María I de Inglaterra, conocida como
María Tudor (Greenwich, Inglaterra, 18 de febrero de 1516 - Londres,
Inglaterra, 17 de noviembre de 1558), fue reina de Inglaterra e Irlanda desde
1553, siendo la tercera mujer en acceder al trono inglés, después
de Matilde de Inglaterra y de su sobrina segunda Juana Grey. Era
hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón.
Fue la cuarta monarca de la dinastía Tudor; recordada por abrogar las
reformas religiosas introducidas por su padre, Enrique VIII, y por someter de
nuevo a Inglaterra a la autoridad del Papa, el 30 de noviembre de 1554, con el
apoyo del Cardenal Reginald Pole. En dicho proceso, condenó a casi 300
religiosos disidentes a morir en la hoguera en las Persecuciones Marianas,
recibiendo por ello de la historiografía protestante el apodo de
María la Sanguinaria (en inglés, Bloody Mary).n 2 El
restablecimiento del catolicismo romano fue revertido por su sucesora y medio
hermana, Isabel I, hija del rey Enrique VIII (padre de ambas) y su segunda
esposa, la dama de compañía de Catalina y después reina
Ana Bolena. María fue la única hija de Enrique
VIII y su primera esposa, Catalina de Aragón que sobrevivió a la
infancia. Su madreabortó en varias ocasiones,
una hermana nació muerta y tres hermanos apenas vivieron. Por parte de madre era nieta de Fernando II de Aragón y de
Isabel I de Castilla. Nació en el Palacio de Placentia en Greenwich,
Londres. Fue bautizada con el cardenal Wolsey como padrino. Fue
una niña enfermiza con problemas de visión y dolores
de cabeza. John Hussey, barón Hussey de Sleaford fue
su chambelan, y su mujer, Lady Anne, hija de George Grey, una de sus
ayudantes.
A pesar de sus problemas de salud, fue una niña
precoz. Gran parte del reconocimiento de su esmerada
educación se la debe a su madre, quien contó para ello con el
erudito Juan Luis Vives. También estudió
griego, ciencias y música. En julio de
1521, con apenas cinco años y medio, entretenía a las visitas
tocando el virginal, un pequeño clavicémbalo. Enrique
VIII la adoraba y alardeaba frente a sus amistades de su buen comportamiento.
A la edad de nueve años, su padre le donó su propia corte en el
Castillo de Ludlow, así como varias prerrogativas reales, solo
concedidas al Príncipe de Gales, llamandola incluso Princesa de
Gales. En 1526, fue enviada a Gales para presidir el Consejo
de Gales y las Marcas. A pesar del afectoque le profesaba,
Enrique VIII estaba decepcionado por la ausencia de hijos varones.
Durante su infancia Enrique VIII negoció posibles
matrimonios para su hija. Cuando solo tenía dos años fue
prometida al hijo del
rey a Francisco I de Francia, pero tres años después se
canceló el trato. En 1522 se acordó el Tratado de Windsor por el
que se casaría con su primo, el emperador Carlos V, que por entonces
contaba con 22 años. Sin embargo, el compromiso se
rompió años después. Fue entonces cuando se
sugirió la boda con el padre del delfín de Francia,
Francisco I, quien deseaba una alianza con Inglaterra. Un
tratado de matrimonio se firmó en el que se estipulaba que María
se casaría con Francisco I o su segundo hijo Henry, duque de
Orléans. Sin embargo, el cardenal Thomas Wolsey,
consejero jefe de Enrique VIII, consiguió asegurar la alianza sin el
matrimonio.
Mientras, el matrimonio de los padres de María estaba en peligro debido
a la falta del
heredero varón. El rey intentó la anulación,
pero el Papa Clemente VII lo rechazó. Se especula con que la
decisión del Papa estuvo influida por el
antiguo prometido y sobrino de la madre de María, Carlos V. Enrique VIII
había alegadoconsanguinidad (a pesar del
debate sobre la posible consumación del matrimonio), ya que su esposa
había estado casada anteriormente con su hermano Arturo. En 1533 Enrique
VIII se casó en secreto con Ana Bolena y mas tarde el matrimonio
con Catalina fue declarado invalido. Enrique entonces rompió
relaciones con la Iglesia Católica y se proclamó cabeza de la
Iglesia Anglicana. Como consecuencia de ello,
Catalina de Aragón perdió su título de reina pero mantuvo
el de Princesa viuda de Gales, título que llevaría como viuda del príncipe Arturo. María fue
declarada ilegítima, pasó a recibir el trato de Lady María
y se desterró de la línea de sucesión, ocupando su puesto
su hermanastra, la hija de Ana Bolena, la futura Isabel I. María fue
expulsada de la Corte, así como sus sirvientes de sus trabajos y fue
obligada a servir como dama de compañía de Isabel I. No se le
permitió ver a su madre ni asistir a su funeral
en 1536. Se dice que la razón del frío comportamiento
hacia su hermanastra Isabel se debió al trato que recibió durante
estos años.
María Tudor a los 28 años, por el maestro John.
Cuando Ana Bolena fue decapitada, Isabel perdió su tratamiento de
princesa, pasó a sertratada como
Lady Isabel y fue eliminada de la
línea de sucesión. Pocos días
después de la muerte de Ana, Enrique VIII se casó con Jane
Seymour, quien murió tras dar a luz a un
varón, el futuro Eduardo VI. María fue la
madrina y presidió el duelo en su funeral. En respuesta a este gesto, Enrique VIII le concedió una casa y le
permitió residir en los palacios reales. La publicación de los
gastos personales que hizo durante ese periodo
demuestran que residió en Hatfield House, en el Palacio de Beaulieu,
también llamado Newhall, Richmond y Hunsdon.
En 1543 Enrique VIII se casó por sexta vez, en esta ocasión con Catalina Parr, quien consiguió unir a toda la
familia. Un año después, mediante el Acta de Sucesión,
Enrique VIII volvió a incluir a sus dos hijas en la línea de
sucesión detras de su hijo Eduardo, a pesar de seguir siendo
ilegítimas de manera oficial.
Enrique VIII murió en 1547 y su hijo Eduardo VI le
sucedió. Puesto que todavía era menor, la regencia
pasó a un consejo dominado por protestantes que
intentó implantar su fe en todo el país. Por ejemplo, el acta de
uniformidad 1549 prescribía los ritos protestantes, tales como el uso del libro de oraciones de Thomas Cranmer.