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Normas de proteccion radiologica en embarazadas - diagnóstico de embarazo, efectos de la irradiación en útero
CONTENIDO
Prólogo-español
Editorial-Prefacio
Resumen e Introducción
Diagnóstico de embarazo
Efectos de la irradiación en útero
Consentimiento Informado y comprensión
Radiodiagnóstico
Medicina nuclear
Radioterapia
Control de las embarazadas ocupacionalmente expuestas
Embarazo e investigación biomédica
Consideraciones sobre la interrupción del embarazo
Resumen y recomendaciones
Bibliografía
Comisión Internacional de Protección Radiológica
Publicación ICRP-84
EMBARAZO E IRRADIACIÓN MÉDICA
Traducción al español
Sociedad Española de Protección Radiológica
Sociedad Argentina de Radioprotección
PRÓLOGO A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL
La Comisión Internacional de Protección Radiológica ha
sido, y sigue siendo, una referencia obligada
en cualquier actividad que pretenda hacer un uso seguro y eficiente de las
radiaciones ionizantes.
Sus recomendaciones de 1990 son actualmente la base de la mayor parte de las
iniciativas que en el
ambito normativo se abordan en todo el mundo. Del mismo modo, sus publicaciones de
cualquier
índole contribuyen de manera notable a facilitar la
interpretación y aplicación de los principios
generales.
En su última etapa, la Comisión Internacional de
Protección Radiológica ha dirigido con frecuencia su
atención al mundo de las aplicaciones médicas de las radiaciones
ionizantes. Uno de los documentos
mas interesantes es su Publicación 84, 'Pregnancy and
Medical Irradiation', editado en el año 2000.
En el se hace una revisión completa de un tema que afecta a un
número elevado depacientes y de
trabajadoras expuestas. La cuestión ha sido tratada de forma muy
conveniente para su utilización
por los médicos y por el personal sanitario que, en cualquier
país del mundo, necesitan una
información científica sólida y, a la vez, unos criterios
claros sobre como actuar cuando una mujer
embarazada ha sido o tiene que ser expuesta a radiaciones ionizantes por
razones médicas.
La Comisión Internacional de Protección Radiológica ha manifestado
su interés en que publicaciones
de este tipo sean accesibles al mayor número posible usuarios de las
radiaciones en el sector
sanitario o en otros sectores interesados. La Sociedad Argentina de
Radioprotección y la Sociedad Española de Protección Radiológica consideraron que
podían prestar un servicio a toda la comunidad
de habla hispana mediante la edición de una traducción al
español del documento citado. A lo largo
de varios meses, ambas Sociedades han trabajado conjuntamente hasta producir el
texto que ahora
se recoge en esta publicación, autorizado por la propia ICRP.
Creemos que la disponibilidad de textos como el presente, en la lengua propia
de cada país, puede
contribuir de manera relevante a una comprensión mejor y mas
generalizada de los criterios basicos
de la protección radiológica, así como a una
aplicación mas ajustada de las normas y técnicas
derivadas de ellos.
El texto en español ha sido el resultado del trabajo de un número muy elevado
de profesionales de
ambas Sociedades, y de otras personas que desinteresadamente han comentado
aspectosconcretos
y específicos. No es posible aquí dar las gracias individualmente
a cada uno de ellos pero sí debe
quedar constancia de su esfuerzo personal y colectivo y del reconocimiento por parte de las
Sociedades editoras.
Norberto Ciallella Ignacio Hernando
Presidente de la S.A.R. Presidente de la S.E.P.R.
PREFACIO
A lo largo de los años, la Comisión Internacional de
Protección Radiológica (ICRP), en adelante 'la
Comisión', ha publicado varios informes que asesoran sobre la
protección y seguridad radiológicas
en medicina, siendo el mas reciente su Publicación 73 que
presenta una revisión general en ese
campo. Esos informes resumen los principios generales de la protección
radiológica y asesoran sobre
la aplicación de dichos principios en los diferentes usos de las
radiaciones ionizantes en medicina e
investigación biomédica.
La mayoría de esos informes son generales y la Comisión desea
ahora dirigir la atención hacia
situaciones específicas en las que se han observado dificultades. Es
deseable que los informes sobre
dichas areas problematicas sean escritos en un estilo que resulte
accesible a los que puedan estar
directamente involucrados en su trabajo diario. También es deseable que
se realicen todos los
esfuerzos posibles para asegurar una amplia difusión de los mismos.
Un primer paso en esa dirección fue dado en la reunión de la
Comisión efectuada en Oxford,
Reino
Unido, en septiembre de 1997. En esa ocasión, se tomó como base la
recomendación del Comité 3
de la ICRP, estableciéndose un Grupo deTrabajo para la producción
de este informe, relativo a
embarazo e irradiación médica. El propósito fue tratar los
puntos basicos relativos al embarazo y las
radiaciones ionizantes en medicina, en un informe conciso que incluyera en
forma coherente las
recomendaciones actuales de la Comisión, que pudiera ser
facilmente comprensible por la
comunidad médica y facilmente traducible a diferentes idiomas. El
informe debía responder las
preguntas formuladas con mayor frecuencia, discutir el manejo de las pacientes
y de las
trabajadoras embarazadas, y suministrar un enfoque practico que pudiera
ser utilizado en diferentes
situaciones.
La constitución del
Grupo de Trabajo fue la siguiente:
F.A. Mettler, Jr. (Presidente) R.L. Brent C. Streffer
L. Wagner.
Fueron miembros correspondientes:
M. Berry S.-Q. He T. Kusama.
Durante el período de preparación del informe, los integrantes
del Comité 3 fueron:
F.A. Mettler, Jr. (Presidente) J.-M Cosset M.J. Guiberteau
L.K. Harding (Secretario) J. Liniecki (Vicepresidente) S. Mattsson
H. Nakamura P. Ortiz-López L.V. Pinillos-Ashton
M.M. Rehani H. Ringertz M.Rosenstein
Y. Sasaki C. Sharp W. Yin
W.Y. Ussov
Este informe tiene por finalidad satisfacer los propósitos antes
señalados, y como pretende tener
una audiencia amplia, su estilo difiere en algunos aspectos del que es habitual
en las publicaciones
de la Comisión editadas en los Annals of the ICRP. Por ejemplo, las
referencias bibliograficas no se
presentan de la manera que es habitual en los informes científicos. En
cambio,al final se lista una
bibliografía que incluye el material de base y las lecturas adicionales
que puedan resultar útiles.
El informe fue aprobado por la Comisión para su publicación,
mediante votación por correo, en
noviembre de 1999.
Resumen. Miles de pacientes y trabajadoras embarazadas estan expuestas
anualmente a las
radiaciones ionizantes. La falta de conocimiento es responsable de la gran
ansiedad creada y,
probablemente, de la interrupción innecesaria de embarazos. Para muchas
pacientes la exposición
es apropiada, mientras que para otras puede ser inapropiada por originar un
incremento del
riesgo
para el niño aún no nacido.
Las dosis prenatales, debidas a la mayoría de los procedimientos de
diagnóstico llevados a cabo de
manera adecuada, no presentan un incremento apreciable del riesgo de muerte
prenatal,
malformación o deterioro del desarrollo mental, sobre la incidencia
natural de esos factores. Dosis
mayores, tales como
las involucradas en procedimientos terapéuticos, pueden dar por
resultado un
daño fetal significativo.
La paciente o trabajadora embarazada tiene el derecho de conocer la magnitud y
el tipo de efectos
potenciales de las radiaciones que pueden resultar de una exposición en
el útero. Casi siempre, si un
examen radiológico de diagnóstico esta indicado desde el
punto de vista médico, el riesgo para la
madre, si no se realiza dicho procedimiento, es mayor que el riesgo de
daño potencial para el feto.
La mayoría de los procedimientos de medicina nuclear no causan dosis
fetaleselevadas. Sin
embargo, algunos radiofarmacos usados en esta especialidad pueden
originar riesgos significativos
en el feto.
Antes de iniciar una radioterapia es importante conocer si una paciente
esta embarazada. En este
caso, si los canceres estan alejados de la pelvis, pueden
normalmente ser tratados con radioterapia;
sin embargo, ésta requiere una cuidadosa planificación. Los
canceres localizados en la pelvis no
pueden ser tratados adecuadamente durante el embarazo sin que ocurran
consecuencias severas o
letales para el feto.
Las bases para el control de la exposición ocupacional de las mujeres
que no estan embarazadas son
iguales que para los hombres. Sin embargo, si una mujer esta o puede
estar embarazada deben
considerarse controles adicionales para proteger al niño aún no
nacido. En muchos países, la
exposición a las radiaciones durante el desarrollo de investigaciones
biomédicas que involucren a
mujeres embarazadas no esta especialmente prohibida. Sin embargo, su
participación en tales
investigaciones es muy rara y debería ser desaconsejada.
La interrupción del
embarazo es una decisión individual condicionada por muchos factores.
Las dosis
fetales menores que 100 mGy no deberían ser consideradas como una razón
para interrumpir un
embarazo. En casos de dosis fetales superiores a dicho nivel, las decisiones
deberían tomarse
después de una apropiada información y basandose en las
circunstancias individuales.
Palabras claves: Embarazo, Radiaciones, Protección, Dosis Fetal,
Interrupción.
1. INTRODUCCIÓN(1) Miles de pacientes y trabajadoras embarazadas
estan expuestas anualmente a las
radiaciones ionizantes. La falta de conocimiento es responsable de la gran
ansiedad
creada y, probablemente, de la interrupción innecesaria de embarazos. Para
muchas
pacientes la exposición es apropiada, mientras que para otras puede ser
inapropiada por
originar un incremento del
riesgo para el niño aún no nacido.
(2) Una de las preguntas formuladas con mayor frecuencia, en relación
con el uso de las radiaciones
ionizantes en medicina, se refiere a los procedimientos a seguir con las
pacientes y trabajadoras
embarazadas. Instintivamente, se desearía evitar el uso de radiaciones
con una paciente
embarazada; sin embargo, hay algunas situaciones en las que el uso de las
radiaciones para el
diagnóstico y la terapia resulta apropiado. Ademas de la
irradiación de pacientes, también existen
muchas médicas y técnicas que trabajan en instalaciones
médicas en las que se usan radiaciones y
que desean tener hijos mientras continúan ocupadas.
(3) Este documento esta escrito fundamentalmente para los
médicos, pero también sera útil para
físicos médicos, personal de protección
radiológica, enfermeras, técnicos y administradores. Este
documento no tiene la intención de ser un trabajo completo de referencia
científica ni una colección
de recomendaciones inflexibles, sino mas bien la de suministrar un
enfoque practico que pueda ser
empleado en diferentes situaciones. Si el lector desea tener información
adicional, se incluyen
diversasreferencias bibliograficas al final del documento. Este documento no
considerara las
exposiciones debidas a los diagnósticos por ecografía o por
resonancia magnética.
(4) El control de la embarazada en una situación que implique
exposición a las radiaciones puede
adoptar diversas formas. Si la paciente o la trabajadora declara su embarazo o
esta obviamente
embarazada, pueden tomarse medidas apropiadas. La situación es mucho
mas difícil cuando la
mujer no esta segura de estar embarazada o no sabe que lo esta.
El grado de preocupación y la
necesidad o no de obtener un consentimiento informado para la aplicación
de un determinado
procedimiento, dependen del
nivel de riesgo potencial para el feto y para la madre. El riesgo
potencial para el embrión o feto puede variar ampliamente, dependiendo
de si lo que se contempla
es un estudio diagnóstico o una terapia. Estos temas seran
tratados con mas detalle en cada sección
del informe.
(5) En el pasado, la Comisión Internacional de Protección
Radiológica ha publicado una amplia
variedad de recomendaciones. Estas incluyen recomendaciones generales sobre
protección
radiológica, así como
también asesoramiento sobre la aplicación de la protección
radiológica en
medicina. Tanto en estas publicaciones como
en otras de la Comisión, hay información sobre
embarazo e irradiación. Este documento suministrara gran parte de
esa información de manera
condensada y ofrecera ejemplos de su aplicación.
1.1. Conceptos fundamentales
(6) En su practica diaria, los médicos y la comunidadmédica
ya emplean muchos de los
conceptos que constituyen el fundamento de la protección
radiológica.
(7) Cada uno de los usos de las radiaciones en medicina debería estar
justificado (originar mas
beneficio que daño). Por ejemplo, se emplea la radioterapia porque se ha
demostrado que reduce la
morbilidad y la mortalidad por cancer. Después que un determinado
tipo de examen o de terapia
haya sido justificado de manera general, debería ademas
justificarse cada caso particular. A título de
ejemplo, un protocolo estandar de radioterapia puede estar justificado
para una mujer de 50 años,
pero el mismo protocolo puede no estarlo sin consideraciones adicionales
(incluyendo su eventual
modificación) en el caso de una embarazada de 25 años.
(8) La justificación en la practica médica es diferente de
la justificación en la mayoría de las
restantes practicas que involucran el uso de las radiaciones. En casi
todas las aplicaciones médicas
de las radiaciones, el beneficio y el riesgo potencial recaen en la misma
persona. En muchas otras
practicas (tales como
el uso de la energía nuclear) el beneficio potencial y el daño
potencial pueden
corresponder a grupos de población diferentes.
(9) En comparación con otras practicas médicas rutinarias,
la exposición médica de una paciente
embarazada tiene consideraciones éticas adicionales. En la
evaluación de los riesgos y beneficios de
las exposiciones médicas durante el embarazo deben ser tenidos en
cuenta, por lo menos, dos
individuos. La madre puede recibir un beneficio directo,mientras que el feto
puede quedar expuesto
sin un beneficio directo. Por otra parte, si el problema médico de la
madre esta amenazando su vida,
la irradiación médica de la madre puede favorecer su
supervivencia, lo que obviamente origina un
beneficio directo para el feto.
(10) Una vez que un procedimiento médico esta justificado, el
mismo debe ser optimizado. Esto
significa que las condiciones de irradiación deben alcanzar su
propósito clínico con la dosis que sea
apropiada. Una dosis de radiación demasiado baja dara lugar a
resultados médicos pobres, tanto en
diagnóstico como
en terapia. En radiodiagnóstico, la imagen sera insuficiente para
hacer un
diagnóstico adecuado, mientras que en radioterapia el tumor no
sera curado. Las dosis demasiado
altas en diagnóstico incrementan el riesgo de inducción de
neoplasias, y las dosis demasiado altas
en terapia pueden dar por resultado complicaciones severas y potencialmente
fatales.
(11) Una vez que se ha realizado un procedimiento médico con
radiaciones, muy pocas veces es
posible reducir la dosis. Se pueden vislumbrar algunas situaciones en medicina
nuclear en las que la
dosis de radiación puede ser reducida después de la
realización del
examen. Por ejemplo, con el fin
de reducir la dosis en vejiga después de una gammagrafía
(centellografía) ósea puede solicitarse al
paciente que beba mucho líquido para que sea eliminado por vía
urinaria. En radiodiagnóstico y en
la mayoría de las practicas de radioterapia no puede intervenirse
para reducir la dosis después derealizado el procedimiento. Los
conceptos simples de justificación y optimización
constituiran las
bases de la filosofía aplicada en la mayor parte de este documento.
(12) Para los propósitos de este
informe, la dosis de radiación de interés es la dosis absorbida por
el
embrión o el feto y no por la madre. Dicha dosis absorbida se expresa
apropiadamente en gray (Gy)
o miligray (mGy) El gray es igual a 100 rad. Un gray equivale a 1.000 mGy. La
unidad de dosis
equivalente y de dosis efectiva es el sievert (Sv). El sievert es igual a 100
rem. Los límites de dosis
se expresan en Sv. En la mayoría de las aplicaciones médicas que
exigen tomar decisiones y que
emplean electrones o rayos X o gamma, el valor numérico de la dosis
absorbida en Gy es
esencialmente igual al valor numérico de la dosis equivalente en Sv.
Teniendo en cuenta la
homogeneidad de la mayoría de las dosis fetales en las aplicaciones
médicas y para facilitar la
comprensión, todas las dosis en este documento estaran expresadas
en Gy o mGy.
(13) Para las exposiciones ocupacionales y del público existen recomendaciones
de límites anuales
de dosis. Éstos tienen la intención de proteger respectivamente a
los trabajadores y al público
expuestos a fuentes de radiación, tales como la producción de la
energía nuclear. Los límites de
dosis no se aplican a la exposición a las radiaciones de los pacientes,
dado que el uso de las
radiaciones en tales casos estara justificado en función de la
situación individual de cada paciente. A
título de ejemplo, unacierta dosis de radiación puede no estar
justificada en el caso de un control
médico masivo de la población (screening), pero puede estar
justificada para un paciente muy
enfermo.
(14) Este documento comienza con secciones breves sobre el diagnóstico del embarazo, el
consentimiento informado, y los efectos de las radiaciones sobre el
embrión y el feto. Las secciones
adicionales se refieren a la situación de las pacientes embarazadas
sometidas a radiodiagnóstico,
medicina nuclear y radioterapia. Les siguen secciones sobre exposición
ocupacional de trabajadoras
embarazadas y sobre la participación de mujeres embarazadas en
investigaciones médicas. Al final
del documento, hay una sección relativa a la consideración de la
interrupción del embarazo después
de una exposición a las radiaciones y, finalmente, una sección de
conclusiones y recomendaciones.
2. DIAGNÓSTICO DE EMBARAZO
(15) La amenorrea de una mujer con reglas regulares debería ser
considerada como
debida a un embarazo, hasta que se pruebe otra causa.
(16) El diagnóstico de embarazo puede resultar difícil,
especialmente en las primeras semanas de
amenorrea. En la mayoría de los casos, el embarazo se diagnostica
clínicamente sin recurrir a
pruebas de laboratorio ni diagnóstico por imagenes. Los signos de
embarazo se dividen en
presuntos, probables y positivos. Los signos presuntos incluyen la
pigmentación y decoloración de la
piel y de las membranas mucosas. Los signos probables estan relacionados
con los cambios físicos
detectables de tamaño, forma yconsistencia del útero. Los signos positivos
incluyen la detección
física del latido cardíaco y el
reconocimiento de movimientos del
feto. Desgraciadamente, cuando
una paciente se presenta para un examen en un departamento de radiología
o de medicina nuclear,
la mayor parte de la información antedicha, relacionada con los signos
de embarazo, no suele estar
inmediata o facilmente disponible.
(17) La historia menstrual puede ser o no fiable, para la determinación
de embarazo. Por ejemplo,
una joven que llega a un hospital acompañada por sus padres puede negar
un embarazo que ella
misma sospecha. Las pruebas de orina y de suero para detectar embarazo en sus
primeros estados
son muy accesibles en los países desarrollados, siendo muy sensibles y
fiables y, normalmente, son
capaces de proporcionar información concluyente desde 10 días
después de la concepción o 24 días
después de la fecha de comienzo del último período
menstrual (si este período es regular). Este tipo
de pruebas no se emplean, generalmente, antes de realizar examenes radiológicos
que originan
dosis bajas, pero pueden ser útiles en situaciones específicas en
las que se necesita irradiar la pelvis
con dosis altas de radiación.
(18) Para evitar la exposición a las radiaciones durante las dos
primeras semanas después de la
concepción, algunos autores han sugerido limitar los examenes no
esenciales a los primeros 10 días
del ciclo
menstrual. En la mayoría de las situaciones no se ha probado que esta
precaución sea
necesaria, sobre la base deconsideraciones radiobiológicas y dosimétricas
que seran expuestas en
la sección siguiente de este informe.
(19) Los obstetras expresan, habitualmente, la etapa del
embarazo como
edad menstrual o edad
gestacional. Este último término se utiliza, generalmente, en los
informes de examenes ecograficos
para determinar la edad fetal. Los dos términos usados en este documento
seran o la edad
gestacional basada en el primer día del último período menstrual,
o la edad post-concepcional. Los
efectos de la exposición a radiaciones sobre el embrión y el feto
se expresan en función de la edad
gestacional. El desarrollo del
embrión/feto se expresa en términos de la edad post-concepcional
que
puede ser dividida en tres grandes fases. Éstas son (1) la fase de
pre-implantación, desde la
concepción hasta la implantación; (2) la fase de
organogénesis principal, que se extiende desde la
3ª hasta, aproximadamente, la 8ª semana post-concepción, y (3)
la fase de desarrollo fetal que
abarca desde la 9ª semana hasta el nacimiento (y que incluye el importante
período de desarrollo
del sistema nervioso central, que ocurre entre las semanas 8ª y 25ª).
3. EFECTOS DE LA IRRADIACIÓN EN ÚTERO
3.1. Información general
(20) Las dosis prenatales, debidas a la mayoría de los procedimientos de
diagnóstico
llevados a cabo de manera adecuada, no presentan un incremento apreciable del
riesgo de
muerte prenatal, malformación, o deterioro del desarrollo mental sobre
la incidencia
natural de esos factores. Dosis mayores, como
las involucradas enprocedimientos
terapéuticos, pueden dar por resultado un daño fetal
significativo.
(21) Existen riesgos debidos a la irradiación durante el embarazo que
estan relacionados con la
etapa del
embarazo y la dosis absorbida por el feto. Los mismos son mas
significativos durante la
organogénesis y el desarrollo fetal temprano, algo menores en el segundo
trimestre, y aún menores
en el tercer trimestre.
(22) Como resultado de una irradiación en
útero, pueden ocurrir tanto la muerte celular como la
inducción de neoplasias. Los efectos clínicos de las radiaciones
son debidos a (1) muerte celular o
(2) daño no reparado o mal reparado, del ADN. Los efectos debidos a la
muerte celular tienen un
umbral practico por debajo del
cual el efecto no se observa. Cuanto mayor sea la dosis sobre ese
umbral, tanto mas severo sera el efecto. La leucemia, el
cancer y los efectos hereditarios potenciales
se deben al daño no reparado o mal reparado, del ADN. La probabilidad de
ocurrencia de tal efecto
aumenta con la dosis y no existe una dosis umbral identificable, debajo de la
cual se sepa que esa
probabilidad sea cero. Durante el embarazo, pueden existir exposiciones a la
radiación prolongadas.
En general, para un determinado período de gestación, las
exposiciones prolongadas, tienen
probablemente un efecto total menor que el originado por una exposición
breve a la radiación pero
de intensidad elevada.
(23) Si se sobrepasa el umbral practico, el daño debido a las
radiaciones ionizantes durante el
embarazo que resulta en muerte celular,puede causar un amplio rango de efectos,
incluyendo
letalidad, anormalidades en el sistema nervioso central, cataratas, retraso en
el crecimiento,
malformaciones, e incluso desórdenes de conducta. Dado que el sistema
nervioso fetal es el mas
sensible y tiene el período de desarrollo mas largo, las anormalidades
radioinducidas raramente se
observan en seres humanos sin neuropatologías concomitantes. Este
síndrome es reconocible, pero
también puede ser producido por otros agentes nocivos.
(24) Los efectos de la exposición a las radiaciones sobre el embrión
o el feto dependen del momento
del embarazo en que ocurre la
exposición así como,
de la dosis absorbida. Cuando el número de
células en el embrión es pequeño y su naturaleza
aún no esta especializada, el efecto mas probable
en esas células es un error en la implantación o la muerte no
detectable del
embrión; las
malformaciones son improbables o muy raras. La exposición del embrión en las dos semanas
siguientes a la concepción no es probable que dé como resultado malformaciones o muerte fetal,
a
pesar de que el sistema nervioso central y el corazón estén
comenzando a desarrollarse en la
tercera semana. Durante el resto del
período de mayor organogénesis (considerado
convencionalmente a partir de la tercera semana después de la
concepción) las malformaciones
pueden ser causadas especialmente en los órganos que se estuvieran
desarrollando en el momento
de la exposición.
(25) Estos efectos tienen un umbral de dosis de 100 a 200 mGy y aún
mayores. Estas dosisson mas
elevadas que las que se alcanzan en la mayoría de los procedimientos
diagnósticos de radiología y
medicina nuclear. Como ejemplo, una dosis fetal de 100 mGy no sería
probable que se alcance con 3
examenes de radiografía computarizada de pelvis (TC), ni con 20
estudios de radiodiagnóstico
convencionales de abdomen o pelvis. Con una dosis de 100-200 mGy el riesgo de
malformaciones es
bajo, pero aumenta con la dosis.
3.2. Efectos sobre el sistema nervioso central
(26) Durante el período comprendido entre las semanas 8ª y 25ª
post-concepción, el
sistema nervioso central (SNC) es particularmente sensible a la
radiación. Dosis fetales
mayores que unos 100 mGy pueden dar como
resultado una disminución medible del
coeficiente de inteligencia (CI). Durante ese período, dosis fetales de
alrededor de 1.000
mGy (1 Gy) tienen como
resultado una alta probabilidad de retraso mental grave. La
sensibilidad es mas elevada entre las semanas 8ª y 15ª
post-concepción. El SNC es menos
sensible a estos efectos entre las semanas 16ª a y 25ª de edad
gestacional y es bastante
resistente a partir de entonces.
(27) Probablemente, los efectos de las radiaciones sobre el SNC en desarrollo
sean el resultado de la
muerte celular y de cambios en la diferenciación celular y la
migración neuronal. Se han informado
valores de coeficientes de inteligencia (CI) menores que los esperados en
algunos niños expuestos
en útero en Hiroshima y Nagasaki. Hubo dos hallazgos cuantitativos
relevantes. El primero es una
reducción del
CI con elincremento de la dosis. Este efecto depende mucho de la edad fetal.
Independientemente del tiempo de gestación, la reducción del CI no puede
identificarse clínicamente
para dosis fetales menores que 100 mGy. En el período comprendido entre
las semanas 8ª y 15ª
después de la concepción, la reducción del CI a una dosis fetal de 1.000 mGy (1 Gy)
es de unos 30
puntos. Un desplazamiento similar, aunque menor, es detectable para
exposiciones producidas en el
período comprendido entre las semanas 16ª y 25ª.
(28) El segundo hallazgo, relacionado con la dosis, se refiere a un incremento
en la frecuencia de
aparición de niños clasificados como 'severamente retrasados'. Este
no es un hecho inesperado. Si
la dosis de radiación fetal es alta y se produce una reducción
grande del
CI, habra un mayor número
de niños que nazcan con retraso mental severo. A dosis fetales de 1.000
mGy, recibidas durante la
edad de gestación comprendida entre las semanas 8ª y 15ª, la
probabilidad de este efecto es de
alrededor de un 40%. Los efectos a todos los niveles de dosis, como
consecuencia de exposiciones
en el período entre las semanas 16ª y 25ª después de la
concepción, son menos marcados y no han
sido observados en absoluto en otros períodos.
(29) Todas las observaciones clínicas sobre reducciones significativas del CI y retraso mental
severo
estan relacionadas con dosis fetales de alrededor de 500 mGy y
superiores, producidas a altas tasas
de dosis. El uso directo de estas observaciones para estimar el riesgo en
relación con laexposición
crónica de los trabajadores, sobrestima probablemente esos riesgos.
(30) Es importante relacionar la magnitud de los efectos de las radiaciones con
aquellas
anormalidades que ocurren espontaneamente en la población, en
ausencia de otra exposición
adicional a la del
fondo natural de radiación. La incidencia normal del retraso mental en la población
depende de la definición que se use para ese concepto. En la actualidad,
la mayoría de las
organizaciones define como
retraso mental un CI menor que 70. Las cifras actuales indican que la
incidencia 'normal' de personas con un CI menor que 70 es
aproximadamente un 3%. En otras
palabras, en ausencia de otra exposición adicional a la del fondo
natural de radiación, 3 de cada 100
embarazos dan como resultado el nacimiento de un niño con retraso
mental. El retraso mental
severo (en el cual los individuos afectados no son capaces de cuidarse a
sí mismos) ocurre
espontaneamente en aproximadamente 1 de cada 200 nacimientos (0,5%).
(31) Existen muchos factores modificadores. Hasta el presente, se han
identificado mas de 250
causas de retraso mental, incluyendo desnutrición, envenenamiento por
plomo, infecciones por
rubéola durante el embarazo y alcoholismo materno. A dosis fetales de
100 mGy, la incidencia
espontanea de retraso mental es mucho mayor que el efecto potencial de
las radiaciones en la
reducción del
CI. Por otra parte, a dosis fetales de 1.000 mGy recibidas en el período
comprendido
entre las semanas 8ª a 15ª después de la concepción, la
probabilidadde que se produzca una
disminución radioinducida significativa del CI y que resulte en retraso mental, se
incrementa hasta
aproximadamente un 40%. Este valor es mucho mayor que la tasa
espontanea, de alrededor de un
3%.
(32) Debería indicarse que el retraso mental radioinducido a veces puede
distinguirse de otras
formas de retraso. La materia gris heterotópica y la microcefalia
sugieren como causa potencial las
radiaciones o el alcoholismo materno, mientras que un niño con
paralisis cerebral, tamaño de
cabeza normal y un episodio hipóxico documentado durante el parto, no
tendría a las radiaciones
como una
etiología probable.
3.3. Riesgos de leucemia y cancer infantil
(33) Se ha demostrado que las radiaciones pueden causar leucemia y varios tipos
de
cancer, tanto en adultos como
en niños. Se asume que a lo largo de la mayor parte del
embarazo, el embrión o el feto tiene aproximadamente el mismo riesgo de
efectos
carcinogénicos radioinducidos potenciales que los niños.
(34) Como
resultado de la exposición a las radiaciones desde la concepción
hasta el parto, se cree
que existen riesgos incrementados de cancer infantil y de leucemia. La
incidencia espontanea de
cancer infantil y leucemia en el período de edades entre 0 y 15
años, sin exposición adicional a la
radiación natural de fondo, es aproximadamente del 2-3 por 1.000. La
magnitud del riesgo debido a
una exposición a dosis bajas de radiación y la posibilidad que el
riesgo varíe a lo largo del
embarazo
han sido temas de muchas publicaciones, pese a locual la interpretación
de los datos continúa
abierta al debate.
(35) A dosis bajas, el bajo riesgo asociado es difícil de detectar
claramente en estudios sobre seres
humanos. Un tipo de estudio epidemiológico (el de caso-control) ha
mostrado riesgos incrementados
de cancer infantil y leucemia, asociados a examenes
obstétricos con rayos X en mujeres
embarazadas. No se han encontrado resultados similares en estudios de cohorte,
otro tipo de
estudio epidemiológico.
(36) Existe cierta evidencia de un posible incremento en la tasa de leucemia
entre los sobrevivientes
de las bombas atómicas que fueron irradiados en útero (en un
estudio de cohorte con dosis
promedio mas altas que las debidas a estudios obstétricos con
rayos X), si bien no se encontró una
tendencia incrementada en la tasa de leucemia con la dosis y ademas, los
casos de leucemia no
ocurrieron durante la infancia.
(37) El riesgo puede ser expresado de diferentes maneras, incluyendo las de
riesgo relativo y riesgo
absoluto. El riesgo relativo indica el riesgo como
una función del
riesgo de cancer 'natural'. Un
riesgo relativo de 1,0 indica que la irradiación no produjo
ningún efecto, mientras que un riesgo
relativo de 1,5, para una dosis dada, indica que la irradiación
esta asociada a un 50% del
incremento de la tasa de cancer sobre las tasas naturales. Las
estimaciones de riesgo absoluto
indican, simplemente, el exceso en el número de casos de cancer
que se espera ocurran en una
población debido a una cierta dosis de radiación.
(38) Un analisisreciente de muchos de los estudios
epidemiológicos realizados sobre exposiciones
prenatales a los rayos X y cancer infantil es consistente con un riesgo
relativo de 1,4 (es decir, un
incremento del
40% sobre el riesgo natural) para una dosis fetal de alrededor de 10 mGy. Sin
embargo, los mejores estudios metodológicos sugieren que el riesgo
probablemente sea menor. Aún
si el riesgo relativo fuera tan alto como 1,4;
la probabilidad individual de cancer infantil debida a una
irradiación en útero sería muy baja (alrededor del 0,3-0,4%) ya que la
incidencia natural de cancer
infantil es de ese mismo orden (alrededor de 0,2-0,3%).
(39) Estimaciones recientes de riesgo absoluto de cancer, en edades
comprendidas entre 0 y 15
años, debido a la irradiación en útero parecen estar en el
rango de 600 por cada 10.000 personas
expuestas a 1.000 mGy (o sea 0,06% para 10 mGy). Este valor es esencialmente
equivalente al
riesgo de una muerte por cancer por cada 1.700 niños expuestos en
útero a 10 mGy.
(40) El exceso de canceres como
resultado de una exposición en útero no ha sido claramente
demostrado en los estudios de los sobrevivientes japoneses de las bombas
atómicas, pese a que la
población ha sido estudiada por alrededor de 50 años, pero el
número de personas expuestas en
esas condiciones no fue grande.
3.4. Irradiación previa a la concepción
(41) La irradiación, previa a la concepción, de las
gónadas de cualquiera de los padres no
ha mostrado originar un incremento de cancer o de malformaciones en los
hijos.
(42)Como
resultado de las investigaciones iniciales sobre insectos y otros animales,
históricamente
se supuso que los efectos hereditarios eran la mayor fuente de daño
potencial de las radiaciones.
Sin embargo, en las últimas tres décadas no se han identificado
riesgos de transmisión a los
descendientes de anormalidades debidas a la irradiación de las
gónadas de sus padres antes de la
concepción. Los estudios llevados a cabo con los hijos y nietos de los
sobrevivientes de las bombas
atómicas no han identificado ningún efecto hereditario que
pudiera estar ligado a la exposición a las
radiaciones de sus padres o abuelos. Nuevos estudios realizados con
sobrevivientes de cancer
infantil tratados con radioterapia tampoco han mostrado la existencia de
efectos genéticos en su
descendencia.
(43) Sin embargo, se han hecho recomendaciones a mujeres tratadas con
radioterapia de evitar un
embarazo durante varios meses después del tratamiento. Esas recomendaciones se
basaron en
experimentos realizados con ratones que demostraron que los ovocitos maduros
eran mas
radiosensibles que los inmaduros. La recomendación de un número particular
de meses para que las
mujeres eviten quedar embarazadas, es arbitraria. Desde un punto de vista
conservador y en
ausencia de un volumen significativo de datos sobre seres humanos que hayan
recibido dosis de
mas de 500 mGy, algunos autores todavía recomiendan que si la
mujer recibe en ovarios una dosis
superior a 500 mGy, el embarazo subsiguiente debería demorarse por lo
menos en 2 meses.
(44)La mayor parte del
contenido de la presente discusión es de tipo teórico y de escasa
importancia en términos practicos. La mayoría de las
pacientes que reciben dosis tan altas tienen
usualmente, ya sea una disfunción endocrina significativa o un
cancer, por lo que se les recomienda
demorar un posible embarazo por razones no relacionadas con las radiaciones (particularmente,
para ver si se produce una recurrencia de la enfermedad). Este tema se discute
adicionalmente en
una sección posterior sobre radioterapia.
4. CONSENTIMIENTO INFORMADO Y COMPRENSIÓN
(45) La paciente o trabajadora embarazada tiene el derecho de conocer la
magnitud y el
tipo de los efectos potenciales de la radiación, que puedan resultar de
una exposición en
útero.
(46) Existen formas estandar tanto para evaluar como justificar, desde un punto de vista
ético, la
imposición de un riesgo. Tres factores son importantes: el
consentimiento, la responsabilidad
relacionada con el papel desempeñado y el remedio o compensación.
Los dos primeros son los mas
importantes para su consideración en relación con la
exposición a las radiaciones y la mujer
embarazada.
(47) Puede estar éticamente justificado someter a un riesgo a individuos
que consientan tal
imposición. En el campo médico, la doctrina del consentimiento informado requiere,
basicamente,
que las personas acepten por adelantado ser sometidas a procedimientos
médicos, que no sean
debidos a motivos de emergencia, después de recibir una
información completa de los riesgos que
talesprocedimientos puedan tener sobre su salud o forma de vida.
(48) El nivel de riesgo que requiere un consentimiento informado, y la forma en
que tal
consentimiento debe obtenerse en la practica, estan especificados
de manera diferente por los
sistemas legales de cada país. Normalmente, existen cinco elementos
basicos para comprobar la
existencia de un consentimiento informado, y que son: verificar si la persona
tiene capacidad para
actuar, si recibe una información completa de los riesgos a asumir, si
comprende esa información, si
actúa voluntariamente y si consiente la intervención. La
necesidad y el grado de esa información se
miden, usualmente, en términos de lo que una persona razonable considera
esencial que una madre
conozca para tomar la decisión de aceptar ser expuesta a las
radiaciones.
(49) En los casos en los que se sabe o sospecha que una paciente o trabajadora
esta embarazada,
la situación incluye no sólo el riesgo de la madre sino
también el del
feto. En estas situaciones, la
madre tiene una responsabilidad que esta relacionada tanto con el papel
que ha de desempeñar en
el cuidado de su hijo aún no nacido, así como respecto de las decisiones a tomar sobre
ella misma.
(50) El nivel y grado de la información deberían estar
relacionados con el nivel del
riesgo. Para
procedimientos que involucran dosis bajas, tales como radiografías de tórax, la
única información
necesaria sería dar verbalmente la seguridad de que se juzga que el
riesgo es extremadamente
bajo. Cuando las dosis fetales son del
orden de 1 mGyo superiores, normalmente se da una
información mas detallada.
(51) La información no debería incluir sólo los riesgos potenciales
de las radiaciones, sino también
los procedimientos alternativos potenciales, así como el riesgo de daño si no se
efectuase el
procedimiento médico propuesto. El grado de documentación de
tales explicaciones y
consentimiento es variable, pero muchos médicos incluyen una nota sobre
tal asesoramiento y el
consentimiento en el respectivo registro de la paciente o trabajadora.
5. RADIODIAGNÓSTICO
(52) Casi siempre, si un examen radiológico de diagnóstico
esta indicado por el desde el
punto de vista médico, el riesgo para la madre, si no se realiza dicho
procedimiento, es
mayor que el riesgo de daño potencial para el feto. Las dosis de
radiación resultantes de
la mayoría de los procedimientos diagnósticos no presentan
ningún riesgo sustancial de
causar muerte fetal, malformación o deterioro del desarrollo mental. Si el feto se
encuentra en el haz directo de radiación, el procedimiento a menudo
puede, y debería, ser
modificado para reducir la dosis fetal.
5.1. Antes de la irradiación
(53) Antes de realizar un estudio radiológico, debería
determinarse si la paciente esta o
puede estar embarazada y, si el feto esta bajo el haz directo y si el
procedimiento origina
una dosis alta.
(54) Es prudente considerar como
embarazada a cualquier mujer en edad de procrear que se
presente a un examen de rayos X con la posibilidad de tener su período
menstrual ausente o
retrasado, excepto quese tenga información que excluya el embarazo (por
ejemplo, que se le haya
sometido a histerectomía o ligadura de trompas). Ademas, debería
siempre preguntarse a cualquier
mujer en edad de procrear si esta o podría estar embarazada.
(55) Para minimizar la frecuencia de exposiciones involuntarias a la
radiación del embrión o del feto,
deberían colocarse avisos en diversos lugares de los departamentos de
radiología (particularmente
en las areas de recepción) y en otros lugares en los que se
utilicen equipos de rayos X (excluyendo
los dentales) con un texto similar al siguiente:
SI ES POSIBLE QUE USTED ESTÉ EMBARAZADA, DÍGASELO AL
MÉDICO O AL TÉCNICO RADIÓLOGO,
ANTES DE QUE SE LE REALICE EL ESTUDIO CON RAYOS X.
(56) Dado que las dosis fetales en radiología diagnóstica son
habitualmente inferiores a 50 mGy, las
pruebas de embarazo no se requieren normalmente. En los casos que se contemple
un
procedimiento fluoroscópico de abdomen o pelvis, que origine dosis altas
(por ejemplo,
embolización) y dependiendo de la fiabilidad e historia de la paciente,
el médico puede considerar
conveniente ordenar una prueba de embarazo.
(57) Cuando se determina que una paciente esta embarazada (o es posible
que lo esté),
habitualmente se dan varios pasos antes de llevar a cabo el procedimiento. El
técnico o el operador
que haya obtenido la información debe ponerla en conocimiento del radiólogo. El
radiólogo
comenzara normalmente por determinar si el embrión o el feto se
encontrarían bajo el haz primario
de rayos X. Si no fueseasí, el riesgo para el feto sera
extremadamente bajo y el factor mas
importante sera la ejecución de una buena practica
radiológica, es decir, mantener al mínimo el
número y tipo de exposiciones, siempre que se asegure la
obtención de un diagnóstico correcto.
(58) Si el feto se encontrase en el haz directo, es necesario saber si el
procedimiento causara una
dosis relativamente baja (como una única
radiografía simple de abdomen) o una dosis alta (como en
estudios con fluoroscopia). Si el procedimiento es de dosis alta, a menudo
resulta útil determinar si
es posible la utilización de otro tipo de examen que no haga uso de
radiaciones ionizantes (como
la
ecografía) que suministre la misma información
diagnóstica. Si no fuera posible, debería realizarse
un analisis de la etapa del embarazo,
la dosis fetal estimada, la indicación médica del procedimiento
y el riesgo de demorar el examen. Los últimos factores dependen de la
etapa del
embarazo. A
menudo, resulta útil discutir estos temas con el médico de
referencia.
(59) Dos examenes radiológicos específicos requieren una
discusión adicional: la radiografía
rutinaria de tórax y la radiopelvimetría obstétrica. La
Organización Mundial de la Salud, OMS (1992)
concluyó que la radiografía rutinaria de tórax de las
madres durante el embarazo no esta indicada,
salvo que hubiera una alta incidencia local de enfermedades pulmonares sin
signos clínicos.
(60) Históricamente, en muchos países la radiopelvimetría
obstétrica representó la fuente mas
importante de radiacionesionizantes para el feto. Si bien esta prueba es a
veces valiosa, sólo
tendría que ser llevada a cabo en ese caso y no debería ser
realizada sobre bases rutinarias (OMS,
1999). La radiopelvimetría obstétrica suministra escasa
información adicional a los obstetras. Los
analisis estadísticos han indicado una baja correlación
entre las dificultades encontradas en el
transcurso del
parto y las dimensiones de la pelvis. En las escasas situaciones en las que el
médico
piense que la radiopelvimetría obstétrica pueda contribuir a
tomar la decisión sobre un tratamiento
médico, debería definir claramente sus razones.
(61) Ha habido tentativas recientes para reducir la dosis fetal de la
radiopelvimetría obstétrica
mediante el uso de técnicas computarizadas (radiografía digital),
pero los equipos habitualmente no
se encuentran disponibles, ni son usados para ese propósito. Las
ecografías suministran la mayor
parte de la información requerida por los obstetras y no hacen uso de
radiaciones ionizantes.
5.2. Durante el examen
(62) Cuando se haya indicado un examen en el que el haz de rayos X irradie
directamente
al feto y no pueda retrasarse hasta el final del embarazo, debera ponerse especial
cuidado
en la minimización de la dosis a recibir por el feto.
(63) Las radiografías o fluoroscopias indicadas por el médico en
areas alejadas del feto, tales como
las de tórax, craneo y extremidades (exceptuando las de cadera)
pueden ser efectuadas con
seguridad en cualquier momento del embarazo, si el equipo esta
adecuadamenteblindado y si se
usa colimación del haz de rayos X. Normalmente, no es necesaria la
adecuación de los
procedimientos.
(64) Cuando una mujer embarazada requiere examenes radiológicos
abdominales o pelvianos, en
los que el haz de rayos X irradia directamente al feto, debera ponerse
especial cuidado en
asegurarse de que los examenes estan realmente indicados en ese
momento y que no pueden ser
postergados hasta el final del embarazo. Comúnmente, el riesgo de las
radiaciones para el feto es
mucho menor que el de no hacer un diagnóstico necesario. En esos casos,
debera ponerse especial
cuidado en minimizar la dosis absorbida por el feto. Sin embargo, las
modificaciones de la técnica a
aplicar no deberían reducir en forma indebida el valor
diagnóstico del examen con rayos X.
(65) Quizas las formas mas comunes de adecuar los examenes
para reducir la exposición fetal sean
la colimación del haz para irradiar sólo un area muy
específica de interés, el incremento de la
tensión (kVp), la no-utilización de la parrilla (grilla)
antidifusora o la reducción del número de
radiografías a realizar.
(66) Un ejemplo típico es una mujer embarazada en la que se sospecha la
existencia de una litiasis
que produce una obstrucción ureteral distal. Una ecografía puede
mostrar la dilatación del sistema
colector renal, pero es improbable que muestre el nivel de la
obstrucción o las dimensiones de la
litiasis. En lugar de llevar a cabo una urografía intravenosa rutinaria
(con una radiografía preliminar
y luego unas siete radiografíassecuenciales posteriores a la
inyección endovenosa de un líquido de
contraste), a menudo, el diagnóstico puede obtenerse con una
radiografía preliminar y luego una
única radiografía adicional, tomada 10 minutos después de
la administración del medio de contraste.
(67) Para examenes de TC con el útero en el campo de
visión, las dosis absorbidas por el feto son
normalmente de 10 a 40 mGy. Afortunadamente, el haz primario de
radiación de los equipos de TC
esta muy colimado y puede ser controlado con precisión en
relación con la localización mediante, el
uso del topograma (scout view). Como en el caso de otros examenes, es
posible limitar el barrido al
area anatómica de interés (por ejemplo, los
riñones), en lugar de barrer enteramente el abdomen y
la pelvis.
(68) También, se producen dosis fetales altas en radiodiagnóstico
cuando se efectúan examenes con
fluoroscopia de abdomen o pelvis. La dosis de radiación en el feto se controla
mejor procurando
minimizar el tiempo de exposición. Con una buena selección de
factores técnicos, la dosis fetal
durante un enema de bario esta en el rango de 3 a 7 mGy. Debido a los
tiempos mayores de
fluoroscopia, la dosis originada por los enemas de bario de doble contraste es
a menudo el doble de
la debida al estudio de un solo contraste. Si el embarazo no ha sido
reconocido, podría no prestarse
una atención cuidadosa a la limitación del tiempo de
fluoroscopia. La dosis fetal puede entonces
aproximarse o sobrepasar los 50 mGy, especialmente cuando los tiempos de
fluoroscopia excedenlos 7 minutos.
(69) Cuando se lleva a cabo un procedimiento que produce dosis altas de
radiación y se sabe que el
feto se encuentra en el haz primario de rayos X, deben registrarse los factores
técnicos para permitir
una posterior evaluación de la dosis fetal. Estos factores son: la
utilización o no de parrilla (grilla)
antidifusora, la tensión (kVp), la tasa de dosis, el tiempo de
fluoroscopia, el producto dosis-area, la
descripción geométrica y las proyecciones realizadas.
5.3. Después de la irradiación
(70) En el caso del radiodiagnóstico, la estimación de la dosis
fetal no es necesaria, salvo
cuando el feto se encuentra en el haz directo de radiación. La
evaluación de las dosis
fetales producidas por examenes con fluoroscopia en la pelvis
esta sujeta a una mayor
incertidumbre que la originada por la radiografía simple o la TC.
(71) La irradiación diagnóstica de la paciente embarazada puede
inquietar por los posibles efectos
sobre el feto. A pesar de que la dosis absorbida por el embrión / feto
es generalmente pequeña en la
mayoría de los estudios radiológicos de diagnóstico, esa
preocupación puede dar origen a
sugerencias inapropiadas como la de demorar o negar la realización de
estudios adicionales o,
incluso, recomendar la interrupción del embarazo. Debido a que la dosis
fetal producida por esos
procedimientos es casi siempre menor que 100 mGy (siendo éste el
mínimo nivel umbral en el que
pueden ocurrir malformaciones radioinducidas y en el que la probabilidad
individual de ocurrencia de
cancerradiogénico es muy baja), la irradiación fetal
producida por los examenes de diagnóstico casi
nunca justifica la interrupción del embarazo.
(72) Después de la realización de examenes que producen
una dosis baja (tales como las
radiografías del tórax materno) en las que el feto /
embrión no esta expuesto directamente en el haz
de rayos X, no hay una necesidad real de estimar la dosis fetal
individualmente. Sin embargo,
después de realizar una TC o utilizar fluoroscopia (que producen dosis
altas) en la zona abdominal o
pelviana, un experto calificado debería efectuar una estimación
de la dosis absorbida por el feto y
del riesgo asociado a ella. En tal caso, y después de escuchar el asesoramiento
del experto
expresado cuidadosamente, la paciente y su marido u otras personas involucradas
estarían entonces
en condiciones de obtener sus propias conclusiones. Este tema se discute
adicionalmente en la
sección 10. El riesgo de la exposición a las radiaciones
dependera, fundamentalmente, de la dosis
fetal y de la edad fetal.
(73) Es difícil determinar la dosis fetal absorbida por el
embrión o el feto en examenes abdominales
o pelvianos por radiografías simples, pero normalmente la dosis puede ser
estimada con un error
inferior al 50%. Para examenes de radiodiagnóstico, y si se
conocen los factores técnicos relativos a
la energía del haz de radiación, puede utilizarse la
exposición promedio en piel originada por cada
placa (para un tipo de examen dado) y a partir de ella estimar la dosis
absorbida a una ciertaprofundidad. Si los factores técnicos no se
conocen bien, la dosis promedio en ovarios es, a menudo,
una buena aproximación de la dosis fetal.
(74) La Tabla 1 presenta las dosis en útero o fetales típicas
para algunos de los examenes rutinarios
comunes en el Reino Unido. Si el embarazo es reconocido antes de la
exposición, la adecuación de
los examenes puede reducir los valores de dosis presentados.
(75) Debería tenerse en cuenta que, cuando se han realizado
comparaciones dosimétricas para
distintos examenes radiodiagnósticos, aún dentro de un
determinado país se ha encontrado que las
dosis producidas por un mismo examen varían en un factor 30, o mayor.
Esto es función de la
variación de la tensión (kVp), la forma de la onda, la
filtración, la utilización de parrilla (grilla)
antidifusora, la combinación película-pantalla reforzadora, el
procesado de las películas, y varios
factores adicionales. Existe una tendencia general a esperar que las dosis
producidas por los equipos
de fluoroscopia digital puedan ser menores que las de los equipos
convencionales, pero a menudo
no es así. Como resultado, puede ser necesario realizar mediciones y
calculos de la dosis fetal
específica para cada instalación cuando se sospecha que excede de
10 mGy.
Tabla 1. Dosis fetales aproximadas producidas por procedimientos
diagnósticos comunes en el Reino
Unido (Adaptada de Sharp, Shrimpton, and Bury, 1998)
Examen Dosis promedio(mGy) Dosis maxima (mGy)
Examenes convencionales con rayos X
Abdomen 1,4 4,2
Torax
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