Conocimiento cotidiano, conocimiento
pre-científico, obstaculo epistemológico y conocimiento
científico
Lectura: La formación del
espíritu científico*
En ésta lectura se intenta mostrar como
el saber cotidiano va esbozando ya, la posterior construcción social del conocimiento
científico. Aunque para algunos como Gastón Bachelard quien
considera que el saber cotidiano en un sentido negativo es un obstaculo
epistemológico. Sin embargo para Agnes Heller quien lo considera en un sentido positivo, el germen del pensamiento teórico. Desde el
punto de vista de Gastón quien habla de un obstaculo
epistemológico, sí es necesario llegar a la noción de
éste obstaculo porque así demostraremos algunas causas de
estancamiento y hasta de retroceso en algún saber, ya que se dice que se
conoce en contra de un conocimiento anterior destruyendo conocimientos mal
adquiridos o superando aquello que, en espíritu mismo, obstaculiza a la espiritualización.
Por otro lado, se dice que la opinión piensa mal; ya que no piensa, sino
que traduce necesidades en conocimientos. Y porque nada puede fundamentarse en
la opinión, es necesario destruirla, siendo este
un primer obstaculo a superar. El espíritu
científico nos impide tener opinión sobre cuestiones que no
comprendemos, que no sabemos formular claramente. Ante todo es necesario
saber plantear los problemas. Ya que en la vida científica los problemas
no se plantean por sí mismos, siendo este
sentido del
problema el que sindica el verdadero espíritu científico. Para un espíritu
científico todo conocimiento es unarespuesta a una pregunta. Si no hubo
pregunta, no puedes haber conocimiento
científico, porque nada es espontanea, nada esta dado, todo se
construye. Por otro lado la noción de obstaculo
epistemológico puede ser estudiada en el desarrollo histórico del pensamiento
científico y en la practica de la educación; porque todo
lo que se encuentra en la historia del
pensamiento científico, dista mucho de servir efectivamente a la
evolución de este pensamiento. Pues el epistemólogo debe
seleccionar los documentos recogidos por el historiador y juzgarlos desde el
punto de vista de la razón y hasta de la razón evolucionada para
así observar los errores del pasado espiritual.
Tendra pues, que esforzarse en captar los conceptos científicos
en síntesis psicológicas progresivas, estableciendo respecto de
cada noción, una escala de conceptos, mostrando cómo un concepto produce otro, cómo se vincula con otro.
Entonces tendra cierta posibilidad de apreciar una eficacia
epistemológica, y de inmediato el pensamiento se presentara como una dificultad vencida, como un obstaculo
superado.
El primer obstaculo: la experiencia basica.
Es la experiencia colocada por delante y por encima de la crítica, que,
ésta sí, es necesariamente un elemento
integrante del
espíritu científico. La experiencia basica puede ser un apoyo seguro. Pero desde ya nos interesa oponernos
claramente a esa filosofía facil que se apoya sobre un sensualismo mas o menos franco, mas o menos
novelesco, y que pretende recibir directamente sus lecciones de un dato claro,
limpio, seguro, constante, siempreofreciéndose a un espíritu
siempre abierto. Entonces, el espíritu científico debe formarse
en contra de la Naturaleza, en contra de lo que es, dentro y fuera de nosotros,
impulso y enseñanza de la Naturaleza, en contra del entusiasmo natural,
en contra del hecho coloreado y vario. El espíritu
científico debe formarse reformandose.
El conocimiento general como obstaculo para el
conocimiento científico.
Nada ha retardado mas el progreso del conocimiento científico que la falsa
doctrina de lo general, que aún permanece para tantos espíritus, como una doctrina fundamental del saber. La generalidad extrema, la
generalidad pedante, es un tipo evidente de un pensamiento que se admira, y que
es en la maxima extensión donde se producen los errores
mas groseros, donde no se ha precisado y no se ha encontrado una
ordenación de las formas conceptuales, que por querer aplicar
facilmente el principio de identidad a fenómenos dispares o
mas o menos bien parecidos cabe recalcar que esta manera de comprender
es anticientífica.
Un ejemplo de obstaculo verbal: la esponja.
Extensión abusiva de las imagenes familiares.
Se trata de una explicación verbal por referencia a un
sustantivo cargado de epítetos, sustituto de una sustancia rica en
poderes. Aquí se tomara la palabra esponja y se
vera que permite expresar los fenómenos mas variados.
Esos fenómenos se expresan: se cree entonces
expresarlos. Se les reconoce: se cree entonces
conocerlos. Sin embargo en los fenómenos designados por la palabra
esponja, el espíritu no es la víctima de una potencia sustancial.
Lafunción de la esponja es de una evidencia tan clara
y distinta que ni se siente la necesidad de explicarla. Al explicarlos
fenómenos mediante la palabra esponja, no se tendra pues la
impresión de caer en un sustancialismo oscuro;
tampoco se tendra la impresión de que se esta haciendo
teorías, puesto que aquella función es totalmente experimental.
Por lo tanto la acumulación de las imagenes violentara
evidentemente a la razón, y en el que lo concreto acumulado sin
prudencia obstaculiza a la visión abstracta y clara
de los problemas reales.
El conocimiento unitario y pragmatico como obstaculo
para el conocimiento científico.
Ahora ya no se trata de pensamiento empírico, sino
verdaderamente de pensamiento filosófico. Donde todas las
dificultades se resuelven ante una visión general del mundo, mediante
una simple referencia a un principio general de la Naturaleza. Es así como
en el siglo XVlll la idea de una Naturaleza homogénea, armónica,
tutelar anula todas las singularidades, todas las contradicciones, todas las
hostilidades de la experiencia. Para el
espíritu precientífico la unidad es un principio
siempre deseado, siempre realizado con poco esfuerzo. Ésta exigencia de
unidad plantea un cantidad de falsos problemas. Uno de
los obstaculos epistemológicos relacionados con la unidad y poder
de la naturaleza, es el conflicto de realidad que el espíritu
precientífico atribuye a todo lo que es natural, como prejuzgar sobre
la experiencia y la intuición animista. Por otro lado,
la utilidad también ofrece una especie de inducción muy
particular que podríallamarse inducción utilitaria. Ella
conduce a generalizaciones exageradas. Donde se pude partir de un hecho comprobado para poder llegar a una extensión
feliz. Pero el empuje utilitario conducira casi
infaliblemente demasiado lejos. Porque todo pragmatismo, por el mero
hecho de ser un pensamiento mutilado, lleva fatalmente
a la exageración y el hombre no sabe limitar lo útil, lo cual por
su valorización se capitaliza sin cesar. Y porque en todos los
fenómenos se busca la utilidad humana, no solo por la ventaja positiva
que pueda procurar, sino como principio de
explicación, ya que encontrar una utilidad, es encontrar una
razón. Por el contrario, si una utilidad no caracteriza un rasgo particular, ese caracter no esta
explicado. La necesidad de generalizar hasta el extremo, a veces mediante un solo concepto, arrastra a ciertas ideas sintéticas
que estan lejos de perder su poder de seducción. Con todo esto,
en nuestra época, cierta prudencia retiene al espíritu
científico porque para el espíritu precientífico la
seducción de la unidad de explicación mediante un
solo caracter es todo poderoso.
El obstaculo sustancialista.
Éste como
todos los obstaculos epistemológicos, es polimorfo. Se compone de la reunión de las instituciones mas
alejadas y hasta las mas opuestas. Por una tendencia casi
natural, el espíritu precientífico centra sobre un objeto todos los conocimientos en los que ese objeto
desempeñe un papel, si preocuparse por las jerarquías de los
papeles empíricos. Une directamente a la sustancia las distintas
cualidades, ya sea una cualidad profundacomo una cualidad superficial, ya sea
una cualidad manifiesta como una cualidad oculta…La sustancialidad de una
cualidad inmediata, captada en una intuición directa, no traba menos al
progreso ulterior del pensamiento científico, pues tal
sustancializaciòn da lugar a una explicación tan breve como
perentoria, la cual carece del rodeo teórico. En efecto, para el
espíritu científico, todo fenómeno es un
momento del
pensamiento teórico, un estadio en el pensamiento discursivo, un
resultado preparado. Uno de los síntomas mas claros de la
seducción sustancialista, es la acumulación de adjetivos para un mismo sustantivo: las cualidades se ligan a la sustancia
tan directamente que pueden yuxtaponerse sin mayor preocupación por sus
relaciones mutuas. En definitiva, el progreso del pensamiento
consiste en disminuir el número de adjetivos que convienen a un
sustantivo y no en aumentarlo. Se piensa
científicamente en los atributos jerarquizandolos, mas no
yuxtaponiéndolos.
El obstaculo animista.
Los conocimientos biológicos atraeran nuestra atención en
la medida en la que se comportan como obstaculos a la
objetividad de la fenomenología física. Estos fenómenos no
nos interesaran sino en aquellos dominios en que su ciencia responde a
preguntas que no se le han formulado. En resumen, a
las trabas casi normales que encuentra la objetividad en las ciencias puramente
materiales ha de agregarse una intuición enceguedora que toma la vida como
un dato claro y general. De inmediato se funda sobre esa intuición una
ciencia genera, que confía en la unidad de su objeto; lacual esta
ciencia llama-débil apoyo- a la biología naciente en ayuda de una
química y de una física que, por lo demas, ya han obtenido
resultados positivos. Por otro, si se ubica en el instante en que la
intuición se divide, en el que el pensamiento objetivo se retracta y se
precisa, en el que el espíritu científico hace su esfuerzo de
analisis y de distinción y en el que determina el alcance exacto
de sus métodos. Sin prueba alguna por la simple seducción de una
afirmación valorizante, se atribuye un poder
sin límite a elementos. Una vez mas se hacen
presentes las seductoras metaforas de la vida.
Los obstaculos del conocimiento cuantitativo.
Un conocimiento objetivo inmediato, por el hecho mismo
de ser cualitativo, es necesariamente falaz. Aportando un
error que ha de rectificarse. Por otra parte nos engañaríamos si
pensaramos que un conocimiento cuantitativo
escapa en principio al peligro del
conocimiento cualitativo. La magnitud no es objetiva automaticamente y
es suficiente apartarse de los objetos usuales para dar cabida a las
determinaciones cuantitativas mas fantasiosas. Según
Rohault, la explicación precientifica no parece engranar con una
doctrina meramente matematica. Por lo que todas estas
observaciones se tornaran mas pertinentes cuando se caracterice bien la
influencia del
orden de magnitud humano sobre todos nuestros juicios de valor. En efecto, una
de las exigencias primordiales del
espíritu científico, es que la precisión de una medida
debe referirse constantemente a la sensibilidad del
método de medida y que ha de tener en cuentanaturalmente las condiciones
de permanencia del
objeto medido. Comparando el pensamiento del realista con el
científico, el realista toma el objeto, lo describe y lo mide por lo que
posee; agota su medida hasta el último decimal. En cambio, el
científico se aproxima a este objeto primitivamente mal definido, luego
se apresta a medirlo, discute sus condiciones de su estudio; determina su
sensibilidad y el alcance de sus instrumentos, finalmente, mas que al
objeto de su medida, el científico describe el método de medida.
El científico cree mas en el realismo de
la medida que en la realidad del
objeto. El espíritu precientífico hacia ideas generales con
hechos particulares insignificantes. El espíritu por
científico abusa de las determinaciones recíprocas.
Según él, todas las variables características del fenómeno estan
en interacción y el fenómeno se considera como igualmente sensibilizado en todas sus
variaciones. Ahora bien, aun cuando las variables
estén ligadas, su sensibilidad no es recíproca. Hay que
hacer de cada investigación un caso especial. Así procede la física moderna. Ésta no postula el superdeterminismo que se toma por
indiscutible en el periodo precientífico. Para captar bien estas
superdeterminaciones. Mediante esta idea directora de una
correlación total de los fenómenos, repugna el espíritu
precientífico la concepción completamente contemporanea de
sistema cerrado. En cuanto se plantea un sistema
cerrado se deroga semejante audacia y se afirma, mediante una figura de estilo
invariable, la solidaridad del
sistema separado con el gran Todo.