ENQUE CONSISTE EL CASO DE STRESEMANN COMO EJEMPLO DE LOS
CAMBIOS QUE PUEDE SUFRIR EL CONOCIMIENTO HISTORICO?
Edward H Carr en su libro que es la historia; coloca ejemplos para explicarnos
en que consiste el concepto historia y como este se ha visto envuelto en
muchas interpretaciones, redundancias, afirmaciones e incluso debates.
Partiendo de la pregunta: que es la historia? El autor nos
sumerge en una serie de ejercicios mentales e investigativos para luego salir a
la superficie y entender de qué se trata la historia. Pero quien
fue Stresemann y porque Edward H Carr lo usa como ejemplo para ilustrar los cambios que
puede sufrir el conocimiento histórico?
Este personaje llamado Gustav Stresemann nació en Berlín en 1878
y murió en 1929, fue un ministro importante en
la Alemania del siglo xx. Fundador y dirigente del Partido Popular
Aleman. Tras su muerte, fueron encontradas 300 cajas
llenas de documentos oficiales, semioficiales y privados que brindaban
información de los movimientos de asuntos exteriores, economía,
política y sociedad.
Lo curioso del caso
es que su secretario Bernhard se ocupó de mantener la memoria de Gustav
vigente en la mente del
pueblo aleman, para ello recopilo la información hallada en las
cajas y en un periodo de tres años publico treslibros de 600
paginas cada uno.
1.800 paginas que relataban “el legado de stresemann”
partiendo de una selección de los documentos hallados y exaltando a este
personaje mas de lo que debía hacerlo. Hasta ese
momento las personas y dirigente políticos tenían presente lo que
había hecho stresemann, sus ideas, sus relaciones, sus éxitos,
sus convicciones y su modo de actuar gracias a fabulosa información que
relataban los libros publicados. Este hombre se había
convertido aun después de su muerte en alguien de gran admiración
y ejemplo para muchos. Bernhard había hecho algo con gran
astucia: venerar, transmitir, sobresaltar y endiosar a
este gran ministro. Todo iva muy bien hasta que en 1945 los documentos de las
cajas de Gustav pasaron a manos de los gobiernos norteamericano y
britanico, quienes los colocaron a disposición de la public
record office de Londres y los national archives de Washington. Estas entidades
de manera rigurosa examinaron dichos documentos y los colocaron en
comparación con libros publicados por Bernhard.
Lo sorprendente fue que al comparar ambas informaciones se dieron cuenta que
este fiel secretario había acomodado los documentos y su escritos para
que en su libro solo se exaltara y favoreciera el nombre Gustav stresemann.Esto
de manera omnipotenteafectaba al conocimiento histórico, ya que se
tenía un concepto y una imagen muy favorable en todos los sentidos del
ministro de asuntos exteriores y todos sus movimientos políticos, se
había creado una memoria histórica y reconstruido los hechos
después de su muerte gracias a Bernhard . Ya se habían empezado a
escribir artículos y libros sobre la vida de este
hombre; las personas y la conciencia histórica tenían una imagen
creada por el secretario Bernhard. En dichas publicaciones se hace mucho
énfasis en las victorias y éxitos de la política de stresemann como
la aceptación de Alemania en la sociedad de naciones.
Hay que resaltar que el fetichismo abundaba durante
este periodo de la historia, los investigadores de una u otra manera
“idolatraban” los documentos hasta tal punto de considerar lo
relatado en las fuentes como
verídico o verdad absoluta. Casi nadie se
atrevía a refutar lo que relataban los documentos o escritos, los
aceptaban por el simple hecho de que allí estaban. Carr dice:
“No hay documento que pueda decirnos acerca de un particular mas
de lo que opinaba de él su autor” pero vemos que berhnard nos hace
creer justo lo contrario ya que con sus sofisticadas obras hizo que muchos
historiadores, investigadores y escritores se volvieran fetiches de su obra
yadulteraran el verdadero hecho histórico, la verdadera biografía
histórica y el verdadero conocimiento histórico. Button un editor inglés, ni corto ni perezoso público
un libro resumido de las obras de bernhard pero omitió lo que él
consideraba de poco interés para los lectores o estudiosos ingleses, es
decir, tergiverso mas la memoria de stresemann, continuo el trabajo del fiel secretario
bernhard, y afectaba de una u otra manera el saber histórico. Este
atentado a la historia no ha sido el primero ni el
último. Según estos fieles escritores en sus obras, stresemann, se ocupó y preocupo mas por la
política occidental que la oriental, lo indignante es, que lo que no
convenia contar se omitio de estos escritos, cosas que no engrandecían
ni favorecían al gran ministro de asuntos exteriores. Como dice una frase: una pizca de levadura
hecha a perder la masa, podríamos decir: Una mala información
hecha a perder lo que se ha construido en cuanto a historia. En 1945 se dan
cuenta que lo dicho por estos autores no era precisamente lo que los documentos
originales relataban, es mas los verdaderos documentos muestran lo que stresemann consideraba correcto, puntual, y favorable decir;
lo que él quería hacernos creer, y lo que acaso el mismo
creía que ocurría. En pocas palabras
losdocumentos no dicen lo que realmente ocurrió. El proceso de
seleccionar, interpretar e informar lo construyó stresemann,
este hombre redactó lo que favorecía su nombre y su distinguido
cargo. Pasando por alto muchos hechos que dentro del analisis historiografico son
importantes y aquellos como
Bernhard, Button y muchos investigadores dejandose llevar por esto se
convirtieron en fetiches. Son importantes los documentos pero hay que guardarse
de convertirlos en fetiche, dice Carr. Vemos que ni
stresemann, ni Bernhard, ni Button estaban contando realmente lo que
sucedió, y estaban cada vez alejandose de la realidad
histórica. Veneraban mucho los escritos, se volvieron
fanaticos y contaron una historia que estaba lejos de la verdad.
Esto afectó el conocimiento histórico y los hechos que se
habían recreado gracias al supuesto legado de Gustav stresemann,
el fetichismo de Bernhard, los intereses p
ersonales de Button y el descuido de
muchos historiadores. El caso de stresemann sirve como ejemplo para que
analicemos de manera rigurosa cada documento, no basarnos en una sola fuente,
someter a crítica todo escrito, no apresurarnos en afirmar algo de lo
cual nos podamos arrepentir, colocar de un lado nuestros intereses personales,
pero sobre todo no afectar el conocimiento histórico.