Pruebas diagnósticas en enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
Diagnostic tests in gastroesophageal reflux disease (GERD)
Albis Hani de Ardila1
RESUMEN
La verdadera prevalencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es
difícil de establecer a pesar de que se estime que el 11% de la población
americana experimenta pirosis diariamente o el 30% cada tres días (1), y esto
quizás sea debido a que la enfermedad puede causar gran variedad de síntomas,
ya sean típicos como la pirosis o atípicos como el dolor torácico, entre otros.
Múltiples técnicas para medir el reflujo han sido utilizadas, y muchos autores
(1-3) se han preguntado el porqué de esta situación, posiblemente porque las
técnicas miden y cuantifican el problema fisiopatológico básico de la
enfermedad, es decir el tiempo de exposición del esófago distal al jugo
gástrico, porque las medidas están cuantitativamente relacionadas con el grado
de lesión de la mucosa esofágica, o porque los episodios de exposición al jugo
gástrico se correlacionan con los síntomas del paciente. Como dice Richter (4) “muchas veces estos
estudios son innecesarios porque la historia es lo suficientemente reveladora en
identificar la presencia de ERGE. Sin embargo, el clínico debe decidir cuál es
la prueba que lo lleva al diagnóstico de una manera fiable, oportuna y
costo-efectiva”.
Pero no podemos basarnos en la presencia de síntomas para hacer el diagnóstico,
pues podemos incurrir en el sobrediagnóstico en un número considerable de
individuos; la sensibilidadestablecida para los síntomas típicos como la
pirosis es del 68% y su especificidad es del 63% (2), lo que nos lleva a
concluir que los síntomas atípicos deben ser investigados, pues pueden
corresponder a dispepsia funcional y no a ERGE. También es claro que la
severidad y la frecuencia de los síntomas de ninguna manera se correlacionan
con la presencia o ausencia de esofagitis; aquellos pacientes con esofagitis erosiva
tienen una forma más severa de enfermedad y mayor riesgo de desarrollar
complicaciones. La exposición persistente del esófago al jugo gástrico no causa
lesión mucosa en todos los individuos, por lo tanto, tampoco es posible definir
la enfermedad por la presencia de lesión mucosa; mientras que la endoscopia es
capaz de definir la lesión mucosa ocasionada por el reflujo, también puede
permitir generar falsas conclusiones, como que aquellos pacientes con síntomas
de ERGE que no tienen lesión mucosa, no tienen ERGE (4-6).
Palabras clave
Monitoreo, reflujo, pirosis, regurgitación, Barrett.
Con este artículo continuamos con el “Programa de Educación Médica Continuada”,
que ha sido puesto en marcha por el Comité Editorial y que cuenta con el
respaldo de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de
Gastroenterología. En el portal de la Asociación www.gastrocol.org el lector
encontrará un cuestionario de evaluación, con preguntas relacionadas
directamente con el texto publicado.
ESOFAGOGASTRODUODENOSCOPIA (EGD) Y BIOPSIA DE ESÓFAGO La EGD es el estándar
para documentar el tipo y la extensión de lesión mucosa, identiï¬ca la presenciade esofagitis y excluye otras causas de quejas del
1
paciente; sin embargo, solo el 40% al 60% de los pacientes con reflujo
esofágico anormal por monitoreo de pH tienen evidencia endoscópica de
esofagitis. Los estudios (1-4) muestran que cerca de la mitad de los pacientes
con síntomas de ERGE no tienen lesión mucosa, entonces la sensibilidad
diagnóstica
Unidad de Gastroenterología. Hospital de San Ignacio. Pontificia Universidad
Javeriana. Fecha recibido: 20-05-09/ Fecha aceptado: 29-05-09
MD. Profesor Titular Medicina Interna y Gastroenterología. Hospital de San
Ignacio. Pontificia Universidad Javeriana. Jefe
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© 2009 Asociaciones Colombianas de Gastroenterología, Endoscopia digestiva,
Coloproctología y Hepatología
SUMMARY
The true prevalence of gastroesophageal reflux disease (GERD) is difficult to
establish despite that an estimated 11% of the U.S. population experiencing
heartburn daily or 30% every three days (1), perhaps due to that the disease
can cause many symptoms, both typical and atypical as heartburn or chest pain,
among others. Multiple techniques for measuring reflux have been used, and many
authors (1-3) have asked why this situation, possibly because the techniques
measure and quantify the basic pathophysiologic problem disease, ie the time of
exposure of the esophagus distal to the gastric juice, because the measures are
quantitatively related to the degree of esophageal mucosal injury, or because
the episodes of exposure to gastric juice correlated with the patient’s
symptoms. As said Richter (4) “many times thesestudies are unnecessary because
the history is sufficiently revealing to identify the presence of GERD. But the
clinician must decide which test you choose to carry a diagnosis of a reliable,
timely and cost-effective”.
But we cannot rely on the presence of symptoms to diagnosis, because we incur
the overdiagnosis in a considerable number of individuals, the sensitivity set
for the typical symptoms as heartburn is 68% and specificity was 63% (2), which
leads us to conclude that atypical symptoms should be investigated as they may
relate to functional dyspepsia rather than GERD. It is also clear that the
severity and frequency of symptoms in any way correlates with the presence or
absence of esophagitis, patients with erosive esophagitis are more severe
disease and increased risk of developing complications. The persistent exposure
of the esophagus to gastric juice does not cause mucosal injury in all
individuals, therefore, it is possible to define the disease by the presence of
mucosal injury, while endoscopy is able to define the mucosal injury caused by
the reflux can also lead to false conclusions, such as those patients with
symptoms of GERD who have no mucosal injury, do not have GERD (4-6).
Key words
Monitoring, reflux, heartburn, regurgitation, Barrett.
de la endoscopia es del 62% y la lesión mucosa, cuando está presente, tiene una
especiï¬cidad del 96%, siendo así la endoscopia el
patrón de oro para identiï¬car esofagitis por
reflujo y sus complicaciones (7). Los signos endoscópicos más tempranos
de reflujo ácido incluyen edema yeritema, ninguno de estos es especíï¬co para ERGE y dependen de la calidad de las imágenes endoscópicas.
Aparte de las lesiones mucosas en la EGD pueden encontrarse anillos,
estrecheces y mucosa de Barrett. El anillo de Schatzki, localizado en la unión
escamocelular, tiene una etiología controvertida pero datos recientes sugieren
que es una complicación de la ERGE por muchas razones: 1. La mucosa por encima del anillo parece la
mucosa de reflujo de larga evolución, desprovisto de vasos submucosos. 2. El
anillo puede estar asociado con otras evidencias endoscópicas de esofagitis. 3.
Algunos anillos progresan a estrecheces. En resumen, tal vez el diagnóstico
puede ser sugerido por la endoscopia, y las biopsias mucosas son siempre
necesarias en caso de sospecha de Barrett para conï¬rmar la presencia de metaplasia intestinal especia-
lizada. La razón más importante de realizar EGD en ERGE es identiï¬car las complicaciones del
reflujo. Utilizando este raciocinio la mayoría de pacientes con ERGE crónico necesitan
solamente una endoscopia mientras reciben la terapia. La biopsia del esófago ayuda a
identiï¬car la lesión por reflujo, excluye otras enfermedades
esofágicas y conï¬rma la presencia de
complicaciones. Cambios microscópicos indicativos de reflujo pueden ocurrir aun
cuando la mucosa parezca endoscópicamente normal (8). En pacientes con
esofagitis clásica usualmente no se toma biopsia a menos que se quieran excluir
otros diagnósticos como
neoplasias, infecciones, lesión por píldora, o enfermedad bulosa. Cuando se
sospecha Barrett, la biopsia es mandatoria y deberealizarse cuando la
esofagitis ha cicatrizado. Desafortunadamente los cambios descritos en ERGE son
encontrados en cerca del 50% de las personas sanas cuando las biopsias son
tomadas de los 2 ó 3 cm distales del esófago. En resumen, estos cambios son
marcadores sensibles pero no especíï¬cos (5). La
inflamación
caracterizada por la presencia de neutróï¬los y eosin los es muy espec ca para esofagitis.
Los neutr los son espec cos para esofagitis
aguda pero son un marcador insensible, presente en solo el 15% al 40% de pacientes con
ERGE. Los eosinóï¬los
Pruebas diagnósticas en enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
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Educación médica continuada
son encontrados en la mayoría de las biopsias (19% al 63%) pero son menos
especíï¬ cos y están presentes en cerca del 33% de los adultos
sanos. Además, la evaluación de cambios microscópicos puede ser evaluada por
microscopia electrónica, que demuestra la presencia de espacios intercelulares
dilatados en pacientes con esofagitis erosiva y no erosiva. El diagnóstico de
la biopsia depende de su tamaño, localización, orientación del
tejido y experticia del
patólogo (5, 8). De igual forma, la imagen de banda estrecha (NBI) facilita la
evaluación de la superï¬cie mucosa y de
acuerdo al estudio publicado recientemente por Fock y cols (9), esta nueva técnica
aumenta la morfología mucosa a nivel de la unión escamo-columnar y podría ser
útil en el diagnóstico de ERGE. TERAPIA SUPRESIVA ÁCIDA El método más simple y
deï¬nitivo para diagnosticar ERGE y asegurar su
relación con los síntomas (ya sean clásicos oatípicos) es la terapia empírica
supresora de ácido, pues la respuesta a la terapia antirreflujo asegura una
relación causa efecto entre la ERGE y los síntomas y esta prueba ha llegado a
ser la primera utilizada en pacientes con síntomas clásicos o atípicos sin
síntomas de alarma (10). Los síntomas con inhibidores de bomba de protones
(IBP) responden en 7 a 14 días, si los síntomas desaparecen con la terapia y
regresan cuando la medicación es suspendida la ERGE puede ser diagnosticada. La
utilización de los inhibidores de bomba de protones, como la primera
aproximación diagnóstica ha llegado a ser el estándar de la práctica clínica en
la mayoría de los estudios, porque la eï¬cacia de
estos medicamentos
para controlar el ácido y los síntomas asociados a reflujo muestra una
sensibilidad mayor del 80% (3, 4); sin embargo, nos seguimos preguntando scuál
es la dosis y la duración apropiada de esta terapia empírica? La terapia
empírica con IBP para diagnosticar ERGE tiene muchas ventajas, está basada en
la respuesta, fácil de realizar, relativamente barata, disponible para todos
los médicos y evita la necesidad de procedimientos innecesarios.
MANOMETRÍA ESOFÁGICA El uso de la manometría esofágica se ha incrementado
considerablemente en las dos últimas décadas, sin embargo, la manometría
esofágica no es altamente especíï¬ca ni sensible en la
mayoría
de las alteraciones esofágicas; múltiples guías han sido publicadas para
promover su uso adecuado (11, 12). Dentro de las indicaciones se encuentra la
evaluación de la función peristáltica en pacientes consideradospara cirugía
antirreflujo, particularmente si el diagnóstico es incierto; la manometría no
debe ser utilizada para hacer o conï¬rmar el diagnóstico de ERGE.
Ofrece información sobre la capacidad funcional de los músculos esofágicos por
cuantiï¬car la actividad contráctil de los
esfínteres esofágicos y del
cuerpo esofágico durante la deglución. Valora la presión en reposo del esfínter esofágico inferior (EEI) y del esfínter esofágico superior (EES) y su
relajación con la deglución; el peristaltismo es evaluado asegurando la
presencia, propagación, velocidad, amplitud y duración de las ondas de
contracción en respuesta a la deglución. La medida del EEI está asociada con la
severidad de la ERGE, por su importancia como
componente mayor de la barrera antirreflujo (13). Sin embargo, la manometría
generalmente no está indicada en la evaluación de la ERGE no complicada porque
la gran mayoría de estos pacientes tienen presión en reposo normal, y son las
relajaciones transitorias el mecanismo primario del reflujo. La manometría es un componente
importante para deï¬nir la localización del EEI para la
pHmetría y es considerada como una prueba esencial en la evaluación
preoperatoria de pacientes antes de cirugía antirreflujo (14) en los que una
presión normal no excluye la cirugía, y se puede hacer diagnóstico de acalasia
o esclerodermia, lo cual cambia el manejo. Más importante aún es la presencia
de peristalsis inefectiva caracterizada por baja amplitud de las ondas (< 30
mmHg), o frecuente peristalsis fallida lo que sugiere una débil bomba esofágica
(15). En estospacientes, una fundoplicatura de 360 grados o una fundoplicatura
incompleta minimizan el riesgo de disfagia postoperatoria. Quizás la manometría
en múltiples estudios (16-25) ha sido considerada de
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Rev Col
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gran valor para deï¬nir la modalidad de terapia quirúrgica a utilizar,
sin que hasta el momento se pueda concluir si los hallazgos en ella modiï¬can la técnica elegida. En 1994, la Asociación Americana de Gastroenterología (AGA) (26)
estableció que existían pocos datos hasta ese momento que evaluaran el beneï¬cio de la función peristáltica preoperatorio, aï¬rmación
que actualmente sigue siendo válida. El estudio de Booth y cols (27), en 117
pacientes, muestra que no hubo diferencias en el seguimiento postoperatorio de
pacientes con motilidad normal y motilidad esofágica inefectiva preoperatoria,
y el patrón de disfagia postoperatoria fue idéntico en ambos grupos; un año
después de la cirugía ambos grupos de pacientes tenían motilidad normal. De la
misma forma, Anvari y cols (28, 29) concluyen que la fundoplicatura de Nissen
está asociada a disminución de la disfagia y mejoría de la función esofágica en
los pacientes con pobre motilidad preoperatoria; Slim (30) muestra que el
principal efecto de la fundoplicatura de Nissen es el aumento de la presión del
esfínter esofágico inferior y disminución de la presencia de las relajaciones
transitorias del esfínter esofágico inferior, entonces, de acuerdo a estos
estudios las alteraciones manométricas inespecíï¬cas no
influencian el tipo de cirugía a realizar ni el seguimientopostoperatorio; y por
último Hayes y Plevris (31) concluyen en su estudio que la dismotilidad
esofágica refleja enfermedad más severa, no afecta el seguimiento clínico
postoperatorio, no es corregida por la fundoplicatura, independiente del tipo
de procedimiento quirúrgico, ni puede ocurrir como resultado de ella, y no
requiere modiï¬cación de la terapia quirúrgica. MONITOREO DE PH
ESOFÁGICO Uno de los mayores problemas en el diagnóstico de la ERGE en
pacientes sin esofagitis es que las cantidades ï¬siológicas de reflujo
ocurren en individuos normales y, adicionalmente, los síntomas de reflujo
pueden ocurrir en ausencia de cantidades anormales de reflujo, de ahí, que el
monitoreo de pH haya
ganado aceptación como la prueba estándar para el diagnóstico de ERGE en
ausencia de esofagitis en un paciente con síntomas (32, 33), en el que se
piensa pueda ser causada por reflujo, pero sin olvidar que existen múltiples
razones que pueden incrementar la exposición esofágica al ácido:
sobredistensión gástrica con la deglución de aire lo que resulta en pérdida
transitoria de la barrera del EEI, pérdida persistente de la barrera del EEI,
aclaramiento esofágico inefectivo debido a pobre motilidad esofágica y/o
disminución de la saliva, hipersecreción de ácido gástrico y vaciamiento
gástrico retardado secundario a enfermedad neuromuscular u obstrucción al
flujo. El monitoreo de pH de 24 horas es utilizado para detectar reflujo
ácido y ha sido considerado el patrón de oro para documentar ERGE; algunos
estudios (34-36), demuestran que 40% de los pacientes con ERGE puedentener
monitoreo de pH anormal y esofagogastroduodenoscopia normal, y cerca del 70% de
los pacientes con esofagitis pueden tener monitoreo de pH anormal; sin embargo,
esta prueba tiene sus limitaciones: primero los pacientes no lo encuentran confortable
por periodos prolongados, se han publicado resultados conflictivos con
respecto a la satisfacción del paciente, pues más o menos el 50% de ellos no se
repetirían la prueba a menos que su médico insistiera, y a veces los pacientes
no mantienen el electrodo durante las 24 horas, lo que hace pensar que periodos
más cortos serían más aceptables. Algunos estudios han utilizado periodos más
cortos pero con sensibilidad y especiï¬cidad
variables. Tal vez la sensibilidad y especiï¬cidad sea mayor del 90% en algunos estudios (35), pero otros estudios
muestran que es más baja (37) ya que se ha encontrado pH normal en el 30% de
los pacientes con esofagitis erosiva. Dentro de las causas de disminución de
sensibilidad se pueden incluir: colocación incorrecta del
electrodo, cambios en el comportamiento del
paciente relacionado a la colocación del
catéter trasnasal que puede resultar en disminución del reflujo durante la prueba y electrodo
inexacto, o la tolerancia. La localización del electrodo también puede modiï¬carse, por ejemplo 2 cm, como resultado de la posición del cuerpo y de la
deglución, lo
Pruebas diagnósticas en enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
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Educación médica continuada
que puede impactar los resultados ya que la localización más distal puede
sobrestimar el reflujo y la más proximalpuede perder los episodios de
reflujo. También pierde especiï¬cidad por no poder
diferenciar entre una caída por debajo de 4 causado por reflujo ácido y la
ingesta de comida ácida y su especiï¬cidad también esta
limitada por su inhabilidad para detectar reflujo no ácido (>4). El
monitoreo de pH es la mejor prueba disponible para identiï¬car la presencia de ERGE de manera ï¬siológica, y es
reconocida como
una prueba para diagnosticar este problema tan común en pacientes con
esofagogastroduodenoscopia normal, con síntomas típicos o atípicos. Existen
estudios (38-42) que han encontrado una pobre correlación entre la presencia de
síntomas y/o presencia de esofagitis en la endoscopia con estudios de pH; el
porcentaje de tiempo con pH inferior o igual a 4 en el esófago inferior por más
del 4% del tiempo registrado (24 horas) es un marcador sensible y especíï¬co para ERGE y este valor se escogió porque: con pH de 4 los pacientes comienzan a
presentar pirosis y la enzima digestiva pepsina, que contribuye a la esofagitis
es activada a pH de 4 y en individuos normales sin reflujo el pH esofágico es
mayor a 4 para una media de 98,5% en las 24 horas (ï¬gura 1). El reflujo biliar puede ser medido por el monitoreo de
bilirrubina (BILITEC) el cual utiliza la propiedad espectrofotométrica de la
bilirrubina, pigmento más común en la bilis. Similar al monitoreo de pH, una
fuente de luz ï¬broóptica es introducida al esófago, un
espectrofotómetro mide la onda lenta de absorción cada 8 segundos y un
microcomputador mide la diferencia de absorbancia, lo cual es
directamenteproporcional a la concentración de bilirrubina en la muestra. Este
permite de manera independiente asegurar el reflujo duodenogástrico, lo cual es
preferible a medir pH mayor de 7, pero esta prueba no contó con gran aceptación
y se encuentra actualmente en desuso. El monitoreo de pH esofágico está
ampliamente disponible en la mayoría de los servicios, su utilidad clínica se
considera limitada en la mayoría de
los casos de ERGE y por esto se sugiere utilizarlo adecuadamente para: 1.
Documentar exposición ácida anormal en pacientes considerados para cirugía
antirreflujo pero que fallan en demostrar evidencia endoscópica de ERGE. 2.
Evaluar sospecha de nuevo reflujo gastroesofágico en los pacientes después de
cirugía antirreflujo. 3. Evaluar pacientes con hallazgos endoscópicos normales
o equívocos y síntomas refractarios al tratamiento con inhibidores de bomba de
protones (IBP). 4. La detección de reflujo refractario en pacientes con dolor
torácico recurrente o en quienes falla la prueba con IBP. 5. Evaluar pacientes
con síntomas extradigestivos (43). MONITOREO DE PH SIN CATÉTER (BRAVO) Esta
tecnología obvia la necesidad del
catéter trasnasal, utiliza una capsula pequeña que se ï¬ja endoscópicamente al esófago distal y transï¬ere la señal por radiofrecuencia a una grabadora externa. Es
mejor tolerado por los adultos y niños, con menos limitaciones en la dieta y
actividad y permite un monitoreo más prolongado (96 horas). El Bravo permite
medir el pH durante el incremento de actividad, otra ventaja es que no
desplaza, y por permanecer más de 24 horas puede registrarcaída del pH a las 48 horas
que no fueron registradas durante las primeras 24 horas. Tiene ciertas
limitaciones, ya que se ha descrito desprendimiento de la cápsula. Puede causar
disconfort particularmente en pacientes con pirosis funcional. La necesidad de
realizar endoscopia para ï¬jar la cápsula incrementa los
costos y añade los riesgos relacionados con la endoscopia y la sedación
conciente. Sí es más costo efectivo no ha sido estudiado. Al igual que el
monitoreo con catéter este sistema no detecta reflujo no ácido. En resumen, es
mejor tolerado, permite un comportamiento más ï¬siológico durante la
prueba, lo que podría incrementar la sensibilidad y especiï¬cidad (44-47).
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Rev Col Gastroenterol / 24 (2) 2009
Monitoreo de pH negativo
Monitoreo de pH positivo
Figura 1. Monitoreo de pH.
Arora y cols (48) aplicaron este criterio diagnóstico en estudios de pH con
solo tres horas de registro y encontraron que el análisis de periodos cortos
tuvo una sensibilidad del 88% y una especiï¬cidad del 98%
para evaluar la presencia de reflujo. Tack y cols (49) también ha tratado de
validar un nuevo método para medir la exposición esofágica al
ácido y desarrolla un sensor cuya respuesta in vitro a la exposición ácida por
debajo de 4 está linealmente determinada por la duración de la exposición y el
grado de acidez. Este sensor, económico, desechable, y fácilmente aplicable, no
requiere ser portado para registrar; ofrece entonces el potencial de vencer
algunas de las limitaciones del monitoreo de pH; en su estudio investiga la
habilidad de este sensorpara
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Pruebas diagnósticas en enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
Educación médica continuada
cuantiï¬car la exposición esofágica al ácido
in vivo y su habilidad para cuantiï¬car la
exposición
esofágica al ácido comparada con el pH y el bilitec de manera simultánea.
Encuentran que la respuesta del sensor se
correlaciona fuertemente con la exposición del
esófago distal al ácido pero no con la exposición del contenido duodenal refluido. También,
que es capaz de predecir la exposición ácida patológica con una sensibilidad de
91% y especiï¬cidad de 93%. La aplicación del sensor fue fácil y bien tolerada. Este
es un estudio piloto en un pequeño número de pacientes (26 pacientes), pero si
se valida esta prueba en gran escala, el sensor de exposición ácida podrá
permitir la evaluación diagnóstica de la ERGE antes de instaurar una terapia
empírica. Podemos concluir que el monitoreo de pH de 24 horas mide los cambios
en la concentración de ácido, ï¬siopatológicamente el más
importante componente del contenido gástrico refluido y es la mejor prueba
clínica para detectar exposición ácida excesiva y determinar el grado de
supresión ácida en pacientes estudiados durante el tratamiento (50). Lo más
importante es que el monitoreo de pH de 24 horas puede determinar si los
síntomas experimentados por el paciente durante el estudio se relacionan con
eventos de reflujo ácido. Sin embargo, el monitoreo de 24 horas tiene
debilidades potenciales, una, es que la interpretación tradicional del registro
de 24 horas deï¬ne un evento de reflujo ácido solo cuando
elpH cae por debajo de 4, pero los eventos de re-reflujo, deï¬nido como la reentrada de contenido gástrico refluido
dentro del esófago mientras el pH aún se encuentra por debajo de 4 (51), no
pueden ser evaluados solo por esta técnica. Y debo mencionar que en un centro
de enfermedades digestivas en Estados Unidos (52) el uso de la cápsula Bravo
fue suspendido por defectos en la ï¬jación de esta al esófago
y solamente volverá a implementarse cuando sus fabricantes investiguen la causa
de esta complicación. El re-reflujo de contenido gástrico acidiï¬cado hacia el esófago durante el intervalo de aclaramiento ácido,
puede ser detectado por métodos que midan el flujo
de volumen y la impedancia intraluminal multicanal (IIM) (53). IMPEDANCIA INTRALUMINAL
MULTICANAL Este nuevo método mide la
impedancia eléctrica del
esófago, lo opuesto a la conductividad. El movimiento de gases causa que la
impedancia aumente, mientras que el movimiento de líquidos o sólidos causa que
la impedancia caiga. Utilizado como una prueba
funcional puede correlacionar la amplitud de la contracción peristáltica con el
trasporte del bolo a lo largo del esófago, puede ayudar a deï¬nir una bomba esofágica débil; combinada con el pH y la manometría puede
asegurar reflujo ácido y no ácido como
reflujo de gas. Un nuevo método basado en la medición simultánea de la
resistencia al flujo de una corriente eléctrica en múltiples puntos del tracto
gastrointestinal, es afectada por las impedancias del tejido del órgano
afectado, de los fluidos y otros contenidos en la luz del órgano, por ejemplo,
la impedanciaen un esófago vacío es la resultante de las impedancias de la
mucosa y capa muscular esofágica, el calibre del esófago y de las cantidades mínimas
de saliva que cubren la superï¬cie esofágica,
entonces durante el paso de un bolo de comida la impedancia dependerá de las
propiedades eléctricas del bolo, su tamaño y el calibre del esófago durante su
paso. Combinada con pH esta puede detectar y caracterizar adecuadamente
episodios individuales de reflujo gastroesofágico, puede reconocer la
composición del reflujo (gas o líquido),
detecta reflujo no ácido, sirve en pacientes con síntomas persistentes de
reflujo, y adecuado control del
ácido con el uso de inhibidores de bomba de protones (51-54). También detecta
re-reflujo y se registran como caídas
prolongadas del
pH durante el monitoreo de pH. Otra ventaja de la IIM es la capacidad de
estudiar el trasporte del bolo a lo largo del esófago, correlaciona las contracciones y trasporte del bolo y el movimiento del bolo en pacientes con disfagia. La
impedancia es nueva tecnología que de ninguna manera reemplaza a la manometría
o al monitoreo de pH, y sí da información en combinación con ambos por
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Rev Col Gastroenterol / 24 (2) 2009
lo que se denomina impedancia intraluminal multicanal. Estudios previos de
manometría simultánea con monitoreo de pH (55, 56) han sugerido que episodios
de aclaramiento ácido prolongados reflejan contracciones peristálticas
esofágicas inefectivas o relajación del
esfínter esofágico inferior alterada, sin embargo, la depuración ácida
prolongada debida a re-reflujo también hasido reportada. El re-reflujo ácido
se observa más frecuentemente en pacientes con esofagitis severa, en el período
postprandial y en la posición en decúbito. Es una causa común de aclaramiento
ácido prolongado (51). Puesto que los episodios de re-reflujo ácido no son
contados como eventos de reflujo en el
monitoreo de pH de 24 horas, el porcentaje de exposición al ácido debe ser el parámetro
conï¬able en la interpretación del registro. La combinación de IIM-ME es
una nueva técnica que utiliza dos métodos complementarios de pruebas de función
esofágica: la manometría brinda información acerca de la presión intraluminal
generada durante la deglución mientras que la IIM simultáneamente asegura el
movimiento del
bolo, pero no hablaremos extensamente de esta prueba ya que no tiene indicación
en el diagnóstico de la ERGE. El estudio de Shay y cols (56) muestra valores
normales de pH-impedancia de 24 horas ambulatorio para su comparación con
pacientes con reflujo gastroesofágico (RGE). La habilidad del monitoreo de
impedancia para medir el bolo refluido, duración, y aclaramiento independiente
del pH tiene varios potenciales en la aplicación clínica, tal como correlación
de reflujo débilmente ácido y reflujo no ácido con síntomas, para mejorar la
seguridad del índice sintomático, evaluar los síntomas persistentes en terapia
antisecretoria, y maximizar la detección de reflujo al evaluar un nuevo papel
de nuevas terapias antirreflujo. Se ha concluido que el monitoreo de pH-IIM es
el único método de registro que puede tener alta sensibilidad para la detección
de todos lostipos de episodios de reflujo mientras la pHmetría es requerida
para la caracterización de la acidez del
refluido (57, 58) (ï¬gura 2).
Figura 2. Impedancia intraluminal multicanal: podemos apreciar el registro
simultáneo del movimiento del
bolo y el registro del
pH.
La ERGE es debida al incremento en la exposición y/o sensibilidad de la mucosa
esofágica al contenido gástrico. El monitoreo de pH no detecta todos los
eventos de RGE aun cuando criterios de análisis de pH especial son utilizados,
particularmente cuando muy poco o nada de ácido está presente en el refluido. Este
es el caso tanto en adultos como
en niños después de comer, antes de que el contenido gástrico haya llegado a
ser acidiï¬cado, y esto también se aplica al
reflujo en pacientes con terapia antisecretora. No solo la acidez sino también
la composición aire-líquido del
refluido pueden ser relevantes en la patogénesis de la ERGE. El número total
de episodios de reflujo es un indicador importante de la competencia de la
barrera antirreflujo y es relevante cuando se evalúa el efecto de las terapias
dirigidas a mejorar la función de la barrera antirreflujo (59). Además, los
síntomas esofágicos o extraesofágicos de ERGE pueden estar relacionados a menos
ácido o reflujo de gas que no es detectado por pHmetría, pero sí por la IIM
con pH que ofrece el potencial para detectar y monitorizar el movimiento de
aire o líquido dentro de la luz eso-
Pruebas diagnósticas en enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
217
Educación médica continuada
fágica. Esta nueva técnica ha permitidolograr una evaluación más precisa de la
ERGE y ofrece la oportunidad de concebir el reflujo más ampliamente, en
términos de frecuencia y características del refluido (60, 61): • Reflujo
ácido: debe ser utilizado para describir el jugo gástrico refluido con un pH
menor a 4 que puede reducir el pH esofágico a menos de 4, u ocurre cuando el pH
esofágico está cerca a 4. Reflujo ácido superimpuesto: debe ser utilizado para
describir un episodio de reflujo ácido que ocurre antes de que el pH esofágico
se haya recuperado a más de 4. Reflujo débilmente ácido: debe ser utilizado
para describir los eventos de reflujo que resultan en un pH entre 4 y 7.
Reflujo alcalino: debe ser reservado para episodios de reflujo durante el
cual el punto más bajo de pH esofágico no cae por debajo de 7.
•
•
36 sensores de presión espaciados muy poco (< 2 cm), que revelan la compleja
anatomía funcional del
peristaltismo esofágico y de la unión gastroesofágica. Los planos
espaciotemporales derivados de MAR nos da medidas objetivas de las fuerzas que
manejan la comida y los líquidos desde la faringe hasta el estómago, mejora la
habilidad de predecir el éxito o falla del movimiento del bolo a través del
esófago comparado con la manometría convencional y a la ocurrencia de eventos
de reflujo, los componentes de la barrera antirreflujo (esfínter esofágico
inferior y diafragma crural) pueden ser diferenciados y su interacción dinámica
puede ser estudiada con este método.
•
En resumen, el monitoreo con impedancia es el único método que puede lograr
alta sensibilidad para la detección detodos los tipos de episodios de reflujo.
El reflujo es mejor detectado por impedancia y su acidez es caracterizada por
la pHmetría. Un pequeño porcentaje de eventos de reflujo ácido puede ocurrir como lentas caídas de pH
que no son detectadas por impedancia, sugiriendo que la combinación de ambas
técnicas es mejor que la pHmetría o impedancia sola. La combinación de ambas
permite la detección de todos los eventos de reflujo y ofrece la mejor
evaluación posible de la función de la barrera antirreflujo. MANOMETRÍA DE
ALTA RESOLUCIÓN (MAR) A pesar de no ser considerada una prueba para el
diagnóstico de la ERGE juega un papel en la evaluación de los esfínteres y del
cuerpo esofágico para la identiï¬cación del EEI, la presencia
de hernia hiatal y la diferenciación de la zona de alta presión entre el EEI y
el diafragma y es por esto que debemos conocer que la manometría de alta
resolución es un reciente desarrollo hecho posible por catéteres con
Figura 3. Registro de una onda de contracción normal del esófago con el registro de los
esfínteres. (EES: esfínter esofágico superior. EEI: esfínter esofágico
inferior).
En general, el acuerdo diagnóstico entre la MAR y la manometría convencional es
alta, sin embargo, la MAR incrementa la posibilidad diagnóstica especialmente
en casos de disfagia funcional, el gradiente de presión esofagogástrica
incrementa la precisión diagnóstica para acalasia y diferencia el espasmo
esofágico de la elevación rápida de la presión intrabolo debida a dismotilidad
focal o función del EEI alterada (62-65). La MAR tiene 36 sensores depresión,
al mismo tiempo avances en los procesadores de computador ha permitido que los
datos de presión se presenten en tiempo real como
un compacto, visualizando
218
Rev Col Gastroenterol / 24 (2) 2009
planos espaciotemporales de la actividad presora del esófago (66-69). Tiene las siguientes
ventajas: 1. Rápido y fácil posicionamiento del catéter, no requiere retiro lento. 2.
Relativo movimiento del
catéter en el EEI sin alterar la calidad de los datos. 3. Facilita la
colocación del
catéter de pH para estudios de reflujo. 4. Disminución del tiempo requerido
para el estudio. 5. Fácil reconocimiento de la función normal y anormal en plano espacio-temporal. Y
las siguientes desventajas: 1. Equipo costoso. 2. Carencia de experiencia con
planos espacio-temporal brindando riesgos de sobrediagnóstico de alteraciones
esofágicas insigniï¬cantes funcionalmente. OTRAS
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
EN ERGE 1. La cápsula endoscópica ha probado ser inefectiva para evaluar
patología esofágica debido principalmente al paso rápido por el esófago; esto
llevó al diseño de la cápsula endoscópica esofágica que incluye dos cámaras de
video. Los estudios preliminares indican que la cápsula esofágica es una
herramienta sensible y especíï¬ca para la evaluación de la patología
esofágica en pacientes con síntomas de reflujo cuando se compara con la
endoscopia estándar. Pero en esófago de Barrett no es aún segura para su
aplicación en la práctica clínica, se requiere mejorar técnica y evaluar las
curvas de aprendizaje (70, 71). 2. Según el estudio de Kim y cols (72)
realizado en 40pacientes, la detección de pepsina en el esputo/saliva
recolectada al momento de los síntomas parece proveer un método sensible, simple,
confortable, y no invasivo para el diagnóstico de ERGE en pacientes con
síntomas atípicos de ERGE.
En resumen, la aproximación diagnóstica de los pacientes con posible ERGE es
multivariada y no solo depende de su presentación clínica, pues, si bien se
considera que los síntomas son debidos a reflujo crónico, se debe documentar
esta anormalidad. Los pacientes con síntomas típicos pueden requerir pocos
estudios lo que diï¬ere de aquellos con síntomas atípicos que
sí requieren estudios adicionales, pero todos estos estudios pueden causar
confusión. La prueba perfecta para evaluar la ERGE y las alteraciones de la
motilidad no existe, por ello los clínicos deben considerar cuidadosamente las
ventajas y limitaciones de cada tecnología.
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