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Cuanto más se lee, menos se imita. Jules Renard (1864-1910)





Entrevista con Gregorio Hernández

Leer para no permanecer en silencio
Gregorio Hernández Zamora es doctor en Lengua y Cultura Escrita por la Universidad de Berkeley, EU; diseñador y coautor de libros de texto gratuito de español de primaria y secundaria; profesor del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México (ISCEEM), y profesor e investigador visitante en el Centro para las Américas de la Universidad de Vanderbilt, EU. En esta segunda parte de nuestra entrevista, reflexiona sobre distintas concepciones de lectura y sobre la forma en que la Secretaría de Educación Pública las entiende o las censura. Hablaba de los criterios con que el equipo de Español para telesecundarias seleccionaba lecturas para los libros de texto. sSe trata de una cuestión tan esencial? Nuestro planteamiento buscaba responder a una realidad documentada una y otra vez por observaciones de aula: los alumnos no se involucran en el diálogo y la discusión de los textos que leen por dos razones fundamentales: primero, porque la atención didáctica se enfoca siempre en la forma del texto y no en su contenido (por ejemplo, se pide que lean una noticia para aprender sobre las partes de la noticia, no para saber qué dice y qué les dice esa noticia); y segundo, porque los contenidos temáticos de los textos que se leen en la escuela suelen ser irrelevantes o aburridos para los alumnos, el criterio paraseleccionarlos suele basarse en cubrir contenidos del programa, no en despertar el interés de los alumnos sobre lo que leen. sCuál fue la reacción oficial a sus propuestas? La SEP, o el grupito de funcionarios que se erigió como tal, niega la posibilidad de interpretar los textos incluidos en los libros de Español. Junto con sus dictámenes recibimos documentos enteros explicando cuál debía ser la interpretación “correcta” de los cuentos, poemas, reportajes, noticias y hasta de las canciones que incluimos en los materiales de Telesecundaria. Esto se traducía en la necesidad de replantear las actividades didácticas mismas, para que coincidieran con su interpretación. Además de eso, tanto la SEP como la asesora académica del proyecto de Telesecundaria encontraron a menudo razones para censurar textos: algunos porque incluían palabras que incitaban a la masturbación (por ejemplo, la palabra “desovar”, o un cuento del libro Atrapados en la escuela), otros porque “dan ideas a los alumnos” (en este caso se trataba de un excelente reportaje con testimonios de adolescentes involucrados con el alcohol), otros incluían “información equivocada”, de otros se dijo que “deforman el lenguaje”, otros “pueden causar daño conductual”, otros “desfiguran los valores que debe promover la educación”, otros “no cuentan con el apoyo del subsecretario”, otros no tenían derechos de autor (aunque ya estaban publicados por la SEP), otros tenían metáforas e ideas que los alumnos de secundaria no entenderían, otros sería recomendable dejarlospara el nivel de preparatoria (al que la mayoría de los alumnos de telesecundaria jamás llega, por cierto), etcétera. En no pocos casos, se aceptó dejar textos a condición de censurar (es decir borrar o cambiar) palabras, frases o párrafos enteros; o bien modificando las consignas y actividades para centrar la atención de los alumnos en los aspectos “dañinos” de ciertos textos. Fue el caso, por ejemplo, de un texto escrito en una variante no prestigiosa del español, que no incluía groserías o “malas palabras”, y que era parte de la lección que cubría justamente el contenido “diversidad del español”. Se discutió mucho este texto y antes de mi despido-exclusión aún estaba en los libros de 2s grado, pero desconozco si en la versión rasurada que finalmente se publicó lo dejaron o lo quitaron. Si entiendo bien, usted plantea que aquí se trata de diferencias de fondo, de concepciones de lectura opuestas o divergentes. Un punto central en toda esta discusión es justamente qué se entiende por lector y por lectura. Nosotros sosteníamos que sí importa trabajar el contenido o significado de los textos en las actividades didácticas y que hay varias interpretaciones posibles para cada texto. Lo que quedó claro para nosotros es que, según la SEP, leer significa no poner atención a lo que el texto dice: ni a lo que el texto le dice al lector en lo personal, ni a lo que el texto le dice al lector sobre el mundo en el que vive. De acuerdo con los dictámenes y con la innovadora terminología del programa RES, que yahemos mencionado, en lo que deben poner atención al leer y escribir los alumnos es en los “recursos que sirven para asegurar la cohesión”, en la “estructura sintáctico-semántica”, en la “organización gráfica”, en las “propiedades de los géneros y tipos de texto”, en los “aspectos discursivos”, en las “funciones semánticas de los modos verbales”, en la “función del infinitivo”, en el “contraste entre funciones semánticas del presente simple del indicativo: habitual, histórico, atemporal”, es decir, en todo, tmenos en su significado! En todo, menos en los que los textos les dicen a los adolescentes sobre sus deseos y frustraciones, sueños y temores, alegrías y tristezas, pensamientos y emociones. Pero se supone que ése es justamente uno de los ejes de la reforma. En el discurso, sí, la SEP recita la necesidad de que los niños aprendan a leer críticamente. Pero squé significa leer críticamente? Para los maestros y educadores críticos alrededor del mundo, nutridos por su propia experiencia docente y por las ideas y teorías de pensadores como Paulo Freire o Kenneth Goodman, leer críticamente significa leer los textos para leer el mundo. Desde esta postura, leer de manera fluida y expresiva no basta; tampoco basta con leer y contestar acertadamente exámenes estandarizados de “comprensión lectora”. Ni siquiera es suficiente con leer un texto y relacionarlo con experiencias y conocimientos previos, como lo marcan las teorías psicolingüísticas de la lectura. Todo lo anterior es necesario y es parte del proceso deleer textos, pero lo que verdaderamente marca la diferencia entre un lector a secas y un lector crítico es la posibilidad, la capacidad y la voluntad de usar lo que se lee



La metamorfosis Por Franz Kafka Ed. Alianza 110 pp. “Cuando Gregorio Samsa despertó, se encontró en la cama convertido en un repugnante insecto”. Así empieza la historia de la extraña transformación de un hombre en insecto; nos cuenta la tensión que viven su familia y amigos, y sus experiencias. (Jaime Martínez de Ita, 14 años)

en los textos para interpretar la vida de uno mismo y el mundo en que vivimos. Históricamente, el significado de los textos fundamentales del pasado y el presente de los pueblos no lo construyen los lectores individuales. Suele ser prescrito, impuesto y obligado por agentes que producen, distribuyen y controlan la interpretación “oficial” de los textos. El punto crucial aquí es éste: aprender a leer críticamente significa aprender que uno se va a encontrar en la vida con agentes e instituciones que intentan controlar la interpretación de los textos importantes (sean textos religiosos, políticos, académicos, jurídicos, económicos y hasta literarios). Como lectores, nos toparemos con esta voluntad de controlar el significado de lo que las palabras significan, lo mismo en la iglesia que en los juzgados, en los bancos o en la escuela, en el congreso o en las instituciones electorales. Y sobre este aspecto crucial del convertirse en lector crítico, el plan de estudios RES no dice prácticamente nada. Sinembargo, este concepto de lectura y lector críticos es fundamental, pues importa no sólo que los alumnos aprendan cómo leer y escribir, sino también para qué necesitan leer, escribir, hablar y pensar. Y la finalidad es una: para que no permanezcan en silencio y aborden cuestiones y problemas de sus sociedades. Por eso, relacionar lo que leen y escriben con su experiencia personal, familiar y comunitario es de importancia suprema, como parte de la experiencia letrada. Aprender a leer y escribir para dar sacar sus pensamientos, para encontrar una voz y emprender acciones en el mundo. Por eso es importante leer textos sobre gente que ha tenido experiencias como las que ellos han tenido, para aprender que la gente morena, de clase trabajadora, de origen indígena o rural o marginado, también puede escribir, pensar y hablar, no sólo leer y escuchar.

El Partenón, Atenas, siglo V a. C. Es el edificio mas representativo de la cultura helena, su construcción fue ordenada por el político griego Pericles, es uno de los símbolos mas ilustrativos de la cultura y la sofisticación de los antiguos griegos.

Piedra de Rosetta, singularísimo objeto descubierto en 1799 y cuyo estudio permitió el comienzo del desciframiento de los jeroglíficos egipcios, lo que abrió el camino a una Historia Antigua desde nuevos supuestos metodológicos.
La literatura del Antiguo Egipto no solía incluirse en las primeras historias de la literatura porque los escritos no se tradujeron a las lenguas europeas hasta el siglo XIV, cuando se descifró la Piedra Rosseta. Muchos textos se expandieron por tradición oral durante varios siglos antes de que fuesen fijados mediante la escritura, por lo que son difíciles de datar. Los primeros escritos de los antiguos sumerios no son literatura, ni las primeras inscripciones en jeroglíficos egipcios. Los textos literarios mas antiguos que nos han llegado datan de siglos después de la invención de la escritura. Sin embargo, debetenerse en mente que, dada la relevancia o el aislamiento cultural de las culturas antiguas, el desarrollo histórico de la literatura no ocurrió en forma uniforme en el mundo.

Ruinas de un teatro griego en la colonia Taormina en la actual Italia.

Moneda ateniense temprana, siglo V a. C.

La Antigua Grecia se componía de varios centenares de ciudades-estado (polis) mas o menos independientes. Los griegos antiguos no dudaban que eran 'un pueblo singular'; compartían la misma religión, la misma cultura basica y la misma lengua. El puesto del rey se había reducido a uno de un magistrado principal (arconte), hereditario y de por vida. En 753 a. C. se había convertido en un arcontado elegido decenalmente; y finalmente, en 683 a. C. era un cargo elegido anualmente. En cada etapa ganaba mas poder la aristocracia en su totalidad y se reducía el del individuo común. Los atenienses fundaron la primera democracia del mundo. Una asamblea de ciudadanos para la discusión de la política municipal había existido desde las reformas de Draco en 621 a. C., y a todos los ciudadanos se les permitía que asistieran según las reformas de Solón (principios del siglo VI a. C.); pero los ciudadanos mas pobres no podían hablar ante la asamblea o postularse como candidatos.
Al establecer la democracia,la asamblea se convirtió en el mecanismo de iure del gobierno; todos los ciudadanos entonces tuvieron igualdad de derechos en la asamblea. Sin embargo, los que no eran ciudadanos – los metecos (extranjeros que vivían en Atenas) y los esclavos – no gozaban de ningún derecho político en absoluto. Solamente los hombres nativos y libres que eran dueños de tierras podían ser ciudadanos, y gozar de la protección entera de la ley en una ciudad-estado. (Después Pericles introdujo excepciones a la restricción sobre los nativos.) En la mayoría de las ciudades-estado, la gente que tenía importancia social no gozaba de ningún derecho especial, a diferencia de Roma. Por ejemplo, nacer de una cierta familia no solía ofrecer privilegios especiales, la población se dividía en cuatro clases sociales según su riqueza, la gente podía cambiar de clase por ganar mas dinero. Los reyes espartanos, que servían de líderes milita
Las metamorfosis Por Publio Ovidio Nasón Ed. Porrúa 312 pp. Este libro me pareció muy bueno e interesante. Ovidio trata de relatar la historia del universo según la mitología griega. Comenta sobre los sucesos y transformaciones que marcaron el universo en muchos ámbitos, tales como la astronomía, la fauna y nuestra historia. Lo recomiendo ampliamente, y al que lo lea le gustará. (José Antonio Mendoza Bueno, 14 años)

ExLibris es una página realizada para La Jornada de Oriente por el Centro Freinet Prometeo, el Consejo Puebla de Lectura AC y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica a‘ Edición: Juan Sebastián Gatti a‘ E-mail: exlibris1@gmail.com

 


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