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Etica y profesion - Humildad



Las tres virtudes formales


Humildad.


Se trata de actitudes basicas que afectan a todos los contenidos valiosos por igual. Humildad la ambición de recorrer la escala axiológica, llegar incluso a los valores mas altos y por eso mismo mas arduos de realizar.
El hombre ha de tomar en si los valores como fines objetivos d su vida.
Estamos aquí para realizarlos, este es el verdadero y único sentido de la vida humana.
Humildad es aceptar los valores como la razón de ser de nuestra vida. Lo valioso en si es Dios mismo, no el hombre ni cosa alguna fuera de Dios. En la obediencia de un valor no se ha de ver humillación o frustración, sino todo lo contrario, una liberación y una exaltación.


La disposición contraria es la soberbia. En estado químicamente puro de soberbia no es humano. El hombre se adhiere al mal no solo por su decisión de libertad positiva, sino también por la ofuscación de su inteligencia y por la presión de sus pasiones o instintos no suficientemente controlados.
El hombre humilde si peca o realiza antivalores éticos, lo hara mas por debilidad que por soberbia. Sera capaz de arrepentirse. Pero si el hombre adentra en el camino del orgullo, el arrepentimiento se hacemas problematico.

Constancia.

Significa llevar la practica. Hace falta traer de hecho los valores a la existencia, vivirlos, ponerlos en obra.
La constancia tenacidad o perseverancia es el esfuerzo para vivir todos los valores y su jerarquía.
Solemos llamar pasiones a lo instintivo en nosotros, para ser mas exactos.
Las costumbres, los habitos adquiridos que llegan a constituirse en una segunda naturaleza, pues presentan una no menor inercia que las pasiones.
La constancia es entonces la virtud formal que consiste en obligar mas o menos por la fuerza las pasiones a enderezarse hacia el bien.
El vicio formal opuesto a la constancia es obviamente la pereza.
La pereza se trata de la renuncia al esfuerzo por ser mejores. Se prefiere comodidad a la fatiga que supone la conquista de los valores.

La muerte de la zarina Isabel en Rusia y el acceso al trono de Pedro III primero y de Catalina II poco después abrieron a Federico el camino para una alianza que le permitió emprender la reconstrucción del país y convertirse en uno de los soberanos mas influyentes del continente. En política interior impulsó una serie de reformas iluministas, apoyandose en la nobleza, a la que respetó sus privilegios: establecimiento de una administración centralizada; reorganización de la hacienda pública, con aumento de la presión fiscal; supresión de las aduanas interiores; creación de una banca estatal; reforma de la administración dejusticia, con abolición de la tortura; e introducción de nuevos cultivos, como la patata y el nabo, y aplicación de modernas técnicas productivas. Propició el comercio y la industria sobre bases mercantilistas que favorecieron el desarrollo económico, fomentó la tolerancia religiosa y, en continuidad con la línea militarista emprendida por su antecesor, perfeccionó la organización y el funcionamiento del ejército e incrementó sus efectivos. Hombre de vasta cultura, Federico II atrajo a su corte a intelectuales y artistas como Voltaire y Bach, quien le dedicó su Ofrenda musical.

Por su parte, el propio monarca compuso algunas piezas musicales, como una Sinfonía en Re mayor, escribió tratados en los que expuso su pensamiento político y sus particulares ideas acerca del Estado, como Antimaquiavelo (1739), Testamentos políticos (1752-1768) y Ensayo sobre las formas de gobierno (1777), participó en el trazado de los planos de los palacios de Sans-Souci y Potsdam y del edificio de la Ópera de Berlín, y puso su sello a un estilo que transita entre el rococó y el neoclasico. También tuvo participación directa en el reordenamiento urbano de Berlín, una ciudad que durante su reinado se convirtió en una urbe moderna y dinamica. Fomentó así mismo las ciencias a través de la Academia de Berlín y sancionó la obligatoriedad de la enseñanza primaria.

No se desea ser malo, pero no se esta dispuesto a pagar el precio que implica ser bueno.
La pereza puede ser descrita también como la renuncia a subir hasta la cima por la dura cuesta de los valores.
Pereza significa entonces lo mismo que mediocridad o tibieza. Cuanto mas se asciende en la cuesta de los valores, tanto mayor es la exigencia axiológica de lo perfecto.

Prudencia.
Laprudencia es una de esas virtudes de las que apenas se habla y que, sin embargo, resulta ser una clave en el dificílisimo arte de ordenarnos rectamente en nuestra relación con el prójimo. No nacemos prudentes, pero debemos hacernos prudentes por el ejercicio de la virtud. Y no es tarea facil.
El pensamiento puede descarriarse como se descarría la voluntad, porque esta expuesto a las mismas pasiones y a los mismos condicionamientos. Pensar y bien exige una gran atención, no sólo sobre las cosas, sino principalmente sobre nosotros mismos.

Hay que saber estar atentos sobre las razones, pero mucho mas sobre nuestras pasiones que son las que nos impulsan al error. Porque los hombres solemos errar por precipitación en nuestros juicios, afirmando cosas que la razón no ve claras, pero que estamos impulsados a afirmar como desahogo de nuestras pasiones. Quien no sabe controlar sus pasiones, tampoco sabra controlar sus razones y se hace responsable moral de sus yerros.
La razón es la que ha de regir nuestra conducta en la verdad y por eso la prudencia es la primera de las virtudes cardinales. Pero la verdad requiere tener sosegada el alma para conseguir tener sosegada la mente con objetivas razones.


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