El proceso de cambio que se produce en la cultura a lo
largo de los años 50 y 60 en Europa y América, introduce una serie de novedades
esenciales.
Una serie de fenómenos diversos explicitan este
cambio.
- El pensamiento antropológico y etnológico que introduce esta nueva dimensión
de la cultura técnicay simbólica para explicar los procesos generales del
arte y la cultura en los pueblos primitivos.
- Aparece una nueva disciplina, la arqueología industrial, de origen británico,
que amplia el campo del
estudio de la historia hacia los auges de la industrialización.
- El campo de los museos y de lo museable se amplía, integrando nuevos aspectos
sociales, científicos y técnicos para convertirlos en verdaderos focos de
transformación e influencia social.
Son años en los que la cultura marxista llega a Europa.
Esto tiene influencia también en el campo de la arquitectura,
en el que el interés por la dimensión social de la arquitectura ha ido en
aumento.
Son años en los que se genera una amplia cultura de masas, que presenta
diversas caras
- Se dirige hacia el cumplimiento de la promesa de socialización del saber y de los
procesos técnicos.
- Peligro de la manipulación, la homogeneización y el consumismo.
El interés por la cultura y la arquitectura se evidencia en estos años y
sintoniza también con la corriente tipológica que reivindica la arquitectura
vernacular, la permanencia de las tipologías urbanas y la lógica colectiva de
la construcción de la ciudad frente a anticuadas visiones centradas sólo en los
lenguajes personales y en los estilos.
Esta revalorización de la memoria colectiva, habrá tenido en
el campo de la historia moderna su explicitación en las propuestas de la
llamada “historia de las mentalidades”.