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Propuesta de enseÑanza y evaluaciÓn de problemas matemÁticos



PROPUESTA DE ENSEÑANZA Y EVALUACIÓN DE PROBLEMAS MATEMÁTICOS

La propuesta se fundamenta en los supuestos teóricos de los enfoques cognitivo y metacognitivo. Del primer enfoque se acentúan las estrategias de enseñanza ya que inciden directamente sobre el proceso de aprendizaje. Del segundo enfoque se incorporan estrategias metacognitivas de gestión, planificación, regulación y evaluación de los procesos implicados en la resolución del problema, señalados por Schoenfeld (1992). Con base en ambos enfoques, la propuesta comprende las siguientes estrategias docentes para favorecer el proceso de resolución de problemas matemáticos:

3.1 USO DE ESTRATEGIAS DOCENTES
Se entienden por estrategias docentes a los procedimientos que el profesor utiliza de manera flexible, autorregulada y reflexiva para promover el logro de aprendizajes significativos en los alumnos (Díaz Barriga y Hernández, 2000).

• Comunicar al inicio el objetivo de cada sesión.
Mencionar el objetivo de cada sesión y describir las actividades a realizar tienen la finalidad de alertar y preparar a los alumnos respecto a qué y cómo iban a aprender. Esclarecer a los alumnos las intenciones educativas ayuda a desarrollar expectativas adecuadas sobre el curso y a encontrar sentido y valor funcional a los aprendizajes involucrados (Díaz Barriga y Hernández, 2002).



• Promover la activación de conocimientos previos de los alumnos para solucionar problemas.
Utilizar el procedimiento de hacer preguntas iniciales para promover la activación de conocimientos previos en los alumnos y para explorar lo que ya conocían sobre el tema. Estudios de Howe (1999) confirman que hacer preguntas y propiciar que los alumnos realicen preguntas en torno al contenido de aprendizaje es una estrategia que activa elprocesamiento mental. Viene a colación una aportación esencial de Ausubel (1968; citado en Orton, 1990 p. 50):



• Contextualizar la enseñanza
Es un proceso mediante el cual, el profesor intenta establecer relaciones entre el conocimiento a enseñar y las situaciones de uso social de éste (Martínez, 2004). Cabe señalar que cuando los alumnos perciben la funcionalidad, significatividad y novedad de las tareas, se incrementa su participación y entusiasmo.

• Promover el aprendizaje cooperativo entre los alumnos.
Trabajar en pequeños grupos mixtos y heterogéneos, o en parejas brinda la oportunidad a los alumnos de ayudarse mutuamente en el proceso de comprensión y resolución de problemas; de negociar nuevos significados; de desarrollar nuevas estrategias y de construir nuevos conocimientos. La cooperación entre alumnos contribuye a la relativización progresiva del punto de vista propio, el nivel de aspiración y el rendimiento escolar (Castelló, 1998; Coll, 1990).

• Modelado de pensamiento en voz alta
Siguiendo a Lumbreras (2002), el modelamiento o aprendizaje por observación de modelos de comportamiento estratégico (el profesor o los compañeros) contribuye a la mejora de la autoeficacia, especialmente cuando el alumno observa modelos similares y, a la vez, comporta un incremento en el esfuerzo empleado y en el uso de estrategias efectivas.

• Inducir la reformulación verbal
Consiste en propiciar que los alumnos (con la asistencia estrictamente necesaria de la facilitadora) reelaboren el conocimiento, utilizando palabras de uso familiar. Esta estrategia se apoya en el supuesto de que sólo se puede verbalizar de manera adecuada aquello que se ha comprendido satisfactoriamente(Parra, 1991).

• Crear “conflictos cognitivos” para promover la comprensión.
Consiste en propiciar que los alumnos entren en constantes conflictos cognitivos al recibir y procesar una información que riña con sus esquemas mentales preestablecidos. el debate de ideas y una continua reflexión ayuda a a establecer las relaciones sustantivas entre lo ya conocen y lo que van a aprender.

• Estimular la discusión argumentada
Es necesario que los alumnos aprendan a escucharse, a atender los puntos de vista de los demás, en algunos casos distintos a los propios, y enfrentarse a conflictos de conocimiento que den lugar a marchas y contramarchas del pensamiento. Esto permite que descubran la necesidad de ser coherentes y no contradictorios en su argumentación para convencer a otro(s) compañero(s).

• Valorar el error como fuente de aprendizaje
Cuando los alumnos tratan de aplicar sus conocimientos previos a nuevas situaciones, (extendiéndolos, generalizándolos y modificándolos cuando es necesario), en ocasiones incurren en caminos infructuosos. El resultado es lo que tradicionalmente se conoce como un “error”. Sin embargo, estos errores no deben ser considerados como fracasos, sino como una fuente de aprendizaje para que confronten sus conocimientos, los modifiquen y elaboren nuevos conceptos. El error es necesario; no es la base para clasificar sino para intervenir: trabajando con él se alcanzan niveles superiores de habilidad; en cambio, penalizándolo indiscriminadamente se podría limitar la posibilidad del desarrollo del niño (Alfaro, 1999).

• Emplear una tarjeta de autoinstrucciones.
Esta tarjeta contiene un conjunto de heurísticos generales para la solución de problemas (Polya, 1984).Inicialmente los heurísticos se declaran explícitamente, destacando de un modo claro su funcionalidad mediante el modelado por parte de la facilitadora. En las sesiones posteriores se recalca su importancia hasta que los alumnos las aprendan y utilicen independientemente para solucionar problemas.

Tarjeta de Auto-instrucciones

Comprendo el problema Leo atentamente el problema
Identifico la incógnita (pregunta)
Encuentro la información relevante
Explico el problema con mis propias palabras
Hago una estimación para encontrar mentalmente un resultado
Hago un dibujo del problema

Hago un plan En mi dibujo relaciono los datos numéricos y pienso en squé operación me puede servir?
Escojo la operación apropiada
Llevo a cabo mi plan Realizo la operación

Compruebo mi solución Compruebo el resultado
Reviso si el resultado es coherente con la pregunta
Escribo el resultado completo

3.2 PROCESO ALTERNATIVO PARA ORIENTAR Y EVALUAR LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Se trata de un modelo susceptible de aplicarse en el aula, pero no a manera de recetario porque cada docente puede adaptarlo conforme a su creatividad y de acuerdo con las necesidades educativas de su grupo. El proceso se desarrolla básicamente en cuatro fases. En cada fase, el docente requiere hacer una continúa evaluación y reflexión sobre su propio manejo de estrategias y habilidades para transformarse en una facilitador efectivo del aprendizaje. Por ejemplo: aprender que no cualquier pregunta, comentario o actitud favorece la comprensión de los niños y que, en ocasiones es preferible guardar silencio y adoptar una actitud de escucha para entender mejor sus ideas y sus necesidades (Mendoza, 2005).

Primera fase: Plantear a losalumnos un problema impreso en una hoja denominada “Pensando el problema”. Ésta contiene un conjunto de preguntas para guiarlos en el proceso, además de un formato para que autoevalúen su desempeño (V. Anexo1). Se les solicita que hagan una estimación del resultado. Las estimaciones son anotadas en el pizarrón para compararlas posteriormente con el resultado correcto.

Segunda fase: Los alumnos trabajan pequeños grupos o en díadas para ayudarse mutuamente en la resolución de una tarea, negociar nuevos significados y desarrollar nuevas estrategias. Identifican la incógnita y la información relevante para comprender su estructura, y organizar los conocimientos que puedan ser útiles. Analizan el problema, eligen una solución y la llevan a cabo. En esta fase, pueden valerse de su conocimiento algorítmico y de objetos concretos o gráficos.

Tercera fase: Confrontación de procedimientos y resultados. Una vez que todos los equipos han terminado, algunos pasan al pizarrón para desarrollar y mostrar sus estrategias, plantear hipótesis, cuestionar y defender sus posiciones. Se comparan las estimaciones iniciales con las respuestas validadas por los mismos niños.

Cuarta fase: Los estudiantes se autoevalúan en relación con sus conocimientos actitudinales, conceptuales, procedimentales y estratégicos, con base en el formato de autoevaluación señalado. Además de estas evaluaciones individuales, los compañeros ofrecen comentarios al respecto.

3.3 sPARA QUÉ EVALUAR LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS MATEMÁTICOS?
En diversos estudios (Díaz Barriga y Rojas, 1999; Gimeno Sacristán, 1992; Hargreaves, 1988; Monereo, 2000; Sánchez y Ramírez, 1995), se ha puesto de relieve que la evaluación debe considerarse comoinherente al proceso de aprendizaje. Se estima conveniente entonces, poner en práctica una evaluación de las fases del proceso resolutivo, que sea útil:
 al docente para valorar la eficacia de sus estrategias de enseñanza y tomar las medidas correctoras oportunas,
 al alumnado para animarlo en su aprendizaje (Santos Trigo, 1994):

Por otra parte, emplear las dos modalidades de evaluación: cualitativa y cuantitativa propicia un mecanismo más democrático en la toma de decisiones; estimulan al profesorado para la adopción de estrategias innovadoras y exigen de todos una actitud crítica con respecto al propio trabajo.

3.4 sQUÉ EVALUAR EN LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS?
Todos y cada uno de los factores que intervienen en el proceso de aprendizaje: alumno, profesor, programación, organización y funcionamiento del aula y del centro, etc. Para efectos de la presente propuesta, la evaluación se centra básicamente en la competencia curricular referente al planteamiento y resolución de problemas. Esto implica, no sólo analizar los contenidos conceptuales, sino también los procedimentales y actitudinales. Siguiendo a Monereo (2000):

a) Los contenidos conceptuales se refieren a conceptos, hechos o datos. Para su evaluación se presenta un problema cuya resolución requiera el reconocimiento de un concepto, o bien (y mejor aún), una aproximación a su construcción.

b) De acuerdo con Zabala (1999), un procedimiento es un conjunto de acciones ordenadas y orientadas a la consecución de una meta. El sentido de su evaluación consiste en comprobar su funcionalidad. Es decir, evaluar si el alumno es capaz de utilizar el procedimiento en otras situaciones. Se sugiere considerar como indicadores:
- Si setiene un conocimiento suficiente del procedimiento.
- Si lo utiliza de manera correcta y precisa.
- Si lo generaliza a otras situaciones.


Si se quieren evaluar otros tipos de procedimientos como conocer hasta qué punto los alumnos saben dialogar, debatir, trabajar en equipo, utilizar un instrumento, hacer una exploración bibliográfica, etc. sólo podrán ser evaluados mediante la observación sistemática por parte del profesor durante el mismo proceso (Zabala, 1999).

c) Una forma de evaluar las actitudes es la observación sistemática del comportamiento de los estudiantes durante las diferentes actividades que se realicen, las cuales deberán permitir su actuación y expresión libre. Pueden usarse también las autoevaluaciones de los alumnos y las interevaluaciones entre ellos, además de las aplicaciones en situaciones o casos diseñados especialmente para los fines.

d) Los contenidos estratégicos se refieren a las decisiones tomadas en una situación concreta. Para evaluarlos, Monereo (2000) propone cuestionarios, cuyas respuestas se hallan acotadas mediante escalas tipo Likert, entrevistas y autoevaluaciones. .

3.5 sCUÁNDO EVALUAR?
Se propone un modelo cualitativo de intervención, conformado por cuatro fases: planeación – intervención – evaluación – reflexión. Estas fases deben estar intrínsecamente relacionadas y articuladas cíclica y progresivamente, adaptando el modelo de Investigación-Acción (Carr y Kemmis, 1988)


CONSTRUCTIVO RECONSTRUCTIVO
4. Implantación 1. Evaluación

3. Planeación 2. Reflexión

De acuerdo con este modelo, se debe evaluar continuamente los procesos implicados, vinculandolas reconstrucciones del pasado y las construcciones del futuro, mediante acciones transformadoras. Así, la evaluación continua permite articular lo retrospectivo y lo prospectivo en un proceso cíclico. Siguiendo a Zabala (1999), se proponen las siguientes fases de una evaluación formativa:

 Evaluación inicial: Para conocer cuál es la situación de partida en función de los objetivos generales definidos. Esto permitirá planificar la intervención pedagógica.
 Evaluación reguladora: Adaptar y adecuar las actividades y contenidos de acuerdo con las necesidades que se vayan presentando.
 Evaluación final: Para hacer referencia a los resultados obtenidos y los conocimientos adquiridos.
 Evaluación integradora: Se refiere a una comprensión y valoración del proceso seguido que permitirá establecer nuevas propuestas de intervención.

3.6 INSTRUMENTOS PARA LA EVALUACIÓN
A continuación se describen, muy brevemente, algunos Instrumentos para evaluar de manera integrada la resolución de problemas:

ï¶ Observación sistemática y registro del proceso resolutivo de los niños (Santos Trigo, 1994), con base en los siguientes indicadores:

• El nivel del desarrollo de las fases de entendimiento.
• Tipo de estrategias empleadas.
• Presencia de conceptos y procedimientos.
• Tipo de control y automonitoreo.
• Influencias requeridas del docente: qué tipo de ayuda brinda y su efecto.

Estas ideas destacan las ventajas del análisis cualitativo de los datos para probar una o más hipótesis explícitas y para obtener reportes descriptivos acerca del aprendizaje y/o la resolución de problemas de los sujetos. Para transferir estos resultados a una evaluación cuantitativa, se recomienda hacer unaescala de interpretación, de acuerdo con la norma vigente. Ejemplo:

PUNTAJE TRABAJO DEMOSTRADO
POR LOS ESTUDIANTES
10 Solución completa y correcta
8-9 Existe un plan claro y apropiado,
pero hay error en los cálculos o
la respuesta es incompleta.
6-7 Introduce un plan apropiado,
pero está incompleto o pobremente aplicado
4-5 Usa los datos pero la estrategia no es clara.
2-3 Identifica los datos, pero sin procedimiento
alguno.
0-1 Nada de trabajo o ideas en relación.

ï¶ Diario pedagógico. Un instrumento útil para la descripción, análisis y valoración de la realidad escolar. Facilita una visión general desde el punto de vista del profesor sobre lo que ocurre en el aula, describe las actividades, relata procesos y categoriza las diferentes observaciones realizadas.

ï¶ Empleo de un sistema de evaluación por portafolios. Diversas experiencias en diferentes escenarios educativos (Doolittle, 1994; Seda, 2002), han señalado resultados efectivos al utilizar la evaluación por portafolios como una estrategia para promover aprendizajes significativos a través de la reflexión y para el desarrollo de competencias pedagógicas de los docentes. Un portafolio es una colección de trabajos del alumno o alumnos, que muestra su esfuerzo, progreso o logros educativos en un área determinada y en un periodo de su vida académica (Arter, 1990; citado en Seda, 2002).

ï¶ Autoevaluación para propiciar que los alumnos se convierten en miembros activos del proceso de aprendizaje y adquieran una mejor perspectiva de ellos mismos como pensadores (Flórez, 1999). Para evitar que los alumnos caigan en el autoengaño, las autoevaluaciones se deben construir a partir de evidencias y deben contar con la aprobacióndel grupo.

ï¶ Guía de autoevaluación docente para contribuir a su mejora, mediante una serie de criterios relativos a dicho proceso (V. Anexo 2).

IV. CONCLUSIONES

Mediante el desarrollo de este ensayo se confirmó que la resolución de problemas tiene una importancia central en las matemáticas para que nuestros alumnos construyan significativamente sus conocimientos matemáticos. Sin embargo, no es un proceso inmediato y exento de dificultades. Una de ellas estriba en su evaluación. Sin embargo, convertir a la evaluación en un aliado de este proceso es precisamente su finalidad.

Se reconoció que evaluar la resolución de problemas en la escuela primaria no estriba de ninguna manera en clasificar alumnos de acuerdo con sus posibilidades resolutivas, sino que debe estar avalada por resultados cualitativos que van evolucionando a través de diferentes momentos del desarrollo, en la dinámica de la interacción, en la comprensión más profunda de los resultados que alcanza y sus causas para orientarse hacia estadios más cualitativos de autoaprendizaje.

La evaluación durante el proceso de resolución es comparable con el control de calidad en la industria, al tratar de detectar las fallas cuando aún es tiempo de corregirlas. Para detectar dichas fallas, es conveniente definir criterios y/o indicadores. Ahora bien, para corregirlas no basta conocerlas. Es necesario determinar también la causa que las origina. Esto exige un modelo de interpretación más complejo. En este sentido, la observación sistematizada, el uso del portafolio, el diario pedagógico y la guía de autoevaluación docente, como instrumentos de evaluación, actúan como un lente de aumento para analizar minuciosa y reflexivamente laspotencialidades propias y de los alumnos, y para reconocer los aspectos que requieren mejorar.

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