MATERNIDAD
Procrear: escencia y explicación de todo ser
viviente,acto sublime que nos permite compartir la
tarea de la creación.
A partir del
amor, la vida nos entrega la posibilidad de encarnar el espíritu
iniciandose el marvilloso proceso de la vida.
Al hijo llegamos dando a luz, evento maravilloso pero exigiente que por muchos
siglos y hasta hace pocos años había sido parte integral de la
vida dela familia.La madre que se aprestaba a hacerlo contaba con el apoyo de
otras mujeres que la acompñaban, ayudandola a enfrentar los
“dolores del parto” .Se trataba de un momento intimo, vivido en un
espacio familiar y eran esa familiaridad y el amor recibido los que
permitían su natural desenvolvimiento.
La intensidad y la magia del parto son reconocidas por
muchas culturas.
-Los aztecas asimilaban a la mujer en su papel procreador a guerreros,
y ofrecían a las almas
de aquellas que morían durante el acto de dar a luz la posibilidad de
habitar entre los dioses.
-Para otras civilizaciones la maternidad era
una deidad que representaba el valor y la entrega.
-En la cultura Judeo Cristiana el dar a luz es
considerado un castigo.
Enraizados en una cultura que vivencia el nacimiento
equivocadamente, el omento fue perdiendo su caracter divino,
magico, transcendente. Asimilado a la nocion de enfermedad, se
transforma en un acto médico quirúrgico cuya esencia original se
ha diluido, vivirlo deja recuerdos azarosos,temores,
que incluso conducen a la solicitud formal de la intervención
médica paraevitar el difícil trance.
Es necesario devolverle al nacimiento su verdadero sentido.
Dar a luz plenamente, es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad
perdida,preparandola para un nacimiento en
pareja, rodeandola de un ambiente calido, y dejandola asumir la
tarea de acuerdo a sus propias convicciones y necesidades.Se convierte
así el parto en un acto de entrega,un primer paso de un largo camino que
conduce al adulto sano y creativo que deseamos llegue a ser nuestro hijo, y a
los verdaderos padres en que la entrega nos tranforma.
LA MEDICALIZACIÓN DEL NACIMIENTO
¿De que dependio que un proceso natural fuese
asimilado como
enfermedad?
A ellos contribuyeron muchos factores, uno de ellos fue el dolor,el cual esta presente en casi todos los nacimientos.
El dolor como
manifestación organica es generalmente un llamado de
atención de nuestro organismo enfrentado a un desequilibrio que merece
cuidado. Sin embargo, el dolor también hace parte del nacimiento,
momento de gran equilibrio, expresión maxima de buena salud
siendo él, el que abre la puerta a la vida.
Al surgir la medicina moderna con sus instituciones hospitalarias y su bagaje
de conocimientos que brindaron maravillosas soluciones a la mayoría de
las complicaciones que por siglos habían diezmado la vida de madres e
hijos, la atención hospitalaria del nacimientos se convierte en
una manifestación de desarrollo y adecuado nivel de vida.
Las mujeres acuden a dar a luz a clínicas y
hospitales, entusiasmadascon la posibilidad de controlar el dolor, su presencia
disminuye las tasas de morbimortalidad perinatal, se introduce analgesia y
anestesia para el control y el manejo quirúrgico del nacimiento y se establecen protocolos
estrictos que permiten controlar en una forma adecuada las situaciones de alto
riesgo obstétrico.
Sin dudas es mucho lo que se gana, pero a la vez mucho lo que se pierde.
La madre asimilada al criterio de paciente, se ve obligada a aceptarlas
conductas medicas impuestas sin explicación o consentimiento previo.La
posibilidad de asumir el nacimiento como algo propio se convierte en algo
imposible, se reduce su valor y capacidad de entrega incrementando el temor, la
angustia y generando convencimiento de que frente a una experiencia tan dificl,
los recursos médicos son la única salida. A nivel institucional
el nuevo protagonista es el médico, este define
una serie de conductas rutinarias para el manejo adecuado del parto facilitando su trabajo, sin tener
en cuenta las necesidades de la pareja.
El control del dolor,
se convierte en una de las razones principales del
actuar del
medico. El uso rutinario de la anestesia ha generado
la convicción de que parir sin ella es algo que esta mas
alla de la capacidad de tolerancia de la mujer.
Es a partir de su utilización que se llega a la medicalización
completa del
proceso.
Esta intervención, obliga a la utilización de otras como el uso
del líquidos endovenosos, el refuerzo del trabajo de parto con
oxitócicos, el uso defórceps y las espatulas para corregir
fallas de la prensa abdominal y la realización de la cesarea, el
rasurado, el enema, la posición horizontal durante el trabajo de parto y
el alumbramiento, la episiotomía, la sutura de amplios desgarros
Consecuencia de partos instrumentados y la revisión uterina.
Finalmente el recién nacido tampoco escapa a la cascada de iniciativas
médicas que supuestamente aseguran el buen resultado final del proceso,
desconociendo el profundo cambio vivencial que implica el nacer, se le corta el
cordón obligandolo a asumir en forma brusca una respiración
aérea, separado inmediatamente de la madre y una infiniad de cuidados
lejos de los padres.
HUMANIZACIÓN DEL PARTO
Reaprender el arte de la obstetricia, DAR A LUZ es una tarea cuya
maestría se va adquiriendo con cada nacimiento,
en él confluyen muchos elementos que lo determinan.
Hemos seleccionado tres de ellos por el papel fundamental que
desempeñan para dar luces al proceso de la humanización.
Estos son: la preparación, el espacio del nacimiento y la humanización del actuar
médico.
La preparación
Esta es una labor indispensable para el parto natural y debe dirigirse a todos
aquellos participantes del nacimiento: la pareja, su
familia, el personal de salud, el personal institucional.Solo a partir de una
nueva mirada que se adquiere cuando la pareja recupera el protagonismo de su
nacimiento, este adquiere su verdadero sentido.
Es la pareja el punto de partida, dispuesta a la entrega delnacimiento, pero
asustados ante la perspectiva de no ser capaces, rodeados ademas por un equipo que posee los mismos temores.
La Transformación de su incertidumbre y la de todos los que les
acompañan en confianza, seguridad, fortaleza, se concreta el
día en que ellos acunan por primera vez el hijo que acaban de parir.
Todos los programas de preparación para el nacimiento hoy en día
cuentan con un enfoque teorico- practico.
Preparar para dar a luz exige modificar la visión errada que tenemos del nacimiento,utilizando para
ello todos los recursos educativos posibles, charlas, ejercicios,
técnicas de relajación y meditación, juegos hacen parte del proceso.
Prepararse para parir adquiere una dimensión que modifica nuestro
interior,Conceptos abstractos se convierten
allí en relidades.
El proceso de parto normal es mas bien un trabajo de
pareja el padre es parte fundamental es quien ayuda, protege, apoya y contiene
emocionalmente a la pareja, es quien desde el hogar promueve una vida sana.
El trabajo de la preparadora es esencial para la preparación y cuidado
de la pareja, en este tiempo de “espera al nacimiento” crecen lasos
de amistad y confianza, el trabajo de esta en proceso de parto es ayudar
puntualmente a la pareja orienta, apoya, estimula y si es necesario cumple
tareas del padre hace el control de fetocardia, tactos vaginales, se exige un
conocimiento teórico de la fisiología del nacimiento, sin embargo
tiene que ver con el sexto sentido que tiene la mujer que han dado aluz y han
ayudado a muchas otras a parir, sentido que permite ver el temor y esto se
logra cuando la pareja y el equipo comparte como una gran familia.
Antes de llegar a hospital o clínica el hombre ya dio a luz en su
interior
En el hospital es tratada casi como una enfermera mas, se emplean normas y ese
ambiente familiar ahora es frialdad en un espacio limitado alejados de su
morada como una maternidad de “caridad”
Puede verse como un maltrato permanente, en el cual al padre no lo dejan entrar
al proceso, trabajo de parto en grandes salones con temores y angustia, sin
apoyo y rodeada de estudiantes que aprenden en ella, luego de tener al bebe al
tiempo después le es entregado. La analgesia es casi un lujo que se
administra solo en algunos casos en donde el bajo salario hace un maltrato y
hace que el parto sea un evento rutinario y aburrido
La clínica es como un hotel de cinco estrellas en el cual se da una mayor
cortesía, pero la madre no puede hacer uso de todo los servicios que
ponen a su alcance. Su habitación es en donde se hace el trabajo de
parto en donde le colocan líquidos endovenosos y padece cada una de sus
contracciones, se permite a la madre adoptar posturas que le acomoden con sus
seres queridos, en donde el dolor hace que la cambien a la sala de parto.
Todo adquiere una connotación anti-natural posición horizontal
que permiten regular el ritmo de las contracciones, crea un pujo que es
obligado por personal de la salud, cuando el padre puede estar presente seviste
de cirujano y ubicado como observador también, la atención del
recién nacido no es al lado de su madre sino que lejos de su mirada
provocando angustia, esta labor “retirada de su madre” se hace con
fines de aprovechar las instalaciones clínicas de su personal de
servicio.
El lugar mas adecuado para la madre es el hogar, ya que esta en
su morada habitual, conoce cada rincón de este, el padre puede estar en
el momento de contención y apoyo a la pareja, aunque puede ser un riesgo
al momento de trasladar aunque hay criterios para que puedan gozar de este
beneficio hasta cuarenta si es multípara y 35 si es nulípara con
problemas de sangre o parto que se anticipe a 38 o pasadas las 42 semanas ya que
es complicado el traslado hogar-hospital
LA HUMANIZACIÓN DEL ACTUAR MEDICO
La humanización del actuar medico exige un enfoque diferente, que
recupere para los profesionales de la salud, su papel de educadores, que lo
promuevan a partir del protagonismo del paciente, el cual le permite al
paciente tomar decisiones “conscientes”.
Asumir ese papel de educadores, nos permite
enseñar a partir de su “conocimiento” alternativas que
garanticen verdaderamente una mejor forma de vivir. Enfoca
nuestra labor hacia la prevención. Nos permite trabajar con el
paciente, integrandolo al proceso curativo. Finalmente, nos ayuda a
recuperar la humildad que requiere un verdadero
sanador, al reconocer en el otro, en el paciente, su propia capacidad de
curación.
La gestación es un momentoprivilegiado, ya que
invita a la reflexión sobre el verdadero protagonismo de la mujer, la
pareja, la familia en el proceso mismo. En el nacimiento podemos iniciar todos
los participantes un compromiso con la vida;
compromiso que le permita al médico descender del pedestal en que se ha colocado y al
paciente asumir su papel de protagonista.
Humanizar la atención médica también
exige, ademas, que los profesionales, pacientes y directivas
constitucionales, puedan darse en las condiciones actuales. Dentro de
los nuevos conceptos que manejan las entidades de salud --el médico como
proveedor; el paciente como usuario— con una relación que
esta sujeta a un tiempo determinado, y a unos honorarios que no se
compaginan con su actuar, es casi imposible pretender una actitud humanitaria.
Es urgente, por lo tanto, si pretendemos humanizar el acto médico,
aceptar que ello exige contar con un profesional cuya
labor reciba un adecuado reconocimiento.
¿Cómo lograr como médicos, un proceder
acorde con la anterior visión, a pesar de circunstancias que nos parecen
tan adversas? Hay que usar el corazón y la
inteligencia. El corazón para entender que la
única forma para hallar la felicidad en esta vida es siendo leales a
nuestros principios. La inteligencia para encontrar respuestas que sin
negar la realidad, nos permitan realizarnos realmente en nuestra labor.
El punto de partida, ya mencionado, es el reconocimiento que todo el equipo de
salud debe hacer con relación al caracternatural de la
procreación, el cual se basa en forma principal en el compromiso de la
mujer.
Una respuesta que no es facil de asumir, es la
aceptación de que nuestro actuar, por lo menos en el campo de la
obstetricia de bajo riesgo, es reemplazable. En parte, es por ello que
estamos siendo desplazados inconsultamente de una labor que creíamos nos
pertenecía de de una labor que creíamos nos
pertenecía de forma exclusiva, por médicos generales, por
enfermeras.
Comparto la bondad de hacer partícipes al médico general, a la
enfermera, de una labor obstétrica, siempre y cuando fortalezcamos su
preparación, orientandolos ademas hacia un
enfoque natural que involucre a la mujer, a la pareja. Es necesario
ademas, invitar a otros profesionales, incluso crear nuevas profesiones
como la de Partera, existente en Holanda, y para no ir tan lejos, en Ecuador
donde estan las obstetrices, acompañadas ojala de
preparadoras, o de “kraamverzorgesters”, que garanticen un
verdadero cuidado a la familia gestante.
El futuro de la obstetricia y del actuar del Obstetra girara
alrededor de equipos de atención integrados por especialistas, parteras
profesionales, médicos generales, asistentes de parteras, parejas y
familias comprometidas, y un sistema de salud que les brinde el apoyo
indispensable.
Lograr los anteriores cambios tomara varios decenios, especialmente en
el terreno de la practica privada; sin embargo, ese
momento llegara y es necesario irnos acomodando creativamente a esa
futurarealidad.
Humanizar el nacimiento exige también involucrar al pediatra quien
interfiere con un actuar rutinario, innecesario, el
momento del
nacimiento. Su labor debe partir de la aceptación del protagonismo del recién nacido y de sus padres, en
cuya ayuda sólo debe acudir cuando sea necesario. El bebé que
acaba de nacer, cuenta para su adaptación a su nuevo medio ambiente, con
un sinfín de mecanismos. El pediatra, que se ha
acostumbrado a desconfiar de los procesos naturales, asume la actitud ya
referida de participar activamente en esa adaptación neonatal temprana,
asimilando al recién nacido a un enfermo
mas de la institución en que ha visto la luz.
La desconfianza del
pediatra es en parte una consecuencia a su participación con el
recién nacido, actitud que le ha impedido reconocer la capacidad natural
de adaptación que posee al infante. Para recuperar la seguridad en el
desenvolvimiento natural del proceso es indispensable que se integre a un grupo
de nacimiento activo, y se permita observar la maravillosa evolución del
proceso natural de adaptación del recién nacido, y la seguridad
del actuar intuitivo de los padres que le brindan a su hijo todo lo que
necesita. También, su desconfianza es el resultado del actuar del
obstetra que con sus intervenciones genera en ocasiones la necesidad de
“tratar” al recién nacido, la que se convierte en respeto
por su colega cuando participa con él en la búsqueda de la mejor
alternativa de nacimiento para todos: el parto natural.