Entrevista con Gregorio Hernández
Leer para no permanecer en silencio
Gregorio Hernández Zamora es doctor en Lengua y Cultura Escrita por la
Universidad de Berkeley, EU; diseñador y coautor de libros de texto gratuito de
español de primaria y secundaria; profesor del Instituto Superior de Ciencias
de la Educación del Estado de México (ISCEEM), y profesor e investigador
visitante en el Centro para las Américas de la Universidad de Vanderbilt, EU. En esta segunda parte de nuestra entrevista, reflexiona sobre
distintas concepciones de lectura y sobre la forma en que la Secretaría de
Educación Pública las entiende o las censura. Hablaba de los criterios
con que el equipo de Español para telesecundarias seleccionaba lecturas para
los libros de texto. sSe trata de una cuestión tan esencial? Nuestro
planteamiento buscaba responder a una realidad documentada una y otra vez por
observaciones de aula: los alumnos no se involucran en el diálogo y la
discusión de los textos que leen por dos razones fundamentales: primero, porque
la atención didáctica se enfoca siempre en la forma del texto y no en su contenido
(por ejemplo, se pide que lean una noticia para aprender sobre las partes de la
noticia, no para saber qué dice y qué les dice esa noticia); y segundo, porque
los contenidos temáticos de los textos que se leen en la escuela suelen ser
irrelevantes o aburridos para los alumnos, el criterio paraseleccionarlos suele
basarse en cubrir contenidos del programa, no en despertar el interés de los
alumnos sobre lo que leen. sCuál fue la reacción oficial a
sus propuestas? La SEP, o el grupito de funcionarios que se erigió como
tal, niega la posibilidad de interpretar los textos incluidos en los libros de
Español. Junto con sus dictámenes recibimos documentos enteros explicando cuál
debía ser la interpretación “correcta” de los cuentos, poemas, reportajes, noticias
y hasta de las canciones que incluimos en los materiales de Telesecundaria.
Esto se traducía en la necesidad de replantear las actividades didácticas
mismas, para que coincidieran con su interpretación. Además de eso, tanto la
SEP como la asesora académica del proyecto de Telesecundaria encontraron a
menudo razones para censurar textos: algunos porque incluían palabras que
incitaban a la masturbación (por ejemplo, la palabra “desovar”, o un cuento del
libro Atrapados en la escuela), otros porque “dan ideas a los alumnos” (en este
caso se trataba de un excelente reportaje con testimonios de adolescentes
involucrados con el alcohol), otros incluían “información equivocada”, de otros
se dijo que “deforman el lenguaje”, otros “pueden causar daño conductual”,
otros “desfiguran los valores que debe promover la educación”, otros “no
cuentan con el apoyo del subsecretario”, otros no tenían derechos de autor
(aunque ya estaban publicados por la SEP), otros tenían metáforas e ideas que
los alumnos de secundaria no entenderían, otros sería recomendable dejarlospara
el nivel de preparatoria (al que la mayoría de los alumnos de telesecundaria
jamás llega, por cierto), etcétera. En no pocos casos, se aceptó dejar textos a
condición de censurar (es decir borrar o cambiar) palabras, frases o párrafos
enteros; o bien modificando las consignas y actividades para centrar la
atención de los alumnos en los aspectos “dañinos” de ciertos textos. Fue el
caso, por ejemplo, de un texto escrito en una variante no prestigiosa del español,
que no incluía groserías o “malas palabras”, y que era parte de la lección que
cubría justamente el contenido “diversidad del español”. Se discutió mucho este texto y antes de mi despido-exclusión aún estaba en los
libros de 2s grado, pero desconozco si en la versión rasurada que finalmente se
publicó lo dejaron o lo quitaron. Si entiendo bien, usted
plantea que aquí se trata de diferencias de fondo, de concepciones de lectura
opuestas o divergentes. Un punto central en
toda esta discusión es justamente qué se entiende por lector y por lectura.
Nosotros sosteníamos que sí importa trabajar el contenido o significado de los
textos en las actividades didácticas y que hay varias interpretaciones posibles
para cada texto. Lo que quedó claro para nosotros es que, según la SEP, leer
significa no poner atención a lo que el texto dice: ni
a lo que el texto le dice al lector en lo personal, ni a lo que el texto le
dice al lector sobre el mundo en el que vive. De acuerdo con los dictámenes y
con la innovadora terminología del programa RES, que yahemos mencionado, en lo
que deben poner atención al leer y escribir los alumnos es en los “recursos que
sirven para asegurar la cohesión”, en la “estructura sintáctico-semántica”, en
la “organización gráfica”, en las “propiedades de los géneros y tipos de
texto”, en los “aspectos discursivos”, en las “funciones semánticas de los
modos verbales”, en la “función del infinitivo”, en el “contraste entre
funciones semánticas del presente simple del indicativo: habitual, histórico,
atemporal”, es decir, en todo, tmenos en su significado! En
todo, menos en los que los textos les dicen a los adolescentes sobre sus deseos
y frustraciones, sueños y temores, alegrías y tristezas, pensamientos y
emociones. Pero se supone que ése es justamente uno de
los ejes de la reforma. En el discurso, sí, la SEP
recita la necesidad de que los niños aprendan a leer críticamente. Pero squé significa leer críticamente? Para los maestros y
educadores críticos alrededor del
mundo, nutridos por su propia experiencia docente y por las ideas y teorías de
pensadores como
Paulo Freire o Kenneth Goodman, leer críticamente significa leer los textos
para leer el mundo. Desde esta postura, leer de manera fluida
y expresiva no basta; tampoco basta con leer y contestar acertadamente exámenes
estandarizados de “comprensión lectora”. Ni siquiera es suficiente con
leer un texto y relacionarlo con experiencias y
conocimientos previos, como
lo marcan las teorías psicolingüísticas de la lectura. Todo lo anterior es
necesario y es parte del proceso deleer textos, pero lo que verdaderamente
marca la diferencia entre un lector a secas y un lector crítico es la
posibilidad, la capacidad y la voluntad de usar lo que se lee
La metamorfosis Por Franz Kafka Ed. Alianza 110 pp. “Cuando Gregorio Samsa
despertó, se encontró en la cama convertido en un repugnante insecto”. Así
empieza la historia de la extraña transformación de un
hombre en insecto; nos cuenta la tensión que viven su familia y amigos, y sus
experiencias. (Jaime Martínez de Ita, 14 años)
en los textos para interpretar la vida de uno mismo y el mundo en que vivimos.
Históricamente, el significado de los textos fundamentales del pasado y el
presente de los pueblos no lo construyen los lectores individuales. Suele ser prescrito, impuesto y obligado por agentes que producen,
distribuyen y controlan la interpretación “oficial” de los textos. El
punto crucial aquí es éste: aprender a leer críticamente significa aprender que
uno se va a encontrar en la vida con agentes e
instituciones que intentan controlar la interpretación de los textos
importantes (sean textos religiosos, políticos, académicos, jurídicos,
económicos y hasta literarios). Como
lectores, nos toparemos con esta voluntad de controlar el significado de lo que
las palabras significan, lo mismo en la iglesia que en los juzgados, en los
bancos o en la escuela, en el congreso o en las instituciones electorales. Y
sobre este aspecto crucial del convertirse en lector crítico, el plan
de estudios RES no dice prácticamente nada. Sinembargo, este
concepto de lectura y lector críticos es fundamental, pues importa no sólo que
los alumnos aprendan cómo leer y escribir, sino también para qué necesitan
leer, escribir, hablar y pensar. Y la finalidad es una: para que no permanezcan
en silencio y aborden cuestiones y problemas de sus sociedades. Por eso,
relacionar lo que leen y escriben con su experiencia personal, familiar y
comunitario es de importancia suprema, como parte de la experiencia
letrada. Aprender a leer y escribir para dar sacar sus
pensamientos, para encontrar una voz y emprender acciones en el mundo.
Por eso es importante leer textos sobre gente que ha tenido experiencias como
las que ellos han tenido, para aprender que la gente morena, de clase
trabajadora, de origen indígena o rural o marginado, también puede escribir,
pensar y hablar, no sólo leer y escuchar.
El Partenón, Atenas, siglo V a. C. Es el edificio mas
representativo de la cultura helena, su construcción fue
ordenada por el político griego Pericles, es uno de los símbolos
mas ilustrativos de la cultura y la sofisticación de los antiguos
griegos.
Piedra de Rosetta, singularísimo objeto descubierto en 1799 y cuyo
estudio permitió el comienzo del desciframiento de los
jeroglíficos egipcios, lo que abrió el camino a una Historia
Antigua desde nuevos supuestos metodológicos.
La literatura del
Antiguo Egipto no solía incluirse en las primeras historias de la
literatura porque los escritos no se tradujeron a las lenguas europeas hasta el
siglo XIV, cuando se descifró la Piedra Rosseta. Muchos textos se
expandieron por tradición oral durante varios
siglos antes de que fuesen fijados mediante la escritura, por lo que son
difíciles de datar. Los primeros escritos de los antiguos sumerios no
son literatura, ni las primeras inscripciones en
jeroglíficos egipcios. Los textos literarios mas antiguos que nos
han llegado datan de siglos después de la
invención de la escritura. Sin embargo, debetenerse en mente que, dada
la relevancia o el aislamiento cultural de las culturas antiguas,
el desarrollo histórico de la literatura no ocurrió en forma
uniforme en el mundo.
Ruinas de un teatro griego en la colonia Taormina en la actual
Italia.
Moneda ateniense temprana, siglo V a. C.
La Antigua Grecia se componía de varios centenares de ciudades-estado
(polis) mas o menos independientes. Los griegos
antiguos no dudaban que eran 'un pueblo singular'; compartían
la misma religión, la misma cultura basica y la misma lengua.
El puesto del
rey se había reducido a uno de un magistrado principal (arconte),
hereditario y de por vida. En 753 a. C. se había convertido en un arcontado elegido decenalmente; y finalmente, en 683
a. C. era un cargo elegido anualmente. En cada etapa ganaba mas
poder la aristocracia en su totalidad y se reducía el del individuo
común. Los atenienses fundaron la primera democracia del mundo. Una
asamblea de ciudadanos para la discusión de la política municipal
había existido desde las reformas de Draco en 621 a. C., y a todos
los ciudadanos se les permitía que asistieran según las reformas
de Solón (principios del
siglo VI a. C.); pero los ciudadanos mas pobres no
podían hablar ante la asamblea o postularse como candidatos.
Al establecer la democracia,la asamblea se
convirtió en el mecanismo de iure del
gobierno; todos los ciudadanos entonces tuvieron igualdad de derechos en la
asamblea. Sin embargo, los que no eran ciudadanos – los metecos
(extranjeros que vivían en Atenas) y los esclavos – no gozaban de
ningún derecho político en absoluto. Solamente los hombres nativos y libres que eran dueños de tierras
podían ser ciudadanos, y gozar de la protección entera de la ley
en una ciudad-estado. (Después Pericles introdujo
excepciones a la restricción sobre los nativos.) En la mayoría de las ciudades-estado, la gente que
tenía importancia social no gozaba de ningún derecho especial, a
diferencia de Roma. Por ejemplo, nacer de una cierta
familia no solía ofrecer privilegios especiales, la población se
dividía en cuatro clases sociales según su riqueza, la gente podía
cambiar de clase por ganar mas dinero. Los reyes
espartanos, que servían de líderes milita
Las metamorfosis Por Publio Ovidio Nasón Ed. Porrúa 312 pp.
Este libro me pareció muy bueno e interesante. Ovidio trata de relatar
la historia del
universo según la mitología griega. Comenta sobre los sucesos y
transformaciones que marcaron el universo en muchos ámbitos, tales como
la astronomía, la fauna y nuestra historia. Lo recomiendo ampliamente, y al que
lo lea le gustará. (José Antonio Mendoza Bueno, 14 años)
ExLibris es una página realizada para La Jornada de Oriente por el Centro
Freinet Prometeo, el Consejo Puebla de Lectura AC y el Instituto Nacional de
Astrofísica, Óptica y Electrónica a‘
Edición: Juan Sebastián
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