LA CORONA DE ARAGON
EN EL MEDITERRANEO
Hª Medieval de España
INDICE
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………3
LOS
ACONTECIMIENTOS…………………………………………………..
…4
1. Reconquista de
Mallorca……………………………………………………
4
2. La conquista de
Sicilia………………………………………………………7
3. La ocupación de Cerdeña y el fracaso de
Córcega…………………………15
4. La intervención en
Grecia…………………………………………………..23
5. El protectorado en el Mediterraneo
musulman…………………………26
6.
Napoles……………………………………………………………………30
LA
FINANCIACIÓN……………………………………………………….…….34
LAS
CAUSAS…………………………………………………………………….38
1. Güelfos y
Gibelinos…………………………………………………….38
2. La ambición de la casa de Barcelona
y de los Tratamara………………40
3. La burguesía mercantil catalana……………………………………………42
4. La nobleza
catalana-aragonesa…………………………………………43
LAS
COSECUENCIAS………………………………………………………45
1. El incremento de la
navegación…………………………………………..45
2. La expansión del
comercio…………………………………………………46
3. El desarrollo financiero…………………………………………………48
4. Cambios
demograficos……………………………………………………50
MAPAS……………………………………………………………………………52
BIBLIGRAFIA…………………………………………………………………54INTRODUCCION
La expansión de la Corona de Aragón por el Mediterraneo,
tanto occidental como central, no es un acontecimiento que se resuelva en unos
pocos años, sino, mas bien, un proceso secular y progresivo. Esta
expansión sera llevada a cabo no sólo mediante acciones
bélicas, siempre costosas, tanto a nivel económico como
político-social, para los reinos, sino que los monarcas sabran
sacar provecho de multitud de circunstancias, ya sean matrimonios
dinasticos, herencias, alianzas, la institución del vasallaje,
etc., que manejaran a su antojo y, casi siempre, a favor de sus
intereses.
No pocas son las causas que empujan a este reino hacia levante, las hay de
índole económica, como puede ser la necesidad de nuevas rutas y
mercados por parte de la floreciente burguesía; políticas, en
tanto que la expansión actúa como valvula de escape para
las tensiones siempre existentes entre nobleza y poder real, incluso, entre las
distintas facciones en las que se aglutinan las casas nobiliarias; pero no
habría que olvidar los propios intereses de la corona, pues con este
proceso aumenta tanto su patrimonio, como su hacienda a través de los
impuestos derivados del comercio.
Las consecuencias son también diversas y de muy distinto cariz. Por un
lado se producen cambios en la Corona de Aragón en cuanto a su
morfología, pues gracias a estas empresas mediterraneas, el reino
ve ampliadas sus fronteras. Cambios demograficos debidos a las
colonizaciones de los territoriosadquiridos. El comercio, por su parte,
también se beneficia de este proceso, pues se crean nuevas rutas
comerciales, y las ya existentes se tornan mas seguras; un papel
importante en el desarrollo del
comercio lo jugaran las colonias ya citadas. Lógicamente este
impulso comercial conlleva el consiguiente desarrollo financiero, con la
creación de la banca, muchas en manos de grandes familias como los Peruzzi;
la letra de cambio como instrumento de pago; los seguros marítimos que
tienden a proteger el trafico marino frente a las adversidades tanto
naturales como las producidas por el corso. Una consecuencia a tener muy en
cuneta es el incremento de la presión fiscal, la cual siempre incide de
forma mas cruenta sobre las capas menos pudientes de la sociedad; este
incremento es debido a lo costosas que resultan las empresas militares de
conquista, ya que se ha de hacer frente al mantenimiento de tropas, pago de
oficiales reales, conservación de castillos y organización de
flotas.
LOS ACONTECIMIENTOS
1. RECONQUISTA DE
MALLORCA
Antes de unirse con el reino de Aragón, los catalanes habían
hecho acto de presencia en las Baleares, colaborando con los pisanos, que
habían obtenido del papa Gregorio VII
en 1085 la concesión de Mallorca en
feudo. Sin embargo, a pesar de la ocupación temporal de Mallorca e Ibiza
con Berenguer III, la campaña catalano-pisana de los años
1114-1115 no constituyó ningún éxito, e incluso hizo
peligrar a Barcelona
frente a losalmoravides.
Justificada una reconquista, ya que Mallorca había pertenecido al reino
visigodo, y contando con el favor del Pontificado, en diciembre de 1228 Jaime I
propone la empresa a las cortes catalanas reunidas en Barcelona, donde se
asegura el orden público del Principado mediante una tregua y paz
general, y se previene el financiamiento a través de la
prestación del impuesto conocido como el “bovatge”. En el
verano de 1229, alrededor de ciento cincuenta naves parten de Salou, bajo la
dirección del caballero barcelonés Ramón de Plegamans,
desembarcando a principios de septiembre en el puerto de la Palomera. Tras un
duro sitio y mediante el empleo de la artillería, el último día
del año entra Jaime I en la ciudad de Mallorca, apresando al rey moro y su hijo. El
botín fue cuantioso, pero también lo fue la mortandad, pues a las
muertes producidas por los enfrentamientos bélicos habría que
sumarles las bajas por la epidemia de peste consiguiente a las acciones
guerreras. Del botín participan algunas
instituciones que no habían participado en el combate, como la Orden del Hospital. También
participa de éste la ciudad de Marsella, por su ayuda, recibiendo la
cuarta parte de la capital y la sexta parte de la localidad de Inca.
Entre 1231 y 1232, el rey de Aragón tiene que acudir en dos ocasiones
mas, sobre todo, a causa de la amenaza que pesa por parte del rey de
Túnez. Sin resistencia,
Menoría se declara tributaria, y en 1235 se conquista la isla deIbiza,
que se concedera en feudo a la Iglesia de Tarragona y a su arzobispo,
Guillén de Mongríu. También se dominara la isla de
Formentera.
A partir de 1247 el reino de Mallorca
participa de la sucesión de repartos testamentarios. Ese año se
atribuye al segundogénito, Pedro, junto con Cataluña, mientras
cuatro años mas tarde se hace donación de Mallorca,
Menorca e Ibiza al tercio genito, Jaime, esta vez formando lote con Valencia y
Montpeller. La muerte del primogénito, Alfonso, altera estos planes, y
Mallorca, Menoría y parte de Ibiza permanecen en la designación
de Jaime junto con los dominios pirenaicos, como el Rosellón, Colliure,
Conflent, la Cerdaña, Vallespir y Montpeller, y por tanto, separados de
Valencia.
Desmembrada de la Corona de Aragón, formada por Aragón,
Cataluña y Valencia, Mallorca sera objeto de deseo por parte de
aquella. Muerto Jaime I en 1276, el nuevo titular, Pedro III, obliga a su
hermano, Jaime, a que le preste homenaje como feudatario, lo que éste
hace en enero de 1279 en el Monasterio de Predicadores, de Perpiñan.
Esto, a su vez, hace de Jaime II de Mallorca un enemigo de su hermano, el rey
de Aragón, que se pone de manifiesto cuando en 1285 facilita el paso de
los franceses por el Rosellón, camino de Cataluña, donde llegan a
penetrar hasta Gerona. La defección de Mallorca
coloca al rey de Aragón ante uno de los mayores peligros de su
existencia, que salva la potencia marina catalana al mando de Roger de Lauria.
Laactuación de Jaime II de Mallorca le
provoca la pérdida de sus dominios baleares. El futuro Alfonso III de
Aragón pasa con su armada a Mallorca,
acompañado por Roger de Lauria, y se apodera de la isla. En enero de
1286, y ya rey de Aragón tras la muerte de su hermano Pedro III, Alfonso
III pasa a Ibiza y, a finales de ese mismo año ocupa Menorca, hasta ese
año tributaria, siendo desalojada de musulmanes.
Pero el destino de Mallorca no puede desligarse del marco internacional de la
época, que se resuelve transitoriamente en el Tratado de Tarascón
(Francia), firmado en febrero de 1291, con intervención del Pontificado,
el rey de Francia y Carlos de Valois, sólo unos meses antes de que muera
Alfonso III, lo que sucede en junio. En Tarascón, el rey
aragonés, enemigo del Papado y de
Francia, potencia apoyada por Castilla, renuncia a la política aragonesa
en Sicilia, pero consolida la posesión del
reino de Mallorca.
Pero el éxito de Alfonso III en Mallorca
es poco duradero. En el importante conjunto de acuerdos que se firman en la
ciudad italiana de Anagni en junio 1294, el nuevo rey de Aragón, Jaime
II, hermano de Alfonso III, se ve forzado a la devolución a su
tío Jaime de Mallorca. En junio de 1298 en el castillo de
Argilés, Jaime II, llega a una concordia con su tío, en virtud de
la cual el reino de Mallorca se reconoce feudatario del reino de Aragón
con las islas de Menorca, Ibiza y adyacentes, junto con los condados de
Rosellón, Cerdaña, Confluent, Vallespiry Colliure. En junio de
1312, Sancho I, sucesor de Jaime II de Mallorca en este reino, confirma la
situación al prestar homenaje a Jaime II de Aragón con motivo de
su acceso al trono.
Durante los reinados de Jaime II y Alfonso IV de Aragón, la
situación se mantiene estacionaria, aunque siempre tensa, sobre todo,
cuando se produce alguna nueva sucesión en el reino de Mallorca.
La ascensión de Pedro IV al trono de Aragón señala el
principio de la desaparición de Mallorca como reino autónomo. A ello contribuye
el soberano mallorquín que comienza dilatando la prestación del homenaje, lo que
realiza en julio de 1359. La situación es tensa, pues si Pedro IV accede
a la prestación del homenaje no se realice en público, sino en la
capilla del Palacio Real, obliga a Jaime III a estar de pie durante largo rato
al no ofrecerle almohada, y al ofrecérsela hace ostentación de la
diferencia de estado, pues la que ordena traerle es mas pequeña y
distinta.
La situación empieza a agravarse en 1341. Felipe VI de Francia requiere
al rey de Mallorca a que le preste homenaje por el señorío de
Montpeller, como
consecuencia de sospechar tratos de éste con el rey de Inglaterra. Jaime
III se niega a la prestación del
homenaje y Felipe VI ocupa el señorío de litigio, en tanto ambos
solicitan la ayuda de Pedro IV. Este se entrevista con Jaime III quien exige el
“auxilium” que corresponde a Pedro IV como señor feudal. El rey
aragonés mantendra una posición ambigua, aunque noaconseja
la guerra, y el rey mallorquín se envuelve en esta. Es la ocasión
esperada por Pedro IV para considerarse desligado del vínculo feudal, pues manifiesta
que la guerra emprendida por el feudatario es injusta, y también acusa
al mallorquín de batir moneda en el Rosellón diferente de la
moneda catalana. En abril de 1342, Pedro IV declara contumaz a Jaime III,
mientras negocia con Francia para que no se preste ayuda a Mallorca.
Sin embargo, ante la mediación pontificia, concede salvoconducto al rey
mallorquín para trasladarse a Barcelona,
lo que hace con su esposa, Constanza, hermana del propio monarca aragonés.
Allí, Pedro IV, consigue de su hermana una confesión relativa a
una traición de ella misma y su marido para asesinar o secuestrar a
Pedro IV. Sin poder violar el salvoconducto, deja marchar a Jaime III, pero
retiene a Constanza.
Pedro IV inicia la guerra contra Jaime III por la Cerdaña y apresta una
armada para pasar a la isla de Mallorca bajo
la dirección de Pedro de Moncada. El rey aragonés no descuida el
aspecto formal que justifique la agresión, desarrollandose un
proceso judicial que culmina en febrero de 1343 con una sentencia en la que se
decreta la confiscación de los bienes de Jaime III si este no comparece
al cabo de un año.
La situación favorece al rey aragonés, sobre todo, dado el
absentismo de los reyes mallorquines, que permanecen mucho mas tiempo en
sus dominios continentales. En mayo de 1343 una embajada mallorquina,encabezada
por Beltran Roch, se entrevista con Pedro IV para ofrecerle su
sumisión a cambio del respeto de las gracias y franquicias que
habían sido objeto de concesión por Jaime I.
A fin de aprovechar la situación, el rey aragonés parte con su
armada el 18 de mayo de 1343; mientras su hermano, Jaime, se ocupa de la guerra
en el Rosellón y la Cerdaña. Pedro IV desembarca en el puerto de
Poguera y derrota al rey de Mallorca, que le
esperaba en Santa Ponza.
Pedro IV se encamina a la capital de la isla, que le sera entregada en
la primavera de ese mismo año sin resistencia,
y se apodera de los diversos castillos, así como
envía galeras a Menorca.
En el verano siguiente, Pedro IV lleva la guerra a los dominios pirenaicos de
Jaime III, negandose a recibir a éste. El 29 de marzo de 1344, en
la capilla del Palacio Real de Barcelona, Pedro IV declara la unión del
reino de Mallorca a los de Aragón y Valencia y condado de Barcelona, lo
que puede considerarse la integración definitiva de la zona balear del
reino de Mallorca a la Corona de Aragón
El año 1345 transcurre en el empeño de Pedro IV por consumar la
integración del reino de Mallorca en cuanto a los dominios pirenaicos,
empezando por el Rosellón y continuando con la Cerdaña.
Jaime III no se conforma con la deposición de que ha sido objeto, y en
1347, con la ayuda del
rey de Francia, consigue apoderarse de casi todo el Conflent, que se ve
obligado a abandonar después. El 25 de octubre de 1349 sera la
fechade su derrota definitiva con la batalla de Lluchmayor, donde el rey
mallorquín perdera la vida.
2. LA CONQUISTA DE SICILIA
En julio de 1260 se concierta el matrimonio del futuro Pedro III de
Aragón con Constanza, hija de Manfredo, regente de Sicilia, por
Conradino, nieto por línea bastarda del emperador de Alemania y rey de
Sicilia, Federico II de Suabia o Staufen. La ceremonia se verifica el 13 de
junio de 1262 en Montpeller. El 23 de agosto de 1268, el padre de Costanza, que
representa los intereses gibelinos o imperiales sufre una derrota en Benevento
ante Carlos de Anjou, hermano de Luís IX de Francia, que representa el
bando güelfo o del Papa, pues Clemente IV le ha investido en el reino de
Sicilia para que lo conquiste y lo rija como feudatario de la Iglesia. Carlos
de Anjou ordena matar a Manfredo y también a Conradino, que, tras sufrir
un descalabro en Tagliacozzo, es decapitado públicamente en la ciudad de
Napoles.
La ambición de Carlos de Anjou suscita la enemistad de gran parte de los
barones sicilianos, así como
el emperador bizantino Miguel IX Paleólogo. Entre 1277 y 1280 es intensa
la presión gibelina y, dentro de ella, la de la propia Constanza, para
que el representante aragonés combata a los angevinos. Aquél
intenta inmovilizar a Castilla y Francia, política que sufre un duro
golpe con el nombramiento del
Papa Martín IV, el cual resultara pro-angevino.
En 1281, Pedro III reúne una armada importante que anuncia como destinada acombatir
a los enemigos de la fe, pero no logra obtener el patrocinio del Papa, que
sospecha de sus verdaderas intenciones. La dirección de la guerra en
tierra se encomienda a un hijo bastardo del
rey, Jaime Pérez, señor de Segorbe, mientras la dirección
en el mar se somete a Ramón Marquet.
En marzo de 1282 comienza un levantamiento general de los Sicilianos en
Palermo, que se extiende después al resto de la isla, y que es conocido
como las “Vísperas sicilianas”. La chispa aparente que
desata los tumultos es el intento que Drecheto, un soldado francés,
realiza de registrar a una dama siciliana para comprobar si llevaba armas, y
que la multitud interpreta como uno de los abusos contra la honestidad cometido
por los ocupantes. Los angevinos sufren una gran mortandad y son desalojados de
la isla, golpe que intenta superar Carlos de Anjou por mar, sitiando Messina.
En junio del
mismo año, la armada de Pedro III se hace a la mar, sembrando la
inquietud en el ambiente internacional, pues se desconocen sus verdaderas
intenciones. Se reorganiza en Mahón, y desembarca en Alcoill, donde
tiene que rechazar asaltos moros aislados. Como consecuencia de las
“Visperas”, Pedro III recibe frecuentes demandas de auxilio por
importantes sectores sicilianos. El rey decide desembarcar finalmente en
Trapani, y por tierra entra en Palermo el 4 de septiembre, donde le
ofrece el cetro el obispo de Cefalú. El 2 de octubre entra en la sitiada
Messina y doce
días despuésconsigue una victoria naval en el golfo de Nicotera.
El bastardo del
monarca es substituido en la dirección de la guerra por Roger de Lauria,
mucho mas experto.
Dado el peligro en que se encuentra Carlos de Anjou, pues Pedro III pasa en el
invierno a Calabria, el angevino utiliza una treta para apartar de Italia al
aragonés, y es la de retarle a decidir la cuestión en una batalla
personal, en la que sean acompañados de cien caballeros. Se elige Burdeos
como campo de
batalla. Pero el duelo no se realiza, pues el Papa lo prohíbe, y Pedro
III regresa a Tarazona.
Mientra tanto, la condición gibelina de Pedro III la había
atraído la excomunión de Martín IV, extendida a los
sicilianos. El 21 de marzo de 1283, el Papa priva de sus reinos a Pedro III, en
los que investira a Carlos de Valois, segundogénito del rey de
Francia.
El campo de batalla sera mas favorable a Pedro III, en lo que no
tiene poca influencia la reina Constanza. Por orden suya en junio de 1283,
Roger de Lauria, tras una sangrienta batalla, conquista la isla de Malta, cuyo
castillo se entrega finalmente a Conrado Lanza. La conquista se extiende a la
isla de Gozo. Justamente al año siguiente, otra batalla naval
proporciona una victoria señalada a Roger de Lauria, que apresa a Carlos
“el Cojo”, príncipe de Salerno y futuro Carlos de
Napoles. Reforzado con galeras enviadas por el rey al mando de
Ramón Marquet, el almirante italiano desembarca en la isla de Capri,
invade Calabria
y en septiembreconquista la isla e Yerba o de los Gelves.
El conquistador gibelino fallece en Villafranca del Penedés en noviembre
de 1285. En diciembre le llega la noticia al hijo segundogénito, futuro
Jaime II de Aragón, que se corona como
Jaime II de Sicilia en el mes de mayo. Toma el título de rey de Sicilia,
duque de Pulla y príncipe de Capua,
para lo que dispone de la renuncia de su hermano mayor, Alfonso de
Aragón.
Jaime II de Sicilia, heredero de la conquista gibelina, ha visto como gradualmente le escapa la ayuda del rey de Aragón, su hermano. Este
desarrolla en 1286 y 1287 una serie de negociaciones con Francia, Inglaterra,
Castilla y el Papa, cuyo principal objeto es la de liberarse de la investidura
pontificia de sus reinos realizada por el Papa a favor de Carlos de Valois. Un
punto importante de esas negociaciones lo constituye la liberación del príncipe de
Salermo. Alfonso III conviene en 1287 la liberación del prisionero. El Papa se apresura a
coronar rey de Sicilia continental o Napoles a Carlos “el
Cojo”, lo que obliga a Jaime II a combatirle, sitiando Gaeta en 1289,
hasta que se concierta una tregua por mediación del rey de Inglaterra.
El abandono total, con la renuncia por parte de Jaime II al Tratado de Sicilia,
se produce en virtud del Tratado de
Tarascón, celebrado Tarascón en febrero de 1291, también
conocido como
de Brignoles por firmarse en esta localidad alguna de las clausulas.
Acuden para ello a Francia Carlos II de Napoles, que
ostenta,ademas, la representación de Francia; doce
plenipotenciarios de Alfonso III, designados en cortes de Barcelona;
representantes de Eduardo 1 de Inglaterra y dos legados apostólicos en
representación del Papa. El rey aragonés, abandonando su
gibelinismo y reconociendo la soberanía del Pontífice, se
compromete a no prestar ayuda a su madre, Constanza, y a su hermano, Jaime II
de Sicilia. Obtiene, sin embargo, del
papa Nicolas IV el levantamiento de la excomunión y la promesa de
revocar la investidura otorgada por Martin IV a Carlos de Valois. La ventaja
para el aragonés de Sicilia reside en que su hermano sólo se ha
comprometido a una inhibición o política de neutralidad, siempre
preferible a que se hubiera obligado a una postura activa frente a él.
La muerte prematura de Alfonso III el 16 de Junio de1291 llama a su hermano,
Jaime II de Sicilia a ocupar el trono de Aragón con el mismo nombre y
numeral. Sale de Sicilia el 23 de julio, dejando a su hermano, Fabrique o
Federico, como lugarteniente general de la isla y como sucesor suyo en
Aragón en caso de fallecimiento sin hijos, aunque en este caso, dejando
el reino de Sicilia a su hermano, Pedro. El nombramiento de lugarteniente
indica que Jaime II retiene el reino de Sicilia, para lo que, entre otras
cosas, busca el apoyo de Sancho IV de Castilla, con quien firma el Tratado de
Monteagudo el 29 de noviembre de 1291.
La alianza con Castilla, que prefiere a Francia y la Santa Sede, es
transitoria,debilitandose progresivamente en conversaciones de
Guadalajara y, sobre todo, de Logroño, en 22 de julio de 1293, donde,
sin embargo, Jaime II consigue que el rey castellano le devuelva los rehenes
angevinos que conservaba, y que eran los hijos del príncipe de Salerno.
Mientras tanto, en abril de aquel año, ya existen contactos
diplomaticos en Pontoise con los representantes de Carlos de Anjou, 'el
Cojo', que se titula rey de Sicilia.
En contactos diplomaticos habidos en Tarazona en agosto de 1293, Jaime
II intenta todavía retener el reino de Sicilia, aunque sólo
durante su vida, de manera que retorne directamente a la Iglesia a su muerte,
buscando al mismo tiempo compensaciones para su hermano, Federico, que
resultaría perjudicado. Unos meses mas tarde, en diciembre, al
entrevistarse secretamente con Carlos de Anjou en La Junquera, el rey
aragonés accede ya a la devolución de Sicilia a la Iglesia en un
periodo de tres años, sin exigir, incluso, que sea ésta la que
administre el reino directamente. Busca compensaciones territoriales para la
pérdida, pero en favor propio, en lugar de hacerlo en favor de su
hermano, Federico, las cuales consisten, probablemente, en Córcega y
Cerdeña.
El pontificado se muestra de acuerdo con el fruto de estas conversaciones en
cuanto esta representado por Celestino V, anacoreta en su origen, pero
la deposición de la tiara de aquél, cambia la situación,
pues le sucede uno de los pontífices mas activos, llamado
Benedetto Gaetani,y que adopta el nombre de Bonifacio VIII. Este, en su ciudad
natal de Anagni, y en junio de 1295, consigue que aragoneses, franceses y
sicilianos o napolitanos lleguen a unos acuerdos, cuyo conjunto es conocido como Tratado de Anagni.
El Tratado de Anagni asegura la integridad territorial de la parte continental
de la Corona de Aragón frente a Francia y hace posible que
aquélla retenga feudalmente la zona balear. En cuanto a Sicilia,
representa la pérdida total, pues Jaime II se compromete a su
devolución, retirando sus oficiales, ordenando la aceptación, del
dominio de la Santa Sede y deponiendo título y emblemas como rey. El
monarca aragonés se compromete, incluso, a hacer efectiva la
devolución mediante el castigo de los que no obedezcan su
decisión, aunque sin haber de llegar al empleo de la guerra, y sin ir
tampoco contra los usos de Aragón. En el asunto estrictamente siciliano,
las ventajas de Jaime II son el matrimonio con la hija del rey de Sicilia, Blanca de Anjou, y la
dote consiguiente, que alcanza la suma de cien mil marcos, de los que el
aragonés puede disponer de setenta y cinco mil en todo caso. Dentro del
orden pecuniario consigue treinta mil marcos mas, resultado de la
condonación que el angevino hace de una cantidad que el rey
aragonés poseía en depósito.
Para el cumplimiento de la paz de Anagni, el Pontífice levanta censuras,
dispensa irregularidades matrimoniales, autoriza el cobro del dinero dotal en
bienes de hospitalarios ytemplarios e, incluso, facilita, doce mil libras de
torneses para que la restitución de Sicilia sea rapida en su
parte insular, pues en cuanto a la parte continental ha de ser inmediata. La paz entre sicilianos-napolitanos y aragoneses se
consolida en Vilabertran, a donde acuden Jaime II de Aragón y
Carlos II de Anjou, celebrandose el matrimonio del
primero con la hija del
segundo. Dentro de dos clausulas secretas del Tratado de Anagni se
encuentra la concesión o la promesa de concesión de
Córcega y Cerdeña como feudo pontíficio a Jaime II,
compensación territorial por la pérdida de Sicilia.
La renuncia de Aragón a Sicilia repercute en la isla, donde la nobleza,
en parlamentos celebrados en Palermo en dictempre de 1295 y en Catania en enero
siguiente, eligen como rey a Federico, hermano y hasta entonces lugarteniente
general de Jaime II, el cual se corona en Palermo el 25 de marzo, contando con
el apoyo de su madre Constanza. El nuevo y discutido rey adopta el nombre de
Federico III, por considerarse continuador de Federico II de Suabia o Staufen,
y demuestra su firme actitud, llevando la guerra a la Sicilia continental, con
la cooperación, entre otros, del noble aragonés Blasco de
Alagón y del célebre marino calabrés Roger de Lauria,
aunque la de este último por poco tiempo.
Desde Valencia, y en cumplimiento de lo prometido en Anagni, Jaime II en 1297
anuncia su propósito de pasar a Sicilia, esta vez, como representante
del partido güelfo, puesel Papa le ha nombrado capitan general de
la Iglesia, para cuya acción se atrae a Roger de Lauria. Al año
siguiente concierta la tregua con Castilla que le dara libertad de
movimientos, y rechaza las pretensiones de su hermano, Federico, que trata de
conseguir la inhibición del aragonés, como también el que
el vizconde de Cardona desafíe por traidor a Roger de Lauria.
En este año de 1298 se pone en movimiento la gran flota de Jaime II, con
presencia en ella de franceses, gascones, toscanos, lombardos, aragoneses,
catalanes y provenzales, la cual pasa por Roma para recoger el estandarte de la
Iglesia. Para financiar la expedición el monarca aragonés vende a
los catalanes el impuesto conocido como del 'bovatge', y tras rendir
diversos castillos, sitia la de Siracusa, cerco que se ve obligado a levantar a
los meses, concluyendo por retornar a Cataluña con parte de la flota
perdida, mientras Federico III de Sicilia recupera los castillos abandonados.
Un sobrino de Roger de Lauria, Juan, es decapitado por los sicilianos, en cuyo
triunfo sobresale el marino genovés Conrado Doria.
Jaime II, colocado en mala situación, reanuda, su ataque en 1299, esta
vez con mayor fortuna y destacando su actuación personal. El día
4 de junio tiene lugar una sangrienta batalla naval frente al cabo de Orlando,
y que representa una derrota para el siciliano, agravada por la dureza que
muestra Roger de Lauria tras la misma. Jaime II considera que ha cumplido con
exceso suspromesas de Anagni y se retira de Sicilia, pese a las quejas del
Pontífice, que hubiera deseado una contribución mas
decisiva.
Federico III de Sicilia se entrega a una ardorosa lucha contra napolitanos y
franceses, apoyados por la armada de Roger de Lauria. El 1 de diciembre de 1299
derrota personalmente y apresa a Felipe, príncipe de Taranto en
Trapani, y poco después, por mediación de Blasco de Alagón
y el conde de Catanzaro vence a fuerzas francesas de élite, denominadas
'los caballeros de la muerte', junto a Gallano. Sin embargo, en el
verano de 1300, su almirante, Conrado Doria, experimenta una seria derrota
naval ante Roger de Lauria, que amputa las manos y saca los ojos a los
ballesteros de la nave almirante Siciliana.
El 19 de agosto de' 1302, Y a través de la mediación forzada de
Carlos de Valois, hermano del rey de Francia y
jefe del partido güelfo, se firma el
Tratado de Caltabellotta entre Federico III y Carlos de Anjou. Siendo este el que se considera
legitimado por el Papa para ostentar el titulo de rey de Sicilia, Federico III
consigue ostentar ese titulo en cuanto a la isla, o, en su defecto, el
título de rey de Trinacria, a elección de Carlos. Este
título es vitalicio y no transmisible, de manera que a la muerte de
Federico la isla debe volver a los angevinos. Estos procuran una
compensación para los hijos de aquél, que habría de
casarse con la hija de Carlos, cuando falleciera, consistente en la
adjudicación de un reino como
Chipre,Cerdeña u otro de valor similar, o, en defecto, la cantidad de
cien mil onzas de oro. En el supuesto de fallar estas compensaciones, los hijos
de Federico podrían retener el reino de Sicilia. En 1303, Bonifacio VIII
confirma este tratado, decidiendo que el título a usar por Federico sea
el de 'rey de Trinacria”.
El Tratado de Caltabellotta no pone fin a la situación de hostilidad
entre la Sicilia continental o Napoles y la Sicilia insular o Trinacria.
La intervención de Federico III de Trinacria en la Calabria suscita una violenta
reacción en 1314 por parte de Roberto de Anjou, rey de Sicilia, que con
una gran flota invade la isla y sitia a Trapani. Federico III les
ayudado por ricos-hombres catalanes, en especial por Bernardo de Sarria,
quien abandona para ello, incluso, su ventajosa posición de almirante del rey de
Aragón. Se abre así un largo periodo de hostilidades, sólo
interrumpido por diversas treguas que las partes contendientes firman,
aprovechando la mediación de otros príncipes, entre los que se
encuentra Jaime II. La lucha desborda los límites de un conflicto local,
pues se extiende a Génova, donde Roberto de Anjou interviene como
protector del bando de los güelfos, mientras Federico III defiende los
intereses de los gibelinos, entre los que se encuentran las familias de los
Dorias y los Espínolas.
Previa la celebración de un parlamento en Siracusa, el 19 de abril de
1321, Federico IU corona a su hijo primogénito, Pedro, como
coregnante,lo que revela la decisión de no cumplir lo acordado en
Anagni, por considerar, sin duda, que la guerra continuada con Roberto de Anjou
lo ha hecho inaplicable. Con arreglo a esta mentalidad, Jaime II acude en ayuda
de Federico III cuando este ve su isla invadida en 1325 por Roberto de Anjou,
que infiere notables daños en Palermo y Messina. Cuando Federico muere
el 25 de junio de 1337, viejo y gotoso, en una iglesia de la Orden de San Juan
de Jerusalén, donde se encuentra camino de Catania, la dinastía
aragonesa se mantiene a través del coregnante, que le sucede como Pedro
II, cuyo dominio se extiende a. las islas de Malta, Gozzo y Pantelaria.
La muerte de Pedro II el 15 de agosto de 1341 se produce en un momento de
extrema gravedad para la dinastía aragonesa, pues Roberto de Anjou,
aprovechando la rebelión de una familia noble, los Palici, había
invadido nuevamente la isla. No obstante, el 15 de septiembre se corona al hijo
del
fallecido, Luís, que todavía no habla cumplido los cinco
años, el cual queda bajo la tutela de su tío, el Infante Don
Juan. Fallecido éste en abril de 1348, como consecuencia de una epidemia
de peste, se hace cargo de la regencia Blasco de Alagón, conde de
Mistreta, pero la reina madre, Doña Isabel, favorece a la familia de los
Palici frente a los aragoneses, contra los que se rebelan las ciudades de
Palermo y de Messina, teniendo que refugiarse Blasco de Alagón en la
ciudad de Catania, en tanto el rey Luís se encuentra enmanos' de los
sublevados en Messina.
El 13 de junio de 1349, Pedro IV de Aragón contrae matrimonio con'
Leonor, hija del
fallecido Pedro II de Sicilia, quien se ha visto obligada previamente a
renunciar a todos los derechos a este trono, si bien, secretamente, ha
protestado contra ello por haber mediado coacción. La armada aragonesa,
resuelto el problema de Mallorca y bajo el mando del
almirante Pedro de Moncada, acude a la is1a para sitiar la ciudad de Messina. Aquél
trata de negociar con los sublevados y abandona, finalmente, la isla sin
obtener ningún resultado positivo aparente. En 1354, se agudiza la lucha
de la nobleza siciliana, entre la que destaca la familia de los Chiaramonte,
contra la influencia aragonesa, y el rey Luís tiene que solicitar
socorro al rey de Aragón, al que temen las familias rebeldes, que buscan
ayuda en los reyes de Napoles.
Luís I de Sicilia fallece el 16 de octubre de 1355, año en el que
muere también el principal representante del partido aragonés,
B1aacode, Alagón. Le sucede su hermano, aunque conocido
después como
Federico III, Federico IV, de trece años, que queda bajo el gobierno de
su hermana Doña Eufemia. La inexperiencia de uno y otro da lugar a una
situación caótica en el reino, a causa de las turbaciones
interiores de la nobleza y los ataques exteriores por parte de Napoles,
gobernado por la reina Juana l. En 1356, ésta consigue apoderarse de
Messina, aunque Artal de Alagón consigue el control de toda la isla
afavor de Federico, y aún en 1357 derrota a los napolitanos, que
seguían ocupando la citada ciudad siciliana. El peligro en que se encuentra
el reino de Sicilia es tan grande que Federico IV llega a hacer donación
de él a su hermana, Leonor, mujer de Pedro IV de Aragón, que
podía elegir a uno de sus hijos para ocupar el trono si ella estuviera
incapacitada para hacerlo personalmente.
El 11 de abril de 1361, y en Catania, Federico IV contrae el matrimonio
concertado unos años antes con Constanza, hija de Pedro IV de Arag6n, lo
que contribuye a que la nobleza siciliana se someta, fruto también de la
actitud firme observada por Artal de Alagón, sucesor de Blasco en la
jefatura del partido aragonés. En 1372 se alcanza, al fin, la paz entre Federico y Juana, intitulandose el
primero rey de Trinacria, y la segunda de Sicilia, pero considerandose
la isla como un reino independiente de la
Sicilia continental que nosotros conocemos como Napoles. Se reconoce el derecho
de Maria, hija de Federico, a sucederle en el reino, aunque casando con
príncipe católico que contara con la conformidad del Papa.
Federico presta homenaje de fidelidad al Papa y éste levanta el
entredicho que pesaba sobre la isla.
Tras larga lucha contra la nobleza, Federico IV, conocido como 'el
Simple', 'el Débil' o 'el Asino', muere el 27
de julio de 1377, dejando, como heredera universal a su hija, Maria, salvo en
las islas de Malta y del Gozzo, que cede a un bastardo, Guillén de
Aragón.Maria queda en poder de Artal de Alagón, y la
situación de turbaciones interiores retorna al recaer el trono en una
mujer.
Pedro IV de Aragón inicia gestiones en la curia pontificia para obtener
la investidura del reino, basandose en
la incapacidad de Marta como
mujer, para suceder en el reino, pero no obtiene resultado favorable ni ante
Gregorio XI ni ante Urbano VI. Proyecta pasar con la armada a la isla, pero
desiste en 1379. Ese mismo año se produce un suceso venturoso para
él, y es que uno de los nobles mas influyentes, Guillén
Ramón de Moncada, conde de Agosta, secuestra espectacularmente a Marta,
cuando se hallaba durmiendo en el castillo de Catania, evitando así que
Artal de Alagón consumara unos proyectos de matrimonio que tenía
para la infanta. Trasladada esta a la Licata, Pedro IV envía algunas
compañías para defenderla, y en 1382 pasa aquélla desde
Sicilia a Cataluña. Mientras tanto, en 1380, Pedro IV, aún
reteniendo el señorío teórico de la isla, cede los
derechos a su hijo Martín, que en vida de su padre sólo recibe el
título de vicario general.
En 1390, Juan I, que había sucedido a su padre Pedro IV en el reino de
Aragón, autoriza el matrimonio de Marta de Sicilia con su sobrino,
Martín, conde de Ejérica, hijo del
duque de Montblanch, futuro Martín I de Aragón o Martín
'el Humano', contando con el consentimiento del Papa Clemente VII. La alianza
matrimonial entre Aragón y Sicilia se complementa con otra entre
Aragón y Napoles, pues seconcierta el matrimonio de Violante,
hija de Juan 1 de Aragón, con Luís II de Anjou. Entre tanto, y
alejada Marta de su reino, éste es gobernado por cuatro nobles con el
título de “Vicarios”, que son el conde Guillén de
Peralta, el conde Antonio de Ventimiglia, Manfredo de Alagón y el
almirante Andrés de Chiaramonte, todos ellos confederados en Castronuovo
frente a María y su esposo, Martín, conocido
históricamente como Martín de Sicilia, o Martín 'el
Joven'.
Con Bernaldo de Cabrera como almirante y
capitan general, Martín 'el Humano' todavía
sólo duque de Montblanch, organiza una gran armada para poner a los
esposos en posesión del
reino, en la que intervienen nobles catalanes, aragoneses y valencianos. En
marzo de 1392 desembarcan en Trapani, y en mayo entran en Palermo,
decapitando a Andrés de Chiaramonte y apresando a Manfredo de
Alagón. Gran parte de los barones de la isla se rebelan y llegan a
cercar ese mismo año en el castillo de Catania a los reyes de Sicilia, a los que se
une el propio duque de Montblanch en sus intentos de socorro. Mientras tanto,
Juan 1 de Aragón actúa con notable negligencia en el envío
de ayuda, teniendo que ser el propio Bermaldo de Cabrera el que,
particularmente, Y con ayuda de comerciantes catalanes, organiza un
ejército con participación de gascones y bretones, y llegando a
Sicilia, atraviesa la isla y sitia la ciudad de Catania. A esto se une la ayuda
de algunos navíos con Roger de Moncada, camarero de la reina
deAragón, y de la armada real con Pedro Maza. El 9 de agosto de 1394 se
rinde Catania, muriendo en el sitio el propio Pedro Maza, y después se
extiende una guerra sangrienta por toda la isla.
Entre 1395 Y 1396, Martín 'el Humano', que el primero de los
dos años citados accede al trono de Aragón, reduce a la
obediencia al reino de Sicilia, pero en 1398 se produce la rebelión de
los condes de Agosta y de Ventimiglia, lo que obliga a la armada real a pasar
para sofocarla, muriendo el conde de Agosta y siendo reducido Antonio de
Ventimiglia. Parte de los rebeldes, sin embargo, se refugian en el reino de
Napoles, por lo que el rey de Aragón tiene que enviar nuevamente
su armada en el año 1400, aprovechando tenerla preparada para luchar
contra los infieles y disfrutar de los privilegios de cruzada que le habían
sido concedidos por Benedicto XIII.
Las posibilidades de sucesión empiezan a desaparecer en mayo de 1401 al
morir casi simultaneamente la reina María y su hijo Pedro, y pese
a que ese mismo año se conciertan las segundas nupcias de Martín
'el Joven', esta vez, con la hermosa Blanca, hija del rey Carlos de
Navarra, la cual marcha a Sicilia en el otoño de 1402. El destino del joven rey siciliano
sera el de engendrar numerosos bastardos y, sin embargo, morir sin hijos
legítimos. Por otra parte, la isla no cesara de registrar turbaciones
a causa de la división de la nobleza en bandos, que registrara,
entre otros sucesos, el abandono del servicio del reypor parte de quien tanto
se había destacado en su defensa, como era Bernaldo de Cabrera, conde de
Módica, y sin que las graves disensiones alcancen mayores proporciones
gracias a la continua intervención de Martín 'el
Humano' o 'el Viejo' en el gobierno.
La ayuda de Martín 'el Joven' a su padre en Cerdeña
determina la prematura muerte en el verano de 1409, quedando al frente del gobierno
su joven esposa, Blanca de Navarra, con el asesoramiento de diversos nobles.
El día final del mes de mayo de 1410 fallece Martín 'el
Humano', quien ha legitimado a su nieto, Federico, conde de Luna, y
bastardo de Martín 'el Joven', legitimación que es
seguida a la muerte del rey aragonés de la concedida por el Papa
Benedicto XIII, todo ello a los efectos de la sucesión concreta y
exclusiva en Sicilia. Sin embargo, en la isla, gran parte de la nobleza y alto
clero reunido en parlamento en Taormina
pretende elegir rey independientemente. Bernaldo de Cabrera, por entonces
Maestre Justiciero del Reino, combate a los consejeros de la reina, quien tiene
que refugiarse en el castillo de Siracusa, de donde es liberada por Juan de
Moncada, con lo que individuos de un mismo linaje coinciden en liberar a las
dos esposas de Martín 'el Joven', Maria y Blanca.
En 1411, el Parlamento de Cataluña envía embajadores a Sicilia
con la misión de que depongan las armas los dos bandos de la isla, es
decir, el de la reina Blanca o sus consejeros y el de Bernaldo de Cabrera, lo
que no seconsigue, pues todavía en 1412 el último se apodera de
Palermo, teniendo que trasladarse la reina a Catania.
La candidatura de Federico de Sicilia para el trono de Aragón no obtiene
ningún éxito, dada su naturaleza de bastardo y el ser menor de
edad, ya que la legitimación por parte de su abuelo, Martín
'el Humano', lo había sido sólo para el reino de
Sicilia o Trinacria. Sin embargo, tampoco obtiene esta, pues no cuenta con el
apoyo de ninguno de los parciales de la isla, dado que la reina viuda no es su
madre y que Bernaldo de Cabrera lo que parece impedir es que un nuevo
matrimonio de aquélla aleje el trono de la Corona de Aragón. La
potencia del nuevo monarca aragonés
elegido en Caspe, Fernando 1 'el de Antequera', permite a éste
el ser investido como rey de Sicilia por parte del Papa Benedicto XIII,
que entiende puede hacerlo por haber retornado la isla al dominio de la Santa
Sede. La investidura solemne a través de .la donación de un anillo
de oro tiene lugar el 29 de noviembre de, 1412, prestando el nuevo rey homenaje
al Papa. Aquél, en su deseo de pacificar la isla, y dado que Bernaldo de
Cabrera había sido reducido y hecho prisionero, fortalece el poder de
Blanca de Navarra, pero rodeandola de personas leales a él.
La situación interna difícil del
reino de Napoles no favorece la política de sublevación en
Sicilia, por lo que la nobleza, intenta conseguir la autonomía por otros
medios, como el
de, que Fernado I designe a uno de sus hijospara reinar, a cuyo fin
envían una embajada en 1414. La maxima concesión de aquel
consiste en dejar en 1415 al conde de Peñafiel, futuro Juan II de
Arag6n, como
lugarteniente general en la isla, adonde había pasado en transito
para contraer un frustrado matrimonio en Napoles. Una de las primeras
disposiciones de Alfonso V de Aragón el 'Magnanimo',
sucesor de su padre, Fernando 1, en 1416, sera la de alejar de la isla a
su hermano, el futuro Juan II, para impedir que prosperen, los intentos
sicilianos de elevarlo a la condición de rey.
En 1421, el reino de Sicilia sirve como
base de la armada aragonesa para combatir contra Génova, el enemigo
secular mediterraneo. Bajo el mando de Romeo de Corbera, la marina
aragonesa derrota a la genovesa en la Foz de Pisana en el mes de octubre, con
grandes consecuencias políticas, pues el gobierno de la citada
república italiana se deposita en las manos del duque de Milan.
Las cuestiones internas de la dinastía aragonesa no parecen tener al
principio gran proyección en Sicilia, reino que, incluso, no se ha
separado durante el interregno superado en Caspe. En 1429 es Federico, conde de
Luna, el bastardo de Martín 'el Joven', el que resucita el
tema de su desposesión en el reino de Sicilia y fomenta la
rebelión contra Alfonso V, pero todo ello en territorio peninsular
hispanico y buscando la ayuda castellana. En 1458, el año de la
muerte del 'Magnanimo', el príncipe de Viana pasa a
Palermo, procedente de Napoles, perocon espíritu de concordia, e
incluso desde Sicilia trata amistosamente con su padre, ya Juan II de
Aragón, trasladandose a Cataluña en 1459.
Sin embargo, estas cuestiones internas son las que mueven los grandes
acontecimientos del reinado de Juan II, quien a principios de 1460, y a
través de las Cortes de Fraga y de Lérida, declara formalmente la
incorporación del reino de Sicilia, como también del de
Cerdeña, a la Corona de Aragón, a fin de que quede unido
perpetuamente, sin poder ser separado. La contienda con los catalanes favorece
el acercamiento del
monarca a los genoveses que obedecen al duque de Milan, Francisco
Sforza, con el que trata y establece treguas en 1464.
La misma motivación, aunque mucho mas patente como consecuencia
de la guerra civil en Cataluña, conectada con la defensa ante
Francia' es la que impulsa a Juan II a nombrar a su hijo Fernando, el que
sera conocido como 'el Católico' y al que ya
había hecho jurar como gobernador general en 1461, como corregnante en
Sicilia por Pragmatica de 10 de junio de 1468, lo que hace en Zaragoza,
donde se procede a la coronación con una gran solemnidad en la Catedral.
El día 5 de marzo de 1469 se firman las 'Capitulaciones de
Cervera' o contrato matrimonial de Fernando, rey de 8icilia, con Isabel,
la futura Isabel I de Castilla. Como era
tradicional, a la princesa sé le asigna en Sicilia el
señorío sobre las ciudades de 8iracusa y de Catania. En octubre del
mismo año se celebra la ceremoniadel casamiento en Valladolid.
En estos años, Siciliapasa a ser la avanzada de la Europa occidental
frente al peligro turco, por lo que en 1470 el Papa concede al reino la mitad
de los diezmos eclesiasticos, tras la conquista de la ciudad y la isla
de Nigroponto por parte de Mahomet, y en 1472 se pretende que el monarca entre
en la liga general que se organiza contra el turco, lo que no prospera a causa
de la guerra de aquél contra Renato de Anjou.
La figura de Fernando se afianza cada día mas. Su reconocimiento
mas amplio en 8icilia se realiza en Parlamento celebrado en 15 de junio
de 1474. Al año siguiente es jurado en 8egovia como rey de Castilla. Al morir el viejo Juan
II en 19 de enero de 1479, pasa a ser Fernando II de Aragón, como en Castilla era ya
Fernando V, lo que significa una nueva etapa en la Corona de Aragón.
3. LA OCUPACION DE CERDEÑA Y EL FRACASO DE CORCEGA
En el siglo XIII, los señores mas importantes en la isla de
Cerdeña, verdaderos reyes por parte de la misma con el título de
'Jueces de Arb6rea', son de ascendencia catalana, en cuanto sucesores
del matrimonio entre Barison y Agalborsa, y, por tanto, de la familia vizcondal
de Bas, título este cedido en la centuria citada a otro pariente, abuelo
del conde de Ampurias.
Una clausula secreta del Tratado de Anagni en 1294 permite a Jaime n de
Aragón, a cambio de su renuncia al título gibelino sobre Sicilia,
el aspirar a la ocupación güelfa de Córcega y
Cerdeña, es decir, aincorporar estas islas a su Corona en cuanto
representante de la Santa Sede, que es quien concede las islas como feudo
pontificio. El día 4 de abril de 1297, Bonifacio VIII, en Roma, y
mediante la entrega de una copa de oro, inviste solemnemente a Jaime II, en
presencia de su madre, Constanza de Suabia.
Entre la investidura pontificia y el desembarco de Cerdeña transcurre
largo período de alrededor de veintiséis años, desde cuyo
inicio es estimulado por parte del rey Carlos
de Anjou para que, combata contra los pisanos, gibel1nos y dominadores de la
isla, así como
también por parte de florentinos y luqueses, rivales de aquellos. En
1303, Jaime II se siente animado a iniciar la ocupación, pero se ve
obligada a desistir como consecuencia de sus
diferencias con Castilla por el reino de Murcia. En 1304, el monarca
aragonés renueva la prestación de. su homenaje de fidelidad al
Papa en la persona de Benedicto XI, y en 1305 en la de Clemente V, quien le
inhibe en la empresa por necesitarle como
representante de la Iglesia en otros asuntos.
El trienio 1306-1309 esta caracterizado por una actividad
diplomatica muy intensa, recibiendo el monarca aragonés numerosas
ofertas de ayuda, procedentes de ciudades rivales de Pisa, como Florencia, Luca
y Siena, o de familias con intereses en la isla, como los Daria y los
Malaspina, aparte de los franceses y angevinos, en cuanto núcleo
güelfo. Algunas de estas ofertas son de caracter financiero, como
las de Florencia yLuca, y en conjunto la situación es tan amenazadora
para Pisa, ocupante parcial de la isla, que ella misma intenta la cesión
de esta con condiciones. El fracaso de la expedición a Almeria en 1309 arruina a Jaime II e impide
un mayor impulso a la empresa sarda. Desde la isla misma recibe muchos
estimulas, como
el de Ruggero Tagliaferri, que le urge a la invasión,
prometiéndole que si obtiene autorización del Papa todos los
hombres de la isla le legitimaran.
En 1322, año en que se reanudan los contactos con las ciudades rivales
de Pisa y con las familias interesadas de la isla, la situación general
aparece mas favorable para Jaime II, que en el exterior se esfuerza por
conseguir la armonía entre Sicilia y Napoles, y en el interior
consigue apaciguar una situación difícil en la comarca de Teruel,
que, incluso, llega a hacerle un importante donativo para la empresa sarda. En
el estío del citado año se difiere esta para la primavera
siguiente, procediéndose a la organización de la armada, cuyo
mando se confiere al valenciano Francisco Carroz. Secretamente, el monarca
aragonés estrecha sus relaciones con el juez de Arbórea,
descontento con Pisa
porque oprime parte de su señorío.
Los ricos-hombres y caballeros aragoneses, catalanes y valencianos son
convocados a reunirse el 15 de marzo de 1323 en Portfangós o Puerto
Fangoso, en la desembocadura del Ebro en Tortosa. Los preparativos suscitan
gran temor en distintos puntos del Mediterraneo, sobre todo,
enGénova y Napoles, donde se sospecha sobre las verdaderas intenciones
de Jaime II, al que Pisa
intenta hacer desistir con el compromiso de compensarle los gastos realizados.
El monarca aragonés no consigue la ayuda del Papa, que teme el empleo de
la violencia en ese momento determinado.
El 30 de mayo de 1323, embarca el futuro Alfonso IV de Aragón en el
puerto de partida y unos días después se produce la
rebelión contra los pisanos por parte del juez de Arbórea, Hugo
III, bastardo de Mariano IV, al que había sucedido con oposición
de los dominadores, y que es ayudado por el vizconde de Rocabertí, con
algunos ricos-hombres y almogavares enviados por Jaime II. El 13 de
junio desembarca el infante en la isla, y el día 28 pone sitio a la
villa de Iglesias, por el peligro que ésta representaba para el juez de
Arbórea, mientras la marina sitia el castillo de Caller o Cagliari. Prestan
homenaje feudal al infante algunas de las familias poderosas de la isla, como
los Doria y Malaspina, amén del juez de Arbórea y de la ciudad de
Sasser o Sassari, ciudad ésta de la que se expulsa a los genoveses,
codominadores de la isla con los pisanos, y con los que se pretende evitar un
enfrentamiento total, a fin de conseguir su neutralidad y debilitar así
a Pisa. El apoyo naval de ésta al castillo de Cagliarí fracasa, con
lo que la principal dificultad para los sitiadores reside en las epidemias, que
diezman el ejército.
Las operaciones militares se complementan conactividad política, como celebración de cortes catalanas y, sobre todo,
diplomatica cerca de las ciudades italianas güelfas e, incluso, de
familias gibelinas, como
los Doría, a quienes conceden feudos en la isla. En cuanto a la
estrategia se fundamenta en los socorros por mar que uno y otro bando
envían a sus fuerzas.
Tras una larga resistencia de siete meses y diez días, el 7 de febrero
de 1324 la villa de Iglesias se rinde al infante Alfonso, dejando atras
una elevada mortandad, mas debida a las epidemias y sus consecuencias
que a las propias operaciones militares.
Rendida la villa de Iglesias, la mayor intensidad de la lucha se traslada al
castillo de Cagliari,
frente al cual las armadas pisana y aragonesa no se atreven a enfrentarse. El
infante Alfonso se decide por la guerra terrestre y derrota a los pisanos en la
batalla de Luco Cisterna, de consecuencias de la cual muere Manfredo de
Donoratico, el capitan de los pisanos. El infante Alfonso para
neutralizar la importancia de Cagliari, erige
otra villa y castillo, que denomina Bonaire, y
estrecha mas el sitio, atacando puerto Pisano, último lugar
adonde se refugia la escuadra pisana. El anuncio de socorros marítimos
de Jaime II concluye por doblegar la resistencia
pisana.
El 19 de junio de 1324 se firma la paz en la
tienda del infante Alfonso, previa entrega del
castillo de Cagliari.
La indicada fortaleza
se entrega a los pisanos en feudo perpetuo, junto con las villas de Estampace y
Vilanova, elpuerto del castillo y el estanque. El monarca aragonés se
reserva las salinas, compensando a los pisanos con dos mil libras. La victoria
tiene repercusiones en Córcega de donde el infante recibe diversos
homenajes.
La paz no se inaugura con demasiados buenos auspicios, pues dentro del mismo
año se produce un levantamiento en la ciudad de Sassari, promovido por
los genoveses, que hablan observado hasta entonces una conducta de neutralidad,
confiando en que ella les procuraría el mantenimiento de su dominio
sobre parte de la isla, resultando así sólo perjudicados los
pisanos. Estos, por su parte, comienzan a contender con las autoridades
aragonesas sobre los términos de la
paz, y se promueven alborotos, situación que
culmina en junio de 1325 con una practica ruptura de hostilidades. Se
rebela la familia de los Malaspina en connivencia con los genoveses y Gaspar
Doria se concierta con los pisanos, lo que determina el que Francisco Carroz
sitie el castillo de Cagliari, venciendo el 29 de diciembre de aquel año
a una armada de pisanos y genoveses que acuda a socorrer el castillo al mando
de Gaspar Doria, el cual tiene que escapar a nado. Los pisanos fracasan
también al atacar a Ramón de Peralta, que acude a Cerdeña
con socorros, y los aragoneses conquistan la villa de Estampace. Estos
acontecimientos provocan, sin embargo, la rivalidad entre Carroz y Peralta, que
degenera en lucha abierta, concluyendo con la destitución de ambos.
La insurrección de lospisanos permite completar la conquista
teórica total de la isla, en virtud de una paz que se concierta el 24 de
abril de 1326, y que se publica el día 9 de junio de aquel año,
pues en esta el castillo de Cagliari y sus apéndices han de pasar a manos
aragonesas. Mientras tanto, se estrecha el sitio de aquél,
concluyéndose con la separación y rivalidad entre Cagliari y
Bonaire, pues pasan a ser una misma ciudad, y son reducidos a la obediencia del
rey los Malaspina y la ciudad de Sassari.
Dentro ya del reinado de Alfonso IV, las perturbaciones se continúan con
la rebelión de los sassareses en 1329, dominados por parte de la familia
de los Doria genoveses, 10 que da lugar a que se expulse a los extranjeros y se
proceda a repoblarla con catalanes y aragoneses. En 1330, la guerra se extiende
contra los gibelinos de Génova y de Saona. Los güelfos de
Génova ofrecen, en 1331, su ayuda para combatir a los gibelinos de
Saona, pero los daños originados a lo largo de la costa por los corsarios
aragoneses impele a que los rivales políticos abandonen sus diferencias
entre sí. Los genoveses, que cuentan con las simpatías de
Napoles, inician un corso intensísimo por las costas catalanas, y
el Mediterraneo se convierte en 1332 en el escenario de la lucha entre
las dos talasocracias que representan en la época Génova y
Aragón. En Cerdeña, la situación aparece agravada por las
disensiones entre ramas diversas de la familia de los Doria.
En 1334, los Doria y genovesesrebeldes se conciertan con los habitantes de
Quirra, fortaleza
importante de la costa, para vender ésta a Génova,
apoderandose de otros castillos. Algunas naves enviadas desde
Cataluña para socorrer la isla en el verano del
citado año son tomadas por los genoveses, lo que determina una
situación de extremo peligro para Cerdeña, que obliga, incluso, a
solicitar ayuda del
rey de Sicilia, a fin de que envíe la armada con Ramón de
Peralta.
Contando con una actitud tranquila de los marqueses de Malaspina, los condes de
Donoratico y la ciudad de Pisa,
en 1336, Pedro IV domina a los Doria sublevados y se concierta con ellos. A
través del Papa y del
rey de Francia, el monarca aragonés llega a un acuerdo de paz con
Génova, lo que implica una corta etapa de tranquilidad para
Cerdeña. Sin embargo, no es sólida la situación de Pedro
IV, pues el Pontífice, Benedicto XII, no le concede en 1337 la
remisión del censo que había hecho a su padre, Alfonso IV, y la
maxima concesión que realiza es la de que el juramento de
fidelidad le sea prestado a través de procurador, y no personalmente. La
isla se mantiene en una especie de equilibrio inestable, como consecuencia de
la fidelidad de los jueces de Arbórea y de las disensiones entre las
familias, especialmente entre los Doria y los Malaspina. En 1339, Pedro IV
presta homenaje a Benedicto XII personalmente y con gran solemnidad en
Aviñón, pero sin obtener tampoco concesiones sustanciales. En
1340, los Doria y lossassareses vuelven a rebelarse, con la complicidad de
Génova, Pisa y Milan, en tanto el monarca no acepta los
estímulos que le llegan de Córcega para apoderarse de la isla,
alegando el peligro para. : los reinos hispanicos derivado de guerra
promovida por el rey de Marruecos. Las rivalidades dentro de la familia de los
Doria llega a su apogeo en 1341, en las cuales interviene el monarca
aragonés.
Tras resolver definitivamente Pedro IV el problema de Mallorca en 1344, por la
vía del
corso inflige serios daños en la isla de Córcega, especialmente
en el puerto y zona de Bonifacio, estimulado por parte de la nobleza de la
isla, afecta al rey de Aragón, y enemiga de los genoveses, los
dominadores. Pedro IV, piensa, incluso, en pasar a la isla el verano siguiente,
aunque no llega a realizarlo.
En 1347, el reino de Cerdeña vuelve a encontrarse en grave peligro, como
consecuencia de alteraciones promovidas por parte de la familia Doria, que
conquistan Alguer o Alghero y sitian Sassari. El monarca aragonés
envía refuerzos, pero los rebelados consiguen una notable victoria, de
la que resulta la muerte del
gobernador aragonés, Guillén de Cervelló. En 1348, la
ciudad de Sassari había sido liberada del cerco de los Doria,
pero vuelve a ser sitiada, pues aquellos consiguen la intervención de
Génova, que mantiene aspiraciones sobre la ciudad. Estos años son
difíciles para Pedro IV, abrumado por las cuestiones internas de los
reinos peninsulares, como Valencia, y, sobretodo,
Aragón, amén de la gran epidemia de peste que se abate sobre gran
parte de Europa. En 1350, Alghero esta independizado de la Corona, que
realiza una labor de desgaste con la marina que conduce Riambau de Corbera, y
combate a los Doría rebelde utilizando los rivales de la propia familia,
entre los que destaca Brancaleón Doria.
En 1351, tras serias dudas, Pedro IV de Aragón se decide por la alianza
con Venecia contra Génova, la enemiga tradicional, a la que imputa su
ayuda a Mallorca, la usurpación de Córcega y el amparo a los
rebeldes de Alghero y otros lugares de Cerdeña. El día 3 de
agosto tiene lugar el desafío a la república ligur. La marina
aragonesa, bajo la dirección del
noble catalan Ponce de Santapau, se reúne con la veneciana y
buscan la genovesa. El encuentro se produce en el Bósforo el 13 de
febrero de 1352, en medio de una terrible tormenta, que deshace las
líneas de combate y obliga a luchar en forma dispersa, concluyendo con
un resultado incierto, queda lugar a que cada bando se considere victorioso.
Entre las pérdidas aragonesas se encuentra la de Ponce de Santapau. Los
pontífices Clemente VI, primero, e Inocencio VI, después, tratan
de atenuar la lucha entre Aragón y Venecia, de una parte, y
Génova, de otra.
Mientras la situación exterior parece mejorar, comienza a empeorar la
interior, pues si bien la familia de los Malaspina vuelve a la obediencia del
rey, se destaca en sentido contrario la de Mariano IV de Arbórea,
elcual, rompiendo con la l1nea tradicional de fidelidad de los jueces de
Arbórea hacia Aragón y pese a haber sido educado en la corte
aragonesa, había comenzado a conspirar con Pisa, cuando la mayor parte
de las fuerzas de la Corona se hallaban concentradas en los mares griegos. El
de Arbórea pretende se le conceda Alghero, todavía en manos
genovesas con Castel Genovés, y proyecta apoderarse de la isla.
En 1353, el gobernador aragonés conquista Castel Genovés a los
genoveses, y una armada al mando de Bernardo de Cabrera, nombrado vizconde de
Bas, pone cerco a Alghero. Al acudir la armada genovesa, el 20 de agosto tiene
lugar una sangrienta batalla naval, que representa un triunfo para los
aragoneses, con la rendición consecutiva de la referida ciudad sarda.
Sin embargo, pronto se rebela nuevamente, como
otros lugares, bajo el estimulo del
juez de Arbórea, si bien Bernardo de Cabrera obtiene una victoria en
Quartu.
Pedro IV renueva en 1354 su obediencia a Inocencio VI, que, por todos los
medios, pretende pacificar a Génova y Venecia. El monarca
aragonés organiza una gran escuadra. Junto con la reina, navega hacia
Italia y sitia Alghero, empleando mucha artillería y gran cantidad de
ingenios militares. Pese al notable esfuerzo realizado, el que el rey enfermara
de tercianas y el peligro de una resistencia tenaz, así como los
consejos de Bernardo de Cabrera, hacen que se llegue a una concordia con
Mariano de Arbórea y Mateo Doria, mediante la cual se perdonaa ambos y
se devuelven al primero algunas posesiones en Cataluña. Alghero se
repuebla con catalanes, tras expulsión de los genoveses. El rey visita Sassari y pasa a Cagliari.
En 1355, Pedro IV confisca los bienes del conde Donoratico y celebra
cortes en la isla, en tanto Mariano de Arbórea ni ofrece una resistencia
abierta ni colabora con el monarca aragonés, llegando a una segunda
concordia con él y aguardando el momento de su marcha.. La
situación aragonesa es totalmente defensiva, fortificandose
Logudor y Alghero ante los ataques esperados de los geno1'eses. La muerte de
Mateo Doria en 1357 no significa tampOCo un alivio para Pedro IV, en cuanto el
sobrino, Brancaleón Doria, que le sucede, tampoco muestra gran
fidelidad.
El alivio para Pedro IV llega en 1360, cuando somete sus diferencias con
Simón de Bocanegra, el duque de Génova, al laudo arbitral del marqués de Monferrat, que lo pronuncia en Asti el 27 de marzo de aquel año, y del que resulta una
tregua de cinco años con la temida e incansable república ligur.
Son los momentos en los que el monarca aragonés se encuentra envuelto en
contiendas con Pedro I de Castilla.
Todo este tiempo es, sin embargo, utilizado por Mariano de Arbórea para
extender su dominio por la isla, lo que obliga a Pedro IV a enviar una escuadra
en 1366, al mando de Olfo de Plócida, requiriendo a los pisanos de la
isla para que no ayuden al juez, que consigue el castillo de Prades, en el cabo
de Cagliari, deSde dondehostiga constantemente a las fuerzas aragonesas. El
afto. siguiente ya posee aquél, incluso, Sanluri y la villa de Iglesias,
amenazando el cabo Logudor. Afortunadamente para el monarca aragonés se
ve para entonces liberado de la guerra con Castilla, y esto le permite enviar
una armada con Pedro de Luna, que obliga a Mariano de Arbórea a
refugiarse en Cagliari, aunque por sorpresa consigue una victoria sobre el
almirante aragonés.
En 1369 se registra un evento favorable para Pedro IV, como es la
sumisión de Brancaleón Doria, pero, sin embargo, Sassari se
entrega a Mariano de Arbórea, agravandose la situación en
1374, cuando los genoveses rompen la tregua y pasan a Cerdeña para
ayudar al juez rebelado. La guerra se hace cruel, sin que la atenúe la
muerte de Mariano de Arbórea, que se produce en 1376, ya que le sucede
su hijo, Hugo III, que la continúa con la misma dureza y cuya persona
atrae muchos odios, hasta el punto de caer asesinado en 1383, probablemente,
por sus antiguos partidarios. La lucha pasa entonces a ser mantenida tenazmente
por la hermana de Hugo, Leonor de Arbórea, pese a estar casada con Brancaleón
Doria, por entonces pasado a las filas del
rey.
Hasta 1386 no se consigue llegar a una primera concordia con Leonor de
Arbórea, en virtud de la cual el rey aragonés consigue poner
guarniciones propias, salvo en Sassari, donde habían de ser sassareses,
así como libertad para nombrar gobernador, administrador de rentas y
reales y el delcastillo de Cagliari, en tanto se compromete a nombrar oficiales
sardos en el resto de la isla. También consigue el monarca
aragonés un acuerdo con Génova en cuanto a comercio y
navegación, así como
a la limitación en el armamento de naves.
La muerte de Pedro IV invalida, en parte, los esfuerzos para llegar a la citada
concordia, citandose una nueva por parte de Juan 1 de Aragón, que
fructifica en enero de 1388, interviniendo también el nuevo juez,
Mariano, hijo de Brancaleón Doria y Leonor de Arbórea. Los sardos
rebelados vuelven a la obediencia del rey,
pero la paz es
inestable, y ya en 1389 se espera una nueva guerra, si bien en 1390 se
concierta una nueva paz entre Aragón y la señoría de
Génova. Un año después, sin embargo, y tomando como pretexto una concesión del
condado de Quirra, Brancaleón Doria, esposo de Leonor de Arbórea
y padre de Mariano, vuelve a rebelarse, tomando Sassari y poniendo Alghero en peligro. Juan 1
de Aragón proyecta pasar a la isla en 1391, pero lleno de indecisiones,
concluye por desistir de la empresa ..
Mientras tanto, Aragón no abandona sus pretensiones sobre la isla de
Córcega,• para la que Juan 1 nombra lugarteniente general en 1393.
Pasada la isla entre 1396 a 1406, bajo la protección de Francia, al
gobierno del conde Arrigo della Rocca, que disfruta de la fe y la confianza
también de los genoveses, el partido aragonés experimenta un
notable incremento con Vicentello de Istria, conde de Cinercha, y Juan de
Istria, suhermano, ambos sobrinos de Arrigo. Martín 1 'el
Humano' es el primer monarca aragonés que desembarca en la isla,
adonde pasa en 1397 desde Cerdeña, procedente de Sicilia. En 1404 llega
a ocuparse parte, con la ayuda del
mencionado Vicentello de Istria.
Las permanentes luchas de Cerdeña van a influir decisivamente en el
destino de Aragón, cuando en 1409, y como consecuencia de las mismas, desaparece
la última esperanza de la dinastía reinante. Martín
'el Joven', rey de Sicilia, e hijo de Martín 'el
Humano', que ha acudido desde su reino, vence decisivamente a los sardos
en la batalla de Sanluri, pero no tarda en fallecer atacado por la malaria; la
leyenda atribuye la muerte al amor por una enigmatica joven sarda, a la
que la Historia conocera como
'la bella de Sanluri'.
Fallecido Martín 'el Humano' al año siguiente de la
muerte de su hijo, la rebelión sarda vuelve a encenderse, esta vez
consecuencia de las aspiraciones de Aimerico, vizconde de Narbona, pretendiente
al juzgado de Arbórea. Nuevamente es Sassari el punto de mayor
ignición y la situación se mantiene gracias a los esfuerzos del
virrey aragonés Pedro de Torrellas, pese a los cuales, los sardos toman
Longosardo Y ponen en peligro a Alghero. El vizconde de Narbona consiente, sin
embargo, en superar las diferencias mediante la intervención del conde
de Urgel y del
vizconde de Illa, y en 1411 se llega a una tregua, si bien la rebelión
se mantiene latente. El propio vizconde de Narbona notarda en romper la tregua,
10 que hace en 1412, pero no pudiendo tomar Alghero ofrece su sumisión
en caso de serle reconocido totalmente el juzgado de Arbórea.
La lucha contra el vizconde de Narbona se dirige por Berenguer Carroz, conde de
Quirra, a quien confirma Fernando I de Aragón, tras su elección
en el Compromiso de Caspe, y quien concierta con Génova una tregua de
cinco años. El 21 de noviembre de aquel año, el nuevo rey
aragonés, tras ser investido por el Papa Benedicto XIII, le presta
homenaje por las islas de Córcega y Cerdeña.
La potencia del rey aragonés determina que el nuevo vizconde de Narbona,
Guillermo, hijo de Américo de Narbona y de Beatriz de Arbórea y,
por tanto, nieto del juez Mariano de Arbórea, acuda a Lérida a
someterse. Tras largas negociaciones, en 1414 vende a Fernando I sus estados en
la cantidad de ciento cincuenta Y tres mil florines de oro de Aragón, a
entregar por el rey en Carcassona, Narbona y Tolosa, con el compromiso de que
Sassari y su tierra se ha de restituir a la obediencia de Aragón.
Alegando el incumplimiento de este convenio, el vizconde de Narbona rompe
nuevamente con el rey en 1416. Tras nuevos intentos de concordia en 1417, es
Alfonso V de Aragón quien en 1419 organiza una escuadra para pasar a
Sicilia y Cerdeña y, muerto Guillermo de Arbórea, confirma el acuerdo
anterior. El 7 de mayo de 1420 sale el 'Magnanimo' de los
Alfaques, y pasando por Mallorca' concluye por
desembarcar personalmente en Alghero el14 de junio. En pocas semanas reduce a
los sardos y el 17 de agosto llega a un acuerdo con Guillermo III de Narbona a
través de la intervención del delfín de Francia, futuro
Carlos VII, Y mediante el cual el vizconde de Narbona cede sus derechos,
incluso a Sassari por la cantidad de cien mil florines, quedandole
sólo la zona de Castillo Genovés.
Alfonso V lleva la lucha a la isla de Córcega, donde cuenta con el
partido acaudillado por Vincentello de Istria, enemigo de los genoveses. Cruza
el estrecho de Bonifacio y Calvi capitula en los últimos días de
septiembre de 1420. Asedia Bonifacio desde el 17 de septiembre, pero los
genoveses, con ayuda de los sitiados, le obligan a levantar el cerco el 3 de
enero de 1421. Negocia entonces con Felipe María Visconti, duque de
Milan, del que a cambio de la renuncia en Córcega obtiene
Portovenere y Lerici, dos bases navales entre el golfo de Génova y el
Tirreno.
La renuncia de Alfonso V es un fuerte golpe para la presencia aragonesa en la
isla, que se mantiene gracias a Vicentello de Istria, que en 1430 establece un
régimen virreinal sobre casi toda aquélla, hasta que en 1434 es
preso y muerto por los genoveses. Nuevos grupos solicitan la actividad de
Alfonso V, el cual responde en 1451, en noviembre de cuyo año nombra como virrey a Jaime
dé Besora, que durante un decenio había estado al frente de la
administración financia de Cerdeña. En 1453, el monarca
aragonés, mientras sostiene buenas relaciones conGénova, que es
la potencia que domina en Córcega, con Bonifacio como su centro
principal, ayuda a los barones de la casa de Istria y de Cinerca, con una
escuadra al frente de Bernaldo de Requesens. En 1455, los aragoneses poseen
algunos lugares y castillos, con Berenguer de Erill como virrey, que años antes ha
realizado un golpe de sorpresa contra Bonifacio. Durante mucho tiempo,
interviniendo en rivalidades internas, Alfonso V ayuda a los Campo Fregoso, de
Génova, frente al gobierno de Milan, a cambio de la entrega por
aquellos de la ciudad y el castillo de Bonifacio, pero aquellos no cumplen los
pactos y el monarca aragonés se ve obligado a combatirlos en 1457,
mientras aquellos son auxiliados por Francia.
A principios de 1460, mediante cortes de Fraga y de Lérida, es cuando,
junto con Sicilia, tiene lugar la incorporación formal del reino de
Cerdeña a la Corona de Aragón con Juan n, a fin de que permanezca
permanentemente unida y sin poder separarse. El último gran incidente
medieval lo constituye la sucesión en el Marquesado de Oristan y
Condado de GociaIio, que pretende Leonardo de Alagón y Arbórea,
confiando en el apoyo, no sólo de los pueblos, sino en el de la poderosa
familia de los Doria, bajo la protección del duque de Milan. La
sublevación se produce en 1470, sitiando el de Arbórea el
castillo de Monreal, y en 1472 es cuando Juan n envía la escuadra para
resolver el problema, no consiguiéndose hasta 1474 una primera
reducción del rebelde a laobediencia, que se consigue con la ayuda del
rey Fernando de Napoles y la concesión de lo pretendido, es
decir, la investidura del Marquesado de Oristan y Condado de Gociano. La
rebelión brota nuevamente en 1477, dado que no consigue superarse la
situación de tensión extrema entre el investido marqués y
el virrey aragonés, lo que determina la privación de las
posesiones de aquél.
La cuestión se resuelve en 1478, año en el que Fernando 'el
Católico', rey de Sicilia, acepta el papel de mediador Y
envía al virrey de aquella isla, conde de Prades, con una flota a Cagliari en el mes de
abril para que negocie con el marqués. Habiendo firmado Juan II una
tregua con Génova, para que no apoye a aquél, el 19 de mayo las
fuerzas aragonesas derrotan a los rebeldes en la batalla de Macomer,
apresandose al marqués, e incorporando las posesiones a la
Corona. Cuando el joven rey de Sicilia pase a ser rey de Aragón en 1479,
se encontrara pacificado dentro del
patrimonio de la Corona un reino como el de Cerdeña, que, desde su güelfa
conquista, casi no conoció la
paz. Sin embargo, no podra contar con la isla
cercana, Córcega, pese a que el titulo para su adquisición era de
la misma naturaleza Y procedía del
mismo acto y fecha.
4. LA INTERVENCION EN GRECIA
A fines del
siglo XIII, las relaciones entre Aragón y el Imperio Bizantino son ya
intensas, pues Pedro III 'el Grande' Y Miguel VIII Paleólogo
tienen un enemigo común, que es Carlos de Anjou. A principios delsiglo
XIV, la dinastía griega de los Paleólogos, que ha sustituido en
1261 a Balduino II, el último de los emperadores latinos, es
débil y necesita ayuda militar, que puede encontrar en las tropas
aragonesas, constituidas especialmente por los llamados 'almogavares',
practicamente licenciadas Y sin ocupación al abandonar Sicilia la
monarquía aragonesa, especialmente tras el Tratado de Caltabellotta.
En 1302, el emperador griego Andrónico II Paleólogo envía
embajadores a Berenguer de Entenza y a Roger de Flor para que le ayuden a
luchar contra los turcos a cambio de tierras y. cargos. El primero es un
caballero catalan y el segundo, originariamente llamado Rotger von Blum
y nacido en Brindisi, era hijo de un antiguo servidor aleman de los
Staufen, que había ingresado en la Orden de los Templarios,
distinguiéndose como esclavista, corsario y almirante con Federico III
de Sicilia. Con permiso de éste, aceptan ambos la empresa,
organizandose un ejército mercenario que sera conocido
preferentemente como
'la compañía' o 'la Compañía de los
catalanes'.
En el otoño de 1302 parte la Compañía del puerto de
Messina hacia Constantinopla, en número que se calcula de unos cuatro
mil combatientes, a los que hay que añadir las familias, que embarcan
también con ellos. Tras serles dispensado un gran recibimiento, aquel
mismo año Roger de Flor casa con la sobrina del emperador y es nombrado megaduque o gran
duque con el nombre de Miguel Paleólogo Commeno. A peticiónsuya
se confiere la condición de almirante a Fernando de Ahones, y a los
mercenarios aragoneses, aparte de tropas griegas, se unen otros mercenarios,
como los alanos. La primera batalla victoriosa tiene lugar a la semana de la
partida en la península de Artaki, con notable repercusión, pues
hasta entonces todo había sido derrotas, tanto para el emperador Andrónico,
como para su hijo y corregnante, Miguel IX Paleólogo.
Detenidos los turcos en la península de Anatolia
o Asia Menor, Roger de Flor se retira al llegar el invierno de 1302 a Quios, a
fin de vigilar el archipiélago. En la primavera del
año siguiente, de 1303, vuelve a internarse en la Anatolia
para socorrer la ciudad de Filadelfia, en Siria, a la que libera tras una dura
lucha en la llanura, y después el castillo de Kula hacia el norte, desde
donde regresa a Filadelfia. Tras limpiar todas las fértiles tierras
bajas de Anatolia, aún tiene que
completar la campaña acudiendo en socorro de Tira, puesta en peligro por
los turcos. En Efeso recibe a Bernardo de Rocafort, otro de los organizadores
de la Compañía, todavía no incorporado, y, finalmente, la
flota procede a pasar a Kusadasi para invernar y reorganizarse.
Sobrevenida la estación de operaciones de 1304, Roger de Flor vuelve a
recorrer toda la Anatolia hacia el este, y a través de una de las
marchas mas impresionantes, y tras derrotar a los turcos en las
montañas asciende hasta el paso entre Anatolia y Armenia, conocido como
las Puertas deHierro de Cilicia. No decidiéndose a pasar a Armenia,
emprende el regreso a sus bases de partida para invernar, pero el fallecimiento
de su suegro, emperador de La Zaura o rey de Bulgaria, con la aparición
de un usurpador, le hace acudir a la Tracia.
Las cuestiones financieras producen una escisión grave entre Roger de
Flor y el emperador Andrónico, que para fomentar rivalidades favorece a
Berenguer de Entenza. Aparentemente se resuelve todo con una fórmula
política, en virtud de la cual Roger de Flor, que recibe la Anatolia en feudo, es elevado a la dignidad de
César, mientras el de Entenza es nombrado, a su vez, gran duque. Sin
embargo, el malestar de la Compañía se hace notorio al no
percibir con regularidad sus haberes, y Galipoli se convierte en el gran
cuartel de invierno, donde residen los principales jefes con sus familias.
En la primavera de 1305, la Compañía se dispone a regresar a
Asía, y Roger de Flor, que se ha entrevistado con Andrónico en
Constantinopla, se dirige a Adrianópolis para despedirse de Miguel IX
Paleólogo, frente a los consejos de familiares Y amigos, que
conocían el sentimiento de enemistad albergado por aquél hacia
los que consideraba ya como un peligro para su Corona. El dia 5 de abril de
1305, el emperador coregnante ofrece un suntuoso banquete en honor de Roger de
Flor, y cuando el anfitrión se retira los mercenarios alanos invaden la
estancia, atacando sin piedad al César y a sus amigos, que son
sangrientamentedespedazados. La matanza de almogavares y, en general, de
aragoneses, se extiende por toda la ciudad de Adrianópolis Y aún
por Gallipoli, centro de acuartelamiento.
En mayo de 1305 se inicia la campaña punitiva emprendida por los restos
de la Compañía Y que es conocida por la Historia como la
'Venganza catalana'. Berenguer de Entenza, con base en Gallipoli,
realiza constantes ataques navales a lo largo de las costas de Macedonia Y
Tracia, pero el 28 del
mismo mes es apresado por los genoveses, tras haber aceptado confiadamente la
invitación de aquellos para pasar a la nave capitana. Es entonces
Bernardo de Rocafort, asesorado por un consejo de doce, el que dirige la
Compañía, devastando la Tracia.
En 1306, Jaime II de Aragón obtiene de los genoveses la libertad de
Berenguer de Entenza, quien organiza una escuadra en Barcelona para luchar contra aquéllos.
La Compañía derrota a las fuerzas de Miguel Paleólogo, en
tanto el famoso cronista catalan Ramón Muntaner defiende
Gallipoli contra un serio ataque de los genoveses. Aquel año, la
Compañía domina la Tracia, y Gallipoli aparece como una base naval independiente incrustada
en el dispositivo griego.
En el año de 1307 comienzan los graves problemas en cuanto a la jefatura
de la Compañía. Federico III de Sicilia envía para
asumirla al infante don Fernando, hijo de Jaime II de Mallorca, pero no es bien
acogido por el rudo Bernardo de Rocafort, quien por otra parte rompe
violentamente con Berenguer deEntenza. Desencadenada una verdadera batalla
entre partidarios de uno y otro, termina con la muerte del último, en tanto el infante Don
Fernando abandona sus pretensiones, siendo, ademas, apresado por los
venecianos junto a Ramón Muntaner.
Bajo el mando de Rocafort, la Compañía pasa a Cassandria, desde
donde hostigan las costas de Salónica y recogen abundan1ie botín.
Sin embargo, aquél, temiendo regresar a Cataluña, negocia con
Tibaut de Cepoy, vicario general de Carlos de Valois, hermano de Felipe IV de
Francia, que, a través de su matrimonio con Catalina de Courtenay,
titular de los derechos latinos al imperio, precisa de la ayuda de la
Compañía para luchar contra el emperador Andrónico. En
Cassandria y en 1307, Bernardo de Rocafort presta homenaje a Carlos de Valois, pero
esta vez la Compañía fracasa en Salónica y Rocafort es
traicionado por sus propios jefes, entregandole Tibaut de Cewy en 1308
al rey Roberto de Napoles, que le hace morir de hambre en
prisión. Bajo el mando de Cepoy, la Compañía pasa a
Tesalia en las campañas de 1309 a 1310, pero abandonada por
aquél, pasa a regirse por un Consejo de doce hombres.
En 1310, con el beneplacito del Papa
Clemente V, la Compañía es contratada nuevamente, esta vez por
parte del
francés Gualterio de Brienne, duque de Atenas, que, forzado por
Venecia, intenta después deshacerse de los almogavares, por lo
que es derrotado y muerto en la batalla del Céfiso, desarrollada el
día 15 de marzo de 1311. La Compañíasaquea y ocupa Tebas,
capitulando Atenas, con lo que la Grecia francesa pasa a ser ocupada por la
Compañía, que, bajo la dirección del rosellonés
Roger de Eslauro, principia gobernando el ducado de Atenas en forma
autónoma, pero que pronto solicita de Federico III de Sicilia el
envío de uno de sus hijos como duque, a lo que aquél accede
designando en 1312 a su segundogénito, Manfredo, todavía
niño, al que asigna a Berenguer Estanyol como vicario general. La
Compañía es excomulgada por Clemente V.
El ducado de Manfredo en Atenas se extiende de 1312 a 1317, sucediéndole
su hermano legitimo, Guillermo, bajo la tutela de Alfonso Federico, otro
hermano, pero natural. Este restablece la amistad con Venecia y con varios
territorios forma en 1319 el ducado de Neopatria, tras la muerte del Sebastocrator Juan,
en tanto se ve obligado a luchar satisfactoriamente contra cruzados, servios y
albaneses. Una dinastía aragonesa se introduce también en el
principado de Morea .con el infante Don Fernando, de Mallorca,
que había casado con una pretendiente al mismo en 1314. Con ayuda de la
Compañía, y de acuerdo con Federico nI de Sicilia, lo ocupa en
1315, aunque es derrotado y muerto en 1316. Jaime In de Mallorca sera
proclamado príncipe en 1334, pero lo perdera al ser vencido en
Lluchmayor por Pedro IV de Aragón, con lo que el territorio
saldra de una dinastía aragonesa para pasar a manos de Juana 1 de
Napoles.
En 1330, año de la muerte del eficaz Alfonso Federico,la dinastía
ducal aragonesa de Atenas pasa por un gran peligro ante el ataque del nuevo
conde de Brienne, que se intitula duque de Atenas, pero éste no consigue
expugnar las fortalezas Y concluye por retirarse. El territorio sigue, pues,
vinculado a la dinastía aragonesa de Sicilia, aunque no directamente.
Por ello, cuando muere Federico III en 1337, mientras Sicilia pasa a Pedro IV,
el ducado esta en manos de su hermano Juan, que es quien tutelara
en Sicilia al sobrino, Luís 1, y al morir aquél en 1348 es su
hijo Federico el que le sucede. Sin embargo, al fallecer éste en 1355,
el hijo, también llamado Federico, coincidira en suceder en el
ducado de Atenas y en el reino de Sicilia, pues sera Federico IV, con lo
que por primera vez los ducados de Atenas y Neopatria se reúnen con el
reino de Sicilia en una misma mano. Mientras tanto, los miembros de la
Compañía no dejan de tomar parte en otras empresas
bélicas, como la de los aragoneses contra los genoveses, que concluye
con la batalla de Alghero de 1353, o la derivada de las pretensiones de Juan VI
Cantacuzenos al Imperio bizantino con ayuda veneciana frente a Juan V
Paleólogo, ayudado, a su vez, por los genoveses. No faltan tampoco
revueltas interiores, como
una rebelión de Tebas, que desemboca en el gobierno de los ducados por
Roger de Lauria en 1365.
Ante el peligro de la Compaftia de los navarros adictos a Jacques de Baux,
aspirante a la corona imperial, los ocupantes de los ducados ofrecen
suvasallaje a Leonor de Sicilia, la mujer de Pedro IV de Aragón. Tras la
muerte de Federico IV de Sicilia, ocurrida en 1377, lo que piden en 20 de mayo
de 1379 es la incorporación a la Corona de Aragón, 10 que se
acepta por el rey en 1 de septiembre de 1380. En esta época, Atenas es
ocupada por los navarros Y apresado Galceran de Peralta, principal
representante del
partido aragonés, que, tras escapar de la prisión, consigue
recuperar la ciudad. La posesión de los ducados se consolida con la ida del vizconde de Rocaberti en nombre del
rey, y la ayuda de Juan Fernandez de Heredia, maestre de los
Hospitalarios de San Juan
en Rodas. El propio vizconde de Rocaberti es el que se hace cargo de la defensa
en 1387 por encargo de Juan l.
Mientras la situación de los ducados había sido caótica,
aún mas tras la muerte de Roger de Lauria en 1370 Y solamente
contenida bajo Pedro IV de Aragón, una familia florentina de
comerciantes, los Acciajuoli, representando el partido angevino, se había
ido apoderando de gran parte del territorio griego. Un miembro de la citada
familia, Nario, gobernador de Corinto, ataca Atenas, ayudado de mercenarios, e
incluso de los piratas turcos, y tras un año de sitio consigue la
capitulación de la Acrópolis el dia 2 de mayo de 1388. Al cabo de
los dos años de sitio cae también el castillo de Neopatria, como también al cabo de seis lo hace el de Balona,
éste en poder del turco Bayaceto 1, y
la restante resistencia
dispersa es dominada porlos turcos. Todavía, en el siglo siguiente,
Alfonso V reclamara los ducados de Atenas a Neopatria a Constantino
Paleólogo, el emperador que cedera su imperio, pero el
intervencionismo mercenario en Grecia puede considerarse ya terminado.
5. EL PROTECTORADO EN EL MEDITERRANEO MUSULMAN
La reconquista de Mallorca, iniciada en el verano de 1229, tiene como uno de los objetivos principales guardar los
territorios de la Corona
respecto a los ataques musulmanes por vía marítima. Una
expedición contra Ceuta en 1234, conocida como de los
'calcurini', es, posiblemente, catalana, y tiene como fin el
desanimar a los de aquel territorio, escapado de la sumisión a los
almohades, en cuanto a cualquier aventura en el reino recién
reconquistado. La actitud aragonesa es todavía defensiva cuando Jaime I
inicia negociaciones con el reino de Túnez o Ifriqiya para que
éste deje de ayudar a los musulmanes valencianos en la guerra de 1238.
Estas negociaciones determinan que el monarca aragonés 1246 pretenda que
la cruzada organizada por Luis IX de Francia no amenace Túnez, lo que no
consigue el Papa Inocencio IV; el que en 1258 prohíba el corso contra
aquel reino, o el que cuando ayude en la cruzada de su yerno, Alfonso X, lo
haga a condición de no luchar contra los Hafsidas, reyes de
Túnez. El interés de Jaime I por Ceuta se manifiesta en la paz y
tregua concertada con este territorio el 4 de febrero de 1269, primer tratado
formal con un país musulman, mediterraneo,aunque antes
haya habido las indicadas negociaciones con Túnez, y también con
Berberia Central o Tremecén desde 1250, y aún con Egipto y con
Armenia, sometida ésta al Gran Kan o emperador mongol, hacia 1264.
La política agresiva aragonesa de protectorado religioso-mercantil se
inicia en 1269, cuando Jaime I, a instancia de Miguel Paleólogo Y de los
tartaros, que muestran cierta inclinación a cristianizarse,
organiza una expedición militar a Tierra Santa con treinta naos grandes,
algunas galeras y almogavares, ballesteros y ricos-hombres Y caballeros
aragoneses y catalanes, con presencia de los maestres de las Ordenes militares
del Temple y el Hospital. Desaconsejada por Alfonso X de Castilla, la
expedición sale de Barcelona el 4 de septiembre, pero sólo parte
de ella llega a San Juan de Acre, mientras el resto de la flota es dispersada
por las tormentas, de forma que el propio rey no desembarca sino en
Aigues-mortes, donde se ve obligado a desistir.
En 1271, Jaime I concierta el primer tratado formal con Túnez, en el que
estipula una tregua de diez años y se regulan las relaciones comerciales.
En 1275 presta ayuda en hombres y naves al' rey de Marruecos, el benimerin Aben
Yussuf, para sitiar Ceuta, considerada rebelde, aunque en realidad la
expedición de aquél, a incitación del rey de Granada, va
dirigida contra Alfonso X de Castilla, sorprendido como consecuencia de
encontrarse fuera del reino en un momento algido de sus pretensiones
imperiales.En principio, Aragón, sin abandonar a Castilla, se mantiene
en contacto con los benimerines para que estos no ayuden a los rebeldes moros
valencianos. Fallecido Jaime I en 1276, Pedro III ataca duramente a
éstos hasta someterlos y, como
consecuencia, se manifiesta hostil a los benimerines en cuanto aliados,
atacando Algeciras
a través de Pedro de Queralt. Los marroquíes, enfrentados a
Castilla, Granada y Tremecén, y con la hostilidad de Aragón, se
contentan con la posesión de Algeciras y Tarifa y se repliegan para
combatir contra el Tremecén. En 1279 se registra una incursión
aragonesa en aguas de Ceuta, mientras se produce también la ruptura con
Túnez, que entonces sostiene buenas relaciones con Mallorca, reino con
el que firma un tratado en 1278. Sobrevenida una grave contienda
dinastica en el reino africano, interviene en ella Conrado Lanza,
pariente de Constanza de Suabia, al frente de diez galeras, depredando
también la Berbería. Pedro III de Aragón no parece ajeno
al complot del
gobernador de Constantina, Ibn-al-Wazir, contra el rey de Túnez en 1281.
La expedición de Pedro nI de Aragón en 1282, que concluira
con la conquista de Sícilia, se anuncia como dirigida para ayudar 'al mencionado
gobernador y se inicia efectivamente desembarcando en Alcoll, entre
Bugía y Bona, cuando aquél ya había fallecido. Las
operaciones se desarrollan a lo largo de dos meses, pero el Papa Martín
IV se niega a reconocerla como
cruzada y su resultado no es muysatisfactorio en el ambito continental,
concluyendo por ser abandonada ante la empresa de Sicilia, mucho mas
importante para el rey aragonés. Es mas afortunada en el
ambito insular, pues Roger de Lauria, a título privado, conquista
en 1284 la isla de Yerba, Gerba o de los Gelves, y comienza la
instalación en la Querquenes, reconociendo la soberanía a
Aragón a lo largo de veinticinco años, pues después ese
reconocimiento se prestara a la Santa Sede, primero, y a Sicilia, mas
tarde. De todas formas, Redro III consigue los mas altos objetivos de su
política de protectorado religioso-mercantil en cuanto a Túnez,
pues en virtud del Tratado de Panizas de 1285, este reino transfiere a
Aragón el tributo que pagaba a Sicilia, incluidos los atrasos, si bien
es cierto que mas tarde Jaime II dejara de percibirlo al
renunciar al trono de Sicilia. En el referido tratado no se hace mención
al territorio insular conquistado por Roger de Lauria.
Tras un periodo de antagonismo castellano-aragonés respecto a Marruecos
con Alfonso III de Aragón, en 1291 se llega a la concordia de ambos
reinos peninsulares con el Tratado de Monteagudo, en el que desde el río
Muluya hacia Ceuta y hacia abajo se reconoce como zona de .influencia de Sancho
IV de Castilla, mientras Jaime II de Aragón se reserva la que se
extiende desde el citado río hacia Bugía y Túnez. Dentro
de esta situación de concordia, el monarca aragonés concierta en
29 de enero de 1293 un tratado de protección mercantil yreligioso con el
sultan de Egipto, Salah -al din Jalil ibn Sayf al-di Qalaw, en el
que se comprende a Sancho IV de Castilla y a Alfonso III de Portugal.
En los primeros años del siglo XIV, la
actividad diplomatica de Jaime II hacia oriente es muy intensa, como lo demuestra la
existencia de un tratado en 1300 con el rey de los mongoles, Kassan. En
especial, concierta tratados mercantiles con Túnez, como en 1301 y 1308,
Y con Bugía, como en 1309, zona con la que se muestra también
activo el reino de Mallorca, que concierta con Bugía un tratado en 1302,
similar al obtenido por Aragón con Túnez. Sin embargo, el reino
de Tremecén se niega en 1307 a pagarle tributo, y los Gelves y
Quérquenes desde 1309 dependen de Sicilia, y aún estan a
punto de volver a dominio musulman, pues a la muerte de Roger de Lauria
se produce una peligrosa revuelta, que consigue reprimir Ramón Muntaner,
con la ayuda de Conrado Lanza, cuñado del de Lauria.
En 1309, Jaime II presta asistencia a Castilla contra el reino de Granada, atacando por mar y tierra a Almería, por
mediación del
almirante Bernaldo de Sarria. La rebelión de los ceutíes
contra el rey de Marruecos obliga a éste a comprar en dicho año,
por siete mil dinares, la paz de Jaime n, que presta asistencia naval contra
Ceuta por mediación del vizconde de Castelnou, y no levanta el cerco de
Almena hasta el 26 de enero de 1310, cuando Castilla se concierta con Granada.
Desde 1313 percibe tributo del rey de Túnez y enmarzo de 1326 concierta
un tratado con Mohamed IV, él rey de Marruecos, por un período de
cinco años.
Alfonso IV concierta treguas en 1329 con el reino de Tremecén a
través de su hermano, Jaime, que se encontraba al servicio del mismo, y
ayuda a Castilla contra Granada, con cuyo rey, Yusuf I, llega a la paz en julio
de 1335, con adhesión a los convenios concertados por este reino con
Alfonso X. En su época retorna la isla de Yerba al reino de
Túnez, consecuencia de una rebelión interna de los moros, que
Ramón de Peralta no consigue sofocar en 1335, pues aunque llega a
penetrar en el castillo para socorrer a los cristianos sitiados, tiene que
retirarse a Sicilia al perder gran parte del armamento depositado en barcas,
que son aprehendidas por genoveses y napolitanos, los cuales colaboran con los
moros, a los que, incluso, venden el armamento aprehendido.
El peligro que en 1337 representa para los reinos hispanicos
Abu-al-Hassan, rey de Marruecos, que cuenta con Algeciras y con el castillo de
Gibraltar, promueve un acercamiento entre Pedro IV de Aragón y Alfonso
XI de Castilla, que se incrementa en 1338, pese a las dificultades que
representaba la persecución de Leonor de Castilla, hermana del
castellano, por parte del monarca aragonés, hijastro de la misma. En
marzo de 1339 se llega a una capitulación, en virtud de la cual
Aragón se compromete a mantener una escuadra en el estrecho de
Gibraltar, la cual es puesta bajo el mando de Jofre Gilabert deCruillas, que
muere en un combate terrestre, sucediéndole en el mando Pedro de
Moncada. El 30 de octubre de 1340 tiene lugar la batalla del Salado, en la que
el rey castellano obtiene un resonante triunfo sobre los benimerines,
reprochandose a Pedro de Moncada no haber saltado a tierra. La ayuda
aragonesa se manifiesta también en el sitio de Algeciras, que concluye el 27 de marzo de
1344, lo que da lugar al concierto de treguas con Marruecos, tras haberlo hecho
Castilla.
En 1345, el monarca aragonés ratifica tratados con Ali de
Tremecén, reino al que apoyara en la persona de Bohamon Abdalla
Muza, en 1360, contra el rey del Algarbe. También obtiene, en 1355, de
Muley Abrahin, rey de Túnez y de Bugía, la petición de paz
por diez años, mas la conversión en tributario, aunque
este tributo dejara de percibirlo como
consecuencia de las guerras con Pedro 1 de Castilla, y habra de
reclamarlo en 1366.
Con Egipto, las relaciones sufren una interrupción en 1a.65, como
consecuencia de que el rey Pedro 1 de Chipre asalta y saquea Alejandría
con participación de algunos súbditos de Pedro IV de
Aragón. Sin embargo, éste consigue la liberación de
algunos de los detenidos en 1366, llega a un tratado de paz en la primavera de
1379 con el sultan Melik el Achsraf Ali Schaaban, y negocia en 1386 con
el mameluco Bjordita.
Concluida la reconquista para Aragón, mejoran las relaciones oficiales
con Marruecos, especialmente, con Fernando 1, quien, sin embargo, presenc1a
unfenómeno nuevo en el Mediterraneo, como es la presencia de una
potencia atlantica como Portugal, cuyo rey Juan 1 conquista Ceuta en
agosto de 1415, tras la organización de una flota que, durante
algún tiempo, suscita temor en diversos lugares y, en especial, en
Aragón, donde se sospecha vaya dirigida contra el reino de Valencia. En
el resto del Mediterraneo no dejan de registrarse acciones
bélicas, pero a cargo del corso, como en 1414, en que se
produce un saqueo de Alejandría.
Es con Alfonso V con el que se reactiva la acción bélica directa,
pues en 1424, reinando Abu Faris en Túnez, se organiza contra él
una escuadra desde Sicilia, que hace tres mil prisioneros, con lo que se
rescatan aragoneses y sicilianos; en 1426, el infante Pedro saquea Y hace
cautivos en la isla de los Quérquenes para la recluta forzosa de
remeros, Y en 1432, tras pasar a Cerdefta y Sicilia, el monarca desembarca
personalmente en la isla de Yerba, adonde también acude personalmente el
rey de Túnez, que ha de escapar peligrosamente.
En 1430 se inicia un periodo pacifico con el mundo arabe, que se inicia
con el tratado comercial que en 30 de mayo concierta Alfonso V con Malik al
Asraf, y que se extiende a Etiopia, con cuyo Negus las relaciones comienzan
también hacia dicha época y se reemprenden hacia 1450. El
esfuerzo bélico se dirige entonces contra los turcos, que representan el
verdadero peligro para occidente. En 1440, Alfonso V toma bajo su
protección la isla de Rodasante el ataque de los mamelucos, en tanto en
1444 ayuda al gran vaivoda de Bosnia, Esteban Vucxitx, y al déspota de
Arta, Carlos II Tocco, asi como, por encima de todos, al jefe
albanés Jorge Castriota, conocido como Scandenberg, que le rinde
homenaje en 1450. En esta fecha, Bernardo de Vilamari ocupa la isla de
Castelorizzo, y un año mas tarde, Bernardo Vaquer conquista el
castillo de Albania.
La penetración en los Balcanes es intensa con el vasallaje de Arianites,
el suegro de Bcandenberg y la alianza con el déspota de Morea, Demetrio
Paleólogo, estrechandose relaciones con el imperio bizantino, con
Juan Hunniada y hasta con algún emir de Biria.
El 29 de mayo de 1453, y tras un sitio de dos meses, la ciudad de
Constantinopla cae en manos de Mahomet n, sin que lleguen a tiempo las cuatro
galeras enviadas por Alfonso V al mando de Juan de Nava. El monarca
aragonés desafía al turco a que abandone la presa antes de los
tres años y a principios de 1455 se adhiere a la Liga de Lodi, que en 9
de enero de 1453 habían concertado Venecia y Milan entre si, con
adhesión posterior de Florencia, y uno de cuyos objetivos lo
constituía la lucha contra los turcos. En el otoño de 1455 parece
inminente la realidad de una cruzada, pero diversas circunstancias, como la muerte del
Papa Nicolas V y la falta de armonía de intereses entre los
participantes, la hacen fracasar. La presencia amenazadora de los turcos en el
Mediterraneo oriental reduce cada vez mas el papelprotector que
Aragón ha conseguido representar a lo largo de la Edad Media en el Mediterraneo
musulman.
6. NAPOLES
El 6 de agosto de 1414, tras duras luchas con Luís II de Anjou, muere
Ladislao de Durazzo, rey de Napoles, sucediéndole su hermana,
Juana n, viuda y duquesa de Austria por su matrimonio con Guillermo de Austria.
Fernando 1 de Aragón se propone casar con ella al futuro Juan n de
Aragón, y el matrimonio llega a concertarse en Valencia, pero la viuda
napolitana prefiere casar con el francés conde Jaime de la Marca, lo que
hace en 1415. Sin embargo, cinco años mas tarde, Juana n expulsa del reino a su marido y
a los franceses.
La expulsión de los franceses determina el que los angevinos, ayudados
por Sforza el Viejo, ataquen y sitien a la reina napolitana que, de acuerdo con
Florencia, envía en agosto de 1420 una embajada a Alghero, solicitando
la ayuda de Alfonso V de Aragón, al que ofrece adoptarle como hijo y
conferirle el ducado de Calabria y los castillos Nuevo o Castelnuevo y del Ovo
o del Huevo. Una flota aragonesa al mando de Ramón Perellós acude
en socorro de la reina y Luís de Anjou
se ve obligado a levantar el campo.
Alfonso V parte de Messina
el 25 de junio de 1421 y llega a Napoles el 7 de julio, visitando a la
reina en el castillo Nuevo. Tres días después es hijo y heredero
de Juana JI, actuando como su lugar teniente
general y erigiéndose como jefe del partido de los
Durazzo frente a los angevinos, de los que no se apartatotalmente la reina.
Aquéllos son cercados en La Cerra, cerca de Napoles, pero por
mediación del Papa se llega a una tregua.
El Papa Martín V confirma los derechos de sucesión de Alfonso V
en 1422, pero Juana II, ejemplo de inconstancia, intriga contra el monarca
aragonés, que llega a una tregua con los genoveses y el duque de
Milan, Felipe Maria Visconti, en junio del mismo año, e intenta
detener a la reina en el castillo de Capua, sin conseguirlo. El acuerdo del
angevino Giacomuzzo Sforza con la familia Caracciolo, defensora anteriormente
del aragonés, permite al primero sublevar a los napolitanos en 1423 y
apoderarse de la ciudad, obligando a los aragoneses a encerrarse en los
castillos Nuevo y del Ovo, hasta que una armada procedente de Cataluña,
compuesta de diez galeras y ocho naves, socorre al rey y éste se apodera
nuevamente de Napoles y sus fortalezas, en tanto Juana II huye a Capua y
de aquí a Aversa.
El 21 de julio del
mismo año de 1423, tras revocar la adopción de Alfonso V de
Aragón por ingratitud y notoria infidelidad y rebelión, la
veleidosa Juana II adopta a Luís de Anjou. Por su valor
estratégico, el monarca aragonés conquista la isla de Ischia,
aprovechando la actividad de sus partidarios en la misma, y tras dejar
lugarteniente general en el reino de Napoles y saquear la ciudad, vuelve
a Cataluña, asaltando y saqueando Marsella el 19 de noviembre, en
batalla que no se interrumpe ni por la noche, a fin así de debilitar a
susadversarios.
En 1424, los aragoneses quedan nuevamente reducidos a los castillos Nuevo y del
Ovo, pues una flota de Milan, organizada en Génova y con el apoyo
del Papa, se apodera de Gaeta, principal entrada
del reino, y
sitian la ciudad de Napoles y el castillo de Capuana. En años
sucesivos, la política napolitana de Alfonso V se centra en una
intervención en los asuntos internos de Milan, bien apoyando a
las facciones genovesas contrarias a Felipe Maria Visconti, como en 1425;
concordandose con ésta para que no ayude a los angevinos, como en
1426, o volviendo a ayudar a los genoveses que tratan de escapar del dominio de
Milan, como en 1428, año en el que el duque de Anjou se apodera de
Calabria, siendo muy bien acogido por los napolitanos.
Juana II de Napoles vuelve a requerir en 1430 la ayuda de Alfonso V,
pero la sustitución de Martín V a causa de su fallecimiento por
un papa veneciano como
Eugenio IV, dificulta un cambio decisivo. La. actitud de Juana II sigue siendo
inconstante, pues en 1432 pide a Alfonso V que no intervenga y obtiene de
él la promesa de restituirle la adopción, y, sin embargo, tras
revocar la adopción de Luís de Anjou, el 4 de abril de 1433,
vuelve a reconocer como heredero a Alfonso V. Este acto suscita la,
oposición de Eugenio IV y de una Liga constituida por Venecia, Florencia
y Milan, cuyo principal representante es Felipe María Visconti,
en tanto el monarca aragonés concierta una tregua de diez años con
la reina napolitana.En 1434 fallece Luís III de Anjou y el día 2
de febrero de 1435 lo hace Juana alzando los napolitanos como rey a Renato de
Anjou, entonces prisionero del duque de Borgoña en Capua. Incitado por
algunos barones, como los Caracciolo, Alfonso V, ordena pasar la flota desde
Messina a Ponza e Ischia y, finalmente, desembarca en la península,
sitiando Gaeta. Acude la flota genovesa y el día 5 de agosto se produce
una importante batalla naval a la altura de la isla de Ponza, que significa una
derrota para Aragón, pues nada medios que el propio rey, Alfonso V, tres
infantes, como el futuro Juan II de Aragón, Don Enrique, maestre de
Santiago y el infante Don Pedro, así como mas de un centenar de
barones son hechos prisioneros.
Alfonso V y el futuro Juan II de Aragón pasan como prisioneros a Sayona, y de aquí a
Milan, donde son tratados con gran cortesía por Felipe
María Visconti, quien libera al monarca aragonés tras concertar
con él un tratado el 8 de octubre. Alfonso V renuncia a Córcega y
Portovénere e Ilica, repartiéndose con el duque de Milan
las futuras conquistas de Italia, en las que el monarca aragonés se
reserva la zona al sur de Bolonia, amén de comprometerse a luchar contra
Francisco Sforza, el rival de Visconti, y de pagar un rescate de treinta mil
ducados.
En 1436, y tras su liberación, Alfonso V entra en Gaeta, rendida al infante Don Pedro, que
también se apodera de Terracina, territorio de la Iglesia. El monarca
aragonés, que decidepermanecer en Italia, recibe la ayuda de los
territorios hispanicos, en especial de Cataluña y también
de Aragón, así como la
colaboración de barones italianos, como
los condes de Nola y de Caserta. Sin embargo, tiene quehacer frente al legado
del Papa y patriarca de Alejandría, Juan Vitelleschi, que entra en el
reino en favor de la causa de Renato de Anjou, todavía prisionero en
1437. El legado vence en la batalla de Montefóscolo a un Orsini, gran
condestable de Alfonso V, pero éste derrota a los que salen de la ciudad
de Napoles para acoger al legado, y Nicolas Piccinino, enviado
por Felipe Maria Visconti a su servicio neutraliza a Francisco Sforza.
Finalmente, el propio legado tiene que huir, aunque al año siguiente
pone en grave aprieto a Alfonso V personalmente.
El año 1438 es el de la liberación de Renato de Anjou que, pese a
algunos éxitos iniciales de Alfonso V en los Abruzzos, concluye por
apoderarse de la provincia. El angevino ha retado al aragonés, pero sin
acudir al desafío. Alfonso V sitia este año la ciudad de.
Napoles y mantiene el cerco durante treinta y seis días, pero
fracasa y ha de levantar el campo, teniendo que lamentar, ademas, la
muerte del
infante Don Pedro. En 1439 expugna diversos castillos, pero, sin embargo, el
castillo Nuevo de Napoles se entrega a los embajadores del rey de Francia, que, a su vez, lo
entregan al angevino.
Renato de Anjou desafía nuevamente a Alfonso Ven 1440, pero éste
no acepta por considerar que su condiciónde poseedor del reino es un hecho y no tiene por
qué someterse al resultado de un duelo. Por otra parte, ha sometido
Salerno y Aversa, y en 1441 reduce la provincia de la Calabria, envía
mensajeros para la entrega de la isla de Capri y sitia nuevamente la ciudad de
Napoles en 17 de noviembre, todo ello pese a que su antiguo aliado
Visconti se reconcilia con Sforza, a quien otorga la mano de su hija.
Las tropas de Alfonso V penetran en la ciudad de Napoles en mayo de
1442, comunicando el monarca el 2 de junio la noticia de la sumisión a
su esposa, María. Expugna el castillo de Capua, reduce los Abruzzos y
obtiene también la entrega de los castillos de San Telmo y Nuevo, en la
propia ciudad de Napoles. La entrada triunfal de Alfonso V en la ciudad
de Napoles, uno de los hechos mas solemnes, se verifica el 26 de
febrero de 1443, reconociendo la adopción Eugenio IV en Terracina el 14
de junio, quien concede la investidura. En 1444 se concierta tregua con los
genoveses.
Reconocido ya rey de Napoles, Alfonso V interviene activamente en los
asuntos italianos, en especial, en los de Milan. En 1446 socorre a su
duque contra los venecianos y también al Papa, por 10 que declara la
guerra a aquéllos y a los florentinos, y en 1447, el propio Felipe Maria
Visconti piensa dejar a Alfonso V como heredero suyo, confiriéndole el
21 de mayo el gobierno del territorio, salvo los castillos de Milan y de
Pavía. Sin embargo, muerto el duque el 13 de agosto, seproclama la
república ambrosiana, hasta que Francisco Sforza se apodera del ducado
en 1450 en su condición de yerno de Felipe Maria Visconti.
En los años siguientes, Alfonso V lucha junto con los venecianos y con
la protección del emperador Federico nI de Alemania, casado con una
sobrina suya, Leonor, y que ofrece al monarca aragonés el vicariato
general de la Toscana y el puerto y el territorio de Pisa. El monarca
aragonés aparece asi como
gibelino y ha de tranquilizar al Papa cuando el emperador se proclama rey de
romanos en Roma en 1452. En 1453 es Fernando de Aragón, duque de
Calabria e hijo natural de Alfonso V, el encargado de combatir a los
florentinos a instigación de los venecianos, viéndose obligado a
replegarse ante la potencia de los enemigos. Estos se ven fortalecidos por el paso de Rainiero de Anjou a Italia y por Francisco Sforza, en
tanto el Papa se esfuerza por una paz general en Italia ante el peligro turco.
Esta paz llega en 9 de abril de 1454, cuando en Lodi el duque y señoría de
Venecia conciertan con Francisco Sforza de Milan la Santísima
Liga o Liga Italica, que prevé una confederación de
estados italianos por un periodo de veinte años.
Alfonso V de Aragón no se adhiere a la Liga de Lodi hasta el 26 de enero
de 1455 Y combate a los genoveses por vía marítima. En 1456 sufre
la enemiga del Papa Calixto In, que le niega
la investidura del reino de Napoles,
por lo que trata de separarse de su obediencia de acuerdo con Castilla, y en
1457recibe la visita del
príncipe de Viana, su sobrino, en cuyas disensiones con el futuro Juan n
de Aragón, su hermano, trata de mediar. Entre tanto, no cesa la
actividad bélica contra los genoveses, apoyandose en familias como la de los Adornos frente a otras como la de los Campofregosos. La guerra es
muy dura, y son importantes los triunfos que obtiene Bernardo de
Vilamarí en el mar, hasta llegar a sitiar a Génova en 1458,
momento en el que sobreviene la muerte del rey, permitiendo a aquélla liberarse
del sitio con ayuda francesa.
La enemistad de Calixto nI hacia Alfonso V se sigue manifestando con el sucesor
de éste, designado ya en el parlamento de San Lorenzo de 1443, en
Napoles, que es su hijo natural, Fernando, en tanto que el reino de
Aragón pasa al hermano del fallecido, Juan n. El Papa se niega a
conceder la investidura, estimando que el reino vuelve a la Iglesia, si bien su
fallecimiento Y su sucesión por Pío II obvia para Fernando esta
dificultad, en la que se ve asistido por su tío, Juan n de
Aragón, que no dejara de apoyarle en 1459 cuando una parte de los
barones se rebelen contra el nuevo rey de Napoles y sugieren,
precisamente, el nombramiento del monarca aragonés.
El reinado de Fernando 1 de Napoles esta marcado por continuas
revueltas de los barones, que ya en 1461, en apoyo de las pretensiones del duque de Lorena,
ponen en grave peligro la propia ciudad. El rey, que muestra gran
valentía en sus acciones, derrota decisivamente alpretendiente y a los
barones que le apoyan en la Puglia
en 1462, recibiendo entonces la ayuda del Papa, mientras numerosos aragoneses
se muestran partidarios de su monarca, Juan II. La prisión y muerte del
conde Jaime Picinino en 1465 marca la total sumisión del reino al poder
de Fernando I. Con ello, Napoles se mantiene en manos de una
dinastía aragonesa bastarda durante el resto del siglo XV, hasta que los
ataques franceses a principios del XVI determinen el paso a la dinastía
legitima aragonesa representada por Fernando II de Aragón, 'el Católico'.
LA FINANCIACION
Las aventuras suscitadas por las ambiciones dinasticas, estimuladas por
la burguesía y apoyadas en la nobleza, dentro todo ello del juego
ideológico güelfo, necesitan para su buen fin de una
financiación de arranque y de mantenimiento. La financiación de
arranque precisa, a su vez, de una coyuntura económica favorable, que no
puede ser de índole nacional, sino internacional. En Europa, esta
coyuntura se viene adivinando desde el siglo x, y es clara en el siglo XIII, en
el que se observa una prosperidad rural y un retroceso del hambre, con progreso
tecnológico a través, especialmente, de la utilización de
la fuerza hidraulica y consecuente adelanto en el sector textil, del que
participa la Corona de Aragón, en especial Cataluña, aunque en
límites modestos antes de producirse la expansión, si se compara
especialmente con los grandes centros pañeros de producción, como
Flandes oInglaterra. Los efectos de esta coyuntura se ven multiplicados por la
actividad mercantil, en la que pueden distinguirse los países
marítimos aunque no sean ricos, como
es el caso de Cataluña, en cuanto que por tratarse de actividades
mediadoras no precisan de capitalización elevada. Una actividad
puramente mediadora, como es la marinera, es la
que da nacimiento al proteccionismo real a Barcelona en 1227.
La financiación de las aventuras aragonesas se realiza a través
de la vía real y de la vía estamental, desarrollandose
esta última en dinero o en servicios. La mayor parte de los servicios
recae sobre la nobleza, a cambio de grandes beneficios, en tanto que la
contribución dineraria es repercutida de una manera o de otra sobre el
estado llano, esto es, ciudades y villas y campesinado, o sobre los
judíos, sí se exceptúa una notable contribución del
estamento eclesiastico. Los monarcas, que principian dependiendo de los
estamentos, consiguen en algunos momentos una cierta autofinanciación,
pues las conquistas les irrogan notables beneficios, que invierten en nuevas
conquistas. De las posibilidades de esta autofinanciación depende el que
realicen una mayor o menor opresión fiscal sobre los estamentos, a la
que se ven obligados en muchos momentos. La disposición de numerario se
consigue a través de los judíos, la burguesía y la
Iglesia, fuerzas todas éstas que realizan una especie de servicio de
tesorería.
La reconquista de Mallorca se realiza, en principio,sobre la base del
'bovatge' y de la actuación de la nobleza. El
'bovatge' es un impuesto que el rey percibe una sola vez durante su
reinado y en reconocimiento de su señorío, el cual grava la
propiedad territorial o rústica, tomando como elemento indicativo las bestias de labor
utilizadas, generalmente, de raza bovina. Nuñoz Sanchez concede
uno de estos 'bovatges' por el Rosellón, Conflent y
Cerdeña, en tanto que Cataluña tiene que prestar el que ya es un
segundo 'bovatge' en el reinado de Jaime n, lo que va contra la
naturaleza del impuesto, e implica una notable opresión fiscal sobre el
estado llano, que es sobre quien repercute la nobleza el tributo. La verdadera
prestación de la nobleza, que en este caso no es sólo la
catalana, sino también la aragonesa, lo constituye la prestación
de su concurso personal, que se realiza a cambio del botín que se le garantiza, Y para
el que se nombran repartidores anticipadamente. Judíos y mercaderes han
debido prestar dinero, siendo un hecho que algunos de los últimos, en
las puertas mismas de Mallorca, prestan al rey la suma de sesenta mil besantes
de oro, que habran capitalizado merced a sus negocios, entre los que no
hay que descartar el de la piratería, por entonces, completamente
corriente. También la Orden del Hospital ha debido contribuir, pues
participa del botín, y en este momento
o después, la Iglesia de Tarragona, en cuanto obtiene en feudo la isla
de Ibiza.
Los medios de financiación del rey handebido elevarse en cuanto Jaime I
habra contado con la ayuda de la Iglesia al organizar una cruzada a
Tierra Santa, así como a través de la intensa actividad pirata
que se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIII a lo largo de Túnez
y de la Berberia. La expedición de Pedro III a Sicilia, que se
desarrolla a través de Africa, le depara el lógico botín,
y, sobre todo, el cobro de parias desde 1285 en cuanto a Túnez, como
también parte en los rendimientos extraídos del comercio del
grano en Sicilia. Sin embargo, tanto Jaime I como Pedro IH han carecido de
tesoro y la empresa de Sicilia, con la consiguiente guerra con Francia, ha
debido agotar las arcas del último, dejandole a él y a sus
sucesores a merced de la nobleza y la burguesía, que han aprovechado la
situación para obtener importantes privilegios, entre los que se
encuentra el rechazar cualquier tipo de 'bovatge' en Aragón,
siendo muy de tener en cuenta el golpe que para Pedro HI ha supuesto el embargo
de la décima de las rentas de los bienes eclesiasticos, de la que
venían disfrutando los reyes aragoneses, Y que es decretado en 1281 por
Martín IV.
La demora en emprender la ocupación güelfa de Cerdeña ha
debido ser de origen financiero en gran parte, pues se ha realizado en
situación catastrófica. El monarca ha recurrido a la
aportación estamental, de todos los reinos, contribuyendo Valencia
mas que Barcelona en 1323, aunque, normalmente, el reino de Valencia,
como el de Aragón, sólo contribuyencon la mitad de lo que lo hace
el Principado de Cataluña. Esta aportación estamental es
repercutida en gran medida sobre los judíos, que abonan en Aragón
el 22 % de los impuestos directos, siendo aún mas elevado el
porcentaje en Cataluña. La nobleza contribuye, como en aventuras anteriores, con su
aportación personal en la guerra, a cambio de los beneficios futuros.
Sin embargo, todo ello es insuficiente, y el monarca se ve obligado a hipotecar
sus ingresos futuros, vendiendo el 'bovatge' en Cataluña, o
las baronias, honores y otros derechos, gran parte de los cuales son comprados
por los arzobispos de Tarragona y Zaragoza, y durante algunos años
mendiga la protección pontificia, que, al fin, le concede Bonifacio VIII
al dispensarle la décima de la renta de los bienes eclesiasticos
por un espacio de cuatro años. Todas estas dificultades
económicas han debido ser conocidas en el mundo internacional, pues en
1309 Florencia y Luca ofrecen dinero a Jaime II para financiar la empresa, y en
1322 se han tenido contactos con estas repúblicas para lo mismo. Estas ayudas,
sin embargo, encerraban grandes peligros, pues como es natural tenían su
precio, quiza tan alto como el que ofrecía la propia Pisa,
resignada en 1309 a perder la isla, dada la concesión pontificia, si
bien mediante concesiones, como el castillo de Cagliari en feudo. Desde 1311,
Jaime II ha contado con el pago anual de cinco mil doblas por parte del rey de Túnez, en virtud de la paz negociada porel cronista Muntaner,
aunque con dificultades para cobrarlas.
La ocupación güelfa de Cerdeña representa un aceptable negocio
para el monarca, a qUien por el pontificado, a través de Clemente V, se
le presenta así, sin duda para consolarle de la renuncia a Sicilia.
Realmente, Cerdeña resulta un territorio pobre, del que no le libra la
plata de Iglesias, pero para el rey, personalmente, es mas
fructífero que Sicilia, a causa de disponer en la nueva isla de una
regalía de la que no disponía en la antigua, y que es la de la
sal, centrada en Cagliari, y de la que en el siglo XIV se extrae 120.000 quintales,
prevaleciendo sobre los demas centros de producción, tales como
Ibiza o Chipre. De ella se habían beneficiado, en primer lugar, los
'vitorinos', es decir, los marselleses, llamados así por la
abadía de San Víctor, y, después, en contienda con los
genoveses, los pisanos, que habían llegado a la intervención
militar. En 1322, Jaime II escribe al futuro Alfonso IV recomendandole
el asunto de las salinas, de las que Aragón se apodera en 1324,
compensando los pisanos con un censo anual de dos mil liras en dinero, que,
capitalizando al 7 %, representa unos 20.500 florines de oro. La sal, destinada
a occidente y no a oriente, es de facil comercio, pues es basica
para su uso en la alimentación, y aún para conservar los
alimentos, especialmente el pescado a través de las salazones, aparte de
que la época le atribuya otras condiciones, como el de ayudar
lafertilidad de la mujer. Lo mas importante para el rey es que el
expolio a los pisanos en cuanto anteriores poseedores, le permite considerar la
sal como una regalía, concepto que, aunque sin este término, han
elaborado los glosadores en Italia al servicio del emperador, y establecer un
monopolio fiscal de su comercialización, es decir, sobre las compras y
las ventas, lo que le permite unos saneados ingresos, que podra invertir
en sus aventuras.
En adelante, el mecanismo financiador funcionara a través de las
vías tradicionales, aunque, cama es lógica, experimentando
avatares y produciéndose muchas reajustes. Los monarcas obtienen
personalmente abundantes recursos a través de sus derechas sobre el
comercio que amparan y de las regalías de que disfrutan, así cama
de la piratería que ejercen sus capitanes, cama, en general, todas los
que ejercen la navegación en la Edad Media. Asimismo, obtienen dinero.
de su función protectora e intervencionista en Africa,
cama en Túnez, sobre todo, Pedro. IV o Alfonso V. Regalías,
piratería y parias, por tanto, surten de dinero directamente a los reyes
para sus aventuras, unidas, en ocasiones, a confiscaciones de las rebeldes,
importantes en Napoles.
Sin embarga, esto no. es suficiente, sobre todo, a medida que las gastos
aumentan, sea por las guerras internas, como
en el caso de Pedro. IV, o. en sus aventuras externas, como en el caso de Alfonso V, unido entonces
al despilfarro por su vida fastuosa. Si es posible serecurre entonces a las
aportaciones estamentales a través de las Cortes, que en ocasiones
protestan, como sucede en las celebradas en Caspe en 1371 frente a las gastos
que se realizan en Cerdeña, y que para Aragón no resultan nada
fructíferas. Estas aportaciones salen de los territorios
hispanicos, pues, sobre tod, en Napoles el rey percibe, en 1444,
400.000 ducados anuales en las ciudades y tierras que le estan
sometidas, a razón de un ducado por hogar o. fuego y 200.000 ducados en
las tierras y ciudades de señoría, aparte de que en las 400.000
hogares de dominio directo percibe otras 200.000 ducados por 400.000
túmulos de sal, cuyo consumo impone, es decir, a razón de medio
ducado anual por hogar o fuego. La sal sigue siendo para el monarca en todos los
momentos uno de las grandes ingresos, y Alfonso V, en una carta a su esposa,
María, reconoce el gran papel que ha jugado en la conquista de
Napoles. No. es sólo la sal sarda, sino también la de
Ibiza y la de Valencia
la que le aporta beneficios, al imponer precios de venta muy superiores a las
de compra. La aportación de los reinos a la conquista de Napoles
se discute en el Consejo de Ciento barcelonés el 23 de diciembre de
1445, proponiéndose el armamento de una galera por los reinos, con 3.000
florines anuales por parte de Cataluña, 2.000 por parte de Aragón
y 1.000 por parte de Valencia.
Los comerciantes siguen atentos a emplear su dinero, pero sólo cuando es
imprescindible. Por ello, lo facilitanen 1393 a Bernaldo de Cabrera para que
acuda en socorro de Sicilia, precisada como
se ven por la negligencia de Juan I en cumplir con su deber. Hombres de
negocios de Perpiñan son los que, instalados en Napoles,
le avanzan sumas considerables a Alfonso V para sus campañas, que les
seran reembolsadas por letras de cambio libradas por el rey sobre Valencia,
Barcelona y Perpiñan. Mercaderes son los que en 1464 dan
donativos para mantener las galeras reales en la isla de Ischia.
En último término, la Iglesia es fuente de ingresos y servicio
seguro de tesorería, de grado o por fuerza, en este último caso
como cuando Pedro IV emplea los bienes de la Camara Apostólica y
las rentas de los beneficios ausentes, causando la ira de Urbano V. Las
décimas de las rentas de los bienes eclesiasticos siguen jugando
su papel, y teniendo un administrador famoso a finales del siglo XIV, como es
el famoso poeta Bernardo Metge. En Napoles, el monarca impone, con
autorización de Eugenio IV, una ayuda de 30.000 ducados a hermanos,
mónacos, abades, obispos, arzobispos y clerecía, con el destino
oficial de una armada contra los turcos. En 1451 le autoriza el papa
Nicolas V un subsidio a Alfonso V, aunque despierta la reacción
de gran parte del clero de la diócesis de Barcelona, dado que viene a
agravar la situación económica del país, afectado por
graves crisis monetarias.
LAS CAUSAS
1. GÜELFOS Y GIBELINOS
En el siglo XIII, el mar Mediterraneo es un lago o mar interior,cuyas
riberas aparecen dominadas por tres civilizaciones: la cristiano-latina o
católica, la cristiano-griega o bizantina y la musulmana. Esta
última ocupa toda la ribera meridional, que, de occidente a oriente, va
degradandose en reinos africanos, como Marruecos, Berbería
central o Tremecén, Ifriquiya o Túnez y Egipto o Babilonia, para
dar paso al Levante asiatico, donde se encuentran los lejanos restos de
los antiguos Califatos de Bagdad y Damasco. La ribera septentrional oriental es
la ocupada por los restos del antiguo imperio bizantino, donde aún se
mantiene la vieja dignidad imperial, en cuya órbita giraran, sin
embargo, reinos y ducados desprendidos, como Atenas, Albania, Bulgaria o
Chipre. La ribera occidental la ocupan los reinos católicos, y, entre
ellos, se encuentra la Corona de Aragón.
En la zona central de la ribera septentrional y, por tanto, católica, se
ha producido desde siglos anteriores un 'vacío de poder', es
decir, una zona de inestabilidad política que comprende toda la
península italiana con las islas adyacentes, donde no existe
ningún reino o república que domine al resto con poder eficaz. La
fuerza determinante mas importante de este vacío político
lo ha sido la Iglesia o, dentro de ésta, el órgano que ha asumido
su representación monarquica, que es el pontificado. Este,
supliendo su carencia de poder militar con la fuerza ideológica, ha
debilitado al Imperio germanico fomentando la independencia en cuanto a
éste de losreinos periféricos del mismo, como Francia, Inglaterra
y reinos hispanicos, y, sobre todo, impidiendo la constitución de
un poder fuerte en Italia, a la que ha fragmentado en comunes o repúblicas
y pequeños reinos, juzgados y señorías. En los siglos
siguientes ha albergado, a veces, el sueño de unificar el
Mediterraneo bajo una dinastía afecta, como la angevina, pero,
frecuentemente, ha tenido que renunciar a ello e, incluso, apoyarse en alguna
otra poco atractiva para él, como la aragonesa. De grado o por fuerza se
ha visto precisado a mantener la fragmentación de Italia, con lo que se
ha salvado de verse sometido al Imperio germanico, pero esto le ha
restado fuerzas para someter al Mediterraneo musulman y ortodoxo,
en tanto que le ha ido dejando inerme para impedir que el último se
hunda en el siglo XV ante el empuje progresivo y continuado de los turcos, con
cuya irrupción en el Mediterraneo se acabara para la
civilización occidental su medioevo.
Lo que puede denominarse 'el abuso ideológico güelfo, es
decir, la aplicación desmedida del prestigio espiritual para fines
temporales por parte del Pontificado, se concreta en diversos medios de
actuación, como son los siguientes: a) la representación de
intereses políticos; b) las concesiones de investidura; c) las
denegaciones de la misma; d) la dispensa de impedimentos matrimoniales en
uniones reales; e) la legitimación de hijos naturales con pretensiones
dinasticas; f) la participación en movimientossubversivos; g) el
respaldo espiritual de empresas bélicas, y h) la imposición de
sanciones espirituales. Todo ello se agrava por la propia inestabilidad del
pontificado, afectado por los intereses temporales y la enfermedad del cisma, y
porque su actuación contra el mundo no católico, es decir, el
musulman, turco y cristiano ortodoxo suele ser también turbia, y
mas engendrador a de perturbaciones que de unidad para el
Mediterraneo católico.
El pontificado no se sitúa por encima de las contiendas políticas
y en el terreno estricto de la espiritualidad, sino que él mismo
constituye una de las dos facciones en que se divide la Europa católica
a nivel continental, que es la de los güelfos, frente a la de los
gibelinos o partidarios de la supremacía de los emperadores
germanicos. Según una falsificación realizada por la
propia curia pontificia en el siglo VIII, el emperador Constantino, agradecido
al papa Silvestre por una milagrosa curación de lepra, al trasladarse a
Bizancio dona al pontificado Roma y las tierras del Imperio occidental, lo que
es conocido como la 'donatio Constantini'. Esta falsificación,
que no se desvelara plenamente, sino por el humanismo, permite al
pontificado reivindicar para si Europa frente a unos emperadores
germanicos que, también falsamente, se consideran los sucesores
de los emperadores romanos y, al menos, las tierras mediterraneas cuando
aquéllos emperadores consiguen la dominación, de hecho, de
Alemania y, en general, de lastierras continentales centrales.
La Corona de Aragón, ya desde los lejanos días de Alfonso I y de
Pedro I, se encuentra en la órbita güelfa, mas cercana que
Castilla en cuanto menos citramontana, es decir, en cuanto mas cercana a
la metrópoli, pontificia. En el siglo XIII esto le permite la
ocupación de Mallorca, para la que presenta un título eficaz
como, es el de la 'reconquista' de un reino antiguamente visigodo, y
que ha estado a punto de perder un siglo antes por el caracter
mas güelfo de los pisanos. Ya en 1238, en el sitio de Valencia,
Jaime I recibe la embajada de las ciudades de Plasencia, Bolonia, Florencia y
Milan, con la incitación por parte del papa Gregorio IX de que
pase con sus ejércitos a Italia en defensa de la Iglesia contra el
emperador Federico II. Se le ofrece como compensación los derechos y
rentas de los emperadores en la Lombardía y se estipulan las condiciones
de la expedición ante los obispos de Zaragoza, Vich, Segorbe y Huesca,
así como de algunos nobles y de los maestres del Temple y de San Juan de
Jerusalén. Ademas, Federico II ha privado del titulo de rey de
romanos a su primogénito, Enrique, que es un primo de Jaime I, para
dejarlo al bastardo Conrado. Sin embargo, Jaime I desistira y,
curiosamente, la Corona de Aragón se pasara al gibelinismo con
Pedro In en defensa de aquella línea bastarda.
El gibelinismo de Pedro nI tiene su origen en el matrimonio con la hija del
regente Manfredo, que procura el mantenimiento delos Staufen en Sicilia, pieza
clave de estos en una Italia que han considerado fundamental para la consolidación
del Imperio. Estas aspiraciones parecen haberse truncado para siempre con el
triunfo de los angevinos y la cruel persecución de los Staufen
bastardos, pero las Vísperas Sicilianas permiten el desembarco del
monarca aragonés, que no sera nunca formalmente el jefe supremo
de los gibelinos, pero que en ese momento parece tomar la antorcha de la que el
Papa denominara 'venenosa estirpe sueva', y que cuando presta
juramento en Palermo, con la expresión 'ut est iuris', promete
seguir la tradición de aquélla. No puede olvidarse tampoco como
cabeza del gibelinismo a la reina aragonesa, la suaba Constanza, que
incitara constantemente a su marido en la conquista de Sicilia, y que
luego luchara incansablemente por mantener en este reino a su hijo, Federico
III, cuando la Corona de Aragón lo abandone.
El Tratado de Anagni representa el final del gibelinismo para la Corona de
Aragón, refugiandose entonces en la dinastia siculo-aragonesa, la
que ostenta Federico In, el senador de Roma, almirante del Imperio y gobernador
de Pisa, que elogiara el Dante, y que sera mantenido en sus
inicios por su madre, Constanza. En Anagni, Jaime II renuncia a una conquista
gibelina, Sicilia, por la autorización para una doble ocupación
güelfa, que sólo consumara en una parte, Cerdeña, veintiséis
años mas tarde, sin llegar a hacerlo en la otra, Córcega.
La Corona deAragón no dejara de ser ya güelfa, aunque
sólo constituya el brazo derecho, un brazo derecho algo negligente, de
la Iglesia en los años de Jaime II. En el futuro, sólo Alfonso V
se acercara a ser un gibelino, pero entonces, mas como
antiangevino y representante circunstancial de los intereses de los Durazzo
napolitanos que en cuanto defensor de los imperiales frente al Papa.
2. LA AMBICION DE LA CASA DE BARCELONA Y DE LOS
TRASTAMARA
Los territorios cristianos ribereños del Mediterraneo
estan constituidos en imperios, como el bizantino; en comunes y
señorías, cama las repúblicas italianas; en reinos, como
Francia, Aragón o Sicilia, y en formas similares a reinos, como
Arbórea, en Cerdeña. Aún en las formas no
monarquicas puede hablarse de dinastías, pues estan
gobernadas por oligarquías. En el caso de imperios y reinos esto es
todavía mas clara, y en ellas es donde cabe hablar plenamente de
'dinastías', es decir, de familias que ostentan la titularidad
del poder pública, el cual transmiten par vía de herencia o.
formas parecidas, a la manera de personas particulares. Las dinastías de
las reinas católicas se acomodan al juego ideológico güelfo,
en tanto que la imperial bizantina ha provocado el cisma, precisamente, para
escapar a él. Acomodarse al juega ideológico. güelfo
significa que las contiendas giran en torno a las investiduras concedidas o
denegadas por los Papas, o. que se buscan las mismas para legitimar las
situaciones adquiridas par lafuerza de las armas. También las
países no católicas, sean ortodoxos, sean musulmanes, participan
en el juego ideológico güelfo., si bien sea de forma indirecta,
pues aunque no. reconozcan la legitimidad de los títulos pontificios
saben que han de experimentar las consecuencias de las mismas.
Las dinastías, coincidan o no sus intereses can las de las reinas que
gobiernan, aunque par calculo natural prefieren que coincidan, luchan
par su supervivencia, primera, y par su expansión después. A su
vez, buscan en ésta la de la línea familiar directa en primer
lugar, pero para complementarla, o cuando. No es posible la de esa
línea, buscan la expansión de otras líneas familiares o.
dinastías derivadas, incluso, bastardas. La pastura medieval respecto a
estas últimas difiere mucho de la que se adaptara en la Edad
Moderna, pues las reyes no ocultaran sus hijas naturales, sino que,
aparte de conferirles las mejores puestas, lucharan parque sean cabeza
de nuevas dinastías, cuando esto no sea pasible a través de las
hijas legítimas. Esto no suscitara grave escandalo, ni en
los pueblos, que, a veces, los solicitaran para obtener autonomía
de la dinastía legítima, ni siquiera en las familias reales,
incluidas las reinas.
En la Corona de Aragón medieval la expansión se inicia por la
Casa real de Barcelona, fundadora de aquélla y constituida por los
descendientes del matrimonio del conde catalan Ramón Berenguer IV
con la reina Petronila de Aragón, celebrado en1131. Esta dinastía
se ve excluida de expansión en el Mediodía de Francia por el
tratado que se ve obligado a firmar en Corbeil en 1246, y contempla agotada su
expansión en la Península Ibérica por el Tratado de
Almizra celebrado en 1244 con Castilla, seguido de la cesión del reino
de Murcia de 1266. La obligada expansión por la única
dirección posible, que es la del Mediterraneo, se inicia por
Jaime I con la reconquista de Mallorca, y se continúa por Pedro III con
la conquista gibelina de Sicilia. Renuncia a ésta Jaime lI, pero deja en
ésta una dinastía derivada, y la sustituye, ademas, por la
ocupación güelfa de Cerdeña, fracasando en el intento de
ocupar igualmente Córcega, todo ello dentro de lo que ha podido llamarse
la 'ruta de las islas'. También Mallorca conoce largos
períodos de dinastía derivada, pero Pedro IV la hace retornar
definitivamente a la dinastía principal.
La extinción de la Casa real de Barcelona por falta de sucesión
legítima de Martín 'el Humano' da paso a la
dinastía castellana de los Trastamara, que principian por
consolidar los logros de la Casa de Barcelona, incluido el retorno de Sicilia a
la dinastía principal, preparada ya por los últimos monarcas de
la Casa anterior. Consolidada la 'ruta de las islas', salvo
Córcega, que se mantendra inasequible, la nueva dinastía
saltara al continente con Alfonso V, que a la Sicilia insular
añadira la Sicilia continental o Napoles, e
intentara el mas ambicioso sueño de la unidaditaliana. Su
muerte alejara Napoles de la dinastía principal, pero
establecera en ella una dinastía derivada bastarda y la
expectativa de que en la Edad Moderna retorne a la principal.
La política dinastica de expansión se realiza por medios
característicos de personas particulares, como son matrimonios,
herencias, cesiones y adopciones. Especial importancia tiene la política
matrimonial, muy atendida por la Casa de Barcelona, y tampoco descuidada por
los Trastamara. Entre esos matrimonios cabe distinguir los que han significado
un cambio rotundo de las circunstancias históricas; los de pacificación,
que han pretendido consolidar una paz; los de retorno, que han ido dirigidos a
que un territorio vuelva de una dinastía derivada a la dinastía
de origen, o los de expectativa, que han intentado crear las condiciones para
una posible expansión.
3. LA BURGUESIA MERCANTIL CATALANA
Entre 1166 Y 1177, un judío, Benjamín Tudela, encuentra catalanes
entre los mercaderes francos que actúan en Alejandría, y con este
puerto comercian en 1219 las naves del conde Ruga de Ampurias, donde un fraile
irlandés, Simón Simeania, ve en 1222 una alhóndiga
catalana, junto a las de Génava, Venecia y Marsella. La existencia de un
comercia catalan en las tierras mas apartadas del
Mediterraneo desde el última cuarto del sigla XII, se ve
complementada par la aparición de una flota mercantil en el sigla XIII,
consecuencia de la reconquista de Mallorca y de Valencia y para
cuyafabricación se utilizan los bosques del Mantseny, de tal forma que a
partir de 1230 se ejerce par si misma, y hace acta de presencia en las ferias
de Champaña y villas de Flandes. En este mismo siglo se desarrolla en la
misma Cataluña una importante industria lanera.
La existencia del referido comercio implica el nacimiento de una
burguesía mercantil y marinera, principalmente catalana, y sólo
después, mallorquina y valenciana, en tanto en muy escasa medida,
aragonesa. La gran capital del comercio es Barcelona, que dispone de un extenso
territorio de abastecimiento y defensa, como es Cataluña, Aragón
y Valencia, a diferencia de sus rivales italianas que, como Génova,
dependen exclusivamente del mar, o que, como Florencia y Venecia, dependen de
tierras sometidas por la fuerza, como es el caso de Pisa y la Tierra firme,
respectivamente. Esta burguesía adquiere conciencia de clase unitaria y
llega a constituir oligarquías afines en las principales ciudades
mercantiles, de forma que en 1450 es posible ver a la denominada
'Biga' de Barcelona apoyando a la de Mallorca, frente a la llamada
'Busca', que apoya a menestrales y forenses. Con esta conciencia de
clase, se adhiere y estimula las empresas dinasticas
mediterraneas en cuanto éstas le favorecen directamente, frente a
los otros sectores de población que, como el campesinado, incluso
catalan y valenciano, pero, sobre todo, aragonés, soporta las
cargas y no recibe sino una mínima parte de los beneficios,
nomanifestando ningún entusiasmo por la expansión, hasta el punto
de ser muy difícil el transplante a los nuevos territorios.
El interés de la burguesía mercantil y marinera se centra en la
que ha venido a denominarse 'ruta de las especies', que es la que
conduce como etapa final a los países del cercano Oriente, de donde se
importan las substancias que Occidente acogera ansiosamente, aunque no
como las únicas en su desarrollo hacia una etapa de mayor consumo y de
vida mas placentera y atractiva. Esta ruta, de naturaleza mercantil, se
hace posible a la burguesía mercantil catalana merced a la denominada
'ruta de las islas', de naturaleza política, y que es la
seguida por las dinastías de Barcelona y de Trastamara para asegurarse
estratégicamente el dominio del Mediterraneo y colmar así
su ambición de poder y de nuevos ingresos económicos. Así,
aunque no coincidan por ser de naturaleza distinta, ambas se complementan y,
dentro del juego ideológico güelfo, constituyen uno de los factores
mas importantes de la expansión de la Corona de Aragón en
el Mediterraneo.
El objetivo mas modesto de la nueva burguesía, y en él
participa tanto la marinera como la mercantil, lo constituye la seguridad del
trafico marítimo. Un ataque del rey moro de Mallorca en 1228 a
varios navíos catalanes es la chispa que provoca la reconquista del
reino, y un ciudadano barcelonés y hombre de mar, Pedro Martel, es el
que invita a Jaime I a reunirse con los ricos-hombres para hablar delas
riquezas de las Islas Baleares. La conquista gibelina de Sicilia y la
ocupación güelfa de Cerdeña son empresas mas
puramente dinasticas, a las que la burguesía se adhiere
después al comprobar que ello garantiza el comercio con Africa, en primer
lugar, y con Oriente, después, ya que éste no ha constituido un
plan programado, sino el resultado al que se ha ido llegando progresivamente, y
a través de diversas coyunturas felices. La dinastía de los
Trastamara ha ampliado a través de Alfonso V en Napoles estas
coyunturas felices, incluso, a pesar de la burguesía, que si bien en
1419 le ha empujado a la conquista presentandola como facil,
personificada en el municipio barcelonés, ha llegado a eludir su
contribución en 1440 por estimar muy dudoso el éxito,
adhiriéndose después, hasta concluir por temer su pérdida
en 1460.
Los objetivos de la burguesía se centran en la seguridad del
trafico marítimo, en la libertad del comercio con los
países musulmanes y en un proteccionismo o mercantilismo respecto a los
países cristianos. Este mercantilismo tiene su desarrollo a
través de barreras aduaneras, estímulos a la actividad exterior
no competitiva, prohibiciones a la actividad exterior competitiva en puntos
neuralgicos y consecución de privilegios en el exterior con
medidas discriminatorias.
4. LA NOBLEZA CATALANO-ARAGONESA
Las ambiciones dinasticas necesitan el egoísmo de una nobleza que
apoye las empresas o aventuras reales en cuanto éstas son lasque la
generan, la engrandecen y la justifican. Sin embargo, es frecuente que se
produzcan graves escisiones en ella, de forma que no siempre actúa
positivamente, si por tal se entiende el secundar la acción del rey,
sino también negativamente, es decir, frenandola o
anulandola. En todo caso, constituyen un factor de la mayor importancia,
pues sin ella no se realizan las empresas reales y es mas, en muchas
ocasiones las empresas reales se realizan exclusivamente para satisfacerla,
dandole la ocupación que precisa, pues en caso contrario, se
convierte en levantisca, organiza banderías internas y compromete finalmente
el buen estado interior de los reinos.
La reconquista de Mallorca, si bien es estimulada por la burguesía
mercantil y marinera, es acordada por los ricos-hombres catalanes, que se
reúnen con Jaime 1 para especular sobre el botín que pueden
alcanzar y la fertilidad de las islas que pueden repartirse, pasando
después la propuesta a las cortes de Barcelona. A la empresa se adhiere
la nobleza aragonesa, aunque ésta, en cuanto mas continentalista,
participa con mayor pasión en la conquista de Valencia. El botín
es provechoso, aunque a alto precio en vidas humanas, y de él participan
todos los que han intervenido, y aún algunos que no lo han hecho
físicamente, como la Orden del Hospital y la Iglesia de Tarragona.
Previamente a la conquista, el rey ha concedido patentes prometiendo despojos y
tierras, y el reparto se realiza bajo una comisión queintegran el obispo
de Barcelona, Berenguer de Palou; Nuño Sanchez; el conde de
Ampurias; el vizconde de Bearne y Guillermo de Cervera.
La conquista gibelina de Sicilia es un caso de actitud reticente de toda la
nobleza, que llega, incluso, a la actitud negativa por parte de la nobleza
aragonesa, la cual se ve acompañada de ciudades importantes, como
Zaragoza, incluso catalanas, como la propia Barcelona. Esta actitud, por otra
parte, tiene cierta justificación en el hecho de que Pedro nI, a
diferencia de su padre, no cuenta excesivamente con su opinión, sino que
utiliza ampliamente la reserva mental. El monarca no descubre sus
propósitos al organizar la flota que ha de desembarcar en la isla, y
hasta alardea de que su mano izquierda no sepa lo que proyecta la derecha. Ya
situado en Alcoyll, en la costa africana, es cuando plantea a sus camaradas de
campaña si deben retornar a sus bases o marchar contra Sicilia y las
opiniones se dividen casi por mitad. Gran parte de la nobleza esta
cansada de la larga navegación y añora la vuelta a sus casas, y
es el monarca, que da la impresión de esperar poco de los consejos, el
que decide la ocupación. En este caso es otra nobleza la que influye, en
cuanto que sus intereses coinciden con los del rey, y es la siciliana, en parte
exiliada en tierras aragonesas, como los Prócida, Monferrat o
Montefieltro, que han huido de los angevinos, en parte todavía residente
en la isla, como los Lentín, Albad o Calatagirón, algunosde los
cuales seran rebeldes después, como Gualterio de
Calatagirón, e incluso, ejecutado por traidores, como Alaymo de
Lentín, a quien se abandonara en alta mar.
La actitud negativa se manifiesta en 1283, el año crítico en el
que el monarca se ve privado de sus reinos por el Pontífice. A fines de
ese año, la ciudad de Barcelona arranca al rey la colección de
privilegios conocida como 'Lo Recognoverunt proceres', y la
Unión aragonesa de nobles y ciudades, tras cortes de septiembre en
Tarazona, prorrogadas para octubre en Zaragoza, obtiene el conocido como
'Privilegio General', sin que, ademas, colme sus ambiciones,
pues en 1284 el rey se ve obligado a confirmar los privilegios, y
todavía en 1285, el año de su muerte, se encuentra en forcejeos
jurídicos a través de cortes de Huesca y Zaragoza.
Significativamente, Alfonso In se ve obligado a conceder los desorbitados
Privilegios de la Unión el año 1287, en el que también se
ve forzado en Olorón a liberar al gran rehén siciliano, el
príncipe de Salerno, y en esta situación tiene su origen el
Tratado de Tarascón de 1291 y los restantes acontecimientos
diplomaticos. La situación de Sicilia parece reproducirse en
Cerdeña, donde también un año después de la
conquista, y al iniciarse la situación difícil interna de 1325,
Jaime II tiene que realizar una Declaración del Privilegio General. El
peligro Doria en Córcega coincidira con la confirmación
del Privilegio de la Unión por parte de Pedro IV, aunque
éstealcanzara después la victoria total sobre la
levantisca nobleza aragonesa.
Esta nobleza actúa con gran conciencia de clase, por lo que puede servir
de símbolo el llanto físico al que se entrega en la conquista de
Mallorca ante los cadaveres de los Moncada, a los que entierra con
disimulo ante los moros cercanos para que éstos no se percaten de tan
gran pérdida. Combate entre sí, porque su oficio es pelear y sus
intereses pueden encontrarse en ocasiones, pero las nuevas campañas,
como las de Alfonso V en Italia, hace disminuir sus banderías en los
reinos de origen, como en Aragón. Son los que, ademas de
conquistar los territorios, los aseguran, pues parte de ella arraiga, creando
nuevos linajes. El mantenimiento de una dinastía aragonesa en Sicilia
esta muy ligado a Blasco de Aragón y a otros nobles
catalano-aragoneses que permanecen junto a Federico III cuando se produce el
apartamiento de Jaime II. En este reino, frente a un bando indígena,
partidario de una autonomía total, subsiste un partido aragonés,
que mantiene la conexión con la Corona de Aragón, y que se hace
patente en los días de la minoría de Luis I, en la persona del
Maestre Justiciero, frente a la reina viuda de Pedro n, Isabel, que
apoyandose en los barones sicilianos constituye la 'parcialidad
latina', o en los subsiguientes a la muerte de Martín 'el
Joven', en la persona de Ruiz de Lihory, frente a Cabrera, que representa
la facción siciliana. Situaciones similares se producen en
losdemas territorios donde existen dinastías derivadas.
LAS CONSECUENCIAS
1. EL INCREMENTO DE LA NAVEGACION
La expansión de la Corona de Aragón por el Mediterraneo
hace de ella una talasocracia e impulsa la dedicación de una gran parte
de sus naturales a la navegación. El objetivo de ésta es el lucro
con el transporte, tanto de mercancías propias como ajenas. Utilizando
inicialmente, en el siglo XIII, la madera procedente de los bosques del
Montseny, desde el artesano carpintero de ribera hasta los complejos
industriales de las atarazanas, dedican febrilmente sus esfuerzos en la
construcción de todo tipo de naves, en lo que destaca Cataluña,
ante todo, siguiéndole eficazmente los restantes países maritimos
de la Corona, aparte de la natural adquisición a los armadores
italianos.
Los navíos son granae87 como galeras, cocas, naos, carabelas y balleneros,
o menores, como barcas, leños, saetas, galeotas y 'lauts'. La
galera es el navío mayor, distinguiéndose, a su vez, en ella la
ligera, la pequeña y la grande o comercial, un poco mas larga y
mas alta de borda. Va provista de veintiséis a treinta bancos,
con tres remeros por banco en dos filas ('trirreme'), con un solo
castillo en la popa y una crujía central que divide el puente
único en las dos filas de bancos. La galera grande lleva tres palos con
velas latinas. Dos timones de rueda y dos de caja, que no funcionan
simultaneamente, permiten marcar el rumbo, instalados los de rueda en la
popa, yfuncionando los latinos o de caja cuando la galera se ve a merced de los
elementos. La galera es una nave segura y rapida, como consecuencia de contar
con un número de cien a ciento ochenta remero s, pero incómoda y
poco higiénica por sus pocos espacios libres, salvo instalaciones
especiales, como la utilizada por el futuro Alfonso V, que lleva tres estancias
de cuatro metros de largo, dos y medio de ancho y uno cincuenta Y cinco de
alto, que sirven de dormitorio, comedor, guardarropa y capilla, mas
servicios higiénicos. Las dedicadas a la guerra van artilladas, llevando
una bombarda en la época de Alfonso V. Por su capacidad bélica resurge
en períodos peligrosos, como entre 1435 y 1445, en que llegan a
constituir un setenta y tres por ciento frente a las naos y los balleneros.
Inferior desde el punto de vista militar, pero mas cómoda y apta
para largos viajes, es la embarcación conocida como 'coca',
que, siguiendo el modelo de las naves atlanticas, es de forma
redondeada, borda alta, vela latina, castillo en proa y popa y timón al
codaste. Hacia 1390 comienza su decadencia ante una versión distinta,
que es la 'nao' catalana ('nau'), con sólo una o dos
cubiertas, con mas frecuencia esta última desde 1454, y en cuya
construcción destacan los genoveses. Desde fines del siglo XIV van
también artillados cuando han de realizar viajes largos, y en 1394 una
de ellas llega a llevar tres bombardas, sesenta balas de piedra, trescientas
lanzas y ballestas, yendoequipados los marineros con coraza, yelmo, gorguera y
ballesta propia. Este tipo de naves va cediendo el paso en la mitad del siglo
xv a la carabela, de forma menos redondeada y mas pequeña, pero
mas veloz, con una sola cubierta, tres palos sin gabia y vela latina,
así como también al ballenero ('balenar'), mas
semejante a la nao, pero con una sola cubierta.
El 'leño' ('leny') es un navío menor, con
tres timones, mas ligero y veloz, lo que le hace mas apto para
distancias medias y pequeñas; las barcas son medianamente inferiores a
los cien quintales; las saetas y galeotas llevan remos como elementos
auxiliares, y las embarcaciones conocidas en catalan como
'lauts' son las mas pequeñas, careciendo de puente.
2. LA EXPANSION DEL COMERCIO
Siendo la codicia mercantil una de las causas decisivas en las empresas
mediterraneas de la Corona de Aragón, es lógico que una de
las derivaciones mas destacadas sea la expansión del comercio.
Entre los hispanos, destacan los comerciantes barceloneses y catalanes, en
general, así como los rosellonenses, mallorquines y valencianos, con
poca intervención de los aragoneses, compitiendo con todos ellos los
italianos de diversas nacionalidades, como genoveses, pisanos, florentinos,
luqueses, sieneses, lombardos, piamonteses Y venecianos, así como los
musulmanes del Norte de Africa y los judíos, estos últimos tanto
en los países cristianos como en los musulmanes. Con Jaime 1 hay unos
sesenta mil judíos en la Coronade Aragón y los propios dominicos
enseñan el hebreo, siendo especialmente importante la actividad
comercial judía en Mallorca Y ofreciendo colonias importantes en Africa,
sobre todo, en Tremecén y Sijilmassa. Las relaciones comerciales entre
miembros de distinta religión son muy frecuentes, y así Jaime I
autoriza en 1270 a un mudéjar valenciano a tener como socios a
sarracenos de Túnez, Bujía y otros lugares, tomandolos a
todos ellos y a su nave bajo protección.
El siglo XIII es el del nacimiento laborioso de Cataluña como potencia
mercantil mediterranea. Ello es posible, en primer lugar, por la
existencia, aunque con métodos atrasados, de una tradición
mercantil que arranca del siglo anterior, y que esta dispuesta a
aprovechar todas las coyunturas favorables. Estas se le ofrecen en la 'ruta
de las especies' a través de Sicilia, prontamente larvada a causa
de las prohibiciones pontificias de comerciar con Oriente, y, sobre todo, en la
denominada 'ruta africana' o del Norte de Africa, donde las
mercancías catalizadoras son el oro, los esclavos y la lana, yen donde
para la época de Jaime I se calcula un trafico global de
ochocientos o novecientos mil besantes de plata, es decir, ciento setenta mil
dinares de oro, con unas ganancias de unos quince mil dinares de oro anuales. La
balanza comercial catalana es netamente desfavorable, en cuanto los productos
de importación superan notablemente a los de exportación, pero
Cataluña realiza un esfuerzoextraordinario para saldarla, mediante la
movilización de todos los recursos disponibles y mas o menos
lícitos, como ahorros, esclavitud, botines, presas marítimas y el
importante capitulo de fletes al amparo de las medidas proteccionistas de los
monarcas a la navegación. El esfuerzo catalan recoge los frutos
de la constitución y expansión de la Corona de Aragón,
pues, con ventaja en ello sobre las ciudades italianas, dispone de un amplio
territorio para suministrarle mercancías de exportación y
absorber parte de las mercancías de importación, así como
de un poder político cuyas empresas militares le van a garantizar la
seguridad de su trafico y le van a abrir nuevos mercados.
La primera mitad del siglo XIV representa el período algido del
comercio catalan. Se tecnifica y adoptan métodos casi tan
avanzados como los italianos, pasando a una balanza de comercio favorable, en
lo que influye el aumento considerable de productos propios o casi propios.
Este aumento procede, unas veces, de las nuevas conquistas, como ocurre con la
sal sarda, cuyo volumen superior de ventas se alcanza en 1340, o el coral,
también sardo, y el trigo siciliano, el cual se controla a través
de la dinastía derivada. Otras veces, el aumento de productos obedece al
desarrollo de la industria, entre la que hay que destacar la textil catalana y,
en mucho menor medida, la metalúrgica y artesanal general. Los
círcultos mercantiles devienen complejos, y con ello, las ganancias
aumentanaceleradamente. Aparte del importante papel que juega el
capítulo de la esclavitud, Cataluña adquiere en el Norte de
Africa oro procedente de Sudan a cambio de especias, tejidos, coral y
hierro forjado, y con ese oro barato adquiere las especias en Oriente, que
vende a alto precio en Occidente, y sitúa con beneficios los productos
de su industria textil en Cerdeña, Sicilia y Africa, en tanto dispone de
la sal y coral sardos o adquiere a buen precio el trigo siciliano que, en
ocasiones, reexporta a Africa. Las dificultades del comercio francés
entre 1283 y 1313 hacen disminuir una competencia siempre peligrosa. La
expansión de mercados es cada vez mayor, llegandose a ella por
las conquistas, como la de Cerdeña, Yerba o Pantelleria; las coacciones,
como las que se ejercen sobre los reyes africanos, o la amistad, como el acceso
a la Armenia menor, especialmente a su puerto de Lajazzo, realizado a
través de Chipre. También Mallorca alcanza entre 1318 y 1330 el
punto mas alto de su prosperidad, soñando con competir con
Génova y Venecia.
Sin embargo, no se trata de un ascenso lineal e ininterrumpido, pues durante el
primer trentenio del siglo el comercio catalan se ve afectado por las
prohibiciones pontificias, habiéndose de recurrir a una ilegalidad
tolerada por los monarcas, que hacen de ésta una fuente de sus ingresos,
y antes de alcanzar la mitad del siglo se producen fenómenos alarmantes,
ya que el año de 1333 es de gran carestía, yen 1347 se produce la
granepidemia de peste en Europa, a la que seguira la de 1351, con la
consiguiente disminución demografica y el alza de precios y
salarios, que dura hasta 1380, produciéndose una congelación de
capitales y grandes quiebras entre 1381 y 1383. A todo ello hay que agregar
como signos amenazadores para el comercio catalan la inseguridad en el
mar y la presencia insinuante del comercio castellano en el
Mediterraneo.
A fines del siglo XIV el comercio catalan se mantiene fiel a la ruta de
Levante, trazada por él anteriormente, maxime dado el desarrollo
de ésta decadencia de las rutas septentrionales, muy afectadas por las
destrucciones de Tamerlan. No manifiesta interés por Grecia
continental, donde los puertos de Atenas y Pireo se encuentran en decadencia, y
sólo Tebas se manifiesta como un posible mercado de la seda y de la
cera, de forma que sólo atraen las islas, sobre todo, Rodas, inserta en
la ruta de Levante. Las cifras del trafico mercantil siguen siendo
importantes, pero ya no se trata de un comercio de expansión, sino de
mantenimiento o desarrollo de la expansión anterior, con
iniciación de un declive hacia 1380, que alcanza su gran crisis en los
años 1428 y 1429, a los que sigue una tendencia alcista entre 1430 y
1445, para caer en la mas grande de las depresiones entre 1444 y 1445,
de la que el comercio' catalan no se repondra hasta el
periodo que se inicia en 1490.
3. EL DESARROLLO FINANCIERO
La expansión del comercio lleva anejo un desarrollofinanciero, que se
manifiesta en la amplitud de contratación, aparición de un
comercio especifico de mediación, desarrollo de la banca como comercio
especifico de financiación, diversidad de instrumentos de pago y
florecimiento de medios de aseguramiento mercantil.
El comercio se desarrolla fundamentalmente sobre la base de la compraventa. Sin
embargo, al lado de ésta, y en el comercio con Levante, en cuanto que
éste suele ser deficitario, hay que recurrir frecuentemente a la
permuta, cambiando mercancía por mercancía, lo que da lugar al
comercio conocido como 'de trueque' ('baratto'). El
préstamo marítimo se desarrolla en el comercio catalan en
la segunda mitad del siglo XIV, como asimismo la asociación entre los
propietarios de mercancías y los que se encargan de transportarlas a
través de la denominada 'comenda' y 'sociedad
marítima' ('commenda', 'comanda simple',
'societas maris'). Naturalmente, el contrato de arrendamiento de
buque o fletamento ocupa lugar destacado en el trafico marítimo,
y sus frutos o fletes son partida importante para el comercio catalan,
apoyado en el proteccionismo de los monarcas. Lógicamente, estos fletes
constituyen parte importante de los costos de producción.
Aparecen en el siglo XIV corredores o intermediarios mercantiles, cuya
función es la de poner en comunicación a vendedores y
compradores, destacando los llamados 'corredores de oreja, de cuello y de
levante' ('corredors d'orella, de coll e de levant'), aunque
sufunción no siempre es relevante, como cuando existen practicos
monopolios mercantiles, como es el caso de la sal sarda.
La banca es factor fundamental como comercio específico de
financiación, es decir, en cuanto facilitadora del dinero necesario para
realizar las transacciones mercantiles. El proteccionismo catalan del
siglo XIII se manifiesta también en este aspecto, en cuanto que en 1268
se prohíbe que ningún extranjero pueda tener banco de cambio en
Barcelona. En este siglo y en la primera mitad del siglo XIV la función
predominante de la banca es el cambio, es decir, la facilitación de la
moneda admitida en el país donde se quieren adquirir productos por otras
monedas, fundamentalmente, las de los países de origen de los
comerciantes, obteniendo como beneficio el que resulta de vender cara la moneda
eficaz para la transacción en el país donde se halla el banquero,
y adquirir barata la moneda del lugar de procedencia del comerciante, donde se
podran adquirir entonces otras mercancías a buen precio.
Así, las transacciones en Levante suelen fijarse en 'bisantes'
o moneda de oro de Alejandría y en ducados venecianos, los cuales
prevalecen desde 1420, luchando el florín florentino por introducirse
sin resultado. Desde 1350, la función de la banca pasa a ser
especulativa, interesandose en toda suerte de negocios,
fundamentalmente, a través del préstamo de dinero. En Sicilia
triunfan los pisanos, con una técnica bancaria mas perfecta, y,
en general,los genoveses y, sobre todo, los florentinos, entre los que destacan
grandes banqueros, como las familias de los Peruzzi y los Acciaiuoli, triunfantes
sobre la banca catalana tras la crisis de 1381. Esta intenta superar la
situación con la creación de una institución oficial
barcelonesa, que es la denominada 'Tabla de cambio' ('taula de
canvi'), establecida en 1401, la cual descansa en el crédito municipal
y en la obligatoriedad de los depósitos, lo que da lugar a una actividad
de conservadurismo financiero y constituye una prueba de inseguridad ante la
competencia italiana.
La tentativa de conquista en 1420 permite la presencia de banqueros catalanes
en Napoles, pero son saqueados cuando entra Francisco Sforza en 1422. No
obstante se mantienen, y aunque con algunas quiebras en 1453 consiguen
desbancar a la banca florentina, que había dominado durante el periodo
angevino, y que, ademas, desde finales del siglo anterior ha conseguido
imponerse en la misma Cataluña. Desde 1447, Alfonso V, que en su
juventud se ha mostrado liberalizador del comercio, se ve empujado desde 1447 a
una guerra total con Florencia, en el sentido de llegar a una interrupción
total del comercio, lo que no se había practicado ni siquiera con la
enemiga secular, Génova, ruptura que se vuelve a producir en mayo de
1451, tras un período de paz desde,21 de junio de 1450, hasta que se
consume la adhesión del monarca aragonés a la Liga de Lodi,
aunque prolongando todo lo que puedelas medidas contra los florentinos, en
apoyo del comercio catalan.
Como importante instrumento de pago aparece en el siglo XIV la letra de cambio,
que facilita éste en Levante, pues las letras emitidas representan
remesas de dinero verificadas a las plazas levantinas, con las que los
comerciantes pueden saldar sus débitos en éstas. De aquí
deriva a otras funciones, pues su libramiento a favor de los patronos de las
naves supone la practica concesión de créditos a
éstos, que saldaran cuando entreguen a cambio las
mercancías que traigan de sus viajes. Incluso, el que en Barcelona no
tiene mercancías para exportar, puede importar de Levante si adquiere
letras pagaderas en sus plazas, lo que significa una transferencia de
créditos. Las letras evitan muchas remesas de dinero en cuanto permiten
saldar en un solo acto varios negocios jurídicos. Es el caso de 9 de
septiembre de 1468, en que Galceran Martín recibe en
Napoles 2.400 ducados por una letra de cambio librada por Lancellotto
Macedonio, embajador del rey napolitano en Valencia, y que salda parte de una
deuda de este monarca con su tío el rey de Aragón por el
armamento de una nave, Y es posible salde total o parcialmente una deuda del
rey de Aragón con el portador de la letra.
Los seguros marítimos se desarrollan bajo la influencia de los
comerciantes italianos, aunque su regulación sigue caminos
autónomos, siendo el documento barcelonés mas antiguo de
1402 y habiendo vestigios de los mismos enValencia hacia 1428 posiblemente
iniciada la regulación en una ordenanza de 1432, es en otra de 1435
donde adquiere caracteres de definitiva, Y entonces sirve de modelo, incluso,
para los territorios italianos. En sus inicios, el aseguramiento se encuentra
en manos de los florentinos, hasta que la actitud decididamente contraria a
éstas de la monarquía impulsada por el comercio catalan
hace que pase a esta última nacionalidad.
Los seguros tienden a proteger el trafico marítimo frente a los
riesgos naturales, mas intensos en la navegación cercana a las
costas que en alta mar, y, sobre toda, a los del corso. Su objeto lo
constituyen ante todo las mercancías, y sólo en segundo grado el
casco del buque y los fletes, atendiéndose al valor de aquéllas.
Puede asegurarse par viaje sencillo; por viaje completo, esto es, ida y vuelta,
o menos frecuentemente por un tiempo determinado. Siendo viajes por escalas, el
precio del seguro ('preu de la seguretat') no es directamente
proporcional al recorrido, sino que mas alla de un cierto
límite se percibe el precio o premio completo, y así, en la ruta
de Levante aquél es el mismo para Rodas que para Alejandría, pese
a que la distancia a este último puerto es superior en 600
kilómetros y los premios para Napoles son sensiblemente iguales a
las que se cobran para Palermo, pese a suponer 300 kilómetros
mas. En cuanto a Berbería se paga igual para Tebas que para Bona,
mientras se paga mas para Túnez y Trípoli. El tipo de
navíotambién influye en la determinación del premia,
reduciéndose cuando se trate de galera, muy marinera pese a ser baja de
bardo y que cuenta can la ventaja de los remas para las maniobras y aún
para alta mar. Las circunstancias políticas influyen en las premias, que
se muestran muy sensibles a las informaciones, pero preferentemente para las
relativas a lugares cercanas, teniendo mucha importancia las de países
lejanos, dado que se supone cambiaran a lo largo del período. de
efectuación del viaje. Entre 1436 y 1453 las premias san estables,
observandose un descenso entre 1454 y 1461 Y después un repentino
ascenso entre 1462 y 1468, que se continuara aunque en forma mas
suave hasta 1481.
4. CAMBIOS DEMOGRAFICOS
La expansión política provoca mutaciones demograficas,
tanto en los países de la potencia expansionista, como en los países
objeto de la expansión. Respecto a la primera, baste decir que,
según algunos calculos, en la conquista de Cerdeña mueren
unos doce mil catalanes y aragoneses, cifra proporcionalmente elevada si se
tiene en cuenta que las diversas poblaciones hispanicas de la Edad Media
eran mucho mas reducidas que las actuales. Aunque no debido a la
expansión, sino a motivos muy diversos, aunque ligados todos ellos con
el auge o el declive de la economía, en los territorios
hispanicos de la Corona se producen cambios demograficos de
importancia, pudiendo decirse en términos muy generales que en
Cataluña la población aumenta en elsiglo XIV para descender
vertiginosamente en el siglo xv; en Mallorca, desciende desde 1330 para llegar
a sus cotas mas bajas a mediados del siglo xv, y en Valencia, por el
contrario, aumenta en el siglo xv.
Las mutaciones demograficas se traducen en un aumento o en una
disminución de población. El aumento se produce: a) por
repoblación regia; b) el refugio de exiliados de otros lugares, y c) por
colonización, que, a su vez, puede ser agrícola, mercantil y
militar. La disminución se produce: a) por exilios que, a su vez, pueden
ser de vencidos o de rebeldes; b) por crisis económicas, y c) por
fallecimientos, que, a su vez, pueden ser provocados por guerras, epidemias,
endemias y catastrofes. En ocasiones, lo que se produce es un cambio de
población, es decir, la disminución de la población que
existía anteriormente para ser suplantada por el aumento de población
de otro origen.
Las epidemias son las causantes de un número de fallecimientos superior
a los de las guerras en sí, aunque muchas veces, ocasionadas
precisamente por estas mismas, como en el sitio de Mallorca de 1230, donde se
produce una gran mortandad, o en el de Cagliari de 1323. En 1348 se produce una
de las mas terribles epidemias europeas, la tristemente famosa
'peste negra', extendiéndose a los territorios
hispanicos procedente de los territorios italianos. De cómo estas
epidemias alcanzan a todos lo muestra el que el infante Don Juan, vicario con
Pedro II de Sicilia, muere en la epidemiade 1348; Luis I de Sicilia, con
sólo dieciocho años, fallece en la de 1355 y el virrey de
Cerdeña, Pedro de Torrellas, lo hace en 1411. A la difusión de
las epidemias contribuyen los desplazamientos de los peregrinos, por lo que no
tiene nada de particular que Pedro IV en 21 de junio de 1348 tenga que extender
salvoconducto desde Sarrión, una aldea de Teruel, a un portugués,
Esteban Peres de Bramana, que con un compañero se dirigía al
santuario de Asís y hubo de regresar porque les imputaban a los
peregrinos la extensión de la peste negra, -si bien no fuera cierto lo
que se les imputaba, y es que envenenaban las aguas. La peste también
extiende sus tragicos efectos en el Napoles aragonés del
siglo xv, donde se registra fuerte en 1422 yen 1458, llegando a despoblar la
ciudad en 1461. Todavía en 1464 se recompensa por el rey a los que han
provisto de medicinas para alejar la peste de Napoles, donde
volvera con intensidad en 1479, 1493, 1497 y 1501-1502.
Junto a las epidemias, y aunque menos espectacularmente, realizan su labor de
desgaste de población las enfermedades endémicas. Martín
'el Joven' es víctima de la malaria y también enferman
de ella el infante Don Alfonso, conquistador de Cerdeña, y Don Enrique,
hijo de Fernando I de Aragón. Pedro IV, que cuando viaja a
Cerdeña encuentra saludable su clima, también enferma, é,
incluso, es la debilidad consiguiente uno de los motivos fundamentales para que
pacte con el juez de Arbórea. Al propio Alfonso Vcomienza
atribuyéndosele padecimiento de malaria, aunque finalmente resulte ser
una pleuresía. En general, todos los hispanos soportan mal el clima, y
entre 1353 y 1354 muchos ricos-hombres se vuelven de Cerdeña a
España, siendo difícil llevar allí población
española. Esta inadaptación se extiende, incluso, a los
-caballos, hasta el punto de que el Parlamento sardo de 1355 autoriza prestar
servicio con caballos de la isla, porque los españoles no
resistían el clima, y entonces por cada caballo español se
utilizan dos caballos sardos.
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