23 de enero de 1958
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El 23 de enero significa el fin de una dictadura, de una tiranía
terrible, de un gobierno militar. Y que representa un
momento estelar de participación política ciudadana y
conjunción de la sociedad civil, los partidos y un sector institucional
de las Fuerzas Armadas. Por ello pensamos que es vital que se
conmemore, que se recuerde, que no se olvide lo que se acabo el día 23
de enero en Venezuela.
Igualmente, con este nombre se conoció, algo ya
olvidado, un espíritu de convivencia, dialogo y tolerancia entre
los distintos grupos políticos posterior al derrocamiento de la
última dictadura militar. Consenso que giraba
alrededor de la institucionalización de la nueva democracia.
Preludio del 23 de enero
Cuando ya los aires navideños envolvían los hogares venezolanos,
también crecía el ímpetu colectivo por la libertad.
La inestabilidad política era elocuente y la caída de la
dictadura se daba por descontada porque el temor cundía en el
corazón mismo del régimen, aunque el
general Pérez tenía mas equilibrio emocional que el
comandante de hoy. Las libertades públicas cobraban aliados con el
desafío valiente y persistente de empresarios, trabajadores y
estudiantes.
La prensa tuvo en esos tiempos, al igual que ahora, una destacada
participación. Los periodistas no son aliados de los dictadores y
siempre han luchado por la libertad de pensamiento y
expresión.
'ElPresidente de la República' tiene miedo.
Se nota en cada actitud delirante. Se
le agota el tiempo. Sus dos ministros estrellas no ocultan sus temores
porque conocen los antecedentes de la caída del general. Esta es la misma lucha de aquellos días cuando la oscuridad
abría horizontes para la unidad nacional. Y la
oscuridad se convirtió en meridiana claridad para hacer posible el
derecho de convivencia democratica.
De nuevo el derecho a vivir en democracia lo ejerce la sociedad a través
de los trabajadores, los sectores empresariales, los gremios profesionales y la
prensa libre, y lo estan ejerciendo igualmente los militares con
vocación democratica de diferentes maneras.
Los hechos del
23 de enero
En 1957 nadie se lo esperaba. La crisis económica y los continuos roces del
gobierno dictatorial con la Iglesia Católica y con ciertos grupos
empresariales fueron aislando al régimen. Una
oposición disminuida por la represión y el exilio venía
unificandose. En Venezuela la Junta Patriótica,
mínima en tamaño, dirigida por Fabricio Ojeda, y conformada por
representantes de la Unión Republicana Democratica, Acción
Democratica, Partido Comunista de Venezuela y COPEI inició una
campaña popular para minar al régimen.
En Nueva York Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera
se reunieron con Eleazar López Contreras para alcanzar un amplio
consenso y no cometer los errores que llevaron al traste la experiencia
democratica del trienio 1945 – 1948.
En diciembre de1957 Marcos Pérez Jiménez ejecuta su última
jugada, convoca un plebiscito que, siendo fraudulento,
precipita su salida. El 21 de noviembre de 1957 una
manifestación estudiantil contra el plebiscito es reprimida duramente.
Diciembre parece terminar en calma.
El régimen dictatorial se enorgullecía de serlo institucional: el
gobierno de las Fuerzas Armadas Nacionales. Enero de 1958 hizo público
el estado de descomposición interna de la base de sustentación
del régimen, primero la aviación, luego la división de
tanques de Hugo Trejo, finalmente la Armada, el gobierno se venía abajo,
y Marcos Pérez Jiménez lo sabía.
El avión presidencial, 'La Vaca
Sagrada', despega rumbo a Santo
Domingo con un dictador
derrocado en su interior. Marcos Pérez Jiménez huye del
país. El pueblo sale a la calle a recuperar su libertad arrebatada una
década antes.
Enero de 1958 es un mes para recordar, como de hecho lo es todo ese año,
se inicia con el bramante sonido de aviones vaciando su metralla sobre el
Palacio de Miraflores y termina con la victoria de Acción
Democratica y de Rómulo Betancourt en unas cerradas elecciones,
libres y populares, sobre Wolfgang Larrazabal.
El 1° de enero de 1958 un sonido ensordecedor
despierta a los caraqueños: aviones de la base aérea de Maracay sobrevuelan Caracas.
Jóvenes oficiales se alzan en Maracay contra la dictadura. Hugo
Trejo con una división de tanques dirigiéndose a Miraflores se
desvía hacia Los Teques,
decisión que nadieentendió. Al poco tiempo el golpe de Estado de un sector de las Fuerzas Armadas, liderado por la Armada, se
convierte en una rebelión popular.
La primera Junta, encabezada por Wolfgang Larrazabal, tenía dos
personeros del
régimen depuesto, la presión popular, y la de Hugo Trejo, obliga
a la salida de dichos miembros y a su sustitución por dos civiles:
Eugenio Mendoza y Blas Lamberti.
Durante todo el año de 1958 la situación no es clara,
como mencionamos en un artículo anterior,
la salida del dictador no era garantía
de consolidación inmediata del
régimen democratico. El regreso de los curtidos
líderes de los partidos políticos, Betancourt, Machado, Caldera,
Villalba, mas maduros, mas realistas, no garantiza una
transición suave. Tienen que enfrentarse a las inmensas
posibilidades de una regresión militar o a una radicalización de
los sectores mas jóvenes de los partidos, situación
evidente dentro de Acción Democratica, que llevaría al
temprano fin del
nuevo experimento democratico.
Muchos altos jerarcas de las Fuerzas Armadas seguían manteniendo no
sólo fuertes relaciones con el viejo régimen, sino que esperaban
pescar en el río revuelto de los días de enero para
adueñarse de la situación y mudar un personalismo militarista, el
de Pérez Jiménez, por un militarismo personalista, el propio; en
ese marco se comprende la rebelión de Castro León y de Moncada
Vidal, la salida intempestiva de Hugo Trejo y la intranquilidad de los sectores
políticos. En esemarco se comprende la política de unidad que
recorre ese año, los civiles se encontraban
asediados e inseguros. El Pacto de Punto Fijo viene a reflejar un acuerdo general, un consenso amplio contra la
regresión militar y por la consolidación democratica.
¿Cuando se rompió el espíritu del 23 de enero?
Muchos reiteran que con la firma del
Pacto de Punto Fijo; lo cual parece inexacto, ya que dicho acuerdo se logra en
el marco de la unidad y de la búsqueda del consenso típica de esta
época. Otros remiten a la toma de posesión de
Rómulo Betancourt o al radicalismo de la ultra izquierda y al inicio de
la lucha armada.
¿Qué nos dejó ese enero?
¿Qué fue el espíritu del 23 de enero? El
inicio del camino
hacia la construcción de una sociedad democratica enmarcada dentro
del reformismo capitalista y la
búsqueda del
consenso entre diversas elites. Al reflexionar sobre la instauración de
la democracia en Venezuela en 1958 no se puede dejar de pensar en su
paralelismo con el trienio adeco y el octubrismo sucedaneo, ni en el
papel consensual que el Pacto de Punto Fijo y el puntofijismo tuvo en la
consolidación del nuevo régimen.
La política de unidad de los primeros años de democracia, que
lleva a dos gobiernos de coalición entre 1959 y 1969, se enmarca frente
a dos procesos y contra dos adversarios: por un lado, Acción
Democratica y Rómulo Betancourt específicamente, no
querían por ningún motivo, repetir los errores que provocaron su
derrocamiento en 1948; por elotro, la consolidación de un régimen
político plural y moderadamente reformista se conformaría luego
como la vitrina democratica de América Latina frente a la
propaganda de la ultra izquierda.
Los dos adversarios: la regresión militarista que, en nombre de un
anticomunismo ramplón, intentó repetidas veces adueñarse
de la situación; y la ilusión de la ultra izquierda que,
siguiendo la aventura de Castro y Guevara pretendían llevar la
revolución al continente.
Detalles importantes de enero de 1958, una rebelión militar que
resquebraja la unidad del régimen dictatorial se
convierte, vía presión popular y unidad civil, en el camino a la
estabilización democratica. ¿Qué
implica eso?
Una base realmente popular de los partidos políticos, una capacidad de
movilización real en la calle y una capacidad inmensa para el
dialogo en los líderes. Hoy cuesta creerlo pero la
ciudadanía tenía verdadera fe en sus
partidos políticos y en sus líderes. El poder
de convocatoria se debía a una solidez moral y a una organización
nacional y popular. Los líderes no temían al pueblo, sino
que actuaban como
vanguardia organizada del
mismo.
De cualquier manera la importancia del 23 de enero de 1958 esta ligada,
mas alla del hecho menudo, a la decisión de una sociedad
de liberarse del miedo, sacarse de encima la represión, y salir a la
calle a defender su derecho a gritar, hablar, organizarse y labrarse su propio
destino. Todas las razones para celebrarlo, y para
jamas olvidarlo.