BLOQUE II: construcción del estado liberal e intentos
democratizadores:
Carlismo: el carlismo tuvo desde el principio un fuerte contenido ideológico
y de clase. En el bando carlista estaban los absolutistas mas
intransigentes, que reclamaban la alianza del Altar y del Trono.
La composición social del carlismo
militaba en la nobleza y miembros de la administración y del ejército.
Parte del bajo clero y una parte del
campesinado, e importantes sectores del
artesanado. Desde el punto de vista territorial, el carlismo triunfó en
las zonas rurales y especialmente en el Norte. Apenas tuvo apoyos en las
ciudades y en el sur.
Una de las razones de ese arraigo fue la defensa de los fueros, privilegios que
la población vasca y navarra habían mantenido desde la Edad
Media, conservados por los Borbones tras la Guerra de Sucesión.
Moderados: era uno de los dos partidos políticos españoles (ambos
liberales y dinasticos o isabelinos -es decir, defensores de la línea
dinastica representada por Isabel II frente a los carlistas-) que se
disputaron el poder durante su reinado (1833-1868). Los moderados o liberales
moderados son la continuación de doceañistas del
Trienio Liberal (opuestos a los radicales) que en los últimos
años del
reinado de Fernando VII efectuaron una mutua aproximación a los
elementos menos absolutistas cercanos al poder. A la muerte del
rey apoyaron la sucesión de Isabel (la hija del rey, una niña de tres
años) bajo la regencia de la reina madre (María Cristina de
Borbón). Del
sistema político quedaban excluidos loscarlistas (fuertemente
absolutistas y partidarios del Antiguo Régimen representado por la
sucesión en el varón con mas derecho: Don Carlos).
Progresistas: El Partido Progresista era una formación política
española del
siglo XIX. Surgió en 1834 como oposición liberal extremista al
régimen de la regente María Cristina de Borbón y fue
disgregandose paulatinamente tras el inicio de la Restauración en
España en 1874. De él surgieron el Partido Constitucional, el
Partido Demócrata-Radical y el Partido Democratico.
Esta división entre exaltados, veinteañistas o progresistas y
moderados, doceañistas o conservadores va a caracterizar el panorama ideológico
del siglo XIX
y XX en España. Los progresistas van a ser partidarios de la Milicia
Nacional, el jurado popular, la soberanía nacional, la ampliación
del sufragio
censitario y el laicismo. Por su parte, los moderados se oponen a ello y son
partidarios de la soberanía compartida, las buenas relaciones con la
Iglesia y un requisito censitario mas estricto para el sufragio.
En la defensa de la monarquía de Isabel II representaban el apoyo y
sostén del reinado en la medida que
sirvieron a la Corona
frente al pretendiente Carlos María Isidro de Borbón y en apoyo
de la hija de Fernando VII. Su situación se vio siempre comprometida
entre la contención del carlismo y un
apoyo a la Reina que no ofreció frutos por la resistencia de la misma y, sobre todo, de su
madre, María Cristina de Borbón a los cambios que ofrecía
el liberalismo.
Demócratas: El Partido Democratico, Partido Demócrata
oPartido Progresista Demócrata fue una formación política
surgida en España en abril de 1849 como
desgajamiento del
Partido Progresista. Demandaba el pleno reconocimiento de los derechos
ciudadanos y las libertades individuales, el sufragio universal, la
desamortización de todos los bienes de la Iglesia, incluidos los bienes
civiles y la abolición de las quintas.
Actuó de manera parcialmente clandestina hasta la llegada del Bienio
Progresista durante el reinado de Isabel II. En este momento aglutinó a
algunos militares descontentos, al incipiente movimiento obrero y campesino,
republicanos e intelectuales, y el bienio ayuda a su expansión. Con la
llegada de la Unión Liberal al gobierno, regresa a la ilegalidad. En
este momento se produce un debate abierto en el que se fija una
aproximación al Partido Progresista, se declara abiertamente el
republicanismo de la formación y los fundamentos del programa económico se acercan al
pensamiento socialista. Su figura mas relevante en este momento
sera Pi y Margall que es quien le da un verdadero contenido
político y determina una mayor influencia en la sociedad gracias a su
atractivo personal. Es el tiempo en el que desde el periódico La
Discusión el partido se da a conocer mas fuera de Cataluña
donde había mantenido una actividad constante y cuyo diario mas
influyente era El Comercio de Barcelona.
La posibilidad o conveniencia de alianzas con los progresistas llevaran
a debates enconados en los que se enfrentaran unitaristas contra
federalistas, partidarios de la alianza con las demas
fuerzasdemocraticas y contrarios a ella. Tras los fracasos del general Juan Prim en
sus distintas sublevaciones, firmaran el Pacto de Ostende en 1866 y el de
Bruselas en 1867 para llevar a término con los progresistas la
Revolución de 1868. El partido, con la llegada del Sexenio
Democratico se deshara parcialmente después de las
elecciones de 1869, integrandose sus miembros en otras formaciones de
contenido republicano. Los restos del
mismo desapareceran definitivamente en 1912.
Desamortización: Consistió en poner en el mercado, previa
expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras
y bienes que hasta entonces no se podían enajenar, en poder de las
llamadas «manos muertas», es decir, la Iglesia Católica o
las órdenes religiosas que los habían acumulado como habituales
beneficiarias de donaciones o testamentos. También las llamadas tierras
de propios y baldíos y tierras comunales de los municipios. Su finalidad
fue acrecentar la riqueza nacional y crear una burguesía y clase media
de labradores propietarios. Ademas, el estado obtenía unos
ingresos extraordinarios con los que se pretendían amortizar los
títulos de deuda pública. Esto rebajaba el poder a la iglesia y a
la nobleza. 2
La desamortización se convirtió en la principal arma
política con que los liberales modificaron el régimen de la
propiedad del Antiguo Régimen para
implantar el nuevo Estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX.
Unión liberal: fue un partido político español de la
segunda mitad del siglo XIX fundado por Leopoldo O'Donnell en 1858.Aglutinaba
en sus filas a la parte mas conservadora de los Progresistas y a la
parte mas reformista de los Moderados del reinado de Isabel II en un
intento por ocupar el centro político de la época.
Sus principios basicos fueron conservar la Monarquía como forma
de gobierno, pero alejandola de las tentaciones absolutistas, es decir,
abogaban por una soberanía compartida, también querían
reformar la administración pública en un sentido centralista y
ofrecer cierto grado de multipartidismo a los Moderados y Progresistas. Junto a
ello pretendía la reforma de la ley de prensa -que no llegó a realizar-
y el mantenimiento de una política económica de fuertes
inversiones públicas.
Regencia de Mª Cristina: Entre 1833 Y 1840 María Cristina
gobernó como
regente, durante la minoría de edad de su hija Isabel. En 1834, mando
llamar a Martínez de la Rosa, quien consiguió la ayuda extranjera
y llevó a cabo un programa de tímidas medidas reformistas: el
regreso del
exilio de los liberales, limitada libertad de prensa y la Milicia Nacional. En
1834, se promulgó el Estatuto Real.
Poco a poco cristalizaron las dos alas del
liberalismo, la moderada que apoyaba al gobierno y la progresista, partidaria
de restaurar la Constitución de 1812. La opinión pública
se fue apartando de Martínez de la Rosa,
al tiempo que crecía el apoyo a los progresistas. En el verano de 1835
estalló una insurrección.
El nuevo jefe de gobierno, Mendizabal, aprobó una serie de
medidas de guerra, decisivas para el triunfo Cristino. Sobre todo adoptó
las primeras decisionesencaminadas a desmantelar el sistema legal del Antiguo
régimen, la libertad de imprenta, la supresión de conventos.
Esta política en 1836 provocó la dimisión de
Mendizabal. El intento de la regente de acabar con las reformas, en el
palacio de la Granja,
obligó a María Cristina a restablecer la Constitución de
1812.
El nuevo gobierno, encabezado por José María de Calatrava. Se
suprimió el diezmo y se sustituyó por un impuesto de culto y
clero. Se restableció la ley municipal del Trienio. Se sustituyó
a los jefes del
ejército y se puso al frente de la dirección de la guerra al
general Espartero.
Las Cortes elaboraron la Constitución de 1837, pero en 1840 el gobierno
provocó la dimisión de María Cristina, sustituida por el
general Espartero.
Estatuto real: el Estatuto se convierte en una carta otorgada donde la Corona, fundandose
en un poder absoluto, delega funciones en otros órganos del Estado. Por
ello el conjunto de poderes estan en manos del soberano. Desde algunas posiciones se ha
querido sustentar la característica de que el Estatuto de 1834 avanzaba
un paso al compartir la soberanía nacional entre el Rey y las Cortes, si
bien el artículo 24 y el 30 dejan claro que la convocatoria y
disolución corresponde al Monarca, no pueden deliberar sobre asunto
alguno que el Rey no les haya sometido a juicio y la aprobación de las leyes
siempre requerira la sanción real sin que deba justificar las
razones para no hacerlo.
Pacto de Ostende: El pacto de Ostende fue el resultado de una reunión
que tuvo lugar en 1866 en la ciudad belgade Ostende por grupos opositores a la
reina Isabel II. Este pacto fue el origen de «La Gloriosa», la
revolución que dos años después depuso a la reina
española.
Ante el descontento hacia el régimen monarquico de Isabel II,
añadiendo el hecho que favorecía al Partido Moderado de
Narvaez, se creó un comité de acción con los
partidos Progresista y Demócrata, éste con Cristino Martos a la
cabeza, bajo la presidencia de Prim y de acuerdo con Salustiano Olózaga,
al que se unieron los republicanos que firmaron en 1867 el pacto de Ostende en
contra de Isabel II. O'Donnell se negaba a que su partido Unión Liberal
se uniese a este grupo, pero a su muerte en 1867, su sustituto, el general
Serrano también se unió, igual que los republicanos, de Pi y
Margall, con lo que se arrastrarían un gran número de altos
cargos militares, que estuvieron a la espera del primer aviso.
El fin de este pacto era derrocar a la reina y a su régimen y el
establecimiento de unos derechos fundamentales, entre los que destacan el
sufragio universal, inspirado por los demócratas, partido al que finalmente
se adheriría Prim[cita requerida]. Una vez conquistado el poder se
formarían unas Cortes constituyentes que establecerían la forma
de gobierno desde entonces: monarquía o república.
Este pacto constituyó la fase previa a la Revolución de 1868, la
llamada Gloriosa, que acabó con la monarquía de Isabel II,
obligada a exiliarse en Francia e inició el período denominado
Sexenio Democratico que se prolongara hasta diciembre de 1873.
Juntas revolucionarias: fueronorganismos de gobierno creados en toda España
tras la huida y el exilio de la reina Isabel II en 1868, como consecuencia de la Revolución
Gloriosa. El pueblo se organizó en juntas locales y provinciales,
formadas por los partidos, a las que se entregaron armas y organizaron a los
llamados “Voluntarios de la Libertad”, que lucharían contra
las tropas gubernamentales. Fueron coordinadas por la Junta Suprema de Gobierno
de Madrid,
que dio paso a un gobierno provisional presidido por el general Serrano y
compuesto por unionistas y progresistas.
Prim: Militar y político español (Reus, Tarragona, 1814 - Madrid,
1870). Se integró en el Ejército para defender el Trono de Isabel
II desde el comienzo de la Primera Guerra Carlista (1833-40), en la que
ascendió hasta coronel. Inclinado a las ideas liberales, se lanzó
enseguida a la política como diputado por
Tarragona
(1841). Apoyó a los progresistas durante el trienio esparterista
(1840-43); pero se enfrentó al autoritarismo de Espartero y acabó
contribuyendo a derrocarlo organizando una sublevación en Reus. El gobierno
progresista así formado nombró a Prim gobernador militar de
Barcelona, con el encargo de reprimir el movimiento revolucionario que
perduraba en la ciudad (1843).
Después, el poder pasó a los moderados de Narvaez por un
largo periodo, y Prim prefirió alejarse de la política,
dedicandose a viajar por Europa. En 1847-48 fue gobernador de Puerto
Rico, en donde destacó por su dureza en la represión del bandolerismo y de
los motines de esclavos. De regreso a la Península fue elegidonuevamente
diputado (1851) y volvió a adquirir protagonismo político tras la
Revolución de 1854, con la que dio comienzo un nuevo bienio progresista;
en ese periodo mandó la expedición española enviada a
Melilla para sofocar la insurrección de los rifeños (1856).
Por entonces se integró en la Unión Liberal, partido centrista
creado por O’Donnell. Siendo ya éste presidente del gobierno, Prim participó en la
Guerra de Africa (1859-60), obteniendo éxitos que le valieron el
título de marqués de los Castillejos. En 1861 fue puesto al mando
del cuerpo expedicionario español enviado a México, en
colaboración con fuerzas francesas y britanicas, para obtener del
gobierno de Juarez el pago de las deudas pendientes; las victorias
militares de Prim obligaron a Juarez a comprometerse al pago de la deuda
por el Convenio de la Soledad (1862); pero, al descubrir que Napoleón
III pretendía aprovechar aquel pretexto para derrocar a Juarez e
instaurar en su lugar a Maximiliano I como emperador de México, Prim decidió
por su cuenta retirar sus fuerzas.
Aunque las autoridades españolas ratificaron su postura, el desacuerdo
con O’Donnell llevó a Prim a abandonar la Unión Liberal y,
ante la enemistad que había suscitado en la opinión conservadora
por no alinearse con los enemigos de Juarez, regresó a las filas
progresistas.
Desde entonces conspiró continuamente para derrocar a los gobiernos
moderados, e incluso a la propia Isabel II, que les amparaba: intentó un
fallido desembarco en Valencia
(1865); organizó la sublevación del Cuartel de San Gil(1866);
promovió el Pacto de Ostende entre progresistas y demócratas
(1866), al que se sumaron los unionistas tras la muerte de O’Donnell
(1867). Y, finalmente, lanzó la Revolución de 1868, en
colaboración con Sagasta, Serrano, Ruiz Zorrilla y Topete. Prim
participó en el pronunciamiento inicial en Cadiz y marchó
luego a sublevar Valencia y Barcelona, antes de hacer su entrada triunfal en
Madrid, ya destronada la reina.
En el inmediato gobierno provisional presidido por Serrano, Prim se
encargó del Ministerio de la Guerra; en
las Cortes constituyentes defendió la definición del nuevo régimen como una monarquía democratica,
que quedó plasmada en la Constitución de 1869. Serrano
pasó entonces a ejercer la Regencia mientras se encontraba un rey para
el Trono vacante, sustituyéndole Prim como
presidente del
Consejo de Ministros. Desde ese cargo fue uno de los principales defensores de
la candidatura de Amadeo de Saboya; pero unos días antes de que
éste llegara a Madrid
para iniciar su reinado, Prim murió asesinado en un atentado cuya
autoría nunca ha podido ser esclarecida.
Federalismo: es una corriente que persigue una agrupación
institucionalizada de entidades sociales relativamente autónomas,
asociado directamente a la conformación de Estados conformados a su vez
por la reunión de varias entidades territoriales y políticas. Fue
una de las corrientes
en las que se dividió el bando republicano, que apoyaba la
creación de un Estado federal en España. En la
Constitución de 1873, que no llegó a ser apoyada por las Cortes,
se establecíaEspaña como
una república federal de 17 estados federales y varios territorios de
ultramar. Cada estado y municipio podía tener su propia
constitución, ademas de que los municipios tendrían
división de poderes (Alcaldía, Ayuntamiento y Tribunales
locales). En el Estado, el poder ejecutivo lo tendría el gobierno (el
presidente de la República nombraría al jefe de gobierno), el
legislativo estaría en 4 manos de dos Camaras elegidas por
sufragio universal masculino y el judicial lo ostentaría el Tribunal
Supremo.
Pragmatica Sanción: fue originariamente un término con que
se aludía a una limitación de los poderes del príncipe. Después del II
concilio de Constantinopla, el emperador Justiniano recompensó al papa
Virgilio el año 554 con una sanción pragmatica por la que
le concedía buena parte de Italia y varios privilegios para la Iglesia.
La pragmatica sanción de Bourges
es también importante en eclesiología. El clero francés la
proclamó el 7 de julio de 1438 durante el concilio de Basilea. Establecía
el derecho de la Iglesia de Francia a administrar los bienes temporales
independientemente del
papa y rechazaba los nombramientos papales para los beneficios vacantes. Fue
una forma temprana de galicanismo y duró hasta el concordato de Bolonia
de 1516.
Narvaez
(Ramón María Narvaez y de Campos, duque de Valencia)
Militar y político español (Loja, Granada, 1799 - Madrid, 1868).
Segundón de una familia de labradores acomodados de la pequeña
nobleza andaluza, ingresó en el ejército con sólo quince
años. Durante el Trienio Constitucional(1820-23) se decantó por
los partidarios del
liberalismo y tuvo un papel destacado en la lucha contra la sublevación
absolutista de la Guardia Real de Madrid (1822). Ello le obligó a
retirarse del ejército cuando la invasión
de los «Cien mil hijos de San Luis» restableció a Fernando
VII como rey
absoluto. Muerto el rey diez años mas tarde, Narvaez se
reincorporó al ejército y defendió la causa del liberalismo y el
Trono de Isabel II en la Primera Guerra Carlista (1833-40). Ascendió
rapidamente por los éxitos obtenidos en los frentes del Norte
(batallas de Mendigorría, 1835 y Arlaban, 1836), el Maestrazgo,
Andalucía y La Mancha; pero en esas campañas se fue enconando
también su rivalidad personal con Espartero, que habría de
degenerar en enfrentamiento político desde 1838.
La persecución de la que fue objeto por Espartero le obligó a
exiliarse en Francia durante la Regencia de éste (1841-43); y, dado que
su rival había asumido el liderazgo de la rama progresista de los liberales,
Narvaez se inclinó hacia la rama conservadora,
convirtiéndose pronto en el maximo dirigente del partido
moderado. Dirigió la sublevación militar que derrocó a
Espartero en 1843 (encuentro de Torrejón de Ardoz), ascendiendo entonces
a teniente general y capitan general de Castilla la Nueva.
En 1844 era llamado a formar gobierno, iniciando una serie de siete periodos como primer ministro de
Isabel II: 1844-46, 1846, 1847-49, 1849-51, 1856-57, 1864-65 y 1866-68.
Impulsó la elaboración de la Constitución de 1845, que se
mantuvo vigente hasta 1868; perotambién otras muchas leyes importantes,
como la reforma fiscal de Mon (1845), el Código Penal (1848) o las
reformas administrativas de Bravo Murillo. En suma, conformó el Estado
español contemporaneo según la ideología
liberal-conservadora de su partido y según su temperamento autoritario:
detuvo el proceso de desamortización de los bienes eclesiasticos,
amordazó a la prensa, organizó una Administración centralizada
y reprimió los movimientos populares impidiendo tanto el resurgimiento
del carlismo (Segunda Guerra Carlista, 1849) como la extensión a
España de las revoluciones europeas de 1848.
El gran poder que atribuyó a la Corona en la Constitución de 1845
se vio correspondido con el sistematico otorgamiento de la confianza
regia, que encargaba al «espadón moderado» la
formación de gobierno con independencia de la voluntad del electorado,
permitiendo después la «fabricación» de unas Cortes
adictas mediante el fraude electoral; tal tergiversación del sistema
político representativo llevó a los progresistas al
pronunciamiento militar y a la revuelta popular como únicos medios de
acceder al poder, lo que consiguieron en 1854 (contando en parte con el apoyo
de Narvaez para derrocar a un gobierno ultraconservador de escasa base
social).
Narvaez se mantuvo apartado de la política activa durante el
Bienio Progresista y, tras la caída de Espartero en 1856, regresó
estableciendo un sistema de alternancia con un partido de vocación
centrista, la Unión Liberal del general O’Donnell. Durante todo el
reinado de Isabel II, Narvaez representó elprincipal soporte del
Trono, como jefe indiscutible del partido moderado y arbitro entre sus
tendencias internas; su muerte en 1868 dejó al partido descabezado y
dividido, facilitando el triunfo de la revolución que derrocó a
la reina en aquel mismo año. Tras haber contribuido a vencer la
resistencia absolutista, implantó una monarquía constitucional
inspirada formalmente en los principios liberales, pero la vació en gran
parte de contenido con su exagerado autoritarismo y su política
conservadora; su legado es, por tanto, ambiguo, como representante
político de las oligarquías de notables locales y grandes
propietarios que sustentaron su régimen.
Mendizabal
Hijo de Rafael Alvarez Montañés, comerciante, y de
Margarita Méndez, aprendió idiomas modernos y recibió
formación comercial en el negocio de su padre. Durante la Guerra de la
Independencia, sirvió en el Ejército del Centro y, habiendo sido
capturado en dos ocasiones, logró fugarse en ambas. El 21 de febrero de
1812 se casó con Teresa Alfaro y desde entonces decidió cambiar
su segundo apellido, Méndez, por Mendizabal, para ocultar el
origen al parecer judío de los Méndez, según la
opinión mas generalizada, por mas que en 1811, siendo
Ministro de Hacienda del Ejército del Centro, firmaba ya sus documentos
como Mendizabal, tal y como se puede encontrar en el Archivo
Histórico Provincial de Albacete, por lo que su nombradía como
Mendizabal le precedía antes de casarse.
Entró en contacto con Vicente Bertran de Lis, del que aceptó un empleo, pasando
poco después a sersocio suyo. Comisario de guerra honorario en 1817.
Desde 1819 se encarga de los suministros del
ejército de Andalucía, lo que le permite prosperar y le pone en
contacto con los revolucionarios liberales, convirtiéndose en uno de
ellos. Fue masón del
'Taller Sublime' de Cadiz junto a Francisco Istúriz y
Antonio Alcala Galiano. Adelantó dinero (que se hizo pagar) para
la conspiración de Rafael del Riego y se unió a su tropa desde el
27 de enero hasta el 4 de marzo de 1820. Se dedica por entonces a la
importación de carey de Birmingham para fabricar peines. Durante la
marcha de las Cortes a Cadiz en 1823, Mendizabal organizó
el traslado y avitualló lo que quedaba del ejército y se encargó
también de la intendencia de la Cadiz sitiada. El 30 de
septiembre de ese año escapó a Gibraltar.
Condenado a muerte por el absolutista Fernando VII como tantos otros, marchó emigrado a
Londres, donde ingresó en prisión por deudas, aunque pronto
logró salir a flote negociando la importación de vinos
españoles. Allí consolidó una gran red de amigos y socios
que en el futuro le resultarían muy útiles. Sus negocios le
llevaron a Francia al menos en 1828 y en 1830.
Intervino en la financiación de la expedición de Vera en 1830 de
acuerdo con Ardouin y otros financieros. Después intervino
también en la financiación y organización de la guerra
civil portuguesa, en el bando liberal, por supuesto. También financió
una fuerza militar en Bélgica. En 1834 el conde de Toreno le
invitó a volver a España y fue nombrado ministro de Hacienda el
13 de junio de 1835,alcanzando la Presidencia del Gobierno en lugar de Toreno
el 25 de septiembre. Aunque estaba implicado en la 'revolución de
las juntas', negociaba semisecretamente también con la Junta de
Andújar, la de Barcelona, con Istúriz, Alcala Galiano,
Argüelles y el Conde de las Navas.
El partido mendizabalino no era popular, a pesar de la fama que le dieron los
decretos desamortizadores del 19 de febrero y 8 de marzo de 1836, la llamada
Desamortización de Mendizabal, que pasó las propiedades
improductivas y en poder de la iglesia y las órdenes religiosas, no a
manos del pueblo, como era la intención de Mendizabal, sino a las
manos de la oligarquía terrateniente, con lo que se impidió la
formación de una clase media o burguesía que realmente
enriqueciera al país y no siguiera ocupando latifundios improductivos.
El procedimiento seguido para evitar que las propiedades pasaran al pueblo fue
el subastar las propiedades en grandes bloques que los pequeños
propietarios no podían costear. Mendizabal no gestionó el
desarrollo del proyecto, pues la reina gobernadora le depuso el 15 de mayo de
1836, menos de un año después de llegar al poder, aunque
volvió a ser ministro de Hacienda (11 de septiembre) con Calatrava
después de la Revolución de 1836.
Otra reforma importante fue la redención de quintas, con la que daba
oportunidad a los burgueses de pagar si no querían que sus hijos fuesen
al servicio militar y por consiguiente a la guerra. Lo que favorece a las
clases poderosas y da un paso atras en el pensamiento liberal porque ya
no habría igualdadentre individuos.
Ya en 1835 había sido elegido Mendizabal procurador por Gerona, pero en 1836 lo fue por Barcelona,
Granada, Pontevedra,
Malaga, Cadiz y Madrid (eligió Cadiz), lo que da
idea de su poder. De nuevo en 1836-1837 y en 1838-1839 fue diputado por Madrid. En 1839, elegido
diputado por Madrid, Albacete y Murcia,
optó por Murcia.
Lo fue por Madrid en 1840; en 1841 lo fue también,
aunque fue elegido también por Albacete, Avila, Murcia, Cadiz y Toledo.
Cuando se debatió la regencia por la minoría de edad de Isabel
II, se declaró en favor de la regencia triple contra Espartero, esto es,
militó en el bando de los 'Trinitarios'. Representó a Madrid en la primera
legislatura de 1843 y ese año volvió a ser ministro de Hacienda,
pero la contrarrevolución le hizo huir a Francia y no regresó
hasta 1846. Todavía fue diputado por Madrid entre 1846 y 1850.
Sufragio universal
El sufragio universal consiste en el derecho a voto de toda la población
adulta de un Estado, independientemente de su raza, sexo, creencias o
condición social. Habitualmente se entiende de forma mas
concreta, en el sentido de mas ligado a la extensión del voto a la
población adulta femenina.
En 1789 el poder político comenzó a estar en manos de presidentes
y camaras de representantes, resultando necesario regular su sistema de
elección. A lo largo de los siglos XIX y XX se fueron estableciendo
sistemas electorales que comenzaron siendo muy restringidos y limitados a una
élite, hasta establecer sistemas de reconocimiento universal del voto. Aunque notodos
los países pasaron por las mismas etapas y restricciones, ni en el mismo
orden, en términos generales el sufragio universal se estableció
luego de una evolución a través de los siguientes sistemas:
- sufragio censitario: en el que votaban sólo hombres que cumpliesen una
serie de requisitos de nivel de instrucción, de renta y de clase social;
- sufragio masculino calificado: en el que podían votar todos los
hombres que supieran leer y escribir
- sufragio femenino: reconociéndose el derecho a voto de las mujeres;
- sufragio sin calificación: en el que se establece el derecho a voto de
todas las personas, sin discriminar su nivel educativo, incluyendo a los
analfabetos.
- sufragio sin discriminación racial: se garantiza el derecho a voto de
todas las personas, sin discriminación racial, ni de su pertenencia
étnica u origen nacional.
Espartero
Joaquín Baldomero Fernandez-Espartero Alvarez de Toro
(Granatula de Calatrava, Ciudad Real, 27 de febrero de 1793 -
Logroño, 8 de enero de 1879) fue un general español, que
ostentó los títulos de príncipe de Vergara, duque de la Victoria,
duque de Morella, conde de Luchana y vizconde de Banderas, todos ellos en
recompensa por su labor en el campo de batalla, en especial en la Primera
Guerra Carlista, donde su dirección del ejército isabelino o
cristino fue de vital importancia para la victoria final. Ademas,
ejerció el cargo de virrey de Navarra (1836).
Su padre había encauzado su formación para un destino
eclesiastico pero la Guerra de la Independencia lo arrastródesde
muy joven al frente de batalla, que no abandonó hasta veinticinco
años después. Combatiente en tres de los cuatro conflictos
mas importantes de España en el siglo XIX, fue soldado en la
guerra contra la invasión francesa, oficial durante la guerra colonial
en el Perú y general en jefe en la ya mencionada Primera Guerra
Carlista. Vivió en Cadiz el nacimiento del liberalismo español, senda que no
abandonaría jamas. Hombre extremadamente duro en el trato,
valoraba la lealtad de sus compañeros de armas —término que
no gustaban de oír los demas generales— tanto como la eficacia.
Combatió en primera línea, fue herido en ocho ocasiones y su
caracter altivo y exigente lo llevó a cometer excesos, en
ocasiones muy sangrientos, en la disciplina militar. Convencido de que su
destino era gobernar a los españoles, fue por dos veces presidente del Consejo de Ministros y llegó a la Jefatura del
Estado como
regente durante la minoría de edad de Isabel II. Ha sido el único
militar español con tratamiento de Alteza Real y, a pesar de todas sus
contradicciones, supo pasar desapercibido los últimos veintiocho
años. Rechazó la Corona de España y fue tratado como una leyenda desde
bien joven.
Abrazo de Vergara
Se denomina Abrazo de Vergara a un convenio que se firmó en Oñate
(Guipúzcoa) el 29 de agosto de 1839 entre el general isabelino Espartero
y trece representantes del general carlista Maroto y que dio fin a la Primera
Guerra Carlista en el norte de España. El convenio quedó
confirmado con el abrazo que se dieron Espartero y Maroto el 31 deagosto de
1839 ante las tropas de ambos ejércitos reunidas en las campas de Vergara,
razón de su nombre popular.
Fue firmado tras complicadas negociaciones. Espartero representaba al bando
isabelino o liberal, partidario de Isabel II, y Maroto al bando carlista,
partidario del pretendiente don Carlos,
hermano del
padre de Isabel, Fernando VII. Fue decisiva la mediación del almirante
lord John Hay, jefe de la escuadra de observación britanica con
base en Bilbao, y que ya desde 1837 había comenzado a sondear a los
generales de ambos bandos para hacer fructificar la finalización de la
guerra.
Desde que empezó la guerra, los carlistas de cada provincia vasca y de
Navarra mantenían su propia administración provincial tanto civil
como militar.
El hecho negativo de la falta de coordinación de estas administraciones
quedaba incrementado con el gobierno de la corte del Pretendiente y el
problematico mantenimiento de la tropa formada por los batallones de
Castilla. Como muestra del daño que esta división de
administraciones producía, cabe citar la orden dada por el gobierno de
la Corte a las administraciones de las cuatro provincias con ocasión de
la Expedición Real de facilitar cada una de ellas 200 cargas de
munición que se habían de presentar en 200 mulas guiadas por dos
muleros cada una, y la contestación de la administración
guipuzcoana que decía que no tenía problema para facilitar las
200 cargas de munición, pero sí lo tenía con las mulas y
muleros debido a que estas especies no se criaban en Guipúzcoa.
La anómala situaciónpolítico-militar carlista en la
primavera de 1839 hace preciso examinar cada una de las provincias, el
caracter de la Corte y la circunstancia de los batallones de Castilla
acuartelados en estas provincias, para comprender los hechos que propiciaron el
Convenio.
- Navarra.
Los carlistas navarros dominaban en 1839 el mismo territorio que había
llegado a conquistar Zumalacarregui en mayo de 1835, sólo
incrementado por la franja de terreno comprendida por Los Arcos–Carasol
de Montejurra y Tierra de Estella, terreno cedido voluntariamente por los
isabelinos al establecer Córdova la línea de bloqueo en el
año 1836. El único intento importante de ampliar su territorio
fracasó en Sesma en diciembre de 1838, perdiendo en la acción al
famoso 4.º batallón de Navarra, apodado Hierbabuena. El desastre
aún hoy se recuerda con una jota navarra que dice «no te bajes
a la Ribera, no te vaya a suceder como
a los del Hierbabuena».
El territorio carlista ocupado en Navarra no superaba el 20% de la provincia y
en él habitaba sólo un 5% de la población navarra.
Finalizando la primavera de 1839, tropas isabelinas habían comenzado a
incendiar los campos de cereal del Carasol de Montejurra, el principal granero
carlista.
Resumen:
Artículo 1º — Espartero recomendaría al gobierno
proponer a las Cortes la concesión o modificación de los fueros.
Arts. 2º, 3º, 4º, 5º y 6º — Los empleos, grados
y condecoraciones carlistas serían reconocidos, pudiendo seguir
sirviendo los oficiales a Isabel II acatando la Constitución de 1837 o
bien solicitarel retiro o la licencia temporal. Recibirían los sueldos
que correspondían por reglamento. Los que marchaban a vivir al
extranjero, recibirían 4 pagas por adelantado y las restantes al volver
a España. Todo esto se hacía igualmente extensivo a los empleados
civiles del ejército carlista.
Art. 7º — Lo acordado se aplicaría a los integrantes de las
divisiones de Navarra y Alava si estaban dispuestos a aceptar lo
convenido.
Art. 8º — Los carlistas debían entregar armas, vestuarios y
víveres a Espartero.
Art. 9º — Los prisioneros de los cuerpos de Vizcaya y
Guipúzcoa, así como los de la división castellana que
aceptasen el convenio, quedarían en libertad, reconociéndoles
todo lo acordado en los artículos citados.
Art. 10º — Espartero se comprometía a solicitar al gobierno
—para que éste lo hiciese extensivo a las Cortes— atender a
las viudas y huérfanos de carlistas muertos en la guerra.
O`Donell
Leopoldo O'Donnell, duque de Tetuan) Militar y político
español (Santa Cruz de Tenerife, 1809 - Biarritz, Francia, 1867).
Procedente de una familia de militares de origen irlandés al servicio de
la monarquía española desde el siglo XVIII, hizo sus primeras
armas en defensa de la causa constitucional durante la Primera Guerra Carlista
(1833-40), dandose la circunstancia de que sus hermanos combatían
en el bando contrario.
Fue ascendiendo por méritos de campaña, primero en el frente del
Norte (Lumbier, Unza, Hernani…) y desde 1839 en el Maestrazgo, ya
como jefe del Ejército del Centro y capitan general de
Aragón,Valencia y Murcia; si en el primer escenario llegó hasta
mariscal de campo, el segundo le elevó al grado de teniente general y le
proporcionó su primer título de nobleza, el de conde de Lucena.
Políticamente se encuadró junto a Narvaez entre los
moderados, contrarios al progresismo de Espartero; el triunfo de éste le
hizo exiliarse en 1840, participar en la fallida sublevación de Diego de
León (1841) y en la conspiración de militares moderados que
acabaron con la Regencia de Espartero en 1843. Narvaez le nombró
capitan general de Cuba (1844-48), senador vitalicio (1845) y director
general de Infantería (1848).
En 1854, habiendo degenerado el gobierno moderado bajo el conde de San Luis
hacia posiciones autocraticas y ultraconservadoras alejadas de la
mayoría del partido, O’Donnell encabezó un golpe de Estado
que, secundado por movimientos revolucionarios populares capitalizados por los
progresistas, dio paso a un bienio de hegemonía política de
éstos. O’Donnell se integró como ministro de la Guerra en
un gobierno presidido por Espartero (1854-56), mientras fundaba un partido
propio de vocación centrista, la Unión Liberal, que aspiraba a
situarse entre progresistas y moderados. En 1856 provocó la caída
de Espartero y le sustituyó como jefe de gobierno, poniendo fin al
proceso constituyente abierto por los progresistas, para regresar a la Constitución
moderada de 1845, si bien enmendada con un Acta Adicional que reflejaba la
voluntad unionista de conservar algunas conquistas del liberalismo avanzado.
Se abrió entonces un periodo dealternancia política entre los
unionistas de O’Donnell y los moderados históricos de
Narvaez, que se turnaron excluyendo del poder a los progresistas.
O’Donnell presidió el gabinete en tres ocasiones, en 1856, 1858-63
(el «Gobierno Largo») y 1865-66. Su periodo de gobierno se caracterizó
por una cierta apertura política y un gran auge económico, con
expansión de los ferrocarriles, construcción de obras
públicas y mejora del aparato administrativo y estadístico del
Estado.
La bonanza económica fue empleada para lanzarse a una política
exterior mas activa, estrechamente ligada al expansionismo de la Francia
de Napoleón III: tropas españolas secundaron a las francesas en
las campañas de Indochina (1858-62) y México (1861); esta
última acción, unida a la reincorporación temporal de
Santo Domingo (1861-65) y a la Guerra del Pacífico contra Perú y
Chile (1865-68), pueden interpretarse como una tentativa de recuperar la
influencia española sobre las antiguas colonias americanas.
En esa misma línea de poner las bases para una expansión
colonial, O’Donnell lanzó también la Guerra de
Africa (1859-60), que dirigió personalmente hasta la
ocupación de Tetuan; la campaña le valió el
título de duque, reconociendo Marruecos las posesiones españolas
de Ceuta y Melilla, ademas de adquirir el enclave de Ifni.
O’Donnell se esforzó por apuntalar el Trono de Isabel II,
rechazando el intento de desembarco carlista en San Carlos de la Rapita
(1860), tratando sin éxito de reincorporar a los progresistas al sistema
político y reprimiendo los conatosrevolucionarios de 1866 (insurrecciones
de Prim y del Cuartel de San Gil); su muerte dejó a los moderados como
únicos valedores de la reina, pues los unionistas optaron por aliarse
con progresistas y demócratas para preparar la Revolución que
finalmente la destronaría en 1868.
Castelar
Político español, último presidente de la Primera
República (Cadiz, 1832 - San Pedro del Pinatar, Murcia, 1899).
Tras estudiar Derecho y Filosofía en la Universidad de Madrid, obtuvo
una catedra de Historia Filosófica y Crítica de
España (1857) y se dedicó a la lucha política, canalizada
a través del periodismo (pasó por varios periódicos hasta
fundar el suyo propio en 1864: La Democracia). Defendía un
republicanismo democratico y liberal, que le enfrentaba a la tendencia
mas socializante de Pi y Margall.
Desde esas posiciones luchó tenazmente contra el régimen de
Isabel II, llegando a criticar directamente la conducta de la reina en su
artículo «El rasgo» (1865). En represalia por aquel escrito
fue cesado de su catedra, arrastrando en su caída al rector de la
Universidad de Madrid; las protestas estudiantiles contra su cese fueron
reprimidas por el gobierno de forma sangrienta (la «Noche de San
Daniel»). Luego intervino en la frustrada insurrección del Cuartel
de San Gil de 1866, también reprimida por el gobierno; consiguió
huir a Francia al tiempo que recaía sobre él una condena a
muerte.
Participó en la Revolución de 1868 que destronó a Isabel
II, pero no consiguió que condujera a la proclamación de la
República. Fue diputado en lasinmediatas Cortes constituyentes, en las
que destacó por su capacidad oratoria, especialmente a raíz de su
defensa de la libertad de cultos (1869). Siguió defendiendo la
opción republicana dentro y fuera de las Cortes hasta que la
abdicación de Amadeo de Saboya provocó la proclamación de
la República (1873).
Durante el primer gobierno republicano, presidido por Estanislao Figueras,
ocupó la cartera de Estado, desde la que adoptó medidas como la
eliminación de los títulos nobiliarios o la abolición de
la esclavitud en Puerto Rico. Pero el régimen por el que tanto
había luchado se descomponía rapidamente, desgarrado por
las disensiones ideológicas entre sus líderes, aislado por la
hostilidad de la Iglesia, la nobleza, el ejército y las clases
acomodadas, y acosado por la insurrección cantonal, la reanudación
de la Guerra Carlista y el recrudecimiento de la rebelión
independentista en Cuba.
La Presidencia fue pasando de mano en mano -de Figueras a Pi y Margall en junio
y de éste a Salmerón en julio- hasta llegar a Castelar en
septiembre. Para tratar de salvar el régimen disolvió las Cortes
y actuó con la diligencia de un dictador, movilizando hombres y recursos
y encargando el mando de las operaciones a militares profesionales, aunque de
dudosa fidelidad a la República.
Cuando se reanudaron las sesiones de Cortes a comienzos de 1874, Castelar
presentó su dimisión tras perder una votación
parlamentaria, lo cual determinó la inmediata intervención del
general Pavía, que dio un golpe de Estado disolviendo las Cortes y
creando un vacíode poder que aprovechó el general Serrano para
autoproclamarse presidente del Poder Ejecutivo. Liquidada así la Primera
República, el pronunciamiento de Martínez Campos vino a
restablecer la Monarquía proclamando rey a Alfonso XII.
Tras regresar de un largo viaje por el extranjero, Castelar volvió a la
política, encarnando en las Cortes de la Restauración la
opción de los republicanos «posibilistas» que aspiraban a
democratizar el régimen desde dentro; cuando, en los años
noventa, se aprobaron las leyes del jurado y del sufragio universal, Castelar
se retiró de la vida política, aconsejando a sus partidarios la
integración en el Partido Liberal de Sagasta (1893).
Serrano
(Francisco Serrano y Domínguez, Duque de la Torre) Militar y
político español (Isla de León, San Fernando,
Cadiz, 1810 - Madrid, 1885). Hijo de un militar liberal, nació
durante el asedio francés a la plaza de Cadiz, en donde se
reunían las primeras Cortes españolas. Ingresó en el
ejército en 1822 y ascendió por méritos propios durante la
Primera Guerra Carlista (1833-40).
Francisco Serrano
En 1839, siendo ya brigadier, dio el salto a la política,
alineandose con la opción progresista que representaba Espartero.
Como diputado, apoyó la Regencia de Espartero (1841), quien le
nombró mariscal y ministro de la Guerra; pero luego se volvió
contra el excesivo poder del regente, cooperando con Juan Prim para derrocarle
(1843).
Hacia 1846-48 fue amante de la reina Isabel II, sobre la cual ejerció
una gran influencia política; el general bonitodespertaba recelos entre
los políticos moderados de la época, que le alejaron de la corte
nombrandole capitan general de Granada (1848). Se apartó
entonces de la política, dimitió del cargo que tenía, se
casó y se dedicó a viajar.
Al estallar una nueva revolución progresista en 1854, volvió para
apoyar otra vez a Espartero. Durante el Bienio Progresista que entonces
comenzó fue director general de Artillería, alineandose
con el partido centrista que quería formar O'Donnell entre progresistas
y moderados (la Unión Liberal). Luego fue embajador en París
(1856), capitan general de Cuba (1859-62) y ministro de Estado (1863).
Fue entonces cuando la reina le nombró duque de la Torre,
añadiendo mas tarde la concesión del Toisón de Oro
por su labor en la represión de la sublevación del Cuartel de San
Gil (1866).
Muerto O'Donnell al año siguiente, Serrano le sucedió como jefe
de la Unión Liberal y sumó al partido a las conspiraciones
antidinasticas de progresistas y demócratas. Participó de
manera decisiva en la Revolución de 1868 que destronó a Isabel
II, venciendo a las tropas gubernamentales en la batalla de Alcolea. Enseguida
fue nombrado presidente del gobierno provisional (1868-69) y, vacante la
jefatura del Estado, recayó sobre él como presidente del Poder Ejecutivo
con tratamiento de alteza (1869-70).
Una vez instaurada la monarquía democratica con la
coronación de Amadeo de Saboya, Serrano fue llamado a presidir el
gobierno en dos ocasiones (1871 y 1872). Al estallar entonces una Tercera
Guerra Carlista, Serrano derrotó alpretendiente don Carlos (VII) en
Oroquieta y firmó el Acuerdo de Amorebieta, con la esperanza de liquidar
el conflicto (1872). El rechazo de las Cortes a este convenio provocó la
caída de Serrano del gobierno. Luego admitió la proclamación
de la Primera República, aunque tuvo que exiliarse por su
implicación en una conspiración (1873).
Cuando el golpe de Estado del general Pavía disolvió las Cortes
republicanas en 1874, Serrano fue nombrado presidente del gobierno y del Poder
Ejecutivo, instaurando una especie de dictadura republicana de talante
conservador; su ambición era perpetuarse como dictador, pero la
destrucción de las fuerzas republicanas había abierto el camino
para la restauración de los Borbones, precipitada en aquel mismo
año por el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto.
Aceptó al nuevo rey, Alfonso XII, y pretendió desempeñar
un papel importante en el nuevo régimen como jefe del Partido
Constitucional. Quedó desairado por Canovas y por el rey cuando
éstos prefirieron a Sagasta como líder liberal, razón por
la que se escindió con el grupo de la Izquierda Dinastica (1881).
Su labor de gobierno, a lo largo de tantos avatares, resulta insignificante,
dado que fue un político sin ideales ni proyectos, al que la
ambición de poder hizo cambiar frecuentemente de orientación y de
lealtades (le apodaron el Judas de Arjonilla, por su tendencia a la
traición y por el lugar en donde tenía su finca). No debe
confundirse con Francisco Serrano Bedoya (1813-82), también general y
político progresista, que también combatióen las guerras
carlistas, apoyó a Espartero, se integró en la Unión
Liberal, participó en la Revolución de 1868, fue ministro de la
Guerra y acabó reconociendo a Alfonso XII.
Amadeo I de Saboya
(Turín, 1845-id., 1890) Monarca español (1870-1873). Hijo de
Víctor Manuel II, rey de Italia, y de María Adelaida de Austria,
heredó el título de duque de Aosta. En 1867 contrajo matrimonio
con María Victoria del Pozzo della Cisterna. Poco antes había
participado en la guerra contra Austria, en la que resultó herido. Tras
el conflicto fue ascendido a brigadier de caballería y, en 1869, a
vicealmirante de la armada.
Por aquellas mismas fechas, en España, la revolución de
septiembre de 1868 provocó la abdicación y el posterior exilio de
Isabel II, lo que a su vez obligó al general Prim, jefe del gobierno, a
buscar un monarca para el trono español. Tras numerosas gestiones entre
las familias reales europeas, se decantó por Amadeo I, representante de
la casa de Saboya, la cual, y según le tratado de Utrecht, tenía
derecho sucesorio en España en caso de faltar la dinastía
borbónica. Amadeo I, a su vez, aceptó el ofrecimiento, siempre y
cuando fuera elegido por las Cortes y reconocido por todos los Estados
europeos.
Al llegar a España, sin embargo, su maximo valedor, el general
Prim, cayó asesinado, con lo cual su situación quedó en
entredicho, puesto que no contaba con el apoyo ni de los republicanos ni de los
carlistas. Aun así, y tras asistir al entierro de Prim, el 2 de enero de
1871, en el que fue su primer acto oficial, encargó laformación
de gobierno al general Serrano, quien formó una coalición entre
progresistas, unionistas y demócratas, todos ellos favorables a la
monarquía.
Sin embargo, pronto se alzaron las voces contrarias a Amadeo I, entre ellas la
del ejército, la de la aristocracia y, sobre todo, la de la Iglesia,
contraria a la vigente Constitución de 1869. Ademas, la creciente
crisis económica y financiera provocó la caída de los
sucesivos gobiernos de Amadeo I, quien, a finales de 1872, insinuó su
voluntad de abdicar, si bien legalmente la Constitución que él
mismo había sancionado se lo impedía.
Finalmente, en febrero de 1873, con la excusa de una sublevación en el
seno del ejército, abdicó, decisión que fue aceptada por
las Cortes, las cuales, a continuación, proclamaron la Primera
República. Amadeo I regresó a Italia, donde recuperó el
título de duque de Aosta y vivió, alejado de la escena
política, hasta su muerte.
Cantonalismo
El cantonalismo es un movimiento insurreccional que aspira a dividir el Estado
nacional en cantones casi independientes.
Partidario de un federalismo de caracter radical (reparto de la riqueza,
mejoras proletarias), su objetivo es establecer una serie de ciudades o
confederaciones de ciudades (cantones) independientes que se federarían
libremente. Recuerda en ciertos aspectos a las polis griegas. El cantonalismo
fue eminentemente un fenómeno de la pequeña burguesía, que
ademas tuvo una gran influencia sobre el naciente movimiento obrero, y
constituyó un precedente para el anarquismo en España.
En Españaha habido dos momentos en los que se podría hablar de
'fenómeno cantonalista'.
-Primer período
Artículo principal: Revolución Cantonal.
El primero de esos fenómenos tuvo lugar durante la I República,
el 12 de julio de 1873, cuando estalla la insurrección en Cartagena bajo
el nombre de Revolución Cantonal, extendiéndose en los
días siguientes por muchas zonas de las entonces regiones de Valencia,
Andalucía (especialmente el de Granada), Cartagena (el cual
soportó durante algunos meses la represión de Nicolas
Salmerón gracias a disponer de arsenal militar y control
marítimo) y en las provincias de Salamanca y Avila, lugares todos
ellos en los que se llegaron a articular cantones (estados independientes
voluntariamente federados en la Unión Española), destacando
también, en Extremadura, el intento de constituir cantones en Coria,
Hervas y Plasencia. Pi i Margall, viendo que se declaraban cantones
independientes por la tardanza de la imposición de las mejoras, dimite
de su cargo abdicando en Salmerón, que dedica su escaso mandato a
reprimir el movimiento. Esta represión se prolonga hasta el golpe de
estado (que rompe la Primera República Española) del general
Martinez Campos, en Sagunto.
Segundo período
Artículo principal: Revolución Española de 1936.
-El segundo período citado como quiza adscribible a esta
denominación, pese a no serlo de una manera ideológica como el
anterior, corresponde al final de la Segunda República Española,
durante el que se desarrolló una Guerra Civil y la llamada
Revolución Española de 1936, cuandodurante meses se establecen
decenas de Comités y Consejos municipales y comarcales (excepcionalmente
existiran algunos de mayor ambito) autónomos del poder del
Estado, con sus propias monedas y billetes, llegando en algunos casos a
declararse independientes municipios o provincias (Asturias y León se
declaran soberanas a finales de agosto de 1937 con la constitución del
Consejo Soberano de Asturias y León, comunicando esta decisión a
la Sociedad de Naciones).
Pi y Margall
Político español, presidente de la Primera República
(Barcelona, 1824 - Madrid, 1901). Procedente de un medio obrero, estudió
hasta doctorarse en Derecho (1847). Luego se ganó la vida como profesor,
traductor y empleado de un banco, al tiempo que daba sus primeros pasos como
escritor y crítico literario. Vinculado al Partido Demócrata
desde que llegara a Madrid en los años cuarenta, participó en la
Revolución de 1854 y se orientó cada vez mas hacia la
política: en 1854 publicó sus ideas federalistas en La
reacción y la revolución; desde 1857 sostuvo polémicas en
defensa del socialismo contra los demócratas individualistas o
liberales.
En 1864 adquirió notoriedad como director del periódico La
Discusión, desde el cual difundió su ideología; por ese
motivo hubo de exiliarse en París durante la reacción que
siguió a la intentona revolucionaria de 1866. La estancia en
París le permitió profundizar en el conocimiento de Proudhon
-fallecido el año anterior-, autor cuya influencia es visible en el
pensamiento de Pi y que él mismo traduciría al español.
Allí maduró Pisu ideología revolucionaria, basada en la
destrucción de la autoridad para sustituirla por el libre pacto
constitutivo de la federación.
El triunfo de la Revolución de 1868 le permitió regresar y ser
elegido diputado en las Cortes constituyentes. Se erigió como uno de los
grandes líderes del republicanismo, en una vertiente federalista y
cercana al socialismo (lo que le permitía conectar mejor con las aspiraciones
sociales de las clases trabajadoras y con las aspiraciones de
descentralización política de su ciudad natal). En consecuencia,
se opuso al caracter monarquico de la Constitución de
1869, y -ya como maximo dirigente del Partido Republicano Federal, desde
1870- combatió el reinado de Amadeo de Saboya.
Cuando éste abdicó, Pi fue uno de los impulsores de la
proclamación de la Primera República española (1873). El
primer presidente de la misma, Figueras, que conocía bien a Pi por
haberle tenido empleado en su bufete de abogados, le encomendó el
difícil Ministerio de la Gobernación; desde aquel cargo, Pi hizo
lo que pudo por mantener el orden público, contener el movimiento
cantonalista y procurar que las elecciones arrojaran un resultado favorable
para el régimen.
Al dimitir Figueras, fue el propio Pi y Margall quien se hizo cargo del Poder
Ejecutivo (formalmente no existía el cargo de presidente de la
República, en tanto no se promulgara una nueva constitución). Lo
hizo con un amplio programa de reformas políticas y sociales que no pudo
llevar a cabo, pues sólo se mantuvo durante algo mas de un mes,
acosado por larebelión cantonalista (que nacía de una lectura
radical del ideal federalista) y por la división entre las filas
republicanas: a la tradicional oposición entre socialistas e
individualistas se unía la ruptura entre unionistas y federalistas, y la
propia división de los federalistas entre moderados y radicales.
Tras el golpe de Estado de 1874 que restableció la Monarquía de
los Borbones, Pi y Margall se retiró temporalmente de la política
y se dedicó a su trabajo como abogado, pensador y escritor. En los
años ochenta, aprovechando la tolerancia de los gobiernos liberales,
volvió a la actividad pública para reorganizar a los republicanos
federales. Confiando en las posibilidades de éxito que les
ofrecería la restauración del sufragio universal en 1890,
creó en aquel mismo año un periódico propio (El nuevo
régimen) e impulsó la definición del programa del partido
en 1894.
Su prestigio le permitió ser elegido diputado en 1886, 1891 y 1893; pero
perdió popularidad al ser el único líder republicano que
no se dejó arrastrar por el ardor nacionalista durante la Guerra de Cuba
(1895-98): propugnó la concesión de la independencia a las colonias
y se opuso a la guerra contra los Estados Unidos, modelo de democracia
republicana y federal.
Madoz
(Pamplona, 1806 - Génova, 1870) Político español.
Ejerció la abogacía en Barcelona y militó en las filas del
Partido Progresista. Debido a su trabajo, estableció una afinidad muy
estrecha con la burguesía catalana y estuvo muy vinculado a sus
intereses industriales, que siempre defendió a ultranza.Inició su
trayectoria política en 1836, año en el que fue elegido diputado,
y mantuvo su escaño durante varias legislaturas, hasta 1856. Fue
ministro de Hacienda en 1855, y durante su ministerio presentó el
proyecto de ley de desamortización general civil y eclesiastica,
que incluía también las propiedades de los ayuntamientos.
Esta ley inauguró una nueva etapa, dado su alcance político y
económico. La desamortización consistía en una
acción legal cuyo objetivo era liberar y entregar a la
adquisición pública las propiedades inmuebles atesoradas por
entidades que no amortizaban sus bienes, como la Iglesia y los municipios.
En 1856 se opuso al golpe de Estado de O'Donnell como jefe de la milicia
nacional y, tras la revolución de 1868, fue designado gobernador de
Madrid y miembro de la comisión encargada de ofrecer la Corona
española a Amadeo I de Saboya. La elección del nuevo rey supuso
un período de interinidad en la jefatura del Estado provocada por los
continuos enfrentamientos entre los partidos políticos y por las
presiones internacionales. Los progresistas, a los que pertenecía Madoz,
consiguieron finalmente que su candidato, Amadeo de Saboya, fuese elegido el 16
de noviembre de 1870.
Madoz fue uno de los fundadores de la estadística en España, con
su traducción y ampliación de la Estadística de
España, de Moreau de Jonnès, en 1835. También
redactó Diccionario geografico-estadístico-histórico
de España y sus posesiones, obra basica para conocer la
economía del siglo XIX y el imperialismo colonial español.