir, cuál es la razón psicológica que hace a muchas de las
falacias expuestas parecer más 'evidentemente válidas' que el
siguiente silogismo perfectamente correcto:
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|Ningún mortal es perfecto
|Algún ser perfecto es hombre
|luego
|Algún hombre no es mortal
| ||
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La razón parece ser diferente, según dos casos: las falacias de generalización
o existencial se explican fundamentalmente por las pasiones de los hombres, que
buscan condenatorias fáciles para sus enemigos o para las personas diferentes
del grupo a que pertenecen. Sin la concurrencia de esas pasiones, las falacias
de este tipo serían incapaces de conllevar ningún poder persuasivo. El otro
caso lo ofrecen falacias como las de afirmación del antecedente o
negación de lo no afirmado, y también las falacias silogísticas de falta de
enlace. En este segundo caso existen en el 'razonamiento' no uno,
sino dos defectos de forma que alejan el esquema de la estructura válida: no
solo faltan los gemelos en el espejo que harían posible aplicar táctica de
separación; también hay disparidad entre uno de los elementos de la conclusión
y uno de los elementos de la premisa, pues son gemelos en el espejo y deberían
ser fórmulas idénticas. Un error disimula al otro, y el esquema parece válido.
Es por esta razón que si tomamos el primer silogismo y le corregimos cualquiera
de sus dos errores ya no nos parece tan convincente como en caso de que los dos
errores se den conjuntamente:
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|Ningún amigo devuelve los libros |Ningún amigo devuelve los libros |
|Algunos vecinos son amigos|Algunos vecinos no son amigos |
|luego |luego |
|Algunos vecinos devuelven los libros |Algunos vecinos no devuelven los libros
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Estas dos semifalacias (cada una tiene la mitad de los errores de la falacia
original) ya no engañan a nadie; con solo leerlas vemos que ahí no puede haber
razonamiento, pues la conclusión 'va en otra dirección' que las
premisas. Sin embargo, son 'menos inválidas', si podemos hablar así,
que las anotadas antes. El lector puede hacer el mismo experimento con las
otras falacias y comprobar que el corregirlas parcialmente las hace menos y no
más convincentes.
103. Incongruencia de premisas
La validez de un razonamiento no es suficiente para afirmar que la conclusión a
que hemos llegado es verdadera. Como
explicamos en la introducción, una cosa es que el proceso por el que pasamos de
las premisas a la conclusión sea correcto y otra muy distinta que haya verdad
en el punto de llegada; para que esto sea así debe haber también verdad en el
punto de partida. El silogismo válido que consignamos en la sección anterior,
por ejemplo, tiene conclusión falsa, a pesar de ser perfectamente correcto.
Larazón de que esto sea así es que una de las premisas, la segunda, es falsa.
Debemos pues tener buen cuidado de no aceptar o proponer premisas de cuya
verdad no estemos suficientemente seguros. Para resguardarnos, debemos hacer
las averiguaciones del
caso en los archivos, en la biblioteca, en donde sea necesario, para comprobar
que los datos o información que nos sirven de base son verdaderos. Algunas
veces, sin embargo, no es preciso realizar ninguna averiguación: sabemos que la
premisa es verdadera 'por definición', tal y como se explicó en el capítulo VI. Debemos
ahora agregar que muchas veces tampoco es necesario hacer investigación alguna
para decidir que alguna premisa es falsa: se da esto si las premisas son
incongruentes entre sí, o sea, si una niega lo que la otra afirma.