Dolores Veintimilla de Galindo (Quito, 1829 -
Cuenca, 1857)
Precursora del Romanticismo en Ecuador.
Su paso por la vida y su muerte, acontecimientos siempre polémicos, han servido de inspiración para numerosas obras
literarias. (Ricardo Marquez Tapia, La Safo ecuatoriana. Dolores
Veintimilla Carrión de Galindo, 1968; G. H. Mata, Dolores Veintimilla
asesinada, 1968, 1976,
1977; Alicia Yanez Cossío, Y amarle pude, 2000).
Nace en una época de luchas revolucionarias y guerras civiles, que
desembocan, entre otros hechos, en el asesinato del Mariscal Sucre
(Berruecos, Colombia). Dolores Veintimilla, de
alma libre y gran sensibilidad es el ejemplo vivo del espíritu romantico que
ella anticipa en el país
¡Y amarle pude .Al sol de la existencia
Se abría apenas soñadora el alma .
Perdió mi pobre corazón su calma
Desde el fatal instante en que le hallé.
(Quejas)
Su vida y obra estan cruzadas permanentemente por la
sombra de la incomprensión y la intolerancia.
Su espíritu rebelde y su hipersensibilidad la elevan a la
categoría de heroína romantica y tragica, a la vez
que la predisponen al sufrimiento y a la maledicencia dela sociedad
En mi nombre mi sino me pusiste!
Sino, madre, bien triste!
Mi corona nupcial esta en corona
De espinas ya cambiada.
Es tu Dolores ay! tan desdichada!
(Sufrimiento)
Casada a los 18 años con un médico colombiano, se traslada con
él a Guayaquil y, luego a Cuenca, lugar donde queda con su hijo,mientras
Galindo emprende nuevos viajes, esta vez fuera del país.
En Cuenca,
organiza tertulias literarias, en las que participan los mas conocidos
intelectuales de la época.
Mas la pacatería de la ciudad, aislada y
autosuficiente, hace que la gente pronto empiece a murmurar sobre el
comportamiento de esta mujer, atractiva, buena lectora y de libre pensamiento.
La situación se complica cuando, en abril de 1957, Dolores, por medio de
una hoja volante, Necrología, defiende a un
indígena condenado a muerte bajo la acusación de parricidio. (Y este parece ser el primer alegato en Ecuador contra
la pena de muerte, vigente entonces). En esa hoja demanda 'que pronto, una
generación mas civilizada y humanitaria que la actual, venga a
borrar del
Código de la Patria de tus antepasados la pena de muerte'.
El arzobispo de Cuenca, Vicente Solano, junto a otro sacerdote, Ignacio
Marchan, contestan a esa hoja con otra, denominada Graciosa
Necrología, justificando el castigo, para lo cual se basan en citas de
las Sagradas Escrituras; y presentando a Dolores como enemiga de la
religión católica; esto, en una sociedad rayana al fanatismo
religioso
Se multiplican entonces las calumnias y los maltratos contra la escritora,
quien es tildada de inmoral, atea, panteísta.
Ella, en A mis enemigos, su último poema, escribe
¿Qué os hice yo, mujer desventurada,
Que en mi rostro, traidores, escupís
De la infame calumnia la ponzoña
Y así matais a mi almajuvenil?
Poco después del ajusticiamiento, incapaz de
hacer frente a su destino, y luego de escribir una carta a su madre, ingiere
cianuro. No cumple aún los 28 años de edad. Dolores se despide de
la vida con estas palabras
Mamita adorada:
Perdón una y mil veces. No me llore. Le envío mi retrato,
bendígalo: la bendición de una madre alcanza hasta la eternidad.
Cuide de mi hijo y dele un adiós al desgraciado
Galindo. Me he suicidado.
D. V.
Por su forma de muerte, no pudo ser enterrada 'en sagrado', sino en
un lugar destinado a herejes, ajusticiados y suicidas, según un precepto
católico.
Solo muchos años mas tarde llegaría el marido a exhumar
sus restos y a trasladarlos a un lugar digno. Pero hasta hoy nadie sabe dónde descansa Dolores.
Juan León Mera, escritor contemporaneo de Dolores, al evaluar la
situación de la mujer de su época y las circunstancias que
llevaron a la muerte de la poeta, escribe en su Ojeada
Histórico-Crítica, 'Acabese, por Dios, nuestra
criminal indiferencia respecto de las mujeres; alentémoslas,
saquémoslas a la luz para que fueron creadas, sentémoslas a
nuestro lado y busquemos en ellas la mejora de nuestra propia
condición.'
De su pluma se conservan muy pocos textos. Parece que
antes de suicidarse quemó sus escritos; solo quedan 9 en verso y 3 en
prosa, recopilados póstumamente.
Pero, pese a ello, Dolores Veintimilla, con su obra intimista, de gran lirismo
y armonía; lenguaje de un casticismo perfecto,forma simple y gran
aliento, precursora de todo un movimiento literario, es figura cardinal en las
letras
ecuatorianas.
ANHELO
¡Oh! ¿dónde esta ese mundo
que soñé
alla en los años de mi edad primera?
¿Dónde ese mundo que en mi mente
orlé
de blancas flores? ¡Todo fue quimera!
Hoy de mí misma nada me ha quedado
pasaron ya mis horas de ventura,
y solo tengo un corazón llagado
y un alma
ahogada en llanto y amargura.
¿Por qué tan pronto la ilusión pasé?
¿Por qué en quebranto se trocó mi risa
y mi sueño fugaz se disipó
cual leve nube al soplo de la brisa?
Vuelve a mis ojos óptica ilusión
vuelve, esperanza, a amenizar mi vida, vuelve, amistad,
sublime inspiración
yo quiero dicha aun cuando sea mentida.
A MIS ENEMIGOS
¿Qué os hice yo, mujer desventurada
que en mi rostro, traidores, escupís
de la infame calumnia la ponzoña
y así matais a mi alma
juvenil?
¿Qué sombra os puede hacer una insensata
que arroja de los vientos al confín
los lamentos de su alma
atribulada
y el llanto de sus ojos? ¡ay de mí!
¿Envidiais, envidiais que sus aromas
le dé a las brisas mansas el jazmín?
¿Envidiais que los pajaros entonen
sus himnos cuando el sol viene a lucir?
¡No! ¡no os burlais de mí sino del cielo
que al hacerme tan triste e infeliz,
me dio para endulzar mi desventura
de ardiente inspiración rayo gentil!
¿Por qué, por qué queréis que yo sofoque
lo que en mi pensamiento osa vivir?
Por quématais para la dicha mi alma?
¿Por qué ¡cobardes! a
traición me herís?
No dan respeto la mujer, la esposa
La madre amante a vuestra lengua vil
Me marcais con el sello de la impura
¡Ay! nada! nada! respetais en mí!
LA NOCHE Y MI DOLOR
El negro manto que la noche umbría
tiende en el mundo, a descansar convida.
Su cuerpo extiende ya en la tierra fría
cansado el pobre y su dolor olvida.
También el rico en su mullida cama
duerme soñando avaro en sus riquezas
duerme el guerrero y en su ensueño exclama:
-soy invencible y grandes mis proezas.
Duerme el pastor feliz en su cabaña
y el marino tranquilo en su bajel
a éste no altera la ambición ni saña;
el mar no inquieta el reposar de aquel.
Duerme la fiera en lóbrega espesura
duerme el ave en las ramas guarecida,
duerme el reptil en su morada impura,
como el insecto en su mansión florida.
Duerme el viento, la brisa silenciosa
gime apenas las flores cariciando
todo entre sombras a la par reposa,
aquí durmiendo, mas alla soñando.
Tú, dulce amiga, que tal vez un día
al contemplar la luna misteriosa
exaltabas tu ardiente fantasía,
derramando una lagrima amorosa,
duermes también tranquila y descansada
cual marino calmada la tormenta,
así olvidando la inquietud pasada
mientras tu amiga su dolor lamenta.
Déjame que hoy en soledad contemple
de mi vida las flores deshojadas
hoy no hay mentira que mi dolor temple,
murieron ya mis fabulas soñadas.