DESCUBRIMIENTO DE LA PENICILINA
En 1928, el investigador Alexander Fleming descubrió la penicilina, un acontecimiento que cambiaría el curso de la
historia de la Medicina. Este hallazgo, que Fleming no dio a
conocer hasta 1929, abrió las puertas de la revolución
antibiótica. Muchas especialidades médicas no
existirían hoy si Fleming no se hubiera encontrado en una placa de
su microscopio un hongobautizado como 'Penicillium
notatum'.
Gran parte de los descubrimientos en el mundo de la
investigación se originan de forma casual. Esto mismo paso con el
descubrimiento de la penicilina.
Fleming estaba trabajando con unas bacterias llamadas estafilococos dorados,
casualmente, descubrió que éstas eran destruidas por un hongo muy común originado por la
descomposición de ciertas sustancias. Este científico
britanico descubrió, sin proponérselo, el poder
bactericida de este moho llamado Penicillium Notatum,
o sea, la penicilina.Gracias a este casual se descubrió un remedio
universal contra muchas enfermedades microbianas.
Pero hagamos un poco de historia.
Su nombre era Fleming, un agricultor pobre de
Inglaterra. Un día, mientras trataba de ganarse
la vida para su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda
desde un pantano cercano. Inmediatamente
soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano.
Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro,
estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando tratando de
liberarsedel lodo. El agricultor Fleming salvó al
niño de lo que pudo ser una muerte lenta y terrible.
Al día siguiente, un carruaje muy
pomposo llegó hasta los predios del
agricultor inglés.
Un noble inglés, elegantemente vestido, se bajó
del vehículo y se presentó a
sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.
'Yo quiero recompensarlo,' dijo el noble inglés. 'Usted salvó la vida de mi hijo.'
“No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice'
respondió el agricultor inglés, rechazando la oferta.
En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de
la casa de la familia. '¿Es ese su hijo? preguntó el noble inglés.
'Sí', respondió el agricultor, lleno
de orgullo.
'Le voy a proponer un trato. Déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena
educación. Si él es parecido a su padre
crecera hasta convertirse en un hombre del cual usted estara muy
orgulloso.”
El agricultor aceptó. Con el paso del tiempo,
el hijo de Fleming el agricultor se graduó de la Escuela de Medicina de
St. Mary's Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje conocido
a través del mundo, el notorio Sir Alexander Fleming, el
descubridor de la Penicilina.
Algunos años después, el hijo del noble
inglés cayó enfermo de pulmonía. ¿Qué
lo salvó? La Penicilina. ¿El nombre del noble
inglés? Randolph Churchill. ¿El nombre de su hijo?
Sir Winston Churchill. Alguien dijo una vez: Siempre recibimos a cambiolo
mismo que ofrecemos. Siempre damos lo mismo que recibimos.
¿Cómo la descubrió?
El bacteriólogo Alexander Fleming, desde la
década de los años veinte, se interesó mucho por el
tratamiento de las infecciones producidas por las heridas.
En 1929 Fleming, después de haber vuelto de unas vacaciones de 3
semanas, se percató de que en una pila de placas olvidadas antes de su
marcha, donde había estado cultivando una bacteria, Staphylococcus
aureus, había crecido también un hongo en el lugar donde se
había inhibido el crecimiento de la bacteria (el hongo contaminaba el
cultivo y probablemente procedía del piso superior donde había un
laboratorio en el que los científicos investigaban alergias Resultó que el hongo 'fabricaba' una
sustancia que producía la muerte de la bacteria; como el hongo
pertenecía a la especie Penicillium, Fleming estableció que la
sustancia que producía sería denominada 'penicilina'.
En realidad, la penicilina inició la era de los
antibióticos, sustancias que han permitido
aumentar los índices de esperanza de vida en practicamente todo
el mundo. De hecho, el modelo de preparación de los
antibióticos proviene de la penicilina. De la misma manera, la
relativa simplicidad del núcleo de la estructura de esta sustancia,
así como la facilidad de las sustituciones en sus radicales extremos,
han permitido que, en la actualidad, se encuentren numerosas penicilinas
semisintéticas o sintéticas.