SANCHEZ PARGA, José. DEL MULTICULTURALISMO A LA INTERCULTURA-LIDAD. Globalización, gobernabilidad y cultura. ILDIS-ABYA
YALA-CELA, Quito,
1997, pp. 116-124.
Se realiza una aproximación crítica hacia el multiculturalismo en
tanto concepto que únicamente se detiene en la constatación de
que las culturas son diferentes, haciendo alusión a un
relativismo cultural que rechaza todo tipo de alteridad e impide la convivencia
e intercambio entre culturas.
Se propone introducir, como factor constitutivo de la cultura y su desarrollo,
el lenguaje de la interculturalidad o lo intercultural como expresión de
múltiples inter-relaciones entre culturas diferentes, que, conjuntamente
con los conflictos de poder, explican los diferentes procesos de luchas
étnicas en nuestros países.
… La idea de multiculturalismo aparece como una
solución intermedia entre la asimilación y el comunitarismo
relativista igualmente rechazable: la reivindicación de las
especificidades culturales, que no es necesariamente un obstaculo para
las integraciones culturales, a menos que se encuentren ligadas a otros tipos
de discriminaciones sociales, políticas, religiosas, etc. Pero esto
supone pensar el multiculturalismo en términos de interculturalidad,
inscrito en un progreso de democracias culturales,
capaz de mostrar en la misma practica que cada cultura produce
significaciones de un valor universal (tanto histórica como globalmente) a partir de las
experiencias particulares de cada identidad cultural.
La afirmación de la multiculturalidad se limita a la constatación
del
hecho cuantitativo que lasculturas son diferentes y muchas; pero el no
pronunciarse sobre la relación entre ellas ni sobre la producción
de la diferencia que las constituyen, conduce al relativismo cultural y al
etnocentrismo. Este riesgo multiculturalista de un
relativismo cultural, conduce, simultaneamente al ghetto y a las
exclusiones, cuando la defensa de una identidad se transforma en rechazo de
todo tipo de alteridad cultural, e impide la convivencia e intercambio de
culturas.
La pluriculturalidad y su factor constitutivo, la interculturalidad, por el
contrario, definen que la cultura sólo puede ser pensada y vivida,
conjugada y declinada, 'en plural'; y por consiguiente, sólo
existe en cuanto relación cultural y 'reconocimiento' de las
otras culturas, y a partir de la cual se identifican en cuanto 'diferentes'.
La pluriculturalidad introduce en cada cultura particular una diversidad de
formas que la sustraen de su propia fetichización. La pluriculturalidad
se define por la misma interculturalidad, por la combinación, en un territorio dado, de una unidad social y de una pluralidad
cultural mediante intercambios y comunicaciones entre actores, que utilizan
diferentes categorías de expresión e identificación, de
analisis e interpretación. El término de
'intercultural' significa la idea de inter-relación, de comunicaciones
e intercambios entre culturas diferentes. Pero lo
'intercultural' no es sólo la entrada en relación a dos
realidades independientes y relativamente dados y fijos, sino que es el mismo
fenómeno de interacción por el cual tales realidades, las culturas,
se constituyen y diferencian en cuanto se comunican entre ellas.Cada entidad
(identidad) cultural se forma a través de un proceso de
asimilación y de diferenciación por referencia a otras entidades.
Lo 'intercultural' define menos un campo
comparativo en el que se trataría de poner en consideración
entidades cerradas ya constituidas que un campo interactivo, donde estas
entidades se constituyen y acceden a la conciencia de sí mismas y a su
propia identidad.
Si el factor constitutivo de toda cultura y su desarrollo es la
interculturalidad, sera necesario explicar por qué razón
en muchas situaciones, siempre a lo largo de la
historia y en particular en el mundo moderno se declaran guerras culturales y
luchas etnocidas. Un analisis superficial de
numerosas situaciones de la historia contemporanea han conducido a
suponer que el mundo actual y futuro se encontrara cruzado por
'primordiales conflictos étnicos'. Ello se basa en tres
presupuestos falsos: a) que las identidades étnicas son tan antiguas como
inmutables, b) que estas identidades movilizan los pueblos a enfrentarse y
destruirse entre ellos, y que la diversidad y diferencias étnicas llevan
inevitablemente a la violencia.
En primer lugar, la etnicidad es producto de las
políticas modernas. Aunque pueblos y grupos han
poseído siempre una identidad derivada de su propia formación
cultural (lingüística, religiosa, ecológica), han comenzado
a considerarse a sí mismos como
miembros de amplios grupos étnicos, opuestos los unos a los otros,
sólo durante los modernos períodos de colonización y de
constitución de los Estados nacionales. Por tal
razón, las actuales violencias no se arraigan en una etnicidad
primordial, ni en lasespecíficas diferencias culturales, sino mas
bien en las modernas políticas que afilian los pueblos a ideales y
proyectos nacionalistas. Siendo así como la 'etnicidad' se
vuelve 'nacionalismo', cuando incluye reivindicaciones de
territorios, de recursos y de poder. En segundo lugar, tampoco las grandes
diversidades culturales se encuentran asociadas con una mayor conflictividad
interétnica. Muchos Estados con diversidades étnicas, a pesar de
sus conflictos internos, no han sufrido violencias
interétnicas, mientras que países con menores diferencias
culturales se han encontrado enzarzados en sangrientas luchas. Esto demostraría que no son las diversidades y diferencias
entre etnias y culturas, sino su relación con el poder, lo que llega a
desestabilizar una convivencia política.
Los juicios y los empleos de la idea de etnicidad ilustran la
importancia de la interiorización y desocialización de las
cuestiones culturales. La etnicidad puede ser, con frecuencia, el
único principio de construcción de la identidad de quienes no
pueden definirse por lo que hacen y producen. ¿Cómo
podrían los grupos étnicos estigmatizados como marginales o inferiores hacer frente a
la exclusión y descomposición personal y colectiva, si no
reivindicaran su identidad étnica y no multiplicaran sus signos
positivos de pertenencia a una tradición o practica diferentes de
la mayoría Los movimientos étnicos no han sido ni son únicamente instrumentos de
inserción y participación de categorías dominadas y
alienadas, también son portadoras de orientaciones culturales y sociales
modernizadoras en sí mismas y aplicables al conjunto de la sociedad