La mayoría de las barras de control fueron
extraídas con el fin de aumentar de nuevo la potencia. Sin embargo, en las
barras ya se había formado un producto de desintegración, el xenón, que “envenenó”
la reacción. En contra de lo que prescriben las normas de seguridad, en una
medida irreflexiva, se extrajeron todas las barras de control.
El día 26 de abril, a la una y tres minutos, esta combinación poco usual de
baja potencia y flujo de neutrones intenso, provocó la intervención manual del
operador, desconectando las señales de alarma. A la una y 22 minutos, el
ordenador indicó un exceso de radioactividad, pero los operadores decidieron
finalizar el experimento, desconectando la última señal de alarma en el
instante en el que el dispositivo de seguridad se disponía a desconectar el
reactor.
Dado que los sistemas de seguridad de la planta quedaron inutilizados y se
habían extraído todas las barras de control, el reactor de la central quedó en
condiciones de operación inestable y extremadamente insegura. En ese momento,
tuvo lugar un transitorio que ocasionó un brusco incremento de potencia. El
combustible nuclear se desintegró y salió de las vainas, entrando en contacto
con el agua empleada para refrigerar el núcleo del reactor. A la una y 23
minutos, se produjo una gran explosión, y unos segundos más tarde, una segunda
explosión hizo volar por los aires la losa delreactor y las paredes de hormigón
de la sala del reactor, lanzando fragmentos de grafito y combustible nuclear
fuera de la central, ascendiendo el polvo radiactivo por la atmósfera.
Se estima que la cantidad de material radiactivo liberado fue 200 veces
superior al de las explosiones de Hiroshima y Nagasaki.
El accidente nuclear fue clasificado como nivel 7 (“accidente nuclear grave”)
en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (Escala INES) del OIEA, es
decir, el accidente de peores consecuencias ambientales, y que sirve como
referencia para proyectar y controlar los dispositivos y sistemas de protección
de las instalaciones nucleares.
Aunque el accidente tuvo lugar por un claro error humano, hay que tener en
cuenta los factores sociales y políticos de la Unión Soviética en aquel
momento. La falta de una estructura social democrática implicaba una ausencia
de control de la sociedad sobre la operación de las centrales nucleares y de
una “cultura de seguridad”. Posiblemente, el temor de los operadores a no
cumplir las instrucciones recibidas desde Moscú, les llevó a desmontar los sistemas
de seguridad esenciales para el control del reactor.
Tampoco existía ningún Órgano Regulador de la Seguridad Nuclear que llevase a
cabo con autoridad propia e independencia la inspección y evaluación de la
seguridad de las instalaciones nucleares.
En cuanto a losaspectos técnicos de seguridad del reactor, hay que tener en
cuenta que en los reactores RMBK no existe ningún sistema de confinamiento que
cubra el circuito primario y tampoco hay edificio de contención capaz de
retener los productos de fisión en caso de accidente, como ocurre en los
reactores occidentales.
Consecuencias del accidente nuclear de Chernobyl
El comienzo de un incendio, que no se consiguió apagar hasta el 9 de mayo,
aumentó los efectos de dispersión de los productos radiactivos, y la energía
calorífica acumulada por el grafito dio mayor magnitud al incendio y a la
dispersión atmosférica.
De los productos radiactivos liberados eran especialmente peligrosos el
yodo-131 (cuyo período de semidesintegración es de 8,04 días) y el cesio-137
(con un período de semidesintegración de unos 30 años), de los cuales,
aproximadamente la mitad, salieron de la cantidad contenida en el reactor.
Además, se estimó que todo el gas xenón fue expulsado al exterior del reactor.
Estos productos se depositaron de forma desigual, dependiendo de su volatilidad
y de las lluvias durante esos días.
Los más pesados se encontraron en un radio de 110 km, y los más volátiles
alcanzaron grandes distancias. Así, además del impacto inmediato en Ucrania y
Bielorrusia, la contaminación radiactiva alcanzó zonas de la parte europea de
la antigua Unión Soviética, y de Estados Unidos y Japón. EnEspaña, el Consejo
de Seguridad Nuclear (CSN) detectó pequeñas cantidades de yodo-131 y cesio-137,
por debajo de los límites aceptables de dosis de radiación, en las regiones
mediterráneas y en Baleares.
Para determinar los efectos de la radiación sobre la salud de las personas, la
Organización Mundial de la Salud desarrolló el IPHECA (Programa Internacional
sobre los Efectos en la Salud del Accidente de Chernobyl), de modo que pudieran
investigarse las posibles consecuencias sanitarias del accidente. Estas
consecuencias incluían efectos relacionados con la ansiedad producida en los
habitantes de las zonas más contaminadas como resultado de la evacuación de sus
casas, y del miedo a posibles daños futuros en la salud por los efectos
biológicos de la radiación. Además, el programa proporcionaba asistencia
técnica al sistema sanitario nacional de Bielorrusia, a la Federación Rusa y a
Ucrania, para aliviar las consecuencias sanitarias del accidente de Chernobyl.
Los resultados obtenidos con los proyectos piloto IPHECA han mejorado
considerablemente el conocimiento científico de los efectos de un accidente
radiactivo en la salud humana, para que puedan sentarse las bases de las guías
de planificación y del desarrollo de futuras investigaciones.
Las consecuencias inmediatas del accidente sobre la salud de las personas
fueron las siguientes:
237 personas mostraronsíntomas del Síndrome de Irradiación Aguda (SIA),
confirmándose el diagnóstico en 134 casos. 31 personas fallecieron durante el
accidente, de las cuales, 28 (bomberos y operarios) fueron víctimas de la
elevada dosis de radioactividad, y 3 por otras causas. Después de esta fase aguda,
14 personas más han fallecido en los diez años posteriores al accidente.
Entre 600.000 y 800.000 personas (trabajadores especializados, voluntarios,
bomberos, militares y otros) llamadas liquidadores, encargadas de las tareas de
control y limpieza, fallecidas en distintos períodos.
16.000 habitantes de la zona fueron evacuados varios días después del
accidente, como medida de protección frente a los altos niveles de radiación,
estableciéndose una zona de exclusión en los territorios más contaminados, en un
radio de 30 km alrededor de la instalación.
565 casos1 de cáncer de tiroides en niños fundamentalmente (de edades
comprendidas entre 0 y 14 años) y en algunos adultos, que vivían en las zonas
más contaminadas (208 en Ucrania, 333 en Bielorrusia y 24 en la Federación
Rusa), de los cuales, 10 casos han resultado mortales debido a la radiación.
Otros tipos de cáncer, en particular leucemia, no han registrado desviaciones
estadísticamente significativas respecto a la incidencia esperada en
condiciones normales.
Efectos psicosociales producidos por causas no relacionadas con la radiación,
debidos ala falta de información, a la evacuación de los afectados y al miedo
de los efectos biológicos de la radiación a largo plazo. Estos efectos fueron
consecuencia de la reacción de sorpresa de las autoridades nacionales ante el
accidente, en cuanto a la extensión, duración y contaminación a largas
distancias. Como los procedimientos de emergencia eran inexistentes, había poca
información disponible, haciéndose notar la desconfianza y la presión pública
para que se tomaran medidas, pero las decisiones oficiales no tuvieron en
cuenta los efectos psicológicos de la población, llevándose a cabo
interpretaciones erróneas de las recomendaciones de la International Commission
On Radiological Protection (ICRP) para los niveles de intervención de los
alimentos.Todo esto se vio traducido en un importante número de alteraciones
para la salud, como ansiedad, depresiones y varios efectos psicosomáticos. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) compró equipos y suministros médicos
para los 3 países (Bielorrusia, Federación Rusa y Ucrania) por valor de cerca
de 16 millones de dólares. El resto de los gastos de los proyectos piloto se
dedicó a ayudas a los programas, reuniones científicas, cursos de entrenamiento
en instituciones extranjeras de investigación y en instituciones clínicas para
200 especi
alistas, y a proporcionar capital para continuar con las actividades
del programa IPHECA.