Fue llamada Década Infame, en la Argentina,
el período que comienza el 6 de septiembre de 1930 con el golpe de
Estado cívico-militar que derrocó al Presidente Hipólito
Yrigoyen y finaliza el 4 de junio de 1943 con el golpe de Estado militar que
derrocó al presidente Ramón Castillo, período que en una
expresión mas neutral fue caratulado 'restauración
neoconservadora',1 . El nombre le fue dado por el
periodista nacionalista José Luis Torres.2
En esta coyuntura, Argentina negoció el pacto Roca-Runciman con el Reino
Unido, que garantizó las exportaciones de carne, a cambio de importantes
concesiones económicas de parte de la Argentina, entre las que se
destacó la concesión de todos los medios de transporte
público de la ciudad de Buenos Aires a una empresa mixta denominada
Corporación de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires. Por otra parte,
el aislacionismo comercial de las grandes potencias contribuyó
finalmente a iniciar el desarrollo industrial
vía la sustitución de importaciones. La política
económica se volvió estatista y se creó el Banco Central
de la República Argentina,
junto a gran cantidad de organismos estatales reguladores (Junta Nacional de
Granos, Junta Nacional de Carnes, etc.) y empresas públicas
(Fabricaciones Militares, Altos Hornos Zapla, etc.).
Durante este período también
comenzó la migración masiva del
campo a la ciudad y de las provincias del
norte hacia Buenos Aires y el desarrollo del sector industrial que, en 1943, superaría al
sector agropecuario por primera vez en laHistoria Argentina.
El 6 de septiembre de 1930, Uriburu encabezó un golpe de Estado
cívico militar, con gran apoyo de la ciudadanía y partidos de la
oposición que incluía al agrupamiento
'antipersonalista' de la UCR, es decir del propio partido gobernante
que se encontraba dividido entre 'personalistas'- cuya figura
líder era el Presidente Yrigoyen- y los 'antipersonalistas'
que seguían al ex-presidente Alvear.
La proclama revolucionaria, fue redactada por el escritor Leopoldo Lugones. El
10 de septiembre, Uriburu fue reconocido como presidente de facto de la
Nación por la Corte Suprema mediante la acordada que dio origen a la
doctrina de los gobiernos de facto.3 Disolvió el Congreso,
declaró el estado de sitio, intervino todas las provincias especialmente
las que el régimen de Yrigoyen había a su vez intervenido durante
su gestión.
A principios de 1931 llamó a elecciones en la provincia de Buenos Aires,
pero luego las anuló debido a que había ganado la Unión
Cívica Radical, facción 'personalista'.
La Concordancia[editar]
Artículo principal: Concordancia (Argentina)
Cuando estas discusiones se hacen en sesiones de hombres
desencontrados, son espuestas a las consecuencias de una revolucion, y
esponen a que quede acéfalo el cuerpo político: pero si se
empeñan por el órden y modo regular de los negocios
gravísimos, no pueden menos de conducir como
por la mano, a la vista del
efecto que se desea. Tal ha sido la conducta del pueblo de Buenos Aires en
propender a que examinase si, en el estado de las ocurrencias de la
Península, debia subrogarse el mando superior de gobierno de las
provincias del vireinato en un Junta Provisional, que asegurase la confianza de
los pueblos y velase sobre su conservacion contra cualesquier asechanzas, hasta
reunir les votos de todos ellos,en quienes recae la
facultad de proveer la representacion del Soberano.
El Exmo. Cabildo de la Capital, con anuencia del Exmo.
Señor Virey, a quien informó de la general agitacion,
agravada con el designio de retener el poder del gobierno, aun notoriada que
fuese la pérdida total de la Península y su gobierno, como
espresa la proclama de 18 del corriente, convocó la mas sana parte del
pueblo en Cabildo general abierto, donde se discutió y votó
publicamente el negocio mas importante por su fundamento para la tranquilidad,
seguridad y felicidad general: resultando de la comparacion de sufragios la
mayoria con exceso por la subrogacion del mando del Exmo. Sr.
Virey en el Exmo. Cabildo, interin se ordenaba una Junta Provisional de
gobierno, hasta la congregacion de la general de las Provincias: voto, que
fué acrecentado y aumentado con la aclamacion de las tropas y numeroso
resto de habitantes.
Ayer se instaló la Junta en un modo y forma que
ha dejado fijada la base fundamental sobre que debe elevarse la obra de la
conservacion de estos dominios al Sr. D. Fernando VII. Los
egemplares impresos de los adjuntos bandos, y la noticia acreditada en bastante
forma, que el Exmo. Cabildo, y aun el Exmo. Sr.
Virey, que fué D. Baltazar Hidalgo de Cisneros, dan a Vd., no
dejan duda a esta Juntade que sera mirada por todos los gefes,
corporaciones, funcionarios públicos y habitantes de todos los pueblos
del vireinato, como centro de la unidad, para formar la barrera inespugnable de
la conservacion íntegra de los dominios de América a la
dependencia del Sr. D. Fernando VII, ó de quien legitimamente le
represente. No menos espera que contribuiran los mismos a que,
cuanto mas antes sea posible, se nombren y vengan a la capital los
Diputados que se enuncian para el fin espresado en el mismo acto de
instalacion: ocupandose con el mayor esfuerzo en mantener la union de
los pueblos, y en consultar la tranquilidad y seguridad individual; teniendo
consideracion a que la conducta de Buenos Aires muestra que, sin
desórden y sin vulnerar la seguridad, puede obtenerse el medio de
consolidar la confianza pública y su mayor felicidad.
Es de esperar que cimentado este paso, si llega el desgraciado momento de
saberse sin duda alguna la pérdida absoluta de la Península, se
halle el distrito del vireinato de Buenos Aires sin los graves embarazos que
por la incertidumbre, y falta de legítima representacion del Soberano en
España a la ocupacion de los franceses, la pusieron en desventaja
para sacudirse de ellos: puesto que, tanto como el enemigo descubierto invasor,
debe temerse yprecaverse el que desde lo interior promueve la desunion,
proyecta la rivalidad y propende a introducir el conflicto de la suerte
política no prevenida. Cuente Vd. con todo lo que penda de los esfuerzos
de esta Junta, cuyo desvelo por la conservacion del órden y
sistema nacional se mostrara por los efectos. Este ha
sido el concepto de proponer el pueblo al Exmo. Cabildo la espedicion de
500 hombres para lo interior, con el fin de proporcionar auxilios militares
para hacer observar el órden, si se teme que sin él no se harian
libre y honradamente las elecciones de Vocales Diputados, conforme a lo
prevenido en el artículo X del bando citado, sobre que hace esta Junta
los mas eficaces encargos por su puntual observancia y la del artículo
XI.
Asimismo
En esas circunstancias se organizó un frente electoral para oponerse a
la UCR, el partido popular de entonces, que se llamó La Concordancia,
integrada por el Partido Demócrata Nacional, que unificó a los
conservadores, la Unión Cívica Radical Antipersonalista, que se
oponía a la hegemonía yrigoyenista en la UCR, y el Partido
Socialista Independiente, un desprendimiento del Partido Socialista que daba
prioridad a una alianza con lasfuerzas liberales y conservadoras, con el fin de
frenar al yrigoyenismo.
En noviembre de 1931, Uriburu convocó nuevamente a elecciones, luego de
prohibir las candidaturas del radicalismo de la facción
'personalista' y organizar un sistema que se reconocía
públicamente como 'fraude patriotico', cuyos defensores
admitían para terminar con la manipulación que el partido
personalista de Yrigoyen, también sumido en practicas corruptas a
través de 'orilleros' y 'punteros políticos'
que incluían la compra de votos y extorsiones generalizadas,
también practicaba normalmente.4 En esas condiciones resultó
triunfante la fórmula presidencial de La Concordancia, integrada por el
general Agustín P. Justo (militar, antipersonalista) y Julio Argentino
Roca (hijo) (conservador, PDN).
La Concordancia lograría mantenerse en el poder, hasta ser derrocada por
la llamada Revolución del 43. Los presidentes Agustín P. Justo
(1932-1938) y Ramón S. Castillo (1942-1943), al igual que Robustiano
Patrón Costas, candidato de La Concordancia para las elecciones
previstas para 1943, eran miembros del Partido Demócrata Nacional. El presidente Roberto M. Ortiz (1938-1942) y Manuel María de
Iriondo, candidato a vicepresidente en 1943, eran miembros de la Unión
Cívica Radical Antipersonalista. Por su parte, el Partido
Socialista Independiente, tuvo influencia en los gobiernos de La Concordancia,
sobre todo en la política económica, a través de las ideas
dirigistas de Federico Pinedo (hijo), quien sería dos veces ministro de
Hacienda