Mientras la Asamblea
deliberaba, la hambrienta población de París, irritada por los
rumores de conspiraciones monarquicas, reclamaba alimentos y soluciones. El 5 y el 6 de
octubre, la población parisina, especialmente sus mujeres, marchó
hacia Versalles y sitió el palacio real.
Luis XVI y su familia fueron rescatados por La Fayette, quien les
escoltó hasta París a petición del pueblo. Tras este suceso, algunos miembros conservadores de la Asamblea
Constituyente, que acompañaron al rey a París, presentaron su
dimisión. En la capital, la presión de los
ciudadanos ejercía una influencia cada vez mayor en la corte y la Asamblea.
El radicalismo se apoderó de la camara, pero el objetivo
original, la implantación de una monarquía constitucional como
régimen político, aún se mantenía.
Pero los principales
problemas a que hubo de enfrentarse la Asamblea fueron el religioso y el
financiero. Para evitar la temida bancarrota, se decidió nacionalizar
los bienes del
clero, que fueron posteriormente puestos a la venta para amortizar así
la deuda pública. Los títulos emitidos como reembolso de
las deudas pendientes del Estado se conocieron con el nombre de asignados. Es
decir, el Estado emitió títulos de ladeuda (asignados)
garantizados por los bienes de la Iglesia, con los cuales podían ser
reembolsados.
Pero la emisión de asignados fue tan
grande que acabaron funcionando como papel moneda,
depreciandose rapidamente y originando una fuerte
inflación. Aunque con la venta de los bienes de la Iglesia habían
surgido nuevos propietarios dispuestos a no perder lo garantizado por la
Revolución, la inflación galopante introdujo un
Incluso lacorrupción, la malversación de fondos públicos, la impunidad legal,
la ineficiencia y partidización infestó al sistema judicial venezolano,
resquebrajando la credibilidad de los venezolanos en sus instituciones, lo cual
aceleró un clima de irrespeto por las normas jurídicas
que sustentaban la sociedad.
La dependencia exclusiva del
petróleo significó sostener el sistema en sus tres pilares fundamentales, a
saber: la renta petrolera, las cada vez más crecientes expectativas sociales de
solución de las dificultades que enfrentaban y el aseguramiento de la
representación y la legitimidad del
sistema. Sin embargo, esta economía sustentada en el modelo petrolero-además
del control de precios y los subsidios –encubría un proceso inflacionario que
irrumpiría, posteriormente, en la escena económica; además, la concepción
equivocada de los planes de desarrollo condujeron al incremento del
endeudamiento público y crearon una crisis financiera, fiscal, y socioeconómica
sin precedentes. El modelo establecido de democracia representativa se
caracterizó por la restringida participación popular en la toma de decisiones
políticas mediante la expresión del sufragio cuando se celebraran
los comicios electorales, forjándose un sistema político elitista y excluyente
que mar ginó a la gran mayoría de los ciudadanos. Las
principales decisiones las adoptaban las élites gobernantes y estos tenían
asegurado sus intereses frente a los intereses generales.
Esen este entorno donde se articularon, como factores reales de poder, los
partidos políticos tradicionales, los grupos económicos y de presión, los
medios de comunicación, la Iglesia Católica, las Fuerzas Armadas e, incluso,
las individualidades poderosas de la sociedad venezolana, que garantizaron que
no serían afectados sus intereses por la regla de la mayoría en la formulación
de políticas públicas.
Ante la situación de decadencia del
viejo sistema se planteó, como
alternativa política, la salida jurídica de la misma mediante una reforma
general de la Constitución vigente, basada en la falta de salidas
institucionales ante la crisis de representatividad de los partidos
tradicionales. A esto se añadió el agotamiento del modelo rentista y el debilitamiento de los órganos
estatales, todo lo que de conjunto erosionó con fuerza la legitimidad de las
bases del
sistema. Se estaba en presencia sin dudas, del último intento desde dentro del sistema de salvar las bases y pilares en los cuales
se erigió durante casi treinta años, denotando cuanto este había sido capaz de
devorarse como
propuesta seria de construcción social. Sin embargo, el fracaso de dicho
intento, marcado por el ascenso al poder de la alternativa presentada por Hugo
Chávez, al pueblo, permitió que este accediera verdaderamente a un ejercicio de
su poder soberano, convocando una Asamblea Nacional Constituyente, que por
primera vez descansó en la legitimidad de la soberaníapopular.
Con la aprobación y promulgación del nuevo texto constitucional, en diciembre
de 1999, comenzaron a sentarse en Venezuela las bases de una democracia
participativa y protagónica una democracia ¨ no excluyente ¨ sino ¨
incluyente¨, que permite el acceso al pueblo a la adopción de las decisiones
políticas de la sociedad. El establecimiento de nuevos instrumentos que
viabilizan al efecto tal posibilidad, y permiten al
pueblo participar en la formación, ejecución y control de la gestión pública, como vía que garantiza el
completo desarrollo individual y colectivo. Esto significa, sin dudas, el
aporte más trascendental dentro del sistema político venezolano
actual, dado por el nuevo texto constitucional.
El nuevo sistema político se erige, además, en los pilares del nacionalismo
como expresión de la defensa de la soberanía frente a la globalización y la
implementación de políticas neoliberales en nuestro continente-, en el rescate
del ideario y el pensamiento de Simón Bolívar, de Ezequiel Zamora y de Simón Rodríguez
y en la constante búsqueda de una sociedad humanista , bolivariana,
re
factor de inestabilidad social que acabaría pasando factura. Al perder
sus bienes y suprimirse los diezmos, la Iglesia francesa pasó a depender
económicamente del Estado. Por esta
razón la Asamblea Constituyente hubo de emprender una reforma y
racionalización de la organización eclesiastica que se
concretó en la Constitución civil del clero (12 de
julio de 1790). Mediante esta norma jurídica,
la Iglesia francesa pasaba a tener un caracter mas nacional,
alejandose de la dependencia del Papa. Se reducía el
número de obispos, se cambiaba el sistema de nombramientos y se
exigía prestar juramento constitucional a todos los miembros del
estamento eclesiastico. Esta medida originó la división del
clero francés en juramentado o refractario, según jurase o no,
aportando un elemento mas de discordia al asentamiento de la
Revolución.