La historia del pueblo mapuche ha estado marcada por la resistencia a la
intervención cultural y territorial llevada a cabo inicialmente por el
imperio Inca, luego por el colonizador español, y finalmente por el
Estado chileno, en mas de cinco siglos de enfrentamientos casi
continuos. Ante estos hechos hay que recalcar que el pueblo mapuche no tiene en
sí una cultura de “guerra”, de hecho, a la llegada de
colonizador español, no poseía estructura militar alguna, sino
que su organización ante la invasión es ocasional. Si bien la
resistencia ante el colonizador español fue la única en todo el
continente que no cedió, resulta significativo, y a la vez
paradójico, que del cruce de ambos pueblos surgiera el mestizaje que
sería uno de los pilares del nacimiento de la sociedad chilena, junto al
nacimiento del elemento “criollo” (hijos de españoles
nacidos en América), quienes unidos forjarían una identidad nueva
para dar paso al surgimiento de las naciones latinoamericanas. Precisamente, el
conflicto surge desde aquel momento, ya que con el nacimiento de los nuevos
estados no se consideró a los pueblos indígenas como un factor
“necesario” para forjar naciones que adoptarían modelos
europeos de sociedad. Al menos no desde las cúpulas del poder. Desde
entonces, las posibilidades de los pueblos indígenas aparecen como un eterno dilema
entre la inminente integración a una sociedad modernizada(otransmoderna)
o la preservación de su cultura en los límites entre lo urbano y
lo rural.
Desde el punto de vista del Estado, la frontera
histórica delimitada por los territorios mapuches, ha sido la
“piedra en el zapato” de la república durante casi dos
siglos. Procesos violentos como la “Pacificación de la
Araucanía” han infundido el miedo sobre el cual se instaura la
obediencia civil del habitante chileno, donde el Ejército de Chile y
posteriormente las FFAA, han tenido un rol protagónico, al nacer
institucionalmente para combatir a un enemigo que se encuentra al interior de
la nación, interviniendo según el historiador Gabriel Salazar,
veintitrés veces en contra de la clase trabajadora, integrada
históricamente por población indígena y mestiza.
De esta forma se configura en el Chile del s.XIX un escenario de guerra casi
permanente, desde los inicios de la república, con una guerra
practicamente heredada desde la colonia, como lo fue la guerra de Arauco
con mas de trescientos años de duración, donde murieron
mas de cincuenta mil españoles, al punto que un gobernador se
atrevió a afirmar que “la guerra de Arauco cuesta mas que
toda la conquista de América”. El caracter indómito
del pueblo mapuche hizo que esta región de América fuese
caracterizada en España como una “tierra de guerra”,
situación que se mantuvo hasta que, poco a poco, la población
mapuche fue sucumbiendo a los embates de una (trans)-modernidad naciente.
EL CONTEXTO
En la actualidad, el pueblo mapucheen Chile
es el pueblo originario mas numeroso al interior de dicha nación,
con un 87,3% del
total de la población indígena del país. (aprox. 1.000.000 hab.). En las últimas décadas, las precarias
condiciones de la vida rural e indígena del país,
han motivado un importante fenómeno de migración hacia las
ciudades, el mapuche ha debido introducirse en el núcleo de la sociedad
chilena para buscar mejores condiciones de vida, enfrentando una fuerte
discriminación por su condición étnica. El rechazo de la
sociedad chilena a lo indígena ha sido un
factor histórico de conflicto a nivel social y estatal. Desde el punto
de vista cultural, ha sido un elemento mas bien
“mitificado” que resaltado desde su valor intrínseco, como aquel pueblo que no
se doblegó ante el colonizador, pero siendo a la vez despojado de su
territorio ancestral y discriminado en términos sociales y
económicos.
El (re)nacimiento del concepto de Nación
Mapuche, se trata de un fenómeno político que cuestiona la
soberanía de los estados nacionales de Chile y Argentina, agregando un
elemento de suspicacia sobre la reafirmación de la identidad nacional en
base a métodos violentos y la creación de símbolos
patrios, como ha sido tradicional en la historia de los países latinoamericanos.
Hoy, la violencia de estado esta presente en la región de la
Araucanía, pese a no configurarse un escenario de guerra, por diversos
motivos, se trata de un antagonismo declarado entre un pueblo que busca
preservar su cultura y suforma de vida, y un estado que busca, por una parte,
refirmar su autoridad “ordenadora” de una nación, y por
otra, alcanzar una integración “políticamente
correcta”, aunque con serias contradicciones y no menos dificultades y
carencias culturales que hacen que la paz real sea, hasta el momento, una meta
difícil de alcanzar.
El territorio ancestral de los mapuches, al oriente y occidente de los Andes,
el MelWixan Mapu o Wallmapu,tuvo històricaente
un reconocimiento como territorio autónomo,como en en efecto
sucediò el 6 de enero de 1641 cuando españoles y mapuche se
reunieron, por primera vez en un Parlamento con Wingka (“Winka
Kollog”) del cual surge lo que sería la Nación Mapuche,
establecíendo el Río Bío-Bío como frontera entre
dos naciones soberanas. Así, el “el territorio comprendido entre
el Bío-Bío y el Toltén se constituyó en una
jurisdicción no perteneciente a la Gobernación de Chile,
“relacionado directamente -como nación independiente- con la
colonia” (Bengoa 1985: 3), espacio que fue finalmente invadido a partir
de 1870 con la dominación del Ejército que no culminó sino
hasta 1883. Desde ese momento, el pueblo mapuche
empieza a quedar sin su mas preciado valor, aquello que les da sentido
de existencia, y hasta su nombre, la tierra. (mapu:
tierra che: hombre). Aún así, las comunidades que aún resisten
en el Sur, y que se han hecho visibles desde 1997 en su conflicto con las
forestales y las hidroeléctricas, han tenido la fuerza suficiente para
reclamaraquello que les perteneció durante siglos. Hoy piden justicia y
se les niega sistematicamente de forma mas cruenta aún por
el hecho de ser indígenas. El Estado de Chile nunca ha tenido la
intención real de reconocer el derecho de los pueblos a ejercer su
propia forma de vida, con su cultura y sus tradiciones en un territorio, ante
el temor del surgimiento de “un estado dentro de un estado”, como
un temor político pues la ratificación del protocolo de acuerdo
nº 169 de la OIT por parte del senado de Chile, sólo constituye una
acción simbólica hasta el momento, y por otra parte el deseo de
explotación económica de un lugar tan rico en recursos naturales.
La actitud del
Estado de Chile ha sido la de forzar una asimilación cultural que
resulta destructiva para el patrimonio cultural mapuche, al interior de las
ciudades, dejando de lado su idioma, sus costumbres y sus creencias.
LOS RETOS
Ante estas realidades, surgen preguntas osadas, o no convencionales en
términos del futuro mediato:
-Podría la sociedad política y la sociedad civil no-mapuche de
Chile en forma consensuada, intentar reunir esfuerzos junto a la comunidad
internacional, y junto a un claro liderazgo de las organizaciones mapuche,
propiciar la implementación de una estrategia integral para combatir la
discriminación cultural y el prejuicio étnico?
-Cual debería ser la esencia de las políticas públicas
del Estado chileno, y cual el espíritu
de las acciones concretas destinadas a ello?
-Podría el Estadochileno,a través de sus
instituciones centrales, ceder poderes deliberativos, ejecutivos y de derecho
consuetudinario locales?, en términos de lograr:
•La admisión jurídica de la organización de las
unidades territoriales del
Meli Wixan Mapu.
• El ejercicio de la autodeterminación política como
accionar de una comunidad en el proceso de constituirse en sujeto de su propio
desarrollo
• La autogestión, como instrumento de injerencia y aprendizaje de
dicho accionar frente a los quehaceres concretos de la producción, el
medio-ambiente, la salud, la educación y la cultura.
• La articulación de estos procesos con acciones públicas,
de nivel local y descentralizado, del Estado chileno , para que en materia de
desarrollo económico e infraestructura, educación,
protección del medio-ambiente, salud integral y derechos civiles, logren
fomentar el crecimiento económico comunitario y propicia rel empleo,
abriendo fuentes de trabajo accesibles a los recursos y habilidades disponibles
en cada una de las unidades territoriales del Meli Wixan Mapu
• La habilitación de instancias de coordinación local que
garanticen la efectividad de estos mecanismos de coordinación, controlen
la administración de los recursos públicos para la asistencia
social (incluyendo préstamos o donaciones privadas) y supervisen la
distribución equitativa de esos recursos, a nivel de la comunidad. En la
implementación de este tipo de estrategia, una especial
consideración merecera el enfoque de equidad degénero,
respetuoso de la cultura mapuche. Sera necesario definir mecanismos de
participación comunitaria que produzcan un quiebre en las conductas de
subordinación de las mujeres mapuche, en forma atinada y paulatina, sin
provocar innecesarias fricciones de género, ni dañar la
organización social propia de la tradición mapuche
.Podría concebirse una estrategia de esta naturaleza? Deberían
todas estas reivindicaciones del Pueblo mapuche
inscribirse en un diseño de políticas públicas que se
defina como un
proceso de largo plazo, que contemple etapas a transitar? Cuales
serían estas fases o etapas? Seran de
diversa temporalidad? A veces simultaneas o
complementarias, según las características económicas, políticas
y socioculturales de cada unidad territorial? Podría la sociedad
chilena facilitar al Pueblo
mapuche el logro de sus anhelos y la esencia ancestral de sus peuma(ilusiones lenguaje mapuche)?
Posibles Soluciones
Es posible que estos interrogantes tengan solución si la sociedad
chilena:
-Acompaña la revitalización de la identidad étnica y
cultural del Pueblo mapuche a través de sus políticas
públicas que contribuyan a la apertura de espacios propicios para el
desarrollo de las organizaciones étnicas autónomas, como actores
sociales protagonistas de su propio desarrollo económico, social y
cultural
- Facilita la utoafirmación de la personalidad étnica y cultural
diferenciada del Pueblo mapuche en un contexto económico de
autogestión, en un escenario políticode autodeterminación
y en un ejercicio ciudadano de autonomía, El Pueblo
mapuchedebería negociar con los Estados chileno y argentino, el
diseño de nuevas políticaspúblicas de regulación
económica y protección del patrimonio cultural y ambiental, através
de la implementación de acciones puntuales y específicos
debatidas yejecutadas por las organizaciones étnicas, propias de cada
unidad territorial. Estas acciones deberían constituirse en un programa de autogobierno del Pueblo mapuche que, a su
vez, contemplara y propiciara una convivencia cultural respetuosa entre mapuche
y no-mapuche
BIBLIOGRAFIA
-El Pueblo Mapuche y el Estado de Chile, origen
y transformación de un conflicto histórico y cultural
David G. Miranda
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-Autonomía o ciudadanía incompleta: el pueblo mapuche en Chile y
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Revista (IIDH),vol 38 2003 pags 233-256
Texto preparado para el Seminario de Expertos sobre Racismo,
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